Click acá para ir directamente al contenido
ABANDONO DE OBRAS PÚBLICAS EN EJECUCIÓN. OFICIOS


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, en la Región de Los Lagos se han realizado importantes inversiones durante los últimos años para mejorar la infraestructura de servicios, especialmente en el área de la salud primaria. Ya sea con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional o con financiamiento sectorial, en distintos puntos del territorio se están construyendo centros de salud familiar (CESFAM) y centros comunitarios de salud familiar (CECOSF).
Sin embargo, los retrasos sucesivos en las obras, el abandono por parte de las constructoras o el término anticipado del contrato por incumplimiento se han convertido en situaciones habituales en distintas comunas.
La repetición de este tipo de hechos genera múltiples problemas, no solo en cuanto al perjuicio económico que implica para el Estado la demora en la ejecución de una obra pública, sino también, fundamentalmente, para las comunidades, que esperan -en algunos casos, por años- la concreción de la infraestructura que requieren para mejorar su calidad de vida.
Los propios trabajadores de las constructoras son igualmente víctimas: quedan cesantes de un día para otro o sufren la incertidumbre de no saber cuándo recibirán sus remuneraciones o finiquitos.
Hace pocos días, el Servicio de Salud de Osorno anunció el término anticipado de las obras del CESFAM Chuyaca. El proyecto, de un valor de cinco mil 334 millones de pesos, provenientes del Ministerio de Salud, se adjudicó en marzo recién pasado a INGETAL. Cinco meses después, las faenas no alcanzaban al dos por ciento de avance.
En Quetalmahue, comuna de Ancud, CONSVAL abandonó las obras del Centro Comunitario de Salud Familiar, cuya inversión supera 520 millones de pesos, tres meses después de haber recibido el terreno para iniciar los trabajos. No hago referencia a una obra colosal, sino a un recinto de 286 metros cuadrados, con equipamiento básico. Sin embargo, en el lugar en que se levantaría no hay en este momento más que barro.
Casos similares se han presentado durante los últimos años en las comunas de Dalcahue, donde el edificio del CESFAM quedó por años en obra gruesa, y de Puqueldón, donde la empresa enfrentó problemas para finalizar el centro de salud, que registraba ya más de un noventa por ciento de avance.
A fines del año pasado, las obras del Servicio de Alta Resolución de Alerce, en Puerto Montt, también se vieron detenidas por el retraso de la entidad encargada de los trabajos.
Cada vez que una obra queda abandonada o se tramita el término anticipado de un contrato se registra un retraso evidente y un mayor gasto para el Estado en tanto debe iniciarse un nuevo proceso de licitación para que otra empresa se haga cargo, no solo de continuar la construcción, sino también, muchas veces, de resolver nuevos problemas o, derechamente, empezar todo desde cero.
Son diversos los motivos por los cuales una constructora no cumple con la ejecución de una obra. La mayoría de ellos tiene que ver con la experiencia y la capacidad económica para sostener faenas de determinada envergadura.
El sistema de adjudicación, eficiente en teoría, ha demostrado ser todo lo contrario en la práctica.
Es cierto que existe un mecanismo que asigna puntajes por experiencia y castiga a las empresas de un comportamiento cuestionable, pero ello no ha sido suficiente.
Hoy, una constructora puede adjudicarse varias obras de manera simultánea y, al cabo de un tiempo, abandonar una de ellas para dedicarse a otra, sin arriesgar algún tipo de sanción.
La retención de boletas de garantía tampoco ha sido todo lo efectiva que se esperaba. Del mismo modo que con determinadas multas, las empresas prefieren dar la garantía por perdida antes que asumir los costos totales de cumplir con un contrato que excede sus capacidades.
La tendencia a preferir las ofertas de más bajo costo ha sido decididamente errónea. Como se suele decir, "lo barato cuesta caro". Esta aseveración, llena de sentido común y sabiduría popular, refleja muy bien lo que ocurre con la decisión de elegirlas. A la larga, el Estado termina pagando bastante más y esperando mucho más tiempo que el debido. Los costos sociales también son elevados para la comunidad.
Resulta imprescindible, entonces, la modernización del sistema de adjudicación de obras públicas y profundizar en las variables que permitan garantizar el cumplimiento del contrato.
En razón de esta situación, solicito, por su intermedio, señor Presidente, que se requiera al Ministerio de Salud el listado completo de obras en ejecución que exhiban retraso o abandono en la Región de Los Lagos y una descripción de la solución orientada a los problemas que presentan.
Asimismo, pido que se informe, mediante oficio, si existe un registro de empresas constructoras en el que se detalle el comportamiento histórico de ellas en el cumplimiento de las obras adjudicadas.
Deseo que una copia de mi intervención se envíe a los Honorables Concejos de las comunas a las cuales he hecho referencia.
He dicho.
--Se anuncia el envío de los oficios solicitados por el señor Senador, conforme al Reglamento, con la adhesión de los Honorables señores De Urresti y Quintana.