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ANÁLISIS DE INFORME FINAL DE COMITÉ DE DERECHOS DEL NIÑO SOBRE CRISIS DE SENAME


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, estimados colegas, señora Directora Nacional del SENAME, señora Subsecretaria de Derechos Humanos y demás autoridades, como Comité, pedimos esta sesión especial por los niños y las niñas vulnerables y vulnerados de nuestro país en atención al conocimiento que hemos tomado todos y todas del informe final de la Misión Especial del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas en residencias de acogida en el Estado de Chile.
¿Quiénes son los vulnerados?
¿Quién vulnera sus derechos?
El mismo Estado que tiene el deber de cuidarlos.
El informe sostiene:
"Chile no respeta, no protege ni hace cumplir los derechos de miles de niños bajo la tutela del Estado" (Conclusión 108, páginas 15 y 16 del informe).
El mismo Estado que reconoció: "El derecho a la protección y asistencia especiales del Estado a los niños temporal o permanentemente privados de su medio familiar, o cuyo superior interés exija que no permanezcan en ese medio" (artículo 20 de la Convención sobre los Derechos del Niño).
El mismo Estado que, por falta de conciencia y diligencia, hoy debe asumir ante el mundo que cometió, comete y está cometiendo un ilícito internacional al no amparar debidamente a estos niños y niñas.
El mismo Estado que tiene comprometida su responsabilidad internacional por vulneración sistemática de derechos de "niños", por victimizarlos.
¡Qué vergüenza, señor Presidente!
¿Por qué son víctimas?
Los siguientes son derechos que les vulneramos, según reporta el Comité.
Son víctimas porque:
-"Los discriminamos" (Punto V, letra a), página 5 del informe).
Los afectados son solo niños pobres hijos de chilenos y de migrantes.
-"Violamos su derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo" (Punto V, letra e), página 9 del informe).
Por cada tres meses de internación los niños pierden un mes de desarrollo, y son demasiados los que han muerto dentro de las residencias.
-"No los dejamos expresar su opinión y no los oímos" (Punto V, letra g), página 10 del informe), ni aun cuando nos dicen que han sido abusados, porque "no hay pruebas" y ellos no son importantes.
-"No les damos espacios para jugar ni recrearse" (Punto V, letra m), página 14 del informe).
No nos ocupamos de garantizarles que accedan a la playa, al campo, al fútbol, al cine, al teatro, ni a conciertos, como si no lo hiciéramos respecto de nuestros niños.
-"Permitimos que los castiguen en los centros y naturalizamos la violencia en su contra" (Punto V, letra j), página 12 del informe).
Porque son "niños difíciles", con "problemas" (conclusión recurrente en los informes de las OCA a los juzgados de familia).
-"Dejamos que los abusen sexualmente en sus camas" (Punto V, letra n), página 9 del informe).
"Porque el abuso sexual es normal en los centros, y no se puede evitar" (declaración de la representante legal de una OCA en Comisión Investigadora del SENAME I, que consta en sus actas).
Y como si eso no fuera suficiente daño:
-"No les damos la mínima atención de salud, contra las drogas, o el alcohol, ni para recobrar la salud mental" (Punto V, letra k), página 13 del informe), aun cuando el propio Estado causa parte importante de sus daños.
Y lo que es peor, señor Presidente, algo que hemos denunciado incansablemente por años, que es tema esencial y que no terminamos de asumir, menos de solucionar:
"No damos asistencia a sus padres para que recuperen el cuidado de sus hijos ni para realizar su función parental" (Punto V, letra g), página 11 del informe).
Los categorizamos de inhábiles, los consideramos padres de "segunda categoría", les quitamos a sus hijos como si fuesen seres humanos irrecuperables, como si sus hijos fueran un mueble de la casa que se embarga.
El Estado, por renunciar a fiscalizar, ha permitido que se instale un "lucrativo negocio".
Los niños pobres de Chile son su mercancía:
Informes deficientes, falsos, que sin pruebas califican a sus padres de "alcohólicos", "drogadictos", "violentos", "sucios", los separan de sus padres indefinidamente.
Luego, se les declara susceptibles de ser adoptados y se impide todo contacto con su familia.
De ahí a las adopciones internacionales, por las que se cobra hasta tres millones de pesos, si no más, hay solo un paso.
Esto, señor Presidente, lo declaramos incluso en la Comisión de Infancia la semana pasada y dimos casos concretos. Por ejemplo, uno de Chiloé, el que pedimos que se investigara.
¡Esa es la dura realidad!
Tenemos miles de casos que demuestran que este modo de proceder basado en prejuicios y discriminación, en falsedades, es el que sostiene el sistema residencial en Chile.
Si no abrimos los ojos, los niños que el Estado debe proteger no tendrán futuro. Cualquier medida que tomemos que no arranque de raíz este mal será inútil.
¡Y el Comité de los Derechos del Niño ya lo sabe!
No sé si logró llegar a esta sesión Vanesa Hermosilla -probablemente está en las tribunas-, de la Fundación Emprender con Alas. Ella ayuda a una mamá que tiene siete niños y que está escondida, está arrancando, porque, sobre la base de un informe del SENAME, le quieren quitar a sus siete niños.
Hoy el Presidente Sebastián Piñera nos está pidiendo avanzar en una legislación moderna en materia de adopción y, sin embargo, patrocina una indicación sustitutiva al proyecto de Ley de Adopción que en su artículo 27 pretende consagrar por ley la separación de niños, niñas y adolescentes de sus padres y familia extensa con la sola sentencia de adoptabilidad, la cual no es sentencia de adopción y, por lo mismo, no genera cambio de filiación.
Tanto es así que lo reconocen en la propia indicación.
¡Y ahí está!
¡Mírenla!
¡No es una mera invención!
Dice la indicación: "Efectos de la sentencia definitiva que declara la adoptabilidad. La sentencia definitiva firme que declare que un niño, niña o adolescente es adoptable pondrá término al cuidado personal y relación directa y regular a que legalmente se encuentre sujeto, respecto de sus padres, familia extensa y quienes pudieron haber tenido el cuidado personal. Además, privará de todos los demás derechos y beneficios a tales personas...".
No voy a seguir leyendo, señor Presidente, en honor al tiempo. Pero la indicación se encuentra en pantalla.
Con ello, está indicación sustitutiva transforma en legal una práctica ilegal que hoy existe y en que, sin sentencia ni resolución alguna, se ordena la separación de los niños y las niñas de sus padres.
¿Por qué sucede esto y no hemos sido capaces de superarlo?
Hay cuatro causas estructurales que identifica el Comité:
Primero: Chile sigue considerando a los niños como "objetos de protección" y no como "sujetos de derecho".
En consecuencia, "Cree que otorgarles techo, comida y separarlos de su familia como acto de filantropía es suficiente".
¿Por qué sucede esto y no hemos sido capaces de superarlo?
Segundo: "Chile, en un mal entendimiento del Principio de Subsidiariedad del Estado ha entregado mayoritariamente el cuidado de los niños a instituciones privadas, y se ha desentendido de la responsabilidad. Lo que jamás puede aceptarse tratándose de DDHH".
¿Por qué sucede esto y no hemos sido capaces de superarlo?
El señor MONTES (Presidente).- Estamos pasados en el tiempo, señora Senadora.
Pero puede terminar.
La señora RINCÓN.- Gracias, señor Presidente.
¿Por qué sucede esto y no hemos sido capaces de superarlo?
Tercero: porque "No se trabaja en prevención ni en la ayuda a las familias necesitadas a fin de reducir los cuidados alternativos".
¿Por qué sucede esto y no hemos sido capaces de superarlo?
Cuarto: porque "No invertimos los recursos financieros suficientes; ni hacemos una supervisión eficaz de su uso".
Señor Presidente:
¡Aquí lo único que cabe es cumplir con lo que no hemos cumplido!
Por lo tanto, en lo más urgente y sustantivo:
Llamamos a este Senado a pedir perdón oficial a todos los niños y las niñas que por décadas el Estado chileno ha vulnerado en sus derechos, en circunstancias de que le asistía un deber especial de cuidarlos; y también a sus familias.
Llamamos a este Senado a liderar la formación inmediata de una Comisión de Reconocimiento y Reparación de todos los niños y las niñas víctimas del sistema tutelar chileno, para que en el más corto plazo pueda llegar con algún socorro -aunque tardío- a sus vidas.
He dicho.

El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón, quien -según entiendo- hará una propuesta que incluso podríamos resolver durante la sesión ordinara de la tarde.
La señora RINCÓN.- Señor Presidente, a propósito de la preocupación del Senador Castro, la idea es que al inicio de la sesión ordinaria de hoy podamos presentar un proyecto de acuerdo que construyamos transversalmente todas las bancadas y que vaya en la línea de asumir los desafíos que nos ha puesto el informe de las Naciones Unidas; que ponga a los niños en primer lugar, y que recoja los retos, las preocupaciones y las demandas que tenemos como Estado -lo señaló muy bien el Senador Lagos-, respecto de lo cual todos nos hallamos conminados a dar soluciones de manera urgente.
Llevamos cuarenta años en deuda, señor Presidente; y, obviamente, debemos hacernos cargo de ella.
Así que -reitero- vamos a presentar el referido proyecto de acuerdo, con los compromisos pertinentes y considerando primero las recomendaciones de la ONU, para que, si le parece al Senado, lo votemos al inicio de la sesión ordinaria de hoy.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Entonces, Su Señoría se preocuparía de que llegue a la Sala, para ser votado, el mencionado proyecto de acuerdo, que particularmente apoyará las recomendaciones de las Naciones Unidas, que son bien concretas.
La señora RINCÓN.- Sí, señor Presidente.