Click acá para ir directamente al contenido
ESTABLECIMIENTO DE 15 DE ABRIL COMO DÍA NACIONAL DE LA PAZ A TRAVÉS DE LA CULTURA, LAS ARTES Y EL PATRIMONIO


El señor MONTES (Presidente).- En primer término, corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece el 15 de abril de cada año como Día Nacional de la Paz a través de la cultura, las artes y el patrimonio, con segundo informe de la Comisión de Educación y Cultura.
--Los antecedentes sobre el proyecto (11.534-24) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 8ª, en 10 de abril de 2018 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Educación y Cultura: sesión 10ª, en 17 de abril de 2018.
Educación y Cultura (segundo): sesión 23ª, en 12 de junio de 2018.
Discusión:
Sesión 10ª, en 17 de abril de 2018 (se aprueba en general).
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Esta iniciativa, que fue aprobada en general en sesión de 17 de abril de 2018, cuenta con segundo informe de la Comisión de Educación y Cultura, la que deja constancia, para los efectos reglamentarios, de que no existen artículos que no hayan sido objeto de indicaciones ni de modificaciones.
La Comisión efectuó una enmienda al texto aprobado en general, consistente en sustituir, en el inciso segundo del artículo único, la expresión "Bandera de la Paz" por "Bandera de las Naciones Unidas".
Como dicha modificación se aprobó por mayoría de votos, debe someterse a discusión y votación.
Sus Señorías tienen en el escritorio un boletín comparado en que se transcriben el texto aprobado en general, la modificación propuesta y el texto despachado por la Comisión de Educación y Cultura en el segundo informe.
Nada más, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Gracias, señor Secretario.
En la discusión particular, tiene la palabra la Senadora señora Provoste.


La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, antes de entrar al fondo de este proyecto, creo necesario informar que se recibió una indicación que la Secretaría de la Comisión declaró inadmisible, sobre la base de que el Día de la Paz está asociado a la Bandera de la Paz, que forma parte de una misma unidad respecto del Pacto de Roerich, que fue suscrito por Chile.
En opinión de la Secretaría, la indicación en comento era inadmisible por estar fuera de las ideas matrices de la iniciativa.
A pesar de ello, se pidió votación. Realizada esta, la indicación fue declarada admisible.
¿Qué ocurrió en definitiva? Se mantuvo como fecha del Día de la Paz la señalada en la moción, pero se autorizó el izamiento, no de la Bandera de la Paz, sino de la Bandera de las Naciones Unidas.
Por lo tanto, antes de proceder a la discusión particular de esta iniciativa, quisiera poner estos antecedentes en conocimiento de la Sala.
La Secretaría de nuestra Comisión nos insistió en la necesidad de señalar que así se haga, ya que, a su juicio, la indicación presentada se aleja de la idea matriz de este proyecto.
El señor MONTES (Presidente).- La Comisión se pronunció sobre la admisibilidad y, tras la votación, consideró, según entiendo, inadmisible la indicación.
El señor GARCÍA.- ¡Admisible!
El señor COLOMA.- ¿Inadmisible?
El señor MONTES (Presidente).- Perdón, pero me confundí: la Comisión la declaró admisible.
Tiene la palabra el Senador señor Pugh, autor de la indicación.


El señor PUGH.- Señor Presidente, la bandera de Roerich, tal como lo explicó él en su momento, no tiene los elementos esenciales que permiten identificar la paz.
Roerich la creó en 1935, diez años antes del nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas.
Hoy en día, el organismo por excelencia preocupado de la paz en el mundo es la ONU.
Por eso, a manera de reconocer lo que dicha Organización hace por todos nosotros, cual es garantizar y mantener la paz en el orbe, estimé oportuno, si como país queremos honrar ese valor específicamente en los lugares donde hay cultura, presentar la indicación en comento.
Porque Roerich dice: "Donde hay cultura existe paz y donde hay paz existe cultura". Ese es el verdadero espíritu que nos entrega.
Lo que nosotros buscamos es perfeccionar lo que Roerich nos expresó diez años antes de la creación de la ONU, ese organismo internacional tan importante, y también, tributarle un homenaje a las Naciones Unidas, organización que nos permite mantenernos en paz.
Básicamente, tales son los elementos: la forma de la Bandera de las Naciones Unidas; la paloma de la paz; los laureles que toman el mundo, que también simbolizan la paz; por último, los colores: blanco y celeste.
Entonces, esa Bandera, en sí, fue diseñada para representar la paz en el mundo.
Ahora, la ONU tiene un ente muy relevante: la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
¡La cultura: exactamente lo que nos dice Roerich!
Por lo tanto, sobre la base del principio de ese gran hombre, de ese filósofo, quien nos dice que donde hay cultura existe paz y que donde hay paz existe cultura, y de los elementos distintivos modernos, actuales, que todos reconocemos -porque si hay algo significativo es que ese emblema es muy reconocido-, me parece adecuado usar la Bandera de las Naciones Unidas para rendirle tributo a esta Organización, informándole de esto que queremos hacer como Estado que respeta la paz y desea que ella impere siempre.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Ahí están los argumentos a favor de la admisibilidad.
¿Alguien quiere argumentar en apoyo de la inadmisibilidad?
Tiene la palabra la Senadora señora Provoste.


La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, intervengo en mi calidad de Presidenta de la Comisión de Educación.
Hemos conocido los argumentos de la Secretaría de dicho órgano técnico -los puso a disposición de la Sala y, por supuesto, los entregó también en la Comisión-, primero, en el sentido de que, por muy loable que sea -al respecto, compartimos el interés y la preocupación del Senador que formuló la indicación- el propósito de que la bandera de un organismo internacional que ha hecho y sigue haciendo una contribución muy importante a la paz tenga un espacio significativo en este tipo de procesos, ello se aleja de la idea matriz del proyecto, que se relaciona directamente con la conmemoración del Día de la Paz y con el izamiento de la Bandera de la Paz.
En seguida, expresa la Secretaría de la Comisión que han de tenerse en consideración las normas pertinentes y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional -se detallan largamente en el segundo informe-, que señalan que las indicaciones deben guardar relación directa con el motivo o la razón principal del proyecto en que recaen, los cuales tienen que estar contenidos en la moción o en el mensaje correspondiente.
Digo aquello porque quiero insistir en mi posición.
Tengo la más alta valoración por la misión y por la trayectoria de las Naciones Unidas. Sin embargo, el objetivo de esta iniciativa es que en Chile se establezca el 15 de abril de cada año como Día Nacional de la Paz a través de la cultura, las artes y el patrimonio, y se permita izar la Bandera de la Paz (ambos elementos forman parte del mismo Pacto que nuestro país suscribió en 1935) en los monumentos históricos, las organizaciones que difunden el arte, la ciencia, en fin.
Señor Presidente, en mi carácter de Presidenta de la Comisión de Educación, cumplo con mi deber de ser portadora también de las consideraciones que tuvo a la vista su Secretaría para declarar inadmisible la indicación que formuló el Senador Pugh.
Concluyo reiterando que, tras la votación respectiva, esa indicación fue declarada admisible por una amplia mayoría (no hubo unanimidad).
El señor COLOMA.- Entonces, la indicación es admisible.


El señor MONTES (Presidente).- La Senadora señora Provoste le solicitó a la Mesa que nos pronunciemos sobre la admisibilidad de la indicación del Senador señor Pugh, porque a juicio de ella y de la Secretaría de la Comisión de Educación, no obstante haberse votado y declarado admisible en dicho órgano técnico, es inadmisible.
¿Cuál es la situación?
El proyecto original autorizaba para izar la Bandera de la Paz. Conforme a la indicación del Senador señor Pugh, se autoriza el izamiento de la Bandera de las Naciones Unidas.
La Comisión considera que dicho cambio amplía el objetivo del proyecto.
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.- No sé si usted resolvió el punto, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Yo considero que la Senadora señora Provoste tiene razón.
Sin embargo, estoy recabando la opinión de la Sala sobre el particular.
El Senador señor Pugh habló a favor de la admisibilidad de la indicación y la Senadora señora Provoste se inclinó por la inadmisibilidad.
Podríamos votar y resolver el asunto inmediatamente.

El señor LETELIER.- Un punto de Reglamento, señor Presidente.
Nosotros tenemos una legislación -y discúlpenme si ofendo a alguien con este concepto- bastante retrógrada, por cuanto si uno iza en un edificio no oficial la bandera de Chile en una fecha no determinada por reglamento o por ley, puede ser multado.
Esa es una situación absolutamente -excúsenme si ofendo- arcaica y anacrónica.
El que no se pueda izar en nuestro territorio cualquier día del año la Bandera de las Naciones Unidas, organismo del cual somos parte, o una bandera mapuche, que no es de otro Estado, y que se requieran ciertas ordenanzas comunales o de otro tipo para tales efectos también parece bastante discutible.
Aquí estamos debatiendo sobre si la Bandera de las Naciones Unidas es globalmente representativa de la paz o de un anhelo al que todos aspiramos.
Resulta evidente que en este proyecto, que plantea aquel criterio, no puede considerarse inadmisible el haber remplazado la expresión "Bandera de la Paz" por "Bandera de las Naciones Unidas", por cuanto se trata de hacer un gesto en el territorio nacional.
Lo que llama la atención es que debamos efectuar esto por ley.
Recuerdo algunos casos, como el de un gobernador que en épocas pretéritas, en la zona por donde hoy es Senador el colega Rabindranath Quinteros...
El señor COLOMA.- ¿Pretéritas...?
El señor LETELIER.- Excúseme, señor Presidente, pero mi referencia es al Senador Moreira.
Como decía, en aquel tiempo un ciudadano que izó la bandera chilena en su propiedad privada fue multado por el gobernador.
Aquello no hace más que reflejar que en algunos momentos este debate es absolutamente anacrónico en el siglo XXI.
El que se entienda que la Bandera de la Paz es la Bandera de las Naciones Unidas me parece de sentido común. Se trata de un organismo internacional del que somos parte. Es el principal ente que hemos aceptado, después de la barbarie de la Segunda Guerra Mundial, como instancia para promover la paz.
Por lo tanto, considero del todo admisible el texto que nos han propuesto.
El señor MONTES (Presidente).- Quiero poner en votación la admisibilidad de la indicación, porque hay siete inscritos.
La mayoría de la Comisión plantea la admisibilidad y el reemplazo de la expresión "Bandera de la Paz" por "Bandera de las Naciones Unidas".
El señor COLOMA.- Deseo fundamentar mi pronunciamiento.
El señor MONTES (Presidente).- Es mejor entrar al fondo, de una vez por todas.
Someto a votación la admisibilidad.
Los que estén de acuerdo con el órgano técnico tienen que aprobar, en tanto que el rechazo dice relación con el desacuerdo.
--(Durante la votación).
El señor MONTES (Presidente).- Puede intervenir la Honorable señora Von Baer.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, solo deseo hacer una aclaración bien breve.
La iniciativa apunta a establecer el Día Nacional de la Paz a través de la Cultura, las Artes y el Patrimonio. Por lo tanto, no resulta comprensible que no se pueda cambiar el emblema para celebrarlo. Creo, al contrario, que ello resulta absolutamente admisible.
La celebración es vinculada con el izamiento de una bandera, y, en ese sentido, el reemplazo no me parece para nada inadmisible, especialmente porque es la de las Naciones Unidas, organización que nació después del Tratado de Protección a las Instituciones Artísticas y Científicas y Monumentos Históricos, suscrito el 15 de abril de 1935.
Gracias.
El señor MONTES (Presidente).- Se ha abierto la votación sobre la admisibilidad, no sobre el contenido.
Han votado muy pocos señores Senadores.
Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, el asunto puede ser más o menos importante, como todo en la vida, pero juzgo que la admisibilidad causa un efecto.
El proyecto declara el Día Nacional de la Paz, vinculado a cierta bandera. Busqué en Wikipedia, donde aparece exactamente cuál es, distinta de otras. Entonces, acogida la idea de legislar, me parece sorprendente estimar inadmisible cómo es la celebración, qué se iza y cuáles son las características del caso. Si no hay capacidad para ello, significa que la paz se encuentra asociada unívocamente a una situación, una fecha y un emblema.
No hago referencia a la cuestión de fondo, sino a la inadmisibilidad, que es lo planteado por la Senadora señora Provoste. Una indicación podrá o no gustar, pero si no es admisible para interpretar lo propio de la celebración de un Día, quiere decir que estamos ante una especie de superlegislación, en la cual esas fechas cuentan con explicaciones únicas.
A mí me parece claro, por lo tanto, que la indicación es completamente admisible. No veo por qué vulneraría la idea de legislar, cual es la relativa a la determinación del Día Nacional de la Paz. Si, a propósito de ello, se fijara uno distinto, ahí cabría interpretar la admisibilidad o no. Pero, respecto de qué se puede o no hacer habiendo mediado la declaración, estimo que por ningún motivo procedería la inadmisibilidad.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, seré muy breve.
La única que debiera flamear siempre es la bandera de la patria, la del país, no demasiadas. Deseo consignar que presenté recientemente un proyecto de ley que intenta regular precisamente la situación. En los servicios públicos se debiera enarbolar solo el pabellón chileno, y ningún otro.
Llevado ese aspecto a lo que nos ocupa, considero que no debiéramos estar discutiendo acerca de admisibilidad alguna, porque el cambio es totalmente procedente.
Por eso, me pronuncio a favor.
El señor MONTES (Presidente).- ¿Han votado todos los señores Senadores y las señoras Senadoras?
Terminada la votación.
--Por 30 votos contra 2 y 2 abstenciones, se aprueba la admisibilidad.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Muñoz, Órdenes, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Araya, Bianchi, Castro, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Prohens, Pugh, Quintana, Quinteros y Sandoval.
Votaron por la negativa la señora Provoste y el señor Montes.
Se abstuvieron la señora Rincón y el señor Guillier.
El señor MONTES (Presidente).- Ahora entraremos en la discusión de contenidos.
Tiene la palabra la Honorable señora Aravena.


La señora ARAVENA.- Señor Presidente, un día 16 de noviembre de 1945, a meses del término de la Segunda Guerra Mundial, se constituyó en Inglaterra la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, conocida por su sigla en inglés: UNESCO.
Los gobiernos de los Estados partes, en nombre de sus pueblos, declararon:
"Que, puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres,... es en la mente de los hombres, donde deben erigirse los baluartes de la paz.
"Que, en el curso de la historia, la incomprensión mutua de los pueblos ha sido motivo de desconfianza y recelo entre las naciones, y causa de que sus desacuerdos hayan degenerado en guerra con harta frecuencia;
"Que la grande y terrible guerra que acaba de terminar no hubiera sido posible sin la negación de los principios democráticos de la dignidad, la igualdad y el respeto mutuo de los hombres, y sin la voluntad de sustituir tales principios, explotando los prejuicios y la ignorancia, por el dogma de la desigualdad de los hombres y de las razas;
"Que la amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la paz son indispensables a la dignidad del hombre y constituyen un deber sagrado que todas las naciones han de cumplir con un espíritu de responsabilidad y de ayuda mutua;
"Que una paz fundada exclusivamente en acuerdos políticos y económicos entre gobiernos no podría obtener el apoyo unánime, sincero y perdurable de los pueblos, y que, por consiguiente, esa paz debe basarse en la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.".
Por estas razones, que resultan ahora tan coherentes como aquella vez y que, por lo tanto, suscribo plenamente, no puedo sino sumarme a la aprobación del proyecto para declarar el 15 de abril de cada año como Día Nacional de la Paz a través de la Cultura, las Artes y el Patrimonio, pues hoy, más que nunca, necesitamos enseñar y recordar como sociedad -y, en especial, con nuestras futuras generaciones- que la paz es el objetivo por el cual debemos trabajar.
Muchas gracias.
)---------------(
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- La Mesa saluda a los alumnos de tercer año medio del colegio San Andrés, de Colina, que nos visitan.
Bienvenidos.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
)----------------(
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Puede intervenir el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, ¿dónde flamea la bandera de las Naciones Unidas? Donde hay guerra: en el Sahara Occidental, ocupado por Marruecos, que somete al pueblo saharaui. Se enarbola en las zonas de conflicto.
No sé si la interpretación de ese pabellón puede proyectar la paz. ¡Barack Obama invadió siete países durante su mandato y le dieron el Premio Nobel en ese ámbito!
Si el Senador que habla tuviera que levantar una bandera de la paz, izaría la mapuche. Porque necesitamos paz con ese pueblo, ante la agresión del Estado, ante el robo y la usurpación de sus tierras.
Izaría la bandera heroica de Palestina.
El señor MOREIRA.- ¡Ahí estamos bien...!
El señor NAVARRO.- En un mundo donde todo se hace en China, el coraje se genera en Palestina. Esa es la bandera de la paz. Queremos que la haya en este último territorio, donde un pueblo es acribillado a balazos diariamente. Van cientos de jóvenes asesinados por francotiradores judíos que disparan desde la frontera.
Constituyendo una protesta pacífica, la marcha del retorno es sin armas y con tan solo piedras.
En consecuencia, cabe preguntar si en el Día de la Paz vamos a levantar la bandera de las Naciones Unidas, cuyo Consejo de Seguridad se halla compuesto por las cinco grandes potencias. ¿Por qué no incluye a Brasil? ¿Por qué hay capacidad de veto? ¿Por qué lo integran países a los que corresponde la hegemonía?
¡Estados Unidos utilizó el veto cuando invadió Irak con la mentira de la existencia de armas de destrucción masiva! ¡Este último país fue saqueado y dividido! ¡Se instauró el terror en el Medio Oriente! ¡Y el Consejo no pudo operar por haberlo impedido dicha potencia! O sea, ¡tenemos una organización internacional cuyo Consejo de Seguridad no actúa cuando se tocan los intereses de los poderosos, como los de Estados Unidos, y en los conflictos de verdad, en los grandes, media el veto!
Durante décadas se ha intentado que Brasil, el gigante de la región, integre el Consejo; que América del Sur se halle representada en su seno.
Es una entidad que se pronuncia sin ningún efecto.
Nos acompaña, como siempre en nuestros debates internacionales, nuestro colega Insulza, ex Secretario General de la OEA.
¿Dónde está la capacidad de la ONU para detener las conflagraciones?
Señor Presidente, no hay respeto.
Todos quisiéramos que la bandera de las Naciones Unidas fuera un símbolo de la paz; que ese organismo ejerciera con eficacia su rol regulador, de pacificación. Pero no lo hace por haberse deformado su constitución con el tiempo.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la ONU cumplía la gran tarea, por cierto, de unir a los países del mundo en torno al propósito de que no hubiera otros conflictos; pero estos se han venido sucediendo con su consentimiento.
¡Ahí están las decenas y decenas de resoluciones incumplidas por Israel y los propios Estados Unidos!
Este último no ha firmado -ni lo hará jamás- el Estatuto de Roma, regulador de la Corte Penal Internacional. Por lo tanto, los crímenes de lesa humanidad que comete en los territorios que invade no son objeto de ninguna persecución.
¡Ninguno de sus generales ha sido llevado a un tribunal internacional por los bombardeos en Vietnam o la invasión de Irak!
¡Por favor, no se trata de una novela ni de ciencia ficción: es la cruda realidad!
Ello tiene que aceptarlo también la Derecha, porque hay un solo consenso: las Naciones Unidas dejaron hace mucho tiempo de ser capaces de regular la acción de los países en momentos de beligerancia o de guerra. Se precisa una reformulación para constituir al organismo en un instrumento al servicio de la paz. Si izar su pabellón contribuyera a una intervención real para lograr este objetivo, el Senador que habla estaría de acuerdo. Pero hoy día no es así.
¡La que cabe levantar en Chile -repito- es la bandera mapuche, y en el mundo, la de Palestina, como símbolos de la paz requerida!
Me pronunciaré en contra.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Le recuerdo a la Sala que ya se votó en general, en su momento. Lo resuelto denante fue la admisibilidad de la indicación. Ahora corresponde decidir sobre la modificación misma.
El señor QUINTEROS.- Abra la votación, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, así se hará, con la mantención de los tiempos.
Acordado.
En votación la enmienda.
--(Durante la votación).
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Pugh.


El señor PUGH.- Señor Presidente, el organismo al cual se ha hecho referencia es mucho más que aquello que se acaba de reflejar. Si alguno previene conflictos mundiales y regionales es precisamente este.
Fuimos demandados hace un tiempo por Bolivia y un tribunal dependiente de las Naciones Unidas está intentando que la paz se mantenga de una forma jurídica en la región, pero también política.
El océano que baña nuestras costas fue regulado por la ONU. Debemos recordar que en Santiago, en 1952, se reunieron los representantes de los gobiernos de Ecuador, Perú y Chile para declarar unilateralmente las 200 millas marinas. Treinta años después, la Organización recogió lo anterior y lo convirtió en la Convención del Mar, en la constitución de los Estados. O sea, nos ha entregado instrumentos jurídicos poderosos incluso tomando nuestras ideas.
¡Qué decir de la entidad para las telecomunicaciones! El último índice de ciberseguridad da a conocer que Chile es el país más desprotegido en toda la región.
En materia de alimentación interviene la FAO.
Podría dar muchos ejemplos de la labor de las Naciones Unidas para que podamos vivir en paz, resolver pacíficamente nuestros conflictos y avanzar.
Por lo tanto, conociendo cómo opera en el mundo, creo que cabe reconocer a sus distintas agencias, al igual que la presencia de los Estados dispuestos a firmar todas las convenciones y los tratados internacionales que nos ayudan. Comparto la opinión de que no es bueno no suscribirlos, porque somos parte de un sistema internacional.
En lo particular, dado que un señor Senador que intervino en la parte inicial se refirió a nuestra bandera, quiero recordar una buena noticia. Como la legislación siempre se va modificando, el 3 de octubre de 2011 se publicó la ley N° 20.537 -entre sus autores se encuentran los Honorables señores Chahuán, quien ya se retiró, y Bianchi, quien preside la sesión-, que nos permite a todos disfrutar con su instalación.
En efecto, el artículo 2° de ese cuerpo legal dispone que "podrá usarse o izarse sin autorización previa, cuidando siempre de resguardar el respeto de la misma y de observar las disposiciones que reglamenten su uso o izamiento.".
Por lo tanto, nuestro pabellón sí se puede exhibir. Y tenemos que sentirnos orgullosos de que ello sea posible.
Cabe esperar que lo anterior se verifique en cada una de nuestras festividades, tal como lo pedimos para el día emblemático del 21 de mayo. El Congreso tuvo a bien cambiar la fecha del mensaje presidencial para proporcionarnos esa fiesta a todos. Ojalá logremos un embanderamiento en dicho aniversario.
A mi juicio, nuestra oportunidad de reconocer en el "Día Nacional de la Paz" lo que hacen el país con su emblema patrio o una organización tan importante como las Naciones Unidas no merece ser desaprovechada.
Por lo tanto, voto a favor de la proposición.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Puede intervenir el Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, dudé de votar o no la admisibilidad, porque creo que tiene razón mi Honorable colega Letelier. O sea, no se observa ningún motivo para que no se pueda izar la bandera de las Naciones Unidas en una situación determinada. No es preciso pedir permiso para ello.
Mas estimo interesante la discusión, porque quiero manifestar mi completa discrepancia con el señor Senador que afirma que ese es el símbolo de la guerra. Dicho pabellón se enarbola en la sede de la CEPAL y en la del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, al igual que en el centro de la ciudad de Nueva York y en los 193 Estados independientes que son parte de la ONU.
Chile tiene el honor de ser miembro fundador de la Organización de las Naciones Unidas. Bajo la bandera de la entidad, los países independientes pasaron de más o menos 50 a 193.
Las misiones de paz se han desplegado en todo el mundo. Si mañana se declarara una crisis humanitaria en Venezuela, por ejemplo, como se ha pedido -aunque todos quisiéramos que no fuera así-, la bandera de las Naciones Unidas se encontraría a la cabeza de una ayuda de ese tipo, como lo está en centenares de otras acciones.
Entonces, me parece bien sostener discusiones ideológicas, pero aquí la ideología se empieza a parecer demasiado a la función que le atribuyeron los inventores de la palabra: Karl Marx y algunos otros. A veces, en el debate se observa demasiada distorsión de la realidad.
Considero que la ONU es un símbolo de paz y que su bandera debería estar entre nosotros mucho más que ahora, probablemente.
Por eso, voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, la discusión generada en la Sala a raíz del proyecto de ley es bastante pertinente en cuanto a la evaluación que debemos hacer del rol de las Naciones Unidas e incluso del cumplido por nuestro país en el contexto de la Organización. Pero la primera reflexión es que, de no existir esta última, la alternativa es el unilateralismo: la imposición de la ley del más fuerte.
Chile debe trabajar por un entendimiento internacional, por una forma de solución de los conflictos donde el multilateralismo sea la norma de conducta. Es preciso aprender a respetar un mundo diverso y no la voluntad de determinadas potencias.
Por cierto, la institucionalidad de las Naciones Unidas es deficiente. A ello obedece que se haya planteado la necesidad de su modernización, de debatir respecto del derecho a veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, de empoderar a la Asamblea General y garantizar que las misiones de paz sean más eficientes. Pero no cabe duda de que la construcción del orden internacional sobre la base de dicho organismo ha sido un avance civilizatorio importante. Ejemplo de ello es la Declaración Universal de Derechos Humanos, principal aprendizaje tras la dolorosa experiencia de la Segunda Guerra Mundial.
En ese contexto, me parece del todo pertinente que el símbolo de la paz sea, precisamente, el del organismo internacional que representa a la mayoría de las naciones del mundo, entidad que, pese a sus deficiencias y a su necesaria reforma institucional, sin duda ha jugado un rol relevante en la preservación de la paz en el mundo.
Ahora -solo como comentario final-, conviene señalar también que el Día Internacional de la Paz fue establecido por Naciones Unidas para el 21 de septiembre. Todos sabemos que en ese mes se reúne la Asamblea General; por tanto, es una instancia temporal muy importante, en la cual representantes de distintos gobiernos del mundo se congregan en torno a dicho órgano para dar a conocer sus puntos de vista respecto de materias relevantes.
Sin embargo, este proyecto de ley propone una fecha distinta: el 15 de abril de cada año.
No obstante, voy a votar a favor del cambio planteado, para que sea la bandera de las Naciones Unidas la que represente el símbolo de la paz. Me parece fundamental que Chile dé una señal tendiente a fortalecer el rol de ese organismo mundial, independientemente -reitero- de sus deficiencias y de la necesaria reforma que se debe promover a objeto de que cumpla de mejor manera su labor en el futuro.
He dicho.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, seré muy breve.
Le aseguro que este proyecto se va a aprobar y con una muy buena votación. El punto es que ciertas intervenciones generan una suerte de distorsión en el debate. Pueden surgir de una positiva inspiración, pero recomiendo ser más cuidadosos en el tema de Naciones Unidas.
Pese a que es posible apuntar a muchas deficiencias de dicho organismo, invito a algunos señores Senadores -o a uno en particular- a mirar otras cosas.
Cuando Chile decidió ser parte de la solución a la crisis que se vive en Haití, envía tropas a ese país. ¿Al amparo de quién? De Naciones Unidas.
Entonces, tratamos de hacernos cargo de los problemas que surgen en nuestro continente, y para ello actuamos a través del sistema de la ONU.
Sí, también me gustaría modificar aspectos de su Consejo de Seguridad en cuanto a la toma de decisiones, pero eso requiere otros componentes.
Siento que el espacio que empleamos para tratar una propuesta como la que se plantea, que es sana y sirve para poner una luz en determinado día sobre una materia importante, se usa con el objeto de pasar otro mensaje.
Puedo acompañar al Senador Navarro en su deseo u objetivo de que haya una mejor situación en Medio Oriente y, específicamente, en Palestina -¡cuente conmigo para eso!-, pero creo que la forma en que lo expone -y lo digo porque lo hemos escuchado en otras instancias en esta Corporación- no ayuda a un debate más saludable entre nosotros.
Por lo tanto, urjo de buena forma al Senador Navarro -por su intermedio, señor Presidente- a mantener un mínimo criterio básico con la finalidad de poder entendernos. Y ojalá que lo que he señalado no genere una réplica de su parte.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Provoste.


La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, pedí hablar motivada solo por la última intervención, la del Senador Lagos Weber, porque considero muy valioso que nos invite a reinstalar la discusión de acuerdo al propósito que da origen a este proyecto de ley.
Parto por señalar que me parece muy loable la labor que realiza Naciones Unidas y su contribución al conjunto de misiones de paz, pero lo que hoy se debate es algo distinto.
La moción que origina la presente iniciativa funda su planteamiento en la adhesión al Tratado de Protección a las Instituciones Artísticas y Científicas y Monumentos Históricos, que Chile suscribió en la década del 30, llamado "Pacto de Roerich", el cual establece que todos los países suscriptores deberán esforzarse en proteger dichos organismos. Y con el ánimo de respetar, proteger y preservar el patrimonio cultural y educativo de la humanidad, se acordó enarbolar la "Bandera de la Paz", como un símbolo de protección de ese patrimonio tanto en tiempos de paz como frente a conflictos bélicos que puedan ocurrir en los Estados firmantes de este instrumento internacional.
Planteo lo anterior, señor Presidente, porque al escuchar las intervenciones uno tiende a empatizar o a tomar distancia respecto de ellas. Sin embargo, el proyecto no trata sobre el establecimiento de un día de la paz en general o del rol de Naciones Unidas, sino de cómo Chile lleva adelante un Pacto que suscribió.
La iniciativa es indivisible: determina una fecha y permite enarbolar un tipo de bandera.
Entendiendo que es parte de la deliberación democrática, acá se acordó aprobar la admisibilidad de incorporar una bandera distinta a la que señala el Pacto.
No obstante, ello no nos puede hacer perder de vista lo que hoy se trae a la Sala, que tiene que ver con la adhesión al Tratado de Protección a las Instituciones Artísticas y Científicas y Monumentos Históricos respecto de un elemento que estaba pendiente: la declaración del Día Nacional de la Paz y la posibilidad de enarbolar ya no la bandera especificada, sino otra distinta.
Quise intervenir para que no nos confundamos: esto no se trata de la paz mundial ni del día internacional de la paz, sino de cómo protegemos, como señala el referido Pacto, a las instituciones artísticas, científicas y monumentos históricos.
Es todo, señor Presidente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba la modificación propuesta por la Comisión de Educación y Cultura (23 votos a favor, 3 en contra y 3 abstenciones), y queda el proyecto aprobado en particular y despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Ossandón, Pérez Varela, Prohens, Pugh, Quinteros y Sandoval.
Votaron por la negativa las señoras Muñoz y Órdenes y el señor Navarro
Se abstuvieron las señoras Provoste y Rincón y el señor Quintana.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Se deja constancia de la intención de voto favorable del Senador señor Huenchumilla.