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DELEGACIÓN DE FACULTADES PARA MODIFICACIÓN DE PLANTAS DE PERSONAL DE PROFESIONALES DE SERVICIOS DE SALUD


El señor MONTES (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que delega facultades para la modificación de las plantas de personal de profesionales de los servicios de salud, con informes de las Comisiones de Salud y de Hacienda.
--Los antecedentes sobre el proyecto (11.486-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 84ª, en 24 de enero de 2018 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Salud: sesión 13ª, en 8 de mayo de 2018.
Hacienda: sesión 13ª, en 8 de mayo de 2018.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El principal objetivo de la iniciativa es incrementar el número de cargos de planta del estamento de profesionales de los servicios de salud y proveerlos mediante concursos internos de encasillamiento. A tales efectos, se delegan facultades legislativas al Presidente de la República para crear 7 mil 873 cargos.
La Comisión de Salud discutió este proyecto solo en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes (Senadores señora Van Rysselberghe y señores Chahuán, Girardi y Quinteros).
La referida Comisión consigna que el artículo 2 del proyecto de ley tiene carácter orgánico constitucional, en la medida que modifica el procedimiento mediante el cual los profesionales serán encasillados como titulares en la planta de un servicio de salud pública, proceso que en este caso se realizará a través de concurso interno. En atención a ello, la disposición requiere 25 votos favorables para su aprobación.
Sin perjuicio de lo resuelto, la Comisión de Salud consideró la posibilidad de revisar, en el trámite reglamentario de segundo informe, algunas cuestiones de técnica legislativa y otras que eventualmente podrían salvar posibles reparos de inconstitucionalidad.
La Comisión de Hacienda, por su parte, aprobó en general la iniciativa por la unanimidad de sus miembros (Senadores señores Coloma, García, Lagos, Letelier y Pizarro).
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 9 a 12 del informe de la Comisión de Hacienda.
El señor MONTES (Presidente).- En discusión general.
Tiene la palabra el Senador señor García para informar sobre el proyecto.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, esta iniciativa hace algo que en realidad es bien sencillo pero extraordinariamente importante para los profesionales que laboran en los servicios de salud.
La legislación en proyecto permite que todos los profesionales que estén a contrata (con un límite de 7 mil 873 cargos) pasen a la planta mediante un sistema de concursos internos, en el mismo grado en el que se encuentran. En consecuencia, la iniciativa no representa mayor gasto fiscal: los funcionarios pasan de la contrata a la planta.
Esto es similar a lo que se ha hecho con otros funcionarios, también pertenecientes a los servicios de salud, mediante el sistema de encasillamiento, que autorizamos en otras iniciativas. Son procesos de encasillamiento, varios de los cuales están en curso.
Considero importante que los profesionales de la salud tengan estabilidad en sus empleos. La mayoría de ellos lleva muchos muchos años trabajando a contrata, sin tener ninguna posibilidad, por ejemplo, de ascender. Ingresan en un grado y prácticamente se jubilan en ese grado, en una situación que es manifiestamente injusta. No pueden hacer carrera, por el hecho de estar a contrata y no pertenecer a la planta.
Me parece que la iniciativa trae tranquilidad, estabilidad y una proyección de futuro, que es muy deseable para todas las reparticiones públicas y, por supuesto, de manera muy muy significativa en nuestros hospitales.
En consecuencia, recomiendo que votemos favorablemente el proyecto.
Además, deseo señalar que la iniciativa contiene una norma que dispone que si producto de los distintos encasillamientos que se están produciendo no fuera necesario proveer los 7 mil 873 cargos que se crean, aquellos que no se ocupen simplemente se entenderán extinguidos.
Por eso, estimo que nos encontramos ante un proyecto que tiene los resguardos suficientes para garantizar que se cumplirán a cabalidad sus propósitos.
Anuncio mi voto favorable.
El señor MONTES (Presidente).- Les recuerdo que estamos en la discusión general.
Si le parece a la Sala, se abrirá la votación, manteniendo los tiempos.
Acordado.
En votación general.
--(Durante la votación).
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, la intervención del Senador García facilita bastante la argumentación en cuanto a por qué debiéramos votar a favor de este importante proyecto de ley, que busca traspasar a profesionales de los servicios de salud desde contrata a planta. Ello, justamente por la estabilidad laboral, lo que ha implicado que el encasillamiento haya sido una larga aspiración de los referidos funcionarios.
Esta iniciativa, además, responde a un protocolo de acuerdo del Ministerio respectivo con los distintos gremios para los efectos de avanzar en la generación de estabilidad en una función muy relevante: la de la salud pública.
En la Comisión de Salud se discutió si era o no pertinente la delegación de facultades, materia que también se debatió -entiendo- en la Comisión de Hacienda.
Sin perjuicio de lo anterior, creemos que hay que aprobar este proyecto de ley, que procura -repito- dar estabilidad en el ejercicio de la función pública a servidores del sector salud que han tenido grandes aspiraciones en torno a la concreción de la normativa en debate.
Por lo tanto, señor Presidente, recomiendo aprobar por unanimidad esta iniciativa de ley.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, haré dos comentarios adicionales a lo que se ha planteado en esta Sala.
La ley en proyecto, que estamos aprobando en forma unánime, es fruto de una larga reflexión.
Estamos debatiéndola en general con alguna rapidez (hubo acuerdo de los Comités para adelantar su tratamiento obviando el plazo reglamentario para la lectura del informe) porque es producto de extensas negociaciones encaminadas a -yo lo diría así- normalizar la situación de numerosos funcionarios del aparato público.
Lo cierto es que, de hecho -más que de derecho-, se han ido estableciendo, por la vía de la contrata o por la de los honorarios, elementos paralelos a las plantas permanentes, lo que provoca situaciones poco confortables, toda vez que los derechos emanados del desempeño en una condición u otra, sobre todo en el caso de los honorarios, difieren bastante entre sí, a pesar de que en muchas ocasiones las tareas desarrolladas son idénticas.
Desde la perspectiva general, esta iniciativa tiene que ver con la vida de más de 7 mil 800 personas, quienes, por la vía del concurso, podrán acceder a las plantas permanentes.
Ahora, si bien no existe un gasto fiscal directo actual -porque se trata de una normativa espejo-, sí lo habrá en determinado momento, pues en el caso de los retiros la situación es distinta si se está en la planta permanente o en la de contrata. Pero él se diluirá en el tiempo.
Sin embargo, al final, se trata de decisiones que apuntan en el sentido correcto.
Señor Presidente, yo hice una referencia al encasillamiento, porque en este proyecto se repite una lógica que no comparto -en esta oportunidad se aplica un poco mejor-: la de darle facultades amplias al Presidente de la República para que lleve a cabo aquel proceso.
En mi opinión, ello siempre debería estar definido adecuadamente en la ley.
Esa suerte de vicio, aceptada, tolerada durante -no sé- una década, en último término causa problemas.
Yo siempre he sido contrario al otorgamiento de facultades al Primer Mandatario para encasillar.
Y creo tener razón.
En días pasados, a propósito de tareas del nuevo Gobierno, a la hora de buscar al representante del INJUV, nos encontramos con que, según el DFL respectivo, se requería no solo ser profesional sino además tener cinco años de experiencia.
O sea, tratándose de encasillamientos, la mayor exigencia en materia de experiencia es la impuesta al INJUV.
Ello es sobrecogedor en lo que respecta a la coherencia que debería haber en cuanto a la forma de acceder a los cargos.
Eso ocurre porque el Presidente -no tengo idea quién era, de modo que no voy a enjuiciar-, al momento de dictar el DFL pertinente, decidió cuáles eran los requisitos.
Aquel problema subyace y subyace, pero no se enfrenta.
En el proyecto que nos ocupa, si bien hay señales sobre la forma como se va a proceder, volvemos a caer en el mismo vicio.
En todo caso, señor Presidente, prefiero quedarme con la parte importante.
Este texto obedece al esfuerzo de muchos gremios y de diversos gobiernos.
A mi entender, cuando hay un acuerdo, corresponde valorarlo.
Ahora, les dije a algunos dirigentes -de la FENASENF, me parece; o de la FENPRUSS, más bien-: "Ojalá que al final esto redunde en mejor atención a la gente. Ojalá que tenga que ver con mejor salud para los ciudadanos".
Porque, al final, ¿a quién afectan los continuos conflictos o las paralizaciones que se registraban a raíz del problema que estamos solucionando ahora? A la ciudadanía, a las personas.
Con muy buen humor, dichos dirigentes me expresaron que eso era parte de sus motivaciones.
Y tienen razón. Porque es verdad: hay que legislar con reglas del juego parejas y positivas para todos.
El que los funcionarios de la salud accedan a una categoría superior que les dará tranquilidad y mejores condiciones laborales constituirá un elemento que armonizará el trabajo.
Creo que este es un buen proyecto. Por tanto, espero que se apruebe unánimemente.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, sin duda, voy a concurrir con mi voto favorable a este proyecto de ley.
Solo quisiera efectuar una reflexión de carácter general.
Lo que hacemos con esta iniciativa -al igual que con muchas otras- es tratar de alcanzar, a sabiendas de que la solución no es total, lo que yo entendería como una suerte de modernización del Estado en Chile.
Un dato.
Esta iniciativa va a beneficiar a las enfermeras de nuestro sistema público de salud.
Solo 10 por ciento de quienes ejercen como enfermeros o, básicamente, como enfermeras en el sector estatal están contratados en la planta permanente (ese porcentaje parece poco creíble). Todo el resto trabaja a contrata o a honorarios en el caso de subcontrataciones.
Entonces, lo que hacemos con este proyecto o lo que hemos legislado en otras oportunidades, señor Presidente -y Su Señoría nos ha acompañado en ello- mediante los llamados "bonos de incentivo al retiro" apunta a modernizar la planta, a dar mayor tiraje a la chimenea. Pero de lo que se hacen cargo las iniciativas parciales es de ir solucionando un problema que no hemos sido capaces de resolver (yo sé que es difícil, complejo, tortuoso, conflictivo): la existencia de un sector público que se haga cargo de cambios muy brutales en la Administración del Estado.
Si tomamos el Presupuesto de Chile de 1990 -o sea, desde la recuperación de la democracia-, veremos que hasta ahora ha aumentado infinidad de veces.
Porque el Estado ha asumido más compromisos.
El año 90 no había AUGE; no había subsidio a la vivienda; no había bono por hijo nacido vivo; no había gratuidad, en fin. Hoy día esos beneficios son derechos. Todos ellos significan recursos, los que deben ser administrados. Es necesario ejecutar políticas públicas, llevar a cabo programas públicos, etcétera.
¡Y la planta del sector público de nuestro país sigue siendo prácticamente igual que la del año 1990...!
Entonces, la planta es la misma: estos cinco dedos; pero el presupuesto ha aumentado todas estas veces.
Tenemos, pues, incapacidad para hacernos cargo de aquello.
Ciertamente, el proyecto en debate apunta más que en la dirección correcta: le hace justicia al sector pertinente, tiene la virtud de que fue conversado con los distintos gremios de la salud.
Esta iniciativa, que se trabajó durante años, podría haberse votado en enero o a principios de marzo si hubiéramos tenido espacio en la agenda legislativa.
Me alegra que el Gobierno del Presidente Piñera le haya dado preferencia. Pero este proyecto venía trabajado de antes y estaba a punto de salir.
Raya para la suma, señor Presidente.
Sí: vamos a aprobar la iniciativa en discusión, tal como lo hemos hecho en el pasado ante tantas otras proposiciones de ley en esta materia.
Tenemos un Estado que asume más responsabilidades, maneja más recursos de manera más compleja, y la planta propiamente tal es básicamente la misma.
¿Qué hemos hecho? Aumentar las contratas, incrementar la cantidad de trabajadores a honorarios o tercerizar.
Vean Sus Señorías lo que tenemos hoy en materia de VTF, de guarderías, de municipios, de manipuladoras de alimentos.
A las manipuladoras de alimentos las hemos ido incorporando de a poco, y siempre haciendo -perdonen la expresión- esfuerzos jurídicos. Porque trabajan en empresas subcontratadas por el Estado, pero queremos asimilarlas para los efectos de ciertos derechos que les asisten a los funcionarios públicos; por ejemplo, que tengan continuidad en el contrato, que perciban algunos bonos.
Entonces, en vez de abordar de frente una reforma del Estado horizontal, integral, tenemos políticas específicas para salud, para vivienda, para los municipios, para las manipuladoras de alimentos, etcétera.
En consecuencia, señor Presidente, por su intermedio, solo hago un llamado al Gobierno y a mis Honorables colegas para que veamos si en algún minuto es posible avanzar hacia la solución del problema con una mirada más integral.
Sé que es difícil. No obstante, algunos estamos tratando de hacerlo.
En tal sentido, aprovecho la oportunidad -no quiero echar a perder mi discurso- para expresar mi voluntad de seguir apoyando al Senador Carlos Montes -Su Señoría, además de ser Presidente del Senado, tiene un rol político en esta Corporación- en la organización de una serie de mesas temáticas, incluida una que se llama "Modernización del Estado".
Espero que podamos avanzar en esa línea y -por qué no- contar con el respaldo de todas las bancadas.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, la ley en proyecto, a la que denominaré "Ley espejo II", permite que 7 mil 873 profesionales de la salud sean encasillados como funcionarios públicos; posibilita que trabajadores afiliados a la FENPRUSS o a la Federación Nacional de Enfermeras y Enfermeros adquieran un derecho que es producto de luchas que han librado desde hace muchos años y de la negociación en las mesas públicas.
Por ende, ante todo, quiero rendir un homenaje y hacer un reconocimiento a los dirigentes que han logrado sacar adelante este proceso en todas las regiones de nuestro país.
Señor Presidente, existe hoy un proceso en curso: la "Ley espejo I", el que fue muy tormentoso, pues no todos los directores de los servicios de salud de Chile interpretaron la normativa de la misma manera. No entendían que había que garantizar que no hubiera desmedro en ninguno de los derechos de los trabajadores encasillados, de aquellos que pasan de la sujeción a contratos precarios a la condición de funcionario público.
Todos sabemos que un trabajador con cierta estabilidad en el empleo, particularmente en el área de la salud, desarrolla de mejor forma su labor.
Las trabajadoras afiliadas a la Federación Nacional de Enfermeras y Enfermeros y los profesionales de la salud adscritos a sus entes gremiales han logrado, a través de la ley en proyecto, corregir las ambigüedades habidas en el primer proceso.
Se establece un procedimiento muy claro en cuanto a cómo deben hacerse los concursos para asegurar que se valore a todos.
Los 7 mil 873 cupos consignados constituyen el máximo que se puede utilizar.
Se ha especificado por grado a cuánto ascienden los cupos que se utilizarán. Y podría ocurrir que no se usaran todos. En este caso, el resto se extinguiría.
Sí, es importante dejar establecido que el concurso no es un acto único, sino un proceso. Por tanto, debemos dar las facilidades necesarias para que la máxima cantidad de trabajadores y trabajadoras (en el área de la salud laboran mayoritariamente mujeres) accedan al cargo de planta correspondiente.
La ley en proyecto es muy significativa, señor Presidente, y quiero valorarla. Pero considero indispensable que entendamos que con este logro obtenido para el sector salud no se terminan las batallas.
Doy un ejemplo.
Un segmento de los trabajadores de la salud sigue en tierra de nadie: los técnicos en enfermería de nivel superior (TENS).
No se trata de los profesionales; hacen el trabajo diario al lado del enfermo; cotidianamente laboran de manera permanente con las enfermeras.
Los trabajadores a que me refiero no van a ser beneficiados con el proceso de encasillamiento previsto en esta iniciativa. Tampoco han sido reconocidos a nivel remuneracional como les corresponde.
Tenemos, por tanto, tarea pendiente a ese respecto.
Este proyecto constituye un enorme avance: 7 mil 873 trabajadores pueden llegar a ser funcionarios de los respectivos servicios de salud. Es una tremenda noticia para todas nuestras regiones.
Sin embargo, queda pendiente el modo de seguir el camino para reconocerles la dignidad en el trabajo a otros servidores del sector salud.
Yo quiero destacar hoy como una de las tareas pendientes la situación de los TENS -históricamente se los llamaba "paramédicos"-, quienes forman un grupo muy grande que cumple funciones esenciales.
¡Sin ellas y ellos no funcionan los hospitales! ¡Sin ellas y ellos, no funciona la salud pública!
--(Aplausos en tribunas).
Por eso, es importante valorar este logro, pero también reconocer que hay otras tareas pendientes.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, este proyecto se enmarca dentro de los acuerdos suscritos a fines del año pasado por el Gobierno de la Presidenta Bachelet y los gremios de la salud que representan a los profesionales, agrupados en la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (FENPRUSS) y la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile (FENASENF) con el objeto de promover la estabilidad y las condiciones de empleo de los funcionarios públicos de la salud, acuerdos que dan continuidad a varios convenios anteriores.
En particular -como se ha dicho-, se propone incrementar el número de cargos de la planta de profesionales de los servicios de salud y proveerlos mediante concursos internos de encasillamiento.
Además, se le encomienda a la Subsecretaría de Redes Asistenciales encargar una auditoría externa a fin de recabar antecedentes para elaborar propuestas al objeto de que la carrera funcionaria impacte positivamente en el modelo de la gestión pública de salud.
Es innegable que uno de los principales problemas que afectan al sistema público de salud dice relación con la falta de suficientes recursos humanos para satisfacer la amplia y creciente demanda que deben soportar tanto la red de atención primaria como la hospitalaria.
Entonces, el esfuerzo que se está haciendo es muy significativo.
Se contemplan 7 mil 873 cargos adicionales, los que se proveerán a través de concursos internos.
De esta manera se completa una gestión de salud del anterior Gobierno, marcada por la importante inversión aprobada y ejecutada en materia de infraestructura hospitalaria y por un conjunto de medidas dirigidas a mejorar las condiciones de los recursos humanos, buscando siempre el acuerdo con las legítimas organizaciones que los representan.
Le corresponderá al Gobierno actual promover una reforma de carácter sistémico que asegure el fortalecimiento de la salud pública y se haga cargo de los grandes desafíos que enfrenta en el mundo de hoy, tarea impostergable, para la cual, como Comisión de Salud, estamos disponibles para avanzar.
El señor BIANCHI.- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, este proyecto, que ha tenido un largo debate, constituye un paso muy importante en el propósito de regularizar la situación de los servicios de salud y, particularmente, de sus profesionales.
Hay 27 servicios de salud en todo Chile, y los 7 mil 873 cargos de contrata que van a pasar a la planta permanente son un avance significativo en la corrección de un modelo equivocado.
Los ministerios, y especialmente el Estado, han hecho de la contrata y de los honorarios una situación casi normal, lo que desvirtúa la necesidad objetiva que tienen los servicios de salud y otras reparticiones públicas para funcionar.
Sincerar cuántos funcionarios públicos debe tener el Estado es una tarea inconclusa. Mientras ello no ocurra, no solo los técnicos en enfermería de nivel superior (TENS) sino también muchos otros funcionarios, dentro del Ministerio de Salud y en diversas reparticiones, van a quedar sujetos a un tipo de contrato que les exige todas las condiciones impuestas al personal de planta pero que los mantiene en una situación de alta inestabilidad.
No se quiere sincerar cuántos funcionarios necesitamos. Y si bien hoy se cumple el objetivo de realizar un traspaso importante, claramente no existe aumento de plantas.
No hay nadie presente del Ministerio.
Si bien se verifica el traspaso, que beneficia a los profesionales de la Salud, no tiene lugar un aumento de planta. Muchos servicios requieren más especialistas y enfermeros, y eso se vincula con dicho incremento, no solo con el paso a ella de los contratados, lo que ya es un acto de justicia.
Claramente, el número de funcionarios no se eleva. Todo el personal enfrenta una sobrecarga de trabajo. La falta de dotación es absorbida por los que están, quienes deben soportar no solo el exceso de labor, sino también la presión de los usuarios, que en muchos casos se ha transformado en violencia. Cuando los enfermos no tienen la comprensión cabal de que no depende del profesional el que puedan ser atendidos en los horarios y con las condiciones de dignidad que merecen, los que dan la cara, los que ponen el pecho, son los que están sirviendo día a día en los diversos sistemas de salud, hospitales y servicios públicos.
Es por eso que me hubiera gustado contar con la presencia del señor Ministro de Salud, de la señora Subsecretaria de Redes Asistenciales, para que se consignase cuándo se avanzará en la conquista de más cargos necesarios.
El hospital Guillermo Grant Benavente -el más grande de Chile- ha pedido un aumento de planta de manera insistente, permanente, para cubrir todas sus funciones. En el mismo caso se halla el servicio de Salud de Talcahuano. Hay una demanda permanente por profesionales.
En consecuencia, creo que un paso es la provisión de cargos que se llevará a cabo, muy claramente, solo por la vía de un concurso interno. Pero nos queda pendiente la discusión sobre la planta de los servicios.
El inciso final del artículo 2 expresa que "Los cargos que se creen en el ejercicio de la facultad señalada en el artículo anterior y que no resulten provistos en el concurso interno a que se refiere este artículo se extinguirán por el solo ministerio de la ley". Espero que todos sean cubiertos y ninguno desaparezca, pero me preocupa la mención de que algunos puedan no serlo. Si hay un traspaso, ojalá ninguno se extinga, a no ser que se trate del cargo a contrata.
No sé si se encuentra en la Sala alguien de la Comisión de Salud, pero de la lectura se podría señalar que no será posible llenarlos en su totalidad al no cumplir todos los funcionarios los requisitos exigidos para el paso de contrata a planta. Ello va a generar un poco de discriminación. Mucha gente no cuenta con cuarenta y cuatro horas semanales, sino con un poco menos o las tiene diferidas, por lo que quedará en el filo de la ley. O bien, en lo relativo a no haber sido objeto de medidas disciplinarias, podrían no reunir todas las condiciones algunas personas sometidas a procedimientos en curso y que serán absueltas. Se da una serie de exigencias que resulta deseable que sean evaluadas con buen criterio y pensando siempre en el beneficio y resguardo del trabajador, del profesional.
Quisiera que los comités a cargo del concurso actuasen con gran transparencia, con suma buena voluntad y sobre la base de la pasión y del fervor que alimentaron la lucha de los funcionarios, particularmente la de los enfermeros, lo que hemos conocido con mucha fuerza en mi Región, con dirigentes como Gabriel Meza y Gabriel Alarcón, quienes han jugado un rol fundamental.
No ha sido fácil, señor Presidente. También han existido tensiones internas.
Y, por último, cabe mencionar, como lo planteó el Senador señor Letelier, la situación de los técnicos en enfermería de nivel superior. Su exclusión tiene que ser reparada.
Ojalá el Ministerio ponga en debate a la brevedad lo relativo a las condiciones en que queda el resto de los funcionarios que hoy día no pueden ser traspasados a la planta. En eso nos jugamos la integralidad del servicio del sistema público.
Conforme. Este es un paso. Hay un incremento de fondos. Hubo mucha discusión sobre si mediarían o no más recursos para la Secretaría de Estado. Pero lo claro es que se seguirá cumpliendo la misma función, se mantendrá la misma responsabilidad y se contará con mayor estabilidad, pero no habrá aumento de planta.
Me pronunciaré por la aprobación. Mientras más pronto entre en funcionamiento la normativa, mejor será para el efecto de un ajuste adecuado, a mi juicio.
Solo aspiro a que la Subsecretaría de Redes Asistenciales exhiba el criterio suficiente y necesario en tiempos de cambio. Nos encontramos en un proceso de transición de un Gobierno a otro. Numerosos funcionarios han visto un menoscabo en muchos servicios de salud. Han dejado su cargo personas a contrata que pasaron a ocupar cargos directivos.
Espero que haya justicia con gente que cumplió una función pública en la Administración anterior y ha dejado tales puestos y que en ningún caso haya un sesgo de ideologización a la hora de realizar los traspasos y reunirse los requisitos. Mientras más transparente sea el proceso, mayor será el beneficio para los trabajadores y el prestigio para el sistema, y mejor condición laboral obtendrán los profesionales para seguir sirviendo a la tarea de la salud, que muchas veces se vuelve ingrata.
Reitero que me hubiera gustado contar con la presencia de personas del Ministerio. Comprendo que la ausencia puede obedecer a razones justificadas. Ignoro si se envió alguna excusa. El proyecto que nos ocupa reviste gran importancia y al menos requería la presencia de la señora Subsecretaria por si surgía alguna interrogante en los Senadores. Por mi parte, no abrigo dudas, pero creo que los procesos deben estar siempre acompañados por el Ministerio a la hora de aprobar.
Reitero que votaré a favor, con la convicción de que tiene lugar un avance. Algunos puntos quedaron pendientes, mas los profesionales continuarán luchando y vamos a seguirlos acompañando en todos los esfuerzos que sean necesarios.
He dicho.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
--(Aplausos en tribunas).
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Pido a la tribuna no hacer manifestaciones en ningún sentido, aun cuando se entiende que se trata de asuntos que llegan en lo personal.
Muchas gracias.
Les doy la bienvenida a quienes han venido de Ñuble y exponen una reivindicación de carácter histórico.
Pedí una lista por si acaso eran agrupaciones, pero es larga.
En un rato más veremos el proyecto de acuerdo de su interés.
Así que la Mesa aprovecha de saludar a Ñuble, a O'Higgins y a nuestros visitantes, con todo el afecto y el respeto que merecen.
Puede intervenir el Honorable señor Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, cuando nos ocupamos en estos programas y proyectos, usualmente reclamados por diferentes servicios públicos, con frecuencia se consigna que el peor empleador, sin duda, es el Estado.
No hace muchos días recibimos del señor Ministro del Trabajo la información de la estructura de la planta del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en la cual prácticamente el setenta por ciento corresponde a contrata y a honorarios, alterando todas las normas y los reglamentos, e incluso los propios dictámenes de la Contraloría en el sentido de que en un servicio no puede haber más de un veinte por ciento a contrata ni de un diez a honorarios.
Tratándose de esta disposición, establecida y reglada y a menudo observada por el propio organismo contralor, cabe considerar que si se aplicara una fiscalización con rigor, ninguno o muy escasísimos servicios públicos cumplirían con la estructura funcionaria dispuesta por la ley.
Curiosamente, aquí nos tapamos los ojos ante una realidad que tenemos presente prácticamente todos.
Menciono también un ejemplo en la Región que represento: en el Servicio Agrícola y Ganadero, entidad fundamental e importantísima en el control sanitario, se observaba hace poco tiempo la misma realidad en el grueso de los funcionarios. Y lo que es todavía peor: muchos de ellos a honorarios, sobre los cuales no recaen responsabilidades administrativas, sin embargo ejercen una función.
Me parece que la iniciativa, que no me cabe la menor duda de que obedece a una larga lucha de los diferentes gremios de profesionales del sector de la salud, sigue evidentemente una dirección lógica y adecuada.
¡Qué más no quisiéramos ante un servicio que, desde el ámbito de la población, enfrenta tantas demandas en materia de mejor calidad de la atención y de sus resultados!
Aquí asumimos una gran corresponsabilidad.
El estímulo que significa para los profesionales del sistema pasar de la condición de contrata, con toda la inestabilidad que significa, a la de planta, en relación con los siete mil 873 cargos, evidentemente se debe traducir en un mejoramiento sustantivo de la calidad de los servicios que se proporcionan. La situación en ese ámbito podemos observarla a diario y ha dado lugar a cuestionamientos respecto de la forma como el Estado entrega salud a nuestra población.
Un dirigente de un gremio del sector manifestó hace un tiempo que la salud estaba enferma. Ahora estamos dando un remedio importante para avanzar hacia algo más profundo: darles estabilidad y una condición digna a los profesionales en su labor, lo que se debe traducir -repito- en un mejoramiento sostenido de la calidad de los servicios.
Se crean siete mil 873 cargos. Hay una estructura de requisitos respecto de cómo se van a implementar. Esperamos que las demandas desde las regiones sean cabal y adecuadamente consideradas y que no se aplique centralismo en la distribución, problema que asimismo se presenta en ellas.
Felicito a los gremios que han estado detrás de la larga negociación.
Me alegro de respaldar un proyecto tan significativo. Sinceramente espero que demos ahora un salto también en la calidad de la salud que le estamos entregando a nuestra población.
He dicho.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Ebensperger.


La señora EBENSPERGER.- Señor Presidente, sin duda, la iniciativa es necesaria no solo para los servicios de salud, sino también, como se ha expresado, para muchas otras entidades del sector público.
Vamos a votar a favor. Sin embargo, abrigamos algunas dudas que me gustaría consignar.
En primer lugar, echo de menos lo expuesto por mi Honorable colega Sandoval en el sentido de que hubiera convenido establecer un criterio respecto de la forma de destinar los nuevos concursos y plantas a lo largo del país, para que no vaya a pasar que la mayoría de los cargos se concursen en Santiago.
En segundo término, juzgo que de alguna manera se verifica una ampliación al crearse siete mil 873 cargos de planta. Obviamente, se liberará un número de contratas similar al de los que se llenen por concurso, y eso permitirá el ingreso de nuevos profesionales.
Sin perjuicio de ello, comparto lo manifestado por varios Senadores en orden a que es preciso buscar una solución definitiva, porque, si no, los nuevos funcionarios se encontrarán en unos años más en la misma situación planteada ahora y se generará un círculo vicioso interminable.
Deseo expresar dos cosas más. La primera de ellas es que espero que los concursos sean objetivos; que atiendan, como dice la ley, a la antigüedad en la Administración Pública y en el Servicio de Salud, así como al mérito, el cual de alguna manera solo se puede determinar por las calificaciones.
Este último es un aspecto que afecta profundamente a la carrera funcionaria, a mi modo de ver, porque muchas veces no se evalúa en forma adecuada, lo que termina perjudicando a los buenos elementos, que son la mayoría. Cuando ello no se hace en forma correcta, todos terminan con el puntaje máximo, lo que lleva finalmente a que el mérito no sea parte de la carrera funcionaria, porque no hay cómo distinguir unos de otros.
En seguida, me queda una duda respecto del artículo 3, el cual dispone que la Subsecretaría de Redes Asistenciales encargará un estudio, para el segundo semestre de 2018, que evalúe cómo debiera ser la carrera funcionaria de los profesionales de los servicios de salud. A mi modo de ver, ello debió haber sido anterior, pero quizás la razón es precisamente la urgencia en aprobar la norma para que los siete mil 873 funcionarios a contrata logren quedar prontamente en la planta de los respectivos servicios.
He dicho.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Puede intervenir el Senador señor Durana.


El señor DURANA.- Señor Presidente, parto por manifestar que concurro con mi voto a favor de la modificación de la planta de profesionales de los servicios de salud. A quienes hemos sido elegidos en regiones extremas nos pone contentos, obviamente, que se pueda ir regulando en especial al personal que trabaja directamente con la salud y la vida humanas.
Desde esa perspectiva, cabe un reconocimiento a los gremios participantes en el proceso de negociación, como la CONFENATS, la FENATS, la FENPRUSS y la FENASENF, los que han puesto todos sus esfuerzos para que logremos una mejor calidad en la atención y los beneficios en salud.
Como representante de una de las zonas mencionadas, siempre estoy preocupado de cuántos son los profesionales que en verdad llegan. En general, las regiones del norte cuentan con muchos que han estudiado en el extranjero, sean chilenos o no, y existe un grave problema con el EUNACOM, mecanismo legal que regula la validación de quienes pueden prestar servicios médicos. Si no media una regularización, quedarán sin facultativos.
Por eso, presenta especial validez el que hoy día estemos legislando para contar con profesionales de planta que podrán trabajar en beneficio de los habitantes de esos territorios, en particular.
Cuando alguien se enferma en una región extrema, siempre se dice que el mejor doctor -para no dar el nombre de nadie- es una línea aérea: la persona termina por viajar a la Capital. De una u otra forma, entonces, recaen sobre nosotros un deber y una responsabilidad, porque la que dispone de esa posibilidad es normalmente la gente de recursos.
Desde esa perspectiva, tenemos que buscar siempre las alternativas que permitan solidarizar con quienes más lo necesitan y subsidiarlos para que reciban una atención digna y de calidad.
Muchas gracias.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, cabe destacar, desde luego, que el proyecto faculta al Primer Mandatario para modificar la planta de profesionales de los servicios de salud por la vía de decretos con fuerza de ley y que se crea un número significativo de siete mil 873 cargos adicionales.
Al respecto, quiero subrayar que nuestro ordenamiento establece que los funcionarios públicos deben copar por lo menos el 80 por ciento de las plantas. Hoy no se pasa del 21 por ciento de titulares en la planta profesional. Con la iniciativa en debate hay un avance significativo, pero se estaría llegando al 36,7 por ciento. Es decir, constituye una buena noticia, pero presenta limitaciones, por lo que es preciso persistir en la línea de trabajo.
Ahora, el texto contempla un mecanismo que define claramente quiénes pueden participar en los concursos internos, que son los funcionarios a contrata asimilados a la planta de profesionales del respectivo servicio de salud que se encuentren en el mismo grado de la vacante convocada, pero con otro requisito: la antigüedad tanto en el grado como en el organismo.
Esto último debería hallarse fundamentado en las necesidades de las regiones, en realidad, y no ser solo en general, porque podría significar, eventualmente, una concentración de profesionales y de regularización de situaciones en algunas de ellas. Y todos sospechamos que la Región Metropolitana podría ser, una vez más, la que obtuviera los mejores beneficios.
Además, existen otras exigencias: una jornada de trabajo de cuarenta y cuatro horas semanales, calificación en lista N° 1 y no haber sido objeto de medidas disciplinarias. Ello parece razonable, pero otros colegas han presentado inquietudes en sus exposiciones.
Estimo esencial que el proceso se efectúe con un criterio de equidad territorial y que en ello se tenga debida consideración de las necesidades urgentes, sobre todo, de las regiones extremas.
Además, en lo referente a la obligación de realizar un estudio sobre la carrera funcionaria relacionada con el estamento profesional de los servicios de salud, la iniciativa establece que las bases de aquel "deberán ser visadas por la Dirección de Presupuestos y copia del informe final del mismo deberá ser enviado a las comisiones de Salud y de Hacienda de la Cámara de Diputados y del Senado".
Una vez más, y en resguardo de un buen estudio, creo que es esencial que se consideren los aspectos legales, la aplicación de las garantías constitucionales concernientes a los trabajadores, los campos propios de cada profesión, las prácticas y concepciones culturales, entre otros factores. De esa manera se derivarán propuestas que permitirán una real innovación en materia de carrera funcionaria y un mejoramiento del modelo de salud existente en nuestro país.
Asimismo, el estudio de la situación de la carrera funcionaria vinculada a esos trabajadores tiene que abordar las limitaciones objetivas para su buen desarrollo, toda vez que los recursos territoriales no se asignan bajo las mismas circunstancias. Por lo tanto, es muy probable que profesionales de regiones se vean afectados por consecuencias más negativas o débiles al ser evaluados y comparar situaciones que sean equivalentes y no desiguales.
Por lo anterior, señor Presidente, estimo que es muy importante sugerir de manera especial la real participación tanto de los profesionales de la salud como de sus dirigencias gremiales en la elaboración del estudio y en la posterior implementación de las recomendaciones. Sería interesante que esta pudiese ser seguida, y también evaluada, a objeto de que haya un cambio significativo y real en los modelos de atención existentes hoy día en nuestro país.
Estamos avanzando hacia la profesionalización de los servicios, con carreras profesionales estables, con garantías y con un proceso que considero muy positivo. Pero a eso, por supuesto, hay que hacerle la debida continuidad. Y, para ello, los más interesados son los propios trabajadores del sector y las organizaciones que los representan.
En consecuencia, señor Presidente, no solo apoyo el proyecto, sino que también expreso que se trata de una tarea que todavía tiene mucho camino por recorrer. Por lo mismo, solicito que se tenga en debida consideración lo que he señalado.
Por último, me parece que se debe sincerar bien una situación respecto de la cual no tengo certeza, pero sí una preocupación.
De acuerdo al Informe Financiero, de fecha 3 de noviembre de 2017, esta iniciativa no generará un mayor costo fiscal, porque la provisión de los cargos que se crean se financiará con los mismos recursos que actualmente se ocupan para los gastos del personal a contrata. Sin embargo, habría que aclarar lo relacionado con los fondos previsionales, los que se verían afectados. Eventualmente podría verse reducida la remuneración que va a recibir el trabajador a fin de mes -por decirlo de alguna manera- si esos beneficios sociales se sacan del mismo monto, lo cual generaría un efecto importante en los trabajadores, principalmente en los que laboran en las regiones donde existe alguna legislación que otorga asignaciones de zona, entre otras materias.
En definitiva, me parece que este es un proyecto -¡vamos a aprobarlo, por cierto!- que va a requerir mucho seguimiento y mucha fiscalización en su implementación.
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El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Antes de conocer el resultado de la votación, daré lectura al listado de entidades -ahora lo tengo en mi poder- cuyos representantes se encuentran presentes hoy día en las tribunas a la espera de un proyecto de acuerdo.
La Mesa saluda con mucho afecto a la Agrupación de ex Presos y ex Prisioneras de Tejas Verdes San Antonio; a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Santiago; a la Agrupación de ex Presos Políticos de Rancagua; a la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de la Región de Valparaíso; a la Coordinadora de Mujeres de Valparaíso; a la Coordinadora Nacional de ex Presos Políticos Salvador Allende; a la Agrupación de Familias de Detenidos y Desparecidos de Ñuble; al Comité Verdad y Justicia de Ñuble; a la ONG Renacer; a PRAIS Ñuble; a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y Sociales de Parral; al Colectivo de Mujeres Sobrevivientes Siempre Resistentes, y a la Agrupación de Derechos Humanos de San Antonio.
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El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (38 votos afirmativos), dejándose constancia de que se reúne el quorum constitucional exigido.
Votaron las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pugh, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Se deja constancia de la intención de voto favorable de los Senadores señora Provoste y señor Pizarro.
Se ha sugerido como plazo para presentar indicaciones hasta el lunes 14 de mayo, a las 12.
¿Le parece a la Sala?
--Así se acuerda.