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AUTORIZACIÓN A CRUCEROS DE BANDERA EXTRANJERA PARA CABOTAJE DE PASAJEROS


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, el artículo 1° de la Ley de Fomento a la Marina Mercante señala que "La Política naviera permanente de Chile es fomentar el desarrollo y favorecer la mantención de su Marina Mercante en armonía con el interés general.".
El proyecto que nos ocupa promueve el desarrollo del cabotaje de pasajeros en nuestro país
Para ello, favorece la existencia de mayor competencia en el mercado del cabotaje al abrir este mercado a las naves extranjeras. Pero para que haya verdadera libre competencia necesariamente debe resguardarse que esta se produzca en igualdad de condiciones.
El cabotaje en la zona sur austral de Chile, desde Puerto Montt al sur, no solo es vital para las economías regionales, sino que además cumple roles geopolíticos de conectividad e integración.
Asimismo, hay impacto en puestos de trabajo nacionales, pues solo en la zona sur austral existen más de 20 mil personas laborando directa e indirectamente en actividades relacionadas con el cabotaje.
Me parece, entonces, que hay que evaluar los efectos que tendría en este sector la competencia de naves extranjeras con bandera de conveniencia, desde mi punto de vista desleal, puesto que dicha condición les permite someterse a la regulación del país del pabellón que enarbolan.
Por eso, sostengo -lo dije en una intervención anterior- que debemos tener cuidado y hacer respetar nuestra legislación. Por ejemplo, un barco construido en Chile, con bandera panameña, responde a las regulaciones de Panamá.
La observación de aspectos laborales, técnicos y tributarios es una materia que debe ser considerada antes de promover este tipo de iniciativas. Porque podría suceder que los armadores nacionales evaluaran cambiarse a una bandera de conveniencia para competir en igualdad de condiciones en caso de la apertura del cabotaje, ya que de esa manera podrían contratar tripulaciones foráneas con el fin de tener menores costos al estar sujetos a las respectivas leyes extranjeras.
Teniendo en cuenta tales aspectos -ya se mencionó- presenté indicaciones al proyecto en comento, pero no fueron aprobadas por la Comisión de Transportes, en lo referido a la igualdad de condiciones laborales y también tributarias para todos los actores: tanto chilenos como extranjeros.
En consecuencia, señor Presidente, puedo estar de acuerdo con los objetivos de esta iniciativa; sin embargo, deben tomarse todos los resguardos del caso. De manera que concuerdo con que sea analizada por la Comisión de Trabajo, o en su defecto, que se vea en una segunda discusión.
He dicho.