Click acá para ir directamente al contenido


La Senadora señora RINCÓN.- Señor Presidente, cuando el señor Ministro realizó la exposición del presupuesto, y en sesiones anteriores hizo una presentación del Programa Más Capaz, se le pidió que fundamentara cuál era la evaluación de este programa -lo digo en mi calidad de ex Ministra del Trabajo-, porque todos los argumentos que ha dado la DIPRES para no mantenerlo dicen relación con el piloto, no con el programa mismo. Y la evaluación que nosotros hicimos de este en su minuto era buena. Cuando vemos finalmente que el Más Capaz se termina, después además de haberlo conocido en terreno, junto con sus incidencias e implicancias en la vida de los trabajadores y de las familias, la verdad es que lo considero una mala decisión. Me gustaría obviamente conocer cuáles son los fundamentos y los estudios que se han tenido a la vista para terminar y reorientar este Programa, abocándose a otros distintos. Esto es lo que se le pidió al señor Ministro en su minuto y no sé si se expusieron en la Subcomisión respectiva. El señor LETELIER (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Entiendo que la inquietud surge -lamento que no se encuentren todos los integrantes que la habían planteado-, ya que, con los niveles de cesantía existentes, el rol de la capacitación puede jugar un papel muy importante a fin de habilitar personas para la inserción laboral. Se había dicho que se iba a informar algo en el transcurso del debate presupuestario. Tiene la palabra la Senadora señora Rincón. La Senadora señora RINCÓN.- Señor Presidente, es más. Hoy día veía las noticias en la prensa escrita y figuraba cómo se iban a reformular los indicadores para medir los relativos a la remuneración, porque claramente los últimos no eran adecuados para determinar cuáles eran, de manera efectiva, los niveles de ingreso de los trabajadores. Cuando nosotros aplicábamos los indicadores y veíamos lo que había pasado con el nivel de remuneraciones de los trabajadores que participaron en el Más Capaz, el resultado era que se había incrementado. Entonces, los trabajadores de nuestro país que pasaban por ese tipo de programas mejoraban no solamente su pertinencia, desde el punto de vista de sus cualificaciones, sino además el nivel de sus remuneraciones. Por eso, señor Presidente, preocupa cuando se toma la decisión de terminar con un programa de esta naturaleza. Porque ¿qué es lo que nos decían los empleadores al reunirnos con ellos? Una cosa son las competencias de los trabajadores, desde el punto de vista técnico, y otra cosa son las competencias blandas, que es lo que este tipo de programas finalmente terminaba entregando y lo que los empleadores nos solicitaban. No solo competencias o habilidades técnicas, sino también competencias y habilidades blandas. ¿Por qué contratan los empleadores? Contratan por competencias técnicas. ¿Por qué terminan despidiendo a los trabajadores? Por falta o ausencia de competencias blandas, que es lo que al final terminan buscando. Y este tipo de programas lo que hace es entregar ambas cosas. Insisto: quiero pedirle al Ejecutivo que nos entregue, o, si ya lo hizo, que dé a conocer -lamento que, tal como usted lo dice, señor Presidente, no estén acá los miembros de esa Subcomisión- cuáles fueron los criterios que se tuvieron a la vista; porque, al menos mientras yo fui Ministra, en la SUBDERE lo único que había era la evaluación del piloto y no la del Programa en su ejercicio y desarrollo.