Click acá para ir directamente al contenido
DIÁLOGO PARA PERFECCIONAMIENTO DE LEY LAFKENCHE. OFICIOS


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, en febrero del año 2008 se publicó la ley N° 20.249, que crea el Espacio Costero Marino de los Pueblos Originarios, también conocida como "Ley Lafkenche".
Este cuerpo legal permite asignar una superficie del borde costero a una comunidad indígena o una asociación de comunidades indígenas que ejerzan uno o más usos consuetudinarios en ella, es decir, prácticas o conductas desarrolladas en forma habitual y reconocidas colectivamente como manifestaciones de su cultura.
Dicha normativa constituye un avance relevante en tanto permite el reconocimiento legal de las particularidades que conforman la relación entre los pueblos originarios y el área referida, lo que hasta la fecha de promulgación no estaba debidamente cautelado.
La Ley Lafkenche da preferencia a las solicitudes de las comunidades, por sobre otras que puedan afectar sus intereses, y les permite, entre otras medidas, el acceso al sector sin necesidad de un pago asociado.
Sin embargo, organizaciones productivas de distintas regiones han manifestado desde hace ya un tiempo ciertos grados de preocupación respecto de la manera en que se está aplicando el texto legal.
La situación cobra nuevamente vigencia luego de conocerse en los últimos días que un conjunto de comunidades de la Región de Los Lagos presentó una petición de espacio marítimo que abarca la totalidad del borde costero de las comunas de Puerto Montt y Calbuco, incluidas sus diversas islas.
¿Cuáles son las inquietudes de agrupaciones tan diversas como los sindicatos de pescadores artesanales, los armadores, los salmoneros y los mitilicultores, entre otros?
Una de sus principales críticas apunta a que ni en este ni en otros cuerpos legales sobre materias similares se toman las debidas precauciones ante la potencial generación de conflictos al superponerse varios tipos de uso del borde costero, en atención a que en esos territorios conviven múltiples actores, desde la pesca artesanal al turismo, pasando por la mitilicultura, la acuicultura, la actividad portuaria y el propio y también legítimo interés de los pueblos originarios.
Por otra parte, tanto los representantes de los sectores productivos como las propias comunidades que han iniciado los trámites de solicitud de espacios costeros acusan una excesiva burocracia.
Ello se torna más complejo si consideramos que mientras se cursa una petición se congelan todos los demás procesos de concesión existentes en el mismo sector.
La Ley Lafkenche busca resolver una de las tantas inequidades en la relación entre el Estado y los pueblos originarios. En ese sentido no hay cuestionamientos. Pero sí resulta necesario hacer frente a la multiplicidad de elementos que han ido apareciendo durante los años que la normativa lleva en vigencia y que complican la administración del borde costero.
¿Qué hacer ante una solicitud que abarca varios cientos de kilómetros cuadrados e incluye zonas urbanas e industriales, puertos comerciales de carga y de pasajeros, concesiones acuícolas, islas y caletas?
¿Cómo evitar que existan zonas sobre las cuales pesan tres o cuatro solicitudes de comunidades, tal como ocurre hoy, las cuales, por múltiples razones, no han logrado ponerse de acuerdo para convivir en un mismo espacio costero?
¿De qué manera conciliar con la Ley Lafkenche las distintas legislaciones que hemos aprobado en esta misma Sala, como la de caletas pesqueras, de modo que no haya sectores perjudicados?
En virtud de estas y otras tantas dudas que afectan a comunidades y sectores productivos de la costa, pido que se oficie al Ministerio del Interior, a la Subsecretaría de Pesca y a la CONADI para que tengan a bien informar sobre la conformación de una mesa de trabajo y de diálogo a nivel nacional que contribuya a perfeccionar la aplicación de la Ley Lafkenche de modo que, sin afectar bajo ninguna forma los derechos de los pueblos originarios, permita conciliar los distintos usos del borde costero del país y avanzar hacia una adecuada implementación práctica de la legislación que crea el espacio costero marino en favor de estos últimos.
He dicho.
--Se anuncia el envío de los oficios solicitados, en nombre del Senador señor Quinteros, conforme al Reglamento.