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NUEVA INSTITUCIONALIDAD PARA SISTEMA ESTADÍSTICO NACIONAL


El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea una nueva institucionalidad para el sistema estadístico nacional, con informe de la Comisión de Economía y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.372-03) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 13ª, en 9 de mayo de 2017 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Economía: sesión 25ª, en 21 de junio de 2017.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Los principales objetivos de esta iniciativa son los siguientes:
-Crear una nueva institucionalidad orgánica para el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que continuará adscrito y sujeto a las normas de control administrativo, financiero y presupuestario de los servicios de la Administración del Estado y sometido al control y fiscalización de la Contraloría General de la República.
-Modificar la actual regulación en materia de secreto estadístico, en forma tal de generar condiciones para que la información de personas, entidades o datos que obtiene el INE, además de su procesamiento, se mantenga en reserva hasta su divulgación por la autoridad competente.
La Comisión de Economía discutió el proyecto solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Moreira, Pizarro, Quinteros y Tuma.
Cabe hacer presente que el artículo 2°; el párrafo cuarto del numeral 1) del artículo 3°; los números 1 y 3 del artículo 7°; el artículo 9°; el inciso tercero del artículo 13; el inciso segundo del artículo 24; el inciso cuarto del artículo 25; el inciso cuarto del artículo 44; el artículo 56; el inciso primero del artículo 65, y el artículo 75 tienen rango orgánico constitucional, por lo que para su aprobación se requieren 21 votos favorables.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 86 a 123 del primer informe.
Nada más, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra el Senador señor Prokurica.


El señor PROKURICA.- Señor Presidente, este proyecto es fundamental y constituye un paso muy significativo que damos como país para que un organismo tan importante como el Instituto Nacional de Estadísticas forme parte de un sistema que estará compuesto además por el Consejo Estadístico Nacional, la Comisión Interministerial de Estadísticas y los demás órganos de la Administración del Estado que realicen actividades estadísticas, lo que liberará al INE de la situación histórica, que lo considera ente dependiente del Ministerio de Economía.
El INE propiamente tal es como la brújula para el capitán de un barco.
Me explico.
Cuando la brújula marca correctamente el norte, el capitán puede navegar bien; en el caso de otra autoridad, puede actuar de manera apropiada con los antecedentes que se le entregan. Pero cuando la brújula es manipulada por el capitán a su gusto porque desea que la información sea de la forma que él estima adecuada, es seguro que la embarcación va a encallar.
Señor Presidente, la realidad actual nos habla de un Instituto Nacional de Estadísticas cuyos productos muchas veces no gozan de credibilidad debido a su dependencia del gobierno de turno.
Por eso, hace ocho años presenté un proyecto de ley similar al que nos ocupa esta tarde, mediante el cual se establecía un Instituto Nacional de Estadísticas independiente.
En mi concepto, un organismo de esta naturaleza debe tener al menos las características de que haré mención.
En primer lugar, ha de ser independiente del gobierno de turno, al objeto de lograr solvencia en cuanto a que las cifras que entrega son creíbles y, de alguna manera, iluminadoras para el diseño de las políticas públicas.
En segundo término, debe contar a lo largo del país con medios técnicos y profesionales suficientes para que sus mediciones o estudios sean lo más perfectos posible.
Las mediciones que hace hoy día el Instituto Nacional de Estadísticas sobre la cesantía, por ejemplo, se caracterizan por la utilización de un sistema que considera muestras tomadas solo en las grandes ciudades, no en todas, por la falta de recursos. De hecho, en Santiago el Banco Central le encarga a la Universidad de Chile la realización de estudios sobre dicha materia, para los que se usa una metodología distinta de la del INE.
Señor Presidente, considero que con este proyecto de ley damos un paso muy importante. Pero me gustaría que pudiera ser corregido en la línea que voy a explicitar.
Cuando, en respuesta a un llamado de la OECD, establecemos el Instituto Nacional de Estadísticas como organismo independiente, deberíamos dotarlo de los medios y los profesionales indispensables para que los datos que nos dé en lo futuro sean iluminadores y le permitan al gobierno tomar sus decisiones informadamente.
Además, en mi opinión, habría que trasladarle al nuevo ente otras funciones, como la medición de la pobreza y de los efectos de las políticas públicas aplicadas para atacar este flagelo, de manera que no sea el propio gobierno quien determine si en la reducción de los indicadores pertinentes le ha ido bien o mal. Porque yo he visto a Ministros que, con gran capacidad para entregar cifras, llegan a conclusiones difíciles de entender.
Si tuviéramos un INE independiente, dotado de profesionales y de recursos suficientes para que sus informaciones fueran correctas, deberíamos entregarle funciones en el ámbito que señalé.
Señor Presidente, para el director del nuevo organismo que propuse en mi proyecto planteé, entre otras funciones, las siguientes:
-Ejecutar y dar cumplimiento al Plan Anual de Trabajo del Instituto.
-Presidir las sesiones del Consejo y convocar a sesión extraordinaria.
-Representar extrajudicialmente al Instituto.
-Velar por el buen funcionamiento de todas las unidades del Instituto.
-Velar por la ejecución de los acuerdos del Consejo y cumplir con toda otra función que este le encomiende, pudiendo delegar parcialmente las atribuciones que se le confieran.
Señor Presidente, creo que con la aprobación del proyecto de ley que estamos discutiendo esta tarde damos un paso relevante; nos ponemos a la altura de países desarrollados, y les otorgamos mayor credibilidad a las mediciones realizadas por el INE, que ojalá sean enriquecidas como lo planteé en la moción que presenté hace ocho años, la que, lamentablemente, nunca fue tomada en cuenta por los gobiernos de turno.
Por consiguiente, expreso mi gratitud y mis felicitaciones por la tramitación de esta iniciativa, porque es una manera de hacer las cosas en serio y ponerse a la altura de los países con los cuales nos gusta compararnos.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Solicito autorización para que ingrese a la Sala la Directora del Instituto Nacional de Estadísticas, señora Ximena Clark.
--Se autoriza.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Tuma.


El señor TUMA.- Señor Presidente, este proyecto fue visto por la Comisión de Economía y se aprobó en general de manera unánime.
Tenemos conciencia de que las democracias modernas son evaluadas por la calidad de sus políticas públicas y de sus decisiones, para lo cual se requiere un sistema estadístico público, transparente, moderno y confiable, que garantice el acceso oportuno de los ciudadanos a la información estadística.
En nuestro país la estadística pública tiene sus antecedentes primigenios en el primer censo oficial, efectuado en 1778.
Luego, en 1911 se crea la Oficina Central de Estadística, y en 1970, con la promulgación de la ley N° 17.374, el Instituto Nacional de Estadísticas. Cabe destacar que este cuerpo legal fue publicado el 10 de diciembre de 1970 con la firma del Primer Mandatario, Eduardo Frei Montalva, y de los ministros Carlos Figueroa y Andrés Zaldívar, a propósito del desempeño de nuestro Presidente en la Cartera de Hacienda.
Chile necesita modernizar su institucionalidad en este ámbito por la vía de incorporar los más altos estándares de gestión y de establecer un sistema nacional estadístico que coordine y aplique estándares a los diversos servicios que participan en la producción de antecedentes.
La estadística nacional es un bien público vital para el desarrollo de la sociedad y la toma de decisiones en los más diversos ámbitos públicos y privados. Para ello, es importante garantizar la autonomía institucional, la transparencia, la coordinación y la certeza en los procesos tendientes a generarla.
No es bueno para el país que fracase un censo o que la realización de este se encuentre subordinada a los objetivos del Gobierno de turno, como tampoco lo es que el cambio de metodología en la medición de la pobreza le incorpore incertidumbre a un indicador vital para los sectores más vulnerables y la cohesión social.
Varias instituciones producen información estadística. El Banco Central cumple la función de compilar y publicar oportunamente las principales estadísticas macroeconómicas. Diversos objetivos, como el equilibrio fiscal, la estabilidad macroeconómica y la apertura comercial, requieren datos robustos, periódicos y confiables.
Además, otros desafíos, como la superación de la pobreza, el fomento a la capacitación y la inserción laboral, demandan la provisión de estadística de altos estándares y dotada de total legitimidad técnica, política y social.
La modernización del sistema nacional en la materia responde a las exigencias internacionales. La Comisión de Estadísticas de las Naciones Unidas señala en sus directrices que "las estadísticas oficiales constituyen un elemento indispensable en el sistema de información de una sociedad democrática y proporcionan al Gobierno, a la economía y al público datos acerca de la situación económica, demográfica, social y ambiental".
Tanto la OCDE, en su informe de 2009, como el Fondo Monetario Internacional, en su publicación del 1° de mayo de 2007, emitieron reportes que evidenciaban una serie de brechas en la institucionalidad nacional correspondiente.
Entre los aspectos planteados, se observó la necesidad de reforzar la independencia del Instituto Nacional de Estadísticas. A su vez, la OCDE reportó una "notable necesidad" de fortalecer tal condición en el organismo y en su Director.
Ambas entidades señalan que los recursos destinados a la institución son insuficientes y que ello no permite garantizar la actualización periódica de los distintos productos que elabora.
También coinciden en la recomendación de mejorar el acceso a los datos y de perfeccionar el sistema de entregarlos, con el fin de satisfacer las necesidades de los usuarios y fortalecer la coordinación del sistema estadístico.
Tal como en otras modificaciones de esta índole que hemos debatido en el Congreso, surgen materias sustantivas, como la autonomía institucional, la independencia técnica, el gobierno corporativo, el equilibrio entre la autoridad unipersonal y las instancias colegiadas, la coordinación interinstitucional y la necesidad de establecer una debida simetría entre la transparencia y el resguardo de la reserva demandados por el proceso estadístico.
Diversos expositores participantes en el debate de la Comisión hicieron presente su opinión acerca de la independencia más bien formal que real del INE, en atención a que el nombramiento de sus autoridades queda sujeto a la renovación de los períodos presidenciales, lo que puede resultar perjudicial y eventualmente obstaculizar la solidez de los programas estadísticos. Para algunos expertos, la independencia estará mejor resguardada si la designación se lleva a cabo por el Consejo Técnico Nacional y no por el Presidente de la República.
Las incompatibilidades de los integrantes de dicho Consejo y el tiempo de dedicación son otros elementos por revisar. Del mismo modo, la cobertura de los sistemas estadísticos en los territorios y la producción de antecedentes oficiales desagregados por regiones, provincias y comunas constituyen un desafío ineludible para la nueva institucionalidad y el impulso de la descentralización.
El equilibrio entre el acceso a la información en el marco de mayores estándares de transparencia y el secreto estadístico, como resguardo de los procesos metodológicos y técnicos que garanticen su confiabilidad, es una materia que abordamos en la discusión general y que estimo que será resguardada de manera conveniente en el estudio en particular.
Más allá del legítimo debate sobre estos asuntos, el proyecto constituye un gran avance, sin lugar a dudas, al dotar al país de una nueva institucionalidad y de un sistema nacional estadístico que reconoce la participación de diversos actores, a la vez que fortalece la coordinación y observancia de estándares técnicos y las directrices propias de la actividad.
El proceso facilitará el mejoramiento y la actualización de los indicadores estadísticos con el uso de registros administrativos, y, de este modo, se logrará que los antecedentes cumplan con los principios de oportunidad, independencia, imparcialidad, coordinación, confidencialidad, pertinencia, calidad, objetividad y transparencia.
El articulado también avanza en un nuevo gobierno corporativo del Instituto Nacional de Estadísticas, sobre la base de un organismo técnico, independiente y descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, encargado de las estadísticas y los censos oficiales de la República, y sometido al control y fiscalización de la Contraloría General.
El INE estará dotado de nuevas funciones, como la de dictar instrucciones de carácter general asociadas al proceso de producción estadística y la de solicitar y recibir de los órganos de la Administración y los Poderes del Estado la información y antecedentes necesarios para la elaboración de material a través de los datos nominados que se encuentren en registros administrativos.
En definitiva, avanzamos hacia una nueva institucionalidad y un nuevo sistema nacional estadístico, que constituirá, sin duda, un aporte para fortalecer los bienes públicos que demanda nuestra democracia.
Por lo tanto, solicitamos aprobar en general el proyecto por unanimidad, tal como lo hicimos en la Comisión de Economía, para luego llevarlo a la discusión particular.
Es todo cuanto puedo informar.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si le parece a la Sala, se abrirá la votación.
Acordado.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, como lo expresa el mensaje y lo ha dicho el Presidente de la Comisión, los procesos de recolección de datos y de estadísticas se han convertido en un requisito insustituible y esencial para la elaboración de políticas públicas, y forman parte importante de los antecedentes que deben manejar las autoridades para la toma de decisiones. En una época en que la confianza ha pasado a ser un factor determinante de la política, cobra mayor relevancia la necesidad de contar con estadísticas creíbles. No es posible diseñar medidas sin datos seguros, fuera de toda duda.
Ello no solo es válido en economía, en cuanto a los indicadores de inflación o de empleo, sino también en educación, salud, vivienda, seguridad y todos los ámbitos, en general. Por eso es tan grave lo ocurrido con motivo del censo de 2012 o de las controvertidas cifras de pobreza o de victimización que se dieron en el Gobierno pasado.
En todo caso, estos episodios sirvieron para darle al asunto la prioridad que merece, reflejada en el presente año en un exitoso proceso censal y en la misma iniciativa legal en examen, que persigue, en última instancia, resguardar la confiabilidad de los datos con los que trabaja no solo el sector público, sino también el privado.
En seguida, quiero referirme a la independencia del sistema estadístico. Sin duda, se trata de un principio relevante, que debe ser asegurado por la institucionalidad respectiva junto a los de imparcialidad, coordinación, confidencialidad y objetividad, entre otros. Pero no puede entenderse que la independencia y la objetividad solo puede proveerlas un organismo autónomo, desligado del resto del Ejecutivo.
A propósito del clima de desconfianza a que me he referido, se ha configurado una tendencia a hacer autónomas diversas funciones propias de la Administración. Ha ocurrido con el Servicio Electoral, con la Comisión de Valores, y ahora se acaba de difundir una propuesta en tal sentido con relación a la red de salud pública o se reclama lo mismo para Impuestos Internos y otros servicios. Puedo entender que existan ciertas áreas en que ello es indispensable, como el Banco Central o el Consejo para la Transparencia, pero, francamente, creo que también se ha exagerado.
Me preocupa el principio de la responsabilidad política en juego. Si todos los servicios terminaran siendo conducidos por órganos colectivos de carácter autónomo, me pregunto de qué responderían los ministros de Estado.
Ahora mismo, a propósito de las recientes elecciones primarias y del papel del SERVEL, podemos constatar que dicho factor no es una panacea y que se registran diversos resultados, algunos más exitosos que otros.
Por último, quiero hacer una prevención que siempre se halla presente en mis intervenciones sobre proyectos de este tipo. Me refiero a la dimensión territorial de la institucionalidad.
Todo lo dicho acerca de la importancia de las estadísticas en la formulación y evaluación de políticas nacionales es válido también para los niveles regional y local.
A veces, por razones de costo, en algunos ámbitos se privilegian las cifras generales, los promedios del país, en lo cual representan un peso mayor, obviamente, los grandes centros urbanos. De este modo, permanece invisible la realidad de las comunas rurales, de las localidades aisladas, lo que se refleja en políticas incompletas, sin la pertinencia que se requiere.
¿Cuándo contaremos, por ejemplo, con un IPC regional, que permita ajustar diferenciadamente el ingreso mínimo o las remuneraciones del sector público de acuerdo con el territorio?
Otro problema es la periodicidad de las actualizaciones. Los indicadores de pobreza, en algunos casos, sobre todo en comunas pequeñas, pueden presentar variaciones significativas, por ejemplo, a partir del cierre de una faena minera o industrial, lo que afecta a los ingresos municipales, dependientes de dichos parámetros, entre otros factores.
Estas observaciones solo persiguen llamar la atención sobre los desafíos de nuestro sistema estadístico, que se deben abordar progresivamente. Al votar a favor de la idea de legislar, espero que algunas de ellas puedan ser recogidas en la tramitación.
He dicho
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, después de la muy certera información que nos entregó el Presidente de la Comisión respecto del contenido del informe y de los objetivos que persigue la modernización del INE, a mí solo me queda manifestar que en el proceso de estudio del proyecto tuvimos la oportunidad de consultar a representantes de otras instituciones del Estado que tienen que ver con los aspectos estadísticos y sus efectos, así como con la necesidad de contar con un sistema que pueda ser bien coordinado y que complemente o potencie los antecedentes en cada una de sus áreas.
Por eso es que fue muy importante escuchar al Presidente del Banco Central, señor Mario Marcel, y a la gente del Instituto Emisor; al Ministerio de Desarrollo Social; a la propia Directora del INE, señora Ximena Clark, quien nos acompaña y estuvo permanentemente en el debate; al Consejo para la Transparencia, con el señor Marcelo Drago; a la Dirección del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Pontificia Universidad Católica; a la Universidad de Chile; al exdirector del INE señor Máximo Aguilera; a la Asociación Nacional de Funcionarios del Instituto Nacional de Estadísticas, en fin. Hubo una serie de expertos, consultores y personas que sin duda aportaron al debate.
Ahora, quisiera rescatar el hecho de que lo planteado es buscar una mayor autonomía o independencia, como aquí se ha dicho, de la institucionalidad nacional en estadísticas. Y eso, fundamentalmente, por razones de credibilidad, de confianza o de fracaso en tiempos pasados respecto de la forma como se han llevado adelante algunos de estos estudios, lo que a la larga ha significado un daño al país, con un retroceso o un retraso en la definición de políticas públicas, sobre todo en lo que tiene que ver con la medición del índice de pobreza; con estudios de inflación, de empleo, etcétera.
Dentro de los objetivos principales de la iniciativa se halla la integración del Instituto con un Consejo Técnico y una Dirección del Servicio. Se busca fortalecer la independencia del organismo estableciendo un sistema mixto en el nombramiento de los integrantes de la primera de esas instancias, quienes serán nombrados por el Presidente de la República y ratificados por el Senado. La designación del Director se efectuará a propuesta del Consejo Estadístico Nacional, previa la etapa de concurso realizada por el Consejo de Alta Dirección Pública.
Se tiende a garantizar que los miembros o quienes asuman estas responsabilidades presenten la más alta calidad técnica, al igual que la mayor autonomía posible, sin duda. Van a ser cinco y durarán en sus cargos un período de seis años, renovable por una vez. La idea es ir estableciendo una gradualidad, para que no estén ligados a los ciclos políticos de la elección de las distintas autoridades.
También hubo mucho énfasis en el debate respecto de la regulación del secreto estadístico. Se actualizan el concepto, su alcance y su ámbito de aplicación, de manera tal de generar las condiciones para que la información respecto de personas, entidades o datos que obtiene el INE, junto a su procesamiento, deba ser mantenida en reserva hasta que sea divulgada por la autoridad competente.
Ello nos parece esencial, porque así se evitan, justamente, las tergiversaciones o la manipulación de los antecedentes, lo que a veces busca otros objetivos. Para estos efectos, en el texto se establece una serie de sanciones penales, a fin de que no se viole el secreto estadístico.
En la Comisión aprobamos la iniciativa por unanimidad, y esperamos que en la discusión particular podamos mejorar o incorporar algunas de las inquietudes aquí manifestadas.
Voto a favor.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, si bien no quiero hacerlo, voy a repetir argumentos, porque considero que la UDI tiene que manifestar una voz y razones en cuanto al significado del proyecto.
En este último tiempo hemos visto al Ministro de Economía muy activo en cuanto a la pesca y al Instituto Nacional de Estadísticas, entre otros asuntos, y valoramos que también acoja, como en el proyecto acerca del desarrollo de caletas pesqueras, los planteamientos que le ha hecho, no solo la Derecha, sino también su sector duro en estas materias...
El señor PIZARRO.- ¿Cuál es?
El señor MOREIRA.- El articulado que tenemos que votar, como lo han señalado bien, en general, mis distinguidos colegas, viene a realizar una reforma esencial, cual es modernizar el sistema estadístico nacional, que en más de una oportunidad ha sido objeto de reiteradas críticas por uno u otro sector, dependiendo del Gobierno.
Ello se efectúa a través de la derogación del ordenamiento vigente en la ley N° 17.374. Se consagra una nueva normativa especial, a través de la cual se establecen los pilares sobre los que debe constituirse un nuevo régimen, al que se dota de mayor independencia, financiamiento y coordinación.
Es de todos sabida la relevancia del INE para el desarrollo y la producción de mejores políticas públicas, dado lo significativo de la información que aporta, sea en materia demográfica, laboral, económica, etcétera, por lo que la presentación de la iniciativa es de gran utilidad para modernizar el sistema y poder mejorar, así, la producción estadística.
A pesar de la importancia de aprobar, cabe prestar atención al carácter autónomo o no que debiera adquirir el Instituto Nacional de Estadísticas. Recordemos que en la actualidad ya se plantean problemas respecto a su independencia, pues el nombramiento de su máxima autoridad, el Director Nacional -o la Directora Nacional, en este caso-, se encuentra sujeto a la renovación de los períodos presidenciales, lo que genera una dependencia obligatoria del poder político y de los gobernantes de turno.
En función de lo anterior, el Gobierno del Presidente Piñera -¡el nuestro!- presentó en el año 2013 un proyecto que consagraba al organismo como una entidad autónoma, con personalidad jurídica y patrimonio propio. Asimismo, en el texto del Presidente Piñera, con mayúsculas, se establecía un Gobierno corporativo, el cual le correspondería al Consejo Nacional de Estadísticas. Este Consejo estaría compuesto por cinco miembros, designados por el Presidente de la República, con acuerdo del Senado, por un período de cinco años. Por último, el Director Ejecutivo y Jefe Superior del organismo sería elegido por el Consejo, previo proceso de Alta Dirección Pública. De ese modo, se garantizaba una adecuada autonomía del servicio, que no dependería de los vaivenes políticos.
Sin embargo, el proyecto no alcanzó a cumplir su primer trámite constitucional, y con la llegada del Gobierno de la Nueva Mayoría, encabezado por la Presidenta Bachelet, se desechó y se presentó una nueva iniciativa.
Señor Presidente, necesito dos minutos más para terminar.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Dispone de un minuto adicional, señor Senador.
El señor MOREIRA.- Gracias.
Este nuevo proyecto, que es el que hoy día se discute en el Parlamento, dota de mayor independencia al organismo encargado de las estadísticas, pero no avanza hacia su consagración como ente autónomo. Para graficarlo, el INE no se transforma en una corporación autónoma de derecho público, sino que mantiene su dependencia directa del Ministerio de Economía. Asimismo, aun cuando sigue vigente la creación de un Consejo Técnico, elegido por el Presidente de la República con la aprobación del Senado, el Director Nacional de la entidad, quien además es Jefe de Servicio, será designado directamente por el Primer Mandatario, lo cual, indefectiblemente, generará -de una u otra forma, directa o indirectamente- una dependencia del poder político.
Creemos que durante la discusión particular se debe garantizar no solo la independencia, sino también la autonomía del sistema estadístico nacional y, en especial, del Instituto Nacional de Estadísticas, porque la producción estadística es del Estado y no de los gobiernos de turno. Es sumamente relevante que los sistemas estadísticos cuenten con una verdadera autonomía para los efectos de garantizar la credibilidad y objetividad de los datos entregados, con la finalidad de desarrollar, a partir de esos mismos datos, buenas políticas públicas que impacten y beneficien directamente a los chilenos.
Por último -y no menos importante-, hacemos nuestra la inquietud de los trabajadores y funcionarios del Instituto Nacional de Estadísticas en lo que dice relación con sus remuneraciones y las nuevas funciones que se les encomendarán tras la aprobación de este proyecto.
Vamos a votar a favor de la iniciativa y, posteriormente, haremos llegar las indicaciones pertinentes en la discusión particular.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Señores Senadores, les propongo que antes de anunciar el resultado de la votación fijemos el 31 de julio como plazo para presentar indicaciones.
El señor PIZARRO.- ¡Tanto...!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¿Habría acuerdo?
El señor WALKER (don Patricio).- Sí.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Así se acuerda.
Tiene la palabra el Senador señor Hernán Larraín.


El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, seré muy breve porque parte de los planteamientos que ha hecho el Senador Moreira, a pesar de que yo no pertenezco a la "Derecha dura"..., me interpretan.
En lo fundamental, mi principal inquietud respecto de este proyecto, que comparto y celebro, pues no me cabe la menor duda de que es necesario actualizar las normas que regulan el sistema estadístico nacional, apunta a que no estamos garantizando la debida autonomía del nuevo órgano que se busca establecer.
Este mismo debate se está produciendo también en relación con otra iniciativa presentada por el Gobierno, cual es la que crea la Agencia de Protección de Datos Personales.
En este último caso, la Agencia depende directamente del Ministro de Hacienda. En el que nos ocupa, en cambio, la dependencia se establece respecto del Ministerio de Economía y se propone la existencia de un órgano que va a regir, que va a regular, cuyos integrantes son designados con acuerdo del Senado.
Entonces, estamos legislando cuestiones similares con criterios distintos.
En el caso de la Agencia de Protección de Datos Personales una persona estará a cargo de ella y no tiene el grado de autonomía o independencia que se le está dando a este organismo. Mientras que cuando hablamos de la transparencia, se crea un ente que es autónomo, que es una persona jurídica de derecho público con patrimonio propio, y sus integrantes son, efectivamente, designados por el Presidente de la República con el acuerdo del Senado.
Tenemos situaciones similares, pero con legislaciones diferentes, y a mí me parece que eso, desde el punto de vista de la estructura institucional del Estado, es negativo.
Si nosotros creemos necesario que algunas entidades como el INE, el Consejo para la Transparencia, el Banco Central y el SERVEL tengan cierto nivel de autonomía, entonces deben contar con la misma institucionalidad. Pero ello no ocurre. Estamos haciendo ejercicios como de traje sastre. Por eso cito el caso de la protección de datos, que es todavía peor. ¡Es todavía peor! Estamos generando, por tanto, anomalías institucionales.
Yo quisiera que a esta institución se le diera lo que le corresponde: autonomía. Porque la información que maneja es extraordinariamente importante y su uso político, aunque sea indirecto -al estar dentro de un ministerio el Ministro tendrá un grado de influencia más bien indirecta-, no lo queremos cuando se manejan estadísticas nacionales.
Las estadísticas son esenciales por mil razones: para las políticas públicas más variadas; para la definición y diseño del perfil de Chile, incluso en el extranjero; para todas las comparaciones habidas y por haber. Necesitamos la mayor calidad, independencia y autonomía de esta entidad.
Y, complementariamente, agrego solo un factor adicional que se relaciona con la inquietud que manifestaron, según pude ver en el informe de la Comisión, algunos de los asistentes -me refiero a los señores Mario Marcel, David Bravo y Máximo Aguilera, personas de mucha altura en su capacidad profesional-, quienes señalaron que este instituto tendrá la necesidad de contar con profesionales altamente calificados, por lo que requerirá también de mayores recursos.
En ese sentido, señor Presidente, no sacamos nada con avanzar en una nueva institucionalidad si no podrá tener a los mejores por carecer de una mayor capacidad económica para atraerlos.
Efectivamente, estas materias son cada vez más complejas.
Hoy día la Directora del INE, doña Ximena Clark, en la discusión de otro proyecto, precisamente el de protección de datos personales, hacía ver cómo estaban avanzando las nuevas tecnologías en la forma en que se llevan adelante las estadísticas y las maneras en que estas, según el modo en que se utilicen, inciden en la gestión más eficiente de los recursos del Estado.
Necesitamos, entonces, un INE que pueda estar capacitado para llegar a ese perfil, a esa capacidad, y lamento que de nuevo no se considere ese aspecto.
Dicho lo anterior, vamos a apoyar la iniciativa. No obstante, espero que estos dos puntos (autonomía y financiamiento) sean corregidos durante su tramitación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Pérez.


La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, a mí me parece que estos asuntos siempre deberíamos verlos en terreno.
Creo que somos pocos los Senadores que fuimos voluntarios para el Censo en nuestras regiones. Yo fui una de ellos, porque siempre es importante ver cómo funcionan estas cosas en terreno.
Efectivamente, el Instituto Nacional de Estadísticas es la típica institución que hay que apoyar y fortalecer a través de una política pública, independiente del Gobierno de turno.
¿Por qué lo digo? Porque siempre en año electoral -se avecina una campaña presidencial que seguramente va a ser muy reñida- las cifras del INE se prestan para cuestionamientos. Y algunos atacan políticamente al Gobierno actual o al anterior, producto de cifras que arrojó tal o cual censo.
Lo que nosotros debemos lograr como legisladores, y de manera particular en nuestro rol de Senadores, dado que tenemos más serenidad para enfrentar muchas de estas materias, es que una institución como el INE no se halle sometida nunca a cuestionamientos. Porque si permanentemente se encuentra tironeada por cuestionamientos se debilita su institucionalidad, lo cual impide diseñar políticas públicas, sobre todo en materia de agenda social, y se presta además para que otros países de nuestra región, con los cuales tenemos acuerdos y convenios, no respeten muchas de las cifras que hacemos públicas.
Por esa razón, señor Presidente, quiero tomar un punto que mencionó el Senador Moreira, relacionado con los funcionarios.
Porque una cosa es que la nueva institucionalidad del INE se vaya a fortalecer con cuarenta o cincuenta nuevos profesionales de primer nivel -como se ha mencionado acá-, quienes obviamente deberán tener una renta acorde con sus exigencias, pero otra cosa es la situación del actual grupo de funcionarios, quienes, en general, llevan muchos años en el servicio público, son de carrera y contarán con una nueva atribución: la confidencialidad de los datos. Y eso es una tremenda carga y responsabilidad, que a mi juicio debe ser retribuida económicamente.
Por lo tanto, creo que la nueva institucionalidad del INE no solamente debe contemplar beneficios y rentas altas para la plana mayor, sino para todos los funcionarios. Porque, si no, vamos a generar una frustración en esta institución, que contará con más atribuciones, mayor eficiencia y prestigio, pero cuyos funcionarios de planta, permanentes, que llevan muchos años trabajando en ella, y a honorarios no van a disponer de los recursos necesarios para desarrollar bien su labor.
Con todo, señor Presidente, he votado a favor del proyecto en la Comisión de Economía y lo haré hoy día también en la Sala, en este segundo trámite constitucional. Pero creo que hay que presentar algunas indicaciones en la línea de lo que varios de nuestros invitados plantearon en las audiencias públicas que tuvimos en la Comisión de Economía, tanto en Santiago como aquí.
Eso es lo que me interesaba agregar, señor Presidente.
Para finalizar, quiero decir que me he quedado con una muy buena impresión del trabajo que ha desarrollado la actual Directora del INE, la señora Ximena Clark.
He dicho.

El señor CÉSPEDES (Ministro de Economía, Fomento y Turismo).- Pido la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Señor Ministro, lo que ocurre es que estamos en votación. Puede intervenir solo para rectificar o aclarar algún tema de los que se han planteado en el debate.
El señor CÉSPEDES (Ministro de Economía, Fomento y Turismo).- Deseo rectificar un par de apreciaciones, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra.
El señor CÉSPEDES (Ministro de Economía, Fomento y Turismo).- Muchas gracias.
Como decía, deseo rectificar un par de apreciaciones que ha planteado el Senador Moreira respecto del proyecto.
Quiero aclarar que esta iniciativa entrega al INE la independencia en el accionar que todos los organismos internacionales señalan que debe tener una institución como esa. Lo hace a través de un gobierno corporativo que asegura que el trabajo del INE va a ser técnico y apegado al cumplimiento de los más altos estándares en materia de estadísticas.
Recuerdo, simplemente, que va a haber un Consejo Estadístico Nacional, integrado por cinco miembros, quienes van a ser nominados por el Presidente de la República y ratificados por acuerdo de los tres quintos del Senado.
Dicho Consejo va a proponer una terna al Presidente de la República, con los cuatro quintos de sus miembros, para el nombramiento del Director del INE.
Adicionalmente, la iniciativa señala una serie de causales explícitas de cesación en el cargo del Director del INE. O sea, no será un funcionario de exclusiva confianza del Presidente de la República. Será el jefe del Servicio, pero las causales de cesación en el cargo están establecidas en el proyecto de ley que hemos implementado, de modo que el Director del Instituto va a poder actuar con total independencia del gobierno de turno.
Nosotros creemos que la generación de estadísticas de calidad efectivamente requiere independencia. Pero hemos optado por un modelo distinto al del proyecto anterior, porque también consideramos que debe existir responsabilidad en el accionar de las distintas autoridades del INE. Nos parece que tiene que haber una evaluación y, por lo tanto, responsabilidad respecto de las acciones que se toman. Por eso hemos optado por este modelo.
Dicho lo anterior, también es importante señalar cuáles son los riesgos en este tipo de instituciones.
En materia metodológica, por ejemplo, existe el peligro de que se hagan cambios que sesguen el resultado en una línea.
Pues bien, es el Consejo Estadístico Nacional el encargado precisamente de aprobar cambios metodológicos en encuestas de empleo o de levantamiento de precios, por mencionar algunas. La idea es dar a la ciudadanía toda la tranquilidad de que esta institución va a velar por el adecuado estándar de nuestras estadísticas.
Me parece que, tal como ha sido reconocido por todos los miembros del Senado, el trabajo que hemos hecho en esta materia ha sido muy claro en señalar que para nosotros la generación de estadísticas de calidad es ciertamente un objetivo de Gobierno, pero, más que eso, un objetivo país, una tarea de Estado.
Adicionalmente, es importante recordar que el proyecto de la Administración anterior a que hizo mención el Senador Moreira tenía un quinto del presupuesto que nosotros hemos presentado en esta iniciativa de ley. O sea, se multiplican por cinco los recursos que se le entregan al INE. Por tanto, en términos del compromiso de dotar con recursos al Servicio hemos hecho un avance significativo. Podremos discutir cuánto más se requiere, pero me parece que, en este caso, la comparación es clara respecto de nuestra propuesta.
Finalmente, quiero agregar que en la discusión en la Cámara de Diputados el proyecto en comento fue aprobado en gran parte por unanimidad, salvo en un punto. Es decir, todos los representantes de la Cámara Baja, incluido el sector que el Senador Moreira denominó "Derecha dura", lo respaldaron.
Si hemos logrado eso, ha sido sobre la base de tratar de construir los máximos consensos posibles en esta materia, porque nos parece fundamental para una propuesta de este tipo. Es importante avanzar con grandes acuerdos. Y creo que como Ejecutivo lo hemos ido logrando, como se refleja en las distintas votaciones a que ha sido sometido este proyecto.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Montes.


El señor MONTES.- Señor Presidente, estoy muy de acuerdo con modernizar el INE y con aprobar en general el proyecto. Sin embargo, hay dos cuestiones de las que quiero dejar constancia.
La primera es que aquí se piensa que para que un organismo sea de buena calidad debe estar separado de la política.
Yo cada vez tengo más resistencia a esa forma de pensar la política y de vincularse a ella.
Aquí se dice que el estar separada del gobierno de turno dotaría a una institución de mejor calidad. Estoy de acuerdo en que un organismo de esta naturaleza no puede quedar sujeto a los vaivenes de un gobierno para distinto tipo de decisiones. Pero quiero reivindicar que a mi juicio la decisión sobre la estadística, la acumulación de información necesariamente debe estar vinculada a la deliberación política. No puede permanecer ausente del debate de los organismos fundamentales de expresión de la ciudadanía.
Buena parte de la debilidad del Parlamento se debe a que ha ido entregando a muchos organismos una serie de procesos de deliberación política, y ha terminado transformándose en el lugar donde se definen el presupuesto y las normas y no donde se definen orientaciones sustantivas, como en este caso sería la disposición respecto a la calidad, las características, la prioridad de las estadísticas.
El señor PROKURICA.- ¡Al SERVEL!
El señor MONTES.- Entre otros.
Ese es un primer comentario.
Creo que se puede decir: "Separémoslo del gobierno de turno," -o sea, de la administración política- "pero mantengámoslo vinculado a la deliberación política en los órganos llamados a realizarla".
En la modernidad se ha generado toda una idea de que lo que tiene que ver con deliberación política termina bajando la calidad técnica. Son dos roles distintos, complementarios y fundamentales.
Si queremos que la política y las instituciones políticas vuelvan a recuperar un papel, es necesario replantearnos la relación entre ellas y los órganos de representación popular.
En segundo término, quiero referirme al Sistema Estadístico Nacional.
Cuando discutimos el sistema de estadísticas comunales y municipales hubo un debate bastante fuerte. ¿Dónde debía residir eso? ¿Quién debía definir la manera de generar y procesar la información? ¿Quién aseguraba una información de calidad para llegar a buenas estadísticas?
Considero que en los ámbitos municipal y regional nuestras estadísticas son bastante deficientes. El haberlas dejado en manos de la SUBDERE no fue la mejor opción. Y aquí, dentro de este debate, deberían volver al organismo de mayor especialidad y capacidad en la materia.
El Ministro me decía que ahora el INE tendrá más facultades para efectos de dictar orientaciones y políticas a los organismos que manejan parte de las estadísticas. Sin embargo, creo que se requiere un poco más, se requiere repensar el papel de la información desagregada a lo largo del país.
Hoy día, el Ministerio de Educación ni siquiera puede saber cuántos colegios, cuántos alumnos, cuántos profesores hay con exactitud, y se demora meses en llegar a una información de ese tipo. Lo mismo sucede en muchas otras áreas, desde la ubicación de los programas públicos. Si nosotros le preguntamos a alguien cuántos programas públicos lleva el municipio en la comuna de Puente Alto y cuántos cada uno de los servicios, nadie lo sabe. Son datos que no figuran en ninguna parte. Hay una carencia de información desagregada a nivel territorial, por regiones, por comunas, por lo que sea.
Por eso, en el segundo trámite reglamentario me gustaría ver un replanteo del rol del INE respecto del sistema de información descentralizada.
Esas son las dos observaciones que quería plantear, señor Presidente.
Gracias.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, esta reforma fundamental al sistema estadístico nacional tiene un origen y viene a ser parte de la forma como se producen los grandes cambios en Chile: ¡siempre después de una crisis! O sea, tiene que quedar la escoba para que quede demostrado que es necesario avanzar.
Y yo no puedo sino recordar que la presente iniciativa estuvo precedida de una situación política extremadamente grave: "¡El mejor censo de la historia de Chile!". Gobierno de Sebastián Piñera: "Hemos avanzado en 20 días mucho más que en 20 años". Y tiramos al tacho de la basura 30 mil millones de pesos, equivalentes a 60 millones de dólares.
El INE, que contaba con un prestigio enorme, se vio afectado, porque el 9 por ciento de los chilenos sencillamente no fue encuestado. Y el entonces Director del organismo no encontró nada mejor que acomodar las cifras, vulnerando todo principio básico en torno a la credibilidad de las estadísticas que provee el Instituto, y que inciden, por cierto, en toda la economía. El INE es un instrumento esencial para definir, de acuerdo a sus índices, un conjunto importante de materias que repercuten en la vida de las personas -no solo la macroeconomía, sino también la microeconomía-, entre ellas, el sueldo mínimo.
Por lo tanto, de la experiencia catastrófica de un censo mal hecho, de plata tirada al tacho de la basura y de poner en cuestionamiento el prestigio del Instituto Nacional de Estadísticas, ha surgido un proyecto de ley. Y bienvenido sea.
Vale la pena recordarlo, porque quienes asuman la conducción del proceso de modernización del INE deben saber lo que no hay que hacer. Y lo que no hay que hacer es precisamente lo que se hizo: frente a un error, no reconocerlo e intentar taparlo. Porque el Instituto Nacional de Estadísticas no es infalible -¡ni el Papa lo es!-: puede cometer errores, pero lo importante es poder superarlos.
Se ha dicho que la ciencia estadística es capaz de mentir. Tú acomodas las estadísticas. Y con los mismos datos se puede llegar a distintas o controversiales conclusiones.
Yo lo viví en la Ley de Pesca con la biomasa del jurel. Algunos la calculaban en 5,5 millones de toneladas, en tanto que el sector privado, en 11,5 millones. Yo decía: si tienen los mismos datos, de las mismas universidades, de los mismos investigadores, ¿por qué el Estado llega a 5,5 millones de toneladas, y los privados (INPESCA) llegan a 11,5 millones? ¡Con los mismos datos, los mismos investigadores!
Señor Presidente, creo que reservar el nombramiento del director del INE al Presidente de la República, introduciendo el tema en el Consejo y sin acuerdo del Senado, nos va a poner en la misma situación que hoy tenemos con el director de Impuestos Internos, porque, al final, el director de la orquesta es el jefe superior del servicio. Y la facultad para su nombramiento se ha reservado para el Primer Mandatario.
Entiendo que ello es parte de un acuerdo político con la Oposición -la cual apoyará el proyecto-, que acepta que el director del INE sea nombrado por el Presidente de la República y que sea el Consejo Técnico el que asuma la participación del Senado.
Es lo que leo en el Resumen Ejecutivo del informe. Y si estoy equivocado, dígamelo, señor Ministro.
El señor MONTES.- ¡Está equivocado!
El señor NAVARRO.- Si fuera así, me alegraría mucho. Si el Senado va a participar también en el nombramiento del director y no solo en el de los integrantes del Consejo Técnico, bienvenido.
Me gustaría que lo aclarara, señor Ministro, porque en esta Sala hemos debatido siempre que los directores sean nombrados por el Presidente de la República. Tenemos el caso del director de Impuestos Internos. Y la Derecha lo ha criticado duramente, en el sentido de que es un nombramiento vertical, autoritario, monárquico.
¡Este es un país monárquico! ¡No estamos hablando de una democracia real! ¡El Presidente de la República tiene demasiado poder, y este Senado, muy pocas facultades!
Del mismo modo, quiero señalar que encuentro bien el secreto estadístico. Se incorporan sanciones penales para la anticipación de los datos. Hay que proteger el secreto estadístico en los censos para las personas, para las instituciones. La gente suministra confiadamente su información bajo la reserva correspondiente. Muchos temen que les cobren más impuestos. Otros, cuando les preguntan "a qué grupo o etnia pertenece", o "cuáles son sus prácticas", piensan que se develarán cuestiones íntimas, protegidas por la ley sobre el derecho a la privacidad.
Por lo tanto, espero que se cautelen no solo los resultados, sino también la información, es decir, que se resguarde no solo los resultados que se obtienen de las encuestas del INE y del actuar interministerial, sino además el dato básico de donde se extrae la información, que son las personas. Si la desconfianza se instala en la gente o en las instituciones, los datos no serán fidedignos. Habrá tendencia a falsear los antecedentes, a mentir.
¿Me concede un minuto adicional, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede continuar, señor Senador.
El señor NAVARRO.- Gracias, señor Presidente.
Aprovechando la presencia de la Directora del INE y del Ministro de Economía, quiero señalar una vieja aspiración de los Senadores de regiones en el sentido de que el cálculo de la cesantía no sea aleatorio y haya un dato, al menos temporal o cronológicamente progresivo, respecto del verdadero desempleo en cada una de las comunas del país. No porque haya un 7 o un 8 por ciento debemos dejar de tener el dato.
Por nuestra parte, presentamos un proyecto de acuerdo para que, superado el 10 por ciento de cesantía, igual se informe. Debemos contar con una radiografía de todo Chile que incorpore a las pequeñas y grandes comunas, sin importar el dígito que arroje. Es un dato de planificación comunal, de planificación regional, y espero que el INE pueda superar su procedimiento actual, que consiste en tomar una muestra aleatoria del dato de cesantía por regiones, lo que no coadyuva a las políticas regionales públicas en materia de empleo.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, quiero comenzar manifestando que por supuesto voy a aprobar en general el proyecto. Creo que es bueno que tengamos una nueva institucionalidad, como la propuesta, respecto del Instituto Nacional de Estadísticas, mediante la cual se establezca un organismo técnico, descentralizado (características muy importantes), con personalidad jurídica y patrimonio propio.
Aquí el Ministro nos decía que la iniciativa considera un presupuesto cinco veces mayor al que se contemplaba en el proyecto del Gobierno pasado. Estas cosas nunca se dicen en la Sala -normalmente se prefiere omitirlas-, y es bueno que el Ministro lo haya manifestado. Porque siempre es lo mismo: se cree que todo lo mejor se hizo, parece, en el Gobierno pasado.
El señor LARRAÍN.- ¡Casi, casi...!
La señora ALLENDE.- Pero, para desmentir tal predicamento, basta recordar el bochorno que sufrió el país con el censo anterior, que es algo que no se puede olvidar, para que nunca más se repita.
Es una buena lección en la vida saber que la soberbia a veces puede ser muy mala consejera.
El señor LARRAÍN.- ¡Siempre! ¡No solo a veces!
La señora ALLENDE.- Más allá de aquello, lo que me interesa destacar es la tremenda trascendencia que significa contar con una buena institucionalidad en lo que se refiere a estadística. Los países ya llevan bastantes años con institutos o centros nacionales de estadísticas, que entregan la mejor fotografía posible.
Por eso, se requiere el máximo rigor, profesionalismo, capacidad y formación. En tal sentido, estoy de acuerdo en que los cinco miembros del Consejo Técnico, nominados por el Presidente de la República y ratificados por el Senado -quienes durarán seis años en sus cargos, renovables por una sola vez-, sean del máximo nivel. Y el grado académico de magíster o doctor revela el interés que existe por poner esa clase de exigencia y rigor.
Las funciones del Consejo son muy importantes: aprobar técnicamente la propuesta de la Política Estratégica de Estadísticas, el Plan Nacional de Recopilación Estadística, los criterios técnicos y aspectos generales de los diseños.
Lo que expresó el señor Ministro también es relevante: no se puede llegar y cambiar una metodología si la nueva no está consensuada por el Consejo, no tiene fundamento o una explicación "a la hora de", porque, en tal caso, podría acusarse de que se está cambiando para influir en ciertos resultados. Y nada le hace más daño a un país que no tener confianza o credibilidad en las estadísticas.
Por ello es tan importante que con este proyecto -me imagino que será aprobado por unanimidad- demos un paso sustantivo para generar lo que nos proponemos. Nosotros siempre nos hemos enorgullecido de la calidad profesional de nuestro Instituto Nacional de Estadísticas, y por eso creemos que la iniciativa va en la línea correcta.
Antes de finalizar mi intervención, señor Presidente, quisiera hacer dos pequeñas observaciones.
En primer lugar, me parece razonable lo que planteaba el Senador Rabindranath Quinteros respecto de que normalmente las estadísticas, al igual que los promedios, no entregan una fotografía al detalle. Esto es muy importante, porque muchas veces las regiones difieren de las grandes concentraciones urbanas, sobre todo nuestras pequeñas comunas rurales, que exhiben realidades muy diferentes. En ese sentido, llamo un poco la atención en cuanto a que el diseño de cualquier instrumento estadístico de medición debe buscar la forma de contemplar todas las realidades.
Y lo segundo es lo siguiente.
El proyecto delega la estructura interna del servicio a un decreto con fuerza de ley. Y uno, obviamente, espera que esto sea consensuado con los trabajadores, que no exista ningún menoscabo, que haya garantías de que mantendrán sus remuneraciones y que solo podrán ser trasladados de región contando con su voluntad. Ello también es importante porque, a la hora de generar una institucionalidad distinta, siempre debemos tener en cuenta las condiciones laborales de los funcionarios.
Espero que así sea, que no exista ninguna dificultad, que se den las mejores condiciones y que el tema esté hablado y consensuado con los trabajadores, para que la nueva institucionalidad tenga la misma o, mejor aún, mayor credibilidad que la actual.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señor Presidente, leyendo las minutas y el texto de este proyecto, no cabe duda de que vamos en la línea correcta al modernizar un órgano de la Administración; definir bien sus funciones; reforzarlo, tal como señala la normativa, como el "órgano rector" del sistema estadístico, y otorgar continuidad y compromiso a una institución esencial para la calidad de las estadísticas oficiales de Chile.
Al ver esta definición, es indudable que estamos frente a un país que avanza, que es más complejo en materia de consumo, de distribución de población, de composición etaria, de distintas características. Por tanto, se necesita tener la mayor certeza. Y si un activo tiene Chile, es contar con un instituto nacional de estadísticas creíble, salvo en un censo de no muy buen recuerdo.
Considero fundamental que los ciudadanos y los tomadores de decisiones sepan que las cifras publicadas en materias de distinta naturaleza están avaladas científicamente, que no están infladas y que no existen elementos ocultos detrás de ellas.
Ante una sociedad que avanza, que es más compleja, necesitamos contar con instituciones que se adapten a esa medida, estableciendo un alto estándar que asegure que las cifras no son manipulables ni dependen del gobierno de turno para justificar o excusar determinada política.
Yo creo que el INE ha avanzado en eso, pero hay un elemento que me genera preocupación -se lo manifesté a los Ministros presentes en la Sala y a la Directora del Instituto-, relacionado con la nueva estructura del organismo.
Se señala que el proyecto no define expresamente la estructura interna del servicio, ya que esta facultad se delega a un decreto con fuerza de ley incorporado en las disposiciones transitorias. Esto me parece bien y forma parte de la normativa que hemos venido utilizando para aquellos organismos que se crean o que van mutando y perfeccionándose. Sin embargo, se indica que, no obstante lo anterior, se mantienen las direcciones regionales del Instituto en la misma forma en que operan actualmente.
Y uno, como Senador de regiones -permítanme decirlo, señor Ministro, señora Directora-, no puede estar de acuerdo con aquello. Cuando veo cifras a las cuales yo, como ciudadano, como Senador, les otorgo credibilidad -la cesantía, el crecimiento y miles de otros datos que el INE entrega-, me parecen bien y son las cifras oficiales del Estado de Chile. Pero yo me pregunto: ¿cómo se representa a los ciudadanos de Valdivia? Un ciudadano de mi región, que también es parte y es impactado por ese índice de precios al consumidor o por esa cesantía, ¿cómo es evaluado? ¿O se trata simplemente de promedios? ¿Cómo yo, en mi rol de ciudadano, puedo explicarles a los vecinos de Río Bueno, de Panguipulli, que su comuna no es relevante, por su magnitud de población, para determinadas situaciones? ¿Con qué cara uno puede sostener tal planteamiento?
Aquello es parte del centralismo atávico existente en Chile: que las decisiones se tomen, en definitiva, en función de lo que ocurre en el Gran Santiago y cómo ello impacta. Porque, obviamente, eso tiene un componente político.
Yo entiendo lo que señalaba el Senador Montes en cuanto a que el Instituto Nacional de Estadísticas debe entregar cifras que sean relevantes, donde también esté incorporada la política pública. En pocas palabras, lo que yo no quiero es que se invisibilice a un sector importante de nuestro país. Quizás no sea importante en el total, pero vaya que sí lo es Vallenar, vaya que sí lo son comunas que a nosotros nos toca representar, donde hay problemas y ciudadanos que igualmente ven afectadas sus expectativas en función de la cesantía, del IPC o de otras cifras que, si se observan con un zoom, veremos que podemos construir el país no solo desde la estadística, sino también desde la realidad de dichas comunas.
Aquí veo un sesgo centralista, un centro de comodidad del dato.
Obviamente, la recopilación de datos, el trabajo de campo, luego el trabajo estadístico, son bastante más fáciles en las grandes urbes. Pero vaya que es relevante, para que Chile sea más justo, más equitativo, que también exista ese foco, esa estadística en las pequeñas comunas bajo 20 mil habitantes.
En nuestro país, existe una gran cantidad de comunas con una población entre 10 mil y 30 mil personas. No son millones, una cifra relevante, pero ahí vive una gran cantidad de gente, que es la que principalmente refleja la realidad de los territorios de quienes representamos a las regiones más alejadas del centro.
Entonces, señor Presidente, por su intermedio, les pido a los Ministros y a la Directora del INE ver de qué manera existe capacidad instalada en regiones, con las universidades, con el propio Instituto, para tener también ahí potencialidad para elaborar estadísticas que quizás no sean relevantes a nivel nacional, pero que sí lo sean para los índices regionales de productividad, de cesantía y otros de distinta índole.
Yo pondría el acento en ello.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (26 votos a favor), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.
Votaron las señoras Allende, Lily Pérez, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Araya, Chahuán, De Urresti, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Hernán Larraín, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Quinteros, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.