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MARCO NORMATIVO PARA ESTABLECIMIENTO Y ASIGNACIÓN DE CALETAS PESQUERAS ARTESANALES A NIVEL NACIONAL


El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que regula el desarrollo integral y armónico de las caletas pesqueras a nivel nacional y fija normas para su declaración y asignación, con segundo informe de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura e informe de la Comisión de Hacienda, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.063-21) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 13ª, en 4 de mayo de 2016 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura: sesión 47ª, en 7 de septiembre de 2016.
Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura (segundo): sesión 24ª, en 20 de junio de 2017.
Hacienda: sesión 24ª, en 20 de junio de 2017.
Discusión:
Sesión 47ª, en 7 de septiembre de 2016 (se aprueba en general).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- La iniciativa fue aprobada en general en sesión de 7 de septiembre de 2016.
Ambas Comisiones dejan constancia, para los efectos reglamentarios, de que los artículos 6º, 7º, 8º, 9º, 18, 21, 22, 23, 26 a 31 y 33 permanentes, y los artículos segundo, tercero y quinto transitorios no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones. Esas disposiciones deben darse por aprobadas, salvo que unánimemente se solicite su discusión y votación.
No obstante, cabe hacer presente que los artículos 18, 21, 23, 26 y 27 permanentes son de quorum calificado, y requieren para su aprobación 19 votos favorables (en este momento se encuentran en la Sala 21 señores Senadores).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¿Habría acuerdo para dar por aprobados dichos artículos?
--Se aprueban reglamentariamente, dejándose constancia de que se reúne el quorum constitucional exigido.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El mismo quorum (19 votos favorables para su aprobación particular) necesita el artículo 25 permanente, norma de quorum calificado que no tuvo modificaciones en el segundo informe.
Ahora bien, la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura efectuó una enmienda al artículo primero transitorio del texto aprobado en general, que aprobó por unanimidad.
Por su parte, la Comisión de Hacienda introdujo enmiendas a disposiciones aprobadas en el segundo informe de la Comisión de Pesca: artículos 2°, 3°, 5°, 10, 11, 14, 19, 20 y 24. En todos estos casos, en virtud de lo dispuesto en el artículo 121, inciso final, del Reglamento del Senado.
Cabe recordar que las enmiendas unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifieste su intención de impugnar la proposición de la Comisión. De las enmiendas unánimes, las recaídas en los artículos 19, 20 y 24 son de quorum calificado y requieren para su aprobación 19 votos favorables.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado donde se transcribe el texto aprobado en general; la enmienda realizada por la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura, y las modificaciones efectuadas por la Comisión de Hacienda.
Nada más, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Solicito la autorización de la Sala para que ingresen los señores Subsecretario de Pesca y Director del Servicio Nacional de Pesca.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
El señor BIANCHI.- ¿Quién va a informar, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Su Señoría, ahora corresponde pronunciarnos sobre las enmiendas que fueron aprobadas en forma unánime, y se puede fundar el voto.
El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, si es necesario informar a la Sala estamos disponibles para ello.
El señor NAVARRO.- ¡Ilústrenos!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Estamos en la discusión particular.
El señor QUINTEROS.- Por eso lo digo, en caso de que quieran recordar de qué trata el proyecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se fundamentará el voto.
El señor QUINTEROS.- Hay que tener presente que esta iniciativa fue aprobada por unanimidad en la Comisión de Pesca y también en la de Hacienda.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- El proyecto ya fue informado por la Secretaría. Por lo tanto, lo que ahora corresponde es votar las referidas disposiciones sin discusión.
El señor QUINTEROS.- Así es.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En votación las normas aprobadas unánimemente por las Comisiones de Pesca y de Hacienda.
--(Durante la votación).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, quiero recalcar brevemente la importancia de esta iniciativa.
Fundamentalmente, busca regularizar y fortalecer la administración de la infraestructura que existe en las caletas pesqueras artesanales de nuestra costa chilena, ayudándolas en su esfuerzo por modernizar sus labores y transformarse en unidades productivas, en que también se puedan desarrollar actividades económicas y sociales, e incluso aprovecharlas desde el punto de vista turístico.
La mayoría de nuestras caletas cuentan con diversos atractivos en lo relativo a sus recursos. Y, ya sea por la pesca, por las áreas de manejo, por la acuicultura o por lo que naturalmente se extrae desde las orillas, en numerosos casos se transforman en centros de desarrollo turístico, gastronómico y artesanal.
Creo que el hecho de que se entregue de manera asociada a los pescadores la administración de las caletas es un avance. Este problema lo hemos tenido durante muchísimos años: no se sabe quién administra las caletas. Las asociaciones de pescadores artesanales, los sindicatos o en algunos casos las cooperativas son los que usan esta infraestructura, pero no la administran. Y lo que se dispone en esta iniciativa, en términos muy claros y precisos, es cómo se destinan y cómo se asignan cada una de las caletas en su administración.
Se establecen también los derechos que tendrán las organizaciones de pescadores artesanales respecto de las caletas. Lo que se plantea es que no podrán enajenarse ni cederse ni constituirse sobre ellas otros derechos en beneficio de terceros. Es decir, la administración quedará radicada solamente en la organización. Pero sí se podrá explotar, por la vía del arriendo o del comodato, sectores de la caleta o de la infraestructura para otras actividades susceptibles de desarrollar, ya sea del sector acuícola particular, de entretención, de pesca deportiva o de otros.
Asimismo, me parece fundamental que se faculte a los Ministerios de Bienes Nacionales y de Vivienda para regularizar ocupaciones irregulares en bienes fiscales. Esto es muy importante, porque en la mayoría de las caletas no está claro cuál es la propiedad donde se inserta la caleta, la infraestructura.
Además, se contempla la necesidad de declarar de utilidad pública terrenos privados.
Esto es muy común: en mi Región existen alrededor de quince o dieciséis caletas artesanales que han desarrollado toda una vida de trabajo en el sector y cuyos terrenos, donde ejercen su labor productiva, no están regularizados. Incluso, a veces los terrenos donde viven son privados, y mientras no se declaren de utilidad pública no se puede hacer nada acerca de ellos. Y, entonces, las más de las veces no llega el progreso, no llega la luz eléctrica, no se instalan sistemas de agua potable rural, no se arreglan o facilitan los caminos y los accesos.
En mi opinión, esas tres consideraciones son sumamente importantes.
El pasado viernes el Subsecretario de Pesca, don Pablo Berazaluce, estuvo en la caleta El Sauce, y luego fuimos juntos a la caleta El Toro, en la desembocadura del río Limarí, y constatamos que esos son los problemas que más aquejan a los sectores de pesca artesanal. Se trata de gente que vive de manera permanente, que trabaja, que realiza una actividad productiva y que necesita el apoyo del Estado para lograr el mejoramiento de la infraestructura, ya sea en muelles, en desembarcaderos, en boxes y en todos los elementos que les permiten desarrollar de mejor manera su oficio.
El sistema propuesto establece que será el Ministerio de Defensa (que fijará la nómina de caletas a nivel nacional) el que entregará la destinación solicitada por SERNAPESCA y este, a su vez, recibirá las solicitudes de destino de las organizaciones que lo requieran para estos efectos.
Por tanto, señor Presidente, este es un avance enorme y viene a solucionar un problema que muchas veces era imposible despejar.
Esa es la razón por la que votamos a favor.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, aquí se dice que se votó por unanimidad en las Comisiones de Pesca y Hacienda. ¡Sí! Suena muy bonito y estoy de acuerdo. Pero ello no fue por obra y gracia del Espíritu Santo, sino porque los pescadores nos pidieron que así fuera.
Incluso, presenté una indicación -se supone que se subsumió- que eliminaba el artículo 10, referido precisamente a la creación de una Comisión.
Por lo tanto, los respectivos órganos técnicos escucharon a los pescadores y a la CONAPACH (parte de los dirigentes con que yo me entiendo).
Señor Presidente, comprendo y comparto el objetivo de este proyecto, que -lo dijo muy bien el colega Pizarro- consiste en concebir a la caleta pesquera como una unidad productiva, económica y social ubicada en un área geográfica en la que las organizaciones de pescadores artesanales titulares de ella y sus integrantes desarrollan sus trabajos habituales.
En la caleta podrán llevarse a cabo todas las labores vinculadas con las actividades pesqueras extractivas y de transformación, de pesca recreativa y de acuicultura de pequeña escala, además de otras como las relativas al turismo, a la venta de recursos hidrobiológicos y artesanía local, a la gastronomía y a las expresiones culturales propias del sector.
Desde esa perspectiva, la regulación propuesta no merece objeciones.
Ahora bien, nosotros tuvimos aprensiones con parte de esta iniciativa, que en principio confería potestades amplias a agentes estatales ajenos a la labor pesquera.
La entrega de derechos de propiedad, autonomía, confianza e instrumentos necesarios para impulsar la productividad de los pescadores artesanales es la clave de esta normativa sobre caletas pesqueras.
La ley en proyecto concibe la caleta como una unidad productiva, económica y social, dando el sentido de propiedad que requieren nuestros pescadores al objeto de construir un círculo virtuoso para una nueva era de la pesca artesanal, acompañados de la ley que establece una bonificación para el repoblamiento y cultivo de algas -ya la despachamos- y de proyectos actualmente en discusión, como el que crea el Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala, INDESPA, y de la ley sobre recursos bentónicos y el reglamento de áreas de manejo.
Sin embargo -y hay que decirlo-, esta iniciativa contenía una contradicción a nuestro juicio insalvable: por un lado, motivaba el principio de fortalecer el emprendimiento y la autonomía, pero, al mismo tiempo, incorporaba la creación de una comisión intersectorial con integrantes del gobierno regional y de las municipalidades.
Crear un comité integrado por seremis y representantes del municipio, donde cuatro de sus siete integrantes responderán a confianzas políticas del gobierno de turno, no garantiza la imparcialidad necesaria a la hora de tomar una decisión que incluye el otorgamiento a uno u otro administrador. Este debe ser resorte de un organismo técnico, el cual podrá pedirles informes a los Ministerios e instituciones pertinentes cuando lo requiera. Pero la labor ha de ser de los fiscalizadores, quienes día a día están en terreno conviviendo con las caletas y sus pescadores.
Durante la tramitación de este proyecto las autoridades respectivas (el Ministerio de Economía y la Subsecretaría de Pesca) escucharon las preocupaciones de los pescadores artesanales y de los parlamentarios -de ahí la unanimidad registrada en la Comisión-, y aquello se rectificó oportunamente.
Entonces, ya no se contempla la participación de las municipalidades, que se transformaban en un verdadero poder político.
En definitiva, la transparencia, los acuerdos de asamblea y la revisión y rendición de cuentas públicas son medios que garantizan de mejor modo una buena gestión de las administraciones de las caletas y puertos pesqueros.
Señor Presidente, este proyecto constituye un avance. Existen aprensiones respecto de algunas materias. Pero lo vamos a votar a favor.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, la regularización de caletas pesqueras artesanales forma parte de la única salida a la crisis pesquera, situación que ya vivieron Noruega, Finlandia, Islandia.
La depredación de los mares, en particular el fuerte impacto que ha generado la pesca industrial sobre los recursos, que mantiene la pesca de arrastre, va a llevar inevitablemente a que la pesca en Chile deba ser administrada por el sector artesanal, respecto de la capacidad y volumen de la biomasa.
La administración de actividades diversas en las caletas, incluyendo las de producción o de comercialización, constituye un elemento esencial para los pescadores, quienes son nómadas del mar, los últimos cazadores: salen a la mar, pero no saben si van a regresar.
Cuando despachamos el proyecto de ley -fue una batalla grande que dimos hace ya varios años- que regularizaba la situación de ocupaciones irregulares en el borde costero (un conjunto de diez caletas), pusimos un artículo transitorio que señalaba que esta materia debía ser revisada a fin de continuar con el proceso de transferencia de la administración de las caletas a los pescadores artesanales.
Se estableció la prohibición de enajenar. Y se fijó un plazo: diez años.
La experiencia no ha sido buena, porque en algunas caletas, una vez transcurrido ese tiempo, los pescadores vendieron.
Ningún privado podía hacerse dueño de un espacio en la caleta, pues era del Ministerio de Bienes Nacionales, o de la Armada. Pero luego de que regularizamos el dominio de esos terrenos y de que expirara el referido plazo, algunas personas vendieron, y hoy día tenemos a privados, a comerciantes (fundamentalmente dueños de restoranes) instalados allí. O sea, se les despejó el acceso a las zonas de playas.
Señor Presidente, el proyecto que nos ocupa fija en treinta los años de duración de la administración de las caletas.
El Senador Tuma planteó el punto.
Yo presenté una indicación, la N° 7 (esperaba que fuera declarada admisible), a fin de que la administración tuviera una duración indefinida.
¿Por qué treinta años?
En verdad, el interés por administrar las caletas pesqueras va a ir subiendo a medida que el recurso escasee. Y en la pesca -Sus Señorías lo saben- se da una cosa que contraría todas las reglas del mercado.
En la feria, cuando las papas escasean, su precio sube. Pero en la pesca, a pesar de que los recursos son escasos (sardina, anchoveta, en fin), el precio de la tonelada se mantiene igual, o incluso, disminuye. Ello, porque hay un fuerte endeudamiento de los pescadores artesanales con los industriales.
Me parece que treinta años es un número arbitrario. No sé por qué se determinó ese plazo -están acá el Ministro de Economía y el Subsecretario de Pesca-, cuando queremos que siempre -¡siempre!- los pescadores artesanales sean los administradores de las caletas.
Señor Presidente, hay 70 u 80 caletas pesqueras entregadas, de un total de 463 que se hallan reconocidas a lo largo de nuestro país.
De otro lado, la ley en proyecto establece la posibilidad de que los terrenos aledaños a las caletas sean incorporados dentro del desarrollo armónico que se persigue, a solicitud del Servicio Nacional de Pesca.
Eso es muy bueno, porque significa expansión de áreas de recreación, ya que a veces las caletas son muy estrechas y no permiten zonas de esparcimiento para los pescadores y sus familias.
Por ello, también se faculta a los Ministerios de Vivienda y Urbanismo y de Bienes Nacionales para que el uso de esos terrenos sea reorientado, por ejemplo, al desarrollo de espacios comunitarios. Así tendremos plazas, multicanchas, en fin.
Reitero: soy partidario de una administración indefinida, y, también, de que la enajenación no sea factible. Porque de lo contrario las caletas se van a convertir en un buen negocio, y tendremos a privados en ellas.
Cada día existen menos pescadores artesanales, y no solo porque nacen menos niños. En la caleta Cerro Verde Bajo había familias con 12, 14, 21 hijos. Uno la visita ahora y ve que tienen uno o dos ¡y cierran la fábrica...!
Hay, pues, un impacto en la continuidad histórica de los pescadores artesanales que se va a notar.
Señor Presidente, le planteo todas esas inquietudes al Subsecretario de Pesca aquí presente, además de lo señalado por el Senador Moreira en cuanto a la Comisión a que se refiere el artículo 10 del proyecto, integrada, entre otros, por el Director Regional de Pesca y Acuicultura, un representante de la Secretaría Regional Ministerial de Economía, un representante de la Dirección de Obras Portuarias pertinente, el Capitán de Puerto respectivo, y que deberá aprobar o rechazar el Plan de Administración.
En dicha Comisión tendría que haber también un representante de la pesca artesanal, o algún actor distinto del Gobierno. De lo contrario, solamente existirá una mirada estatal.
Me preocupa que en esa cerrada y estrecha designación, donde todos son funcionarios de confianza del Gobierno -¡todos!-, este ejerza las presiones que siempre hemos visto cuando hay que tomar decisiones como la que señalé.
Me gustaría que la referida Comisión tuviera más autonomía y, además, que se estableciera algún elemento que permitiera mayor transparencia. Porque, por ejemplo, si el intendente dice que no hay que aprobar, dudo que alguno de esos funcionarios resista una instrucción de ese tipo.
En principio voy a votar a favor de este proyecto. Pero yo esperaría que el Ejecutivo respondiera las interrogantes que formulé.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Muñoz.


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, como sabemos, la pesca artesanal vive momentos dramáticos. Buena parte de las pesquerías están sobreexplotadas o colapsadas.
Por cierto, los pescadores han buscado nuevas alternativas de sobrevivencia. Una de ellas se orienta a los servicios adicionales vinculados tanto a la cadena productiva como, en particular, a actividades conexas (por ejemplo, gastronómicas, comerciales y turísticas) que desarrollan en sus propias caletas.
Sin embargo, para que el Estado, a través de políticas públicas, posibilite el desarrollo de esa clase de emprendimientos se requiere regularizar la situación jurídica de las caletas.
Según datos oficiales, en Chile, de 461 caletas permanentes reconocidas, solo 64 cuentan con concesión marítima, es decir, menos del 15 por ciento.
Ello es producto, entre otros factores, de la engorrosa y extensa tramitación de las solicitudes. Se hacen eternos los años que deben esperar las caletas para poner en orden su situación jurídica.
Por eso, la ley en proyecto constituye un avance, pues permite la realización de esos procedimientos con rapidez.
Ahora bien, a pesar de haberla votado a favor en la Comisión tanto en general como en particular, deseo formular una observación, que hice presente mediante una indicación que fue declarada inadmisible.
Quiero enfatizar -y esto se halla en sintonía con lo que se planteó en el órgano técnico pertinente- que el convenio de uso para la administración de las caletas, en mi opinión y en la de la gran mayoría de los dirigentes de las organizaciones de pescadores artesanales, es un título demasiado precario.
Me parece injusto que mientras que a muchos particulares en el ámbito de la pesca y acuicultura, así como también en el de las comunicaciones, se les dan concesiones, a los pescadores artesanales se les va a entregar una figura de menor calidad jurídica.
Junto con el Senador Quinteros presentamos una indicación sobre la materia que fue declarada inadmisible y que no contó con el respaldo del Gobierno, ya que no hubo disponibilidad para ello.
Además, deseo señalar que esta iniciativa viene a aliviar significativamente la situación de los pescadores artesanales. No obstante, no hemos logrado avanzar en un tema muy de fondo: la modificación estructural y profunda de la Ley de Pesca, que en la actualidad es fuente de muchas injusticias y de desequilibrios en la relación que se da en la actividad pesquera, cuestión que ha causado mucho daño en particular al sector artesanal.
Por último, quiero referirme al artículo 29 del proyecto, respecto del cual estoy completamente a favor.
Deseo relevar que esta norma reviste mucha importancia para numerosas caletas rurales. Y se halla relacionada con la posibilidad de expropiar terrenos en que están ubicadas caletas de pescadores, especialmente en zonas rurales.
En la Región de Coquimbo, de 33 caletas permanentes, 23 son rurales, la mayoría de las cuales se encuentra en terrenos privados. Ello significa que sus organizaciones de pescadores no pueden postular a ningún instrumento de inversión pública para el desarrollo de infraestructura o de actividades productivas.
Por eso resulta de gran relevancia este artículo, ya que permite la expropiación.
Ahora, dada nuestra experiencia en la Región de Coquimbo en términos de la tardanza que ha habido para llevar a cabo los procesos expropiatorios, quiero poner el acento en que deberían existir -y, por intermedio de la Mesa, se lo planteo al señor Ministro- programas respaldados no solo a través de la Ley de Presupuestos, sino también mediante fondos sectoriales a nivel regional.
Porque en nuestro caso vivimos una cuestión compleja: recién en 2009, con un grupo de organizaciones de pescadores, logramos que se dictara un decreto de expropiación para las caletas artesanales y rurales de las comunas de Los Vilos y Canela, pues son lugares en que se vive en estado de miseria. Sin embargo, hasta ahora no logra regularizarse esa situación, pese a que han pasado ya varios años.
Por eso, considero muy importante, además de este artículo, que es fundamental para sacar de la pobreza a muchas caletas pesqueras rurales, la existencia de un programa de apoyo para que los procesos expropiatorios se lleven a cabo en tiempos normales y no en 7, 8 o 10 años, ya que a los pescadores se los llena de expectativas que ciertamente no logran concretarse.
Voto a favor.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Lily Pérez.


La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, solo deseo agregar a lo manifestado por algunos Senadores y Senadoras que me antecedieron en el uso de la palabra que a mi parecer este proyecto efectivamente constituye un avance.
Hace pocos días en varias caletas de nuestra región se celebró la fiesta de San Pedro. Y en verdad produce orgullo ver cómo los pescadores todavía siguen una tradición, generalmente muy familiar, que heredaron de sus padres, de sus abuelos.
Como bien señaló el Senador Navarro, antes las familias eran mucho más grandes que las de ahora. Pero, sin duda, se trata de personas que han seguido en el oficio.
Este sábado fui invitada a El Quisco por el Presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales, don Francisco González. Y me dio orgullo ver cómo ellos siguen tan comprometidos con el mar.
Dicho lo anterior, deseo compartir algo en lo que coincido con el colega Navarro: nuestra institucionalidad todavía es muy frágil, pues en todo lo relacionado con temas medioambientales y de pesca artesanal aún es muy proclive al "telefonazo", al poder del dinero.
En tal sentido, tenemos que poner énfasis en fortalecer la institucionalidad.
Por ello -sé que nos acompaña hoy en la Sala, pues autorizamos su ingreso-, me gusta el cambio de Subsecretario de Pesca. Creo que se trata de una persona mucho más flexible y permeable a entender la realidad de los pescadores, pues su formación en economía es muy distinta a la formación exclusivamente política de sus antecesores.
Eso me parece bien, ya que tiene mucho menos permeabilidad al impacto del telefonazo político.
Lo digo porque necesitamos fortalecer la institucionalidad para que nuestros pescadores tengan más confianza en los procesos que se van a llevar a cabo respecto de la instalación de sus caletas.
Por ejemplo, en varias zonas del borde costero de la Quinta Región se están haciendo mejoras o hay proyectos en desarrollo para agrandar las caletas y para que en lugares -con el Senador Chahuán lo hemos visto en terreno- como El Manzano, en Quintero, se puedan vender los productos o instalar restoranes. Existen distintos sectores en los cuales ello se puede realizar.
Además, para los pescadores artesanales el sentido de propiedad, de pertenencia es muy grande.
Hacia allá debemos dirigir nuestros esfuerzos.
En suma, tenemos que avanzar, primero, en la mejoría de la institucionalidad, a fin de que sea siempre muy transparente; segundo, en el derecho de propiedad que van adquiriendo los pescadores a través de la administración de las caletas, y tercero -obviamente, voy a votar a favor de este proyecto-, en lograr visibilizar de alguna forma, a través de las caletas de pescadores y su administración, la importancia de la pesca artesanal, que es una actividad que no debemos perder en nuestro país.
Hace días realizamos en el Senado un seminario -además de formar parte de los organizadores, estoy muy orgullosa por haber recibido un galardón de la gente de mar- para avanzar hacia una institucionalidad que nos permita contar a futuro con un Ministerio del Mar que aborde todos los problemas del borde costero, del cuidado de nuestro océano, de la protección del medioambiente.
La Universidad Católica de Valparaíso ha hecho grandes esfuerzos a través del denominado "Centro de Derecho del Mar".
Pero me parece que todavía nuestro país está en pañales, ya que falta mucho desarrollo y respeto con relación a lo que sucede.
Por esa razón queda bastante por hacer: entre otras cosas, por ejemplo, derogar la actual Ley de Pesca y aprobar una normativa nueva que mantenga las cosas positivas de la legislación vigente, pero que también remplace las negativas derivadas de los vicios que hubo durante su tramitación.
Pienso que en algún minuto tenemos que abordar esas cuestiones con mayor profundidad. Pero para ello debe haber además voluntad del Gobierno.
Con todo, señor Presidente, voy votar a favor de este proyecto, pues considero que estamos dando un paso adelante.
Por último, ya que nos acompañan el Ministro de Economía y el Subsecretario de Pesca, quiero solicitarle al Ejecutivo mayor flexibilidad en los plazos.
Por ejemplo, a los pescadores se les piden ciertos informes, y muchas veces, por diversas razones -dificultades informáticas, problemas climáticos, en fin-, se les va pasando el tiempo dentro del cual deben emitirlos.
Entonces, solicito que exista mayor flexibilidad, entre otras cosas, para la recepción de los informes que deben entregar esos trabajadores.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, de las 463 caletas reconocidas oficialmente en virtud del decreto supremo N° 240, del Ministerio de Defensa, 185 están ubicadas en nuestra Región, la de Los Lagos; es decir, 40 por ciento del total nacional.
La existencia de estas caletas da cuenta de los procesos de poblamiento de la mencionada Región, los cuales se consolidaron como poblamientos permanentes, dando origen a ciudades y poblados.
La unión entre tierra y mar en los procesos productivos y económicos ha marcado uno de los principales rasgos culturales de la Región de Los Lagos, creándose a partir de ellos lo que hoy ya se reconoce como "cultura del bordemar": el pequeño agricultor es pescador artesanal, y viceversa; ambas actividades son consustanciales a su modo de vida.
La ley en proyecto posibilitará formalizar situaciones de hecho no recientes sino, muchas veces, históricas y que, por falta de normativa, en numerosos casos entraron en conflicto con intereses particulares e incluso colisionaron con intereses del propio Estado, dejando a los pescadores-habitantes en el más completo desamparo y obligándolos en varias ocasiones a migrar a las ciudades, lo cual aumenta así la marginalidad existente en ellas.
Al asegurar una caleta definitiva y permanente, que permita desarrollar no solo las actividades propias de la economía pesquera artesanal sino además, en muchos casos, las de habitación, se generarán en los casi 25 mil pescadores inscritos en nuestra Región la certeza y la tranquilidad indispensables para proyectar su vida y la de sus hijos.
Por otro lado, el Estado podrá ejecutar las obras necesarias para brindar seguridad y dar cumplimiento sanitario y ambiental en los lugares de residencia de los miles de pescadores de nuestro país.
No hay que olvidar que actualmente numerosos productos de la pesca artesanal se exportan, de modo que deben cumplir estrictas normas de inocuidad alimentaria, lo que hace necesario contar con instalaciones de alto costo y que el Estado ha venido haciendo desde comienzos de los años noventa.
Los pescadores de mi Región han sentido esta iniciativa como muy propia, ya que les permitirá, con el esfuerzo del Estado, desarrollar y cuidar inversiones de alto costo, así como administraciones democráticas, pues existe al respecto una situación de incerteza jurídica.
Ante la situación de sobreexplotación de los recursos hidrobiológicos, la necesidad de diversificar y agregarles valor se podrá orientar y enfrentar con la disposición para las organizaciones de pescadores artesanales de los espacios del bordemar que la ley en proyecto generará.
Del mismo modo, se debe reconocer como un avance en esta iniciativa la forma como se regularizarán y formalizarán la adjudicación y la administración de los espacios, lo que hasta hoy se realiza por la vía de convenios muy precarios respecto tanto de su legalidad cuanto de la participación equitativa y democrática de la comunidad.
Como dije al comienzo, la aprobación de este proyecto y su promulgación como ley tendrán un impacto muy significativo en la Región de Los Lagos. Y ello, por sus efectos directos no solo en la pesca artesanal, sino también en el ordenamiento territorial de aquella, lo que les permitirá al Gobierno Regional y a las comunas orientar inversiones y los planos reguladores para que se integren de manera armónica y de este modo conformen un proyecto de región coherente en el largo plazo.
Por otra parte, se considera un Plan de Administración, el que deberá ser aprobado por una Comisión Intersectorial.
Se trata de un plan para administrar. O sea, no se va a inhibir lo que los pescadores artesanales quieran ejecutar.
Integrarán la referida Comisión el Director Regional de Pesca y Acuicultura, quien la va a presidir; el Director Zonal de Pesca; un representante de la Secretaría Regional Ministerial de Economía, Fomento y Turismo, precisamente para que en las caletas haya actividades relacionadas con la gastronomía, el turismo, la artesanía, etcétera; y un representante de la Dirección de Obras Portuarias, para las inversiones que sean necesarias allí.
En virtud de una indicación aprobada en la Comisión de Hacienda del Senado, se desestimó, a solicitud de los pescadores artesanales, la participación de los municipios.
Por las razones expuestas, voto a favor.
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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Solicito autorización de la Sala a los efectos de establecer un nuevo plazo para formular indicaciones al proyecto sobre creación del Ministerio de Cultura, que se halla en la Comisión de Hacienda: hasta las 18 de hoy.
¿Les parece a Sus Señorías?
El señor PROKURICA.- Sí, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Acordado.
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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Continúa la votación.
Para fundar su voto, tiene la palabra el Senador señor Tuma.


El señor TUMA.- Señor Presidente, este proyecto, que estamos votando en particular, responde a una larga y sentida aspiración expresada por todos los pescadores del litoral de nuestro país.
Son muchas las caletas que han estado utilizando el borde costero sin que el Estado les haya asignado formalmente la condición de destinatarios o asignatarios del borde costero para su uso.
Los pescadores se encuentran en situación irregular. Muchos han tratado por años de regularizar su situación con el Ministerio de Defensa, lo que no se ha podido lograr.
Yo celebro esta iniciativa del Gobierno. Saludo al Ministerio de Economía, a la Subsecretaría de Pesca y al SERNAPESCA por el empeño que han puesto en este proyecto, que viene a resolver un conflicto que los pescadores artesanales han tenido siempre.
Pero, señor Presidente, permítame decir que, sin perjuicio de que en la Comisión de Hacienda aprobamos por unanimidad esta iniciativa, hay en lo relativo a la asignación de áreas de manejo vacíos en los que a mi entender deberíamos avanzar. Y esos vacíos constituyen un desafío que queda pendiente para el Ministerio de Economía.
La materia de la iniciativa que nos ocupa es eminentemente económica. Las caletas guardan relación con la forma como subsisten las familias de los pescadores y con la manera en que estos desarrollan su actividad.
No en vano está en proceso de aprobación el proyecto que crea el INDAP Pesquero, pues se reconoce su vinculación con el desarrollo económico del borde costero.
Sin embargo, nos entrampamos cuando se trata de decidir si la tramitación se sigue realizando ante el Ministerio de Defensa.
Conozco la experiencia de pescadores artesanales de la caleta de Nehuentué que ¡durante 18 años han estado tramitando una concesión acuícola!
Por tanto, creo que nada está más lejos de atender la realidad de esos pescadores que mantener radicada en el Ministerio de Defensa la autorización relacionada con los planes de manejo, los cuales tienen que ver con la economía, con los recursos pesqueros, con aquello que les permitirá a los pescadores artesanales emprender, y poca o ninguna relación guardan con los asuntos que debe manejar dicha Secretaría de Estado.
Si tiene algo que ver, dejémosla en Defensa; pero entreguemos todo lo relacionado con la economía del litoral al Ministerio de Economía, que lo va a hacer mucho mejor, bastante más rápido, con una política de fast track, tal como actúa hoy en el caso de los territorios que pasan a la administración del Ministerio de Economía, del SERNAPESCA.
Creo que respecto de las áreas de manejo debería existir la misma solución que estamos dando mediante este proyecto para la administración de los territorios del interior: con fast track, con mirada económica, con visión para facilitar el emprendimiento.
En cuanto a la duración de la destinación, considero que los 30 años no tienen sentido: ¡al cumplirse ese plazo seguramente se legislará para aprobar una prórroga...!
El convenio debe durar mientras se mantenga la destinación de la pesca artesanal, cualquiera que sea el tiempo. De no mantenerse, naturalmente que aquel se acaba.
Respecto de las cuotas de pesca, nada se dice en el sentido de que deberíamos modificar la Ley de Pesca. En todo caso, yo me inclino por la idea más amplia de asignarlas por caleta, como lo hemos hecho en La Barra (Toltén), tal cual lo plantea la ley en proyecto.
Por último, en el borde costero también se está beneficiando a los lafquenches no obstante que todavía no tienen concesiones acuícolas, aun cuando existe una ley que los favorece.
Voy a votar a favor, señor Presidente, porque este es un paso significativo. Pero queda pendiente un desafío para el Ministerio de Economía en el sentido de atender materias relacionadas con el Ministerio de Defensa.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, el proyecto de ley que estamos votando presenta, en nuestro concepto, una serie de debilidades.
Por ejemplo, los exigentes requisitos establecidos y los extensos plazos fijados para solicitar el otorgamiento de la concesión marítima, que es el título habilitante para la legítima administración de las caletas por las organizaciones de pescadores, hacen que en la práctica sea difícil regularizar el uso y aprovechamiento de la caleta pesquera por los pescadores artesanales, sobre todo considerando la diversidad de autoridades que deben intervenir en el procedimiento administrativo: Capitanía de Puerto, Servicio Nacional de Pesca y Dirección de Obras Portuarias.
Además, el otorgamiento de la concesión marítima está sujeto al pago de una renta, pues se trata de un título esencialmente oneroso; y el monto puede aumentar si existe infraestructura portuaria de apoyo para la pesca artesanal. Solo será gratuito en el caso de una destinación a entidades públicas para el cumplimiento de fines específicos; ello, a diferencia del convenio de uso, el cual es por esencia gratuito. Por lo demás, el gasto se halla contemplado en el presupuesto de todos los sindicatos de pescadores, que ya lo tienen asumido.
A lo anterior hay que agregar que no existe una regulación clara y especial que fomente el progreso de la actividad pesquera artesanal y proyecte una mirada integral con respecto al uso de la caleta para permitir el desarrollo de otras actividades relacionadas con ese tipo de pesca. Solo se dispone de recursos entregados por el Fondo de Administración Pesquero y el Fondo de Fomento para la Pesca Artesanal, cuyo otorgamiento se sujeta a la discrecionalidad de cada organización.
Por otro lado, existe incertidumbre en cuanto a si los convenios de uso se encuentran o no protegidos por la garantía constitucional del derecho de propiedad del artículo 19, N° 24°, de la Carta Fundamental.
Hoy día nadie duda de que las concesiones marítimas se hallan protegidas por la Constitución Política, lo cual resulta beneficioso para los pescadores frente a los actos irregulares de la Administración.
En cambio, tratándose de los convenios de uso no queda del todo claro si otorgan derechos protegidos por el citado precepto constitucional o, al contrario, solo emana de ellos un mero precario sustentado en la tolerancia de la Administración o en la mera discrecionalidad.
En otro orden de ideas, consideramos que el ente que tendrá la tutela de la concesión marítima (el Servicio Nacional de Pesca), si aparte ser un órgano fiscalizador presidirá el Comité Intersectorial, se transforma en juez y parte. En definitiva, se trata de una forma de estatizar la administración por la vía de restarles injerencia a los dirigentes de las organizaciones, quienes conocen directamente las necesidades de sus bases.
Para el objeto de lograr una efectiva implementación de la ley en proyecto, estimamos necesario que se defina qué se entiende por infraestructura portuaria en una caleta pesquera artesanal, como asimismo que se precisen muy bien los ámbitos de competencia de la Comisión Intersectorial y de sus integrantes.
Igualmente, hay que contar con una nómina nacional de peritos técnicos certificados, quienes deberán demostrar competencias para apoyar a la mencionada Comisión en la resolución de diversos aspectos técnicos y en el establecimiento de mecanismos de regulación de los procesos y de mediación para lograr acuerdos entre las organizaciones interesadas en la asignación de las caletas.
Asimismo, nos parece que debe implementarse un reglamento de operación de la Comisión Intersectorial donde se consigne la participación de un representante del sector pesquero artesanal en la referida instancia, lo que tiene que traducirse en una real gobernanza en la administración de cada caleta.
En síntesis, aunque este proyecto se encuentra bien inspirado, en nuestro concepto presenta serias falencias y debilidades, que espero sean corregidas en los siguientes trámites constitucionales.
Nos habría gustado que la iniciativa que nos ocupa hubiese vuelto a Comisión para un nuevo segundo informe. Ya no tenemos tiempo para eso. Pero, sí, exigimos que se respete el principio de que las caletas deben ser para los pescadores artesanales.
Comenzamos a trabajar dicho principio durante el Gobierno del Presidente Piñera. De este modo, tras un proceso que lideré, logramos que al comenzar el nuevo mandato de la Presidenta Bachelet se entregara la primera concesión, que recayó en el sindicato de pescadores de la caleta Portales. Y así sucesivamente en las restantes caletas de la Región de Valparaíso.
Señor Presidente, le pido que me conceda un minuto más.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Lo tiene, Su Señoría.
El señor CHAHUÁN.- Gracias.
Señor Presidente, en esta materia se requiere generar un cambio.
Nosotros le planteamos al Ministerio de Economía la posibilidad de avanzar en la regulación de las macrozonas.
Hoy día los pescadores artesanales de nuestra Región, particularmente los de San Antonio, sufren de brazos caídos pese a tener la biomasa al frente. ¡Pero las cuotas son de Concepción...!
Por eso, debe haber un cambio en la orgánica de las macrozonas.
Para sostener aquello nos amparamos fundamentalmente en el trabajo que hemos realizado de modo permanente con los pescadores artesanales de la Quinta Región, quienes sufren y miran para el lado cuando se les entregan bonos de mitigación en el caso de la extracción de merluza. Esos trabajadores han debido dedicarse actualmente a la pesca de jibia, recurso que antes consideraban una maldición, pero que hoy significa para ellos una bendición, ya que les permite sostener su actividad y subsistir.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Larraín.


El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, este proyecto, como ya se ha expresado, tiene una finalidad extraordinariamente valiosa y positiva: regularizar la situación de muchas caletas pesqueras que, además de la irregularidad que las afecta, no tienen facilidades para desarrollar actividades conexas con la pesca artesanal que les permitan mejorar sus ingresos y los de su grupo familiar.
En Chile, de acuerdo con la información entregada en la Comisión, existen 564 caletas, de las cuales 461 son permanentes y 103 tienen carácter más bien de fondeadero o de ocupación temporal. Empero, de las 461 permanentes, solo 64 tienen concesiones y 397 no poseen un derecho de administración formal.
Por tales razones, el proyecto que nos ocupa es necesario, pues precisamente contribuirá a regularizar la situación de las caletas artesanales.
En nuestra Región, la del Maule, no hay muchas caletas, en comparación con otras Regiones, como la Octava o la Décima, donde aquellas tienen una presencia muy significativa. Pero las existentes en la Séptima Región, en la costa del Maule, son importantes, sobre todo porque los pescadores son como pymes artesanales, al revés de lo que sucede en regiones donde los pescadores artesanales son de mediana empresa para arriba. Yo estoy hablando de embarcaciones de doce metros de eslora; por tanto, enfrentamos una situación con bastantes más dificultades.
En tal sentido, son muy relevantes la regularización y, al mismo tiempo, la existencia de un marco jurídico claro para permitir que en las caletas se establezca otro tipo de actividades (léase restoranes, desembarque de productos directamente en el mar, etcétera) que de alguna forma ayuden a mejorar la situación de los pescadores, a la participación más directa de ellos en la cadena de comercialización en los puntos de desembarque, en fin.
Por esas razones, señor Presidente, vamos a apoyar esta iniciativa, a pesar de una serie de inquietudes que se han levantado.
Yo voy a referirme solo a una de ellas, que deriva de lo que establece el artículo 10, donde se dispone la existencia de una Comisión encargada de aprobar o rechazar el Plan de Administración.
Según el proyecto aprobado en general, integraban dicha Comisión el Director Regional de Pesca y Acuicultura; el Director Zonal de Pesca; un representante de la Secretaría Regional Ministerial de Economía, Fomento y Turismo; un representante de la Dirección de Obras Portuarias, y un representante de la municipalidad respectiva, al que se eliminó en la Comisión de Hacienda.
La composición del órgano intersectorial que ayudará a integrar y coordinar los esfuerzos necesarios me lleva a advertir -y mi preocupación apunta en esa dirección- que terminará formado por puros funcionarios públicos, y eso abre el riesgo de la politización. Creo que aquí hay algo por revisar. Me parece que no es el mejor camino. Y el Senador señor Moreira y otros han hecho presente su inquietud al respecto.
Por lo tanto, valorando, como digo, el esfuerzo que permite regularizar las caletas de pescadores, quiero hacer mía la inquietud que se plantea desde el momento en que una entidad tan importante puede presentar una mirada demasiado administrativa, discrecional, y susceptible, entonces, de influencias políticas. Abogo por una labor de corrección para asegurar que efectivamente pueda cumplir sin dificultades sus objetivos.
Con todas estas consideraciones, vamos a ir aprobando, por cierto, los distintos aspectos en cuestión.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Ignacio Walker.


El señor WALKER (don Ignacio).- Señor Presidente, la verdad es que la pesca artesanal -por lo menos, en la Región de Valparaíso, a la que tengo el honor de representar- prácticamente está aplicando estrategias de sobrevivencia, dada la situación más global, más macro, respecto de las pesquerías, de la biomasa, pero asimismo ante realidades muy particulares.
Mi circunscripción comprende quince caletas de pescadores artesanales, incluidos Los Molles, Pichicuy, Salinas de Pullally, Papudo, Zapallar, Cachagua, Maitencillo, Ventanas y las cuatro de Quintero. Cuando uno conversa con ellos -estuve el sábado en Horcón-, se impone de que básicamente se están manteniendo sobre la base de la explotación de algas y jibias, por ejemplo, en la medida en que muchas de las pesquerías van desapareciendo o hay veda o se registran circunstancias adversas.
Sobreviven también -es preciso decirlo- por las áreas de manejo, una iniciativa muy importante, desde el punto de vista legal, institucional, a comienzos de los años noventa: locos, erizos, lapas, en fin. Son como parcelas en el mar.
Claro que ahí surge la cuestión de la fiscalización, del cuidado del sector, que no puede recaer enteramente en los propios pescadores artesanales. Para qué hablar de la zona de Puchuncaví y Quintero, donde hay diecisiete industrias, muchas de ellas contaminantes, con el problema consiguiente, que ha sido público y notorio, y el menoscabo que ha significado para ellos.
Cierto: en la Ley de Pesca se otorgó una milla exclusiva para las embarcaciones de menos de doce metros de eslora, pero eso es, con frecuencia, más nominal que real.
Entonces, el sector está viviendo -repito- situaciones verdaderamente muy complejas, lo que también dice relación con el resto de la Región de Valparaíso hacia el sur.
En ese contexto, creo que el proyecto es un paso correcto y adecuado en la dirección necesaria, oportuno. Por supuesto que es posible mejorarlo: se halla en el segundo trámite. Evidentemente que se puede precisar incluso un tercer trámite para aclarar algunos aspectos mencionados aquí.
¿Cómo se podría desconocer el avance con relación a lo ya existente? A la destinación que el Ministerio de Defensa Nacional le hace a SERNAPESCA le estamos agregando un convenio de uso entre este último organismo y cada una de las caletas, por un plazo de treinta años, renovable, a título gratuito. Hoy existe un cobro por las destinaciones. A menudo, cuando se deja de pagar, puede tener lugar la caducidad. Eso desaparece. ¿Cómo no vamos a valorarlo?
Entonces, a mí me parece que el sistema que se está diseñando apunta en la dirección correcta.
A veces surgen conflictos en las caletas cuando hay más de una organización, sea sindicato o cooperativa. Se contempla un mecanismo de resolución que es preciso utilizar.
Mas insisto en el beneficio directo que el uso implica para ellas por las actividades productivas, turísticas y gastronómicas, por ejemplo. Contarán con más autonomía, con más peso, en consecuencia, para poder administrar como corresponde.
Y hay muchas otras iniciativas. Por ejemplo, la Dirección de Obras Portuarias está realizando una labor muy importante, desde el punto de vista de la infraestructura.
Ya se licitó la construcción de la nueva caleta de El Quisco, donde me he encontrado varias veces con sus pescadores; con Natalia Carrasco, su alcaldesa. Son tres mil millones de pesos.
En el mejoramiento de Pichicuy se están invirtiendo seiscientos millones de pesos.
Al futuro muelle de Ventanas, en la comuna de Puchuncaví, se destinan dos mil millones de pesos.
Y a una obra equivalente para Horcón, en la misma comuna, se le asignan mil millones de pesos.
Todo ello va configurando un sistema en beneficio de una pesca artesanal muy deteriorada y que recurre frecuentemente a estrategias de sobrevivencia.
Por eso, vamos a votar a favor, ya que el articulado, sin ser perfecto y siendo todavía susceptible de un mejoramiento, constituye un avance en beneficio de los pescadores artesanales.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, sin perjuicio de aprovechar la presencia del Ministro de Economía, del Subsecretario de Pesca y del Director de SERNAPESCA, votaré a favor.
Me parece muy relevante adelantar en la materia, pero estimo que se necesita un enfoque más sistémico. Estamos haciendo referencia al ecosistema marino, y, lamentablemente, hemos venido aplicando políticas compartimentadas -es decir, para los grandes industriales, para los artesanales, para los que poseen botes de una determinada eslora-, en circunstancias de que todo tiene que estar unido.
Evidentemente, tenemos que avanzar en el sentido de que las concesiones de pesca se entreguen en el futuro en función de criterios que se relacionen justamente con la sostenibilidad, con el valor agregado.
¿Cuál es el desafío venidero de un país como Chile, que es más mar que tierra?
Parto por consignar que la posibilidad de una humanidad con mejores condiciones de vida va a pasar, en el planeta entero, por el ecosistema marino. Por lo tanto, es fundamental protegerlo, ya que es donde se desenvuelven las actividades de que se trata.
Hoy día, ese ámbito es un verdadero basural: recibe el contenido de todos los ríos contaminados. Los plaguicidas y fungicidas que se aplican en la agricultura terminan todos en el mar. Y, por desgracia, los emisarios de alcantarillado se internan bajo las aguas. Mas no concebimos nuestro ecosistema marino como un gran basurero.
En seguida, toda la labor extractiva está explotando los recursos por sobre la capacidad de reproducción. Vivimos una crisis biológica ante la captura de especies que no son capaces de multiplicarse de manera adecuada. ¡Eso es una realidad, no solo en Chile, sino también en el mundo entero!
¿Qué pasa cuando se llega a tal punto? Se generan problemas ecosistémicos. Si se sobreexplotan los peces, que se alimentan de zooplancton, este último crece, lo que se traduce, a su vez, en la depredación del fitoplancton, del cual se alimenta. Y el fitoplancton contribuye a la captura del CO2 de la atmósfera y a la liberación de sulfuro de dimetilo, que permite las nubes. Es decir, se impacta no solo en aumentar el cambio climático, en no producir oxígeno, sino también en que no haya un núcleo o una condensación para que se formen nubes. Eso genera sequía, disminución del efecto albedo e incremento del cambio climático. Se puede ver cómo todo se halla interrelacionado.
Debiéramos contar con políticas que considerasen lo anterior, así como con otras que apuntaran, por ejemplo, a otorgar concesiones en función de más valor agregado. La alimentación del futuro es EPA y Omega-3. Chile dispone de las mayores concentraciones en el planeta. Cabe entregarles las concesiones, entonces, a quienes estén dispuestos a actuar sobre la base de más valor agregado, a operar con artes de pesca menos invasivas, a ceñirse a mejores leyes laborales, etcétera.
Y es preciso compatibilizar lo anterior, al mismo tiempo, con la acuicultura, que ha sido una gran depredadora de las oportunidades del mundo artesanal, porque, evidentemente, las condiciones en que se desarrolla destruyen los ecosistemas. Cuando se liberan peces, muchas veces devoran al resto de los habitantes que forman parte de ese ámbito.
Por ejemplo, estamos lanzando cerca de 500 mil kilos de antibióticos todos los años, de manera indiscriminada, a la crianza del salmón. Y eso está afectando a toda la biología, porque genera una resistencia que finalmente repercutirá en los seres humanos. El ochenta por ciento de tales sustancias que se usan en Chile se destinan a la producción animal.
En consecuencia, es necesario considerar todos estos aspectos, porque se está afectando también a la pesca artesanal. Todo está vinculado. Nada se halla separado.
Los seres vivos tienen en sus cuerpos -incluido el hombre, desde luego- más bacterias que células propias: los llamados "biomas", que determinan las enfermedades, son un segundo cerebro y forman parte del sistema genético, los cuales están siendo totalmente alterados por el uso indiscriminado de antibióticos.
Además, estamos seleccionando las bacterias más resistentes a estos últimos. Cada día las entrenamos para ello. Estamos llegando a una era posantibiótica. Pero asimismo fragilizamos todos los ecosistemas vivos, porque hasta los sistemas vegetales presentan biomas y conviven con bacterias que están siendo objeto de un cambio.
Pienso que tiene que haber, por lo tanto, una mayor preocupación.
Al mismo tiempo, si en el siglo XXI la pesquería artesanal no cuenta con tecnología, cerca del treinta por ciento de la captura se malogra ante la falta de una cadena de frío, por ejemplo.
Evidentemente, una política inteligente es transformar a Chile en una potencia alimentaria en estos recursos. Además, son carísimos para la población, porque tiene que haber mayor disponibilidad, más sostenibilidad y tecnología que impida la pérdida por no disponer los botes de condiciones sanitarias y de preservación adecuadas.
A mi juicio, el proyecto constituye un gran avance, pero queda todavía mucho por hacer.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueban las enmiendas unánimes acordadas por las Comisiones de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura y de Hacienda, dejándose constancia, para los efectos del quorum constitucional requerido, de que se registran 27 votos a favor y una abstención.
Votaron las señoras Muñoz y Lily Pérez y los señores Allamand, Araya, Bianchi, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Hernán Larraín, Letelier, Matta, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
Se abstuvo el señor Chahuán.