Click acá para ir directamente al contenido
NUEVO GOBIERNO CORPORATIVO DE EMPRESA NACIONAL DEL PETRÓLEO


El señor GIRARDI (Vicepresidente).- En conformidad al acuerdo de Comités, corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece un nuevo gobierno corporativo de la Empresa Nacional del Petróleo, con informe de la Comisión de Minería y Energía, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.545-08) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 73ª, en 13 de diciembre de 2016 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Minería y Energía: sesión 1ª, en 14 de marzo de 2017.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El objetivo principal que se persigue es modernizar la ENAP al conferirle un nuevo gobierno corporativo y una nueva forma de dirección, en procura de mejorar su gestión, administración y resultados.
La Comisión discutió la iniciativa solo en general y, por la unanimidad de sus miembros, Senadora señora Allende y Honorables señores García-Huidobro, Guillier, Pizarro y Prokurica, aprobó la idea de legislar.
Cabe consignar que el nuevo inciso quinto del artículo 2 -la norma es propuesta por el número 1, letra b), del artículo único- tiene carácter orgánico constitucional, por lo que requiere 21 votos para su aprobación.
El texto propuesto se transcribe en el primer informe y en el boletín comparado a disposición de Sus Señorías.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Puede intervenir el Senador señor Coloma.
El señor COLOMA.- Señor Presidente, pido abrir la votación y asignarle diez minutos a cada Senador, lo que me parece razonable.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, se procederá en esos términos.
Acordado.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, usaré de ella, en mi calidad de Presidenta de la Comisión de Minería y Energía, a fin de informar acerca de la iniciativa y posteriormente daré a conocer mis opiniones.
El proyecto, iniciado en mensaje, se discutió solo en general, como se expresó, comprometiéndose los representantes del Ejecutivo a formar una mesa de trabajo, integrada por asesores parlamentarios y especialistas, destinada a concordar un conjunto de indicaciones que perfeccionen las normas y den cuenta de las inquietudes planteadas.
Para ilustrarse en relación con el asunto, el órgano técnico escuchó a representantes de los Ministerios de Energía y de Hacienda, de ENAP, de los trabajadores, del gobierno corporativo de CODELCO, del mundo académico y de centros de investigación.
El propósito de modernización al cual se ha hecho referencia forma parte de la Agenda de Energía del Gobierno, instrumento que permitió constituir un plan de acción a largo plazo para disponer de energía confiable, sustentable y a precios más razonables. Se busca transformar la ENAP en una compañía robusta que sea capaz de erigirse en un actor sólido y con protagonismo en los desafíos energéticos del país. Es interesante que esté trabajando ahora en energías renovables no convencionales.
Se trata de una empresa creada en 1950 y modificada en ocasiones puntuales. Si bien ha mantenido su estructura original, ello no le ha impedido posicionarse como un pilar en el desarrollo de la explotación de hidrocarburos, así como en la ejecución, operación y mantención de refinerías a lo largo del país, y desempeñar un rol en el desenvolvimiento de la industria del sector en la Región de Magallanes.
Es destacable que en los últimos años la entidad haya logrado resultados financieros positivos, lo que permite una visión optimista respecto a la concreción de mejoras en la gestión y en la obtención de buenos logros operacionales.
Es oportuno recordar que en 2014 se propuso ampliar el giro de la ENAP a fin de permitirle ingresar al rubro de la generación de energía eléctrica. Aun cuando la idea ha sido beneficiosa, los esfuerzos desplegados no serán suficientes si no se avanza hacia un nuevo gobierno corporativo, que asigne correctamente poderes y responsabilidades, según exigentes estándares internacionales, entre el directorio, la administración y el propietario.
Cabe precisar que, en la actualidad, el concepto de gobierno corporativo no solo engloba reglamentos, sino también una disciplina empresarial destinada a mantener una relación estable y productiva entre los participantes de cualquier organización.
En este marco, el proyecto no solo cumple con el compromiso de Chile de hacerse cargo de las recomendaciones de la OCDE en materia de administración de empresas públicas, sino también con la experiencia y los aprendizajes obtenidos en las modificaciones en otros gobiernos corporativos, cual es el caso concreto de CODELCO.
Como lo hicieron presente representantes del Gobierno, la iniciativa se ha formulado sobre la base de un proceso de diálogo y trabajo conjunto con los trabajadores, destinado a conocer sus opiniones y visiones respecto a la modernización y los cambios de los que debe ser objeto la empresa. Ello garantiza la necesaria pluralidad de pareceres y voces en la elaboración de la legislación a la que quedan sometidas las instituciones del Estado.
Es dable advertir que el texto contempla también, en respuesta al compromiso asumido en la Agenda de Energía, una autorización para proceder a la capitalización de la ENAP hasta en 400 millones de dólares. Estos recursos son necesarios para cumplir con el objetivo de fortalecimiento de la entidad y enfrentar las decisiones de inversión planteadas en el nuevo gobierno corporativo.
Por último, mencionaré algunas consideraciones que inspiraron la iniciativa:
-El Gobierno no debe involucrarse en la gestión cotidiana de la empresa, razón por la cual se le confiere a esta una autonomía operativa para alcanzar sus objetivos y al directorio se le ha de permitir el ejercicio de sus funciones bajo condiciones de independencia.
Al efecto, se proponen modificaciones tanto en el funcionamiento como en la forma en que los distintos estamentos se relacionan entre sí. Ello implica el establecimiento de una junta de accionistas similar a la de las sociedades anónimas abiertas, en la cual quedan radicadas las facultades de gobierno, administración y fiscalización; la sujeción a las normas de la Ley sobre Sociedades Anónimas y a la fiscalización de la Superintendencia de Valores y Seguros; el establecimiento de nuevos instrumentos de planificación corporativa, mediante un Plan de Desarrollo y Negocios por implementarse quinquenalmente y que incluirá al menos objetivos, metas de rentabilidad e iniciativas de inversión y desarrollo, y la exclusión del Ministro de Energía como integrante del directorio.
-Se deben contemplar requisitos, inhabilidades e incompatibilidades para ser director, a fin de prevenir conflictos de interés en el uso de información privilegiada, y exigir a los directores guardar reserva de los negocios de la empresa y sus filiales.
En este ámbito, el proyecto procura alcanzar un gobierno y una administración profesionales, para lo cual se les hacen aplicables a los directores de la ENAP, al gerente general y a los principales personeros de su plana ejecutiva las normas sobre responsabilidad, atribuciones, deberes, derechos, prohibiciones, inhabilidades e incompatibilidades de los gerentes en la Ley sobre Sociedades Anónimas.
Concluyo señalando que, según lo advierte el informe financiero, el proyecto generará un efecto potencial positivo en materia de ingresos fiscales en la medida en que la empresa produzca utilidades mayores a las previstas y estas sean retiradas por el Fisco.
En cualquier caso, debe consignarse que la ENAP todavía arrastra pérdidas tributarias causadas por las mermas de los años 2008, 2011 y 2012. Como los eventuales gastos asociados a la implementación del gobierno corporativo no son de su propio cargo, no existen efectos en esta materia. Si bien hay un aporte de capital requerido del Tesoro Público hasta por 400 millones de dólares, se trata de transacciones de activos financieros que no se contabilizan como gasto público.
Cabe indicar, señor Presidente, que este proyecto de ley fue aprobado por la unanimidad de los miembros de la Comisión que presido. Por lo tanto, sugiero a la Sala acoger la idea de legislar.
Muchas gracias.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Prokurica.


El señor PROKURICA.- Señor Presidente, me ha tocado estudiar, en mi largo período parlamentario, las modificaciones a los gobiernos corporativos de empresas del Estado. Participé en las relativas a CODELCO, como Diputado primero y después como Senador.
Hoy nos corresponde analizar esta iniciativa, que propone modificar el actual gobierno corporativo de ENAP, sacando a los Ministros (es lo que se hizo en CODELCO originalmente), incorporando la Alta Dirección Pública e integrando a un representante elegido por los trabajadores.
El Estado de Chile creó la Empresa Nacional del Petróleo el 19 de junio de 1950, con la publicación de la ley N° 9.618. Esto, tras el descubrimiento del primer pozo petrolífero del país, en el sector Springhill, en Magallanes, el 29 de diciembre de 1945.
Fue así como en 1954 la ENAP puso en marcha la Refinería de Petróleo de Concón -hoy Refinería Aconcagua-, la primera del país. Luego, en 1959, se levantaron las primeras instalaciones logísticas para almacenamiento, distribución y transporte de combustibles refinados en Maipú. Al año siguiente se construyó el terminal marítimo de San Gregorio, en Magallanes.
Señor Presidente, ENAP es una empresa extraordinariamente importante para Chile. Es el principal proveedor de combustibles de nuestro país. Hace pocos días la compañía informó que entre enero y diciembre de 2016 anotó una utilidad de 182,6 millones de dólares y los costos bajaron en 1.038 millones de dólares -es decir, en 18,2 por ciento- respecto del 2015.
Este proyecto de ley persigue dos objetivos: modificar el actual gobierno corporativo de la Empresa Nacional del Petróleo y, además, capitalizarla en 460 millones de dólares.
En mi experiencia legislativa, tanto en la Cámara como en el Senado, me ha tocado trabajar -como dije- en el tema de gobiernos corporativos de empresas estatales. Considero que ha sido una experiencia positiva y es bueno que podamos implementarla. Está pendiente -y se lo hago presente aquí al Ministro de Energía, aunque él no es el responsable- el nuevo gobierno corporativo de la Empresa Nacional de Minería.
Sin embargo, tengo ciertos reparos sobre la iniciativa que hoy día discutimos. En primer lugar, porque ENAP no es una empresa cualquiera. Si miramos su currículo, nos damos cuenta de que tiene un pasado lleno de abusos, de irregularidades, como fueron los casos del desmalezamiento, del pago de indemnizaciones millonarias, de los viajes de ciertos ejecutivos al Caribe.
Además de esas situaciones, al sacar una radiografía financiera de ENAP, se ve que esta tiene un patrimonio de 400 millones de dólares y una deuda que se encamina a los 4 mil millones de dólares.
¿Cómo se ha generado esa deuda? Las autoridades lo han planteado: mil millones de dólares se explican por su decisión de importar petróleo -es algo que no quisieron hacer los privados- cuando Argentina nos cortó el gas. De esa manera, las generadoras de gas pudieron funcionar con diésel, en ciclo combinado.
Fue una acción importante del Estado, a través de una de sus empresas. Pero esos mil millones de dólares se perdieron porque se cometió un error garrafal: no efectuar una operación de cobertura, que es lo que hace toda empresa en estos casos. Compró mucho petróleo diésel, este bajó y ENAP perdió mil millones de dólares.
No obstante, falta justificar los otros 3 mil millones, los cuales se han generado por las razones que expliqué recién: mala gestión. Pero las pérdidas no se entienden bien porque esta empresa es un monopolio natural.
En seguida, quiero destacar que este es un proyecto curioso, porque, por un lado, modifica el gobierno corporativo de la empresa, pero, por otro, la capitaliza en 460 millones de dólares.
Pero, ¡ojo!, no se trata de una capitalización como la que hemos hecho en CODELCO, donde la autorizamos a quedarse con recursos que genera ella misma. No. Quienes están viendo este programa...
El señor PIZARRO.- ¡Es una sesión, no un programa!
El señor PROKURICA.-... o esta sesión, como me dice el Senador Pizarro, deben saber que estos 460 millones de dólares van a salir del erario nacional.
¿Por qué me preocupa esto? Porque, si bien es cierto que nosotros, como Chile Vamos, como Renovación Nacional, vamos a votar a favor de la idea de legislar en esta materia, porque creemos positiva la modificación del gobierno corporativo, no hemos logrado que el Ejecutivo adquiera el compromiso de especificar en qué se van a gastar estos 460 millones de dólares.
¿Y por qué lo digo? Voy a poner solo dos ejemplos.
La semana pasada el Gobierno de la Nueva Mayoría anunció que va a rebajar los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional. Solo en la Región de Atacama se le van restar mil 800 millones.
En segundo lugar, a la Empresa Nacional de Minería, que es muy valiosa para la pequeña y mediana minería del norte del país, el Estado de Chile todavía no le devuelve los recursos que se utilizaron para sustentar tarifas el 2015.
O sea, no tenemos plata para la reconstrucción del centro sur del país, devastado por los incendios, y debemos recortarle los recursos al FNDR, al resto de las regiones; no tenemos plata para devolverle a la ENAMI, ¡pero sí la tenemos para capitalizar una empresa como la ENAP, en 460 millones de dólares!
Entonces, de repente uno encuentra cambiadas las prioridades. Me gustaría que las autoridades de Gobierno nos explicaran el criterio que se usa, por qué con algunas empresas sí y con otras no.
Para ser justos, señor Presidente -porque seguramente voy a ser el único parlamentario que hará críticas a la Empresa Nacional del Petróleo, que a mi juicio está extraordinariamente politizada-, quiero decir que las últimas tres administraciones, las dos bajo el Gobierno del Presidente Piñera y la actual del señor Tokman, han sido buenas. Fueron buenas la del señor Cox y la anterior (no recuerdo el nombre del ejecutivo). Han cuidado el patrimonio del Estado, han logrado mejores condiciones, no ha habido escándalos de mal uso de recursos. Y eso habla bien de este último período.
Sin embargo, quiero reflexionar como un chileno cualquiera, de la calle. Junto con el Senador Bianchi, les hemos hecho preguntas a los ejecutivos de la ENAP que han ido a la Comisión de Minería del Senado. Porque esta no es una empresa estatal cualquiera. El Banco del Estado o la ENAMI, por ejemplo, son utilizados por algunos chilenos, pero con ENAP todos tenemos contacto diario, ya que hay que estar echando combustible permanentemente. Por lo tanto, es un tema que nos preocupa a todos los chilenos.
Por mi parte, le he pedido a la ENAP que explique cómo es posible que cuando el precio internacional del barril de petróleo en el Golfo de México -es el parámetro que todos utilizamos en Chile- estaba en 147 dólares, la bencina costaba, para los mortales como nosotros, cerca de 900 pesos en la bomba.
Hoy día, ¿saben cuánto cuesta el barril? ¡Llegó a estar a 39 dólares! Ahora está en 50. ¿Y cuánto vale un litro de bencina? 740 pesos. ¡O sea, disminuyó a un tercio el valor original, pero al consumidor el costo no le bajó casi nada!
A mi juicio, la ENAP se justifica como una empresa estratégica, pero también como un organismo que tiene que defender a los consumidores y regular el precio de los combustibles.
¡Todavía nadie me ha podido explicar cómo es posible que el valor del barril de petróleo haya bajado a un tercio -incluso a un cuarto- y al chileno común y corriente, cuando va a la bomba bencinera, se le sigue cobrando un precio muy similar al anterior!
Pido un minuto más, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Lo tiene, señor Senador.
El señor PROKURICA.- Gracias, señor Presidente. ¡Ya se aprecia el trato que la nueva Mesa nos dará en las intervenciones!
Cabe destacar que vamos a votar a favor la idea de legislar, porque creemos que establecer un nuevo gobierno corporativo para ENAP es un paso adelante.
Por supuesto, nos preocupa la enorme cantidad de recursos de todos los chilenos que, mediante esta iniciativa, estamos inyectando a una empresa que habitualmente no ha tenido buen currículum. Aunque ha mejorado en el último tiempo, nos gustaría saber en qué se van a invertir esas platas.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Antes de que intervenga el próximo orador y aprovechando que aún disponemos de quorum suficiente, quiero solicitar a la Sala, precisamente para darle curso a este proyecto, que desde ya acordemos fijar un plazo para la presentación de indicaciones. Propongo el lunes de 10 de abril.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, la historia de la ENAP tiene directa relación con la Región de Magallanes, ya que el descubrimiento del primer pozo de petróleo del país, en el sector de Springhill en la isla de Tierra del Fuego el 29 de diciembre de 1945, dio origen a que el Estado de Chile se propusiera crear esta empresa, cuya fundación ocurrió oficialmente el 19 de junio de 1950, con la publicación de la ley Nº 9.618, como ya lo dijo el Senador que me antecedió en el uso de la palabra.
Por desgracia, la Región de Magallanes históricamente no ha recibido un justo reconocimiento por el inmenso aporte que ha efectuado al país con las reservas de hidrocarburos que posee (especialmente, de petróleo). Hoy día es bueno recordar que, en la década de los noventa, incluso hubo serios temores de que ENAP Magallanes cerrara definitivamente por la extinción de las reservas petroleras.
Afortunadamente, las nuevas tecnologías y todo lo que se ha podido realizar en esta materia han devuelto el interés de dicha compañía en la Región, sobre todo por sus reservas de gas, las cuales, según las prospecciones efectuadas, podrían garantizar el abastecimiento para todo el país, a lo menos, por los próximos treinta años.
Entrando al análisis del contenido de este proyecto de ley, señor Presidente, cabe señalar que, sin duda, desde hace mucho tiempo la ENAP requiere una profunda reforma en la línea de las recomendaciones efectuadas por el Banco de Desarrollo de América Latina, de manera de lograr una correcta asignación de poderes y responsabilidades entre el directorio, la administración y los propietarios de una empresa, para que de este modo el Gobierno no se involucre en la gestión cotidiana de ella, dándole autonomía operativa para alcanzar sus objetivos.
Todos sabemos que la ENAP desde hace muchos años, desafortunadamente -esto lo han señalado otros Senadores-, es el "botín" de algunos de los partidos políticos importantes de ambas coaliciones. De esta forma se beneficia a sus más distinguidos militantes con altos sueldos e indemnizaciones millonarias y con acceso a negocios también millonarios. A esos puestos se llega no muchas veces por mérito, sino simplemente por pertenecer a una tienda política, cuestión que, sin duda, ha traído un enorme daño a los intereses de la empresa y de nuestro país.
Mi preocupación es saber si con la presente iniciativa de ley estamos de verdad cambiando el oscuro panorama que ha tenido la ENAP en los últimos treinta años.
Tal inquietud se incrementa al constatar que lo que el proyecto propone es un sistema de designación de directores que cuenta con un alto contenido político. Se configura un directorio de siete miembros, en cuyo nombramiento interviene principalmente el Presidente de la República: nombra directamente a dos directores y a cuatro más a partir de una propuesta que le formula el Consejo de Alta Dirección Pública.
Claramente, este sistema de designación no asegura que los directores nominados posean el grado de independencia política que es mínimamente necesaria, ni garantiza de forma clara que estos cumplan con los requisitos profesionales o de experiencia especiales para ser director, ya que finalmente el Presidente de la República decidirá la nominación de seis de los siete integrantes del directorio.
Está bien; ahora no participará el Ministro de Energía. Pero estará ni más ni menos que el Presidente de la República decidiendo quiénes van a componer el directorio de esta importante empresa.
Sobre el director que es nombrado por los trabajadores también me quedan algunas dudas, ya que el sindicato de profesionales nunca podrá elegir a uno de sus miembros como director debido a su menor número de integrantes, lo cual sin duda debe revisarse a fin de que existan normas de proporcionalidad que aseguren una real posibilidad de participación de todos los sindicatos de trabajadores en la elección de dicho director.
Otro tema que es de mi mayor preocupación, señor Presidente, es la regulación relativa a los conflictos de interés de los directores de la referida empresa.
También es conocido por todos que muchos exdirectores de ENAP han pasado a formar parte de directorios de grandes empresas privadas ligadas al rubro de los hidrocarburos, quienes poseen mucha información importante, confidencial, reservada, estratégica, la que sin duda ha sido de gran utilidad para dichas compañías. De igual modo, muchos directores y gerentes han jugado por años a esta famosa "sillita musical", saltando desde el sector privado a puestos importantes en la ENAP, todo lo cual genera un muy oscuro panorama en el negocio de los hidrocarburos.
Muchas veces hemos podido presenciar verdaderos "milagros", como cuando el petróleo o el gas "aparece" apenas una empresa privada obtiene un contrato especial de operación, cuestión que obviamente es extremadamente grave.
En eso creo que es necesaria una mayor regulación sobre las incompatibilidades.
Además, quiero aprovechar el análisis de este proyecto de ley y la presencia del Ministro de Energía en la Sala para reiterar un asunto que ha sido de mi mayor preocupación, que dice relación con transparentar el valor de producción de boca de pozo que tiene el gas para ENAP en Magallanes y el valor en que la empresa le está vendiendo a Methanex dicho combustible. Esta inquietud, pese a mi insistencia por años, aún no ha sido clarificada ni trasparentada, lo que genera todo un manto de dudas respecto a los negocios y conflictos de interés que podrían existir en la relación entre la Empresa Nacional del Petróleo y Methanex.
Por último, quisiera hacer ver un importante tema, que se vincula con el subsidio que hoy le entrega el Estado de Chile a ENAP para la venta del gas domiciliario en mi Región, aporte que llega a una cantidad de 100 millones de dólares anuales.
En dicha materia también he intentado que exista una mayor transparencia en la relación entre dicho subsidio y el costo de producción que tiene ENAP, y que efectivamente el monto del subsidio responda a la cuantía necesaria para evitar un alza en los precios del gas domiciliario. Lamentablemente, en este tema, como en otros, todavía persisten las dudas y las sospechas.
Por todo lo anterior, señor Presidente, creo que en la discusión en particular será preciso perfeccionar y transformar de manera profunda esta iniciativa, de manera que la Empresa Nacional del Petróleo sea la compañía que lidere el desarrollo de la energía en nuestro país de forma eficiente, moderna y, sobre todo, transparente, privilegiando los intereses del país por sobre cualquier interés o negocio particular en este trascendental ámbito.
En los minutos que me quedan, deseo señalar que, para la Región de Magallanes, la ENAP reviste, sin duda, una importancia extraordinaria.
En los últimos años efectivamente ha habido mucha más eficiencia -¡hay que reconocerlo!- por parte de las administraciones y de los propios trabajadores. Se aprecia un incremento de producción, un desarrollo. De hecho, se han efectuado anuncios relevantes: todas las prospecciones realizadas garantizan que habrá gas, a lo menos, para treinta años o más.
Entonces, uno tiene que preguntarse por qué en esta materia, además de los combustibles, del gas, no existe una ENAP mucho más proactiva, que lidere todos estos procesos energéticos en el país. La pregunta que uno se hace es por qué Chile compra gas en otros lugares del mundo y no permite que Magallanes, a través de la ENAP, distribuya gas desde Quintero, a un valor menor, hacia el resto del país, lo cual es perfectamente posible.
El problema, señor Presidente, es que uno aprecia que existen enormes intereses en este ámbito.
Por lo tanto, dejo planteadas estas dudas. Como hay plazo de indicaciones hasta el mes de abril, vamos a presentar las que consideremos necesarias. La mayoría serán inadmisibles -lo tenemos claro-, pero veremos si el Gobierno pasa o no esta prueba de la blancura, de abrirse a transparentar mucho más lo que dice relación con el directorio, con la capitalización y con todas las acciones futuras de una empresa tan importante para nuestro país en materia de energía.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, comprendo que el objetivo de reformar el gobierno corporativo de ENAP es para mejorar su gestión, su administración y sus resultados. Por eso, me parece evidente que no puede formar parte del directorio de esta empresa del Estado un representante de la SOFOFA, en la cual participan empresas del rubro, como COPEC.
Es conveniente también que los ministros de Estado no se involucren directamente en la gestión de las empresas públicas.
Un directorio que combine adecuadamente la representación de los intereses del dueño -el Fisco, en este caso- con la experiencia profesional y la competencia en el rubro, es fundamental para modernizar los procesos de toma de decisiones dentro de la empresa.
Estos cambios van en línea con el nuevo papel que ha ido asumiendo ENAP, en el marco de la agenda energética de nuestro país, que se vio reforzado con la ampliación del giro que aprobamos hace poco tiempo para que pudiera participar en el mercado de generación eléctrica.
No obstante, tengo mis reservas con algunos excesos que a veces cometemos en nombre de la modernización.
Por ejemplo, estoy de acuerdo en que el Gobierno no intervenga en la gestión cotidiana de la empresa, pero no puedo entender que se erija, como principio inviolable, su independencia respecto del Ministerio de Energía.
Hay que recordar que a mediados de la década pasada el país enfrentó una grave crisis energética después de la interrupción del suministro de gas natural por parte de Argentina.
En ese marco, el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos tomó la decisión estratégica de construir el Terminal de Gas Natural Licuado (GNL) de Quintero, el cual fue encargado a la Empresa Nacional del Petróleo, la que, en asociación con privados, logró concretar esa gran obra de infraestructura, que desde entonces ha cumplido un rol muy importante en el suministro energético del país.
Entonces me pregunto: si hubiera total independencia de un directorio respecto del gobierno de turno, ¿cómo podría asegurarse la ejecución de ciertas decisiones estratégicas que pueden ser de interés general?
Yo creo que, más que impedir la influencia del Estado, del Gobierno en este caso, en algunas decisiones de la empresa, lo que debe hacerse es regular adecuadamente los mecanismos para que ello ocurra en forma transparente, con preeminencia del interés general, pero también con el debido cuidado del interés de la empresa.
Por otro lado, ha sido un objetivo de la Presidenta Bachelet -con el que estoy de acuerdo- que los directorios de empresas públicas reflejen de mejor modo las diferentes sensibilidades que existen en la sociedad, lo que debe expresarse, especialmente, en una mayor presencia femenina en los cuerpos directivos.
Apoyo esa idea, pero creo que no es solo una cuestión de género.
Me parece un gran avance que el proyecto permita institucionalizar la participación de un representante de los trabajadores en el directorio, lo que hasta ahora ocurría solo de manera informal, nombrándoselo dentro de los cupos de la CORFO.
Pero poco hemos avanzado en las empresas del Estado en la representación de la visión de los territorios donde actúan estas empresas.
CODELCO desarrolla su actividad en el centro y el norte del país. Es ahí donde tienen influencia directa sus proyectos de inversión; es ahí donde viven, mayoritariamente, sus trabajadores y sus familias; es ahí donde tienen sus instalaciones sus colaboradores.
Alguien en el directorio debe tener una especial sensibilidad con estas comunidades.
En el caso de ENAP, esta ha desarrollado históricamente sus actividades en las Regiones de Magallanes, Biobío y Valparaíso, cuyas miradas, me parece, deben tomarse en cuenta en la dirección de la empresa.
Naturalmente, todo miembro del directorio, en el ejercicio de su cargo, se debe al interés general y al de la empresa y no al interés de un grupo en particular.
Pero es importante recoger las diferentes sensibilidades que existen en la sociedad. Como se ha dicho por diferentes actores, en los tiempos que corren cada vez más las empresas basan su éxito en la visión que de ellas se tiene por parte de la comunidad, y esta es, por tanto, una variable clave en su gestión.
Por último, creo muy importante el aporte de hasta 400 millones de dólares que el proyecto contempla para la capitalización de ENAP. Y por eso no estoy de acuerdo con algunas expresiones escuchadas en este Hemiciclo.
¡Cómo podemos pedir eficiencia y productividad a una empresa y, al mismo tiempo, negarle recursos e impedir el avance de sus proyectos de inversión!
Es hora de dejar atrás temores infundados y resabios ideológicos extremos.
Hay que apoyar sin reservas a nuestras empresas. ¡Como se hace en todas partes del mundo!
La disponibilidad segura y a bajo costo de energía es un factor estratégico para todo el país. Y Chile, en particular, pobre en hidrocarburos, debe seguir contando con una empresa sana, robusta y moderna que, garantizando el suministro de energía, contribuya al desarrollo de todas las actividades de nuestro territorio.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Está inscrito a continuación el Senador señor García-Huidobro.
No se encuentra en la Sala.
Por lo tanto, tiene la palabra la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, quiero reiterar lo que ya señalé en el informe que rendí en nombre de la Comisión en cuanto a que son muy importantes las recomendaciones de la OCDE.
Justamente, uno de sus principales y permanentes comentarios ha sido que necesitamos mejorar la gestión (entiéndase gobiernos corporativos) de nuestras empresas estatales. Son recomendaciones sobre las normas que rigen los mecanismos, los procesos y las relaciones a través de los cuales los distintos estamentos de gobernanza de una empresa se relacionan; en concreto, el directorio, la junta de accionistas y la administración de la empresa.
Estas recomendaciones respecto del gobierno corporativo son, reitero, muy importantes. Ya hemos tenido la experiencia. Fue bien interesante observar en la Comisión lo que nos transmitió Óscar Landerretche como presidente del directorio de CODELCO acerca de lo que ha sido para la empresa ("un antes y un después") a raíz del gobierno corporativo, cómo este ha permitido tener mayor independencia y manejar mejor la gestión.
De hecho, mencionó algunas sugerencias que son atendibles y que el Gobierno -aprovecho de saludar al Ministro de Energía, don Andrés Rebolledo, que nos acompaña- debiera estar listo para escuchar, porque se trata de experiencias valiosas.
Una de las que señaló el señor Landerretche, entendiéndose como "un antes" y "un después" y lo importante que ha resultado el gobierno corporativo, es que ojalá el número de miembros de los directorios no fuera tan estrecho, porque, en el caso de CODELCO, ha habido dificultades si alguien se encuentra enfermo, o viajando, para alcanzar el quorum necesario para funcionar.
Y también es importante separar el ciclo en la elección de los directorios y el ciclo presidencial, de manera de generar mucho mayor autonomía y no una dependencia directa de quien en su momento se transforme en Presidente o Presidenta de la República.
Obviamente, todos entendemos que las personas que participan en la administración actúan pensando en la tremenda responsabilidad que significa dirigir una empresa pública y no en la defensa de sus intereses particulares.
Además, quiero agregar que el presidente del directorio de CODELCO nos señaló que para ellos la experiencia de haber contado con el aporte de un representante de los trabajadores -en este caso nos estamos refiriendo concretamente al Presidente de la Federación- fue extremadamente positiva. A diferencia de lo que mencionó otra de las personas invitadas en cuanto a un posible conflicto de interés, ese representante ha sido un aporte, por su dilatada experiencia, para la resolución o clarificación de temas relevantes para la proyección, la gestión y los planes y proyectos estratégicos.
El sometimiento a la supervigilancia de la Superintendencia de Valores y Seguros, la reducción de la influencia política en la gestión de las empresas, el establecimiento de directorios independientes, obviamente que es importante.
Aquí se mencionó que el representante laboral ha participado durante muchos años por la vía de la CORFO. Pero no hay duda de que su aporte ha sido relevante, ya que se trata de un gran conocedor de la vida cotidiana de la empresa, radicado en esta y que ha trabajado en sus distintas áreas. Sin embargo, distinto es que se contemple un representante laboral propiamente tal, lo que a mi juicio nos hace bien. Los trabajadores propondrán a una persona determinada en base a la proporción de afiliados a los sindicatos, cuestión con la que estoy de acuerdo.
Ahora, ¿cómo destacar esta ampliación de giro de ENAP, que me parece de gran relevancia? Hoy día la empresa pretende incursionar en geotermia y de hecho está asociada para su explotación. Y es muy importante que le vaya bien, pues sería el primer proyecto de ese tipo en Chile con resultados concretos.
Hasta ahora se ha hablado de geotermia, de las potencialidades que implica. Chile es un país privilegiado, por sus condiciones geográficas: tiene volcanes y, por lo tanto, un gran potencial para el desarrollo de esta clase de energía. Sin embargo, nunca lo ha logrado, porque las exploraciones resultan extremadamente caras y riesgosas y no existe siempre disponibilidad de los bancos para hacer préstamos.
Entonces, considero que ampliar el giro de ENAP y que hoy esta se encuentre asociada resulta muy importante, así como también lo que está construyendo en su propia región. O sea, en la actualidad la empresa está utilizando tecnologías de vanguardia que implican un tratamiento distinto, como el shale gas, lo cual nos permite ser mucho más productivos y nos ayudará, ojalá en forma creciente, a ir disminuyendo lo que hasta ahora ha significado un alto costo para toda la nación. Me refiero al subsidio -legítimo, por cierto- al gas en la Región de Magallanes.
A mí me parece que cuanto más produzca ENAP, cuanto más desarrolle su potencial, tanto mejor para ella y para el país.
Y así como destaco el rol de los trabajadores, también aplaudo el esfuerzo realizado por las últimas administraciones: la pasada y la actual. Hoy la empresa presenta números azules en sus informes. Sabemos que tiene una deuda importante, que se debe, por una parte, a una posible mala gestión en algún momento, y por otra, al rol que tuvo que jugar -no hay que olvidarlo- durante la crisis del gas con Argentina. Si no hubiese sido por ENAP, Chile probablemente habría sufrido restricciones, racionamiento y gravísimas dificultades.
Lo que nos salvó fue justamente el papel que cumplió una empresa pública. Esa es la tremenda diferencia con las empresas privadas: el rol social que ejerce una empresa pública. De ahí que nosotros siempre deberíamos tener todas las herramientas que facilitaran el trabajo, la proyección y el potenciamiento de ellas. Gracias a ese rol social nos salvamos de un probable racionamiento. Es cierto que tuvo un costo alto, que aquí se critica, pero, al final, es imposible desconocer que gracias a ese costo no tuvimos racionamiento.
El cambio de giro, de la participación de ENAP es muy importante. Y claramente con este directorio corporativo, con esta modernización, con estos cambios para su mejor gestión, necesita capitalización. Sabemos que tiene una deuda, pero es de gran relevancia que, así como ha arrojado números azules en estos últimos años, se cumpla el compromiso de entregarle más de 400 millones de dólares para su capitalización.
Es imposible desconocer, como manifesté, el esfuerzo de sus directivos, de su personal, de sus trabajadores, para revertir su crítica situación económica.
Por lo tanto, con mayor razón un Estado capaz de potenciar a sus empresas públicas, con una mirada clara del rol estratégico que estas pueden cumplir, debe apoyar la importante labor que desarrolla ENAP.
Por último, señor Presidente, en el tiempo que me queda no puedo dejar de mencionar que, si bien es cierto que todos estos son desafíos y potencialidades por cumplir, que hay buena voluntad para ello y existen -estoy segura- las herramientas necesarias, se han cometido errores no solo en lo relativo a gestión, en algunos casos, sino también en lo que respecta a los pasivos ambientales, especialmente en la Región de Valparaíso.
No es aceptable que una empresa de propiedad del Estado provoque situaciones como la que hoy aqueja en particular a la bahía de Quintero, por un derrame de petróleo.
Es el tipo de hechos que el país no debiera tolerar más. En lo posible, hay que hacer todo lo que esté al alcance para evitar, para morigerar, para impedir y para que nunca más tengamos que lamentar situaciones como aquella, que evidentemente provocan un desmedro en la calidad de vida de los habitantes de esa comuna y sus alrededores.
Nosotros queremos ver una empresa capaz de cumplir los más altos estándares no solo en términos de gestión, de administración, de resultados, sino también de su responsabilidad con el medioambiente y la calidad de vida de los ciudadanos.
Por todas estas razones, señor Presidente, considero que estamos dando un paso muy positivo.
Por supuesto, voy a votar a favor del proyecto, porque me parece muy necesario y porque, a mi juicio, estamos dando un salto hacia adelante al permitir que la ENAP siga jugando un rol más estratégico, como corresponde a una empresa pública de estas condiciones y de estas particularidades.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, voy a tratar de no repetir lo informado por la Presidenta de la Comisión ni los comentarios de algunos colegas.
Sin duda, estamos ante un proyecto relevante para el país y que forma parte de la agenda energética que la Presidenta Bachelet planteó al inicio de su mandato, la cual, como todo el mundo sabe, ha mostrado importantes avances y mucho éxito en cuanto al desafío que significa tener energía en nuestro territorio, ojalá en su mayoría energía limpia y renovable no convencional, por supuesto a menor costo, y que pueda dar un impulso al desarrollo del país, sobre todo en tiempos en que la situación económica no es lo más boyante que hay.
En forma breve, deseo manifestar que la ENAP, la empresa estratégica del petróleo, no constituye, contrariamente a lo afirmado por algunos Senadores, un monopolio. Hay competencia. Es cierto que es estratégica, pero tiene competencia. Es muy importante, sí, porque es la empresa más grande, no cabe duda. Pero es conveniente saber que lo que necesitamos es, justamente, ser capaces de generar un gobierno corporativo que le garantice al país, al Estado, mayor eficiencia en la toma de decisiones, en la gestión.
Sin duda, lo planteado acá en cuanto a acceder a los estándares de la OCDE en materia de gobiernos corporativos de empresas públicas es un paso grande que el país tiene que ir asumiendo.
Lo anterior implica cambios en lo que ha sido tradicional en la gestión de empresas públicas.
Desde esa perspectiva, comparto lo afirmado en el sentido de que muchas veces esta clase de empresas, o son presa fácil de intereses de otro tipo, o lisa y llanamente se transforman en una suerte de caja pagadora del sector público para quienes ejercen el poder en un momento determinado.
Eso queda supeditado, por cierto, a los dueños de la empresa, que en este caso son el Estado de Chile y el gobierno de turno, que es el que define quiénes son las autoridades y cuáles los objetivos de la empresa.
Para tener un directorio de alto nivel no solo se requiere la modificación de la ley, sino la voluntad de decidir políticamente que quienes formen parte del gobierno corporativo sean personas altamente calificadas, que puedan ser elegibles con un sistema objetivo. Y, en este caso, se propone que la Alta Dirección Pública entregue los nombres de quienes conforman las ternas correspondientes al Presidente o a la Presidenta de la República y, a su vez, que el Primer Mandatario decida conforme al mérito.
¿Qué permite el procedimiento anterior? Generar autonomía al momento de tomar decisiones. O sea, vamos a contar con directores que no van a depender de lo que diga el Ministro de turno. Porque, además, con el cambio que se hace a su conformación salen del directorio los Ministros, y específicamente el titular de Energía, quien ocupa la presidencia, con lo cual se busca que exista una verdadera independencia de las autoridades del sector público.
¿Qué interesa, además? Algo decía la Senadora Allende. Que para poder tener autonomía, para poder ser más eficaz, para poder dar estabilidad a los directores en la toma de decisiones, se requiere también diferenciar sus nombramientos respecto de los Gobiernos de turno. Es decir, como duran cuatro años en sus cargos, que no coincida su elección con la asunción de una Administración; porque eso, a la larga, impediría que se mostrara la eficacia o la libertad que aquí se plantea como fundamental.
La elección gradual propuesta en el proyecto, además de generar continuidad, permite ir haciendo un cambio en la gestión, que no va a ser fácil.
Señor Presidente, debo señalar, con toda franqueza, que si uno lee las inhabilidades que se establecen para quienes puedan ejercer los cargos de directores en la ENAP, se percata de que una cantidad enorme de personas quedan imposibilitadas para ejercer tales cargos.
El artículo 6 indica que "no podrán ser nombrados directores de la Empresa:
"a) Los senadores y diputados" (bueno, eso es evidente).
"b) Los ministros de Estado" (sale el titular de Energía), "subsecretarios, jefes de servicio o de instituciones autónomas del Estado, embajadores, intendentes, gobernadores y secretarios regionales ministeriales".
Es decir, toda la línea jerárquica del aparato del Estado.
c) Los dirigentes de los partidos políticos y de las organizaciones gremiales y sindicales.
Es decir, en el directorio actual aparece una representación de dirigentes que vienen del mundo gremial, pero ahora ya no van a participar porque se establece una prohibición expresa.
"d) Los alcaldes, concejales y los miembros de los consejos regionales.
"e) Los candidatos a alcalde, concejal, consejero regional o parlamentario (...) y hasta cumplidos seis meses desde la fecha de la respectiva elección.
"f) Los funcionarios de las superintendencias, de organismos públicos u otras instituciones del Estado que supervisen o fiscalicen a la Empresa, sus filiales o coligadas.
"g) Los corredores de bolsa y los agentes de valores, así como sus directores, gerentes, ejecutivos principales y administradores.
"h) Quienes posean participación simultánea en cargos ejecutivos o de director en una o más empresas competidoras de ENAP, siempre que el grupo empresarial al que pertenezca cada una de las referidas empresas competidoras haya tenido en el último año calendario ingresos anuales por ventas y servicios mayores a los de las empresas medianas".
Y así sucesivamente.
En la Comisión de Minería y Energía se ha producido un debate interesante en términos de las inhabilidades, pero también acerca de cómo este gobierno corporativo se relaciona con el Estado, con el aparato público, con el Gobierno de turno, que es el principal accionista o el dueño de la empresa. Y eso se hace a través del Ministerio de Energía. De manera que en cuanto a algún comentario mencionado acá en el sentido de que "la ENAP no va a tener ninguna relación o no vamos a saber con quién se va a relacionar", debo decir que en el proyecto queda claramente establecido que habrá una vinculación a través del Ministerio de Energía en términos de coordinación y entendimiento y no de que ese Secretario de Estado sea parte del directorio.
Por último, se ha generado una buena discusión -diría yo- sobre el rol que pueden jugar los trabajadores en la conformación de un directorio. Y aquí, a mi entender, se presenta una mayoría, porque hay gente que se ha opuesto derechamente a que existan representantes de los trabajadores en el directorio de una empresa.
Se hacía referencia al gobierno corporativo de CODELCO y a la experiencia que se ha tenido con la participación de los dos representantes de los trabajadores en su directorio, particularmente con Raimundo Espinoza -lo menciono con nombre y apellido-, quien es el presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre.
Pero, sin duda, resulta necesaria la visión de quienes conforman la empresa.
En cuanto a los posibles conflictos de intereses que se pueden suscitar, sobre todo en materia laboral o de negociación o por el hecho de que ese director estará ahí en representación de los trabajadores, en circunstancias de que cuando se ocupa dicho cargo no solo se representan tales intereses sino también los de la empresa (más allá del sector del que se provenga), bueno, se buscarán las fórmulas que permitan establecer las inhabilidades correspondientes para evitar estos conflictos.
Señor Presidente, nosotros vamos a aprobar en general el presente proyecto, y nos parece importante que en la discusión en particular podamos seguir buscando los puntos de acuerdo para disipar algunas de las dudas que legítimamente se han planteado acá y, por supuesto, mejorar la gestión de una empresa muy relevante para todos y cada uno de nuestros compatriotas.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, al 27 de marzo de 2012, el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera sumaba cuatro ministros de Energía: Ricardo Raineri, Laurence Golborne, Fernando Echeverría y Rodrigo Álvarez. Y al final de su mandato se alcanzó a cinco. O sea, en un período de 4 años la Empresa Nacional del Petróleo llegó a tener seis presidentes de su directorio. Eso implica una inestabilidad no permitida en un ámbito como el energético, donde debe reinar precisamente la estabilidad, la confianza.
El presente proyecto de ley fue concebido y desarrollado por el Ministro Máximo Pacheco, quien tuvo una trayectoria brillante, sólida en este Gobierno de la Presidenta Bachelet, que ha dado paso a una estabilización en materia energética muy importante. Y el país debiera reconocerlo, más allá, por cierto, de la decisión que ha tomado en el sentido de salir del Gabinete para ocupar el cargo de jefe de una campaña presidencial.
La actuación de Máximo Pacheco para dar certezas al plan energético de Chile ha marcado huellas y ha sido muy significativa, a contrario sensu de lo que sucedió en el Gobierno del Presidente Piñera, donde reinó la inestabilidad y el cambio sucesivo de ministros del ramo.
Señor Presidente, cuando aprobamos una nueva institucionalidad corporativa para CODELCO, se comprometieron 4 mil millones de dólares para transformar, dentro del ámbito del cobre, al llamado "sueldo de Chile" en una industria estable, moderna, que pudiera enfrentar sus desafíos, particularmente sus costos de producción.
Pero cuando hablamos de ENAP, una empresa estratégica en un mundo en donde la energía se convierte cada día más en el principal elemento, que provoca guerras, que ocasiona problemas, que quiebra economías y que resulta fundamental para la vida humana, la oferta del Gobierno y del Estado, con la nueva institucionalidad que estamos creando, alcanza a 400 millones de dólares de capitalización.
El Presidente Piñera ofreció 380 millones, que jamás puso en ENAP. Y hoy día el Gobierno de la Nueva Mayoría pretende entregar 400 millones de dólares.
Tengo dudas de que se vaya a cumplir durante este año esa promesa. Está aquí el Ministro Andrés Rebolledo, quien nos podrá dar certeza acerca de si el Gobierno va a cumplir, y cómo y cuándo, con la capitalización ofrecida, la cual, en mi opinión, es absolutamente insuficiente.
Si uno observa el mercado energético, ¿en cuánto tiempo logra generar ENAP una producción equivalente a 400 millones de dólares? ¿En uno, en dos días? Es decir, entregarle una capitalización equivalente a las ventas de un cortísimo período de tiempo es un tema que hemos de evaluar. La iniciativa que nos ocupa corresponde a un acuerdo con la Derecha, cuyos representantes no están en la Sala. Y, cada vez que se llega a un acuerdo con la Derecha en esta materia y se muestra mucho consenso, ¡a mí me preocupa, me pongo nervioso, empiezo a dudar...!
Cuando se votó en este Hemiciclo el fideicomiso ciego de Piñera, yo dije: "Me preocupa tanta unidad, tanto consenso entre la Derecha y la Nueva Mayoría". Y, claro, el fideicomiso no era ciego, sino tuerto: los 2 mil 600 millones de dólares que Piñera poseía en el extranjero no se encontraban afectos, los podía administrar.
Entonces, este gran consenso respecto a esta industria nacional tiene sus amarres.
¡Hay poca capitalización!
Veamos los períodos de proyección. ¿Cuánto puede proyectar ENAP si tiene presupuestos anuales determinados en la Ley de Presupuestos?
Lo dijimos durante el estudio del proyecto de ley sobre capitalización de CODELCO: "Son presupuestos que deben tener una visión de 10, 15 y más años, porque los presupuestos anuales van en contra de la productividad de una empresa estratégica". Lo mencionamos en cuanto a CODELCO, y lo repito ahora respecto a ENAP.
Si la capitalización y el financiamiento de ENAP van a ser anuales, estaremos haciendo correr a esa empresa con ambos brazos amarrados y un pie dentro de un saco. Claramente no podrá competir con sus equivalentes en el resto del mundo.
Si vamos a crear un nuevo gobierno corporativo para una empresa del Estado, que va a actuar en el mercado, en el mundo privado, hay que entregarle todos los instrumentos para que pueda competir de la manera más adecuada.
¿Tendremos alianzas internacionales en materia de petróleo?
Se lo he dicho a varios directores, presidentes de ENAP y Ministros de Energía: "No tenemos ningún acuerdo comercial con Venezuela". Y hemos ido a África a buscar petróleo, con el argumento de que hay más estabilidad en ese continente que en Venezuela. De modo que ese es el problema.
Sin embargo, el 40 por ciento del petróleo de Venezuela se transporta vía ductos a Estados Unidos. Y, a pesar de todas las dificultades, este país le sigue comprando el 40 por ciento de su producción. Pero Chile no le compra ni un solo barril a Venezuela. Y no es que sea malo su petróleo; lo hay de todas las calidades. Se trata de un tema ideológico, que espero pueda ser zanjado por la nueva institucionalidad de esta empresa del Estado.
Si es conveniente efectuar business con Venezuela, que se hagan los negocios con este país y con cualquier otro en donde sea rentable, oportuno y necesario, para que el petróleo tenga un costo bajo en Chile.
Solo quiero recordar que las encuestas respecto al uso de recursos por las familias más pobres de nuestro país señalan que los chilenos gastan el 9,8 por ciento de su ingreso familiar en transporte, lo cual representa un gasto significativo. Y cuando el transporte público tiene un alto costo, afecta el bolsillo de todos los chilenos. Por lo tanto, ENAP debe proporcionar el mejor petróleo, sin plomo, de mejor calidad, que cuide el medio ambiente, y al menor precio posible para Chile y sus familias.
Me gustaría que en esto se actuara sin ideologismos. Eso espero del actual Ministro de Energía en el año de gestión que le queda, al menos en este Gobierno. Y ojalá que en el tiempo que le resta de conducción de la ENAP, dé cuenta de la necesidad de hacer buenos negocios y no de generar una batalla política en esta área.
Respecto a sus trabajadores, si bien CODELCO tiene dos representantes en el directorio, en la ENAP se ha mantenido uno. Y me alegra que se respete la autonomía sindical para que ellos determinen quién será su representante. Más del 93 por ciento de sus trabajadores se encuentran sindicalizados, y serán estos quienes fijen los mecanismos para elegir a su representante en el directorio. Y, si hay temas relacionados, él deberá inhabilitarse, como ocurre muchas veces en el Senado cuando existen conflictos de intereses.
En relación con la institucionalidad, me preocupa que la Alta Dirección Pública -aquí muchos hemos dicho que se eligen los mejores, pero "los mejores de los nuestros"- escoja a cuatro miembros del directorio; mientras que la Presidenta de la República a dos, y los trabajadores a uno.
Sumando y restando, cuatro vienen desde el mundo privado. ¡Y sepa diantres de dónde! Porque al Ministerio de Energía han llegado personas que trabajaron durante 21 años en COPEC. Ricardo Raineri llevaba 21 años de gerente general de COPEC, y pasó a presidir el directorio de la Empresa Nacional del Petróleo. ¡Es decir, desde la competencia directa se vino a trabajar al Estado!
Me inquieta el modo en que se elegirá a esos cuatro directores, porque no habrá un equilibrio con los dos nombrados por la Presidenta de la República y el propuesto por los trabajadores.
¿Quién va a tener mayoría en el directorio de ENAP para tomar las decisiones estratégicas? ¿Se considerarán para ello los intereses de la empresa? ¡Ojo con cómo se van a elegir estos cuatro directores! ¡Me parece excesivo!
No me cabe ninguna duda de que esta fue una negociación con la UDI. O sea, se negoció por cuatro directores nombrados por la Alta Dirección Pública; dos por la Presidenta de la República, y uno por los trabajadores, de manera de tener una mayoría de privados dentro del directorio de ENAP.
Espero que exista la conciencia suficiente para determinar que sean los mejores, que defiendan los intereses del Estado y no los de los particulares.
En cuanto a la refinería de ENAP en Biobío y el medio ambiente, aprovecho que se encuentra presente el Ministro Andrés Rebolledo para señalarle que tiene un compromiso con la población El Triángulo, de Hualpén. Son más de 480 familias las que están respirando de todo y se encuentran enfermas. Y ENAP ha declarado que las va a sacar de esa zona.
Hemos presentado una demanda y la vamos a llevar hasta el final, porque hay que comprar un terreno y cambiar a dicha población de ese lugar, pues está ubicada en un área de riesgo donde podría producirse una explosión. La verdad es que ahí la gente se enferma de asma, sufre, y las personas de la tercera edad se están muriendo. Este es un tema pendiente.
Durante los últimos 20 años se ha prometido su relocalización, pero no ha pasado nada. Como señalé, se han presentado demandas contra ENAP, y yo las he respaldado, más allá de las simpatías institucionales que podamos tener hacia sus trabajadores y el rol estratégico de la empresa en la Región del Biobío, que represento en el Senado.
Por último, me referiré al gas.
¿Cuál va a ser el negocio del gas? ENAP hizo malas inversiones en este combustible. Entonces, hay que replantear este tema y darle una nueva ubicación a la planta de Peumo, por cuanto el frío no permite una adecuada distribución. Los camiones van día y noche desde la Quinta Región a la Octava llevando gas, y si hay una toma en la carretera, el traslado se interrumpe.
Finalmente, está el tema de la geotermia.
Ojalá que el Ministro de Energía sea audaz en la nueva ENAP, empresa nacional, y que apueste por la geotermia. Porque Chile requiere energía y la geotermia es una opción. En el país existen 500 volcanes, 200 de ellos activos y se encuentran monitoreados. Por lo tanto, tenemos una gran oportunidad, y hay que ser audaces para ingresar en un mercado que hasta ahora ha sido ignorado por Chile.
Voto a favor del proyecto de ley, con las observaciones que he formulado.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, quiero destacar que la ENAP tiene un enorme rol como empresa pública y, de alguna manera, lo que ocurre en ella implica un modelo de gestión para otras empresas estatales, particularmente por operar en un sector estratégico de la economía chilena.
Por lo tanto, esta iniciativa busca mejorar la gestión del gobierno corporativo de la ENAP y, de alguna manera, plantear antecedentes y criterios para abordar con estándares más exigentes la gestión de las empresas públicas en general.
Sin embargo, hay algunos factores que conviene destacar.
ENAP es una empresa que tiene una enorme identidad y sentido de pertenencia con una de las regiones más importantes de Chile, la Región de Magallanes. Por decirlo de alguna manera, es un patrimonio de ese territorio nuestro, y ha dado empleo a generaciones de trabajadores y profesionales altamente calificados en operaciones de planta, faena y exploración.
Sin embargo, siempre hemos pensado que las empresas del Estado se preocupan poco del desarrollo de las comunidades en que operan. Por lo tanto, deberían desempeñar un rol político más público a fin de mejorar los estándares relativos a factores como contaminación del medio ambiente; tener un mayor compromiso y trabajo con la comunidad que habita en los sectores donde operan; y transformarse en empresas que ayuden a la integración laboral de los habitantes de esos lugares, sobre todo por tratarse de zonas extremas, muy alejadas del centro del país, donde, además, hacen soberanía.
Obviamente, esperamos que estas reformas resuelvan un problema que empieza a hacerse crónico en el Estado chileno: la falta de planificación y visión estratégica, de alguna manera más allá de los ciclos políticos electorales, que nos fijen un horizonte hacia el Chile que queremos, el cual pasa por la innovación, la ciencia, la tecnología y la industrialización.
Por lo mismo, necesitamos gobiernos corporativos que tengan la capacidad de planificar sus operaciones trascendiendo a los Gobiernos (despolitizando en cierta medida la actividad de la empresa, en términos de desvincularla de las autoridades de turno, pero manteniéndola dentro de una política nacional de crecimiento y de diversificación de nuestra economía), de generar cadenas de valor y un mayor grado de desarrollo en nuevos emprendimientos. Y que, a partir de ahí, se derive a la investigación. Cosa que, por lo demás, ENAP está haciendo al buscar nuevas fuentes de energía y no solamente las tradicionales.
Por lo tanto, resulta muy importante que esta empresa estratégica tenga un gobierno autónomo capaz de vislumbrar las inversiones y su desarrollo, sobre todo el científico-tecnológico, dentro de esa visión de largo plazo.
Hemos revisado el proyecto, y mantenemos la postura de respetar la libertad sindical. Es importante en una empresa, en especial si es del Estado y estamos construyendo un modelo de gestión de empresa pública, que sea debidamente considerado el sector laboral, los trabajadores, respetando sus propias normas y reglas del juego, para organizarse como tales y tener una relación constructiva con las empresas.
Aquí también existe un respeto a la libertad sindical en cuanto a los estatutos de elección de sus representantes.
Igualmente, considero relevante señalar que se debe avanzar con respecto a la política de género en la designación de los directores. Si desde hace tiempo nuestro país está buscando generar mayor presencia de la mujer en las actividades públicas, en las empresas, en los partidos políticos, en las instituciones del Estado, es importante que en las empresas públicas también exista una política activa de promoción de la igualdad de género, especialmente en los niveles más altos, como los directorios, que son nombrados mediante distintas fórmulas, en que ciertamente influye la mano del Presidente de la República.
Asimismo, hay que destacar la importancia de otorgar cierta flexibilidad, cuestión que no era tan habitual en las empresas estatales, para que el directorio, junto con sus trabajadores, defina sobre el rol estratégico y la autonomía para establecer relaciones con asociados -esto ya se ha planteado hoy- y buscar alianzas con el fin de desarrollar proyectos de mayor envergadura y, al mismo tiempo, dar por terminados aquellos contratos que no cumplan las condiciones que exige toda empresa pública en Chile y, también, en el resto de los países.
Por último, quiero valorar, a pesar de las dificultades que ha tenido la Empresa Nacional del Petróleo, el importante trabajo que se está realizando, en que obviamente se aprecian mejoras en la gestión y en el compromiso de sus trabajadores. De manera que confiamos en que, con este nuevo marco normativo de gestión corporativa, el futuro de esta empresa pública, que además se halla tan identificada con una región extrema como la de Magallanes, marcará una hoja de ruta para el resto de las empresas públicas y la modernización de sus gobiernos corporativos.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Montes.


El señor MONTES.- Señor Presidente, en verdad, estoy totalmente de acuerdo con este proyecto en el sentido de que se busquen nuevas formas de gobierno corporativo que respondan a la modernidad, a las características de la empresa, a la experiencia, a la manera de fortalecer su desarrollo.
Yo no quiero repetir lo que se ha señalado.
Pedí la palabra después de oír al Senador Prokurica.
Creo que hay cierta ideología de Derecha que, por definición, tiene que atacar a las empresas públicas y debe decir que son desastrosas.
Su Señoría estableció una lista de desastres.
En primer lugar, se refirió al alto endeudamiento.
A mí me llama mucho la atención que un parlamentario que hace bastante tiempo está trabajando en materias relativas a la minería, a la energía no sepa cómo se explica ese déficit.
Si alguno de nosotros no sabe cómo se entiende un déficit de 4 mil millones de dólares, la primera responsabilidad es aclarar cuál es el origen de ello.
Se sostiene que mil millones son producto de lo que fue el proyecto GNL, de esa nueva empresa; y que respecto de los otros 3 mil millones no habría una explicación.
Creo que eso es muy grave.
No estoy metido en los detalles. Sería bueno que el Ministro hiciera el análisis pertinente y aclarara ese asunto.
No me cabe la menor duda de que a ENAP se le cargó el diferencial entre el precio de mercado y el precio de venta durante mucho tiempo. Esa es una base muy importante de su pasivo.
O sea, el endeudamiento del Estado fue una manera para subsidiar el petróleo y la bencina. Después, a través de los impuestos y de otras cuestiones, tuvo ciertas compensaciones, en fin.
Considero, pues, que sería muy relevante aclarar eso.
En seguida, el Senador señala que esta es una empresa totalmente politizada.
¿Qué quiere decir? ¿Que el gerente y el directorio fueron nombrados por este Gobierno? Bueno, en el gobierno anterior sucedió de otra manera. Ahora estamos buscando otras formas de establecer gobiernos corporativos, justamente para superar que el elemento político-técnico sea lo predominante.
Entonces, que se descalifique porque es una empresa politizada me parece que no corresponde.
El Senador también entrega una serie de antecedentes acerca de la ineficiencia de ENAP en su gestión, en su operación.
Creo que lo serio de un Parlamento es buscar maneras de objetivar esto y superarlo.
¡Pero tenemos una Derecha que permanentemente está diciendo que poco menos hay que terminar con las empresas públicas, que no deben existir!
¡Qué haríamos si no tuviéramos una empresa como ENAP y otras empresas estatales como CODELCO!
¡Necesitamos empresas públicas de calidad!
¡Nadie desea empresas estatales ineficientes, que no cumplan los objetivos para los cuales se crearon!
¡Queremos buenas empresas públicas! Y hay áreas en que debemos crear otras empresas estales.
A diferencia de lo que piensan algunos, yo soy de aquellos que creen que en el campo de la energía solar o en el de las energías alternativas debe haber una institución pública distinta.
No se trata solo de apoyar al privado, sino que de hacer negocios con el privado, mover al privado.
Debemos entrar en otra lógica.
¡Cuántos años hemos perdido en energía solar por no tener esto!
Cuando disponíamos de recursos no pusimos mil millones de dólares ni en investigación, ni en formación de gente, ni en inducción (a privados chilenos o extranjeros) para que avanzáramos en inversiones de otras características.
La manera de concebir el rol del Estado en economía no puede seguir siendo el del subsidiario "rasca" -por decirlo de algún modo-.
¡Necesitamos un Estado proactivo!
Yo les sugiero a los colegas que lean a Mariana Mazzucato, que vean el debate, la objetivación del rol del Estado en los últimos años.
Porque algunos creen que Internet y todo esto fue creado por los privados. Pero resulta que fue la industria militar estadounidense la que lo hizo, y luego se lo vendió a los privados. O sea, tuvo un origen en un programa público.
¿Y esto significa que es bueno o malo? Más bien, lo que quiere decir es que hay ciertas actividades, creaciones que requieren un actor que no esté buscando rentabilidad a corto plazo, sino responder a determinadas necesidades de un país (en ese caso, me parece que eran de la defensa o de las comunicaciones).
Señor Presidente, requerimos otro concepto de Estado.
Está agotado el concepto de "subsidiario", el cual nos tiene apagados en muchos campos. Porque el negocio privado supone que las cosas estén en cierto nivel de madurez para que tengan rentabilidad. Y muchas no lo tienen. Entre otras, el tratamiento de residuos.
Bolivia y varios países latinoamericanos -lo he repetido en múltiples ocasiones- están produciendo energía a partir de los residuos. Ello, porque hay otro concepto del rol del Estado, que incorpora a los privados, que los impulsa y que es capaz de poner su propio aporte.
En cuanto a la reflexión del Senador Prokurica, he intervenido solo para manifestar mi distancia y molestia con ese enfoque ideológico.
Sé que el colega es una persona talentosa, que sabe de estas materias. Ojalá que todo su conocimiento y experiencia los encamine hacia algo más constructivo, que constituya un aporte para enfrentar los problemas de las empresas públicas y no un factor que permanentemente las esté golpeando, descalificando y maltratando.
Para hacer mejores a las empresas estatales debemos exigirles que sean mejores. Y ese es un rol del Parlamento.
Estoy de acuerdo en los aspectos sustantivos de este proyecto.
Voto a favor.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Horvath.


El señor HORVATH.- Señor Presidente, como claramente se señaló, esta iniciativa tiene entre sus objetivos modernizar a la Empresa Nacional del Petróleo, a través de un gobierno corporativo, y capitalizarla.
Considero conveniente transparentar las cifras que se están mencionando.
Por un lado, cómo se generan estos 4 mil millones de dólares de deuda. El debate lo abrió el Senador Prokurica, y sería bueno referirse a ello ahora o durante la discusión en particular.
Porque evidentemente algo no cuadra en la ecuación: de una parte, una deuda muy grande, por distintas razones (subsidios y empresas que no fueron del todo exitosas); y de la otra, la necesidad de capitalizarla por hasta 400 millones de dólares, tal cual se dijo acá.
En cuanto al detalle de en qué se van a utilizar estos dineros, creo que no es suficiente "un informe anual" -como señala el artículo sexto transitorio- "respecto de los recursos que se le transfieren en virtud de esta ley, de la rentabilidad obtenida en sus respectivos proyectos de inversión, todo de acuerdo a la ley orgánica constitucional del Congreso Nacional.".
Creo que tendríamos que avanzar un poco más. Es decir, aparte de recibir esa información, habría que conocer en qué áreas va a gravitar esta nueva empresa modernizada, sobre todo porque lo relativo a los fósiles ya está quedando atrás.
Yo me atrevería a señalar que debemos plantear una empresa con un nombre distinto. Por ejemplo, una empresa nacional de energía y eficiencia renovable, que es a lo que apuntamos. Tenemos el mayor potencial en energía solar, en energía geotérmica, en donde podríamos poner parte importante de nuestro esfuerzo para ser no solo un país verdaderamente autónomo en cuanto a energía, sino también capaz de convidar, a través de buenas negociaciones y acuerdos, energía limpia al resto de las naciones de América. Hoy en día hay que pensarlo así, en red.
Esos potenciales están más que claros. Por lo tanto, creo que estamos a una distancia bastante lejana de 1945, cuando se descubre petróleo en Tierra del Fuego. Sobre el particular, es del caso mencionar que el Senado inauguró una exposición en honor a la cultura selk'nam, la cual sufrió, mucho antes de que llegara la ENAP, los embates de la colonización.
Si uno sumara los potenciales de energía renovable de que disponemos en Chile, la Empresa Nacional del Petróleo tendría que jugar un rol relevante en la materia. Y hoy en día, por una ley que este mismo Congreso aprobó tiempo atrás, lo puede hacer. Esta empresa no está amarrada de manos para desarrollar esas energías.
En particular, quiero referirme a la Región de Aisén, especialmente a la situación de contaminación que vive Coihaique: es la ciudad más contaminada de América. Y por esta realidad estamos perdiendo, por concepto de salud pública, miles de millones de dólares al año.
Por esa razón, pienso que ENAP, en conjunto con la Región, podría hacer un esfuerzo importantísimo y constituirse en un puente para subsidiar combustibles más limpios, generar una red de gas (también como un puente), mientras se desarrollan las energías renovables. Con ello se podría resolver una situación que es gravísima para los niños, los adultos mayores o las personas que se encuentran en riesgo respecto de su salud.
En consecuencia, le pido formalmente al Gobierno, y en especial al Ministro Andrés Rebolledo, que en la discusión en particular tome cartas en el asunto, para una verdadera modernización de esta empresa.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, creo que este es un proyecto muy significativo.
Valoro lo que ha hecho el Ministro Andrés Rebolledo en el tiempo que lleva a cargo de la política energética.
A mi juicio, la energética es la política más importante que tiene Chile.
En todos los países desarrollados la vertebración de la economía es la energía.
El siglo XX fue bien egoísta con Chile en relación con la energía, porque nosotros no tenemos petróleo y contamos con muy poco gas. Pero, paradojalmente, el siglo XXI va a tocar a nuestro país respecto a las energías que gobernarán tanto este siglo como el siglo XXII. Así, en materia de energía solar, Chile es el país más irradiado del planeta. En cuanto a la energía geotérmica, nuestra nación es quizás la con más volcanismo y más recursos geotérmicos del mundo, mucho más que Islandia, que vive cien por ciento de la energía geotérmica. Asimismo, tenemos un potencial inmenso en energía eólica. Y para qué decir en energía mareomotriz. ¡Estas son las energías del futuro!
El punto es que nos encontramos en una situación muy paradojal, pues seguimos hablando de la Empresa Nacional del Petróleo, ¡y no tenemos petróleo! Es como hacernos trampa en el solitario.
Por tanto, creo que lo primero es cambiarle el nombre a esta empresa. ¡Es un absurdo! Se debería llamar "empresa nacional de las energías renovables", en que Chile sí tiene una riqueza, como la poseía el Golfo Pérsico respecto al petróleo.
Esto lo encuentro muy parecido al caso del Rally Dakar. Se realiza esta actividad deportiva en nuestro país y no tenemos ni siquiera la dignidad de llamarla el "Rally de Atacama". Así, se exporta con bombos y petacas algo que no nos pertenece y que viene a nuestras tierras por razones de interés, y muchas veces lastimando, dañando seriamente nuestro patrimonio arqueológico, nuestro patrimonio paleontológico, nuestro patrimonio histórico y nuestros recursos ecosistémicos.
Entonces, lo que hacemos es poner a esta nueva institucionalidad, a este nuevo gobierno corporativo para una mirada de futuro.
¿Y por qué digo esto? Porque si bien el cambio climático para Chile es algo lamentable -y un desastre para el planeta-, también será por un rato para nuestro país una ventana, una oportunidad.
El próximo año China construirá cinco millones de autos eléctricos. En diez años más, ningún vehículo podrá funcionar ni a gas, ni a petróleo, ni a bencina en el planeta entero. El 75 por ciento de todos los kilómetros recorridos deberá hacerse con vehículos eléctricos (camiones, buses, autos). Y no está muy lejos el tiempo en que los aviones también serán eléctricos, movidos fundamentalmente por hidrógeno.
En consecuencia, ¿cómo se prepara nuestro país para ese escenario?
Si la energía fue el factor gravitante de la geopolítica en el siglo XX -quienes controlaban el petróleo, controlaban el planeta-, lo que se aproxima es un cambio de una magnitud, de una profundidad casi imperceptible, casi no detectable, porque la energía no será el factor limitante.
Hasta ahora los países ricos eran aquellos que poseían energía. La sociedad del siglo XXI va a contar con energía colaborativa y muy barata. Nosotros llegamos a tener energía que valía más de 150 dólares el megawatts/hora. Pero, paradojalmente, hoy día contamos con la energía más barata del planeta: 29 dólares en la última licitación el megawatts/hora. Y esto va a tender a cero, es decir, a un costo marginal cero.
¿Qué quiere decir "costo marginal cero"? Que en muy poco tiempo vamos a contar con energía solar a diez dólares el megawatts/hora. Además, lograremos establecer una continuidad de funcionamiento, no solo de día, cuando hay sol, sino usando desplazamiento de agua, sales fundidas (Chile es el país más rico en el planeta para calentar sales y para que estas puedan funcionar de noche, calentándose de día).
¡Nuestra nación tiene una inmensa oportunidad! ¡Y también respecto de la energía geotérmica y del resto de las fuentes energéticas!
Pero eso requiere apostar al futuro; formar nuestros técnicos, especialistas, y entender que la economía del planeta cambió.
En tal sentido, Internet está generando una nueva economía colaborativa, en que ya no son las infraestructuras las que valen, sino los datos. Y esto uno lo ve, por ejemplo, cuando se discute el sistema Uber y se plantea: "Uber es muy rico; debe de tener muchos taxis". ¡No tiene ninguno! Las plataformas solo son datos. Y lo que se tiene que regular son datos. ¡Estos son el oro del futuro!
Por lo tanto, el oro del futuro ya no es la energía, sino los datos, la ciencia.
La energía va a ser un commodity totalmente accesible, y va a cambiar la geopolítica.
Lo señalo porque las guerras que hemos tenido (de Irak y otras) eran por causa de la energía. Por el contrario, las guerras del futuro serán por agua, por los recursos naturales. Se tratará de otros conflictos. Serán ciberguerras, que además no necesitarán a seres humanos.
Entonces, ¿cómo se prepara Chile para ese desafío?
A mí me parece que es muy relevante poner atención en anclar, generar, sembrar hoy día la capacidad de construir una institucionalidad que logre hacer de esto una política de Estado. Esto no quiere decir que el Estado haga todo, pero este tiene mucho que hacer.
Si queremos ser una potencia mundial en energía solar; si nos damos cuenta de que hoy día los sistemas de captación de energía solar, las células fotovoltaicas, son 20 por ciento eficientes, pero que en diez años serán 50 por ciento eficientes, reduciéndose los espacios para generar energía solar, siendo mucho más baratas, entonces, ¿qué debe hacer Chile? Tiene que promover con públicos, con privados, con el tercer sector el desarrollo de estas energías.
Y en tal sentido, veo al Ministerio de Energía y a esta ENAP empaquetando proyectos, es decir, aliados en el desarrollo de estas estrategias diciendo que lo que debe hacer el Estado, a través de los gobiernos regionales, es realizar los estudios de impacto ambiental, de irradiación o geotérmicos y, una vez desarrollado todo el proyecto, vendérselo a los privados o asociarse con ellos.
La CONADI debiera estar haciendo lo mismo con las comunidades indígenas, y que ellas administren el tema, para luego asociarse con los privados.
O sea, Chile no puede quedarse y esperar que esto sea una política que desarrollen los privados en función de si son buenas o malas las inversiones.
Chile tiene una inmensa oportunidad: puede ser el generador planetario de energía solar, pero a condición de que quiera ser líder, estar en el centro y no en la periferia.
Hace diez años hablábamos de instalar un cable hasta China. Nos decían: "¡Están locos!". Hoy día es una realidad absoluta poner un cable hasta China, porque en ese país es de noche cuando en Chile es de día.
En consecuencia, debemos innovar.
Y en tal sentido, yo entiendo que al crear el gobierno corporativo de la Empresa Nacional del Petróleo lo estamos haciendo para cambiar, para hacer un giro copernicano. ¡Si Chile no tiene petróleo! ¡Si Chile no tiene gas!
Entonces, a veces me parece que nos podemos estar haciendo trampa en el solitario, cuando lo que está por delante es una de las oportunidades más maravillosas que nunca ha tenido Chile en su historia.
Para que nos hagamos una idea, el consumo de energía será cada vez más intensivo.
Las civilizaciones se definen por la cantidad y el tipo de energía que usan.
¿Cuál es la intensidad energética hoy día, para que tengamos una idea?
Hace diez mil años, cuando éramos recolectores, la intensidad de energía utilizada (la huella energética) era de cerca de 4 mil calorías por persona al día. Y hemos llegado a una civilización en que la huella energética, si sumamos todos los requerimientos energéticos para vivir en esta sociedad (la ropa, el auto, los desplazamientos, la alimentación), es de 225 mil calorías por día.
Imagínense, en solo diez mil años pasamos de 4 mil calorías (la huella energética de uno de nuestros ancestros) a 225 mil calorías. Y esto irá en aumento a raíz de todas las redes sociales, de Internet, de Internet de las cosas. Es decir, el consumo de energía va a tener una espiral, que generará dramáticos cambios entrópicos, de todas maneras. Pero Chile posee una gran oportunidad de aprovechar ese proceso.
Y lo mismo ocurre con las baterías. Si China va a fabricar cinco millones de autos el próximo año, necesitarán con locura baterías. Por eso han venido empresas a nuestro país. Sin embargo, Chile vende un litio que no tiene ningún valor agregado.
Si le añadiéramos al litio grado batería, que es un poquito de valor agregado, el negocio sería, en vez de mil millones de dólares, de seis mil millones. Así, Chile podría ser bastante más rico y, además, tener un crecimiento económico meritocrático y contar con químicos y mucha otra gente dispuesta a incorporarse e integrarse.
Pero hay que tener deseos; hay que tener ganas; hay que entender que este es un ecosistema harto más amplio, pues se vincula con la innovación, con la ciencia.
Lo que queramos realizar en ENAP no puede estar separado del hecho de que nuestro país invierte 0,34 por ciento de su producto en ciencia (es decir, ¡una miseria!), o de la circunstancia de que tiene un científico por cada mil empleados, mientras en otros países hay catorce.
¡Con eso no se va a ninguna parte!
Por lo tanto, señor Ministro, creo que usted tiene una gran tarea, un inmenso desafío.
Señor Presidente, yo confío en el actual Ministro de Energía, porque lo hizo muy bien en la DIRECON. Creo que puede seguir los pasos del gran Ministro que fue Máximo Pacheco, e incluso superarlo.
Sin embargo, hemos de ponernos en serio esa meta, que no es solo del Ministerio de Energía, sino de nuestro país completo, de la sociedad chilena, y para cuya consecución se requiere el concurso de todos. O sea, debe haber un proyecto común, compartido, pues tenemos una gran oportunidad, justamente aquella que no tuvimos en el siglo XX.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (32 votos a favor), dejándose constancia de que se cumple con el quorum constitucional exigido.
Votaron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Lily Pérez y Von Baer y los señores Araya, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Horvath, Lagos, Hernán Larraín, Letelier, Montes, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker y Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor REBOLLEDO (Ministro de Energía).- En primer lugar, señor Presidente, un saludo y mis parabienes para la gestión de la nueva Mesa del Senado, integrada por usted y por el Honorable señor Girardi.
De manera breve, en un par de minutos, quiero puntualizar que lo central ya se ha dicho a lo largo de las distintas intervenciones habidas en esta Sala.
Este proyecto se halla en la esencia de la agenda energética del Gobierno de la Presidenta Bachelet.
En efecto, la ENAP es una empresa estratégica. Fue creada allá por los años cincuenta, y no ha sido objeto de modificaciones muy sustantivas en cuanto a poner al día su gobierno corporativo en función de una realidad nueva en materia energética, en el ámbito tecnológico, sobre la base de muchas de las consideraciones que aquí se han hecho.
Sinceramente, pienso que tenemos un trabajo interesante. Y vamos a enriquecer este proyecto en la etapa de la discusión particular.
De las intervenciones de Sus Señorías han surgido varios elementos vinculados con distintos componentes. Y nosotros estamos en total disposición a trabajar y perfeccionar esta iniciativa en cada uno de los aspectos planteados en este Hemiciclo.
Señor Presidente, quiero referirme a un par de puntos muy específicos, pues me parece interesante tenerlos como contexto. Por lo demás, en algunas de las exposiciones se hizo alusión a ellos.
En primer término, a la Empresa Nacional del Petróleo se le amplió la posibilidad de invertir en generación eléctrica.
Más allá del nombre que se le coloque a la nueva empresa energética de Chile, quiero compartir con Sus Señorías el hecho de que la ENAP comenzó a invertir y a participar en el área de las energías renovables no convencionales.
Ya tiene aprobado un proyecto de generación eólica en la Región de Magallanes. Y pronto en el norte de Chile, específicamente en la Región de Antofagasta -lo decía la Senadora Allende-, vamos a inaugurar y a poner en funcionamiento el primer proyecto de generación geotérmica de América Latina. En él la ENAP participa en una parte de la propiedad con empresas privadas internacionales.
Aquello constituye una muestra de que es posible salir del combustible fósil e ir hacia proyectos en los cuales Chile tiene -nosotros compartimos plenamente tal dimensión, y estamos trabajando en ella; la regulación ha dado cuenta de eso- una gran capacidad y un enorme potencial, sobre todo en materia de energías renovables no convencionales.
Por último, respecto a la capitalización de la ENAP en 400 millones de dólares, estimo que se trata de un área sobre la cual deberemos discutir. Lo central es que el propio gobierno corporativo tendrá que definir cómo se podrán invertir tales recursos.
Ahora, señor Presidente, quiero hacer un par de referencias con relación al comportamiento de la Empresa durante los últimos años.
En tal sentido, dos elementos importantes.
En los últimos tres años la ENAP ha tenido un EBITDA de más de 600 millones de dólares y en 2016 registró utilidades superiores a 180 millones, lo que representa 7 a 8 por ciento más que el año anterior.
Por consiguiente, desde el punto de vista de la gestión, más allá de que en la discusión particular podamos entrar a los detalles -ya lo hicimos en el marco del debate habido en la Comisión de Energía y Minería del Senado- y de que avancemos en entender en qué está la Empresa en materia financiera, quiero decirles a Sus Señorías que durante este período la ENAP ha tenido resultados económicos muy importantes, que han sido un aporte al erario.
Muchas gracias, señor Presidente.