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MODERNIZACIÓN DE SISTEMA DE RELACIONES LABORALES. INFORME DE COMISIÓN MIXTA


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, está culminando la tramitación de este proyecto, que moderniza las relaciones laborales, después de un largo período de discusión que involucró a centenares de organizaciones sindicales y empresariales.
El texto que estamos aprobando no es el mismo que presentó el Ejecutivo, ni es el que hubiese deseado la CUT o la CPC.
Se han incorporado mejoramientos sustantivos y se han establecido normas especiales que recogen las condiciones propias de la micro, pequeña y mediana empresa.
Lamentablemente, la Oposición optó por rechazar la idea de legislar, lo que equivale a decir que las normas actuales son suficientes o aceptables para ese sector político, yendo en contra del sentido común de la gran mayoría de los chilenos, que percibe que la cancha está desnivelada en la negociación que se produce dentro de la empresa entre empleadores y trabajadores.
Como con esta actitud se ha marginado, en la práctica, de la discusión y construcción de acuerdos, la Oposición ha intentado introducir cuñas dentro de la alianza gobernante, relevando las diferencias puntuales que han surgido entre sus partidos.
Por su parte, algunos dirigentes empresariales se han negado a reconocer que el proyecto ha recogido muchas de sus aprensiones relativas a las empresas de menor tamaño.
De la misma manera, algunos dirigentes sindicales pondrán énfasis en lo que no se obtuvo, en lugar de destacar los evidentes avances que representa el proyecto de ley.
Yo creo que, al margen de estas opiniones de trinchera, la enorme mayoría de los chilenos, en especial los trabajadores, sabrá ponderar debidamente el valor de lo que estamos aprobando, pues tendrá incidencia directa en las reglas de la negociación colectiva y, por lo tanto, en la determinación de sus remuneraciones y de sus condiciones de trabajo.
Acá ha primado la realidad. Y la realidad nos indica que muchos empresarios hacen lo imposible por evitar que se formen sindicatos en sus empresas, y si se forman, buscan disminuir su poder por la vía de los reemplazos en las huelgas, la promoción de grupos negociadores, la extensión de beneficios sin consulta al sindicato o, simplemente, con la subcontratación.
Frente a esta realidad se imponía una reforma sustantiva, y eso es lo que estamos aprobando hoy día.
Por otra parte, se había aprobado una norma sobre huelga pacífica, que estigmatizaba el accionar sindical y desconocía la realidad, cual es que la fuerza y la violencia normalmente no la han puesto los trabajadores. Y la Comisión Mixta ha reconocido esta realidad.
También es una realidad que la gran mayoría de las pequeñas empresas no negocia colectivamente, por las propias condiciones en las que se desenvuelve, más allá de la debilidad de sus sindicatos. Y eso no va a cambiar después de la reforma.
Asimismo, es una realidad que muchos sindicatos interempresas existen, están agrupados por ramas y negocian con cada empresa, sin mezclar ni confundir las condiciones de cada una de ellas. No se da aquello de un sindicato interempresa que mezcle una zapatería con una bomba de bencina. Eso solo existe en la mente de quienes no quieren fortalecer la negociación colectiva que ya practican los sindicatos interempresas.
Por eso, estimo que la aprobación de esta reforma es, en el fondo, un triunfo de la verdad. Porque la verdad es que, efectivamente, hay un conflicto entre capital y trabajo, aunque algunos lo nieguen, y lo que corresponde no es promover las huelgas, sino asegurar la igualdad de condiciones en la negociación.
La verdad es que son pocos los trabajadores que negocian colectivamente, y que ahora lo harán más.
La verdad es que los trabajadores protegen sus empleos y quieren que a sus empresas les vaya bien, y no, como se ha argumentado, que fracasen o vayan a la quiebra.
La verdad es que la situación de la pequeña empresa no cambiará sustancialmente.
Y la verdad es que la cancha entre empleadores y trabajadores estará un poco más nivelada de aquí en adelante y Chile será un poco más justo.
Voto que sí.
--(Aplausos en tribunas).