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SUPRESIÓN DE CONSENTIMIENTO DE REPRESENTANTE LEGAL PARA EXAMEN DE DETECCIÓN DE VIH EN MENORES DE 18 AÑOS


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señor Rossi, señoras Goic y Van Rysselberghe, y señores Chahuán y Girardi, en primer trámite constitucional, que modifica la ley Nº 19.779 con el fin de eliminar, en los exámenes de detección del VIH, el consentimiento de un representante legal para los mayores de 14 años de edad, con informe de la Comisión de Salud.
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.130-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite, sesión 29ª, en 17 de junio de 2015.
Informe de Comisión:
Salud: sesión 49ª, en 2 de septiembre de 2015.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El objetivo de la iniciativa es fomentar la realización de exámenes de detección del VIH mediante la eliminación del señalado requisito.
La Comisión de Salud discutió este proyecto en general y en particular, por tratarse de aquellos de artículo único, y lo aprobó por la unanimidad de sus miembros, Senadores señoras Goic y Van Rysselberghe y señores Chahuán, Girardi y Rossi.
El texto que se propone aprobar se consigna en las páginas 22 y 23 del informe y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- En discusión general el proyecto.
¿Habría acuerdo para abrir la votación?
La señora VAN RYSSELBERGHE.- No, señor Presidente.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- No hay acuerdo.
Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, este proyecto se inicia en una moción de los Senadores que integramos la Comisión de Salud: señor Rossi, señora Van Rysselberghe, señores Chahuán y Girardi y quien habla.
Es una iniciativa muy simple, pero significativa desde el punto de vista de la detección, del tratamiento y, sobre todo, de la prevención y toma de conciencia respecto del VIH.
Se trata fundamentalmente de facilitarles la realización del examen de detección del VIH a los mayores de 14 años, es decir, a jóvenes de entre 14 y 18 años, quienes hoy día necesitan contar con la autorización de un representante legal para realizarlo. Ello, en ese tramo etario muchas veces constituye una barrera, por el temor de los menores a tener que contarles a los padres o al adulto responsable.
Esto también se halla relacionado con la vida sexual activa y con el riesgo de contagio. Porque los jóvenes la inician cada vez más temprano, y deben tomar medidas de prevención.
Complementariamente, en la Comisión se discutió bastante acerca de qué hacer en caso de que el examen de detección del VIH tenga un resultado positivo. Se señaló que debía darse al joven el apoyo necesario.
En tal sentido, se estableció que, de ser positivo el resultado, un reglamento señalará las condiciones de notificación y entrega de él y el manejo adecuado para el control, apoyo y seguimiento del paciente. Es decir, en aquellos casos en que resulta evidente la necesidad de apoyo de un adulto eso va a estar cautelado.
Ello fue respaldado por los representantes del Ministerio de Salud que nos acompañaron durante la discusión de esta iniciativa.
Ahora, señor Presidente, me parece importante hacer un poco de historia respecto del VIH, el cual se encuentra presente en nuestro país desde 1984 y que, a contar de esa fecha, ha tenido una tasa de incremento continuo. Por esa razón, se halla sometido a vigilancia sanitaria con notificación obligatoria.
Desde el inicio de la epidemia y hasta el 2010 la tasa ha avanzado de 0,1 a 4,1 casos por cada 100 mil habitantes. Es un aumento significativo.
Eso se refleja también en la cantidad de personas que han muerto por causa del sida en nuestro país. Según los datos del Ministerio de Salud, entre 1990 y 2009 han fallecido más de 6 mil; y se han notificado 24 mil 14 casos de VIH hasta el 2010. Y ya lo sabemos, la principal vía de transmisión es el contacto sexual sin protección.
Ello no es ajeno a las regiones extremas, señor Presidente.
Como representante de la Región de Magallanes, quiero señalar que también tenemos una tasa alta de casos confirmados con VIH positivo. Somos la cuarta Región con la tasa más alta de confirmación para esta patología.
Si bien el primer grupo de riesgo es el de las personas de entre 20 y 49 años, los adolescentes presentan uno de los mayores aumentos porcentuales en los últimos años. La tasa de adolescentes con esta patología se ha incrementado en el último quinquenio 72 por ciento.
Eso nos alerta, y nos dice que algo debemos hacer para facilitar el acceso al examen de detección del VIH. Pero no solo eso: también hay que tomar medidas de prevención para jóvenes de entre 14 y 18 años.
Las cifras que mencioné se ven reforzadas con lo que nos señala la VII Encuesta Nacional de la Juventud, que refleja cómo se ha ido adelantando la edad de inicio de la actividad sexual en los jóvenes, donde un porcentaje muy alto comienza a partir de los 14 o 15 años. Y, a mi juicio, se adelantará cada vez más.
Por esa razón, me parece muy pertinente esta discusión, y nos obliga a avanzar en otras medidas, que no están contenidas en este proyecto de ley.
Por ejemplo, educación sexual efectiva que contemple el ciclo de vida de la persona, que se incorpore no solo desde el ciclo básico, sino también en la etapa previa. Desde el jardín infantil deberían tomarse medidas que permitan discutir sobre afectividad y sexualidad; cómo generar espacios para que los jóvenes puedan consultar con confianza sus inquietudes.
No se trata solo del acceso a métodos anticonceptivos, sino también de poder contar con adultos que quizás atiendan especialmente a adolescentes en consultorios.
Y lo hemos dicho muchas veces: no con la misma matrona que ve a la mamá, a la vecina, a la abuela, a la tía, en fin, sino en un espacio que les dé la confianza a los jóvenes para consultar. Así podríamos evitar no solo contagios, en el caso del VIH, sino además embarazos no planificados o no deseados, incorporando mucho más la perspectiva preventiva en materia de enfermedades de transmisión sexual.
Para ello es fundamental lo que se está haciendo a nivel de campañas públicas, que han de ser reforzadas. Porque aquí, con el uso correcto del condón, con medidas de prevención, se puede impedir un contagio que, como hemos visto, ya no es una cuestión privativa solo de la población adulta, sino que se va acrecentando cada vez más en la población joven.
Por eso, recomendamos unánimemente aprobar este proyecto.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Hay una petición para que ingrese a la Sala el Subsecretario de Salud Pública, señor Jaime Burrows,
¿Les parece a Sus Señorías?
--Así se acuerda.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tenemos, además, una petición para abrir la votación, dejando claro que hay una indicación de la Senadora señora Van Rysselberghe que se verá después.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
En votación general el proyecto.
--(Durante la votación).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.


La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, en materia de salud pública, el contagio del VIH preocupa a la comunidad médica completa.
Dentro de eso, el contagio en los menores de 18 años está absolutamente subdiagnosticado, pues el requisito de contar con el consentimiento del padre motiva que muchas veces los jóvenes no se decidan a practicarse el examen pertinente pese a haber tenido conductas sexuales riesgosas o relaciones sexuales sin los cuidados necesarios para evitar la infección.
Por esa razón, nos parece absolutamente pertinente que se permita a los mayores de 14 años acceder al examen respectivo sin el consentimiento expreso de sus representantes legales.
Sin embargo -y esta discusión se dio en la Comisión de Salud-, nos parece que tan importante como aquello es que, si el resultado es positivo, el hospital notifique al representante legal. ¿Por qué? Porque la noticia de que alguien padece sida constituye un hecho fuerte, sin que se sepa cómo la puede tomar un adolescente.
De otro lado, se requiere que para que el diagnóstico tenga algún efecto haya adhesión al tratamiento. Y quien puede garantizar esa adhesión, sobre todo cuando estamos tratando con jóvenes, es precisamente el representante legal.
Entonces, me parece que en el contexto de la ley en proyecto debe explicitarse la obligación de que el hospital notifique al representante legal. El cómo hacerlo, que quede en manos del reglamento.
En mi concepto, es irresponsable no dejar aquello amarrado en la legislación. Porque un niño de 14 años, por ejemplo, no puede quedar a la deriva frente a una noticia tan dramática. Y, además, su sobrevida depende de la adhesión al tratamiento.
Por lo tanto, el asegurar esa adhesión debiera ser responsabilidad del representante legal del muchacho.
Esa es la razón por la que presenté la indicación. No tengo inconveniente en que se vote en seguida. Me parece que es un buen complemento, pues asegura una acción en la que hoy día se está fallando: la adhesión al tratamiento cuando a un adolescente se le diagnostica el mal.
Creo que hay que trabajar a ese respecto. Pero ello es imposible si no se hace en concomitancia con los representantes legales.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, tal como dijo la Senadora Goic, este es un proyecto sencillo, pero no por ser sencillo pierde importancia.
Entre las metas sanitarias que se han impuesto los países miembros de la Organización Mundial de la Salud está la que pretende que al año 2020 se haya diagnosticado y tratado el 90 por ciento de los casos de VIH.
Con ese objetivo en mente, valoro enormemente este proyecto de ley, que busca que los adolescentes de entre 14 y 18 años se realicen exámenes de detección sin que deba mediar el consentimiento del representante legal.
Que nuestras leyes y políticas disminuyan las barreras que existen actualmente para el acceso de los adolescentes a la prueba del VIH es un objetivo importante que siempre debemos apoyar.
Se trata de una epidemia que, lamentablemente, continúa en crecimiento. Se estima que en nuestro país cerca de 45 mil personas viven con el virus en comento.
Aunque el grupo de mayor riesgo continúa siendo la población de entre 20 y 49 años, los adolescentes presentan uno de los mayores incrementos porcentuales en la prevalencia.
Si tomamos en consideración la tasa de notificación de VIH para el grupo etario de entre 15 y 19 años, podemos observar que ambas cifras se han duplicado entre los quinquenios 2004-2008 y 2009-2013.
Pese a que esas cifras ya revelan la gravedad de la situación, se estima que el número de adolescentes infectados es mucho mayor que el oficialmente pesquisado.
¿Por qué sucede aquello? En parte, por el importante obstáculo que deben enfrentar los jóvenes al tener que contar con el consentimiento de su representante legal para acceder al examen de detección.
Tal requerimiento no guarda relación con las normas que establecen la edad de consentimiento para iniciar relaciones sexuales sin que medien consecuencias penales.
Quien inicia su vida sexual a los 14 años y puede hacerlo sin el consentimiento de sus padres no debería tener que esperar hasta la mayoría de edad para acceder libremente a exámenes de detección del VIH, porque es en este período cuando los adolescentes son más vulnerables a contraer infecciones de transmisión sexual, incluida la que provoca el VIH.
Dicho lo anterior, me parece relevante agregar que en Chile la edad de consentimiento para las relaciones sexuales homosexuales es mayor que la edad de consentimiento para las relaciones sexuales heterosexuales.
Dicha diferencia supone discriminación por orientación sexual y, naturalmente, puede constituir una barrera para la atención a parejas homosexuales, por temor a las consecuencias penales en que puedan incurrir.
A mi modo de ver, los obstáculos que actualmente se les presentan a los jóvenes se traducen en una vulneración de sus derechos en salud y constituyen una barrera de acceso a servicios sanitarios disponibles y garantizados.
Las directrices y acuerdos de organismos internacionales rectores en temáticas sobre salud sexual, VIH e infecciones de transmisión sexual apuntan a la autonomía de las personas como una condición esencial para la prevención y el control.
Los marcos normativos jurídicos internacionales y nacionales vigentes consideran a los adolescentes sujetos de derechos capaces de tomar decisiones en distintos ámbitos, entre los cuales se cuentan los relativos a su salud. Asimismo, reconocen su capacidad para asumir responsabilidades y deberes cuando adoptan libre e informadamente tales decisiones.
Por otra parte, además de la eliminación del consentimiento del representante legal, me parece importante -como aquí ya se ha dicho- definir qué sucederá con el menor diagnosticado con un resultado positivo y cómo se realizará la notificación a quien se hará responsable de él.
Teniendo en cuenta que los menores aún no han adquirido todos los derechos que les corresponderían como mayores de edad ni tienen la autonomía necesaria para iniciar el tratamiento de una patología de carácter crónico, estimo necesario que se formule un nuevo protocolo, donde se trate con especificidad la situación de los adolescentes que acceden al examen de detección del VIH.
Finalmente, me gustaría señalar que, si bien la generación actual de jóvenes es generalmente más sana y mejor educada que las generaciones del pasado, hay varios aspectos relacionados con la salud sexual y el VIH que se pasan por alto.
El aumento en las tasas de infección en jóvenes de entre 15 y 19 años de edad es un indicador altamente inquietante.
Tomando en cuenta esa realidad, considero necesario implementar una política definida para combatir el VIH en Chile, que no solo incentive a ese grupo etario a someterse a exámenes de detección, sino que también cuente con un enfoque sobre cómo prevenir la enfermedad. Esta política debe considerar programas actualizados al escenario sanitario que hoy se constata en Chile.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, incorporar a los jóvenes menores de 18 y mayores de 14 años a un conjunto de derechos es una necesidad imperiosa.
Hoy día los adolescentes tienen una condición tal que participan en un conjunto de acciones en que no se distinguen de los mayores de 18 años.
Por tanto, la división de la edad no resulta un criterio apropiado para definir estrategias, al menos en salud pública. Porque debe haber una estrategia dirigida a la población vulnerable de mayor riesgo, y los adolescentes de 14 años sí la tienen.
Uno podría decir: "¿Y los de 13?".
Vamos a tener que revisar constantemente nuestra estrategia en torno no solo al VIH, sino también a la prevención del embarazo precoz y otras situaciones tan importantes como esas.
La pregunta es cuánto estamos gastando actualmente en medicamentos para tratar la enfermedad en cuestión.
Porque pareciera ser que el esfuerzo del Estado por prevenir el sida y prestarle atención (aumentan los casos: más de 45 mil) declinó, sumando un enorme presupuesto. La cifra que tengo a mano habla de que 120 mil millones de pesos cuestan los tratamientos y la compra de los medicamentos.
Eso parece ser insostenible. Lo que hay que hacer es prevenir.
Quiero además señalar lo siguiente.
¿Qué pasa con los inmigrantes? Los menores de 18 años tienen atención; las mujeres embarazadas, también. Pero los hombres que llegan a vivir a Chile carecen de la posibilidad de asistencia; y si son portadores de VIH y arman pareja, tenemos un problema.
Hay que enfrentar la situación de los inmigrantes que cada día, por miles, llegan a nuestro país y están fuera del sistema protectivo.
Por lo tanto, la fuente de contagio es una cuestión que debe asumirse como problema de salud pública.
En esta materia también hay que revisar nuestras políticas de acceso a los métodos preventivos, particularmente al preservativo.
El informe señala que en el año 2000 teníamos una importación de 2 millones de condones y que hoy día estamos en 60 millones. Hay, pues, más condones: el problema estriba en la accesibilidad.
En las policlínicas los adolescentes deben dar una larga charla para recibir seis unidades. Entonces, no vuelven más, por pudor y por otras razones.
En consecuencia, el sistema de acceso a los mecanismos preventivos del sida debe revisarse. Porque los jóvenes no van a ir buscar condones a la policlínica, donde se chequean las mujeres embarazadas, los niños, la comunidad del entorno.
Entonces, tenemos problemas con los mecanismos de prevención; con la detección precoz de la enfermedad, y con la incorporación integral al sistema: no solo de los mayores de 14 y menores de 18 años, sino también de los inmigrantes, quienes, como señalé, deben ser tratados.
Este proyecto de ley es apropiado: permite que los jóvenes accedan al examen. Y si marcan positivo, debe haber una política pública que posibilite la comunicación a los padres, dependiendo del tipo de familia o de la clase de relación parental que exista.
Si no aprobamos este proyecto y se mantiene la exigencia de autorización de los padres, los adolescentes no van a concurrir al examen. Y lo que queremos es que lo hagan libremente ante la sospecha de contagio.
Por lo tanto, voy a votar a favor.
Lo que hay que hacer, señor Presidente, es preocuparse más profundamente de por qué se habla de "reepidemia", no de "epidemia": ello es porque la enfermedad ha resurgido masivamente.
Por consiguiente, se trata de un problema que Chile debe enfrentar.
Con las observaciones que he hecho, sería muy bueno que el Ministerio de Salud nos diera a conocer el costo en medicamentos, el costo en tratamientos, versus el costo en prevención; eso es clave. Porque tengo la sensación de que estamos gastando mucho en medicamentos, mucho en tratamientos y muy poco en prevención.
Voto que sí.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (24 votos a favor y un pareo).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic, Muñoz, Lily Pérez, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Araya, Chahuán, Coloma, Espina, Girardi, Harboe, Horvath, Lagos, Hernán Larraín, Letelier, Matta, Moreira, Navarro, Pizarro, Quintana, Quinteros, Ignacio Walker y Patricio Walker.
No votó, por estar pareado, el señor Ossandón.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- El señor Secretario leerá la indicación presentada por la Senadora señora Van Rysselberghe.


El señor LABBÉ (Secretario General).- La indicación es para remplazar la letra b) del artículo único por la siguiente:
"b) Si el interesado tuviere una edad igual o superior a 14 años, pero menor a 18, de ser positivo el resultado del examen, se deberá informar de este hecho a su representante legal. Un reglamento del Ministerio de Salud establecerá el procedimiento de información, así como el manejo adecuado para el control, apoyo y seguimiento del paciente.".
Como se dijo, en el fondo se intercala la exigencia de darle conocimiento al representante legal cuando se trata de un mayor de 14 pero menor de 18 años.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- ¿Le parece a la Sala votar de inmediato la indicación?
La señora VAN RYSSELBERGHE.- Sí.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Acordado.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, este proyecto de ley, que fue patrocinado por todos los miembros de la Comisión de Salud, tiene por objeto modificar la ley N° 19.779 a fin de fomentar la realización de exámenes de detección del sida, eliminando la exigencia según la cual los mayores de 14 años y menores de 18 años requieren el consentimiento de su representante legal.
La moción fue apoyada por el Ministerio de Salud, considerando, de acuerdo a los diversos estudios realizados, y que se expusieron en la Comisión técnica, el alarmante incremento que ha experimentado dicha patología, sobre todo entre los jóvenes que se encuentran en ese tramo de edades, quienes requieren efectuar el examen pertinente y muchas veces no lo hacen porque se resisten a relatar la dolencia que padecen a sus padres o representantes legales.
Por eso, estimamos que la modificación legal que mediante este proyecto se introduce es de gran importancia, pues permitirá llevar a cabo una detección precoz del VIH para los efectos de realizar el tratamiento correspondiente.
Ahora bien, durante el debate intercambiamos ideas sobre aspectos que se habían omitido en la moción, relacionados especialmente con la consejería y con la notificación que debe hacerse a los padres o representantes legales de los jóvenes en el evento de resultar positivos los exámenes.
Por tanto, de acuerdo con los representantes del Ejecutivo, y considerando que tales aspectos deben ser materia de la potestad reglamentaria, establecimos que ha de establecerse un reglamento para señalar las condiciones de notificación y entrega del examen, como asimismo el manejo adecuado para el control, seguimiento y apoyo al paciente.
Con tal precisión, estimamos que este proyecto de ley debe ser aprobado, para que prosiga su segundo trámite constitucional y se convierta prontamente en ley, esperando que el reglamento respectivo se dicte en un plazo prudente, para que el cuerpo legal pueda regir en su integridad y aplicarse a los jóvenes que se encuentran en el referido tramo etario.
Además, señor Presidente, es bueno interpelar al Ministerio.
Durante bastante tiempo, las campañas de prevención contra el sida estaban de alguna manera estancadas en un presupuesto de cerca de 400 millones de pesos. Lo cierto es que hoy día tenemos un aumento exponencial o explosivo del contagio de VIH, particularmente en parejas heterosexuales y en mujeres. Y ello nos alarma.
Por lo mismo, hacemos un llamado para evitar que el sida se transforme en una verdadera pandemia en los próximos años.
Sabiendo que hoy día tenemos la triple terapia, que permite controlar y evitar las muertes por contagio, son importantes las campañas preventivas. De modo que llamamos al Gobierno a que entienda que hay que suplementar más recursos para ellas.
Hemos estado trabajando este asunto con Vivo Positivo, con el grupo Acciongay, en fin, al objeto de procurar que se consignen todos los recursos necesarios para contener el aumento exponencial de la patología en cuestión.
Por tanto, señor Presidente, el llamado es al Ministerio para que tome en serio el contagio del VIH e incentive tanto campañas preventivas en televisión cuanto -lo hemos señalado- la necesaria educación sexual en los colegios, a fin de evitar conductas de riesgo.
Voto favorablemente.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Quiero recordar que estamos votando una indicación de la Honorable señora Van Rysselberghe.
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, en general estoy de acuerdo con el proyecto y con la indicación.
Sin embargo, quiero dejar constancia de que entiendo que una persona a los 13 años tiene derecho a consentir las relaciones sexuales.
Siempre es arbitrario fijar cualquier edad como límite. Pero deberíamos concordar el guarismo de la edad que vamos a establecer aquí con los derechos de los menores de edad para consentir el tener relaciones. Porque puede ocurrir que una persona de 14 o de 13 años haya consentido relaciones sexuales, pero no podrá hacerse exámenes.
Comparto, por cierto, que en el caso de menores se puede dar aviso, como lo señala la indicación -por eso, voy a votarla a favor-, pero mantengo una inquietud sobre la edad que hemos contemplado. Dejo constancia de lo anterior, por cuanto quizás deberíamos haber hecho una concordancia con aquella que la ley determina para consentir relaciones sexuales. Entiendo que el Código Civil fija 13 años para tal efecto.
Lo señalo porque se encuentran presentes varios miembros de la Comisión de Salud que participaron en la discusión.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Si la Sala lo permite, intervendré brevemente desde la testera.
La edad del consentimiento sexual es de 14 años. Se consideró una excepción, por ejemplo, si una muchacha de 13 años y su pololo de 16 mantienen relaciones sexuales, caso en el cual no hay delito. Eso es lo que se legisló. Fue una iniciativa de Juan Bustos.
El señor LETELIER.- Gracias.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no he emitido su voto?
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Por 20 votos a favor y un pareo, se aprueba la indicación, y queda despachado en particular el proyecto.
Votaron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Chahuán, Coloma, Espina, Girardi, Horvath, Hernán Larraín, Letelier, Moreira, Navarro, Pérez Varela, Quintana, Quinteros y Patricio Walker.
No votó, por estar pareado, el señor Ossandón.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- La Honorable señora Lily Pérez deja establecida su intención de voto a favor.