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REGULACIÓN DE MEDICAMENTOS BIOEQUIVALENTES GENÉRICOS E IMPEDIMENTO DE INTEGRACIÓN VERTICAL DE LABORATORIOS Y FARMACIAS


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, el propósito de este proyecto es abrir el mercado de los medicamentos genéricos bioequivalentes y prohibir la integración vertical entre laboratorios y farmacias.
El contexto actual en nuestro país en lo relativo a este tema hace que sea profundamente necesaria una revisión respecto de la aplicación de la Ley de Fármacos, como aquí ya se ha dicho, para así evitar que se sigan vulnerando los derechos de los más desprotegidos.
Además, las noticias de la iniciativa emprendida por el municipio de Recoleta, que ha instaurado su propia "farmacia popular", ha provocado una ola de reflexiones y cuestionamientos respecto del actual reglamento y el futuro de la industria en nuestro país.
Por todo lo anterior, me pronuncio a favor de esta iniciativa, a pesar de que considero que aún es posible realizarle mejoras.
Sin perjuicio de ello, debemos analizar en profundidad esta materia para avanzar con propuestas que luego no sean desestimadas por afectar principios constitucionales, como aquí se ha señalado.
Ya en la tramitación del proyecto que modificaba el Código Sanitario en lo referente a la regulación de las farmacias -tuvo lugar entre los años 2009 y 2014- hubo una batería de opiniones de destacados constitucionalistas y de personeros del Gobierno anterior que presentaron sus reparos respecto de la prohibición de la integración vertical.
En la misma línea, no puedo dejar de mencionar que actualmente muchas farmacéuticas transnacionales se han expandido más allá de sus fronteras, instalándose cómodamente en nuestro mercado, lo que ha resultado en que casi todos los laboratorios nacionales hayan sido adquiridos por multinacionales extranjeras. Muchas de estas, además, corresponden a empresas estatales que han sido fuertemente potenciadas por sus propios gobiernos de origen. Por ello, debemos preguntarnos qué estamos haciendo como país para potenciar nuestras farmacias o nuestras farmacéuticas nacionales.Urge que hoy nos preguntemos cuál es el rol que queremos jugar y cómo podemos contribuir a un mercado más eficiente y más competitivo.
El diagnóstico actual es que la integración horizontal que se ha producido en nuestro país ha disminuido de manera importante la oferta de medicamentos.
Por ello, el principal desafío que hoy se abre es el de velar para que los laboratorios nacionales asuman un rol más activo en el mercado.
En otras palabras, potenciar el desarrollo de laboratorios locales no puede significar en ningún caso un nuevo vínculo entre farmacias y laboratorios que devenga en prácticas desfavorables para los consumidores.
Junto con lo anterior, quiero destacar la importancia de que un proyecto de estas características aporte también a nivel regional. Esto, porque en la actualidad son las regiones las que siempre quedan relegadas en este sistema altamente centralizado.
El desafío que hoy tenemos en nuestras manos es la creación de un proyecto que no solo piense en lo que sucede en la Capital del país. Tenemos que ofrecer a las chilenas y los chilenos un proyecto que dé cuenta de las particularidades de nuestras regiones, distinguiendo de esta manera a las grandes cadenas farmacéuticas de aquellas farmacias de menor tamaño, que cumplen un servicio fundamental en las distintas zonas a lo largo de Chile.
Pero también porque estamos pensando en los millones de chilenos que ven dificultado su acceso a medicamentos de mayor calidad y bajo costo, es que no podemos obviar la actual situación de los medicamentos genéricos en nuestro país. Si bien estos cumplen un rol fundamental en tanto presentan la alternativa más económica y accesible para gran parte de la población, hoy la situación ha cambiado diametralmente con la inclusión de los medicamentos bioequivalentes.
Lo anterior, porque los precios de los bioequivalentes, con el transcurso del tiempo, han llegado a equipararse con los de los medicamentos de laboratorios privados. Y lo que más desconcierta de esta situación es el hecho de que la equiparación de precios es producto de nuestra propia legislación.
El proyecto de bioequivalencia que buscamos impulsar traía considerada la aplicación de un sello de calidad en los remedios genéricos, con el propósito de poder ofrecer una garantía de calidad. Sin embargo, este proceso de certificación conlleva un alto costo, lo que ha provocado una compleja situación, porque o se incumple la ley o se aumenta significativamente el valor del remedio. ¿Cómo nos hacemos cargo, entonces, de la realidad de nuestro sistema? Como señalé previamente, urge un cambio en el marco legal.
El objetivo de este proyecto, de esta futura ley, es avanzar a un mercado competitivo, donde existan condiciones para que los sectores más vulnerables de nuestra población puedan acceder a sus medicamentos sin que ello signifique costos en extremo elevados para los pacientes y sus familias.
Por esta razón, no podemos permitir que la equiparación de precios continúe. Debemos evitar que esta situación se expanda, en pos de beneficiar a miles de chilenos.
Aprovecho para realizar una última reflexión respecto del proyecto de farmacia popular de la comuna de Recoleta, rescatando la intención que llevó a su creación. Pienso que para su replicación e integración con el sistema de entrega de medicamentos a personas afiliadas a FONASA, convendría tener en cuenta el programa gubernamental brasileño denominado "Aquí hay Farmacia Popular", que logró, a través de una alianza público-privada, ofrecer medicamentos al 10 por ciento del costo de referencia establecido por el Ministerio de Salud, en más de 34 mil farmacias en todo el territorio nacional...
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Excúseme, señor Senador, pero concluyó su tiempo. Si le doy un minuto más, tendría que hacer lo mismo con todos...
El señor QUINTEROS.- Quedo hasta aquí, señor Presidente.