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LÍMITE A REELECCIÓN DE PARLAMENTARIOS, ALCALDES, CONSEJEROS REGIONALES Y CONCEJALES


El señor PROKURICA.- Señor Presidente, la verdad es que en Chile, y especialmente en política, la memoria es cada día más corta. Y es por eso que quiero recordar a la Sala que Renovación Nacional ya en 2006 le planteó al primer Gobierno de la Presidenta Bachelet -después lo hizo en 2012- el asunto que nos ocupa.
De hecho, el proyecto de ley tiene entre sus autores al Honorable señor Chahuán, en esa época Diputado; a los entonces Diputados señor Aedo y señora Valcarce, y a otros parlamentarios de mi Partido. Fue presentado el 22 de marzo de 2006.
En caso de haberse aprobado, quizás habríamos evitado muchos de los problemas actuales de la política. Preveíamos una situación adversa y proponíamos adelantarnos a ella, pero eso no fue posible por distintas razones.
Como lo ha dicho el señor Presidente de la Comisión, esta es una materia totalmente discutible, porque no se da en todas las democracias y porque, claro, a lo mejor desde la calle o desde quienes han pretendido ser parlamentarios se quiere hacer ver que poco menos que el cargo les fue regalado a quienes lo desempeñamos.
Eso no es así. Aquí nos estamos autorrestringiendo, por una parte, los propios parlamentarios que aprobaremos la iniciativa, pero, además, se está limitando la voluntad popular. Porque, como se ha expuesto, hay personas que han integrado el Congreso por mucho tiempo, o alcaldes o concejales que se han desempeñado durante largos años, y por algo la gente los sigue eligiendo.
Un informe de la Biblioteca del Congreso Nacional consigna que la experiencia comparada exhibe casos en que la reelección en el ámbito presidencial se permite en forma inmediata e indefinida, como en Francia y Venezuela; inmediata, aunque limitada solo a un período, como en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y Ecuador; inmediata, con dos períodos consecutivos, como en los Estados Unidos, o alterna, con la opción de repostular al cargo una vez transcurridos uno o dos mandatos, como en nuestro país, Perú y Uruguay. En México y Paraguay la reelección no es admitida.
En el ámbito parlamentario, tal como lo ha planteado el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra, solo hay limitación a la reelección en Costa Rica y en México, donde los parlamentarios que culminan su período deben esperar el paso de una legislatura para volver.
Hay argumentos a favor y en contra que se han señalado en muchas oportunidades.
Por un lado, algunos juzgan que la experiencia parlamentaria es un plus. Y creo que eso es cierto. Quienes hemos estado ya mucho tiempo en el Congreso nos damos cuenta de que a veces no es fácil encontrar gente con experiencia para desempeñarse en nuestra labor, o en la de alcalde o la de concejal. Muchos de los elegidos pasan períodos completos aprendiendo cómo ser jefe comunal, por ejemplo.
Y, por el otro, hay críticas de quienes afirman que se trata de una especie de "apernamiento" de personas que se profesionalizan en la política.
Me parece que es una cuestión totalmente opinable.
Estimo que el proyecto, que tiene por objeto limitar la reelección de los Senadores a un período, la de los Diputados a dos períodos sucesivos, y la de los alcaldes, concejales y consejeros regionales a dos veces consecutivas, constituye una buena medida. Creo que va a provocar un efecto en la opinión pública desde el punto de vista de que existirá una carrera con límites y que eventualmente podrá dar espacio a nuevas generaciones. Considero que la propuesta va en la línea correcta.
No es, a diferencia de lo que algunos medios han querido exponer, una fórmula con letra chica porque, supuestamente, quienes ocupamos los cargos podríamos repostular.
A mi juicio, se presentaban tres opciones. Una de ellas era determinar que el sistema empezara a regir a partir del próximo período, lo que, a lo mejor, hubiera sido más difícil presentar con el ambiente actual. Otra era disponer un efecto retroactivo, lo que presenta el problema de que mucha gente fue elegida en ciertas y determinadas condiciones, que se estarían cambiando. La Comisión adoptó el justo medio, que es decir: "Se aprueba la limitación, pero se computa el período actual como el primero para los efectos de la inhabilidad en cuanto a volver a ser candidato".
Finalmente, deseo hacer constar, en el poco tiempo que me queda, que en 2006 y 2012 nosotros no solo planteamos la limitación en la reelección de parlamentarios, alcaldes y concejales -en esa época no había elección popular de consejeros regionales, y estimo que en un tiempo más vamos a tener que agregar a los intendentes, que serán designados en esa forma-, sino también en los períodos de los dirigentes políticos.
Y aquí hay un trabajo pendiente para la Comisión. ¡Hay partidos cuyos presidentes duran treinta años! ¡Ese es un desprestigio total! Me parece que la gente percibe mal a estas colectividades por creer que se trata de un grupo de personas al que no se puede ingresar y que mantiene la llave de la posibilidad de las inscripciones o las elecciones.
Pienso que es un caso que también debiéramos estudiar en el futuro.
Finalmente, deseo comunicar una reflexión: las últimas modificaciones que hemos hecho van en una línea incorrecta. Con la modificación del sistema binominal, los parlamentarios aumentaron en 47, en circunstancias de que en las democracias se procede al revés en el mundo entero: se disminuyen.
Por eso, con varios colegas presentamos un proyecto tiempo atrás para volver a la cantidad actual. Frente a la opinión pública, estimo que hoy día es francamente impresentable incrementar en un tercio los integrantes del Congreso.
He dicho.