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PERFECCIONAMIENTO DE LEY N° 19.995 Y PRÓRROGA DE FUNCIONAMIENTO DE CASINOS MUNICIPALES


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, no voy a insistir en lo que ya varios colegas manifestaron sobre las concesionarias y los años de duración de la concesión.
Tampoco reiteraré las felicitaciones a quienes hicieron posible la pronta aprobación de esta iniciativa.
Sí quiero decir que este proyecto es de toda justicia, y valoro que lo haya presentado el Gobierno de la Presidenta Bachelet.
Sin esta futura ley, los siete casinos municipales actualmente existentes dejarían de operar a fines de este año, con los perjuicios que ello acarrearía a las arcas municipales, a la estabilidad laboral de sus trabajadores y, en general, a la actividad turística de esas comunas.
Aprecio la sensibilidad demostrada por el Ejecutivo para enfrentar esta situación, que afecta a municipios de regiones.
Privarlos de estos recursos habría traído aún más dificultades a la precaria situación financiera no solo de aquellos que cuentan con casino, sino de todos a nivel nacional, por cuanto la falta de tales ingresos habría afectado la distribución general del Fondo Común Municipal.
Respecto de los trabajadores, el proyecto recoge algunas demandas expresadas por sus organizaciones, en especial la que establece que el porcentaje de personas que se desempeñan para el actual concesionario y que continuarán prestando servicios no podrá ser inferior al 80 por ciento.
Sobre el particular, cabe preguntarse: ¿por qué no proteger al 100 por ciento de los trabajadores? Me parece que se debe dar respuesta a todos y no solo a algunos. Tal vez debería contestar a esta duda la autoridad pertinente del Ministerio del Trabajo y pronunciarse sobre los tipos de contrato laboral aplicables a este sector, que, a mi modo de ver, no pueden considerarse como por obra o faena, por cuanto ello no da derecho a indemnización por años de servicios, sino como contratos indefinidos, que sí cuentan con tal protección.
De esa manera, sí estaríamos defendiendo a los trabajadores.
La iniciativa se hace cargo también de la vocación turística de las comunas donde se ubican estos casinos. Dicha actividad no puede considerase igual al resto de las actividades económicas, pues condiciona a toda una ciudad.
Destaco, en particular, el caso de Puerto Varas: a pocas décadas de su fundación, junto con la llegada del ferrocarril, el Estado impulsó la construcción del Gran Hotel y, más adelante, a través de la ley N°17.169, la creación del Casino Municipal, que comenzó a operar en 1970. Ambas iniciativas sentaron las bases de lo que es hoy un importante polo turístico nacional.
Ese municipio -con su actual alcalde, Álvaro Berger- ha invertido gran cantidad de recursos para mantener la infraestructura adecuada, a fin de atraer visitantes sin desatender las necesidades de los vecinos.
Esa historia, similar a la de comunas como Viña del Mar, Pucón y otras, no puede desecharse por argumentos técnicos. La suerte de una actividad tradicional no debe quedar entregada a una licitación.
Por otra parte, un dato relevante que nadie señala: los casinos municipales producen mayores ingresos que los privados, por lo que su mantención se justifica también por razones económicas.
Además, el mecanismo de distribución de los ingresos provenientes de la operación de los casinos se hace más justo, ya que el Fondo Nacional de Desarrollo Regional recibirá el 10 por ciento de esos dineros.
Por todo lo anterior, como dije, considero que esta iniciativa es de toda justicia.
Quedan pendientes -esto ya se mencionó- la regulación de las máquinas de azar, que se han extendido por todas las comunas, y los juegos por internet. Espero que ambas materias sean reguladas prontamente.
Con todo, el paso que estamos dando me parece muy positivo. Estoy seguro de que las comunas que cuentan hasta ahora con casinos municipales continuarán siendo un pilar de la actividad turística nacional y, también, seguirán mejorando la calidad de vida de los sectores más necesitados.
Por eso, voto que sí.