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REVOCACIÓN DE NACIONALIDAD CHILENA OTORGADA POR ESPECIAL GRACIA A SEÑOR JOHN JOSEPH REILLY


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, como es de conocimiento público, el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago condenó, por sentencia de 15 de octubre de 2014, al sacerdote señor John Joseph Reilly a la pena de cuatro años y un día de presidio menor en su grado máximo, que cumplirá con el beneficio de libertad vigilada, por el delito de abuso sexual reiterado entre los años 2010 y 2012 en contra de una alumna del colegio donde el autor se desempeñaba como orientador. Además, quedará en el Registro Nacional de Pedófilos, por lo que no podrá ocupar cargos públicos ni funciones que lo mantengan en contacto con menores de edad.
Me causa especial indignación este tipo de delitos cometidos en contra de menores de edad, y aumenta mi rechazo al tener presente la calidad del condenado, que lo había hecho merecedor del más alto honor que puede recibir un extranjero en Chile: la nacionalidad por gracia.
Evidentemente, cuando el Congreso Nacional concedió este reconocimiento no contaba con todos los antecedentes o, derechamente, fue engañado. Por lo tanto, es necesario revocar esa decisión, de acuerdo con el artículo 11, N° 4° de la Constitución.
En efecto, dentro de los fundamentos del proyecto que otorgó la nacionalidad se consideró: "Que su gran preocupación ha sido siempre la formación de la juventud, cultivando en los jóvenes virtudes como el respeto, la transparencia, la vida de gracia y por sobre todo, la entrega a las personas más necesitadas".
Asimismo, el informe de la Cámara de Diputados dejó constancia como uno de los criterios exigidos a los receptores de este reconocimiento el "Que se trate de personas que no utilicen este beneficio con un fin ajeno al que se le concedió".
La sentencia consigna que el condenado alegó el otorgamiento de la nacionalidad por gracia como atenuante de su responsabilidad penal, lo que llevó al tribunal a estimar su irreprochable conducta anterior como una atenuante muy calificada, por lo que el condenado pudo acceder a una pena inferior a la que le correspondía.
En consecuencia, el aspecto principal considerado en su momento para otorgarle la nacionalidad por gracia fue su trabajo con la juventud, particularmente en el plano educacional y valórico, lo que ha quedado desvirtuado por la condena recibida.
Asimismo, un criterio principal utilizado por la Cámara de Diputados al otorgar la nacionalidad era y es no utilizar este beneficio con un fin ajeno al que se le concedió, lo que ha sido vulnerado por el sacerdote al esgrimir este reconocimiento como atenuante muy calificada, obteniendo con ello rebajas de condena.
Por lo tanto, hay una abierta burla a los fundamentos y a las obligaciones que impone un reconocimiento tan relevante como la nacionalidad por gracia.
Además, el Estado de Chile, al suscribir la Convención sobre los Derechos del Niño, se ha comprometido a adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual.
Producida la revocación, el sacerdote Reilly recuperará su calidad de extranjero y, en tal caso, quedará sometido a toda la legislación aplicable a estos cuando son condenados por un tribunal.
Señor Presidente, la Constitución dice que en Chile no hay persona ni grupo privilegiado; todos deben someterse a la ley, cualquiera sea su investidura. Esta norma es muy antigua, pero lo que ha cambiado es que hoy existe una ciudadanía mucho más consciente de sus derechos y dispuesta a exigir el respeto al marco legal a toda persona revestida de autoridad o poder, sea político, judicial, militar, económico, social o religioso.
Cada estamento de la sociedad debe revisar lo que está haciendo para asegurar esta igualdad y ser muy cuidadoso en enviar cualquier señal de privilegio o de impunidad.
Como señala la declaración de la Congregación de los Sagrados Corazones a propósito de la designación del nuevo Obispo de Osorno: "Tenemos que tomar en serio el hecho de tener un pueblo de Dios más empoderado".
Esta actitud es la que merecen no solo las víctimas de abusos o delitos, sino todos los chilenos.
Por los motivos expuestos, me permito solicitar el apoyo de la Sala para aprobar el proyecto de ley en análisis, que revoca la nacionalidad concedida por gracia al señor Reilly. Es una decisión que contribuirá a dar luz y paz allí donde ha habido oscuridad y dolor.
He dicho.