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ENMIENDA A SISTEMA DE TURNOS DE TRABAJADORES DEL COMERCIO Y A JORNADA EN DOMINGOS Y FESTIVOS


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Señores Senadores, tenemos dos proyectos de ley muy importantes en materia laboral: los que modifican el Código Laboral en materia, por una parte, de prohibición de contabilizar el día feriado irrenunciable dentro de la planificación horaria mensual que determina el sistema de turno de los trabajadores del comercio, y por otra, de jornada en domingos y festivos.
Ambas iniciativas se aprobaron por unanimidad en la Comisión de Trabajo. De hecho, en la reunión de Comités se discutió si se ponían en Fácil Despacho o en el primer lugar del Orden del Día, porque existe el compromiso de despacharlas con la mayor brevedad.
Por lo tanto, considerando que en aquella instancia la aprobación fue unánime, le propongo a la Sala que tratemos en conjunto los dos proyectos y que hagamos una sola votación, en general y en particular a la vez, para que el despacho de ambos tenga lugar hoy.
¿Habría acuerdo?
La señora ALLENDE.- Sí.
El señor PROKURICA.- Sí.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Acordado.
--Los antecedentes sobre el primer proyecto (9.402-13) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 51ª, en 1 de octubre de 2014.
Informe de Comisión:
Trabajo y Previsión Social: sesión 74ª, en 16 de diciembre de 2014.
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--Los antecedentes sobre el segundo proyecto (9.386-13) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 91ª, en 27 de enero de 2015.
Informe de Comisión:
Trabajo y Previsión Social: sesión 96ª, en 10 de marzo de 2015.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El primer proyecto se halla en segundo trámite constitucional, y mediante él se modifica el Código del Trabajo para establecer la prohibición de contabilizar el día feriado irrenunciable dentro de la planificación horaria mensual que determina el sistema de turno de los trabajadores del comercio.
El Ejecutivo hizo presente la urgencia para su despacho, calificándola de "suma".
Su objetivo es determinar, respecto de los trabajadores que se desempeñan en establecimientos de comercio y de servicios atendiendo directamente al público, que los días en que ejercen su descanso semanal no podrán coincidir en ningún caso con los feriados obligatorios correspondientes al 1 de mayo, 18 y 19 de septiembre, 25 de diciembre y 1 de enero, consignados como tales en la ley.
La Comisión de Trabajo y Previsión Social discutió esta iniciativa en general y en particular, por ser de artículo único, y la aprobó en general y en particular, con la modificación que consigna en su informe, por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señora Muñoz y señores Larraín y Letelier.
El texto que se propone aprobar se contiene en la página 6 del informe y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
El segundo proyecto, que también se encuentra en segundo trámite constitucional, tiene por finalidad enmendar el Código del Trabajo en materia de jornada laboral en días domingos y festivos.
El Ejecutivo hizo presente la urgencia para su despacho, calificándola de "suma".
Sus objetivos son:
-Contemplar para los trabajadores del comercio y de servicios que atiendan directamente al público siete días domingos de descanso semanal durante cada año de vigencia del contrato de trabajo, adicionales a los dos domingos de descanso mensual.
-Tres de los siete domingos podrán ser remplazados por días sábados unidos a domingos de descanso semanal.
-Establecer para esos mismos trabajadores un recargo en la remuneración de al menos 30 por ciento del sueldo convenido respecto de las horas ordinarias trabajadas los días domingos.
El referido órgano técnico discutió este proyecto en general y en particular, por ser de artículo único, y lo aprobó por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señora Muñoz y señores Allamand, Larraín y Letelier.
El texto que se propone aprobar se consigna en la página 6 del informe y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
Nada más, señor Presidente.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Muchas gracias, señor Secretario.
En votación general y particular los dos proyectos.
--(Durante la votación).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Muñoz, Presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.


La señora MUÑOZ.- Señor Presidente, me alegro del acuerdo adoptado por esta Sala en el sentido de tratar juntos los dos proyectos, que son de la máxima importancia para miles de trabajadoras y trabajadores del comercio en nuestro país.
Saludo a las dirigentas y a los dirigentes de las organizaciones de trabajadores del comercio que nos acompañan.
¡Muy bienvenidos!
--(Aplausos en tribunas).
Informaré en primer lugar el proyecto de ley sobre descanso semanal y feriados obligatorios para los trabajadores del comercio.
Antes quiero saludar a la Ministra del Trabajo, señora Javiera Blanco, quien, con su participación permanente en nuestra Comisión junto con el Subsecretario del ramo, posibilitó una tramitación ágil, profunda, responsable de estas materias.
En todo caso, debo hacer presente que, por desgracia, la señora Ministra deberá abandonar esta Sala, pues la Cámara de Diputados va a votar en general el proyecto de reforma laboral.
Lo lamentamos, pero pienso que estará muy bien representada por el Subsecretario señor Francisco Díaz y por el coordinador señor Francisco del Río.
Señor Presidente, esta iniciativa, que se originó en una moción de Diputadas y Diputados que representan a distintas corrientes políticas, tiene como finalidad precisar con claridad que los días en que los trabajadores del comercio ejercen su descanso semanal no podrán ser coincidentes con los correspondientes a los feriados obligatorios que la ley N° 19.973 estableció en beneficio de ellos.
¿Por qué se ha tenido que llegar a legislar de esta manera? La respuesta está en una mala práctica de las empresas del retail, las cuales, por no internalizar en forma oportuna los efectos de la ley recién mencionada, comenzaron a vincular los feriados obligatorios a la jornada, en circunstancias de que el espíritu de la norma que concedió los ya referidos cinco días feriados -1 de mayo, 18 y 19 de septiembre, 25 de diciembre y 1 de enero- es justamente posibilitar su goce por los dependientes del comercio junto con el grupo familiar.
En consecuencia, esa mala práctica empresarial priva a los trabajadores que se encuentran exceptuados del descanso en días domingos y festivos de cinco días feriados concedidos de manera especial por la ley en comento, a quienes les hace coincidir el descanso semanal a que tienen derecho con esos feriados obligatorios e irrenunciables.
La unanimidad de los miembros presentes de la Comisión de Trabajo del Senado aprobó el texto despachado por la Cámara de Diputados, y lo hizo con modificaciones que clarifican el sentido del proyecto, eliminando, además, los términos referentes a una jornada distribuida en seis días continuos, ya que, tal como lo explicaron en la propia Comisión los representantes del sector laboral, ello significaría que la ley no se aplique prácticamente a ningún dependiente de comercio.
Por todas estas razones, el proyecto sujeto a la decisión de la Sala cumple la misión de poner término a un abuso que se arrastra desde hace varios años y apunta a terminar con el incumplimiento de la ley N° 19.973, que esta misma Corporación aprobó con el claro objetivo de que los trabajadores disfrutaran cabalmente de los días de feriado.
En virtud de lo anterior, propongo aprobar en general y en particular la iniciativa.
Pasaré a informar el segundo proyecto, que dice relación con la enmienda en materia de jornada laboral en domingos y festivos. El texto, que el Ejecutivo ha calificado de "suma" urgencia, dispone siete domingos de descanso semanal, durante cada año de vigencia del contrato, para los trabajadores del comercio y de servicios que atiendan directamente al público, los que se suman a los dos de descanso mensual con que ya cuentan.
Además, se contempla un recargo en la remuneración de un 30 por ciento, respecto de las horas ordinarias trabajadas en esos días.
Es preciso destacar que tres de esos siete domingos podrán ser remplazados por sábados, siempre que se distribuyan junto a un domingo también de descanso semanal, de manera de posibilitar la vida familiar. Para ello, se requerirá un acuerdo escrito entre el empleador y los trabajadores o con el o los sindicatos existentes.
Señor Presidente, este es un paso más en el proceso de mejoramiento de la situación laboral en el retail, producto de una mesa tripartita en el sector del comercio, integrada por representantes del Ejecutivo, de la Confederación de Sindicatos y Federaciones de Trabajadores del Comercio, Oficinas, Servicios e Industrias (CONSFETRACOSI), la Confederación de Trabajadores del Comercio (CONSFECOVE), la Confederación Nacional de Trabajadores del Comercio, Producción y Servicios (CONATRACOPS), la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio, la Federación Nacional de Trabajadores de Farmacias (FENATRAFAR), la Cámara Nacional de Comercio, la Cámara de Comercio de Santiago, la Asociación de Supermercados de Chile y la Cámara Chilena de Centros Comerciales. Se contó, asimismo, con la aprobación unánime de nuestra Comisión de Trabajo y Previsión Social, que hoy día entrega esta relación.
Atendido el contenido de la iniciativa, solicitamos a la Sala que la acoja, teniendo presente que, en todo caso, debe continuarse con el perfeccionamiento de la legislación laboral, tanto para los trabajadores que hoy nos acompañan como para el resto de las mujeres y los hombres que día a día entregan su esfuerzo y compromiso a lo largo del país.
Finalmente, deseo exponer un aspecto de técnica legislativa. El proyecto fue sancionado sin cambios de fondo por el órgano técnico y sólo se realizaron enmiendas formales de adecuación de las que necesariamente se debía dejar constancia en el informe, las que lógicamente deben quedar a cargo de las Secretarías del Senado y de la Cámara de Diputados. Solicito que así se proceda y que ello se consigne en la Versión Oficial.
He dicho.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Saludo a todos los representantes sindicales que nos acompañan: del comercio, de tiendas, de supermercados.
Muchas gracias por su presencia en esta sesión tan importante.
Tiene la palabra el Honorable señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, seré muy breve, ya que el voto unánime en la Comisión de Trabajo da cuenta de la opinión coincidente y transversal respecto del abuso que se pretende corregir con la iniciativa que nos ocupa.
El del retail es uno de los precarios submundos laborales existentes en nuestro país, tal como el de los temporeros y el de los contratados por obra o faena.
No obstante el significativo número de personas que trabajan en el gran comercio y las sustanciales ganancias registradas en ese ámbito, la relación laboral en su interior se caracteriza por la precariedad, la alta rotación y los cambios reiterados en el tipo de contratos, todos ellos factores que ponen de manifiesto su permanente conflictividad.
Este es el marco que impone la necesidad de legislar en particular sobre el sector, pero la situación no es muy distinta de la que afecta a otros. En efecto, cada vez que se legisla en beneficio de uno de ellos, surgen prácticas de algunos empleadores destinadas a burlar derechos, las que rápidamente se generalizan. Ese es el caso de la aprobación de cinco feriados irrenunciables para los empleados de centros comerciales, beneficio que luego se imputó al descanso dominical.
El desequilibrio en el mundo del trabajo es uno de los fundamentos del proyecto de modernización de las relaciones laborales que se discute en la Cámara de Diputados. El mercado, como regulador de ellas, arroja como resultado, muchas veces, un aumento de utilidades para un lado y una disminución de las ocupaciones, por el otro, y, en el mejor de los casos, una readecuación de cargos y remuneraciones. El hecho significativo es que el trabajador es siempre el que pierde: o gana menos o se queda sin empleo.
Es evidente que, con una capacidad negociadora potente y efectiva, el sector laboral puede equilibrar la relación de poder y proteger de manera adecuada sus derechos.
El Estado tiene la obligación moral y jurídica de garantizar derechos efectivos a sus ciudadanos. Sin embargo, no es posible regular por la vía legislativa hasta las relaciones más simples, las que debieran establecerse directamente, cara a cara, entre el empleador y el colectivo de trabajadores, ambos con similares instrumentos de negociación.
Como sabemos que ello no es así, aprobaré la iniciativa, esperando que el proyecto de modernización de las relaciones laborales, que se discute en el Congreso, avance en el camino de nivelar la cancha de manera que los trabajadores cuenten con herramientas efectivas para el efecto señalado.
Deseo que mi pronunciamiento contribuya a que los feriados irrenunciables sean un beneficio real y no formal, como se ha venido imponiendo en la práctica de los centros comerciales.
He dicho.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Puede intervenir la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, es un gusto poder votar hoy día ambos proyectos ya en la última etapa de su tramitación, los que han sido producto, sobre todo, de un trabajo importante de los dirigentes del comercio a lo largo del país, de alguna manera buscando reivindicar una situación que discrimina a su sector sin mucha justificación.
Cuando partimos reconociendo feriados irrenunciables -y me correspondió ver varias de esas iniciativas en la Cámara de Diputados-, uno siempre preguntaba el porqué de la situación. ¿Por qué un centro comercial no puede cerrar un 1° de mayo o un 18 o 19 de septiembre? ¿Qué justifica que tenga que mantenerse trabajando? Ello, a diferencia de la generación de electricidad, la cual se comprende que es continua, o de otra actividad en que efectivamente se requiere que el personal esté presente, ya que existen servicios que tienen que estar abiertos en casos de urgencia. No me parece -y quiero partir por ello- que el comercio presente estas características.
En días como el 18 y el 19 de septiembre, prácticamente tiene lugar -y así lo ha demostrado la experiencia- un mayor consumo previo. Es casi un mejor negocio para los establecimientos comerciales, para los supermercados -no se registra desabastecimiento-, e incluso para los pequeños locales de barrio, para los boliches, que pueden seguir trabajando en la medida en que sean atendidos por su propio dueño.
Por eso, juzgo inaceptable la práctica de burlar lo que por ley dispusimos en cuanto a feriados irrenunciables y de adecuar un turno para que no se cuente con un día adicional, sino para remplazarlo por otro en el que al trabajador, de acuerdo con lo establecido, le corresponde descansar.
En verdad, lamento que tengamos que aprobar una iniciativa legal en tal caso. Porque lo que se hace ahora es achicar nuevamente el espacio de elusión de la legislación laboral, a diferencia de lo que cabe esperar: que más bien exista la disposición de cumplir la norma y el espíritu que hay detrás.
Vistos los hechos, y como ya se ha señalado, se puede apreciar que los trabajadores, en muchas situaciones, finalmente no han contado con la posibilidad de utilizar el día adicional, ya que se ha hecho calzar un feriado irrenunciable con un descanso en la semana.
Por eso, considero importante aprobar el primer proyecto en discusión.
El ánimo es distinto en relación con la segunda iniciativa, respecto de la cual es preciso destacar el acuerdo tripartito del cual surgió, alcanzado en diciembre de 2014, y el trabajo de la mesa del comercio, donde participaron, junto al Ministerio del Trabajo, dirigentes y representantes de las distintas entidades que agrupan a los establecimientos comerciales, a los supermercados. Y uno espera que el convenio se respete.
Cabe felicitar a quienes han concurrido por la CONSFETRACOSI, la CONSFECOVE, la CONATRACOPS, la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio y la FENATRAFAR, que agrupa al personal de las farmacias. Creo que ellos, quienes pusieron sobre la mesa la cuestión de los días domingos, son los principales autores del proyecto y del acuerdo.
¿Qué es lo que se considera en el texto? Siete domingos de descanso adicionales para los trabajadores. Al respecto, quisiera recordar que en 2010 presentamos en la Cámara de Diputados un proyecto en orden a que todos los domingos fueran de descanso. Y deseo volver a ese punto. La iniciativa que nos ocupa contempla la posibilidad de que tres de esos días adicionales sean reemplazados por sábados, siempre y cuando vayan unidos a domingos de descanso semanal, y encarece en 30 por ciento el costo de la contratación en esa oportunidad. Pero en la base de lo anterior se halla el sentido de descanso que presenta el domingo. Cualquier día de la semana no es lo mismo que aquel en el que probablemente se hallan en casa los hijos, la señora o la pareja, y se puede compartir. Creo que ese aspecto todavía queda puesto sobre la mesa.
Quizás nos habría gustado avanzar al tercer domingo de descanso efectivo; pero reconocemos la importancia del proyecto y un avance sustantivo.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Ha terminado su tiempo, señora Senadora.
Dispone de un minuto para concluir.
La señora GOIC.- Espero que el señor Subsecretario del Trabajo pueda responder algunas preocupaciones, como la relativa a cómo se entiende "el sueldo convenido", que es la nomenclatura utilizada en el texto; o cómo se evita lo que intentamos regular con la primera normativa, en el sentido de que el domingo adicional no sea reemplazado por uno de descanso, por efecto de los turnos, y si es posible establecer en la Inspección del Trabajo algún registro de los acuerdos que permita salvaguardar y velar por su efectiva concreción por parte de los sindicatos y los empleadores.
Reitero mis felicitaciones a los dirigentes y subrayo que todavía queda una tarea pendiente en el sentido de resguardar el domingo como día de descanso.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, me parece que las dos iniciativas en debate indudablemente apuntan en la dirección correcta y son importantes; pero deseo referirme a la que modifica el Código del Trabajo en materia de jornada laboral en domingos y festivos, la cual merece todo nuestro respaldo, porque apunta a un aspecto central de nuestra sociedad: la familia.
Lo que debemos resaltar en este último proyecto es la idea de fomentar las relaciones familiares de nuestros trabajadores, de nuestra sociedad. Porque debemos seguir avanzando en el desafío de crear un Chile más justo, un Chile más humano, un Chile donde podamos hacer realidad lo dispuesto en el artículo 1° de la Carta Fundamental, en cuanto a que es deber del Estado contribuir a generar las condiciones necesarias para que cada uno de los habitantes se pueda desarrollar tanto material como espiritualmente. De eso se trata en el texto que nos ocupa: de avanzar en el cumplimiento del mandato constitucional, es decir, de facilitarles a los chilenos las condiciones para que puedan mejorar su situación en esos dos ámbitos. Y es así que en este caso particular buscamos conseguir una armonía en la dimensión laboral y familiar de nuestros trabajadores.
Por esta razón, celebro que estemos discutiendo una iniciativa que se preocupa de manera especial del personal del comercio. Muchos de esos dependientes están dispuestos a trabajar los domingos, aunque con frecuencia de manera forzada en virtud de sus circunstancias. Pero, como Estado, debemos velar para que también los trabajadores puedan ponerles ciertos límites a su empleador y así ofrecerles más días para que los dediquen a sus familias.
Hace un par de años se realizó una encuesta en la que se medía el grado de felicidad de los chilenos con la pregunta de cuán satisfechos estaban con su vida. Y se hacía muy presente que parte de ese sentimiento en las personas y las familias decía relación con una labor: a más trabajo, mejor ánimo y mayor felicidad. Por eso, el proyecto de ley que modifica el Código del Trabajo, en materia de jornada laboral en días domingos y festivos, apunta en la dirección correcta, porque se preocupa de la dimensión espiritual y familiar de los trabajadores, como recién señalé.
Queremos seguir avanzando en la medición de la CASEN respecto al nivel de satisfacción de los chilenos con su vida. Y, para eso, estas iniciativas representan un aporte en la medida en que no haya otras leyes tendientes a frenar la creación de nuevos puestos de trabajo, tal como lo han dicho diversos sectores de la sociedad acerca de la reforma laboral que impulsa el Gobierno.
Por último, creo que debemos progresar en cuanto a la situación de trabajadores distintos de los indicados en el N° 7 del artículo 38 del Código del Trabajo, quienes ven afectados sus domingos, muchas veces, por la naturaleza de su actividad o servicios. Es el caso, por ejemplo, de los que se desempeñan en la Región de Los Lagos -es una zona que afortunadamente mantiene sus niveles de crecimiento y de empleo- en alejados centros de cultivos de la industria salmonera, en la marina mercante o en empresas de servicio de la industria de embarcaciones, etcétera, quienes salen con sus correspondientes días libres, pero no necesariamente los domingos, que es, por lo general, cuando se reúne la familia.
Votaré a favor de los proyectos de ley, pero con el compromiso de seguir avanzando en incluir en este tipo de beneficios a más trabajadores que se encuentren en situaciones similares.
He dicho.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Puede intervenir el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, la cantidad de los involucrados en el sector de servicios de la economía nacional es tremenda. Las que desarrollan su actividad laboral en el retail, en los supermercados, y cuyas jornadas las obligan a desempeñarse los domingos llegan a cerca de 900 mil personas.
A pesar de las prácticas antisindicales en el sector, que son muchas, se cuenta con extraordinarios representantes de confederaciones. Y deseo partir por saludarlos a ellos y a sus sindicatos: de Almacenes Paris, de Ripley, de todos los sectores, que se han sacado la mugre para generar...
--(Aplausos en tribunas).
... mínimamente una dignidad en el trabajo.
¡Para qué hablar del paro que tuvieron que hacer en Lider a fines del año pasado producto de...
--(Aplausos en tribunas).
... las precarias condiciones laborales...!
Tenemos que aprobar el primer proyecto por la sinvergüenzura de los dueños de sectores del retail. ¡Se cae en el descaro! No respetan el espíritu de la ley, porque carecen de una ética básica en las normas de convivencia: a los trabajadores no se les pueden robar los feriados legales por la vía de programar sus días de descanso en esas fechas.
A eso se debe el primer proyecto de ley: a que en Chile tenemos empresarios, encargados de recursos humanos que les han ido robando el derecho al descanso a cientos de miles de trabajadores. Lo digo aunque les moleste a quienes se sonríen enfrente.
¡Ese es el dato real!
El que a veces los países tengan que regular tanto es producto justamente de que las normas de convivencia no son compartidas por todos.
Esa es la esencia de la primera iniciativa, señor Presidente: tener que legislar debido a los empresarios pillos que les roban a los trabajadores.
El segundo proyecto obedece a un acuerdo en una materia sobre la que se ha debatido mucho en el último tiempo: el descanso dominical.
Ya los trabajadores lograron conquistar dos domingos de descanso al mes. Sin embargo, todos sabemos el costo que eso significa para las familias. La gran mayoría no tiene un fin de semana con sus hijos; la gran mayoría son mujeres, jefas de hogar, que no tienen derecho a descansar un fin de semana junto a sus hijos.
¡Y ha sido un proceso progresivo de conquista de derechos!
Por medio del acuerdo alcanzado ahora se ha logrado conquistar siete domingos más, con la posibilidad de adecuar tres de ellos y de ese modo tener fines de semana completos de descanso con la familia. Y además los domingos se pagarán con una sobretasa de 30 por ciento adicional.
Esto es producto de un debate generado en la Cámara de Diputados y entre los dirigentes: si es que en los domingos se necesita o es tan fundamental mantener abiertos estos sectores de servicios.
Sería distinto si a los trabajadores les pagaran más. Sin embargo, algunos empresarios han abusado de la norma que fijó el sueldo base igual al sueldo mínimo. Por desgracia, muchos trabajadores del comercio salieron perdiendo. Se pensó como algo justo, pero los empresarios les terminaron reduciendo las comisiones y haciendo que la situación no fuera tan beneficiosa para ellos.
Lo cierto es que este debate surgió por el tema del descanso dominical. Hoy existe un acuerdo, aun cuando en la Comisión de Trabajo del Senado queríamos ir un paso más allá.
Solo quiero decir que me parece de gran rectitud la actitud de los dirigentes, que han señalado que van a hacer valer su palabra, aunque a algunos de nosotros nos gustaría ir más allá. Porque el cambio de los tres domingos requiere de acuerdo entre los dirigentes sindicales y los empresarios y no es un derecho garantizado, que es lo que a algunos nos hubiese gustado.
Señor Presidente, vamos a votar a favor, pero espero que en las modificaciones que vienen al Código del Trabajo y en la agenda laboral podamos volver sobre este sector de trabajadores, que son cerca de un millón, quienes realizan un gran aporte a la economía y un tremendo esfuerzo para sus familias y con respecto a los cuales el Estado todavía está en deuda.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, me alegro de que la Sala haya aceptado la sugerencia de tratar los dos proyectos en conjunto, para poder votarlos -lo que yo, créanme, voy a hacer con mucho gusto- a favor.
También quiero partir por felicitar a los dirigentes: por su esfuerzo, por su perseverancia, por su compromiso; pero igualmente a las trabajadoras y trabajadores, porque todos quienes hemos estado muchas veces comprando en cualquiera de estas tiendas conocemos sus larguísimas jornadas laborales, así como las condiciones en que las desempeñan.
Yo no puedo olvidar los informes que se hicieron, varios años atrás, en la otra rama del Parlamento, encabezados por el en ese entonces Diputado Montes, sobre las condiciones laborales de los trabajadores de la industria del retail. Y fue dolorosísimo, insólito, saber cómo se les birlaba hasta el derecho de ir al baño en determinadas horas. Eran, realmente, unas condiciones de no creer.
Yo espero que Chile, que está muy en deuda en esta materia, alguna vez tenga un sentido, una mirada de sociedad, de país, donde los trabajadores sean tratados con dignidad; donde se les respete el fuero sindical; donde sean considerados indispensables, de modo que, cuando haya un diálogo necesario, se sienten de igual a igual -como ocurre en la mayoría de los países desarrollados, donde sindicatos y empresarios conversan en un plano de igualdad- a negociar, concordar y finalmente buscar acuerdos. Eso es lo propio de un país desarrollado.
Lo que nos falta a nosotros, como sociedad, es entender que, mientras mejor sea esa convivencia, las relaciones humanas al interior de la empresa serán más positivas, y la motivación en el trabajo, más alta. Desgraciadamente, en nuestro país llevamos muchos años en que el abuso parece ser lo predominante. Cuesta creer que ahora tengamos que perfeccionar algo que nos había dado una tremenda satisfacción.
Yo estaba en la Cámara de Diputados cuando logramos aprobar, no los feriados legales, sino los irrenunciables. ¡Irrenunciables! Y vaya que sufrimos una serie de argumentos en contra: que aquello atentaba contra el comercio; que el 18 y el 19 de septiembre el país iba a desaparecer porque la gente no iba a tener dónde comprar; que era una tragedia; que no iba a haber cómo hacer el asado. ¡Lo oímos todo!
Bueno, al final logramos como irrenunciables el 1° de mayo, el 18 y el 19 de septiembre, el 25 de diciembre y el 1° de enero. ¿Se dan cuenta? ¿Y qué pasó? Lo que sabemos que ha pasado: que se han aprovechado de la situación y esos feriados los hacen empalmar con los días de descanso de los trabajadores. Francamente, cuesta creer que tengamos que legislar para aclarar que no se puede seguir abusando.
El otro proyecto, como bien dijo el Senador Letelier, efectivamente es producto de un compromiso a raíz de una moción que despertó gran inquietud. Yo me acuerdo haber oído a los gremios afirmar que la economía de Chile se iba a hundir, porque cada cierto tiempo estamos sometidos a una suerte de campañas y pronósticos tremendistas que realmente a uno la sorprenden.
En definitiva, se logró un buen acuerdo, fruto de las negociaciones. Y aquí nuevamente hago un reconocimiento al trabajo de los dirigentes.
Se agregan siete días. ¡Menos mal! ¿Se dan cuenta de lo que significa para un trabajador disponer solo de dos domingos? Aquí se dice valorar mucho a la familia, pero, cuando llega la hora de dar las herramientas para que la familia disfrute, descanse, conviva, tenga tiempo libre, ese concepto se evapora. Como quiera que sea, predomina el capital por sobre el trabajador a como dé lugar.
Yo espero que con las reformas laborales francamente avancemos en lograr mayor dignidad y una relación más equitativa, porque lo que hoy tenemos no es una relación de ese tipo. En la actualidad no se garantizan los derechos, no se respeta la dignidad de los trabajadores, y es por eso que estamos legislando.
En mi caso, voy a votar a favor, porque dentro de los siete días que se agregan al menos tres -confío en que habrá acuerdo en ese sentido- serán un sábado y un domingo para que, como corresponde a cualquier ser humano, los trabajadores pasen un fin de semana disfrutando de su tiempo y de su familia.
He dicho.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Hernán Larraín.


El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, pienso que lo fundamental ya está dicho.
Ambas iniciativas, analizadas en la Comisión de Trabajo, son necesarias, por distintas razones, y merecen nuestro entusiasta apoyo.
Hemos escuchado a los dirigentes de los trabajadores del comercio. Y, como bien expresaba la Senadora Allende, lo que planteaban es algo que uno oye cuando va a un mall a hacer alguna compra. Se acercan trabajadoras, trabajadores, y a uno le plantean distintas inquietudes.
Y quizás la que a mí más me llamaba la atención es la que resuelve el primero de los proyectos: el que los días irrenunciables estaban siendo utilizados en el mismo momento que los días de turnos. Por lo tanto, los que se encontraban en esa situación tenían dos días menos, en tanto que otros tenían cuatro en un mes determinado. Eso, obviamente, era injusto.
Sin embargo, quienes han abusado tratando de burlar los cinco feriados irrenunciables han encontrado respuesta en uno de los proyectos sometidos a nuestra consideración.
En ese sentido, felicito a los Diputados autores de la moción, que tiene carácter transversal, lo que refleja que existe una creciente conciencia de la necesidad de velar por los derechos de los trabajadores e ir haciendo ajustes cada vez que corresponda. Por tanto, ya no ocurrirá que los cinco feriados irrenunciables se utilicen como días en que les corresponda turno. Así no los perderán, como se producía en muchos casos.
El segundo proyecto dice relación más bien con otras inquietudes que varios han tenido presentes en cuanto a cómo regular el uso del día domingo para estos trabajadores.
No es un asunto fácil, porque no solo se halla involucrado el interés de los empresarios, de los dueños del retail; también está la mirada de los consumidores, a quienes les facilita, los favorece el que estén abiertas las tiendas los domingos. Pero ello es a costa de un sacrificio muy grande de los trabajadores del comercio. Por eso quizás no es enteramente satisfactorio.
Varios de sus dirigentes -es probable que nos acompañen esta tarde- nos señalaron que ellos habrían esperado algo más, pero que, en todo caso, este incremento de siete domingos de descanso (tres de los cuales podrán imputarse a días sábados, lo que les permitirá disponer de fines de semana completos para estar con la familia), es un paso adelante que valoran y que constituye un avance con respecto a la situación actual.
Adicionalmente, el hecho de que las horas trabajadas los domingos tengan un aumento en sus remuneraciones de al menos 30 por ciento les da cierta tranquilidad. Con ello se evita el otro factor que podría presentarse, esto es, que se produzca un incremento temporal de las plantas, lo que al final genere, por ese tiempo, un empleo precarizado.
Por eso, la fórmula a la que llegó la mesa de trabajo es razonable. Y así fue valorada por quienes nos informaron de esa situación en la Comisión. Esto -cambios más, cambios menos en aspectos de detalle- nos hace pensar que estamos frente a una iniciativa que merece nuestro respaldo.
Ciertamente, me sumo también a las felicitaciones a los dirigentes de los trabajadores del retail, porque ha sido su esfuerzo, su perseverancia, representando las inquietudes de los afiliados al gremio, lo que ha hecho posible seguir avanzando en estas materias.
Si comparamos la situación que tenemos hoy con la que había hace 15 años, veremos que realmente se ha hecho justicia con los trabajadores del comercio.
Es extraña la sociedad que nos toca vivir, donde pareciera que necesitamos estar conectados 24 horas durante los 7 días de la semana. Eso hace que muchas personas, por la naturaleza del trabajo que realizan o por las exigencias de la sociedad contemporánea, se vean expuestas a sufrir, en lo personal, en lo familiar, sacrificios muy grandes.
A mi juicio, este proyecto constituye un avance. No es lo que uno quisiera en forma definitiva. Tal vez uno desearía que los domingos no se trabajara y que todos tuvieran derecho a descansar ese día, para el desarrollo de la vida familiar. Pero también entendemos que esas exigencias, como todas las cosas, no tienen solamente una mirada, una carga puramente negativa. Hay asimismo aspectos positivos, como la posibilidad de que muchos consumidores terminen por utilizar los domingos no únicamente para comprar, sino además para realizar otro tipo de actividades, por la forma como se han ido desenvolviendo los centros comerciales.
No ha sido fácil. Pero hemos avanzado. Y creo que este proyecto nos hace sentir que estamos humanizando la labor de los trabajadores del comercio y, por lo tanto, merece nuestro respaldo.
Por todas estas consideraciones, voto que sí.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Allamand.


El señor ALLAMAND.- Señor Presidente, ciertamente concurriré a apoyar ambos proyectos.
El primero, tal como aquí se señaló, pretende impedir que se continúe adelante con una muy mala práctica empresarial, que de alguna manera implicaba ajustar los turnos para los efectos de que los días de descanso arbitrariamente coincidieran con los feriados irrenunciables.
En consecuencia, no hay duda de que se trata de un proyecto que va en la dirección correcta y que impide seguir con ese abuso.
El segundo también reviste extraordinaria relevancia. Y me sumo a los elogios al trabajo de la mesa tripartita convocada por el Ejecutivo, que fue la que en definitiva originó esta iniciativa.
Deseo señalar que el Gobierno actuó muy bien. Lo destaco en las figuras de la Ministra, del Subsecretario y, ciertamente, del coordinador legislativo señor Francisco del Río, quien fue la persona que de alguna manera condujo las deliberaciones de la referida mesa.
En ella estuvieron sentados el Gobierno, las organizaciones sindicales, las cámaras de comercio y algunas organizaciones empresariales.
La ley en proyecto -uno ya tiene cierta experiencia al respecto- es digna de elogio.
En primer lugar -y acá me tomo de las palabras expresadas por algunos dirigentes sindicales que concurrieron a la Comisión-, tuvo un marco conceptual muy correcto. Se trataba de encontrar una fórmula que: uno, no afectara el empleo; dos, estableciera el principio de que el trabajo dominical, que constituye una excepción en nuestra legislación laboral, tuviera un tratamiento especial desde el punto de vista de la remuneración, y tres -principio también muy importante-, no contemplara diferencias arbitrarias entre el personal que labora tiempo completo y los trabajadores part-time.
Eso no solo tenía que ver con un elemento de justicia, por cuanto -y así lo señalaron los dirigentes del comercio-, si se hubiera establecido esa diferencia, se habrían generado efectos negativos en el empleo que quizás habrían terminado afectando a los trabajadores de tiempo completo.
Que en el ambiente que vive hoy nuestro país, donde por de pronto cualquier consenso parece imposible de alcanzar, se logre un acuerdo como este, con el marco conceptual que indiqué, con el compromiso de los trabajadores y de los empresarios para llegar a una fórmula en una materia verdaderamente compleja, es, desde mi punto de vista, una señal de optimismo.
Tal cual se manifestó, se aumenta el número de domingos libres, por llamarlos de algún modo (en siete); se establece, siempre que exista un acuerdo colectivo, la posibilidad de que ellos devenguen en fines de semana completos; se dispone la igualdad de remuneraciones entre trabajadores part-time y full-time, y se consagra un recargo de 30 por ciento para el trabajo dominical.
El conjunto de esos acuerdos resulta extraordinariamente positivo.
Al mismo tiempo, creo que se ha dado un paso -aunque, por cierto, es un asunto debatible- en la dirección correcta. Hay quienes estiman, por ejemplo, que el comercio no debiera abrir el domingo. Hay otros que piensan que, por los beneficios que trae consigo, sí tendría que hacerlo. Yo tengo la impresión de que lo razonable, precisamente para cautelar el tema familiar, es que cuando se trabaje el domingo simplemente se pague una remuneración mayor.
Y aquí quiero hacer presente que no se trata de una cuestión que se me haya ocurrido ahora.
El 2007 presenté un proyecto de ley para establecer en nuestra legislación un principio muy simple: que el que trabaja en domingo debe ser remunerado como si trabajara horas extraordinarias. Punto. Eso señalaba el texto.
Nunca conseguí que el Ministro del Trabajo de la época, el ahora Diputado Osvaldo Andrade, y el Gobierno de entonces patrocinaran dicha iniciativa, la cual, a mi juicio, debiera revivir, porque hoy estamos resolviendo lo concerniente al trabajo dominical en el área del comercio, que se recarga en 30 por ciento, pero hay una serie de otros sectores donde también debiéramos avanzar en el mismo sentido.
La gente que labora los domingos efectivamente recibe, en algunos casos, compensaciones y bonos, y en otros goza de feriados adicionales, pero existe un número significativo de trabajadores que labora ese día sin obtener una debida compensación.
Por consiguiente, señor Presidente, voy a votar a favor de los dos proyectos con total conformidad, reiterando mis felicitaciones al Gobierno, a las organizaciones sindicales y también a las organizaciones empresariales que concurrieron al referido acuerdo, el que, a mi juicio, nos señala el camino por el cual nuestro país debiera transitar.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, creo que los dos proyectos de ley responden bastante al ambiente que está viviendo Chile.
Esta eterna falta de ética en muchas actividades lleva a que materias que se hallan perfectamente claras en la legislación tengan dobles interpretaciones y acaben en juicios interminables en los tribunales del trabajo, donde, a veces, cuando la ley es discutida en su espíritu y en su forma, las propias autoridades laborales no poseen la claridad suficiente para su aplicación, lo que hace que resulte debilitada por los criterios ambiguos.
Al respecto, este proyecto despertó total unanimidad en cuanto a reconocer que no se puede aplicar el descanso dominical como manera de recalcular los feriados irrenunciables y mermar los derechos del trabajador.
Eso estaba absolutamente claro en la ley, y no se explica más que por falta de ética que quienes se dicen defensores de la familia, de los valores cristianos y del domingo sagrado junto a la mujer y a los hijos, llegada "la hora de los quiubos" apliquen criterios de reducción de los derechos de los trabajadores y conspiren contra la familia al hacer laborar a la gente, en circunstancias, además, bastante confusas considerando la legislación existente.
Por consiguiente, se hace un acto más bien de justicia. La propia Dirección del Trabajo pidió que se aclarara para evitar esa verdadera maratón de juicios y reclamaciones laborales por algo que siempre estuvo claro en la ley.
En consecuencia, no hay nada nuevo. Simplemente, se impone el imperio de la ley.
Respecto al segundo proyecto: en las naciones del mundo desarrollado, que inventaron el modelo económico que deseamos imitar, siempre se ha considerado el trabajo dominical solo para ciertos servicios básicos de emergencia. Todos coinciden en que el domingo es una fiesta familiar, pero también un reencuentro de las familias, de las parejas y, por lo tanto, un descanso merecido y reparador de jornadas largas en la semana. No obstante, en Chile el trabajo en día domingo se ha transformado no en algo excepcional, sino normal, en condiciones además tan precarias como en los días de semana.
Por lo tanto, nuevamente entramos a regular lo que debería ser de sentido común: que el trabajo en este día fuera excepcional y que su pago obviamente se hiciera con recargo, porque significa un sacrificio particular del trabajador y de su familia al no poder permanecer juntos ese día de encuentro.
Creo que ambas iniciativas son muy consistentes, y de ahí que concite unanimidad su aprobación como un avance hacia criterios de justicia, pero sobre todo de ética laboral. Y ojalá eso se aplique en otros casos. Por ejemplo, en el del comercio, tan lleno de abusos, como la fijación de salarios básicos de bajo nivel y altas metas difíciles de alcanzar, que al ser logradas por el trabajador, se renegocian y se establecen otras cada vez más altas, para mermar sus derechos laborales. Ojalá también podamos abordar esas materias más adelante.
Naturalmente, apruebo ambos proyectos.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, solo quiero decir que voy a aprobar con mucho entusiasmo estas iniciativas y que creo que hemos avanzado, pero en forma lenta.
Hace quince años me tocó recibir denuncias de trabajadoras del retail (no voy a nombrar las compañías, porque son conocidas) que tenían graves problemas, por ejemplo, para ir al baño, en el caso de las cajeras. Y ello era tan dramático que sufrían incontinencia vesical e infecciones urinarias. Nos correspondió también ver el problema de cajeras que, cuando iban al baño, debían contar con autorización, pedir permiso a los guardias de seguridad, y ser revisadas por estos.
En ese tiempo -algunos de ustedes lo recordarán-, hicimos la llamada "protesta de las bacinicas". Nos pusimos frente a ese retail -uno muy relevante que todavía existe- y las asistentes fueron con bacinicas, para dar a conocer la situación que afectaba particularmente a numerosas mujeres que ni siquiera podían ir al baño.
Esa era una práctica totalmente deshumanizada, cruel. Y todavía sigue existiendo crueldad en el trato que reciben muchas veces los trabajadores.
Con todo, las leyes tardan, pero al final llegan. Nosotros estamos paliando parcialmente parte de las dificultades, de las asimetrías y de los costos que afectan a los trabajadores, las trabajadoras y sus familias, en relación con los resultados económicos de estas grandes empresas, que son muy interesantes, pero que no siempre se traducen en remuneraciones de mejor nivel y en un trato más adecuado.
Si bien uno podría decir que las cosas han mejorado, no lo han hecho lo suficiente. Y, por eso, me parece muy importante avanzar en proyectos como este.
Ahora, respecto al trabajo dominical, pienso que es una trampa que nosotros mismos nos imponemos. Claro, se dice: "Los consumidores tienen derecho a ir los domingos al retail". Sin embargo, finalmente es un círculo perverso, porque los papás y las mamás en vez de llevar a sus hijos al campo, en vez de llevar a sus hijos a pasear, en vez de llevar a sus hijos a la plaza, en vez de llevar a sus hijos a desarrollar una vida familiar, terminan con ellos en el mall.
Y lo único que eso reproduce es un mundo de soledad, donde el amor a la naturaleza, el amor a la familia, el amor a los afectos se termina reemplazando por el amor al consumo, por el amor al vitrineo.
Pienso que tendremos que seguir reflexionando.
Este proyecto constituye un avance para resolver parte del problema del día domingo, pero no apunta al tema de fondo.
Tal vez habría que pensar también en la voluntariedad de aquellos trabajadores que justamente desean estar con su familia. Y creo que debiéramos tener una política que generara mayor desarrollo de políticas remuneracionales para mejorar integralmente la calidad de vida de un sector muy amplio en esta sociedad.
Así que yo por lo menos quiero felicitar a los dirigentes sindicales y también al Gobierno, pero creo que tenemos desafíos pendientes y derechos no suficientemente resguardados en esta materia.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Navarro.


El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Señor Presidente, cuando se discute sobre los derechos de los trabajadores, hay que recordar que en Chile se dan muchas huelgas legales dentro de la negociación colectiva, en un país donde el ocho por ciento de los trabajadores tiene derecho constitucional a negociar colectivamente.
Hoy se encuentran en huelga los afiliados al sindicato del hotel Ritz-Carlton, que llevan nueve días sin ser escuchados y, con una novedad muy importante -es bueno que los trabajadores del retail que nos acompañan lo sepan-: Carabineros ha empezado a cursarles partes por emisión de ruidos y ha amenazado con detenerlos. Es la primera experiencia que tengo, en largos años de negociación colectiva, de que se recurra a la policía uniformada para intentar que los trabajadores no se manifiesten, no toquen pitos, no hagan ruidos. Esto significa un hecho inédito, que ojalá sea evaluado por Carabineros, pues esta institución debe resguardar el orden público y no interferir en una negociación colectiva en la cual a los trabajadores les asiste el legítimo derecho a manifestarse sin impedir el acceso, por cierto, a la empresa o al lugar donde trabajan.
Lo menciono, porque así comienzan a sentarse los precedentes para limitar un derecho sagrado: el derecho a huelga, aun cuando hay reemplazantes. Y esperamos eliminar esto último en la reforma laboral que vamos a discutir en el Senado.
Quiero señalar que este proyecto de ley viene a hacer justicia.
Asistieron a la Comisión de Trabajo el Presidente de la Federación de Trabajadores de Walmart.
--(Manifestaciones en tribunas).
Ojalá no se llamaran así, pues Walmart trae puras malas vibras. Es una empresa internacional que llegó a Chile a imponer una doctrina contraria a la justicia con los trabajadores.
Asimismo, concurrió Manuel Díaz Tapia, por la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio, quien por cierto también representa...
--(Manifestaciones en tribunas).
... a los trabajadores de la Federación Nacional de Farmacias (más bien los representaba en esa ocasión); a la Federación Nacional de Trabajadores Subcontratados del Retail (agrupa a las empresas Falabella, Ripley, Paris, Monserrat, Sodimac y Lider), que suma más de 42 mil integrantes.
Vi por ahí a Leandro Cortés, igualmente dirigente de Ripley, con el cual hemos tenido la oportunidad de trabajar en muchas ocasiones.
Quiero decir algo que debiera ser del consenso de trabajadores y empleadores y transformarse en ley. Muchos empresarios se declaran defensores de la familia, pero no les importa mantener a los trabajadores sin verla el fin de semana. Propician valores y no los cumplen en la praxis. Predican y no practican.
En este proyecto de ley protegemos un derecho que no debiéramos proteger, sino ampliar. Estamos, más bien, regulando que no se violente y sancionando su vulneración.
Espero que, efectivamente, los mecanismos que tengamos en materia de reforma laboral aseguren las condiciones para legislar, porque un día aprobamos un proyecto, y al otro aparece la trampa. Por ejemplo, en el caso de lo relativo a la semana corrida, cuando igualamos el ingreso mínimo después ella no se pagó igual.
Entonces, ojalá no surja ninguna trampa, que al final no se busque ningún resquicio que termine anulando este derecho que hoy estamos aprobando.
Solo digo, a manera de reflexión -espero que los usuarios, que también son trabajadores, lo puedan comprender- que recuerdo que antes, cuando se trabajaba el día domingo, se pagaba el cien por ciento de horas extras, mientras que el sábado el cincuenta.
No sé por qué ahora se plantea el 30 por ciento cuando siempre fue -reitero- 100 por ciento el domingo y 50 el sábado.
Ha sido, por cierto, una situación producida por una legislación débil para proteger a los trabajadores, particularmente en materia de negociación colectiva. De esta podrían surgir muchas condiciones laborales si existiera un ánimo positivo.
Espero, señor Subsecretario, que en este sentido innovemos y que muchos aspectos, condiciones de trabajo, no considerados se incorporen. Porque, aparte de estos reglamentos, lo que también importa es la convivencia, el trato, la dignidad, ámbitos en los que lamentablemente existen malísimas experiencias respecto a no pocos empleadores.
Votaré a favor. Y espero que cuando este año se discuta el proyecto de Ley de Presupuestos del Sector Público se incorporen a la Dirección del Trabajo los fiscalizadores necesarios y que estos defiendan los derechos de los trabajadores y no avisen sus visitas. Porque en algunos casos parece que hay infiltrados, ya que las empresas tienen más información que sus propios funcionarios, en circunstancias de que la tarea de este organismo es hacer que se cumpla la ley, pero también que se proteja la parte más débil: los trabajadores.
Hay que fortalecer la Dirección del Trabajo para hacerla mucho más fuerte que en la actualidad.
Espero contar con los votos para aprobar este proyecto, pero ojalá ocurra lo mismo cuando pidamos mejorar este organismo. Porque sin fiscalización los derechos se violan igual.
¡Patagonia sin represas!
--(Aplausos en tribunas).
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueban en general y en particular ambos proyectos (36 votos a favor), quedando despachados en este trámite.
Votaron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Lily Pérez, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Horvath, Lagos, Hernán Larraín, Letelier, Matta, Montes, Moreira, Navarro, Orpis, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
--(Aplausos en tribunas).