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SUSTITUCIÓN DE SISTEMA BINOMINAL


El señor QUINTEROS.- Señora Presidenta, la verdad es que me alegro profundamente de ser testigo y partícipe de este hecho histórico.
La verdad, señora Presidenta, es que había perdido toda la confianza y la fe en que esto lo podríamos lograr algún día. Han pasado veinticinco años y por fin logramos un acuerdo. Y quiero reiterar mis agradecimientos a los dos Senadores que permitieron alcanzar el quórum necesario para cambiar este sistema binominal.
En un país unitario tan centralizado como el nuestro es particularmente importante asegurar la expresión de los territorios y, en especial, de las regiones de nuestro país.
Dentro de las limitaciones de un Senado de cincuenta miembros, la distribución propuesta mejora la proporcionalidad del sistema actual y la representación de la mayoría de las regiones. Por eso no comparto lo dicho aquí por algunos Senadores regionales, respecto a que nuevamente han resultado perjudicadas las regiones. Estas se fortalecen considerando que once de los nuevos doce Senadores provendrán de regiones, y tres de ellos de territorios extremos.
Sostengo que el centralismo agrava aún más la crisis actual de la política. La debilidad de los partidos políticos y los problemas de participación son particularmente evidentes en regiones.
No es casualidad que los principales conflictos de los últimos años hayan surgido en las regiones. Por ello, insisto en que la profundización de la descentralización es uno de los caminos para reencontrar a la política con la gente, porque devuelve poder a los ciudadanos. Así también, un aumento en el número de Senadores provenientes de regiones equilibrará las relaciones de poder en nuestro país y les dará mayor representación.
En verdad, sorprende la ceguera de algunos. Así como no se quiso ver las justas demandas del movimiento social cuando la gente salió a las calles hace dos años y no se tomó nota del mensaje de la ciudadanía tras los resultados electorales desastrosos de hace un año, ahora tampoco nadie se hace cargo del escándalo del financiamiento irregular de campañas por parte de ciertas empresas.
Por eso, comparto la idea de que en el financiamiento de la política debiera quedar fuera el ámbito empresarial. Estoy dispuesto, con mi voto, a apoyar una iniciativa en ese sentido.
Insisto: me alegra mucho haber sido testigo de lo que hoy ha sucedido en la Sala del Senado. Me felicito una vez más por ser parte de esta Corporación.
He dicho.