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PERFECCIONAMIENTO DE ATRIBUCIONES DE MINISTERIO DE ENERGÍA


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, este proyecto de ley corresponde a la primera iniciativa de ley del Gobierno de la Presidenta Bachelet incluida dentro de la Agenda de Energía anunciada hace algunas semanas.
Así comienza a concretarse la maciza Agenda diseñada con el objetivo de disponer de una matriz energética sustentable, confiable, inclusiva y a precios razonables, tal como lo requiere el crecimiento de nuestro país.
Es destacable que uno de los principales propósitos de la ley en proyecto sea la profundización de la desconcentración del Ministerio a través de la creación de secretarías ministeriales en las regiones que no cuentan con ellas. Es el caso de la de Los Lagos, entre otras.
Este es un paso coherente con el propósito, declarado en la misma Agenda, de alcanzar un Ordenamiento Territorial Energético Regional que identifique las zonas para la instalación de proyectos de diferentes tecnologías, pues no se puede pretender contribuir a la planificación de los territorios sin tener presencia en ellos.
Es también un paso necesario para establecer las instancias de participación y diálogo con las comunidades a propósito de los proyectos de inversión.
Como se sabe, este es uno de los principales déficits de los proyectos de inversión que han intentado las aprobaciones respectivas en los últimos años y es una dura lección que las nuevas autoridades del sector han resuelto enfrentar.
Resulta impresentable por ejemplo que, según datos recogidos por la Comisión Asesora para la Descentralización y Desarrollo Regional, por un lado, casi el cien por ciento de las patentes comerciales otorgadas a las industrias generadoras, que ascienden a tres millones de dólares, se paguen en un municipio del sector oriente de Santiago, y por otro, que las comunas donde se localizan sus instalaciones termo o hidroeléctricas no perciban ningún recurso por tal concepto, pese a sufrir los efectos derivados de la operación de aquellas.
Es impresentable también que las comunidades cercanas a la Central Ralco, en el Alto Biobío, tengan una de las energías más caras de nuestro país, o que la población vecina a la Central Canutillar, en la provincia de Llanquihue, simplemente no cuente con servicio de distribución.
La devolución de los impuestos a las regiones y la tributación de patentes en las comunas donde se opera son ideas que deben recogerse en la futura agenda de descentralización. Y, para ello, el Ministerio de Energía ha de ser un aliado.
Lo mismo ocurre con las compensaciones permanentes a las comunidades aledañas, las que deben percibir beneficios directos de la operación de las compañías, como también un subsidio al consumo de energía.
Con ese mismo fundamento, hoy existe un subsidio al consumo de gas en Magallanes.
Las empresas deben considerar en la construcción de sus proyectos y en la operación de sus plantas una adecuada corresponsabilidad con el territorio y las comunidades del entorno.
Aquel es un pilar de la política energética de largo plazo que se está elaborando. Y, naturalmente, la autoridad que la diseña, que regula y que da señales a ese sector tiene que entender dicho compromiso y hacerlo realidad a través de su presencia en cada región.
Con el mismo objetivo, se propone crear dentro del Ministerio una División de Participación y Diálogo, siguiendo la tendencia actual en materia corporativa tanto pública cuanto privada.
En definitiva, hoy no se puede gobernar ni gestionar sin participación y diálogo.
Es cierto que muchas veces se requieren decisiones políticas para impulsar proyectos de desarrollo. Pero no podemos olvidar las lecciones aprendidas en Freirina, en Aysén y en prácticamente todo el territorio nacional: no es factible viabilizar los proyectos de inversión sin tomar en cuenta los intereses, la cultura y los valores de las diferentes comunidades.
La presencia regional del Ministerio debe servir asimismo para, en definitiva, promover una solución integral al uso intensivo de la leña como fuente de energía, que alcanza a 18 por ciento del total de la energía consumida en el país y que en regiones como la que yo represento adquiere una proporción significativamente mayor, con todas las secuelas ambientales y de salud conocidas.
La diversificación de nuestra matriz y la incorporación de energías renovables no convencionales dependen fundamentalmente de lo que se haga desde las regiones. El aprovechamiento del viento y de las mareas, por ejemplo, no solo debe servir al cumplimiento de las metas exigentes que se ha impuesto la Agenda, sino que, incluso, tiene que ser un pilar de la estrategia de desarrollo de la Región de Los Lagos, si de verdad queremos seguir creciendo con respeto a nuestro patrimonio natural.
Como dije, este es un primer paso. Estamos atentos al próximo envío de la iniciativa de ley sobre incentivos de promoción del desarrollo local asociados a proyectos energéticos, que se anunció también en la Agenda.
Celebro las iniciativas que se están tomando. Si se siguen haciendo bien las cosas, el Ministerio en comento podrá hablar con autoridad -mucho mayor que la de Secretarías de Estado que tienen más años de presencia regional- sobre descentralización y referirse a la alianza público-privada que todos reconocemos como palanca fundamental para el desarrollo de nuestro país.
He dicho.