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FINANCIAMIENTO PARA RECONSTRUCCIÓN DE ZONAS AFECTADAS POR CATÁSTROFES EN NORTE DEL PAÍS Y EN VALPARAÍSO


El señor TUMA (Vicepresidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que otorga financiamiento para la reconstrucción de las zonas afectadas por las catástrofes ocurridas en el mes de abril en el norte del país y en Valparaíso, con informe de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (9.382-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 23ª, en 10 de junio de 2014.
Informe de Comisión:
Hacienda: sesión 24ª, en 11 de junio de 2014.
El señor TUMA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El principal objetivo del proyecto es otorgar recursos para contribuir al financiamiento de la reconstrucción que será necesario llevar a cabo en las zonas afectadas por un terremoto y un maremoto en el norte del país y por un incendio en Valparaíso.
La Comisión de Hacienda discutió esta iniciativa en general y en particular a la vez y le dio su aprobación, por la unanimidad de sus miembros (Senadores señores Coloma, García, Lagos, Montes y Andrés Zaldívar), en los mismos términos en que fue aprobada en la Cámara de Diputados.
El señor TUMA (Vicepresidente).- Como un Comité me ha pedido abrir la votación, si le parece a la Sala, así se hará.
Acordado.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor TUMA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, efectivamente, en sesión de la Comisión de Hacienda celebrada hoy, analizamos el proyecto de ley que otorga un financiamiento para la reconstrucción de las zonas afectadas tanto por un terremoto y un maremoto en el norte del país como por un incendio en Valparaíso, ocurridos los días 12 de abril y siguientes.
Esta iniciativa persigue, básicamente, colocar a disposición del Tesoro Público 400 millones de dólares para este año 2014, sin perjuicio de otorgar un financiamiento de 1.248 millones de dólares en los próximos tres años.
El presente proyecto fue acordado por unanimidad en la Comisión de Hacienda -como se señaló-, al igual que en la Cámara de Diputados. En consecuencia, quiero pedirle a la Sala que lo aprobemos sin más trámite.
Solamente quiero agregar un punto que se hizo presente al Ministro de Hacienda: es importante y necesario otorgar estos recursos, y estamos de acuerdo en ello. Sin embargo -y pronuncio tres veces la frase "sin embargo"-, creemos que es relevante que, además de entregar estos montos, la autoridad político-administrativa genere condiciones no solo para que la reconstrucción se dé en tiempo y forma, sino además para que se otorguen atribuciones especiales a las autoridades regionales y central, a fin de que dispongan de mandato en materia de conectividad y den una mirada más amplia al desarrollo urbano de Valparaíso.
Hay múltiples fórmulas para hacerlo. Se aprecia que se nombrara un delegado presidencial, pero se requiere una autoridad con atribuciones y capacidad para tomar decisiones con imperio, de que hoy se carece.
La envergadura de lo que se debe hacer es tan grande, que tal vez se precisa una institucionalidad ad hoc para estos efectos.
Sin agregar nada más, señor Presidente, le solicito a la Sala que aprobemos esta iniciativa.
El señor TUMA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, tal como dije en la Comisión, siendo este un proyecto ultra fast track -ingresó hace pocas horas-, se haya virtualmente despachado, porque es importante y, además, se encuentra ¡fundado!
Y quiero dejar en claro que, desde estas bancadas, cuando exista algo fundado y bien pensado y explicado, jamás quienes estén en el Gobierno tendrán un problema con nosotros. ¡Si los problemas surgen cuando las cosas no se hallan bien fundadas y estructuradas, lo que provoca que se presten para confusiones!
Entonces, si alguien duda del ánimo de estas bancadas para llegar a acuerdo o colaborar, creo que nuestra voluntad para aprobar el otorgamiento de estos 400 millones de dólares en pocas horas es la mejor prueba de ello. Y por lo menos a mí me parece justo y necesario aclarar este punto.
Sin perjuicio de lo anterior, quiero dejar constancia, al igual que lo hice en la Comisión, para efectos del buen funcionamiento de lo propuesto en este proyecto, que su idea, su objeto bien preciso, es que la cantidad de 400 millones de dólares, que hoy se hallan adscritos a la ley N° 13.196, Reservada del Cobre, se destine a colaborar para enfrentar dos catástrofes que han azotado al país en el corto plazo, como el terremoto y el maremoto en el norte y el incendio en Valparaíso.
Y quiero dejar en claro que la forma de expresar para qué se pueden utilizar estos fondos tiene que entenderse precisamente en la lógica matriz de ayudar en la recuperación de las viviendas y del patrimonio dañados.
¿Por qué digo esto?
Porque, si uno es estricto respecto a lo que se propone, el texto habla de financiar "la construcción, reconstrucción, reposición, remodelación, restauración o rehabilitación de infraestructura, instalaciones, obras y equipamiento ubicados en las comunas, provincias o regiones afectadas".
Y ¿dónde radica mi inquietud? Simplemente, en que debemos entender que cuando uno habla de "infraestructura, instalaciones, obras y equipamiento" también incluye a la vivienda. No sea que de repente se interprete que se trata de obras del Estado, en circunstancias de que las viviendas son particulares.
Entonces, quiero dejar claro que el espíritu de esto -por lo menos así lo planteó el Ministro en la Comisión- no es realizar una enumeración que solo contabilice actividades de financiamiento público en su momento, sino que extender esto expresamente a la construcción y la reconstrucción de viviendas particulares, donde quizás radica el mayor problema.
Asimismo, deseo que quede claro -el Ministro quedó de hacerlo en su momento- que cuando se habla de "zona afectada por el incendio", no se propone cuadricular exactamente el lugar físico donde se produjo el fuego, porque quizás haya que reconstruir o reposicionar elementos ubicados a metros o a kilómetros de donde se originó el incendio, pero que colapsaron producto de él.
Dejo estas constancias con el ánimo de ayudar, de colaborar, de que no se usen restrictivamente estas normas. Asumo que parte importante de estos recursos irá precisamente a viviendas, y que después -así lo explicó el Ministro- se analizará como política pública si en cuanto a la vivienda se agrega o no algún criterio de focalización. Ese punto se discutió, y con posterioridad se tendrá que ver la forma de implementarlo. Pero al menos quería adelantar la apertura a ese concepto específico.
Asimismo, me preocupa particularmente hacer constar que, en el caso de la expresión "la zona afectada por el incendio", estamos hablando de un conjunto. Insisto: no se trata de una delimitación milimétrica, sino de una ciudad que sufrió un colapso. La idea es reconstruir o recuperar lo que se destruyó, sin andar con una huincha midiendo si se produjeron efectos algunos metros o kilómetros más allá.
Por eso, votamos ¡constructivamente! a favor, señora Presidenta, y dejamos estas constancias para la historia de la ley.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Senador señor Coloma, la Mesa ha tomado nota de su muy enfatizada expresión "constructivamente".
El señor COLOMA.- Para las cosas bien hechas, ¡siempre es así!
La señora ALLENDE (Presidenta).- No sé si siempre. En todo caso, le reitero que en esta oportunidad la Mesa ha tomado nota, y creo que también la Sala. Así que esperamos realmente que ese ánimo constructivo perdure en el tiempo. ¡Bienvenido sea!
Tiene la palabra el Honorable señor Horvath.


El señor HORVATH.- Señora Presidenta, la Comisión de Hacienda aprobó por unanimidad este proyecto. Es urgente usar estos cuatrocientos millones provenientes de la Ley Reservada del Cobre, y -por lo que entendemos- se cuenta con la anuencia de las Fuerzas Armadas.
Ahora, no puedo dejar de mencionar algunos problemas que hemos detectado en el sector damnificado -llueve fuerte en este minuto-, que es perentorio solucionar. Y es conveniente hacer llegar esa información al delegado presidencial -como lo hice por mensaje-, porque en cuanto a estos recursos hay temas bien concretos, que urge enfrentar a partir de hoy.
1.- Se requiere instalar mil doscientas casetas sanitarias, ya que en este momento las personas, niños, ancianos, en fin, no tienen donde hacer sus mínimas necesidades.
2.- Hay una alerta sanitaria: hay ratones, guarenes, hongos, que se diseminan por el sector.
3.- Las cuentas de la energía eléctrica están generando un problema mayor para los damnificados que no cuentan con ingresos. Normalmente por cada casa hay un medidor, pero en estas residen cinco familias, lo cual le consta a los Senadores Chahuán y Lagos.
4.- No hay señal de Internet: las antenas fueron dañadas y las personas ni siquiera tienen una normal comunicación de celular.
5.- No se han constituido mesas de trabajo en terreno entre las organizaciones vecinales y las autoridades para recibir la asistencia técnica correspondiente.
6.- Producto de las lluvias y de la rapidez con que se instalaron las casas o mediaguas, el 60 por ciento presenta algunos problemas de aislación, de humedad, los cuales deben solucionarse con urgencia para evitar que se sigan produciendo.
7.- Lo que más piden los pobladores es asistencia técnica y medios para la autoconstrucción de sus casas -así las han levantado-, desde luego en lugares donde no haya mayor riesgo. De tal forma, para el 19 de junio se ha anunciado la entrega de tres canales de subsidios: uno base de 600 UF; uno de habilitación, de 300; y uno por demolición, de 80. Pero urge saber cuándo se comenzará con esto y la modalidad en que ellos podrán recibir las herramientas, la capacitación, los materiales.
8.- Es perentorio entregar atención de salud en el lugar, en Odontología, Oftalmología, Psicología -hay que animar a los afectados- y, desde luego, en otras ramas de la Medicina. Y esto se ve agravado por el hecho de que la Asociación Chilena de Seguridad y la Cruz Roja se retiraron de la zona.
9.- Hay un problema con los reglamentos en caso de emergencia, pues estos disponen que los materiales se tienen que entregar una vez producida la emergencia. Ello representa un contrasentido, porque, si se sabe que va a llover, lo lógico es que se entreguen los náilones y todos los elementos en forma previa.
Y quiero aprovechar esta oportunidad para señalar la necesidad de que se informe a la Comisión Especial acerca de las casas donadas por Canal 13; por Farkas; por TECHO, a través del Banco Santander, y por otras organizaciones. Ello, a efectos de que las personas tengan claridad a su respecto.
Desde luego, apoyamos tales medidas, pues sabemos que urgen, y es necesario financiarlas.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Honorable señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señora Presidenta, Honorable Senado, estoy plenamente de acuerdo con el proyecto de ley para cuya discusión se nos convoca en esta sesión, en virtud del cual se destinan fondos de la Ley Reservada del Cobre, por un monto de cuatrocientos millones de dólares, a fin de contribuir al financiamiento de la construcción, reconstrucción, reposición, remodelación, restauración o rehabilitación de infraestructura, instalaciones, obras y equipamientos ubicados en las comunas, provincias o regiones afectadas por el terremoto y el maremoto del 1° de abril de este año en el norte del país, como asimismo de la zona afectada por el incendio ocurrido en la ciudad de Valparaíso el pasado 12 de abril.
Pienso que nadie se podría oponer a esta redestinación de recursos, pues se justifica plenamente, dada la gran magnitud de las tragedias que afectaron tanto a la zona norte como a nuestra ciudad puerto de Valparaíso. Y creemos que aun debiera inyectarse una mayor cantidad de fondos para dicho objetivo
Sin embargo, el artículo único del proyecto establece que estos fondos se integrarán al PROGRAMA INGRESOS GENERALES DE LA NACIÓN de la Partida 50 TESORO PÚBLICO, para los fines ya señalados. Pero nada se nos dice acerca de qué organismo público o Ministerio se encargará de ejecutar este presupuesto extraordinario.
En consecuencia, sería importante que el señor Ministro de Hacienda nos aclarara el punto, con el objeto de determinar las responsabilidades pertinentes en el manejo de tales recursos.
Asimismo, se precisa saber cuál será la forma de distribución de estos fondos, vale decir, los porcentajes o montos que se destinarán a la zona norte y a la ciudad de Valparaíso, lo cual también debiera precisar el señor Ministro.
Quiero señalar, además, que la situación de Valparaíso es desgarradora, tal como ha manifestado el Senador Horvath. Y quienes hemos estado todos los días en terreno visualizamos que todavía hay demora en las viviendas de emergencia. Se han otorgado mil cuatrocientas, y otras doscientas por parte de TECHO. Pero aún se requiere un esfuerzo adicional, considerando que, de acuerdo con los catastros del delegado presidencial especial, hay 2 mil 656 viviendas afectadas, y según el Ministerio de Vivienda, 2 mil 900. Estamos hablando de 3 mil 300 familias damnificadas, de 15 mil personas damnificadas. Por tanto, la realidad es dramática.
Los damnificados, además, han tenido que enfrentar un clima complejo. Las lluvias han generado aluviones, deslizamientos de tierra. La situación es insostenible, particularmente en las quebradas, como en la quebrada Káiser y en el pasaje 1 del cerro Merced. Y podría nombrar uno a uno los casos dramáticos que se viven hoy día en Valparaíso.
Por lo mismo, creemos que es absolutamente necesario avanzar en esta iniciativa de ley.
Sin embargo, adicionalmente, le hemos pedido a la Presidenta de la República -haré uso de esta tribuna para requerirlo de nuevo- que defina una nueva institucionalidad, con carácter permanente, para encargarse de la reconstrucción en Valparaíso.
En su momento, le solicitamos un delegado presidencial, y la Primera Mandataria actuó en ese sentido. Pero, sin lugar a dudas, ahora es preciso diseñar un programa de recuperación más definitivo, dependiente del Ministerio de Vivienda, entidad que puede hacerse responsable, entre otras materias, de la ejecución de los recursos que estamos aprobando a través del presente proyecto.
Claramente, con recursos acotados y facultades ordinarias, va a ser imposible generar un nuevo Plan Maestro para la ciudad de Valparaíso.
En la Comisión Especial destinada a abordar la catástrofe por el incendio en Valparaíso, presidida por el Senador Antonio Horvath, hemos estado trabajando intensamente para proponer el referido nuevo plan.
En él se han formulado varias propuestas: hacer un catastro con las especies arbóreas que están plantadas en las quebradas de los cerros; efectuar un estudio jurídico respecto de la propiedad de esas quebradas; acelerar la construcción de cortafuegos -se habla de la posibilidad de pavimentar el Camino del Agua, lo que puede ser una buena alternativa- y de ejes transversales. Todo ello permitirá ordenar efectivamente la ciudad de Valparaíso.
Pero, para concretar tales medidas, se requiere una institucionalidad permanente -¡permanente!- que se haga cargo de la responsabilidad de generar un nuevo Plan Maestro y, también, de la ejecución de estos recursos.
Por lo tanto, vuelvo a insistir, señora Presidenta: se requiere una institucionalidad con amplias facultades -incluso, con la de expropiar- y, además, debemos ser capaces de ordenar la ciudad de Valparaíso.
Por último, pido al señor Ministro de Hacienda que aclare qué porcentaje de los fondos contemplados en el proyecto se destinará a la zona norte del país y qué porcentaje, a Valparaíso. También le solicito que indique cuál organismo público se va a encargar de la ejecución de ellos.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señora Presidenta, la presente iniciativa responde cabalmente a los requerimientos del país, que ha enfrentado en corto tiempo dos catástrofes de gran magnitud y que debe asumir las ingentes tareas de la reconstrucción en el más breve plazo.
Es importante destacar que el Estado está respondiendo en forma integral y oportuna frente a las necesidades surgidas en el norte y en la ciudad de Valparaíso, a la altura de nuestro nivel de desarrollo y de los requerimientos de la gente.
Pero me pregunto: ¿qué pasa con el financiamiento de las obras pendientes en vivienda y otras áreas a raíz de lo sucedido el 27F?
La oportunidad también es propicia para llamar la atención sobre las tareas que todavía están pendientes en materia de emergencias, protección civil o "gestión del riesgo", como lo denominan actualmente los expertos.
Algunas de esas acciones son abordadas en el proyecto de ley que establece el Sistema Nacional de Emergencias y Protección Civil y crea la Agencia Nacional de Protección Civil, que está siendo discutido en la Comisión de Gobierno, que presido; pero otras no son tratadas debidamente y se ponen de relieve con ocasión de la iniciativa que nos ocupa.
Me refiero, en primer lugar, a la necesidad de prever en el presupuesto nacional recursos para enfrentar situaciones de emergencia en forma permanente. Según especialistas, en promedio, se destinan más de mil millones de dólares anuales para cubrir este tipo de gastos, por lo que debiera contemplarse una provisión permanente en el presupuesto fiscal. Esta permitiría asumir el mayor gasto derivado de eventos de tal naturaleza sin afectar, por lo menos en parte, otras partidas del presupuesto.
En un país de catástrofes como el nuestro, me parece que esa es una medida básica de modernización del Estado.
En este caso, el proyecto autoriza correctamente el uso de fondos de la Ley Reservada del Cobre. Sin embargo, Gobiernos anteriores en otras coyunturas pudieron haber afectado diversas partidas -de gasto social, por ejemplo-, con consecuencias negativas para la población.
Un segundo aspecto dice relación con una gestión descentralizada de la reconstrucción. Aquí mismo, en la sesión especial en la que este Senado trató las medidas adoptadas a partir de estas emergencias, se planteó la necesidad de diseñar y ejecutar los programas de reconstrucción de manera descentralizada, con herramientas e instrumentos diferentes de los contenidos en los planes normales de los Ministerios.
En este sentido, soy partidario de que, así como se crearon la Corporación de Fomento y Reconstrucción, la Corporación de Mejoramiento Urbano y el Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, y se dictó la propia ley Nº 16.282, que fija disposiciones para sismos y catástrofes (aún vigente), todo ello a partir de terremotos y tragedias ocurridos durante el siglo XX, el Estado debe enfrentar esta tarea en el siglo XXI con una Agencia de Reconstrucción u otra institución específica, con recursos y competencias suficientes. La complejidad de la reconstrucción de Valparaíso y los desafíos de la planificación urbana exigen respuestas idóneas.
Por último, creo pertinente asumir, de una vez por todas, la discusión sobre el futuro de la Ley Reservada del Cobre como fuente de financiamiento de nuestras Fuerzas Armadas. Es hora de incorporar este gasto en presupuestos plurianuales, evitando que quede condicionado a contingencias, especialmente a aquel referido a las necesidades de inversión estratégicas de nuestras instituciones armadas.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Honorable señor Pérez Varela.


El señor PÉREZ VARELA.- Señora Presidenta, tal como dijo el Senador señor Coloma, nos aproximamos a esta iniciativa de ley con una mirada constructiva. Y yo agregaría: "también con una gran dosis de buena voluntad", porque el Gobierno nos pide que aprobemos una propuesta que contempla 400 millones de dólares, sin que nadie sepa cuál es la contrapartida de gastos.
Realizamos una sesión especial para analizar los efectos de las catástrofes vividas en Valparaíso y en el norte de Chile. En esa oportunidad el señor Ministro del Interior entregó un informe, en el cual no se detallaba el plan de reconstrucción ni las obras y proyectos que se llevarían a cabo. Él se comprometió a tener en treinta días más la información sobre lo que verdaderamente vamos a gastar en esta materia.
Si uno lee con detención el informe de la Comisión de Hacienda, observará que el Ministro del ramo dijo lo mismo. En treinta días más va a entregar un detalle de cómo se gastarán los recursos. Entonces indicará cuál va a ser el plan de reconstrucción, cuál va a ser el proceso de inversiones, cuál va a ser el proyecto de infraestructura, de vivienda, de pavimentación, entre otros.
Por lo tanto, estamos aprobando una iniciativa que destina a la reconstrucción 400 millones de dólares (más de 200 mil millones de pesos), pero no sabemos con claridad en qué se van a invertir ni dónde se van a gastar.
Además -y sería bueno que el señor Ministro de Hacienda, presente en la Sala, aclarara este punto-, en el informe se plantea que la Cartera de Hacienda es la que va a ejecutar este presupuesto. Parece algo extraño que, en materia de vivienda, de caminos, de infraestructura, de agua potable, de reconstrucción de centros de salud, el informe consigne tal idea. Textualmente, señala: "El Ministro, señor Arenas, expresó que el Ministerio de Hacienda se encarga de la parte del financiamiento y ejecución del gasto de la reconstrucción".
Reitero: uno participa con espíritu constructivo, pero tengamos claro que también estamos haciendo una manifestación de muy buena voluntad. Nadie en esta Sala puede decir cuál es el plan de reconstrucción; cuántas viviendas se necesitan y cómo se van a construir (desconocemos si se van a entregar a través del sistema anual de subsidios); cuántos centros de salud familiar se reconstruirán; cuántas calles deberán ser pavimentadas; cuántos caminos se van a reparar (al respecto, hemos visto por televisión lo que pasa en Alto Hospicio e Iquique).
Tal información no está. De hecho, así lo reconoció en esta Sala el Ministro del Interior y en el informe el titular de Hacienda.
¡Eso no lo tenemos! ¡En treinta días más vamos a saberlo!
Recuerdo, señora Presidenta, que, cuando se discutió la reforma tributaria en el Gobierno anterior para financiar parte de la reconstrucción derivada del terremoto del 27 de febrero de 2010, las bancadas de Oposición, en su legítimo derecho, exigieron un detalle preciso y exacto de cómo se iban a gastar los recursos. Y esa información el Ejecutivo la entregó aquí.
En cambio, ninguno de los colegas de las bancadas oficialistas hoy nos puede decir a nosotros en qué se va a gastar la plata ni cuáles van a ser las obras. De estos 400 millones de dólares, ¿cuánto va a Valparaíso y cuánto, a Iquique, Arica y Parinacota? No hay un desglose de gastos que nos permita saber cómo se enfrentarán estas situaciones de emergencia y catástrofe.
Señora Presidenta, nuestras bancadas, mayoritariamente, van a aprobar el proyecto de ley que destina 400 millones de dólares a la reconstrucción, porque conocemos el sufrimiento que han vivido las familias de Valparaíso y de la zona norte de Chile.
Como contrapartida, el Gobierno tiene la obligación de responder al Parlamento sus inquietudes: ¿Cuál es el programa de la reconstrucción? ¿Qué plazos se han fijado? ¿Quiénes serán las autoridades responsables del proceso? Solo así se podrá exigir el cumplimiento de las distintas tareas.
¡Porque 400 millones de dólares no es una cifra menor! Implica un esfuerzo muy importante al país, pues no se trata de platas que sobran. Además, generan un impacto fiscal verdaderamente relevante.
En consecuencia, voy a votar a favor de la iniciativa, pero dejo sobre la mesa mi preocupación respecto a que nadie en esta Sala puede decir cómo se gastarán los recursos. Aquí estamos haciendo un gesto de buena voluntad, y espero que el Gobierno y las bancadas oficialistas lo reconozcan.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señora Presidenta, el objetivo del proyecto en análisis es traspasar recursos de la Ley Reservada del Cobre para financiar la reconstrucción que se llevará a cabo en las zonas afectadas por el terremoto y maremoto del 1 de abril de 2014 en el norte del país -sabemos que fue particularmente doloroso-, así como en los sectores afectados por el incendio ocurrido en la ciudad de Valparaíso el 12 de abril del mismo mes, tragedias que han adquirido características de gran magnitud. De hecho, el incendio de Valparaíso fue noticia mundial.
Ante ello, deseo plantear algunas observaciones.
Primero, está la necesidad de disponer de un suplemento en el presupuesto público adecuado a dos catástrofes de grandes dimensiones.
Segundo, ya existe una reconocida estreches fiscal para afrontar compromisos programáticos de la actual Administración y, al mismo tiempo, habría que aclarar cierta estimación de ingresos del presupuesto vigente.
Y, tercero, parece saludable -y la respuesta más adecuada a una situación de urgencia- proponer el traspaso de 400 millones de dólares de la Ley Reservada del Cobre, destinada al financiamiento de compras del sistema de defensa de las Fuerzas Armadas, al Tesoro Público.
Hago presente que esta iniciativa fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados, razón por la cual valoro que nuestro Congreso Nacional, frente a situaciones de emergencia, actúe con el grado de unidad y presteza que ha demostrado en este caso.
Por otra parte, destaco que ha habido una excelente disposición de las Fuerzas Armadas a contribuir en situaciones de emergencia. Cabe recordar que en la Comisión de Defensa Nacional hemos debatido sobre el aporte de las instituciones castrenses cuando se producen emergencias y catástrofes. Y existe la voluntad de generar una institucionalidad más clara y transparente para aprovechar, precisamente, la capacidad de respuesta de dichos organismos en situaciones de esta naturaleza.
Asimismo, esta parece ser una oportunidad propicia para referirse al evidente déficit que se observa en nuestro país por no contar con una institucionalidad pública poderosa y permanente en materia de reconstrucción por catástrofe.
En un territorio como el nuestro, habituado a los terremotos, los maremotos, las sequías, los temporales, los aluviones y otros (movimientos volcánicos, por ejemplo), se hace necesario avanzar en una normativa más clara y más flexible, dada la multiplicidad de formas que asumen las tragedias y las emergencias; la mayoría de ellas, naturales.
Igualmente, reconozco la preocupación generalizada acerca de la necesidad de tener, en un futuro razonable, un plan global de reconstrucción, más definido y más técnico. Porque es de esperar que estos recursos permitan, simultáneamente con la reconstrucción, mejorar las condiciones de vida de las poblaciones afectadas en comparación a la situación anterior a la crisis y, al mismo tiempo, mejorar la infraestructura de las ciudades perjudicadas en sus áreas más comprometidas.
Con todo, obviamente entendemos el sentido de urgencia que prevalece en esta propuesta legislativa.
Hago presente que no voy a votar a favor del proyecto, porque estoy pareado. Pero simpatizo claramente con su contenido.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Me alegra que aclarara que estaba pareado, señor Senador, porque cuando dijo "no voy a votar a favor", confieso que me sorprendió un poco. Luego entendí que solo estaba cumpliendo con su compromiso de honor.
Tiene la palabra el Honorable señor Rossi.


El señor ROSSI.- Señora Presidenta, quiero dar cuenta de las cosas que se necesitan hacer en el norte, para lo cual se requieren los recursos que este proyecto contempla. Porque el Senador Pérez Varela está en lo correcto: es importante saber en qué se van a gastar esas platas.
Antes, deseo señalar que comparto plenamente lo que ha dicho el colega Quinteros respecto a la relevancia de revisar la Ley Reservada del Cobre y a la urgencia de contar con una institucionalidad permanente para enfrentar catástrofes como las que Chile suele sufrir cada cierto tiempo y, de seguro, lamentablemente, seguirá sufriendo.
En el norte, para hacer frente a la emergencia y normalizar la situación luego del terremoto, se gastaron 127 millones de dólares.
Para las labores de reconstrucción, se estima que la inversión necesaria ascendería a cerca de 580 millones de dólares.
Doy algunos datos que me parecen importantes para precisar el destino de los recursos.
En la Región de Arica y Parinacota, resultaron afectadas más de 1.694 viviendas, de las cuales el 88 por ciento tiene daños menores; el 5 por ciento, daños mayores, pero pueden seguir siendo habitadas, y el 7 por ciento restante se declaró como inhabitable. A la fecha, se han entregado 86 viviendas de emergencia, subsidios de arriendo y de acogida familiar en los casos en que ha sido necesario. Ya se han habilitado terminales, aeropuertos y pasos fronterizos. Y, además, se encuentran funcionando normalmente los establecimientos de salud y educación, y los servicios básicos de agua, luz y gas.
En la Región de Tarapacá, resultaron dañadas 8.264 viviendas, de las cuales 83 por ciento quedó en condiciones de ser aún reparables, mientras que el 17 por ciento tiene daños que obligaron a declarar su inhabitabilidad. Se han entregado a la fecha 581 subsidios de arriendo y 576 subsidios de acogida familiar, lo que representó un gasto de 552 millones de pesos. Se han instalado, además, alrededor de 400 viviendas de emergencia. Todas las rutas de la Región se encuentran operativas, y en la vía que une Iquique con Alto Hospicio ya se iniciaron las obras para habilitar una tercera pista, trabajo que estará listo en ocho meses (eso requiere una inversión muy significativa). Asimismo, 303 establecimientos educacionales se encuentran funcionando y 14 se hallan con problemas, cuyos alumnos han sido derivados a otros planteles. También se necesitan recursos para hacer frente a la reconstrucción de esos recintos educacionales.
La reconstrucción de viviendas en nuevos terrenos va a beneficiar a 1.834 familias, mientras que las reparaciones de aquellas favorecerán a 8.600.
Se han entregado 179 bonos de 200 mil pesos a pescadores artesanales y 203 bonos de 100 mil pesos a trabajadores portuarios que vieron afectadas sus fuentes de trabajo.
Junto a ello, se están financiando nuevos acelerógrafos (instrumentos que permiten graficar vibraciones) y sirenas de emergencia en los bordes costeros.
Y, por medio de la SUBDERE, se han destinado más de 2.583 millones de pesos a ambas Regiones afectadas, los cuales han sido invertidos a través de los municipios.
He querido dar cuenta de algunos de los gastos que ha enfrentado el Gobierno en el norte para hacerse cargo del proceso de reconstrucción, en materia de habitabilidad, de obras públicas (aunque no mencioné los daños que sufrió el hospital regional y varios centros de salud familiar).
Por lo tanto, creo que se justifica plenamente el proyecto que ha enviado el Gobierno, mediante el cual se destinan recursos para llevar adelante un proceso de reconstrucción exitoso.
Señora Presidenta, valoro la unanimidad que se logró en la Cámara de Diputados y espero que, transversalmente, aprobemos esta iniciativa hoy.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Allamand.


El señor ALLAMAND.- Señora Presidenta, yo me voy a aproximar a esta iniciativa de ley desde una perspectiva diferente -y en esto ciertamente influye el que en el pasado me haya desempeñado como Ministro de Defensa-, para dejar una constancia que es importante que la Honorable Sala maneje en esta materia.
Soy plenamente consciente de que el proyecto en debate se aprobó por unanimidad tanto en la Cámara de Diputados cuanto en la Comisión respectiva del Senado y de que va a recibir un amplísimo apoyo en esta oportunidad. Sin embargo, pienso que para el loable propósito de contribuir a la reconstrucción -¡quién podría estar en contra de esa tarea!- se podrían haber utilizado fondos de otra naturaleza o provenientes de un origen distinto.
Sin embargo, me parece relevante dejar establecido que no debe quedar como una suerte de precedente o como una señal equívoca, y mucho menos transformarse en algo recurrente, esto de echar mano a los fondos de la Ley Reservada del Cobre.
Para ser franco, señora Presidenta, lamento mucho que en el último año del Gobierno anterior no se haya perseverado en la tramitación del proyecto -fue aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados- sobre modernización del sistema de financiamiento de las Fuerzas Armadas y que mantengamos este anacronismo de la Ley Reservada del Cobre.
En este caso se propone sacar recursos de un fondo que solamente se conoce en condiciones de mucha reserva. Pero lo concreto es que no me parece adecuado dar la señal equivocada -y digo "señal" en un sentido amplio- de que aquí existe un conjunto cuantioso de recursos que están empozados sin ninguna necesidad y que debieran ser casi de libre disposición.
Eso no es así. Los fondos que existen en la Ley Reservada del Cobre, en primer lugar, no son cuantiosos. En segundo lugar, un porcentaje significativo de ellos se halla comprometido. Y en tercer lugar, es importante que esta Honorable Sala esté en conocimiento de que nuestras Fuerzas Armadas, y particularmente sus capacidades estratégicas, tienen hoy día, y desde hace mucho tiempo, un serio problema de aquello que se denomina "déficit estructural".
¿En qué consiste, en dos palabras, el déficit estructural?
Muy simple. A partir de una de las insuficiencias precisamente de la Ley Reservada del Cobre, sucesivos gobiernos, que hicieron bien al dotar a nuestras Fuerzas Armadas de capacidades estratégicas disuasivas, defensivas y necesarias, incurrieron en inversiones significativas para la adquisición de los materiales que de alguna manera configuran esas capacidades. Sin embargo, la forma de adquisición de estos materiales y de incremento de estas capacidades no contempló oportunamente ni el mantenimiento ni el sostenimiento de ellas. En consecuencia, solo para mantener el nivel disuasivo de nuestra Defensa tenemos que realizar importantes inversiones que no se encuentran contempladas en los presupuestos habituales. Y la forma natural o razonable de hacerlo es, precisamente, recurriendo al fondo de la Ley Reservada del Cobre.
En consecuencia, señora Presidenta, yo me voy a abstener, no porque esté en contra de aquello que se está haciendo, sino simplemente, primero, para dejar establecido que esta es una materia que debiéramos resolver por la vía de avanzar en la nueva ley de financiamiento de las Fuerzas Armadas, y en seguida, para no dejar sentada equivocadamente la señal de que aquí existe una suerte de fondo de libre disposición que podríamos destinar, como quien dice, al compás de necesidades tan acuciantes como aquellas provenientes de accidentes, tragedias o catástrofes.
Creo que es importante dejarlo consignado.
Para terminar, insto al Gobierno a retomar la tramitación de la iniciativa de ley que moderniza el financiamiento de las Fuerzas Armadas, porque tengo la certeza de que si estuviera aprobada no estaríamos utilizando este expediente.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Orpis.


El señor ORPIS.- Señora Presidenta, quisiera ser muy preciso en mi intervención.
A través de este proyecto de ley estamos otorgando el financiamiento para la reconstrucción. Y lo estamos haciendo prácticamente sin ninguna información.
El Ministro del Interior vino la semana pasada a una sesión especial y señaló que dentro de treinta días iba a hacer llegar un detalle de en qué iba a consistir la reconstrucción. Y en la página 5 del informe emitido por la Comisión técnica el Ministro de Hacienda señala que dentro del plazo de treinta días "se hará entrega de un detalle de cómo se gastarán los recursos en el presente año".
¿Cuál es el problema? Que las inversiones, de acuerdo al propio informe, van hasta el año 2017. Es decir, el gasto no solo existirá durante este ejercicio presupuestario, sino que se va a extender a lo menos por tres o cuatro años más. Y estamos otorgando este financiamiento sin ningún tipo de información oficial que se haga llegar al Congreso y que nos explique en qué va a consistir la reconstrucción.
Por lo tanto, señora Presidenta, quiero solicitar formalmente, a través de la Mesa, dos cosas.
Primero, que se entregue el detalle de lo que se va a hacer no solo respecto del presente año, sino también de los próximos tres. Porque la reconstrucción excede este año presupuestario. Me interesa que se informe pormenorizadamente en qué se va a gastar hasta el 2017.
Y la segunda petición formal -ojalá sea un acuerdo de la Sala- es que la información requerida se entregue al Senado dentro del plazo de treinta días, en los términos que he señalado.
¿Por qué digo esto, señora Presidenta? Porque es muy importante para la comunidad saber qué se va a hacer y en qué plazos; cuáles serán los compromisos que asumirá el Estado. Cuando eso no se halla establecido formalmente, se generan incertidumbres, debates innecesarios. En cambio, teniendo claro cuál va a ser el cronograma, en qué va a consistir, existe mucha más seguridad y certeza en las autoridades y en la propia comunidad sobre la forma como se van a gastar estos 400 millones de dólares entre este año presupuestario y el 2017.
Por tanto, solicito que, terminada la votación, se resuelva sobre el envío de un oficio, con el acuerdo de la Sala, para pedirle al Ejecutivo que dentro de treinta días nos informe en detalle en qué se van a gastar, entre este año presupuestario y el 2017, los recursos de la reconstrucción, especificados por ítem y por sector.

La señora ALLENDE (Presidenta).- La Mesa toma nota del oficio que ha solicitado el Honorable señor Orpis. Se puede enviar en su nombre o en el del Senado, si la Sala así lo estima. La idea es pedirle al Gobierno que en los próximos treinta días informe cómo se van a gastar los recursos contemplados en esta iniciativa de ley.
El señor ORPIS.- Hasta el 2017.
La señora ALLENDE (Presidenta).- ¿Desde ahora hasta el 2017?

El señor ORPIS.- Sí, porque esos son los recursos que se destinan. Lo que ocurre es que, de acuerdo con la página 5 del informe, solamente estaría entregándose la información respecto de este año presupuestario, pero la reconstrucción, según ese mismo documento, va a durar hasta el año 2017. Por lo tanto, lo lógico es que se dé a conocer el total de los gastos, desde este ejercicio presupuestario hasta el año 2017. Porque en eso consiste el desembolso que estamos aprobando.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Hemos tomado nota de la petición del Senador Orpis. La Sala se pronunciará sobre ella al término de la votación.
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señora Presidenta, para fundamentar el voto, quiero decir que yo no me siento satisfecho con este proyecto. Al contrario, me siento amargado. Y me siento amargado porque represento a una Región que fue golpeada por el terremoto del 27 de febrero y donde aún queda mucho por reconstruir. Y, por desgracia, en la Cámara de Diputados las bancadas de Oposición acordaron hoy interpelar a la Ministra de Vivienda por el terremoto del norte, sin tener la rectitud de asumir la cantidad de recursos que están pendientes para la reconstrucción de casas, infraestructura, patrimonio desde la Quinta hasta la Octava Región.
¡Es una situación vergonzosa!
Hay comunas de la Región de O'Higgins donde todavía no se ha construido ni siquiera una de las casas terremoteadas. Y lo digo con dolor. Porque a mí me gustaría plantearle al señor Ministro de Hacienda la preocupación por de dónde van a salir los recursos para la reconstrucción pendiente.
Me parece interesante lo que señalaba un Senador que me antecedió en el uso de la palabra; y lo entiendo, porque ahora él vive un dolor por la Región que representa. Pero yo quiero decir que en la Región de O'Higgins -y estoy seguro de que en otras también-, más allá de la voluntad del Gobierno anterior, hay muchas tareas pendientes. Y esa Administración incurrió en la burda operación política de decir que quienes no estaban postulando a viviendas en proyectos de reconstrucción a diciembre de 2011 ya no eran damnificados.
No obstante, existen miles de personas que tienen subsidios AVC para la reconstrucción, que no sirven de nada. Porque no hay casas usadas para comprar, debido a que muchas se cayeron y tenemos un déficit de viviendas. Y, adicionalmente, algunos de los subsidios que se dieron en este tiempo están por debajo de los costos de la reconstrucción.
Por tanto, quiero pedirle al Ministro de Hacienda -por intermedio de la señora Presidenta- que, de ser posible, nos diga de dónde va a salir esa plata.
Porque, a mi juicio, la plata de este proyecto debería ir para la reconstrucción que no hizo el Gobierno anterior o que todavía está pendiente y deberemos asumir nosotros.
Yo creo que estos recursos son insuficientes, por lo mismo. Y vamos a tener que desviar fondos. Porque en el Gobierno anterior nos dijeron que había recursos y que se había concretado el 99 por ciento de la reconstrucción -o 98,9 por ciento; no recuerdo la cifra exacta-, que a cada rato daban por terminada.
Quiero decirles que hoy, tal como aquí, en la Quinta Región, muchos damnificados viven en mediaguas, empapados, en numerosas comunas de la Región de O'Higgins hay personas que desde hace cuatro años no tienen baño, viven en mediaguas, enfrentan situaciones dramáticas y siguen esperando.
Y estoy seguro de que esa situación existente en la Región de O'Higgins se da también en la del Maule, en la del Biobío.
Por tanto, señora Presidenta, yo feliz digo: ¡Qué bueno que se otorgue financiamiento para la reconstrucción de las zonas afectadas por las catástrofes ocurridas en abril en la zona norte del país y en la ciudad de Valparaíso! ¡Qué bueno que se rindan cuentas y se entregue toda la información a la Comisión Especial Mixta de Presupuestos! Pero quiero recordar que tenemos más de 5 mil millones de dólares apozados en este fondo de las Fuerzas Armadas, que vienen de la Ley Reservada del Cobre. Y aquí estamos pidiendo menos del 10 por ciento de eso.
En consecuencia, estamos ante una dificultad, y también, frente a una incongruencia política.
¡Y en la Cámara los Diputados de la Alianza acuerdan hoy una interpelación...!
Yo siento que en ciertas cosas uno debería tener una posición menos partidaria y más republicana, de manera de hacer los esfuerzos en conjunto.
Yo no digo que el Gobierno anterior no hizo esfuerzos en la reconstrucción en mi Región. Yo no digo que no se avanzó en varias materias. Sólo digo que hay mucho pendiente: más de lo que se ha querido reconocer.
Espero que la delegada presidencial que se nombró para hacer el levantamiento de los asuntos pendientes nos pueda informar cuánta plata se necesita; que, si es necesario, el señor Ministro de Hacienda esté dispuesto a mandar otro proyecto; o, al menos, que las bancadas del frente nos ayuden a conseguir el financiamiento para terminar los esfuerzos de reconstrucción que están pendientes desde el 27 de febrero de 2010.
Yo voy a votar que sí, señora Presidenta, porque esta es una tarea nacional. Pero falta aún terminar la tarea que comenzamos en 2010.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.


La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señora Presidenta, creo que nadie puede negarse a entregar recursos para la reconstrucción. Y, en lo personal, no tengo ninguna contradicción vital por el hecho de que se saquen de la Ley Reservada del Cobre.
Sin embargo, sí se me genera una contradicción cuando veo el informe que se presentó. Porque, de acuerdo a lo dicho por el Senador Chahuán, ha habido un retardo en la construcción de mediaguas, en el abordaje de la emergencia. Y se están pidiendo los recursos para la reconstrucción, en circunstancias de que la semana pasada el Ministro del Interior junto con la Ministra de Vivienda dijeron que en 30 días más iban a entregar el informe.
Hoy día se dice, nuevamente, "en 30 días más". Yo tiendo a pensar que debieran ser 23 y no 30, porque el tiempo corre.
Empero, en lo personal, no me gusta entregar cheques en blanco. Y el informe hace una exposición al voleo donde se presenta incluso una estimación de gastos del terremoto. No se sabe cuántos recursos van a ir al norte, cuántos van a quedar acá. No se entregan mayores antecedentes. Ello, de verdad, me parece preocupante.
Me habría gustado tener un informe mucho más detallado, para saber exactamente en qué se desea gastar y si los recursos son suficientes. Porque puede que sean, incluso, insuficientes.
En efecto, a mí se me ocurre que la reconstrucción en Valparaíso es extremadamente cara. No basta con construir viviendas, probablemente, para poder relocalizar o localizar a las familias en los mismos terrenos donde estaban, que es, según lo que he visto por televisión, lo que se pretende realizar.
Habrá que hacer canalizaciones de aguas lluvias en las laderas de los cerros -son extremadamente costosas-, estabilización de los taludes, construcción de muros de contención, etcétera, lo que, seguramente, será muy oneroso.
Entonces, entendiendo que son recursos importantes, creo que la presión de conseguirlos con un proyecto en mano habría sido un buen aliciente para que los ministerios hubieran apurado el tranco y presentado los informes, no en 23 días como se comprometieron, sino antes, porque ya ha pasado tiempo más que suficiente como para tener una aproximación más o menos cierta, sobre la base de una carta Gantt con proyectos o por lo menos con anteproyectos que den cuenta en forma más acotada de lo que se pretende hacer.
Por consiguiente, entendiendo que son recursos necesarios, no voy a votar en contra, pero sí me voy a abstener, porque creo que los antecedentes entregados son insuficientes.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Harboe.


El señor HARBOE.- Señora Presidenta, en primer lugar, quiero destacar que las emergencias tienen diferentes etapas.
La primera de ellas son la reacción y el manejo de la situación en los momentos iniciales, y requiere mucha eficiencia, gran capacidad de respuesta y un buen control, para evitar la ocurrencia de mayor cantidad de víctimas.
La segunda -y es quizá la más compleja- se relaciona con la reconstrucción.
Frente a la primera etapa, nuestro país ha ido modernizando, a mi juicio, de manera tardía e insuficiente, los mecanismos de prevención y de reacción ante las emergencias.
Lo digo por experiencia. Me tocaron el "invierno blanco" de la Región de La Araucanía y la erupción del volcán Chaitén.
Y la verdad es que los mecanismos institucionales -por lo demás, el 27 de febrero quedaron de manifiesto las falencias que tenían incluso nuestras Fuerzas Armadas para reaccionar frente a una emergencia- han ido mejorando lentamente, si bien todavía de manera insuficiente.
Pero quizá la etapa más compleja para enfrentar una emergencia, como señalé, es la reconstrucción.
Mediante este proyecto el Gobierno, a cargo de la etapa de reconstrucción, nos solicita la aprobación del presupuesto destinado a financiar obras en dicho proceso.
Aquí, de manera completamente alejada de la realidad, algunos piden información y preguntan en qué se van a gastar los recursos durante los próximos años.
Sin embargo, hoy día, 11 de junio de 2014, no sabemos en qué se gastó al menos 30 por ciento de los dineros que entregamos en los últimos cuatro años, que ascendieron a varios millones de dólares más que lo que vamos a aprobar esta tarde.
En consecuencia, cuando uno plantea la necesidad de enfrentar una emergencia y reconstruir debe en primer término dotar de los recursos suficientes para enfrentar los procesos de adquisición, licitación, contratación, reconstrucción, restauración o reparación en materia de obras o de equipamiento. Y por eso voy a concurrir con mi voto favorable.
Empero, no puedo dejar pasar la oportunidad, en el breve tiempo que tengo, de hacer una pequeña reflexión relacionada, ya no con el presupuesto, sino con la estructura jurídico-administrativa de nuestro país.
Chile no dispone de una estructura jurídico-administrativa adecuada para efectuar una reconstrucción eficiente.
El engranaje existente a aquel respecto hace improbable que las etapas de reconstrucción sean eficientes y oportunas. La imposibilidad de tener procedimientos especiales genera muchas veces el retraso en las obras de reconstrucción. Y hay que entenderlo.
En algunos casos es factible la existencia de mala gestión. No obstante, puedo decir, por mi experiencia de diez años en el Gobierno, que muchos de los retrasos se deben precisamente al necesario cumplimiento de un conjunto de etapas destinadas al control del uso de recursos públicos, el cual en tiempos normales parece del todo adecuado, pero en tiempos de emergencia -así lo prevén legislaciones de diferentes latitudes- es objeto de excepciones administrativas.
Por eso, con otros legisladores estamos trabajando un proyecto de ley que va a otorgarle facultades especiales al Ejecutivo de turno -da lo mismo el que sea- al objeto de que, frente a determinada emergencia, le dé al engranaje administrativo y jurídico suficiente agilidad y flexibilidad para ir en ayuda oportuna de quienes requieren construcción, restauración o reparación de obras. En tal sentido, se faculta, sea al Ministerio de Vivienda, al de Obras Públicas o al de Salud, sea a la Oficina Nacional de Emergencia, para iniciar, con disminución de la burocracia, procesos de construcción, habilitación, contratación.
Por ejemplo, ¿qué va a pasar en Valparaíso cuando se pretenda hacer la reconstrucción y la autoridad se encuentre con que los planos reguladores no autorizan para reconstruir en el mismo terreno por ser de riesgo?
¿Qué va a ocurrir cuando al reconstruir en Iquique o en Valparaíso se den cuenta de que un predio no pertenece a una familia porque no está hecha la posesión efectiva? ¿Cómo el Estado va a invertir recursos en un predio de tal naturaleza?
Es lo que debemos enfrentar. Se trata de problemas de fondo.
Porque podemos aportar más recursos. Pero, de no mediar una enmienda adecuada de nuestra legislación, el Gobierno de turno, cualquiera que sea, va a enfrentar cuestionamientos.
Una cosa es controlar la emergencia de manera eficiente, como se ha hecho este último tiempo, y otra muy distinta enfrentar una reconstrucción sin las herramientas administrativas adecuadas para dar cobertura apropiada y terminar de manera oportuna con el sufrimiento de la gente.
Cuando una familia pierde su vivienda; cuando un niño no puede ir a su escuela porque quedó destruida, la emergencia es inminente.
Entonces, los procedimientos deben ir de la mano de la emergencia y de la necesidad urgente de afrontarla.
Por eso, señora Presidenta, voy a concurrir con mi voto favorable. Pero quiero hacer una reflexión: considero necesario que el Parlamento, antes de que tengamos otra emergencia, legisle a los efectos de otorgarle facultades especiales al órgano ejecutivo para que, independiente del Gobierno de turno, reaccione y reconstruya de manera oportuna.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.


El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señora Presidenta, voy a concurrir con mi voto favorable a esta iniciativa porque me parece muy importante entregar los recursos suficientes, por un lado, para que las personas que están sufriendo en este instante a raíz tanto del incendio que afectó a Valparaíso como de los terremotos registrados en el norte de nuestro país tengan la posibilidad de que sus viviendas se reconstruyan cuanto antes, y por otro, para que se recupere la infraestructura pública dañada.
Sin embargo, no puedo dejar pasar lo que planteó mi colega y amigo Juan Pablo Letelier sobre la reconstrucción en la Región de O'Higgins.
¡Si se quiere un ejemplo de reconstrucción, hay que mirar mi Región!
A nivel nacional, fueron más de 220 mil las viviendas afectadas. Para reconstrucción o reparación se entregaron 240 mil subsidios y hay 201 mil obras terminadas. El resto está en ejecución o en iniciación, por razones muy entendibles y que empezaré a explicar.
En la Región de O'Higgins, a la que represento en el Senado, vivimos una situación bastante dramática. Y debimos reconstruirles no solo a los propietarios.
En la Villa Cordillera y en la Villa Los Parques las viviendas, que fueron construidas, y mal, durante los Gobiernos de la Concertación, se cayeron. Y fue menester entregarles soluciones no solo a sus propietarios, sino también a los allegados y a los arrendatarios. Por lo tanto, el proceso incorporó a mucha gente adicional a los dueños. Inclusive, en su momento conversamos la decisión con el Senador Letelier, y hubo apoyo para darles a esas personas la posibilidad de tener una vivienda digna y de buena calidad.
Yo únicamente puedo dar cifras. Por ejemplo, sobre lo que ocurre hoy en Rancagua.
Este Gobierno -no el del Presidente Piñera- ha entregado 4 mil 872 viviendas; hay 1.383 en ejecución, y solo queda cinco por ciento -es decir, el mínimo- por iniciar.
Distinto es lo ocurrido en Tocopilla, donde todavía no concluye la reconstrucción. ¡Y han pasado más de ocho años!
Por eso, creo que, sin tratar de obtener pequeños dividendos políticos, debemos trabajar para mejorar la calidad de las viviendas y entender que algunas obras no se han podido iniciar porque se trata de sectores rurales y se tomó la determinación -muy importante- de reconstruir en sitio propio.
Mucho más fácil habría sido hacer conjuntos habitacionales, con participación de todas las empresas constructoras, sacando de su hábitat a personas del mundo rural. Pero la decisión fue distinta: se va a reconstruir en lugares que les permitan seguir viviendo en aquel sector.
Ese es uno de los motivos del atraso, en numerosos casos. Porque con las empresas constructoras ha habido problemas serios. Y, como Sus Señorías han visto, en la recuperación del norte también se han registrado.
Por lo tanto, es importante valorar el esfuerzo que hizo el Gobierno del Presidente Piñera para tener la reconstrucción prácticamente terminada dentro de sus cuatro años, con viviendas dignas, hospitales funcionando, obras públicas concluidas. Y nuestro país está -Sus Señorías lo ven- desenvolviéndose en forma normal.
Señora Presidenta, estoy convencido de que los recursos que vamos a aprobar se utilizarán bien y de que ello permitirá que la reconstrucción sea vista pronto por las personas que fueron afectadas por el terremoto del norte y las que sufrieron el incendio de Valparaíso.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señora Presidenta, tal como se lo expresé a mi Gobierno, un proyecto de ley que busca financiar los efectos de las catástrofes ocurridas en Arica, en Iquique y en Valparaíso no podía dejar fuera la grave situación que enfrenta la Región del Biobío.
Hay quienes creen que el terremoto de 2010 tiene un 98 por ciento de ejecución y reparación.
¡Falso, de falsedad absoluta!
De manera responsable, quiero decir que en la Región del Biobío el número de viviendas destruidas en 2010 por el terremoto y el maremoto supera con creces el de viviendas destruidas en Valparaíso, Iquique, Alto Hospicio y Arica.
La pregunta es por qué si en este proyecto estamos hablando de un financiamiento para reconstruir no se contempla asimismo la reconstrucción fallida en la Región del Biobío.
En 2010 el Ministerio de Vivienda registraba 101 mil 245 damnificados por el terremoto. De 101 mil a 124 mil familias fue el diferencial establecido: 23 mil 438 familias fueron excluidas.
La muestra del Informe de avance comparativo por región que hemos tenido a la vista da cuenta de que a solo 87 mil 229 familias se las ha declarado "damnificados hábiles", dejándose fuera de los registros oficiales y beneficios a 14 mil 16.
Con ambos filtros se ha excluido a 37 mil 454 familias.
Se declara en otro documento del Gobierno del Presidente Piñera que se gestionaron 86 mil 702 soluciones. Nuevamente la información pública establece un diferencial: de 527 familias, sobre las cuales no tenemos certeza ni información.
Del total de familias registradas, 91 por ciento se encontraría con solución definitiva (78.891); 8,9 en obras en construcción (7.687), y 0,1 en obras por iniciar (124).
Es decir, en la Región del Biobío tenemos un acumulado de 45 mil 668 familias sin solución.
¡Estamos hablando de más de 180 mil personas!
Ojalá que el informe del actual Gobierno -esperamos conocerlo en breve- sea aún más estricto en las cifras. Porque existen 95 mil 939 subsidios asignados y solo 77 mil 981 ejecutados. O sea, 37 por ciento de las familias damnificadas aún se encuentran sin solución.
Señora Presidenta, es absolutamente injusto señalar que en la Región del Biobío falta solo 2 por ciento de reconstrucción.
¡Las cifras no mienten! ¡Y el informe del Ejecutivo deberá revelar con exactitud lo que sucede en mi Región!
Por eso, en momentos en que discutimos un proyecto de ley para financiar la reconstrucción en Valparaíso y en el norte de nuestro país -y también se lo señalo al señor Ministro de Hacienda-, debo puntualizar que en la Región del Biobío no está financiada la reconstrucción. No hay ni un solo peso en el Serviu. Miles y miles de subsidios se han entregado sin financiamiento. ¡Repartieron papeles!
¡Eso fue lo que hizo el Gobierno del Presidente Piñera!
Tenemos pendientes el Programa de Patrimonio Familiar; del decreto supremo 49, los proyectos habitacionales Fuerte Viejo (Lota), Lota Green, San Pedro de la Paz, Michaihue, Villa Futuro (Chiguayante), Tomé, Talcahuano, Penco, Los Ángeles, Arauco, Llico, Bulnes, Cobquecura, Coronel, Laja, San Rosendo, Lebu.
Señora Presidenta, se han entregado subsidios sin que estén financiados.
Yo pregunto qué vamos a decirles a las familias damnificadas y aún sin viviendas: Mirador del Biobío (Chiguayante), 229; Fuerte Viejo (Lota), 1.085; Lota Green, 600; Penco, 300; Altos de Coronel y Mirador del Pacífico (Talcahuano), más de 1.000.
Entonces -entiendo que la Ministra de Vivienda no pudo venir; pero está el Ministro de Hacienda-, cuando aprobamos un proyecto para financiar la reconstrucción por el lamentable y desastroso incendio de Valparaíso y por los terremotos de Iquique, Alto Hospicio y Arica, tenemos en mente una iniciativa de ley para solventar el gasto en la Región del Biobío, lo que, por responsabilidad del Gobierno anterior, no se hizo.
Yo voy a seguir luchando por que haya una ley de reconstrucción.
Creo que es un fracaso que el Estado enfrente procesos como estos con una institucionalidad del todo insuficiente.
Procuraré, pues, que exista un Ministerio de Emergencias Nacionales y Catástrofes Naturales capaz de hacerse cargo de los procesos pertinentes.
¡La institucionalidad del Estado es por completo insuficiente!
Señora Presidenta, yo me voy a abstener en la votación de este proyecto. Con ello espero dejar sentado el reclamo de una Región y de los damnificados existentes en ella, quienes aún aguardan el financiamiento del subsidio. Y espero que mi Gobierno nos entregue un reporte sobre qué vamos a hacer con el tremendo hoyo que en materia de reconstrucción dejó el Gobierno del Presidente Piñera.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
La señora ALLENDE (Presidenta).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (30 votos a favor, 3 abstenciones y un pareo); no habiéndose presentado indicaciones, se aprueba también en particular, y su discusión queda terminada en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic, Muñoz y Von Baer y los señores Araya, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Harboe, Horvath, Lagos, Hernán Larraín, Letelier, Matta, Montes, Moreira, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
Se abstuvieron la señora Van Rysselberghe y los señores Allamand y Navarro.
No votó, por estar pareado, el señor Guillier.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Ministro de Hacienda.


El señor ARENAS (Ministro de Hacienda).- Señora Presidenta, en nombre de la Presidenta de la República y del Gobierno, agradezco el eficiente y rápido despacho de este proyecto de ley, que entrega financiamiento para la reconstrucción de las zonas afectadas por las catástrofes ocurridas en abril último tanto en la zona norte de nuestro país cuanto en la ciudad de Valparaíso.
En efecto, ayer ingresamos la iniciativa a la Cámara de Diputados y en 48 horas fue aprobada por el Congreso Nacional.
En seguida, debo manifestar tan solo -para no alargar mi intervención- que el Gobierno, el Ministerio de Hacienda y el Ministro que habla se pusieron a disposición, tanto en la Comisión de Hacienda y en la Sala de la Cámara de Diputados como en la Comisión de Hacienda y en la Sala del Senado, para entregar toda la información necesaria para respaldar lo que, de una manera u otra, estamos estimando hoy día.
Y quiero puntualizar, para que quede en las actas de esta sesión, que la Comisión de Hacienda del Senado, en la página 4 del informe que emitió, explicita con exactitud la estimación de gastos tanto para la zona norte cuanto para Valparaíso. Y lo hace detallando respecto de lo que son la emergencia (Zona Norte y Valparaíso), la reconstrucción (Zona Norte y Valparaíso), en el total y en la estimación de gastos que tenemos para el año 2014.
Este Ministro, primero en la Comisión de Hacienda y ahora en la Sala, se ha comprometido a entregar en los próximos 30 días la estimación de cómo se va a ejecutar en el año 2014. Y, como también lo hemos dicho, en las Leyes de Presupuestos de 2015, 2016 y 2017 se detallará de qué manera se incurrirá en los gastos propiamente tales de la reconstrucción, que para el período estimamos en un total de 1.244 millones de dólares.
Es cuanto tengo que informar, señora Presidenta.
Y, una vez más, agradezco sobremanera la disposición del Senado para aprobar los recursos necesarios para el financiamiento de la reconstrucción.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Senador señor Orpis.


El señor ORPIS.- Señora Presidenta, me parece delicado lo que se planteó, porque el informe de la Comisión de Hacienda dice algo distinto.
Efectivamente, está la estimación de gastos. Pero en la página 5 se manifiesta -leo textualmente-: "El Ministro de Hacienda, señor Arenas, expresó que, dentro de los próximos 30 días, se hará entrega de un detalle de cómo se gastarán los recursos en el presente año.".
Aquí, simplemente, el Ministro señaló que entregará una estimación de gastos. Pero en la Comisión de Hacienda el compromiso fue distinto. Es decir, no se trata solo de la estimación de gastos, sino también de cómo se gastarán los recursos.
En la Comisión hay un ministro de fe, que es el Secretario. El informe está firmado. Por lo tanto, yo parto de la base de que ese compromiso se asumió y debe cumplirse no solo entregando la estimación, sino además indicando en forma detallada cómo se van a gastar los recursos.

La señora ALLENDE (Presidenta).- Discúlpeme por interrumpirlo, señor Senador.
Le di la palabra a Su Señoría por pensar que reiteraría su petición de oficio -naturalmente, tiene derecho a solicitar que sea enviado a título individual o en nombre de la Sala, si así se aprobara-, pero se ha extendido en hacer uso de ella, en circunstancias de que ya intervino, y no sé cuánto más quiere seguir argumentando.

El señor ORPIS.- Lo que ocurre, señora Presidenta, es que lo que acaba de manifestar el titular de Hacienda es distinto de lo expresado en el informe del órgano técnico. El compromiso no es solo para determinar -repito- la estimación de gasto, sino también su detalle.
La señora ALLENDE (Presidenta).- El Honorable señor Letelier desea plantear una cuestión de Reglamento, pero el señor Ministro ha pedido la palabra.


El señor LETELIER.- De acuerdo con las normas que nos rigen, la conversación que acabamos de escuchar resulta improcedente.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Ya expliqué que me pareció que se iba a hacer referencia al oficio.
De todas maneras, intervendrá a continuación el señor Ministro, pues consideraré adecuada la aclaración que desee formular.

El señor ARENAS (Ministro de Hacienda).- Señora Presidenta, solo quisiera reiterar lo que manifesté hace un momento. La Cartera a mi cargo y el que habla van a entregar, tanto en la Comisión de Hacienda y la Sala de la Cámara de Diputados como en la Comisión de Hacienda y la Sala del Senado, todos los antecedentes que sean requeridos. Nos ha caracterizado siempre, al igual que hoy día, la transparencia fiscal en la administración de las políticas públicas, y, en ese sentido, la estimación de gasto que hemos proporcionado se halla claramente establecida en el informe.
Y en treinta días más vamos a dar a conocer, tal como lo hemos dicho, lo que corresponderá por ese concepto en el año en curso, porque en 2015, 2016 y 2017 ello se detallará precisamente y se tendrá que aprobar en el Congreso Nacional, a través de las leyes de Presupuesto.
Eso es todo cuanto tengo que manifestar.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Se enviará, entonces, el oficio solicitado por el Senador señor Orpis.