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ENMIENDA A CÓDIGO AERONÁUTICO EN MATERIA DE TRANSPORTE DE PASAJEROS Y SUS DERECHOS


La señora ALLENDE (Presidenta).- Corresponde tratar el proyecto de ley, en tercer trámite constitucional, que modifica el Código Aeronáutico en materia de transporte de pasajeros y sus derechos, con informe de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones.
--Los antecedentes sobre el primer proyecto (4595-15) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los entonces Senadores señores Muñoz Aburto, Escalona y del Senador Letelier).
En primer trámite, sesión 59ª, en 10 de octubre de 2006.
Informes de Comisión:
Transportes, sesión 63ª, en 7 de noviembre de 2007.
Transportes (segundo), sesión 24ª, en 9 de junio de 2009.
--Los antecedentes sobre el segundo proyecto (4764-15) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los entonces Senadores señores Vásquez, Ávila, Gómez, Naranjo y Zaldívar, don Adolfo).
En primer trámite, sesión 81ª, en 3 de enero de 2007.
En tercer trámite, sesión 90ª, en 28 de enero de 2014.
Informes de Comisión:
Transportes (segundo), sesión 24ª, en 9 de junio de 2009.
Transportes (tercer trámite): sesión 2ª, en 18 de marzo de 2014.
Discusión:
Sesiones 64ª, en 13 de noviembre de 2007 (se aprueba en general); 31ª, en 7 de julio de 2009 (se aprueba en particular); 7ª, en 9 de abril de 2014 (queda para segunda discusión).
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Hago presente que, en sesión de 9 de abril del año en curso, se solicitó segunda discusión para esta materia.
Como se informó en esa oportunidad, la iniciativa comenzó su tramitación en el Senado y, en el segundo trámite constitucional, la Cámara de Diputados sustituyó íntegramente el texto del proyecto de ley despachado por nuestra Corporación por otro que incluye mayores derechos en lo relativo a información, retrasos y cancelaciones de vuelos y sobreventa de pasajes.
La Comisión de Transportes y Telecomunicaciones aprobó la enmienda efectuada por la Cámara de Diputados por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Chahuán y Girardi y el entonces Senador señor Cantero.
En el boletín comparado que Sus Señorías tienen en sus escritorios se consigna, en la segunda columna, el texto aprobado por el Senado; en la tercera, la modificación introducida por la Cámara de Diputados, y en la cuarta, la proposición de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones.
La señora ALLENDE (Presidenta).- En segunda discusión, la enmienda introducida por la Cámara Baja.
Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señora Presidenta, este proyecto nace de una moción de los Senadores Muñoz, Letelier y Escalona, cuyo objetivo es resguardar los derechos de los consumidores en el contrato de transporte aéreo.
Estamos, como se ha dicho, en tercer trámite constitucional, analizando la modificación que introdujo la Cámara Baja, que sustituyó todo el texto de la iniciativa y que apunta en la misma línea de la moción indicada. Pero se establecen nuevas distinciones y mayores derechos para los consumidores.
En general, nos parece un buen proyecto. Lo discutimos largamente tiempo atrás en la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones.
Sin embargo, la enmienda de la otra rama del Parlamento, en materia de retraso, de cancelación del vuelo y de otorgamiento de prestaciones asistenciales a todo evento, genera problemas serios y delicados, lo que es bueno evaluar en su justa dimensión.
Si bien es correcta la regulación de la denegación por sobreventa, se establece que aquella se hará aplicable en buena medida a los casos de retrasos y cancelaciones, los cuales pueden haberse desencadenado por hechos fortuitos o fuerza mayor. En tales circunstancias, se dispone que el transportador deberá entregar las prestaciones asistenciales (comida, alojamiento, entre otras) a todo evento.
El establecimiento de estas prestaciones implica modificar de modo muy importante el régimen del Código Civil respecto al caso fortuito o fuerza mayor.
No obstante, resguardar los derechos de los pasajeros puede generar una situación perjudicial para las empresas. En la práctica, ello elevará los costos, lo que perjudicará mayormente a las líneas aéreas más pequeñas, cuestión compleja en un mercado donde hay alta concentración. Esta, en el caso de los vuelos nacionales, tiene nombre y apellido: LAN Chile.
Lo anterior producirá complicaciones para los vuelos a zonas extremas (por ejemplo, Juan Fernández, Isla de Pascua, Balmaceda u otras tanto en el norte como en el sur), donde el factor climático suele retrasar las salidas.
Y ante el aumento de costos, ¿cómo se defienden las empresas chicas? Subiendo el precio de los pasajes, lo que afecta al consumidor.
Entonces, lo que queremos proteger (el derecho de los consumidores frente al abuso, a la arbitrariedad o a la irresponsabilidad de una empresa) a la larga va a significar un perjuicio, porque los pasajeros tendrán que comprar pasajes más caros, dado que las empresas van a tratar de cubrirse.
Pero se genera un segundo efecto perverso, que es el más delicado.
Cuando se producen atrasos de vuelos por casos fortuitos o fuerza mayor -por ejemplo, por razones climáticas-, surgen circunstancias que no dependen de la aerolínea. Sin embargo, esta sí tiene que ver con las condiciones de seguridad con que debe realizarse un vuelo. De ahí que preocupa que las empresas muchas veces decidan hacer igual la salida cuando las condiciones no son las adecuadas, con el fin de evitarse el costo que significaría no efectuar el vuelo o retrasarlo unas horas, por concepto de pago de alojamiento, de comida, etcétera.
Además, se plantea una diferencia con lo dispuesto en el Convenio de Montreal, que establece que, en lo relativo a los casos fortuitos, solo se responde por causa imputable al transportador, motivo por el cual la enmienda que propone la Cámara de Diputados en ese punto iría en contra de las normas internacionales y solo se aplicaría a los viajes nacionales, lo que perjudicará a las empresas chilenas sobre el resto de la competencia.
El Ejecutivo, señora Presidenta, está preparando una serie de indicaciones para equilibrar el proyecto y recuperar su sentido original, como lo sugirieron los autores de la moción que le dio origen.
En la Comisión de Economía se nos ha planteado la factibilidad de rechazar la modificación de la Cámara Baja para llevar la iniciativa a una Comisión Mixta, donde posibilitar la construcción de un acuerdo a fin de no perjudicar a los pasajeros ni a las empresas que hoy día prestan servicio de transporte aéreo, sobre todo hacia las zonas extremas, que es donde se genera una mayor competencia.
Si no lo hacemos así y no corregimos esto, vamos a colocar a los consumidores en una situación de indefensión y a las empresas más pequeñas, lisa y llanamente, las dejaremos sin posibilidad de competir con la aerolínea que concentra el mercado.
Por eso, la sugerencia es rechazar la enmienda introducida por la Cámara de Diputados.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señora Presidenta, en primer lugar, deseo recoger todo lo que ha señalado el colega que me antecedió en el uso de la palabra.
Nadie puede negarse a buscar mecanismos que posibiliten que las personas que viajan en un avión tengan a lo menos algunos...
Si me permiten los Honorables colegas...
Excúseme, señora Presidenta, pero me resulta imposible hacer uso de la palabra en estas condiciones.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Ruego a los señores Senadores guardar silencio.
Puede continuar, Su Señoría.
El señor BIANCHI.- Gracias, señora Presidenta.
A ver. Parto de nuevo.
Este proyecto lo compartimos todos en la medida que podamos resguardar a como dé lugar las garantías de los pasajeros, quienes muchas veces se ven sometidos a abusos cometidos por las líneas aéreas, fundamentalmente por las nacionales.
Aquí se producen varias situaciones tremendamente injustas.
Por ejemplo, el ticket que uno adquiere no puede traspasarse en la eventualidad de que no viaje. No es factible entregarlo a otra persona o venderlo, con tal de no perder la inversión hecha en su compra.
En seguida, si no se efectúa uno de dos tramos, estas empresas monopólicas simplemente determinan que uno pierda el pasaje. No existe la alternativa de usarlo posteriormente. Y, lo que es peor, ni siquiera se puede recuperar el dinero de la inversión realizada.
Todos concordamos al respecto: queremos que existan resguardos; queremos que haya respeto hacia el usuario; queremos que no queden al arbitrio de estas empresas monopólicas los destinos, los horarios, los cambios, etcétera.
Pero hay un problema. Y lo hizo ver muy bien el Senador que me antecedió en el uso de la palabra. Su Señoría pidió que el proyecto vuelva a la Comisión para tratar de resguardar a las empresas más pequeñas, que prestan servicios fundamentalmente en localidades apartadas.
Doy un ejemplo.
La empresa DAP otorga un valioso servicio a la Región de Magallanes. No solo conecta a Tierra del Fuego, sino que es una de las pocas empresas -o casi la única- que viajan a la Antártica, servicio que es tremendamente relevante desde la óptica geopolítica, por todo lo que significa la posibilidad de que un avión, el que debe tener características especiales, llegue a territorios tan únicos como esos.
Por lo tanto, uno no puede imponer a empresas como la citada las mismas condiciones que se establecen para empresas nacionales e internacionales como aquellas a las que queremos apuntar con este proyecto de ley.
Todos nos sumamos al propósito de resguardar a los usuarios y darles garantías frente al abuso que cometen compañías nacionales. Pero quiero recoger lo que dijo el Senador que me antecedió en el uso de la palabra: este proyecto debe ser mejorado para no perjudicar a las muy pocas y pequeñas empresas que prestan un enorme servicio de conectividad en regiones más apartadas, más aisladas, de más difícil acceso, donde no llegan precisamente las grandes compañías, porque no les interesa ese mercado, el que es cubierto por las pequeñas.
En esa línea, señora Presidenta, creemos absolutamente conveniente que se recoja lo que, según entiendo -y lo expresó el Senador Pizarro-, señaló el Ejecutivo en el sentido de que está dispuesto a incorporar una indicación que dé garantías de que las empresas de menor tamaño no serán tan afectadas.
¡Sí tenemos que avanzar en el resguardo!
¡Sí tenemos que avanzar en la protección a los usuarios!
¡De eso no cabe la menor duda!
Es preciso terminar con los brutales abusos que cometen las grandes compañías. Por ejemplo, con la pérdida de dinero que tiene lugar cuando no se utiliza un pasaje, por la imposibilidad de cederlo a otra persona.
¡Ni hablar de cuando una persona se enferma! Ahí ya la situación de traslado en las regiones extremas resulta absolutamente prohibitiva.
Por eso, señora Presidenta, me sumo a la petición que hizo el Senador Pizarro en términos de que volvamos a ver este proyecto, con el compromiso del Ejecutivo de cautelar el respeto y la protección al usuario, tal cual lo hemos solicitado, y en el entendido de que no se afectará a las pequeñas empresas que prestan un servicio tan vital para las regiones más apartadas.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Les aclaro a Sus Señorías que estamos en el tercer trámite constitucional y que el Honorable señor Pizarro solicitó rechazar las enmiendas de la Cámara de Diputados para permitir la formación de una Comisión Mixta, órgano al que el Gobierno podrá hacer llegar proposiciones que logren el objetivo señalado aquí por los dos Senadores que han intervenido.
El señor COLOMA.- Eso es.
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La señora ALLENDE (Presidenta).- Aprovecho de saludar a los alumnos de la Escuela América, de Marchigüe, que se encuentran en estos momentos en las tribunas.
¡Muy bienvenidos!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señora Presidenta, estoy totalmente de acuerdo con la idea de que el proyecto pase a Comisión Mixta. Y coincido también con lo que ha planteado el colega Bianchi. Pero, si el Ejecutivo desea formular algunas proposiciones, quiero dar a conocer mi posición respecto de lo que sucede con la conectividad, sobre todo en la Región que represento.
La conectividad aérea es muy importante para las actividades económicas, sociales y turísticas de nuestra Región, así como para las personas que necesitan atención de salud especializada que solo está disponible en Santiago.
He tenido la oportunidad de compartir muchas veces con pasajeros que me expresan su frustración por el servicio que reciben de parte de las líneas aéreas.
A raíz de eso, me ha interesado particularmente el proyecto en debate, que modifica el Código Aeronáutico en materia de transporte de pasajeros y sus derechos -por eso hago una distinción entre compañías pequeñas y grandes-, y me he convencido de la urgente necesidad de regular aspectos de la relación que se produce entre la línea aérea y los usuarios, que hoy se caracteriza por una evidente asimetría, lo que da lugar a innumerables reclamos y a la frustración de los pasajeros, quienes se sienten en la indefensión, particularmente en los casos de denegación de embarque por sobreventa, circunstancia que es de completa responsabilidad de la compañía.
Al respecto, valoro la inclusión de normas referidas a deberes generales de información del transportador. Pero creo que esto sería más eficaz si se estableciera la obligación de las líneas aéreas de utilizar los medios de comunicación electrónicos, de acuerdo a los datos proporcionados por el pasajero, para enviar antecedentes a su correo electrónico.
De igual manera, se podrían hacer más eficaces las compensaciones imponiendo la obligación de hacer las transferencias pecuniarias a las cuentas bancarias que indique el pasajero.
Asimismo, el transportador debiera generar un soporte de información relevante sobre las condiciones de la operación del vuelo por lo menos con doce horas de anticipación, el que debiera actualizarse como mínimo cada dos horas.
Por tales consideraciones, y si es efectivo que el Ejecutivo está pidiendo rechazar las modificaciones de la Cámara de Diputados para formular proposiciones, sugiero agregar al Código Aeronáutico un artículo del siguiente tenor:
"El transportador está obligado a utilizar los medios de comunicación electrónicos para cumplir con las obligaciones de información y de reembolso de prestaciones contempladas en el presente Código. Estará obligado, asimismo, a otorgar una información oportuna y veraz de las condiciones de la operación del vuelo y de la eventual afectación de los derechos de los pasajeros en relación al respectivo contrato de transporte aéreo, por causales contempladas en el presente Código".
Con relación a la sobreventa de pasajes, mi posición es muy diferente de la sustentada en el proyecto aprobado por la Honorable Cámara de Diputados, el cual en su artículo 133, de hecho, consagra legalmente la denegación de embarque por esa causal.
En mi opinión, no es conveniente otorgar consagración legal a una práctica comercial que tiene que ver con la estructura de costos y el modelo de negocio de las compañías aéreas, y que finalmente trasunta una práctica especulativa en relación con los beneficios o utilidades del tráfico aéreo. La sobreventa no puede tolerarse, pues atenta contra los principios de seguridad en el tráfico jurídico y de lealtad entre proveedores y consumidores, y en último término, afecta los derechos de los usuarios.
Este proyecto opta por regular los mecanismos de compensación para la práctica de denegación de embarque por sobreventa, en circunstancias de que ella derechamente debe prohibirse. No encuentro lógico que se ampare esa práctica abusiva, de la cual todos los Senadores hemos sido testigos o, incluso, víctimas más de alguna vez.
Se argumentará que esta iniciativa constituye un avance respecto de la situación actual. Empero, creo que reconocer el derecho de las líneas aéreas a denegar el embarque por sobreventa no será comprendido por muchos usuarios, como tampoco es comprendida hoy la exclusión de las compañías aéreas de las sanciones por la venta de sobrecupos, tal como lo establece el artículo 23 de la Ley del Consumidor.
En definitiva, señora Presidenta, considero razonable que, en el marco de una nueva discusión, ahora en Comisión Mixta, se exploren soluciones que hagan más equitativa la relación entre las líneas aéreas y los pasajeros, y que, asimismo, otorguen un trato diferente a las empresas pequeñas que hacen soberanía en las regiones extremas de nuestro país.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.


La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señora Presidenta, en primer término, considero absolutamente imprescindible resguardar los derechos de los pasajeros. Y lo digo con conocimiento de causa, dado que soy usuaria frecuente de las líneas aéreas nacionales para poder llegar al Honorable Congreso Nacional.
Pero quiero referirme a otro punto.
Si bien es razonable tratar de sancionar las faltas en que caen las líneas aéreas, me parece que debieran sancionarse de la misma manera aquellas en que incurre el Estado y que generan daño, particularmente a las personas, en los aeropuertos.
En el caso del de Concepción, las obras que se están haciendo lo tienen en condiciones peores que las de un aeropuerto de cualquier ciudad pequeña. Tanto es así que cada semana se cierra por dos o tres días producto de la neblina. Los trabajos, supuestamente, debían estar listos ahora, en mayo. Sin embargo, por distintas razones, se van a atrasar. Ello, solo para dejarlo en el nivel en que estaba antes de las ampliaciones. Y para que quede en condiciones similares a las del aeropuerto de Santiago, se suponía que las obras iban a estar listas a fines de este año. Pero ya las están postergando para fines de 2016, a pesar de que los recursos fueron aprobados por el MOP y de que las bases de licitación se hallan autorizadas por la Contraloría.
Por tanto, entendiendo las aprensiones de los señores Senadores que apuntan a proteger a las aerolíneas pequeñas y estando de acuerdo, desde esta perspectiva, con la pertinencia de rechazar las enmiendas de la Cámara Baja a los efectos de generar una Comisión Mixta, hago votos para que esta misma preocupación que muestra el Poder Legislativo ojalá se dé para presionar a las instituciones del Estado a fin de que resguarden los intereses de los usuarios. En el caso de Concepción, cada año alrededor de 40 mil pasajeros sufren a raíz de que las obras requeridas no se han hecho.
Muchas gracias.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Saludo al Ministro de Economía, don Luis Felipe Céspedes, quien nos acompaña durante la discusión de este proyecto.
Le doy la bienvenida.
Tiene la palabra el Senador señor Tuma.


El señor TUMA.- Señora Presidenta, ante todo, felicito a los autores de esta iniciativa.
En seguida, quiero decir que este es un proyecto largamente esperado por los usuarios de líneas aéreas, quienes durante mucho tiempo se han sentido más bien indefensos ante ciertas prácticas abusivas en que, consciente o inconscientemente, han incurrido los proveedores de los servicios pertinentes.
Sobre la base de un conjunto de iniciativas originadas en el Senado, y también, en determinado momento, en la Cámara de Diputados -me incluyo entre los autores-, mediante este proyecto estamos llenando un vacío de la ley para permitir que exista equilibrio entre los proveedores de los servicios y los pasajeros.
Hasta ahora, los pasajeros no tienen ningún derecho; no son objeto de consideración alguna; muchas veces sin recibir explicación, deben tolerar que se les postergue o cancele el vuelo, o que se les niegue el embarque, normalmente por razones de conveniencia económica. En algunas oportunidades el vuelo es suspendido para enlazar con otro que se dirige al mismo destino; y ello, debido a que resulta conveniente para la empresa aérea llenarlo a los efectos de aprovechar la economía de escala.
Sin embargo, aquello no es culpa de los pasajeros.
No resulta admisible que a un vuelo se le niegue el aterrizaje argumentando problemas de clima inexistentes. Ello, porque a las empresas les resulta más económico no hacer la escala correspondiente, debido a que pocos pasajeros suben o bajan.
En definitiva, todo se hace tomando en consideración solo el interés de la línea aérea.
A mi juicio, este proyecto apunta en la dirección correcta. Les da a los usuarios derecho a ser indemnizados en determinadas condiciones, salvo en caso de fuerza mayor. Pero, en ese ámbito, creo que estamos lesionando a las empresas más chicas, las que no podrán resistir el pago de una indemnización tal que las hagan cerrar sus puertas, vender sus aviones y, de este modo, dejar solo a las líneas aéreas más grandes.
Hay que proteger a los usuarios, pero no al punto de impedir -no se nos debe pasar la mano- que exista competencia o que las empresas cumplan razonablemente las sanciones que establezca la ley.
Considero muy importante el paso que han dado nuestra Comisión de Transportes y el Senado con esta señal de regulación. Pero es fundamental elaborar una legislación equilibrada.
Por esa razón, señora Presidenta, acojo el planteamiento de algunos colegas en orden a que este proyecto vaya a Comisión Mixta, con el objeto de perfeccionarlo y despachar una legislación que mantenga en competencia a las líneas aéreas y, al mismo tiempo, resguarde los intereses de los pasajeros.
He dicho.
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La señora ALLENDE (Presidenta).- Saludo a los alumnos del Liceo Rural Putú, de Constitución, que nos acompañan en las tribunas.
¡Muy bienvenidos al Senado!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señora Presidenta, me parece que este proyecto se halla bien inspirado; eso está más allá de toda duda. Y mediante él se abordan problemas relativamente modernos. Probablemente, hace 30 o 40 años el legislar respecto del tráfico aéreo puede haber sido algo muy sofisticado. Hoy día, para mucha gente es parte de la vida cotidiana. Y me parece bien que se asuman con sentido de futuro situaciones que, sin duda, tienen impacto ciudadano.
Ahora bien, creo que el mayor valor de esta iniciativa -y ahí puedo discrepar de Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra- es precisamente la generación de efectos que terminen beneficiando al consumidor en materia de sobreventa de pasajes.
Y quiero ser claro.
En su momento me tocó estudiar esto mismo para un eventual proyecto, y me encontré con realidades que no suelen plantearse.
Por ejemplo, alrededor de 20 por ciento de las personas no llegan a tomar el avión.
Si una línea aérea dijera: "Bueno, es supersimple: el que no llega pierde todo", obviamente habría un efecto respecto de quien tuvo un problema de tránsito, del que enfrentó una dificultad familiar, y se generaría un perjuicio ciudadano muy complejo.
Por eso, no me parece mal que se trate de aprovechar al máximo la capacidad de un avión. Y, a mi juicio -puedo estar equivocado-, la única forma de no afectar el derecho de quien se vio imposibilitado de presentarse en el aeropuerto es establecer cierto nivel de sobreventa, pero con una indemnización de perjuicios para la persona confirmada y dejada abajo del avión por el hecho de que el día del vuelo llegaron más pasajeros que los previstos.
Esa lógica está bien diseñada. Yo prefiero mil veces que exista un procedimiento con sanciones a que debamos, como les ha ocurrido a otros países, generar un escenario en que cualquier inconveniente que le surge al usuario termina con la pérdida del pasaje. Eso sería más complejo.
De alguna manera, esto juega bien con lógicas que apuntan en el mismo sentido, de unos y otros.
Me parece, por consiguiente, que se halla bien diseñado.
Ahora, lo planteado por algunos Senadores es razonable, pues hay dos cosas que pueden ser complejas.
Primero, el nivel de las sanciones, pensando más bien en las empresas de menor tamaño.
Entiendo que no se puede discriminar; hacerlo vulneraría un principio constitucional. Pero es factible que, particularmente en el ámbito nacional, empresas pioneras, aquellas que están empezando, se sientan inhibidas para desarrollar el negocio por el peligro de que ocurran situaciones inesperadas.
Y aquí viene el segundo punto: el proyecto, tal como viene de la Cámara de Diputados, no aborda bien lo concerniente al caso fortuito.
¿Qué pasa cuando ya no hay sobreventa, dificultades vinculadas con las condiciones del avión, sino problemas climáticos, saturación de aeropuertos? Pensemos en lo que aconteció luego del atentado a las Torres Gemelas: se cerraron los espacios aéreos del mundo.
Lamentablemente, hay situaciones en que, mucho más allá de la voluntad del prestador, se altera el funcionamiento normal de un servicio.
En esa lógica, considero adecuado revisar en una Comisión Mixta el punto en comento, que no está bien solucionado.
Lo de la sobreventa me parece resuelto apropiadamente desde la perspectiva conceptual, si bien las sanciones pueden ser inhibitorias, en especial para las empresas más pequeñas.
Pero, a mi entender, no está solucionado en forma adecuada (más bien, lo que se propone puede ser fuente de conflictos) lo del caso fortuito. Se requiere una definición más precisa de ese concepto en el ámbito aéreo.
Una norma planteada por la DGA, una alerta, una prevención, obviamente, pueden tener un efecto.
Lo peor sería que los incentivos estuvieran mal colocados. Ellos siempre tienen que dirigirse a la seguridad de las personas, la que debe cautelarse.
Cuando uno trata de colocar colgajos puede generar más problemas en vez de solucionar los existentes.
Por eso, pareciéndome buena la idea, considero mejor, desde el punto de vista instrumental, que el proyecto vaya a Comisión Mixta.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Pidió la palabra el Senador señor Horvath.
El señor HORVATH.- Solo para solicitar que se abra la votación, señora Presidenta.
La señora ALLENDE (Presidenta).- ¿Le parece a la Sala?
Acordado.
En votación las modificaciones de la Cámara de Diputados.
--(Durante la votación).
La señora ALLENDE (Presidenta).- Para fundamentar su voto, tiene la palabra el Senador señor Harboe.


El señor HARBOE.- Señora Presidenta, siempre es una buena noticia que el Congreso Nacional incremente los niveles de protección a los derechos de los consumidores.
Claramente, el desarrollo del mercado aeronáutico en nuestro país ha sido dispar: ha aumentado de manera considerable la demanda, pero la oferta se ha mantenido en general con carácter más bien monopólico o duopólico, y en algunos casos, incluso siendo oferta única en las regiones extremas y otras.
Cuando un ciudadano común y corriente adquiere un pasaje de avión está suscribiendo un contrato de adhesión: por el hecho de comprar el ticket, se somete a lo que le exige la compañía aérea y se obliga, sin saberlo, a cumplir un conjunto de condiciones que no figuran en el billete que le emiten.
En consecuencia, la relación que se establece es naturalmente desigual: el consumidor debe respetar las normas; pero, lamentablemente, la práctica ha indicado que el oferente del servicio no siempre las acata.
En el ámbito que nos ocupa, uno de los elementos más comunes de la falta de respeto a las normas en materia de consumidores tiene que ver con la cancelación o la supresión de vuelos; con el denominado "overbooking" o "sobreventa de pasajes", o con la fusión de vuelos.
Las líneas aéreas deben pagar por el uso de la pista del aeropuerto una tasa cuyo monto muchas veces es mayor que lo recaudado cuando ha habido una venta de pasajes baja.
Es de común ocurrencia que las líneas aéreas cancelen o fusionen vuelos, lo que motiva que los pasajeros destinados a un vuelo deban esperar el siguiente, con el retraso respectivo y, muchas veces, con perjuicio económico directo por falta de conexiones, en fin.
Si se cree que el proyecto en debate va a solucionar aquel problema, debo decir que, lamentablemente, no será así. Y ello, debido a que los vuelos internacionales se hallan regulados por el Tratado de Montreal. En consecuencia, la normativa sometida a nuestra consideración regirá exclusivamente para los vuelos nacionales, respecto de los cuales, obviamente, vamos a generar una disposición que no distinguirá entre vuelos de corta duración y vuelos de larga duración y vuelos más complejos, como se ha señalado en la Sala.
Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra hicieron mención de la existencia de vuelos a localidades aisladas: a la Antártica, al extremo norte, a Isla Mocha (Región del Biobío).
En todos esos casos la oferta es muy reducida. Por tanto, la aplicación práctica de los preceptos respectivos, que están bien pensados para la gran línea aérea de vuelos nacionales, puede significar la destrucción del modelo de negocios de las pequeñas compañías.
Porque, sin duda, cuando nos referimos a la sobreventa de pasajes estamos hablando de una gran compañía que quiere salvaguardarse frente al eventual incumplimiento de un consumidor que no llega a determinado vuelo.
Dicho sea de paso, tal vez constituye un error legislativo consagrar por ley la sobreventa de pasajes, pues, más allá de que se establezca compensación, implica validarla legalmente como mecanismo de negocio.
Señora Presidenta, creo que esta iniciativa está bien inspirada: aumenta la cantidad de información; incrementa el nivel de protección a los consumidores. Empero, tiene elementos que deben revisarse.
Por tal razón, voy a rechazar las enmiendas que le introdujo la Cámara de Diputados, para el único efecto de que se discuta en Comisión Mixta.
Por último, pienso que quienes representen al Senado en dicha instancia deberán hacer mención, no solo de los aspectos relativos al modelo de negocio de las líneas aéreas, sino también de una situación que me parece inaceptable: el hecho de que el artículo 132, inciso segundo, radique en un reglamento la determinación de las condiciones para autorizar el transporte de, entre otras, personas con discapacidad.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señora Presidenta, siempre es importante recordar la historia.
Con otros Diputados presentamos en la Cámara Baja una iniciativa vinculada con un conjunto de mociones sobre exactamente la misma materia que estamos votando esta tarde en el Senado.
Le pregunté a uno de los asesores de la Comisión por qué esos parlamentarios no aparecíamos en este proyecto, y...
El señor PIZARRO.- ¡Eso fue hace tiempo!
El señor MOREIRA.- Sí, pero es el mismo proyecto.
Bueno: son las reglas del juego.
Sin embargo, yo quiero recordar que uno de los parlamentarios que más impulsaron esta iniciativa fue quien hoy es Embajador de Chile en Argentina.
El señor MONTES.- ¿Y cómo se llama?
El señor MOREIRA.- Se llama "Marcelo Díaz". Y fue colega de usted, señor Senador.
Empero, vamos a lo importante.
Decía, señora Presidenta, que es del caso señalar qué parlamentarios estuvimos desde el primer momento en esta materia.
Aquí se dice: "Este proyecto fue cambiado completamente en la Cámara de Diputados".
Como yo estuve en la discusión pertinente -en ella participó también el entonces Diputado Alfonso de Urresti, quien ahora es miembro de la Cámara Alta-, percibo que la iniciativa no fue cambiada por la Cámara de Diputados, sino por el Senado.
Pero no nos centremos en los aspectos negativos de este proyecto -es necesario corregirlos-, sino en destacar sus bondades.
Yo quiero connotar que esta iniciativa, como se dijo -y todos la han valorado-, en buena medida, eleva a rango legal una práctica que hoy ya es común y se encuentra bastante extendida en la inmensa mayoría de las líneas aéreas y sus clientes.
Y voy a referirme específicamente a la forma de resolver los inconvenientes que generan, básicamente para los pasajeros, tres hechos, aunque indeseados por todos, de frecuente ocurrencia: la negación del embarque, originada normalmente en la sobreventa de pasajes; los retrasos, y las suspensiones y cancelaciones de vuelos, como aquí se ha expresado.
En todo caso, es habitual que la línea aérea que ha incurrido en la falta compense el perjuicio causado al pasajero y que lo haga mediante diversos mecanismos, los que este proyecto recoge adecuadamente.
Hoy, salvo excepciones vinculadas con la capacidad técnica de la línea aérea o con el precio del pasaje, es normal que el pasajero que sufrió el inconveniente sea embarcado en el vuelo que sigue al programado originalmente.
El mérito de este proyecto radica fundamentalmente en que les da a tales prácticas el carácter de obligación legal y no las deja entregadas exclusivamente a la voluntad del prestador del servicio.
A ello se suma la novedad de que, en caso de denegación de embarque, el pasajero podrá obtener una compensación económica de entre 2 y 20 unidades de fomento, dependiendo de los kilómetros del tramo respecto del cual se produce la negativa.
Quizás este proyecto amerita solo dos críticas, señora Presidenta.
En primer lugar, no distingue según la característica de la línea aérea que incurre en la falta, lo que puede afectar a empresas de menor tamaño que realizan vuelos esencialmente en las regiones con mayores dificultades de conectividad.
Y, en segundo término, admite la interpretación que hizo el Senador señor Pizarro en el sentido de que las obligaciones impuestas a las líneas aéreas son exigibles incluso en caso de fuerza mayor, es decir, cuando el retraso o la cancelación del vuelo se debe a causas no imputables a una decisión de la empresa.
En virtud de las distintas observaciones que se han hecho, y a la espera de las correcciones necesarias para que la ley en proyecto sea adecuada, vamos a votar "No" en esta oportunidad.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señora Presidenta, compartiendo la opinión señalada durante esta discusión, concurriremos al rechazo de las modificaciones que introdujo la Cámara de Diputados, para de este modo provocar la Comisión Mixta.
Pero, aprovechando que está aquí el señor Ministro, voy a hacer algunas precisiones fundamentales, para que las tenga en consideración a los efectos de, como Ejecutivo, plantear indicaciones.
El artículo 132 aprobado por el Senado y ratificado por la Cámara de Diputados, claramente, es inconstitucional.
Dice ese precepto: "Un reglamento establecerá las condiciones bajo las cuales se autorizará el transporte de personas discapacitadas, orgánicamente descompensadas, agónicas o inconscientes.".
En mi concepto, la referida norma, que envuelve una crueldad enorme, es a todas luces inconstitucional. A aquel respecto es inadmisible la sujeción a un reglamento, tanto más cuanto que existe una ley que regula la discapacidad y el derecho de cualquier ciudadano -pienso que debería consagrarse constitucionalmente- al pleno acceso.
La situación descrita no puede reglarse vía potestad reglamentaria. Regulémosla en la propia ley. Y, desde ese punto de vista, quienes actúan en la instancia del embarque deberán actuar criteriosamente y exigir en cada caso cuanto sea pertinente: certificados médicos, en fin.
Entregar a un reglamento la determinación de las condiciones bajo las cuales se otorgará la autorización correspondiente es, a lo menos, ilegal.
En segundo lugar, me parece fundamental la distinción que estamos haciendo entre empresas grandes y pequeñas.
Pero seamos claros (y a mí me gusta decirlo con nombre y apellido): yo no voy a estar disponible para una votación que favorezca a las grandes empresas monopólicas que abusan de los pasajeros en nuestro país.
Para quienes debemos volar todas las semanas, la situación de LAN Chile (con todas sus letras), principalmente, y de Sky, en cierta medida, es ¡absolutamente impresentable!
LAN Chile es una empresa que ha abusado en nuestro país de su condición monopólica: fusiona vuelos, cancela vuelos y, también, vulnera muchos derechos laborales, especialmente los del personal de vuelo.
Entonces, de ninguna manera que la necesidad de proteger a las aerolíneas regionales y a las que van a zonas aisladas -Isla Mocha, territorio de Magallanes y otros lugares- signifique una legislación a la medida de LAN Chile.
La indignación que genera en los terminales aéreos la permanente actitud abusiva de dicha empresa, del todo asimétrica en materia de información, es enorme: cientos de pasajeros quedan varados horas y días en los aeropuertos, con la simple quimera de que se los embarcará en el siguiente vuelo.
Por lo tanto, debe haber una legislación que sancione ese tipo de situaciones.
No me vengan con que esas grandes empresas van a quebrar por el hecho de que se les aplique una legislación más rigurosa. ¡De ninguna manera sucederá eso!
En tercer lugar, le pido al señor Ministro la mantención del artículo 133 quáter, que posibilita llevar los reclamos tanto individuales cuanto colectivos al Servicio Nacional del Consumidor.
Gran parte de los reclamos de los ciudadanos se canalizan a través de un mecanismo consignado en el Código Aeronáutico. Se trata de en procedimiento kafkiano, que favorece a las grandes empresas y desincentiva a los pasajeros en cuanto a la interposición de reclamos.
La idea es facultar al SERNAC para perseguir ese tipo de incumplimientos de las empresas y procurar que se sancionen como corresponde.
Por último, considero fundamental avanzar en lo que señalaba el Senador Quinteros: la existencia de soportes electrónicos, para evitar la asimetría en la información y permitir que, por ejemplo, a través de celulares, vía mensajes de texto, se comuniquen las suspensiones de vuelos. La solución es de bajo costo y puede implementarse en nuestro país.
En síntesis, señora Presidenta, resguardo a las empresas pequeñas; indemnización a todo evento pagada por las empresas monopólicas, que en Chile abusan de su posición dominante; registro de la denegación de embarque, y otorgamiento a los consumidores del legítimo derecho de llevar a las grandes empresas al Servicio Nacional del Consumidor, a través de las acciones correspondientes, para que solventen los costos y no conviertan en práctica habitual la sobreventa de pasajes y la fusión y la cancelación de vuelos para ahorrar costos y, por tanto, maximizar sus utilidades.
Por último, ya que se halla presente un representante del Ejecutivo, sería bueno que el señor Ministro también se ocupara en las condiciones laborales tanto del personal en vuelo como del personal en tierra en las empresas aeronáuticas, pues son numerosos los reclamos que escuchamos.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Puede intervenir el Honorable señor Ossandón.


El señor OSSANDÓN.- Señora Presidenta, también creo que es preciso rechazar la proposición de la Cámara de Diputados, para que el proyecto pase a Comisión Mixta.
Comparto mucho de lo que se ha expresado, menos lo expuesto por el colega De Urresti, porque LAN Chile, a pesar de revelar algunos defectos claros, es de aquellas empresas de las cuales a menudo nos sentimos orgullosos por la seguridad y los desarrollos que exhiben. Estimo que la iniciativa va por otro lado.
El señor ROSSI.- ¡Era de Piñera¿!
El señor OSSANDÓN.- Por eso, puedo afirmar, con libertad, que era más de un amigo de Su Señoría y del Senador señor De Urresti -por intermedio de la señora Presidenta- que de quien habla.
El señor DE URRESTI.- ¡Es más regalón de usted¿! ¡Usted lo quiere más¿!
El señor OSSANDÓN.- Repito que, cuando se sale al extranjero, si algo nos enorgullece por sus niveles de seguridad y servicio es LAN Chile. Insisto en que el texto no va por ese lado.
Igualmente deseo que se regule y que no exista sobreventa. Ello lo tengo claro. Pero del mismo modo tenemos que apoyar, como lo planteó el Honorable señor Bianchi, a empresas totalmente ligadas a climas difíciles y pensar en ellas.
Mal llevado el asunto, además, se podría afectar la seguridad, ya que se haría responsables a muchas de ellas de costos en relación con casos no imputables: pájaros en las turbinas, neblina, etcétera.
Uno de los aspectos que no se contemplan es el cambio de nombre en el pasaje. A mi juicio, perfectamente podría permitirse, con un tiempo de resguardo, el endoso de un bien como ese, que se ha comprado. Por lo tanto, la idea es buena, pero tenemos que perfeccionarla.
Muchas gracias.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Antes de ofrecerle la palabra al Senador señor Chahuán quisiera saludar a la representación del Instituto Comercial de Linares que se encuentra en la tribuna.
Bienvenidos.
Puede intervenir Su Señoría.


El señor CHAHUÁN.- Señora Presidenta, Honorable Corporación, me hago el deber de informar a la Sala que, en sesión de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones, que me correspondió presidir, celebrada el 5 de marzo recién pasado -y habiendo pedido el Ministro de Economía de aquel entonces la pronta tramitación de la iniciativa-, aprobamos las enmiendas introducidas por la Cámara de Diputados al proyecto de ley. El texto, originado en dos mociones refundidas, tiene por objeto la modificación del Código Aeronáutico para otorgar una serie de derechos a los pasajeros de aeronaves comerciales ante distintas contingencias que se presentan cuando se disponen a hacer uso de los pasajes que contratan con distintos transportadores aéreos.
Los cambios que nos correspondió analizar concitaron la aprobación unánime de los miembros presentes del órgano técnico, por cuanto en ellos se estima al pasajero como un consumidor, y, por ende, debe ser resguardado, en la protección de sus derechos, de igual forma que en la Ley sobre Protección de los Derechos de los Consumidores.
Así, por ejemplo, se le impone al transportador la obligación de informarle a la persona de los derechos que le asisten en los casos de cancelación, de retraso de vuelo o de denegación de embarque.
Para el evento de que la denegación se deba a una sobreventa de pasajes se contempla un mecanismo consistente en que en primer lugar se presenten quienes en forma voluntaria renuncien a sus reservas ya confirmadas, a cambio de determinadas prestaciones y reparaciones económicas.
Si el número de voluntarios que haga uso de este derecho es insuficiente, el transportador deberá, a elección del interesado, embarcarlo en el siguiente vuelo o reembolsarle el valor del pasaje en caso de desistimiento.
Si el vuelo incluye una escala o conexión, deberá retornarse a la persona a su punto de origen, sobre la base de considerar también el reembolso del pasaje en el tramo correspondiente.
Todas estas contingencias dan origen a indemnizaciones que se establecen en el texto y que se gradúan según la distancia de que se trate.
Por otra parte, ante la ocurrencia de tales situaciones, el pasajero tendrá derecho, con cargo al transportador, a las comunicaciones telefónicas necesarias; alimentación y refrigerio; alojamiento, si se precisare; traslado desde el aeropuerto y hacia este, si fuere necesario, y devolución de tasas de embarque.
De igual modo, los transportadores aéreos deberán informar a la Junta de Aeronáutica Civil, en todos estos casos, de las medidas adoptadas para reparar el hecho que haya afectado a los pasajeros, organismo que llevará un registro especial en la materia.
Estimamos que el proyecto, en su redacción actual, cumple adecuadamente con los derechos que deben asistir en tales contingencias y permitirá evitar los abusos en que han incurrido diversos transportadores ante circunstancias de este tipo.
En los últimos días, algunas notas de prensa han consignado la opinión de algunos representantes de líneas áreas en el sentido de que la adopción de estas medidas necesariamente implicará un costo adicional en los precios de los pasajes, el que deberán soportar los adquirentes.
No coincidimos en absoluto con tal argumentación, aunque sí sostenemos que es posible, en una Comisión Mixta, mejorar algunos aspectos. Primero, mi Honorable colega Ossandón ya ha hecho referencia a la posibilidad del carácter nominativo del pasaje, en lo cual efectivamente puede perfeccionarse la redacción. El segundo elemento dice relación con la nomenclatura, sobre la base de que se emplea el término "billete". Hoy día, frecuentemente se opera en forma electrónica, de manera que también se puede afinar el texto.
Si bien pensaba votar a favor, la idea es dar lugar a la Comisión Mixta, siempre y cuando obtengamos el compromiso de que se le asignará urgencia al proyecto, puesto que, de lo contrario, en definitiva vamos a seguir amparando las prácticas en que se termina abusando de los pasajeros de líneas aéreas. Por lo mismo, le pido al señor Ministro -por su intermedio, señora Presidenta- que tenga a bien tomar la medida expuesta, y podemos mejorar la redacción en dicha instancia.
Gracias.
La señora ALLENDE (Presidenta).- He visto al señor Ministro afirmar varias veces. Así que creo que está muy pendiente del punto y que el compromiso del Ejecutivo es claro.
Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señora Presidenta, lo primero que deseo hacer es sumarme a destacar la relevancia de la iniciativa en debate para mejorar la regulación del mercado aeronáutico, sobre todo cuando se observa que finalmente se trata de un medio de transporte cada vez más utilizado en nuestro país. En los últimos años se ha registrado un aumento exponencial de pasajeros. Encontré las cifras de 2012 y 2013, que dicen relación con alrededor de cinco millones de viajes anuales, y no me cabe duda de que se han incrementado.
Y ello, para qué decir en el caso de la Región de Magallanes, donde, por las características de la geografía, en muchas ocasiones es el único modo de salir en forma rápida. El viaje por tierra no es una alternativa comparable. Lo mismo sucede en zonas y localidades extremas.
Por lo tanto, parece más importante aún el poder avanzar en lo ya señalado: equilibrar finalmente las posiciones del oferente y del demandante, y reconocer los derechos y la capacidad del pasajero frente a una línea aérea. Todos hemos sido testigos de las situaciones de abuso que se dan.
En particular, se observa un mercado monopólico, altamente concentrado. Los estudios de la Junta de Aeronáutica Civil exponen que el 95 por ciento de los pasajeros frecuentes en vuelo son clientes habituales de LAN Chile. Entonces, para nadie es un misterio que estamos mencionando lo que sucede con esta última. En empresas más pequeñas, uno siempre tiene, ante situaciones de emergencia, la posibilidad de conversar, de generar otras condiciones; pero hoy día ello es cada vez más difícil en LAN.
Deseo subrayar, ya que vamos a enviar el proyecto a Comisión Mixta, que, tal cual se ha mencionado en el debate, efectivamente no queremos perjudicar a entidades más pequeñas.
Algunos aspectos por considerar dicen relación con la definición del billete -más bien, tique-, con la tecnología y cómo se utiliza, pero también con la revisión de cómo actualizamos nuestra regulación aeronáutica ante casos de enfermedad. Muchas veces, cuando no es posible usar el pasaje por una situación de fuerza mayor como la señalada, que a menudo ni siquiera se puede anticipar, el pasajero se ve en la imposibilidad de hacer efectivo el servicio contratado.
En la práctica se observa que cabe entregar un certificado médico en el empleo, pero ese es un trámite que se ha de hacer en horario de oficina y al que no todas las personas necesariamente pueden acceder, sobre todo cuando se presentan enfermedades de mayor complejidad.
Entonces, creo que esa es una materia que también tiene que incorporarse a la discusión en la Comisión Mixta. Ojalá podamos estudiarla. La legislación en otros países ha avanzado sobre el particular, como la peruana, la argentina. Incluso hay mociones en tal sentido. Estimo que es algo que también podría ser un complemento del proyecto en debate, para que finalmente resguardemos al consumidor frente al uso de este medio de transporte.
Muchas gracias.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Puede intervenir el Honorable señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señora Presidenta, la verdad es que la lectura del informe no permite visualizar que se haya verificado ninguna audiencia pública. Concurrieron al análisis el entonces Ministro de Economía Félix de Vicente y su Jefe de Gabinete, Juan José Bouchon. No se consigna la presencia de usuarios.
Y es por eso que me permitiré leer una carta publicada en la página web de Biobío Chile, documento que dice lo siguiente:
"Por medio de la presente, quiero hacer notar "la embarrada" que está en el aeropuerto Carriel Sur de Concepción con los pasajeros y los vuelos. Este domingo 4 de mayo no salieron los vuelos, tampoco lo hicieron hoy lunes. ¿Cómo es posible que el despegue y aterrizaje de los vuelos esté determinado o sujeto al clima de la ciudad? Si hay niebla, no hay vuelos.
"¿Cómo explico eso en mi trabajo o a mi familia? Jefe "no puedo ir a trabajar hoy por que hay niebla en Concepción y los vuelos no salen"; familia: "este fin de semana no nos podemos ver porque los vuelos no salen".
"Si el intendente de la Región del Bío Bío, Rodrigo Díaz, o el seremi de Obras Públicas, René Carvajal, o el director de Aeropuertos, Blas Araneda creen que esta es una excusa válida para no perder la familia o el trabajo, creo que viven en otro país. Aquí en Chile mi jefe no me va a justificar y mi familia no me lo va a perdonar y los compromisos familiares adquiridos, reuniones y otros compromisos propios del trabajo se perderán. Las compañías no se hacen responsables, porque es un problema de infraestructura del aeropuerto.
"No me interesa si la determinación para retirar el sistema es de este o de otro Gobierno, lo único que quiero es cumplir con mis compromisos familiares y laborales.
"En Carriel Sur según su página web, llegan 21 vuelos lo que da por avión lleno 3.780 pasajeros diarios, restemos 20%, son tres mil pasajeros diarios que transitan por el aeropuerto. No es menor, no sé si otro aeropuerto de Chile, excepto el de Santiago, recibe tantos pasajeros.
"¡No es posible depender del clima para poder cumplir con mis obligaciones. Ni en la década de los `70, 50 años de retroceso!
"Jorge Vargas Trabucco
"Pasajero afectado".
El texto no hace referencia a una doble dimensión: por una parte, los que viajan no están asociados, no pueden defender sus intereses colectivos, y por la otra, no siempre el retraso del vuelo es imputable a la línea aérea. Resulta claro que en el caso de Concepción media una responsabilidad de la Dirección de Aeronáutica Civil, administradora de los aeropuertos, porque no es posible efectuar reparaciones y dejar sin posibilidades de aterrizaje, con poca visibilidad. Entonces, mi pregunta es si vamos a legislar solo en cuanto a la responsabilidad de las aerolíneas o vamos a abrir también un espacio para la situación en que el administrador de aeropuertos no cumple con ofrecer las garantías para el desarrollo de la tarea de transporte aéreo.
En Carriel Sur se presenta un hecho gravísimo. Se está reparando el aeropuerto, pero claramente no están funcionando los equipos, y somos muchos los que hemos tenido que trasladarnos en bus. Y ello, en buena hora, porque uno aprovecha para descansar mucho más que en un viaje en avión.
Solo digo que, al igual que el señor Jorge Vargas Trabucco, miles de pasajeros no van a poder ni siquiera ejercer las acciones planteadas por el proyecto, que determina que deben regirse por el Título IV de la Ley sobre Protección de los Derechos de los Consumidores.
El artículo 50 de ese cuerpo legal, incluido en esa parte, dispone que "Será competente para conocer de las acciones a que dé lugar la aplicación de la presente ley el juez de policía local de la comuna en que se hubiere celebrado el contrato respectivo".
La primera duda que me asalta dice relación con la comuna de la firma del contrato y con el hecho de que una persona tome el avión en Puerto Montt, en Punta Arenas, en Concepción, por ejemplo. ¿Acaso un pasajero que se embarca en Santiago, donde puede tener lugar el incumplimiento del vuelo, pero reside en Punta Arenas tendrá que viajar a interponer sus acciones ante el juez de policía local de la comuna donde se ha suscrito el documento respectivo?
Por la ausencia de la voz de los usuarios durante la tramitación de la iniciativa, surgen interrogantes como esa: si pasajeros de Arica efectivamente tendrán que ir a reclamar a la Capital, porque el contrato aparece firmado en esa ciudad. ¡No sé si la situación se presentaría en cada comuna entre la línea aérea y el "pasajero"!
En ese sentido, señora Presidenta, pienso que el proyecto es bienintencionado, pero claramente falto de un debate más profundo. Si vamos a legislar para proteger los derechos del consumidor o del usuario del transporte aéreo, tenemos que considerar la situación en forma mucho más amplia y no solo por la vía de determinar que se podrá recurrir a la ley citada. Aunque esta no requiere la intervención de un abogado, es imposible que se ejerza una acción por tres mil pasajeros, o al menos uno, si se ignora la comuna en donde se firma el contrato.
Lo segundo se vincula con el artículo 133 y la sobreventa. Se consagra el principio de que la empresa puede llevar a cabo esa acción y se establece, además, cómo se verifican los reembolsos, pero lo más importante es que la medida resulta discrecional y arbitraria.
En efecto, la disposición expresa: "Si el número de voluntarios es insuficiente para que los restantes pasajeros con billetes confirmados puedan ser embarcados en el respectivo vuelo, el transportador" -es decir, LAN Chile- "podrá denegar el embarque a uno o más pasajeros contra su voluntad, para lo cual deberá:". O sea, al final del día, la que va a seleccionar quién se queda abajo o quién sube es la línea aérea. ¿Conforme a qué pautas? No lo sé. En otras palabras, la posibilidad de elegir qué pasajero queda en tierra, arbitrariamente, o quién sube no obedecerá a ningún criterio, salvo el del personal a cargo, y me parece que eso va a ocasionar una situación injusta para los trabajadores de LAN, para los que ejercen tareas en los counters, por tener que decidir¿
La señora ALLENDE (Presidenta).- Se agotó su tiempo, Su Señoría. Puede terminar.
El señor NAVARRO.-¿ a quién embarcan y a quién no.
El Senador que habla va a votar en contra para que se forme una Comisión Mixta o se presente una indicación sustitutiva, porque evidentemente el proyecto es insuficiente para proteger el derecho de los usuarios.
Si se determina una publicación, ¡que al menos sea la aerolínea la que dé a conocer, directamente en pantalla, cuántos de sus vuelos están retrasados y los motivos, y no la Junta de Aeronáutica Civil, porque nadie va a ir a meterse en su página web!
Además, tienen que emitir un certificado. ¿Qué hace la gente cuando falta a la pega? ¿Dónde lo obtiene? Si le retrasan el vuelo, se debe proporcionar un documento que establezca la efectividad del hecho.
En virtud de las consideraciones expuestas, me pronuncio por el rechazo. Esperamos mejorar el texto con la opinión de los usuarios.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Puede intervenir el Senador señor Orpis.


El señor ORPIS.- Señora Presidenta, Honorable Corporación, me parece que en la Comisión Mixta vamos a tener la oportunidad de profundizar muchísimo en la materia, que juzgo que es preciso regular como corresponde.
Como se ha planteado en el debate, se presentan muchas aristas. Pero, dentro de ellas, por lo menos la que a mí me llama la atención y que tiene que abordar, a mi juicio, la Comisión Mixta es por qué, en definitiva, los pasajes son totalmente nominativos y no hay posibilidad de mayores niveles de flexibilidad en su utilización.
Comprendo que puede haber tratados de por medio, particularmente en relación con vuelos internacionales, pues existen razones de seguridad, pero creo que el hecho de que los boletos sean ciento por ciento nominativos lleva el asunto al extremo.
Estimo que hay un rango en que se puede contemplar un mayor nivel de amplitud, particularmente en los contratos, y endosar con cierta anticipación, por ejemplo. Es decir, la idea es una mucho mayor flexibilidad respecto de quien es el titular.
En la Comisión Mixta, entonces, donde a la Comisión de Economía le va a tocar ver el asunto, una de las cuestiones que personalmente voy a abordar es la que acabo de exponer, para que sea posible endosar los pasajes.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Honorable señor García-Huidobro.


El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señora Presidenta, ante la preocupación que el Senador señor Orpis y varios otros han manifestado en lo relativo a la endosabilidad de los pasajes, solo quiero informar que tal medida fue aprobada este año en el Perú para los vuelos internos.
Independientemente de la situación en el exterior -hay tratados en la materia obligatorios para los Estados, porque en todas partes del mundo los pasajes internacionales no son endosables-, el país vecino dispuso, por ley, que los pasajes aéreos fueran endosables.
Creo que sería muy interesante que la Comisión Mixta considerara la experiencia internacional que existe en otros países para ir homologando nuestra legislación interna a la que se aplica en otros países.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Por favor, consulte, señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
La señora ALLENDE (Presidenta).- Terminada la votación.
--Se rechaza la enmienda introducida por la Honorable Cámara de Diputados (34 votos en contra) y se designa a los miembros de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones para integrar la Comisión Mixta que debe formarse.
Votaron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Pérez (doña Lily) y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Horvath, Lagos, Larraín (don Hernán), Matta, Montes, Moreira, Navarro, Orpis, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quinteros, Rossi, Tuma, Walker (don Ignacio), Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).