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MODIFICACIÓN DE CÓDIGO SANITARIO EN MATERIA DE REGULACIÓN DE FARMACIAS Y MEDICAMENTOS
El señor PIZARRO (Presidente).- Proyecto de ley, en tercer trámite constitucional, que modifica el Código Sanitario en materia de regulación referente a farmacias, con informe de la Comisión de Salud y urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre los proyectos (6523-11, 6037-11, 6331-11 y 6858-11, refundidos) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyectos de ley (mociones de los Senadores señores Girardi y Ruiz-Esquide y del entonces Senador señor Ominami; de los Senadores señora Alvear y señor Ruiz-Esquide; del Senador señor Muñoz Aburto, y de la Senadora señora Alvear):
En primer trámite, se da cuenta de ellos en las siguientes sesiones:
1) Sesión 19ª, en 19 de mayo de 2009 (6523-11).
2) Sesión 45ª, en 19 de agosto de 2008 (6037-11).
3) Sesión 82ª, en 6 de enero de 2009 (6331-11).
4) Sesión 4ª, en 23 de marzo de 2010 (6858-11)
En tercer trámite, sesión 31ª, en 17 de junio de 2013.
Informes de Comisión:
Salud: sesión 40ª, en 4 de agosto de 2010.
Salud (segundo): sesión 22ª, en 5 de junio de 2012.
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento: sesión 22ª, en 5 de junio de 2012.
Hacienda: sesión 22ª, en 5 de junio de 2012.
Trabajo y Previsión Social (complementario): sesión 29ª, en 20 de junio de 2012.
Certificado de Comisión de Salud (tercer trámite): sesión 48ª, en 14 de agosto de 2013.
Salud (tercer trámite): sesión 50ª, en 28 de agosto de 2013.
Discusión:
Sesiones 41ª, en 10 de agosto de 2010 (se aprueba en general); 24ª, en 12 de junio de 2012 (queda pendiente su discusión particular); 26ª, en 13 de junio de 2012 (queda para segunda discusión); 27ª y 29ª, en 19 y 20 de junio de 2012, respectivamente (queda pendiente la discusión particular); 30ª, en 3 de julio de 2012 (se despacha en particular).
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El proyecto inició su tramitación en el Senado, y en el segundo trámite constitucional la Cámara de Diputados efectuó diversas enmiendas a su texto.
La Comisión de Salud, en certificado de 13 de agosto y luego en informe de 22 de agosto del año en curso, deja constancia de que adoptó los siguientes acuerdos respecto de las modificaciones introducidas por la Cámara Baja:
-Aprobar, por la unanimidad de sus integrantes, las siguientes modificaciones: números 1, 2, 3, 5, 6 letras c), e) y f), todas recaídas en el numeral 1) del artículo 1°; números 8, 9, 11 y 12, que inciden en el numeral 2) del artículo 1°; número 15, recaída en el numeral 4) del artículo 1°; números 16 y 18, que inciden en el artículo 3°, y, por último, la número 19, recaída en el artículo transitorio.
Se hace presente que la enmienda que incide en el inciso quinto del artículo 101, propuesto en el numeral 1) del artículo 1° -modificación número 6 letra e)-, reviste carácter de quórum calificado, por lo que requiere 20 votos favorables para ser aprobada.
-Rechazar, por la unanimidad de sus miembros, las modificaciones números 4 y 6 letras a), b) y d), recaídas en el numeral 1) del artículo 1°; números 7, 10 y 14, que inciden en el numeral 2) del artículo 1°, y la número 17, recaída en el artículo 3°.
-Aprobar, por mayoría de 3 votos a favor, de los Senadores señora Rincón y señores Chahuán y Rossi, y 2 en contra, de los Senadores señores Girardi y Uriarte, la modificación número 13, recaída en el numeral 2) del artículo 1°.
En el boletín comparado se transcriben el texto aprobado por el Senado, las modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados y los acuerdos adoptados por la Comisión en el tercer trámite constitucional.
En resumen, hay unanimidad de los miembros de la Comisión tanto para las enmiendas aprobadas como para las rechazadas, con la sola excepción ya mencionada, que reunió 3 votos a favor y 2 en contra. Ello podría dar lugar a una votación separada.
El señor PIZARRO (Presidente).- En discusión las enmiendas de la Cámara de Diputados.
El señor NOVOA.- Señor Presidente, ¿me permite?
El señor PIZARRO (Presidente).- ¿Se trata de un asunto de Reglamento?
El señor NOVOA.- Sí.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor NOVOA.- Señor Presidente, si se va a votar el conjunto de lo aprobado por unanimidad, pido votación separada para la modificación número 9, letra a).
El señor PIZARRO (Presidente).- ¿Es una aprobación o uno de los rechazos?
El señor NOVOA.- Es una aprobación unánime.
El señor PIZARRO (Presidente).- Se deja constancia de la solicitud de votación separada.
Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor MAÑALICH (Ministro de Salud).- Señor Presidente, el proyecto en análisis, que se origina en la fusión de varias mociones de Senadores aquí presentes y en una indicación del Ejecutivo, resulta de extraordinaria importancia para una materia cada vez más relevante en la ciudadanía, como es el acceso a medicamentos de calidad al menor costo posible.
Todos hemos sido testigos de cuán sensible es hoy en día esta materia; de cuán creciente es la preocupación, de los adultos mayores sobre todo, por los altísimos costos en que deben incurrir a la hora de comprar medicamentos; de qué es lo que significa para el Estado en particular tener que financiar paquetes farmacéuticos incluidos en la garantía AUGE, y de cómo en definitiva se mantiene una situación de falta de acceso a medicamentos esenciales por parte de la ciudadanía, lo que, como se sabe, implica en muchos casos contribuir al empobrecimiento de las familias de menores recursos.
Además -lo que es peor-, según encuestas de 2011 del propio Ministerio, el 40 por ciento de las personas describe que, en determinados momentos, no ha podido continuar sus tratamientos esenciales para enfermedades crónicas por no haberles sido posible enfrentar los gastos.
En tal sentido, esta iniciativa pone énfasis en el acceso a los medicamentos.
Aborda lo relativo a la disponibilidad de ellos a lo largo del territorio nacional. Plantea que incluso los establecimientos públicos puedan expender medicamentos cuando no haya voluntad para instalar una farmacia o un almacén farmacéutico en una de las 50 comunas del país que no cuentan con estas entidades.
Permite, cuando los laboratorios que tienen medicamentos registrados en el país decidan no traerlos por razones comerciales, que sean importados, al menos para los beneficiarios del sector público, a través de CENABAST.
Autoriza que los remedios que no requieren receta sean expendidos en las góndolas de las farmacias, limitando de esta manera la interacción con sus dependientes.
Obliga a que los facultativos, cuando prescriban fármacos, lo hagan indicando, además de la marca de su preferencia, el nombre genérico, de manera que el paciente tenga acceso legítimo a la información.
Busca un ahorro sustantivo en el costo de los medicamentos y posibilita su fraccionamiento.
Como en el caso de cualquier otro contrato o venta, obliga a que los precios se encuentren claramente indicados en los envases de los fármacos, dejando cerrada la posibilidad de manipulación o de acuerdos de precio incluso durante un día a través de las cadenas de farmacias.
Genera una mayor oferta de medicamentos a lo largo del territorio nacional.
Restituye el rol señero que debe tener el químico farmacéutico, no como un jefe de local, sino como alguien que es colaborador y orientador para los pacientes que necesitan medicamentos.
Y, por último, formaliza la prohibición de diversos incentivos que hoy hacen que este mercado no bien regulado se preste al final para influencias nocivas, tanto en la prescripción como en la entrega de medicamentos, como ha sido reconocido por los propios dependientes de las farmacias.
En general, para el Ministerio de Salud resulta completamente satisfactoria la votación registrada en la Comisión. Y, en ese sentido, el Ejecutivo no tiene observaciones respecto a los acuerdos adoptados.

El señor PIZARRO (Presidente).- Señores Senadores, propongo lo siguiente: hagamos un debate donde cada cual pueda expresar lo que le parezca pertinente, y luego votemos. Porque se ha pedido votación separada respecto a varios preceptos, de manera que deberemos pronunciarnos por lo menos en dos o tres ocasiones.
¿Les parece bien que procedamos de esa manera?
Acordado.
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El señor PIZARRO (Presidente).- Quiero aprovechar de saludar a los jóvenes que nos visitan en gira de estudio y que pertenecen a escuelas rurales de la comuna de Coyhaique, de las localidades de Ñirehuao, Villa Ortega y Arroyo el Gato.
Ellos fueron invitados a acompañarnos en las tribunas por los Senadores señores Patricio Walker y Horvath.
¡Muchas gracias por estar con nosotros!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Y saludo, asimismo, a los estudiantes de Peumo que también se encuentran en las tribunas.
¡Bienvenidos!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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La señora ALVEAR.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor PIZARRO (Presidente).- Puede intervenir, Su Señoría.
La señora ALVEAR.- Señor Presidente, solicito votación separada de la modificación de la Cámara de Diputados recaída en el artículo 126, que se refiere a los optómetras.
Ella fue rechazada por nuestra Comisión de Salud.
El señor PIZARRO (Presidente).- Muy bien.
Tiene la palabra el Senador señor Rossi.


El señor ROSSI.- Señor Presidente, quiero señalar que comparto lo que ha dicho el Ministro de Salud en general.
Esta iniciativa fue fruto de un trabajo que abarcó numerosas sesiones en el Senado, y tengo que reconocer que hubo una muy buena disposición de ese Secretario de Estado para trabajar en torno a dos proyectos, el del Ejecutivo y el que presentamos un grupo de parlamentarios, en un tema -como él ha manifestado- de fundamental trascendencia.
Todos alguna vez nos hemos visto obligados a consumir algún tipo de medicamento y, evidentemente, en Chile existe una sensación de abuso en cuanto a sus precios y también una profunda desinformación en los usuarios, quienes en muchas oportunidades incluso no pueden optar a remedios que, siendo más baratos, provocan el mismo efecto.
Detrás de este proyecto se halla, además, la búsqueda de una política nacional en materia de genéricos. Y siento que en su corazón se ubica la idea de lograr medicamentos de más bajo precio, para facilitar el acceso a ellos de todos los chilenos y las chilenas.
Entre otras cosas, se permite que el Estado, a través de su institucionalidad, venda medicamentos en zonas apartadas donde no haya farmacias (y en que seguramente tampoco existen supermercados: lo menciono por el debate que se ha generado sobre todo en los medios, pues estoy convencido de que no es el asunto central del proyecto), a fin de que en esas localidades pequeñas los pacientes tengan acceso a las medicinas.
Hemos hecho otras cosas importantes como el permitir el fraccionamiento de los medicamentos, a fin de que la gente pueda obtener la cantidad justa requerida por la prescripción médica y no le queden sobrantes, lo que les hace perder plata y quedarse con medicamentos vencidos o que finalmente terminen siendo consumidos por un niño. En tal sentido, el doctor Enrique Paris hablaba del gran número de intoxicaciones que ocurren en nuestro país, sobre todo de menores, particularmente por este tipo de sustancias.
No obstante, voy a ir directamente a las enmiendas que efectuaron los Diputados en el segundo trámite constitucional, sobre las cuales debemos pronunciarnos en este tercer trámite.
Básicamente, hubo unanimidad para el rechazo de cinco modificaciones. Así que, desde ese punto de vista, estimo que la votación no resultará tan compleja.
La enmienda número 6 tiene que ver con un aspecto central del proyecto de ley: la obligatoriedad para el médico que receta un medicamento de no tener que colocar solo el nombre de fantasía de este, sino también su denominación común internacional, es decir, su principio activo -que llamamos "genérico"-. Ello, siempre que sea bioequivalente, esto es, respecto al cual se haya demostrado su calidad, su eficacia y que cumple con el objetivo buscado por el doctor que prescribe su uso.
También está incluido en el proyecto el que haya un petitorio mínimo de estos fármacos bioequivalentes genéricos acerca de cada producto, para que no ocurra lo que sucede hoy día en las farmacias, donde muchas veces se le dice al paciente que el medicamento que busca no está o que se encuentra en otro lado, y la persona no lo puede adquirir.
Entonces, esta enmienda es la primera que rechazamos, pues pensamos que el nombre del medicamento genérico ha de incluirse en la receta.
En cuanto a la modificación número 7 -creo que lo planteó la Senadora Alvear-, nosotros nos oponemos a que exista integración vertical entre un oftalmólogo, un tecnólogo médico y una óptica. Porque nos parece que no corresponde que en el mismo lugar donde se vende un lente se ubique quien lo prescribe.
En tal caso, se produciría un claro conflicto de interés, que podría motivar una receta inadecuada. Eso se rechazó de manera unánime, a fin de que no ocurra la mencionada integración.
La modificación número 10 se vincula con facilitar todo lo relacionado con el fraccionamiento de los medicamentos, lo que debe hacerse lo más rápido posible sin caer en la burocracia administrativa del decreto supremo introducido por la Cámara de Diputados. Nosotros decidimos unánimemente rechazar aquello, a los efectos de posibilitar el fraccionamiento eficaz. Dicho sea de paso, los químicos farmacéuticos no están para realizar pega administrativa, sino justamente para ese tipo de cosas. De ahí que resulta perfectamente posible aplicar tal medida.
A su vez, rechazamos la enmienda número 14, pues somos partidarios de establecer mayores sanciones respecto a quienes vendan medicamentos que requieran receta médica sin la prescripción correspondiente, y con ello produzcan un impacto en la salud del usuario.
Finalmente, la número 17, vinculada con permitir la venta de remedios en las góndolas de las farmacias, fue la otra enmienda desestimada.
Señor Presidente, tales son las cinco modificaciones de la Cámara de Diputados que rechazamos. Todas las otras fueron aprobadas por unanimidad, salvo la número 13.
Eso quería mencionar.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, después de la explicación entregada por el Ministro de Salud y nuestro colega Rossi queda bastante claro el asunto, y por eso quiero afirmar con mi voto positivo el rechazo de la Comisión de Salud a las observaciones que introdujo la Cámara de Diputados.
Antes que nada, quiero valorar la tremenda importancia de esta fusión de mociones. Porque si hay una cuestión que nos preocupa como país es la falta de medicamentos que con gran frecuencia se da en nuestros servicios públicos, pero más grave aún es la inequitativa y desigual distribución de farmacias. Por ejemplo, 50 comunas ni siquiera cuentan con estos establecimientos.
Por lo tanto, es absolutamente imprescindible, como un tema de salud pública, garantizar la venta de los medicamentos prescritos en las farmacias y, si no se cuenta con ellas, en los establecimientos públicos. Es tremendamente injusto que haya personas que deban trasladarse a otra comuna, porque en la suya simplemente no disponen de estos recintos.
Además, deseo mencionar un asunto esencialísimo: es muy importante que se ponga, efectivamente, el nombre del medicamento genérico en la receta, y se garantice su bioequivalencia.
Todos hemos tenido la experiencia de comprar un remedio solo por su nombre comercial, su patente o su denominación de fantasía, y de no poder acceder al genérico, pese a que entre ambos exista una diferencia de precio increíble.
De ahí que considere tan relevante que seamos capaces de garantizar que se incorpore el nombre del medicamento genérico.
De otro lado, cuántas veces ocurre que se prescribe un medicamento que únicamente debe ser consumido durante tres días, pero cuya caja trae por lo menos 15 o 20 dosis. Y ello provoca que la persona que lo compra gaste dinero de más.
Por lo tanto, el fraccionamiento de los remedios también es muy importante. Y existen las condiciones para exigirlo.
Señor Presidente, considero que estamos ante un proyecto que debiera -espero- contar con la unanimidad de la Sala.
Por otra parte, obviamente también resulta relevante evitar la integración vertical. Por ejemplo, no me parece adecuado que un oftalmólogo tenga un establecimiento donde se vendan lentes ópticos y atienda en él, porque claramente existe un conflicto de interés.
Creo que eso es lo que se trata de evitar. Una cosa es la óptica donde se venden los lentes y otra cosa es la consulta del oftalmólogo, quien es el indicado para recetarlos.
Y, hablando de intereses, es hora de que seamos claros en cuanto a lo siguiente: es efectivo que los laboratorios a veces ejercen acciones que no siempre son las más transparentes. En tal sentido, pienso que el pago que se hace con el fin de que los médicos participen en congresos o visiten países con familiares, etcétera, es una práctica poco transparente y muy inadecuada, y entiendo que este proyecto la trata de eliminar. Porque resulta obvio que, después de recibir privilegios como viajes, obsequios u otros por parte de algún laboratorio, los médicos se sientan presionados y probablemente terminen recomendando el uso de los medicamentos que produzca aquel.
Entonces, estamos incorporando un conjunto de medidas para regular cómo debe operar nuestro Código Sanitario y cómo deben funcionar las farmacias.
A propósito de lo anterior, hay otro tema que evidentemente sigue en el tapete y cuyo capítulo final no conocemos todavía: el comportamiento de las farmacias. Lamentablemente, hemos visto cómo tres grandes cadenas se coludieron; se pusieron de acuerdo. Creo que ese tipo de práctica es del todo condenable y que no debiera ocurrir en nuestro país, porque atenta contra la libre competencia e implica claramente una deformación del mercado.
Estamos a la espera de que ello se termine de resolver en la instancia judicial. Pero hay que dejar constancia de que las farmacias no se han comportado de la mejor manera, ni mucho menos con la transparencia con que debieran actuar ante la sociedad.
Señor Presidente, el que nosotros pudiéramos garantizar de algún modo que se gaste menos en los remedios constituiría un avance en todos los sentidos. Si hay un drama que afecta a la tercera edad, que acompaña a nuestros adultos mayores, es precisamente que ellos tienen que pagar de su bolsillo lo que no se les alcanza a entregar. Y, por cierto, mientras más edad se tiene, más se recurre a los medicamentos.
Por lo tanto, señor Presidente, manifiesto mi opinión favorable al rechazo que hizo la Comisión de Salud. Me parece que apunta a la esencia de este proyecto, y espero que así sea recogido en la Sala.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Kuschel.


El señor KUSCHEL.- Señor Presidente, como usted nos ha pedido referirnos en general al proyecto, deseo expresar una vez más mi preocupación -la misma que planteé por primera vez en 1991 o 1992- respecto de la situación de las farmacias pequeñas y medianas, especialmente en comunas y localidades de menor tamaño.
Lo digo porque aquí se establecen una serie de exigencias en materia de información, precios, medicamentos genéricos, principio activo, bioequivalencia, que resultan complejas de asumir por las farmacias de localidades pequeñas donde hay menor población, una masa crítica insuficiente, un mercado mínimo o un punto de equilibrio inexistente. A mi juicio, en este caso el rol del Estado es insuficiente.
De otro lado, efectivamente a veces se producen intoxicaciones y hay adultos mayores que no tienen cómo acceder a la información apropiada.
Peor aún, todas esas exigencias que se incorporan en el proyecto provocan la disminución del número de farmacias, lo que ha ocurrido de hecho. Aquí mismo nos hemos quejado de que hay pocas farmacias o pocas cadenas. ¡Claro!, las que cumplen los requisitos o pueden alcanzar un punto de equilibrio apropiado o un mercado mínimo grande, sí son capaces de adquirir productos e integrarse en cierta medida. Sin embargo, las farmacias pequeñas de las ciudades grandes o la única farmacia -eventualmente el único supermercado- que vende medicamentos en una localidad pequeña tienden a desaparecer.
Así es que yo solo quiero expresar mi preocupación por que eventualmente los cuidados del sacristán no maten a más señores curas.
Gracias.
El señor PIZARRO (Presidente).- Le corresponde intervenir al Senador señor Chahuán.
No está.
Tiene la palabra la Honorable señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, a fin de que quede en la historia de la ley -no quedó registrado en el informe-, en nombre de la Comisión de Salud quiero pedir que se incorpore a este proyecto de ley, que suma una serie de iniciativas, la moción de los Senadores Chahuán y Rossi acerca de la misma materia.
En seguida, deseo señalar que la iniciativa que hoy se vota en su tercer trámite ha producido grandes expectativas y mucha discusión en ambas Cámaras y, sobre todo, en la ciudadanía, quizá por lo que dijeron los distintos actores que intervinieron en el debate público.
Debemos destacar que hoy tenemos la posibilidad de avanzar en lo concerniente a entregar una mayor seguridad en el uso de los medicamentos que consumen los chilenos y las chilenas.
Estamos ante modificaciones de gran trascendencia, pero quiero detenerme en algunos puntos que han sido relevantes y que hoy nos llaman a reflexión.
Primero me referiré a los conceptos de seguridad y publicidad en los medicamentos, que se separaron en la discusión previa.
En cuanto a la seguridad en los envases de los medicamentos, considero relevante mantener las limitaciones. Estos permiten que nuestros niños y nuestras niñas no accedan fácilmente a ellos. Desde la perspectiva de la seguridad sanitaria es evidente que existen fármacos que, por su toxicidad en bajas dosis, deben permanecer en envases de difícil acceso. Si no se respetan las seguridades mínimas, se amplían las posibilidades de error y de eventuales perjuicios a la salud de nuestros menores. Por lo tanto, sin necesidad de que el envase sea en extremo complejo, sí debe ofrecer garantías mínimas de seguridad.
Por ello, creo que lo que había aprobado el Senado era adecuado, por lo que rechazamos el artículo 100 propuesto por la Honorable Cámara de Diputados. Incluso, se generó una discusión en la misma Comisión, porque se agregaban cosas que en realidad ya estaban comprendidas en el texto aprobado por nuestra Corporación. Y, como encontramos que esa redacción era adecuada, terminamos por ratificar lo realizado en el primer trámite constitucional.
En segundo lugar, respecto al concepto de receta médica, pienso que es importante mantener en ella la denominación común internacional para efectos de conocimiento del paciente, de manera de facilitarle el acceso a medicamentos genéricos que tengan la calidad de bioequivalentes y sean de menor precio.
Por ello, nosotros rechazamos el artículo 101, inciso primero, propuesto por la Cámara de Diputados. La verdad es que existe cierto consenso entre los distintos miembros de la Comisión, e incluso, con parte de las autoridades del Ministerio de Salud, en orden a que en la Comisión Mixta podamos mejorar la redacción de su texto con el objeto de consagrar, por un lado, la existencia de seguridad desde el punto de vista sanitario y, por otro, el acceso a precios adecuados.
Tercero, de la misma forma que no se permite que un médico tenga su consulta dentro de una farmacia, tampoco es aceptable que en las ópticas se instalen consultas en que puedan recetarse anteojos. Eso atenta contra las normas mínimas de transparencia y fomenta la integración vertical. Así, en el artículo 120 del Código Sanitario se dispone:
"Los profesionales señalados en los artículos 112 y 113 bis de este Código" -vale decir, los médicos, psicólogos, enfermeros y tecnólogos médicos- "no podrán ejercer su profesión y tener intereses comerciales que digan relación directa con su actividad, en establecimientos destinados a la importación, producción, distribución y venta de productos farmacéuticos, aparatos ortopédicos, prótesis y artículos ópticos, a menos que el Colegio respectivo emita en cada caso un informe estableciendo que no se vulnera la ética profesional".
O sea, hoy día el Código Sanitario expresa que no puede haber directa relación entre ciertas profesiones y la venta de insumos o medicamentos para la salud. Estimo que la norma propuesta en esta iniciativa por el Senado de la República es absolutamente coherente con el espíritu de dicho cuerpo legal, por lo que debemos mantenerla y, en consecuencia, rechazar lo propuesto por la Honorable Cámara de Diputados, que suprimió en el inciso segundo del artículo 126 -página 44 del comparado- la frase "En ninguno de estos establecimientos estará permitida la instalación de consultas médicas o de tecnólogos médicos". Es decir, lo que hace el texto aprobado por la Cámara Baja es permitir la presencia de tales consultorios, lo que a nuestro parecer atenta contra la legislación vigente y los intereses de las personas, que son finalmente nuestros representados.
El cuarto punto se refiere al fraccionamiento de los medicamentos.
No es bueno que temas tan importantes y relevantes como este queden sujetos a la discrecionalidad del Ejecutivo, es decir, a la dictación de un reglamento.
El fraccionamiento es un asunto complejo que debiera aplicarse de forma gradual.
Recordemos que las políticas públicas necesitan gradualidad, así ocurrió con la implementación en Chile de las reformas más significativas, como la de la justicia, razón más que suficiente para rechazar el artículo 129 A propuesto por la otra rama legislativa.
Gracias, señor Presidente.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, al igual que lo hice en la Comisión de Salud, antes de entrar en el debate de este proyecto y para efectos de actuar con absoluta transparencia, quiero dejar constancia de que mi padre ejerció la profesión de químico farmacéutico y de que fue propietario de dos farmacias hasta 1992, año de su fallecimiento. La sociedad que controlaba dichas empresas, de las cuales poseo derechos hereditarios, hoy tiene como giro único el arrendamiento de inmuebles sin amoblar y carece de toda relación con el negocio farmacéutico.
Me permito hacer presente lo anterior a efectos de lo previsto en el artículo 5° B de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional.
En cuanto a la iniciativa misma, durante el tercer trámite hemos escuchado opiniones, tanto del Ministerio de Salud y del Colegio Médico como de la industria farmacéutica, de empresarios y dependientes y de organizaciones de consumidores, para contar con una visión global de esta materia importante para el país.
El proyecto en discusión resulta bastante positivo en la medida que fomenta la generación de una política nacional de medicamentos y de genéricos y que otorga a la población un acceso más expedito a fármacos de menor precio.
Uno de los elementos centrales de la iniciativa dice relación con el establecimiento de una política nacional de genéricos cuyo objetivo es ampliar el acceso a medicamentos y reducir su costo. Las modificaciones introducidas en segundo trámite van justamente en esa dirección.
En cuanto a la factibilidad de que se expendan medicamentos en lugares diferentes a farmacias, el Ejecutivo presentó una indicación en tal sentido en la Cámara de Diputados, pero no concitó el apoyo requerido para su aprobación.
En virtud de aquello, dicho tema no pudo formar parte de la discusión en este trámite.
No nos es factible retrasar en demasía el debate sobre esta materia, toda vez que el país necesita urgentemente un nuevo marco regulatorio para los fármacos. Además creemos que, sin lugar a dudas, este proyecto de ley busca resguardar esa política nacional de genéricos.
Asimismo, entre otras modificaciones importantes, dispone la instauración de "farmacias móviles", gracias a una indicación que presentamos junto con el Senador Fulvio Rossi. Creemos que la venta de medicamentos solo en farmacias u otros establecimientos determinados en esta ley en proyecto va a garantizar que no haya riesgos de intoxicación en la población, como se indica en el informe elaborado por la Biblioteca del Congreso Nacional, que fue incorporado a las actas de la Comisión.
A mi juicio, el texto de esta iniciativa, luego de haber superado los dos primeros trámites constitucionales, soluciona muchos de los problemas relacionados con el mercado de las farmacias y los medicamentos.
Consideramos que constituye un avance importante, pues va a terminar con las "canelas" o incentivos que existen para que personal de las farmacias privilegie ciertos medicamentos sobre otros.
Va a acabar también con el incentivo a los médicos para recetar determinados medicamentos de marca, los cuales son más caros para la población.
La iniciativa constituye un paso sustantivo, pues permitirá -reitero- el establecimiento de una política nacional de genéricos, va a mejorar el acceso a tales medicamentos y abaratará los costos de estos.
Estimamos que sería relevante aprobar el proyecto tal como viene propuesto por la Comisión de Salud.
Una de las materias que van a ir a Comisión Mixta dice relación con la posibilidad de intercambiar productos genéricos que tengan probada bioequivalencia.
Los miembros de la Comisión acordamos que se debería perfeccionar esa norma, a los efectos de asegurar el acceso a medicamentos a un precio cada vez más al alcance de los consumidores.
Por ello, señor Presidente, pido la aprobación de este proyecto en los términos propuestos por el informe de la Comisión de Salud.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, esta iniciativa, tal como señalaron el Ministro Mañalich y muchos Senadores y Senadoras, constituye una buena noticia para el país, y fundamentalmente para las familias más vulnerables o las de clase media, las cuales muchas veces deben endeudarse mediante una tarjeta de crédito para comprar medicamentos de cierta marca, cuyo precio está muy por sobre lo que debieran costar.
Cuando se trata de niños, de adultos mayores, cuando se debe enfrentar una enfermedad, uno paga lo que sea.
Por lo tanto, hoy estamos ante un proyecto largamente esperado y deseado por todo el país. Y así como uno muchas veces critica iniciativas con las cuales no está de acuerdo, esta tarde me sumo con toda mi voluntad para respaldar y apoyar un proyecto que, entre otros, contiene un artículo que me importa mucho. Me refiero al 129 B: "También podrán venderse medicamentos al público en almacenes farmacéuticos, los cuales deberán ser autorizados conforme a las normas reglamentarias¿
"No obstante el funcionamiento de farmacias o almacenes farmacéuticos privados, en las comunas de menos de diez mil habitantes y en aquellas que se ubiquen a más de cien kilómetros de otro centro poblado".
Eso ocurre en mi Región, donde muchas veces se produce un verdadero abuso por parte de las farmacias, que se instalan al comienzo con promociones, pero luego, al contar con el monopolio del mercado, empiezan a elevar los precios, lo cual hace insostenible la situación económica de toda la población en lugares que ya sufren por el aislamiento territorial.
Otra de las normas que me interesan es el artículo transitorio: "Los empleadores que a la fecha de entrada en vigencia de esta ley hubieren pactado el pago de incentivos económicos en los términos del artículo 100 del Código Sanitario, deberán, dentro del plazo de seis meses desde la entrada en vigencia de la presente ley, ajustar sus contratos de trabajo a la normativa vigente, sean éstos individuales o producto de negociaciones colectivas.
"Este ajuste no podrá significar una disminución en el monto o porcentaje total de las comisiones u otros emolumentos variables que conformen la remuneración del trabajador".
A través de este artículo se está garantizando el ingreso que percibía el trabajador, al cual se le exigía vender determinados medicamentos para obtener una comisión. De esa manera, al tener tal obligación, el dependiente inducía a las personas a comprar ciertos remedios, porque así este lograba una mejor renta.
Esta normativa da un enorme respaldo a la gente.
Por lo tanto, a partir de ahora se va a facilitar el acceso a los medicamentos genéricos que tengan la calidad de bioequivalentes, lo cual hará bajar ostensiblemente los precios. Con ello conseguiremos optimizar mucho más el presupuesto -como lo señalaron algunos Senadores- de los adultos mayores.
Así es que no nos queda más que alegrarnos por esta buena iniciativa, apoyarla, y señalar el hastío de todo un país por la forma en que las farmacias se coludían, en que hacían sus miserables negocios, en que, a vista y paciencia de cada persona, abusaban.
El hecho de ver la manera como ellas han estado lucrando durante años, producto de que la gente debía acudir a comprar a esos centros de venta de medicamentos, constituye una situación que irrita a cualquiera.
En consecuencia, hoy podemos decirle al país que esos abusos ya debieran ir desapareciendo, que las farmacias tienen que cambiar su comportamiento. Y, en definitiva, habrá más alternativas de venta, lo que, indudablemente, es una buena noticia para todos los chilenos.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Uriarte.


El señor URIARTE.- Señor Presidente, no quisiera repetir lo que ya se ha dicho una y otra vez por parte de quienes han intervenido.
Este es un muy buen proyecto, y quiero felicitar al Gobierno, y particularmente al Ministro de Salud, por hacer de esta normativa una prioridad y haber tomado en cuenta distintas mociones que emanaron de la propia Comisión de Salud.
Este era un tema pendiente. Porque, dentro de todo lo que siempre se ha abordado en materia de reforma a la salud, claramente faltaba hacerse cargo de una mejor política de remedios. Y eso es lo que hace este proyecto de ley, toda vez que fortalece los derechos de los pacientes, ahora en su condición de consumidores de fármacos, de medicamentos. Además, no solo termina con las asimetrías que había en materia de información, de acceso, de cobertura, sino que también se les confieren a los consumidores derechos que antes no tenían.
Y eso se logra mediante la entrega de más información, el perfeccionamiento de la cobertura, la descentralización de la venta de los remedios dentro y fuera de las grandes ciudades. Asimismo, se incorporan conceptos nuevos como los que aparecen en la propia iniciativa a propósito de los almacenes farmacéuticos; se mejora la disponibilidad y la cobertura a través de establecimientos de salud; se permite el fraccionamiento, lo que es muy importante; se obliga a publicar los precios.
En definitiva, lo que nunca antes se había logrado, ahora sí se concretará mediante el restablecimiento del derecho que tiene toda parte que quiere cerrar un contrato de compraventa y necesita contar con la información mínima acerca de cuánto vale un medicamento o cuánto le están cobrando por un remedio.
Y, en general, se prohíben todos los incentivos que hoy día existen en el mercado y que no hacen más que distorsionar la relación entre el cliente, el consumidor, el paciente y la propia farmacia.
También se le da una mejor regulación a la receta médica, que no es más que una orden de compra. Ahora, en este instrumento, se le entrega mucha más información al consumidor para que pueda disponer de otras alternativas, aparte del remedio o del nombre de fantasía que aparece en la propia receta.
En general y en particular, me parece que esta es una muy buena iniciativa, y sin perjuicio de lo que podamos aprobar hoy y de lo que se despache en la Comisión Mixta, se observa en ella un esfuerzo serio, de verdad. Y, por lo mismo, vale la pena apoyarla resueltamente.
Gracias.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.


El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señor Presidente, en primer lugar, deseo valorar el hecho de que este proyecto se esté discutiendo hoy día. Ojalá se pueda aprobar para que en la Comisión Mixta surja un resultado definitivo que tienda a apoyar la competencia y la transparencia de la industria farmacéutica y, especialmente, aquello que necesitan nuestras comunas, nuestra gente: el poder acceder libremente a los fármacos que requiere.
Ahora bien, sobre la materia en debate debo señalar que estoy de acuerdo con la Cámara de Diputados en cuanto a eliminar el inciso segundo del artículo 126, que dice: "En ninguno de estos establecimientos estará permitida la instalación de consultas médicas o de tecnólogos médicos.". Esta norma se encuentra referida específicamente a las ópticas.
Hace dos años nosotros aprobamos justamente un proyecto para que los tecnólogos médicos con mención en Oftalmología pudieran instalarse en los pueblos con el propósito de recetar y vender productos ópticos, dado que ahí no hay especialistas, lo cual es un problema serio que afecta a la mayoría de las comunas del país. Por eso, valoro lo que resolvió la Cámara de Diputados de suprimir el texto aprobado originalmente por el Senado.
En ese sentido, hago notar, señor Presidente, que esa sería la única actividad a la que se le estaría eliminando la posibilidad de participar en este tipo de "integración vertical", como se le denomina hoy. Porque no me imagino que en determinada comuna, sobre todo rural, una persona pueda ir a otro lugar a consultar un especialista oftalmólogo, dado que no existen.
Por lo tanto, creo que la decisión que tomó la Cámara de Diputados, por 93 votos a favor y 2 en contra, es bastante clara.
Y ojalá, señor Presidente, se pudiera separar la votación respecto del artículo 126, ya que se trata de una norma aprobada por unanimidad en la Comisión de Salud.
Incluso hay argumentos del profesor Zapata que son muy claros en cuanto plantean precisamente la inconstitucionalidad de aquella disposición, la que espero podamos rechazar hoy día con el fin de que quede absolutamente garantizado de que, en las ópticas, los tecnólogos médicos y los oftalmólogos podrán emitir recetas y vender los productos requeridos. Porque, de lo contrario, nos vamos a encontrar con situaciones bastante complejas que, a la larga, afectarán la salud visual de las personas que necesitan ese tipo de atención.
Señor Presidente, pido que se vote en forma separada el inciso segundo del artículo 126.
El señor PIZARRO (Presidente).- Le aclaro a Su Señoría que ya la Senadora señora Alvear solicitó votar separadamente ese precepto.
Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, este es un proyecto -como se ha dicho acá- muy importante, que nace a consecuencia del abuso desmedido, sin compasión, deshumanizado de las farmacias.
Lamentablemente, el modelo neoliberal de salud, donde el que regula es el mercado y no el Estado, ha llevado a Chile a niveles de concentración del sector farmacéutico que son inaceptables, lo cual ocurre solo en nuestro país.
En Europa casi todas las farmacias son servicios públicos que se licitan y en donde se aplican los mismos precios. Su misión es ser un instrumento de las políticas de salud y, evidentemente, no una industria más cuyo objetivo fundamental sea el lucro y la rentabilidad.
En Argentina y el resto de los países latinoamericanos está limitado el número de farmacias que se puede tener, con un máximo -así ocurre en muchos de ellos- de diez establecimientos. Sin embargo, en Chile hay una situación que ya en sí constituye un riesgo para las políticas de salud: existen tres cadenas de farmacias que representan más del 80 por ciento de los puntos de venta.
¿Por qué presentamos este proyecto, que nació de una moción de los Senadores de la Comisión de Salud? Porque hubo una colusión que significó que las farmacias aumentaran hasta un mil por ciento el precio de los medicamentos, y lo hacían precisamente a través del uso de la "canela"; es decir, al dependiente se le instruía para vender determinados productos, normalmente aquellos relacionados con ciertos laboratorios o con marcas propias, los cuales, como dije, llegaban a tener un incremento en su precio de mil por ciento o más.
Y eso aconteció con medicamentos de primera necesidad, lo que es una aberración, porque nadie va a una farmacia porque quiere. Todos acuden a ella por una razón médica; pero el que no dispone de remedios no puede concretar el tratamiento que le asignó el médico privado, el consultorio o el hospital.
Cabe señalar que los consultorios y los hospitales entregan solo el 40 por ciento de la receta; o sea, en Chile los sectores de bajos recursos y los sectores medios tienen que pagar el 60 por ciento restante de su bolsillo.
A raíz de eso, nosotros recurrimos a la Fiscalía Nacional Económica; acudimos al Ministerio Público, y también presentamos este proyecto de ley, que posteriormente fue recogido y apoyado por el Ministerio de Salud.
Esta es una muy buena iniciativa porque elimina todas esas distorsiones y las "canelas", además la posibilidad de sustitución. Entre otras cosas, moderniza al sector en lo que respecta a toda la política de medicamentos, e incluye petitorios mínimos, la priorización de los remedios genéricos, el establecimiento de bioequivalentes y biomedicamentos, que no existían. (A futuro, todos los medicamentos van a ser hechos por nuestros ancestros más antiguos: las bacterias, que son un tipo o un estándar distinto de remedios).
Por lo tanto, esta es una reglamentación que apunta a lograr remedios más baratos, de calidad, y a garantizar el acceso a ellos.
Ahora bien, hemos tenido diferencias, las que se han resuelto.
Yo soy partidario de que al emitirse una receta -además, quiero mencionar que dispusimos su expedición a través de medios electrónicos- se indique la denominación internacional del medicamento y, al mismo tiempo, se informe a los pacientes -aquí no estamos hablando de "usuarios"- en cuanto al nombre comercial del fármaco y a su compuesto universal.
Queremos fijar una verdadera línea divisoria para precisar qué medicamento se puede sustituir. Únicamente será factible remplazar el que tenga bioequivalencia; y ello, solo a petición del paciente. Si no, volveremos al escenario anterior y las farmacias usarán todos los instrumentos de que dispongan para sustituir los fármacos y seguir engañando a la gente.
De otra parte, esos establecimientos no cuentan con listas de precios. En tal sentido, consignamos su obligación de tenerlas y de marcar el valor de los medicamentos, al objeto de impedir el engaño o disminuir su ocurrencia.
Intentamos terminar con la integración vertical. No fue posible. Esperamos lograrlo a futuro.
Respecto a lo que planteó el Senador García-Huidobro, debo puntualizar que en Chile, porque constituye una vergüenza, no puede haber ópticas con optómetras o tecnólogos médicos dentro de ellas.
Nosotros no permitimos que en el lugar donde funciona la consulta de un médico exista una farmacia y la gente se sienta casi obligada a comprar en ella los fármacos que dicho profesional le receta.
¡Eso es inaceptable!
Por ello, el Senado debe ejercer a aquel respecto una acción que consagre la autonomía.
Sé que aquí hay lobby y que varias ópticas les regalan lentes a parlamentarios, quienes a veces muestran reciprocidad hacia ellas y quieren que puedan tener dentro del local tecnólogos médicos u optómetras.
¡Eso es una vergüenza y el Parlamento no lo puede aceptar!
El Senado, a efectos de evitar conflictos de interés, legisló por unanimidad en la Comisión de Salud para impedir la presencia de optómetras y tecnólogos médicos al interior de un local donde se venden lentes.
El problema que expuso el colega García-Huidobro se refiere a una situación existente. Sin embargo, ya está solucionado. En efecto, nosotros facultamos a los tecnólogos médicos para realizar procedimientos preventivos a los fines de que puedan recetar medicamentos de menor complejidad y ocuparse en todo lo relacionado con las disfunciones de la agudeza visual.
Ahora, lo que no podemos permitir -posibilitarlo sería inaceptable; y por eso la Cámara Alta reparó el grave error cometido- es que al interior de la óptica un optómetra o un tecnólogo médico recete el lente que se vende allí mismo. Si tal ocurriera, sería una absoluta falta de transparencia con la gente.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.


El señor ORPIS.- Señor Presidente, quiero opinar en una línea exactamente distinta de la que siguió el Senador que me antecedió en el uso de la palabra.
La verdad es que muchas veces la integración vertical puede beneficiar al consumidor. Y si lo perjudica, existen una legislación e instituciones en materia de libre competencia; en tal caso, a estas instancias debe recurrirse.
Es como si una clínica que presta atención ambulatoria no pudiera tener un laboratorio donde, tras ser atendido por un médico, el paciente, en forma optativa, se realizara los exámenes indicados.
En último término, a mi entender, hay que pensar en los pacientes. Pero no me parece apropiado sostener a priori que una integración vertical como la que se plantea va a perjudicarlos per se.
Si frente a cada caso judicial se establecen barreras, nos vamos a llenar de leyes.
En esta materia, sí, debe haber buenas instancias en cuanto a fiscalización, a libre competencia, a resguardo al consumidor, quien, con impedimentos fijados a priori, puede terminar afectado.
Por lo tanto, voy a aprobar lo resuelto por la Comisión de Salud, salvo en este punto. Me parece que la existencia de integración vertical en esta materia no perjudica necesariamente per se al consumidor.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, con relación a este proyecto, quiero destacar la disposición del Ministro Mañalich, quien a veces puede ser confrontacional o díscolo, para enfrentar a los laboratorios y su lobby potente de la misma forma como lo hizo en su momento ante el caso de las tabacaleras.
En esta iniciativa vamos a estar de acuerdo con él, lo vamos a apoyar. En otras materias, como la deuda de los hospitales, particularmente la del Guillermo Grant Benavente, y la falta de insumos, espero que se ejerzan las acciones conducentes a evitar que falten estos últimos; y me refiero en especial a los que necesitan los niños sometidos a tratamientos oncológicos en el establecimiento recién individualizado.
El Ministro ha planteado que Chile es el país con más gasto regresivo en cuanto a medicamentos. La gente humilde es la que más recursos destina a la adquisición de fármacos. Así lo han establecido estudios internacionales. Y eso nos otorga una condición particular entre los miembros de la OCDE.
Las personas de entre 20 y 35 años utilizan diariamente, en promedio, dos medicamentos, cifra que aumenta a 4,2 en el caso de los adultos mayores. Y está comprobado que, en grupos etarios de sobre 65 años, las parejas que perciben en común una pensión mensual de 300 mil pesos destinan a la compra de medicamentos alrededor de 100 mil pesos.
Por lo tanto, este proyecto va a beneficiar a mucha gente, y en particular a quienes deben adquirir fármacos.
¿Qué hace esta iniciativa? Garantiza -y por eso estamos de acuerdo con ella- la disponibilidad de medicamentos en todo el territorio nacional; hace más estricta la normativa que sanciona la falsificación de fármacos; reglamenta de mejor manera, mediante la instalación de los comités de ética clínica, la investigación sobre nuevos fármacos e importación de productos farmacéuticos; traspasa al Instituto de Salud Pública la atribución de vigilar al sector farmacéutico; incluye una correcta definición de lo que se entiende por "producto farmacéutico"; establece un control respecto a los medicamentos bioequivalentes; prohíbe entregar muestras médicas al inicio del tratamiento de un enfermo (porque la tendencia es a hacerlo para que después el paciente siga utilizando determinado medicamento); prohíbe los incentivos a los médicos por parte de los laboratorios y la propaganda encubierta de ciertos fármacos; legitima la existencia de la receta expedida a través de medios electrónicos; otorga el carácter de documento privado a la receta médica; posibilita que la CENABAST importe directamente medicamentos, insumos y alimentos de uso médico en caso de que se presenten dificultades en la provisión de dichos productos o se detecte una colusión entre los proveedores en materia de precios; faculta a los centros de salud públicos para expender medicamentos en lugares donde no exista disponibilidad de ellos; prohíbe los incentivos destinados a que los dependientes de las farmacias vendan determinado producto, y autoriza el fraccionamiento de medicamentos (ello, para que la gente compre lo que necesita y no lo que quiera venderle el laboratorio: si requiere 10 cápsulas, son 10 y no 40 o 20).
Señor Presidente, lo más importante de este proyecto de ley es que garantiza la posibilidad de exigir que cada médico establezca lo concerniente a los genéricos. Es decir, los pacientes van a tener libertad para optar por la compra de un remedio bioequivalente más barato.
Sobre ese aspecto, señor Presidente, cabe formular un planteamiento.
Hasta el momento se han certificado como bioequivalentes 181 medicamentos, de un total de 2.780 previstos para fines de 2014. Esto lo planteó la Directora del ISP, doña María Teresa Valenzuela. Y es muy importante. Hay que garantizar que aquello ocurra, y ojalá en el menor tiempo posible.
También me preocupa el hecho de que el Instituto de Salud Pública cuente actualmente con 23 funcionarios para llevar a cabo la tarea de fiscalización, la que se ejecuta conforme a un programa anual.
Uno debe aspirar a que el ISP cuente con capacidad para realizar una fiscalización real y concreta a lo largo de todo el país.
Voy a apoyar este proyecto de ley, señor Presidente.
Lo de la integración vertical quedó pendiente. Aquí se ha planteado que puede ser beneficiosa. Empero, la experiencia práctica demuestra que solo provoca aumento de los precios. Los laboratorios y las farmacias integradas no tienen preocupación por beneficiar a los usuarios.
De otra parte, no resulta apropiado que en el mismo lugar donde se venden los lentes ópticos se haga el diagnóstico y se dé la receta, pues eso incentiva que las personas compren tres pares en vez de uno. Porque se trata de un negocio. Entonces, hay que diferenciar ambos aspectos.
Señor Presidente, respaldo este proyecto de ley, que, a mi entender, será revolucionario en materia de salud pública.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Hernán Larraín.


El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, el Maule Sur -bien lo sabe la Senadora Ximena Rincón- y probablemente muchas otras circunscripciones o regiones con notoria característica rural presentan problemas distintos y adicionales a los que normalmente afectan a las grandes ciudades: falta de acceso a las farmacias, a los medicamentos.
Aquí ya no se trata de la posibilidad de disponer de remedios bioequivalentes, genéricos, que significan una economía para la ciudadanía, sino de la de adquirir fármacos.
En Linares, por ejemplo, uno puede encontrar muchas farmacias en el casco urbano, en la zona céntrica; pero en los lugares hacia donde han ido creciendo las poblaciones no existe ni una sola. De manera que quienes necesitan comprar medicinas deben viajar al centro de la ciudad.
Tal situación se repite en numerosas regiones y provincias. Por lo tanto, estamos frente a un problema al cual, a mi juicio, se le debe buscar una solución.
Estoy hablando de localidades donde ni siquiera hay supermercado, como todos los señores Senadores saben.
Deseo, en consecuencia, plantear la necesidad de que en la ley en proyecto se haga justicia a los sectores más alejados de la vida urbana, central y moderna, en la que sí hay acceso a todos los servicios, a todos los beneficios, y donde a veces existen tres farmacias por cuadra. Eso es lo que ocurre en varias ciudades.
Estoy cierto de que en múltiples poblaciones de Santiago el acceso a una farmacia también se torna difícil. Empero, esta situación no es comparable con la carencia que a ese respecto afecta a numerosos habitantes de regiones.
¿Qué ocurre en estas hoy día? Los remedios se venden derechamente en forma clandestina, porque la gente necesita acceder a ellos y no tiene otra alternativa que comprarlos en el lugar más cercano, que muchas veces puede ser aquel donde funciona un quiosco, un almacén o un "puestos varios" de cualquier población, especialmente en los ámbitos rurales.
Por eso, llamo la atención sobre lo que establece el artículo 129 C que despachó el Senado, al que la Cámara de Diputados le agregó dos incisos finales.
El primero dispone: "En todo caso, será obligación de tales profesionales mantener los productos señalados en condiciones adecuadas.".
Y el segundo concluye con lo siguiente: "Ninguna de las normas establecidas en esta ley podrá ser interpretada en el sentido que se autoriza el expendio de medicamentos en lugares o recintos distintos de los señalados expresamente en esta ley ni a la venta directa en estanterías u otros espacios de acceso directo al público.".
Por lo tanto, solo será factible comprar remedios en farmacias; en almacenes farmacéuticos; en otros lugares establecidos en la ley, vinculados al Instituto de Salud Pública, o en algunos hospitales y otras instalaciones de tal naturaleza.
Señor Presidente, en varias comunas no existe una sola farmacia. Y en la zona que represento hay varios casos.
¡En Chile, 54 comunas no tienen farmacia!
En Yerbas Buenas se está instalando una. Pero quienes conocen esa comuna saben que ahí la mayor concentración de población es del 8 por ciento. Y ningún poblado supera el referido porcentaje. Es decir, la ciudadanía no tiene acceso real a los remedios y está obligada a comprarlos en el comercio clandestino.
En consecuencia, señor Presidente, pido que las disposiciones mencionadas se voten separadamente, pues fueron aprobadas por mayoría y, a mi entender, es necesario que pasen a Comisión Mixta al objeto de que se busque una solución que, junto con autorizar la venta de medicamentos en los locales comerciales que cumplan los requisitos establecidos por la ley en proyecto -o sea, se le da seriedad a la medida-, les permita a los sectores rurales, al mundo campesino, a las poblaciones alejadas o sin acceso a farmacias adquirir también remedios de aquellos autorizados mediante esta iniciativa.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.


El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, voy a anticipar mi planteamiento.
Después de escuchar a los Senadores García-Huidobro y Girardi, la situación específica a que se refirieron me deja preocupado, pues se visualiza una gran contradicción entre la actuación de los optómetras en las ópticas y el expendio en estas de anteojos e implementos relacionados con la oftalmología.
Aquí llegó una comunicación mediante la cual el Colegio que agrupa a dichos especialistas observa la supresión que acordó la Cámara de Diputados, por 93 votos, de la parte final del inciso segundo del artículo 126.
De otro lado, considero que lo planteado por la Comisión de Salud del Senado es redundante, pues el artículo 120 del Código Sanitario dispone que "Los profesionales señalados en los artículos 112 y 113 bis de este Código" -precisamente aquellos que nos interesan- "no podrán ejercer su profesión y tener intereses comerciales que digan relación directa con su actividad, en establecimientos destinados a la importación, producción, distribución y venta de productos farmacéuticos, aparatos ortopédicos, prótesis y artículos ópticos, a menos que el Colegio respectivo emita en cada caso un informe estableciendo que no se vulnera la ética profesional.".
Bastaría esa norma.
Sin embargo, existe una contradicción.
Cuando discutimos aquí el punto, los optómetras vinieron a plantearnos -y creo que fue positivo lo que hicimos- que para llegar con su asistencia técnica o profesional a sectores imposibilitados de acudir a un oftalmólogo era necesaria una disposición que potenciara la actividad que ellos desarrollan. Y nosotros despachamos una norma conducente a cumplir tal propósito.
Señor Presidente, a mí me asalta una duda muy grande en cuanto a qué posición tomar frente a la diferencia surgida entre el Senado y la Cámara de Diputados.
Por esa razón, incluso yo preferiría que el precepto cuestionado pasara a Comisión Mixta para que ahí se pudiera aclarar y resolver el problema.
En este momento no sé si votar en un sentido u otro, porque de algún modo podría limitar lo que ya aprobamos como algo positivo en el Senado: que los optómetras queden autorizados para trabajar en el campo...
El señor SABAG.- Los optómetras y los tecnólogos médicos, Honorable colega.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Por supuesto: ambos.
Bueno: en este minuto no me atrevo a tomar una decisión en ningún sentido.
En un asunto como este, salvo que haya una aclaración satisfactoria -y espero que el señor Ministro la haga-, no podemos crear de nuevo un conflicto que antes tratamos de solucionar, a lo mejor sin proceder en la forma correspondiente.
Además, estamos frente a una modificación que, como expresé, en la Cámara de Diputados se aprobó por inmensa mayoría (noventa y tantos votos) y que nuestra Comisión de Salud rechazó por cinco votos contra cero.
¿Cómo se explica eso?
Yo por lo menos no me atrevo a dar una opinión final sobre el cambio introducido en el artículo 126. Casi me quedaría con lo que dispone hoy el artículo 120 del Código Sanitario, de modo que, si en cierto momento el Colegio de la orden considera posible llevar a cabo la actividad pertinente, la determinación sea tomada por él y no por nosotros.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra al señor Ministro, a quien se le solicitó una aclaración.
Todavía no estamos en votación, de manera que ello es perfectamente posible.


El señor MAÑALICH (Ministro de Salud).- Señor Presidente, me referiré a dos temas que se han discutido acá.
El primero tiene que ver con la propuesta del Senador señor Hernán Larraín, que considero acertada, pues los dos incisos que la Cámara de Diputados agregó al artículo 129 C y que Su Señoría pidió votar separadamente se deben leer, como lo interpretamos una vez que ambos fueron aprobados en la Comisión de Salud del Senado por tres votos contra dos, en el sentido de que queda explícitamente prohibida la venta de medicamentos no solo en las góndolas de los supermercados sino también en los lugares no especificados de manera expresa en la ley, como las farmacias y los almacenes farmacéuticos.
¿Qué quiere decir lo anterior? Que, al eliminarse la disposición de la Cámara, CENABAST pierde la posibilidad de vender medicamentos en recintos públicos de lugares apartados, como un centro de salud familiar o lo que fuere. Y creo que eso no se halla en el espíritu original de la normativa.
Respecto del segundo tema, deseo recordar a los señores Senadores que en esta Sala, así como también en la Cámara de Diputados, tuvo lugar una amplia discusión sobre los optómetras, con ocasión de la anterior reforma del Código Sanitario, en 2011.
Primero, quisiera aclarar que en el país no existe tal profesión, de manera que nadie podría aseverar: "Pertenezco al Colegio de Optómetras". Ninguna universidad chilena entrega un título de esa naturaleza.
Segundo, nuestros planteles de enseñanza superior otorgan el título -lo acordamos en dicha reforma- de tecnólogo médico, con mención en oftalmología. Y se definió claramente cómo se podía adquirir la especialidad.
Y tercero -es lo que más me preocupa-, discutimos ampliamente respecto a la opción de generar una suerte de carrera paralela. Ello no lo corrige, por supuesto, la proposición. Porque insisto en que se sigue exigiendo el título de tecnólogo médico para la especialidad de oftalmología. No existe el título de optómetra ni tampoco va a existir. No hay ninguna iniciativa que apunte en ese sentido, y es algo que tiene que ser necesariamente motivo de una ley.
Cuando resolvimos actuar como colegisladores en la reforma anterior, fuimos explícitos en consignar que enfrentábamos un problema de lista de espera, de acceso, y esa cuestión, con la enmienda efectuada en el Código Sanitario, se halla total y absolutamente resuelta. Hoy día, para leer mejor, un chileno con presbicia puede comprar lentes en la calle, si quiere, sin necesidad de recurrir a ningún especialista ni a nadie. Un paciente con alteraciones de refracción, miopía, hipermetropía, astigmatismo, puede concurrir donde un tecnólogo médico con orientación oftalmológica y recibir una receta. Y ello ha significado el término de la lista de espera en ese ámbito.
¿Por qué pongo énfasis en el punto? Porque, de acuerdo con el Código y las responsabilidades profesionales, estas son cesiones de facultades propias del quehacer que tiene que ver con el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, y dicen relación con potestades exclusivas de médicos cirujanos o de cirujanos dentistas.
Reitero que es una discusión que sostuvimos hace menos de un año y medio y la aprobación se otorgó en la forma y con los equilibrios acordados por una amplísima mayoría en esta misma Sala.
Gracias.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Aburto.


El señor MUÑOZ ABURTO.- Señor Presidente, la iniciativa que modifica el Código Sanitario, en materia de regulación de farmacias y medicamentos, es producto de varias mociones de Senadores, entre los cuales me cuento. Y la fusión de todas ellas ha dado origen a un muy buen proyecto, como lo han señalado quienes me han precedido en el uso de la palabra.
Deseo destacar dos disposiciones que me parecen de suma relevancia, ya que a las otras ya han hecho referencia varios colegas.
Una de ellas es la referente a la rotulación de precios en productos farmacéuticos, lo que resulta importante, porque cada persona que vaya a una farmacia se impondrá del valor del medicamento que quiera adquirir, el cual lo llevará adherido. No se encontrará con la sorpresa de que el monto aparezca cuando solicite la boleta, en circunstancias de que a veces se hace imposible pagarlo. La medida me parece muy buena.
La otra es una disposición cuyo autor es el Senador que habla, la cual determina que, no obstante el funcionamiento de farmacias o almacenes farmacéuticos privados, en las comunas de menos de diez mil habitantes y en las situadas a más de cien kilómetros de otro centro poblado los establecimientos asistenciales u hospitales de la localidad estarán autorizados para suministrar al público productos farmacéuticos, alimentos de uso médico y elementos de curación y primeros auxilios.
Lo anterior cobra mucha significación en localidades aisladas. Y pongo un ejemplo. Al otro lado del estrecho, en la Región de Magallanes, se encuentra Porvenir, con una farmacia de una cadena nacional, y uno de los grandes anhelos de sus habitantes ha sido que el hospital, el servicio de asistencia pública, siga expendiendo medicamentos y productos farmacéuticos. Ahora eso será posible en clara competencia con el establecimiento privado, para beneficio de una población que contará con una mayor variedad de locales -dos, por lo menos-, a los que podrá recurrir a fin de obtener remedios o productos farmacéuticos o alimentación que recomienden los médicos.
Son normas bastante positivas, altamente favorables para la ciudadanía y que se suman a las demás que trae el proyecto, las que lo hacen revolucionario, como lo manifestó un señor Senador, y determinan que marque historia en la vida farmacéutica del país.
Por mi parte, votaré a favor.
El señor PIZARRO (Presidente).- Puede intervenir el Senador señor Tuma.


El señor TUMA.- Señor Presidente, la iniciativa que nos ocupa tiene que ver con la cotidianidad, con la vida diaria, con lo que le ocurre a una familia sencilla, modesta, cuando quiere comprar un medicamento o ir a la consulta de un médico o acceder a un especialista. Esto último es más escaso, especialmente si se trata de sectores más vulnerables, porque si se concurre al hospital quizás será preciso esperar un par de años y en el consultorio no se encontrará.
Siendo el proyecto un avance importante en los derechos de usuarios, de consumidores, y al velarse porque exista más transparencia e información, creo que las cautelas planteadas por algunos Senadores son legítimas, desde el punto de vista de asegurar que los sectores más apartados puedan contar con el medicamento en su localidad y de que no necesariamente se requiera viajar o ser víctima de revendedores clandestinos para conseguirlo.
Y, de la misma manera, en el caso de los tecnólogos médicos con mención en oftalmología, si existe el reconocimiento del Ministerio y el titular de la Cartera ha expresado que, como profesión técnica, ella se encuentra reconocida, al orientar esos profesionales a un paciente para que obtenga algún tipo de lente que se adecue a su necesidad vamos a evitar, en definitiva, que la persona esté comprando cualquier accesorio en las cunetas o la calle.
Hemos debatido bastante la cuestión y encontramos que existe una especie de monopolio entre los oftalmólogos, porque no hay más espacio para estudiar la especialidad. En consecuencia, el número de ellos a nivel nacional no alcanza para satisfacer la demanda y el precio de la consulta es inalcanzable. Mucho más lo es para el Estado la contratación de esos profesionales. ¡Y qué decir de los consultorios, de las comunas más alejadas...! Entonces, existe un privilegio de una profesión determinada, y, a través de la ley, se quiere remachar la ventaja de que otro no pueda atender en materias de simple resolución o para las cuales precisamente han sido preparados tecnólogos médicos.
En cuanto a la prohibición de recetar en una óptica o un establecimiento de venta, creo que tal acto no debería llevarse a cabo, por una sana transparencia; pero, en tal caso, tendríamos que revisar la participación en general de todos los profesionales médicos. Ellos, muy a menudo, son también propietarios de clínicas y los mismos que determinan metodologías, tratamientos, exámenes, siendo dueños de los equipos en que estos se realizan.
En consecuencia, ¿dónde se halla la línea divisoria del conflicto de interés que se registra entre los médicos que participan en la recomendación de un tratamiento o un medicamento especial? Este último producto puede ser vendido en las propias clínicas, y si una persona se interna, el mismo médico que le extiende la receta tal vez es socio del establecimiento.
¿Dónde se encuentra la incompatibilidad en el proyecto de ley, sobre la base de nuestro celo con relación a los tecnólogos médicos, que no podrían desempeñarse en una óptica?
Para ser coherentes, me habría gustado que hubiéramos sido bastante más acuciosos. Si vamos a darle transparencia al sistema, ello cabe extenderlo a todos los profesionales que atienden en el ámbito de la salud.
Dicho lo anterior y con las reservas que he planteado, anuncio que votaré a favor de casi todos los artículos, excepto los referentes a los aspectos que he expuesto.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Novoa.


El señor NOVOA.- Señor Presidente, soy bastante escéptico respecto de la iniciativa.
El tono del debate; la demonización relativa al sector privado; la suposición de todo tipo de malas intenciones; la acusación, dirigida a quienes piensan en una forma determinada, de defender intereses espurios, me dejan la impresión de que este es un proyecto cargado de prejuicios y que probablemente no va a solucionar bien los problemas detectados en el funcionamiento de todo el sector.
Creo que la regulación es excesiva y estatista. En vez de sancionarse conductas inapropiadas, se opta por prohibir. Lo que se acaba de señalar respecto de los tecnólogos médicos o de la receta de lentes es una expresión clarísima del punto.
Se le entrega todo al Estado, como si fuera impoluto e impecable, cuando la realidad es que los casos de corrupción en compras públicas o de medicamentos que se adquieren vencidos o que vencen en bodega son pan de cada día. No hago referencia a la actualidad, pero la historia en Chile y en otras partes del mundo así lo demuestra.
Por lo tanto, quiero manifestar un poco mi desagrado por la forma como se ha llevado el debate y mi completo escepticismo en cuanto a que un sistema excesivamente regulado vaya a resolver o a atender mejor las necesidades de la población.
Soy partidario de un Estado subsidiario; de que las regulaciones sean las menores; de una muy buena fiscalización y de aplicación de normas que sancionen a quienes abusan; pero no creo que la línea en que el proyecto se ha discutido y que eventualmente terminará en una legislación vaya a ser una solución para los problemas.
Se hace presente, por un lado -lo expongo solo a modo de ejemplo-, la dificultad para la instalación de farmacias en comunas aisladas. Por otro, se expresa que es bueno que haya más competencia. Tengo la impresión de que esta última se considera desde la perspectiva de las grandes ciudades, porque si en las comunas más aisladas se venden medicamentos sin receta en cualquier parte, una farmacia no se va a instalar nunca en ellas.
Lo anterior no implica que sea contrario a que se abra el mercado. A lo mejor es muy adecuada la venta de medicamentos sin receta en todos los recintos que reúnan mínimas condiciones de higiene. Pero, ¡ojo!, eso no va a resolver la dificultad o hasta puede complicar más la situación, porque obviamente nadie va a establecerse en un lugar apartado si además tiene que competir con el expendio en quioscos, por ejemplo.
Por todos estos aspectos, en definitiva, más que regular todos los detalles en la ley habría preferido un sistema distinto.
Pedí votar de manera separada la letra a) de la modificación N° 9, relativa al artículo 129 aprobado por el Senado, el cual dispone que farmacias y almacenes farmacéuticos se podrán instalar bajo ciertas condiciones y que ello debe ser autorizado por el Instituto de Salud Pública, haciéndose referencia a continuación a los turnos. La Cámara de Diputados agregó la siguiente frase: "Para estos efectos -entiendo que ello dice relación con los turnos-, deberán considerarse datos poblacionales y cantidad de farmacias," etcétera.
Pero ¿qué pasa? Como¿
Le solicito un minuto para concluir, señor Presidente.
El señor PIZARRO (Presidente).- Lo tiene, Su Señoría.
El señor NOVOA.- Gracias.
Como esa última norma se introduce en el inciso relativo a que la autorización para que existan farmacias la dará el Instituto de Salud Pública, podría interpretarse que será preciso considerar cuántas hay en un lugar o los datos poblacionales¿
El señor Ministro me hace señas de que la intención no es esa.
Deseo que el agregado se rechace, porque no me gustaría que, en un contexto en el que se quiere establecer una regulación -excesiva o tremenda, a mi juicio, pero una regulación, en definitiva-, se pudiera pensar que al Instituto de Salud Pública le cabría decir: "De acuerdo con la población de esta comuna, y como hay cinco farmacias, no autorizo ninguna más". Estimo que eso está fuera del espíritu de la ley en proyecto.
Por eso pedí la votación separada, señor Presidente.
Gracias.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, tampoco soy especialmente entusiasta de la normativa en estudio.
Me parece que dos elementos apuntan a ser más bien positivos, que son el de abrir ámbitos de competencia y el de mejorar la forma de acceder a genéricos, y eso lo estimo importante en este tipo de legislación; pero, en general, por el enfoque con que ello se plantea, pareciera que importa más la prohibición que la libertad, más la burocracia que los espacios de competencia, aparte observarse una lógica de mala fe respecto de quienes ejercen acciones vinculadas con la salud. Y eso me preocupa.
No soy de los que creen que la mejor sociedad es aquella en que un Gran Hermano vigila a todos como si estuvieran cometiendo cualquier tipo de tropelías. Soy más bien positivo, en términos de creer que el ser humano también tiene algo de noble.
Y lo digo, adicionalmente, señor Presidente -por eso pedí el uso de la palabra-, al observar algo que ha sido parte de la que se podría decir que ha sido una discusión sobre aspectos de oftalmología, pero que es mucho más profundo. Al proponer la Comisión de Salud, con relación a un establecimiento de óptica, un impedimento respecto de la receta de lentes, para decirlo en fácil, se instala un principio muy grave en la sociedad. Una correcta de la propuesta referida implicaría la imposibilidad de que un médico que atiende una consulta en un hospital termine pidiendo un examen de laboratorio o una operación.
Me niego a creer que existe un grado tal de maldad intrínseca que lleve a todo el mundo a actuar equívocamente o de mala manera.
Por el contrario, me parece una gran idea que los médicos atiendan en los hospitales o cerca de los laboratorios y que haya centros médicos que permitan hacer más fácil la vida del ciudadano, al posibilitarle realizar, simultáneamente, un conjunto de exámenes necesarios para mejorar su vida.
Pensemos en una persona que vive en el campo y va a la ciudad en busca de una mejor salud. Bajo la lógica descrita, en vez de concurrir a una óptica a pedir que le diagnostiquen el tratamiento que requiere y ahí mismo mandar a fabricar los lentes -tan importantes para mejorar su visión-, pareciera que tendría que ir de lugar en lugar, de puerta en puerta, para lograr un buen acceso a la salud.
En mi opinión, tal argumento constituye un símbolo inquietante respecto del espíritu que anima esta iniciativa. Rescato que en ella hay cosas valiosas, y así lo planteé. Pero el hecho de plantear que hay que establecer una especie de muralla china entre servicios complementarios porque el ser humano actuaría siempre en perjuicio del bien común, al menos yo me resisto a aceptarlo.
Ello es parte de una mentalidad que a veces existe, que no comparto, aunque algunos la defiendan. Es la lógica de la prohibición, que siempre debe ganarle a la lógica de la libertad.
Por eso, señor Presidente, con dudas respecto del proyecto, que -insisto- posee un par de cosas positivas, quiero hacer especial mención acerca del asunto referido. A mi juicio, la enmienda que la Comisión de Salud del Senado formuló al artículo 126 del Código Sanitario es extremadamente grave como principio rector que debe animar las conductas humanas.
He dicho.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- No quedan más inscritos para intervenir.
La señora RINCÓN.- Que se llame a votar, señor Presidente.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Se tocarán los timbres apenas se dé la explicación pertinente respecto de las votaciones que deben realizarse.
Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor LABBÉ (Secretario General).- De acuerdo a lo señalado en la relación, hay un conjunto de enmiendas aprobadas por unanimidad en la Comisión de Salud, una de las cuales es de quórum calificado, a saber, la recaída en el inciso quinto del artículo 101 del Código Sanitario, que corresponde al Nº 6, letra e), del artículo 1º del proyecto. Se podrían votar en bloque las modificaciones unánimes, teniendo presente que, para la aprobación de la norma mencionada, se debe reunir el quórum pertinente, esto es, 20 votos favorables.
Se exceptúa de tal pronunciamiento la letra a) del Nº 9, por cuanto el Senador señor Novoa pidió que se votara separadamente.
Después correspondería pronunciarse sobre las enmiendas de la Cámara Baja rechazadas por unanimidad en la Comisión -ninguna de ellas requiere quórum especial-, sin perjuicio de votar de manera separada la modificación Nº 7, recaída en el artículo 126 del Código Sanitario, como lo solicitaron los Senadores señora Alvear y señor García-Huidobro.
Finalmente, se debe votar la única enmienda que fue aprobada por mayoría en la Comisión (3 votos a favor y 2 en contra). Me refiero a la modificación Nº 13.
En resumen, habría que efectuar cinco votaciones.
La primera sería respecto de las enmiendas aprobadas por unanimidad en la Comisión de Salud -se incluye la disposición de quórum calificado ya individualizada, que requiere 20 votos para ser aprobada-, con excepción de la norma que el Senador señor Novoa ha pedido votar separadamente.
El señor PIZARRO (Presidente).- En votación.
¿Habría acuerdo de la Sala en aprobar lo propuesto?
La señora RINCÓN.- Por unanimidad, señor Presidente.
--Por 26 votos a favor, se aprueban las enmiendas acogidas por unanimidad en la Comisión de Salud, con excepción de la modificación Nº 9, letra a), dejándose constancia de que se reunió el quórum constitucional requerido.
El señor PIZARRO (Presidente).- Procederemos inmediatamente a la votación de las enmiendas rechazadas por unanimidad en la Comisión.


El señor LABBÉ (Secretario General).- Salvo la que se pidió votar separadamente por los Senadores señora Alvear y señor García-Huidobro, que corresponde a la modificación Nº 7 de la Cámara de Diputados recaída en el artículo 126 del Código Sanitario.
Las demás se votan en conjunto, y ninguna requiere quórum especial de aprobación.
El señor PIZARRO (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobará la proposición de la Comisión, ahora con 27 votos, porque acaba de llegar el Senador señor Navarro. --Por 27 votos a favor, se aprueba el planteamiento unánime de la Comisión de Salud en orden a rechazar determinadas enmiendas, con excepción de la modificación Nº 7.
El señor PIZARRO (Presidente).- Ahora, procederemos a realizar las votaciones separadas.
Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor LABBÉ (Secretario General).- En el orden en que figuran en el boletín comparado, la primera votación separada es la que han pedido los Senadores señora Alvear y señor García-Huidobro, que corresponde a la modificación Nº 7 de la Cámara de Diputados, rechazada por la Comisión.
El señor PIZARRO (Presidente).- Se encuentra en la página 44 del comparado.


El señor LABBÉ (Secretario General).- La enmienda suprime, en el inciso segundo del artículo 126 del Código Sanitario, la siguiente frase final: "En ninguno de estos establecimientos estará permitida la instalación de consultas médicas o de tecnólogos médicos.".
Los señores Senadores que estén a favor de la modificación debieran votar que sí y los que estén en contra, que no.
El señor ROSSI.- No.
El señor CHAHUÁN.- No así.
El señor LABBÉ (Secretario General).- De lo contrario, se vota el informe de la Comisión, que propone rechazar la modificación. En ese caso, los que estén de acuerdo con lo sugerido tendrían que votar que sí.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, el señor Secretario dio dos alternativas. Pido a la Mesa que clarifique si vamos a pronunciarnos respecto del informe o de la enmienda.
El señor PIZARRO (Presidente).- Se votará lo propuesto en el informe de la Comisión de Salud.
El señor CHAHUÁN.- ¡Eso es lo que corresponde!
El señor ROSSI.- ¡Ahí sí!
El señor PIZARRO (Presidente).- Es eso lo que se pidió votar por separado.
Los que estén por rechazar la modificación Nº 7 deben votar a favor del informe de la Comisión; los que estén por aceptarla, en contra.
En votación.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor PIZARRO (Presidente).- Perdón, señor Secretario.
Me dicen que hay una confusión.
Tiene la palabra el Honorable señor Hernán Larraín.


El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, desgraciadamente, algunos no hemos podido entender bien la explicación dada respecto de esta votación. Y doy excusas por ello.
El texto que aprobó el Senado en su primer informe dice: "En ninguno de estos establecimientos estará permitida la instalación de consultas médicas o de tecnólogos médicos".
Y la Cámara de Diputados, en el segundo trámite constitucional, rechazó ese párrafo.
Ahora la Comisión de Salud propone que tal prohibición se mantenga, esto es, que se reponga lo que aprobó el Senado en su oportunidad.
Por lo tanto, quienes se oponen a ello deben aprobar la modificación de la otra rama legislativa, que suprimió dicha restricción.
El señor PIZARRO (Presidente).- Señor Senador, estamos hablando de lo mismo.
Si aprobamos el informe de la Comisión¿
El señor LARRAÍN.- ¡Se vuelve al texto de la Cámara de Diputados!
El señor PIZARRO (Presidente).- No. Al del Senado.
El señor LARRAÍN.- Sí, perdón. Se vuelve a lo que el Senado aprobó.
El señor PIZARRO (Presidente).- Eso es.
El señor LARRAÍN.- Y si rechazamos lo que propone la Cámara Baja, vale lo que propuso nuestra Corporación.
El señor PIZARRO (Presidente).- Exactamente, señor Senador.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba la proposición de la Comisión de Salud, que rechaza la modificación Nº 7 introducida por la Cámara de Diputados (16 votos a favor, 10 en contra, una abstención y un pareo).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Alvear y Rincón y los señores Cantero, Chahuán, Escalona, Espina, Gómez, Horvath, Lagos, Muñoz Aburto, Navarro, Pizarro, Quintana, Rossi y Walker (don Ignacio).
Votaron por la negativa la señora Von Baer y los señores Coloma, García, García-Huidobro, Kuschel, Larraín (don Hernán), Novoa, Orpis, Prokurica y Tuma.
Se abstuvo el señor Zaldívar (don Andrés).
No votó, por estar pareada, la señora Pérez (doña Lily).
El señor PIZARRO (Presidente).- En consecuencia, se vuelve al texto aprobado por el Senado en el primer trámite.
Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor LABBÉ (Secretario General).- La segunda votación separada, pedida por el Senador señor Novoa, está referida a la modificación Nº 9, letra a).

El señor PIZARRO (Presidente).- La Comisión de Salud propone, por unanimidad, aprobar las letras a), b) y c) de la modificación Nº 9.
Ya se acogieron las letras b) y c). Y el Honorable señor Novoa solicitó votar separadamente la letra a).
En votación.
Los que estén a favor de lo propuesto en el informe de la Comisión votan que sí, y quienes se opongan, que no.
--(Durante la votación).
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Novoa.


El señor NOVOA.- Señor Presidente, aunque ya lo expliqué, la Senadora Rincón me pregunta por qué pido separar la votación respecto de esta letra.
La norma que agrega la Cámara de Diputados señala: "Para estos efectos, deberán considerarse datos poblacionales y cantidad de farmacias, de almacenes farmacéuticos y de establecimientos de salud existentes en la localidad de que se trate".
Obviamente, tal planteamiento se refiere a los turnos.
El señor CHAHUÁN.- Así es.
El señor NOVOA.- Me lo confirma el Senador Chahuán.
Sin embargo, en ese inciso se habla de los turnos y, también, de varias cosas más, entre ellas, la autorización para instalar farmacias.
Con la disposición propuesta, podría ser que, con el argumento de que hay muchas farmacias y poca población, se niegue en algún lugar el establecimiento de nuevas farmacias o almacenes farmacéuticos.
Para evitar una mala interpretación, sugiero rechazar la letra a). Así, en la Comisión Mixta podremos clarificar que esta norma no faculta para impedir el establecimiento de farmacias, sino que solo opera para el efecto de regular los turnos.
Busco nada más que se clarifique el punto para que después no haya una mala interpretación de la ley.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.
La señora RINCÓN.- Señor Presidente, este asunto fue expresamente discutido en la Comisión. Hay constancia de la discusión que se llevó a cabo. Y quedó claramente establecido que la norma propuesta es solo para los efectos de la dictación del reglamento del Ministerio de Salud en materia de turnos, no de apertura de farmacias.
Ello quedó claro en la historia fidedigna de la ley.
El señor PIZARRO (Presidente).- Okay.
El señor CHAHUÁN.- Pido la palabra.
El señor PIZARRO (Presidente).- Senador señor Chahuán, estamos en votación.
La señora ALLENDE.- ¡No hagamos el debate de nuevo!
El señor CHAHÚAN.- No es la idea debatir, sino clarificar.
El señor PIZARRO (Presidente).- Estamos en votación y tenemos el acuerdo de no seguir argumentando.
El Honorable señor Chahuán dice que va a clarificar el punto.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, la duda del Senador Novoa también la planteé en la Comisión de Salud, puesto que, en efecto, de una lectura rápida de la norma pertinente, podía interpretarse que la autorización iba a estar condicionada, fundamentalmente, por la cantidad de población y por la distancia entre las farmacias.
Por eso se clarificó el punto. Y quedó consignado -así lo pedí- en la historia fidedigna de la ley que tal disposición solo se aplicará para los turnos de farmacia.
El señor PIZARRO (Presidente).- Está bastante clara ya la materia.
Los que estén a favor de lo propuesto por la Comisión de Salud en su informe votan que sí y quienes se hallan en desacuerdo, que no.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la votación.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Resultado de la votación¿
El señor PIZARRO (Presidente).- Un momento, señor Secretario.
¿Qué pasa, Senador Espina?
El señor ESPINA.- ¡No me queda registrado el voto!
El señor PIZARRO (Presidente).- ¿Votó, señor Senador?
El señor ESPINA.- ¡No, pues, si no me marca!
El señor LABBÉ (Secretario General).- Está cerrada la votación, pues el señor Presidente dijo: "Terminada la votación". Y no puedo abrirla nuevamente.
Se puede dejar constancia del voto de Su Señoría.
--Se rechaza la proposición de la Comisión de Salud para aprobar la letra a) de la modificación Nº 9 (15 votos en contra, 13 a favor y un pareo).
Votaron por la negativa las señoras Alvear y Von Baer y los señores Bianchi, Cantero, Coloma, García, García-Huidobro, Kuschel, Larraín (don Hernán), Novoa, Orpis, Sabag, Tuma, Walker (don Ignacio) y Zaldívar (don Andrés).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende y Rincón y los señores Chahuán, Escalona, Gómez, Horvath, Lagos, Muñoz Aburto, Navarro, Pizarro, Prokurica, Quintana y Rossi.
No votó, por estar pareada, la señora Pérez (doña Lily).
El señor PIZARRO (Presidente).- Se deja constancia de la intención de voto favorable del Senador señor Espina.
El señor ESPINA.- ¡Con el mío suman 14 los votos afirmativos!
El señor PIZARRO (Presidente).- Sí, pero no influye en el resultado, señor Senador. ¡Salvo que hayan cambiado las matemáticas, 14 sigue siendo menos que 15¿!
En consecuencia, queda rechazada la proposición de la Comisión de Salud, y se elimina la letra a) de la modificación Nº 9).
Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor LABBÉ (Secretario General).- La última votación es la de la modificación Nº 13, que fue aprobada por mayoría en la Comisión (3 votos a favor y 2 en contra).
Consiste en agregar al artículo 129 C, que pasa a ser artículo 129 D, los siguientes incisos finales:
"En todo caso, será obligación de tales profesionales mantener los productos señalados en condiciones adecuadas.
"Ninguna de las normas establecidas en esta ley podrá ser interpretada en el sentido que se autoriza el expendio de medicamentos en lugares o recintos distintos de los señalados expresamente en esta ley ni a la venta directa en estanterías u otros espacios de acceso directo al público.".
El señor PIZARRO (Presidente).- En votación.
Los que estén a favor de lo propuesto en el informe de la Comisión de Salud deben votar que sí y quienes se hallen en contra tienen que votar que no.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la votación.
--Se rechaza la modificación número 13, consistente en agregar dos incisos finales al artículo 129 C (18 votos en contra, 7 a favor y un pareo), y queda despachado el proyecto en este trámite.
Votaron por la negativa las señoras Alvear y Von Baer y los señores Bianchi, Cantero, Coloma, Espina, García, García-Huidobro, Horvath, Kuschel, Lagos, Larraín (don Hernán), Orpis, Prokurica, Sabag, Tuma, Walker (don Ignacio) y Zaldívar (don Andrés).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende y Rincón y los señores Chahuán, Escalona, Muñoz Aburto, Pizarro y Rossi.
No votó, por estar pareada, la señora Pérez (doña Lily).
El señor PIZARRO (Presidente).- El proyecto pasará a Comisión Mixta y se designa al efecto a los miembros de la Comisión de Salud.