Click acá para ir directamente al contenido
FORTALECIMIENTO DEL CARÁCTER VARIABLE DE IMPUESTO ESPECÍFICO A COMBUSTIBLES


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, estaba revisando mi intervención al votar la vez pasada la iniciativa del SIPCO y la verdad es que podría repetirla.
Intervinimos en las Comisiones de Hacienda y de Minería y Energía, unidas. La Senadora que habla no era parte de la primera de ellas en ese momento, y junto con los Honorables señor Gómez y señora Allende pedimos que la materia se tratara en esa instancia para poder opinar. En esa oportunidad sostuvimos -y lo conversamos con los Senadores Escalona, Lagos y Frei- que el proyecto no se hacía cargo de lo que había sido, tal como lo recordaba el ex Primer Mandatario en su intervención, un tema de la campaña presidencial.
Todos recordamos cómo los Diputados de la UDI, en la discusión registrada en aquella época sobre la iniciativa del FEPCO planteada por la Presidenta Bachelet, mostraban en la Sala carteles en los que pedían que se terminara el impuesto específico a los combustibles. Desde esa fecha y hasta el día de hoy, han formulado reiteradamente la misma solicitud, incluido el período de su Gobierno. Circulan taxis colectivos y el transporte con adhesivos de la UDI en que se requiere la eliminación completa del tributo.
¿Por qué hago memoria de lo anterior? Porque solo con los votos de Renovación Nacional se pudo aprobar el cuerpo legal dictado por la Primera Mandataria.
Ha pasado el tiempo y nos enfrentamos nuevamente al debate sobre la materia. Y, tal como ocurrió cuando despachamos la que hoy día se conoce como ley Nº 20.493, nos encontramos otra vez en un escenario en que vamos a legislar, pero la situación no cambiará, salvo la "foto" de estos días con la rebaja de 20 pesos. Los precios de los combustibles van a seguir subiendo.
Cuando empezamos la discusión, en abril del año 2010, la gasolina de 93 octanos estaba en 630 pesos. Hoy día, la realidad es que el valor en algunas Regiones llega a alrededor de 900, pese a las leyes que hemos dictado.
Lo dijimos entonces, lo reiteramos cuando se hizo la corrección de la normativa -consistió en adelantar el plazo de vigencia, nada más- y lo sostenemos hoy día: los precios de los combustibles van a seguir subiendo.
Y, claro, algunos podrán concluir que ello no importa, porque les afecta a los que tienen un vehículo y, por lo tanto, cuentan con un mayor poder adquisitivo.
El problema, señor Presidente, es que la situación no solo repercute en ellos, sino también en la clase media, en los más pobres, en el costo del transporte público y en el precio de los alimentos.
Ahora solo estamos cambiando -y lo explicaba muy bien el señor Subsecretario- los parámetros, esto es, el número de semanas que se utiliza en el cálculo: de un mínimo de ocho pasamos a cuatro, y de un máximo de 30, a 52. Y, además, estamos reduciendo el límite de la banda del precio de un 12,5 por ciento a un 10.
Al revisarse el debate sobre la modificación que dio origen a la ley, puede comprobarse que preguntamos por qué no se prorrogaba el cuerpo legal de la Presidenta Bachelet hasta que contáramos con un sistema que garantizase una respuesta efectiva a la promesa de las campañas y la reclamación de la ciudadanía.
Consultamos por qué no reducir el límite. El de la Presidenta Bachelet, si todos lo recuerdan, fue de un 5. Nos respondieron que no; que se había hecho el cálculo; que era lo que correspondía. ¿Y sabe, señor Presidente? Con el tiempo, están dándonos la razón.
Vamos a conocer, probablemente en un tiempo más, un proyecto de ley que rebajará del 10 por ciento al 8. ¿Por qué? Porque los precios siguen subiendo en el mercado internacional. La fórmula del cálculo del impuesto y el Fondo no son adecuados y no dan respuesta a un problema que enfrentamos en el país y que en el pasado se instaló como una demanda de la ciudadanía y de quienes integraban el Congreso. Hoy día, si revisamos la historia, la situación se ha hecho cargo de reducir el impuesto específico de los combustibles en un punto, desde la época del Gobierno de la Presidenta Bachelet: de 4,5 a 3,5 UTM.
¿Qué quiero señalar con ello? Que nos encontramos ante un asunto que no abordamos en el fondo. Que, si en este momento lo estamos tratando con "discusión inmediata" -porque el proyecto entró el 11 de mayo a la Cámara de Diputados y hasta hace muy poco no se le había repuesto la urgencia-, ello obedece a que hace menos de cuatro semanas se habían alterado los parámetros y, por lo tanto, se había intervenido para que no tuviera lugar el alza, pero, con la normativa vigente, no podían hacerlo también para las Fiestas Patrias, pues no habrían estado dentro del término de ocho semanas.
¡Esa es la verdad!
En efecto, señor Presidente, los plazos no dan, porque ya se intervino una vez -repito- y no se cuenta con el rango mínimo establecido por la ley.
¿Y por qué no se actuó antes y no se apuró la urgencia? ¡Porque todavía no llegaban las Fiestas Patrias! ¡La materia se podría haber discutido antes, no a última hora!
Pero no nos encontramos abocados a la discusión de fondo. ¿Por qué? Porque vamos a bajar los precios hoy día, mas seguirá registrándose el alza de los precios internacionales, de modo que nuevamente tendrá lugar el mismo debate en el futuro. Y van a presentar otra vez una iniciativa que será un parche y no atenderá el problema verdadero.
Señor Presidente, estimados colegas, insistimos en que este no es un buen proyecto. El texto solo adecua parámetros, pero no se hace cargo de una cuestión de fondo, cual es que los precios internacionales nos "pegan".
El seguro establecido en el primer proyecto del Gobierno aún no se conoce como mecanismo. De acuerdo con lo sostenido por la autoridad en las Comisiones de Hacienda de la Cámara de Diputados y del Senado, se sigue estudiando el sistema. Nos acaban de señalar que ya estaba analizada la parte técnica y que falta la decisión política para traer el asunto a la discusión en el Congreso.
Improvisación, legislación apurada, falta de antecedentes técnicos, es lo que tenemos en la enmienda que nos ocupa.
La ciudadanía espera, después de que aprobemos la iniciativa, que los precios de los combustibles bajen. Solo vamos a evitar un alza, pero seguirán subiendo en el futuro. A ello no le damos respuesta con la modificación, y la gente tendrá que seguir aguardando, hasta que el Gobierno actual o el próximo se aboquen al debate de fondo, lo cual haría posible enfrentar, obviamente, un escenario más favorable para los chilenos.
Por estas razones, y teniendo claro que hay un acuerdo entre nosotros para permitir que se apruebe el proyecto, mantengo mi votación en la Comisión de Hacienda.