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PERFECCIONAMIENTO DE LEGISLACIÓN TRIBUTARIA Y FINANCIAMIENTO DE REFORMA EDUCACIONAL. INFORME DE COMISIÓN MIXTA
PERFECCIONAMIENTO DE LEGISLACIÓN TRIBUTARIA Y FINANCIAMIENTO DE REFORMA EDUCACIONAL. INFORME DE COMISIÓN MIXTA


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, nuevamente, en una discusión importante para el país, queda demostrado que el trabajo de la Oposición ha sido importante. Al igual que procedimos hace un tiempo, la Concertación tuvo que hacer fuerza, en el buen sentido de la palabra, para mejorar un proyecto de ley que claramente no cumplía con las expectativas del país.
Lamentablemente parece que no son suficientes las lecciones aprendidas ni se entiende el sentido profundo de la demanda ciudadana por una mayor igualdad. Al parecer no basta lo que hombres y mujeres, los jóvenes y sus familias nos han señalado durante este tiempo.
Este es solo un perfeccionamiento tributario, como por lo demás se llama la iniciativa que discutimos.
La reforma tributaria pasa por tanto a encabezar la lista de las "tareas para la casa" que legará este Gobierno al que siga. Pero es necesario aclarar que no será la única herencia, pues seguirán los pobres no reconocidos, los pacientes no atendidos y los ciudadanos no encuestados.
Señor Presidente, desde ya puedo decir que hemos estudiado larga y profundamente lo relativo a los gravámenes y a las necesidades y demandas de nuestra sociedad. Y, en ese sentido, puedo sostener que la verdadera reforma tributaria será uno de los desafíos en la próxima discusión presidencial. Es una demanda que el país en su conjunto reclama, particularmente las grandes mayorías discriminadas y, en especial, los hombres y mujeres jóvenes de nuestras regiones.
La reforma tributaria debe ser por tanto profunda, para enfrentar no solamente las exigencias en materia de educación, sino también de salud, vivienda, infraestructura, ciencia y tecnología, y una larga lista.
Con lo anterior ya precisado, hay que tener en consideración que los miembros de las Comisión de Hacienda siempre dijimos que el proyecto en debate era insuficiente, pues no podía discriminarse a favor exclusivamente de los niños que iban a colegios subvencionados con copago, lo que era segregador; que era impensado aprobar una tabla de rebajas a los impuestos que concentraba los mayores beneficios en las personas de mayores ingresos.
Y aquí un paréntesis: se nos dijo que debía bajarse el impuesto a las personas, lo que se había hecho en los Gobiernos de la Concertación. Pero el PIB personal era un tercio del actual; las empresas tributaban el 10 por ciento y las personas sobre el 50.
¿Por qué aprobar ahora? Primero, señor Presidente, lo hacemos no por lucimientos personales ni por llevarnos el reconocimiento. No era una buena iniciativa. Pero por haber sido mejorada, nos deja una mejor base para los desafíos de reformas futuras.
El costo del rechazo no lo pagaríamos quienes no concurríamos a su aprobación, sino las familias que debían seguir postergando soluciones en materia educacional, pues, frente a la falta de recursos, la respuesta seguiría siendo la postergación.
Hoy, parte de lo que los expertos han señalado como necesario para enfrentar las modificaciones a la educación ya está comprometido. El desafío será lograr en el futuro lo que falta.
La Senadora señora Allende señaló lo que Estudio 2020 determinó que era necesario para financiar la educación: más de 5 mil 300 millones de dólares.
La factura electrónica, el impuesto al tabaco y el Fondo para la Educación, sin lugar a dudas, constituyen un buen punto de partida.
Aprobamos, porque rechazar significaba no contar con esta base o primer paso en el sentido correcto en materia de recursos.
Señor Presidente, aprobamos también, porque se rectificó en parte la odiosa segregación que instalaba el proyecto original, pues consignaba un crédito tributario para la educación subvencionada con copago, olvidando a las familias que llevan a sus niños a los colegios municipales o sin copago.
¿Cuál era la razón de aquello? ¿Ayudar solo a algunos? ¿Por qué?
Hasta el día de hoy solo encuentro una explicación ideológica: la convicción del Gobierno de poner término a la educación municipal.
En algunas comunas, la educación municipal es la única posibilidad para nuestros niños, que tienen los mismos derechos de todos.
¿Qué queríamos? Eliminar esa disposición, por segregadora y discriminadora.
¿Qué logramos?
Que el beneficio tributario les llegara a todos, sin importar el aula. Sin embargo, para nosotros no era suficiente. Considerábamos fundamental dejar establecido que existirían recursos para los niños y niñas de la educación pública.
¿Qué logramos?
1.- La creación, por ley, de un Fondo para la Educación por 4 mil millones de dólares, destinados a financiar, preferentemente, los gastos vinculados a la enseñanza preescolar (le dijimos al señor Ministro: "La sala cuna, para todos"), la subvención, las becas, los créditos para la educación superior.
2.- Aumentar -como ya se ha dicho- en 40 por ciento el Fondo de Aporte Basal por Desempeño a las Universidades del CRUCH.
3.- Duplicar el monto del Fondo de Apoyo a la Gestión Municipal, de 44 mil millones a 88 mil millones de pesos.
Al respecto, recuerdo al señor Ministro -por su intermedio, señor Presidente- que se revisarán las normas de uso de dicho Fondo.
4.- También aprobamos, porque se rectificó, la reducción de los impuestos a las personas. Se hizo un mayor esfuerzo para focalizarla en quienes ganan menos.
No es lo que deseábamos. Y no lo es, porque el país necesita más.
Señor Presidente, estimados colegas, el acortar las brechas entre la gente que más tiene y la que tiene menos constituye hoy día una obligación.
5.- Aprobamos, porque se rectificó, el bono para los taxistas (para mitigar el alza del precio de las gasolinas), en el sentido de otorgarlo a quienes efectivamente incurren en el gasto.
6.- Aprobamos, porque el Gobierno se comprometió con nosotros, los legisladores, a revisar en detalle el punto, el cambio al impuesto ad valórem y al impuesto específico a los cigarrillos, pues persisten nuestras dudas sobre el impacto de estas medidas en la fórmula propuesta.
Asimismo, se revisarán varias normas pequeñas que no nos dejan satisfechos.
Señor Presidente, al final del día, tengo la sensación de que en esta discusión ha existido una conducta similar a la del padre ausente que firma el cheque de la mensualidad escolar, pero que le traslada a la madre la obligación de los buenos resultados académicos.
Honorables colegas, la educación de nuestros niños y niñas requiere mucho más que lo que hoy estamos aprobando. El tema no termina con la aprobación de este perfeccionamiento. Requiere aún esperar el desafío de una discusión de fondo. Solo entonces podremos aspirar a una libreta de excelencia.
Los estudiantes, sus familias, el país entero nos obligaron a iniciar este debate. Hagamos, entonces, un reconocimiento a la audacia y el coraje que ellos han tenido y digamos que con su esfuerzo han corrido la frontera, pero que aún nos queda mucho por andar.
He dicho.