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BONIFICACIÓN POR RETIRO VOLUNTARIO A FUNCIONARIOS DE SECTOR SALUD


El señor ESCALONA (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que otorga a los funcionarios del sector salud que indica una bonificación por retiro voluntario, con informes de las Comisiones de Salud y de Hacienda, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (8036-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 6ª, en 3 de abril de 2012.
Informes de Comisión:
Salud: sesión 17ª, en 15 de mayo de 2012.
Hacienda: sesión 17ª, en 15 de mayo de 2012.
El señor ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario General.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El objetivo de la iniciativa es crear diversos incentivos al retiro para los funcionarios del sector salud y consagrar la compatibilidad de sus beneficios con el bono poslaboral.
La Comisión de Salud discutió el proyecto solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Chahuán, Rossi, Ruiz-Esquide y Uriarte.
Por su parte, la Comisión de Hacienda también lo debatió y aprobó solo en general por la unanimidad de sus miembros, Senadores señora Rincón y señores Frei, García, Lagos y Novoa.
En el informe comparado, se transcribe el texto aprobado en general por ambas Comisiones.
El señor ESCALONA (Presidente).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación en general el proyecto.
--(Durante la votación).
El señor ESCALONA Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Rossi, para fundamentar el voto.


El señor ROSSI.- Señor Presidente, deseo puntualizar algunas cosas. No voy a referirme en extenso a lo que implica el proyecto que, al parecer, concita el acuerdo y el apoyo de todos los sectores. Más bien, quiero transmitir un mensaje al señor Ministro de Salud.
Se encuentra en la Sala el Ministro señor Longueira. No está el de Salud, ni el Subsecretario, como tampoco el de Redes Asistenciales, ni el Jefe de Gabinete. Y es bueno que siempre haya un representante de la Cartera involucrada, sobre todo en un proyecto tan importante como este, que beneficia a cerca de 8 mil personas.
Lo único que quiero pedir en estos minutos es que en la discusión particular se intente resolver una de las falencias que existen, tanto en la Comisión de Salud como en la de Hacienda.
Los problemas que sufren los trabajadores son múltiples. Muchos tienen que ver con fallas estructurales de nuestro sistema previsional, y el bono poslaboral o este bono de incentivo al retiro voluntario en algo morigeran la precariedad que muestran las condiciones de vejez de los funcionarios de la Salud, que realizan una labor tan trascendente. Pero hay una situación que afecta a aquellos funcionarios y funcionarias que cumplieron 65 o 60 años antes del 1° de julio del 2010 y que no se acogieron a los beneficios de leyes anteriores.
Distintos gremios nos plantearon que, dependiendo de si se trata de auxiliares, administrativos, paramédicos, técnicos, profesionales médicos y no médicos, hay hasta quinientos o mil funcionarios que se hallan en tales circunstancias y a los cuales se les ha llamado "rezagados".
Claro, siempre se valora que se haga un esfuerzo adicional, pero en el caso de este proyecto se habla de 200 cupos, distribuidos desde el 2012 hasta el 2014: 50 cupos un año, 100 el siguiente, 50 el tercero.
Sin embargo, en mi opinión se puede hacer un esfuerzo mayor. Y ese es el sentido que tiene el no despachar hoy día en general y en particular esta iniciativa.
--(Aplausos en tribunas).
Evidentemente, se puede hacer un esfuerzo mayor para tratar de que todos los gremios concurran a respaldar esta propuesta. Yo entiendo que las asociaciones que participaron en las negociaciones son cinco. Cuatro de ellas están de acuerdo con el resultado. Y una tiene reparos, particularmente en cuanto al monto de la bonificación adicional y también respecto de la diferenciación entre mujer y hombre en el momento de recibirla.
Yo espero que en este espacio que se abre podamos abordar tales aspectos, que son realmente centrales.
Para concluir, señor Presidente, deseo contarle a la Sala que el día viernes pasado estuve en el hospital de Arica, muy moderno, y hace dos semanas, en el de Iquique, y la verdad es que uno se siente muy orgulloso -yo he trabajado en hospitales públicos- cuando ve y percibe el tremendo compromiso de los funcionarios por sacar adelante la salud chilena.
--(Aplausos en tribunas).
Y es muy injusto -por cierto, no es culpa de este Gobierno, pues hay un tema de fondo detrás- que hoy día las tasas de reemplazo no alcancen siquiera al 30 por ciento. Algunas personas terminan con liquidaciones de sueldos menores a 200 mil pesos, y esa no es una forma digna de vivir para nadie, sobre todo pensando en el compromiso y la contribución que, como digo, realizan estos funcionarios al desarrollo social y a la salud chilena.
Así que, obviamente, vamos a votar a favor la idea de legislar y espero que podamos llegar a un acuerdo con el Gobierno para mejorar las condiciones de este proyecto de ley.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
El señor ESCALONA (Presidente).- Existe una generosa lista de Senadores y Senadoras que se han inscrito para fundamentar su voto. La encabeza el Honorable señor Muñoz Aburto.
Tiene la palabra Su Señoría.


El señor MUÑOZ ABURTO.- Señor Presidente, solo quiero decir que existe una multiplicidad de textos legales de este tipo: generales, como la ley N° 19.882, de Nuevo Trato, y específicos, como las leyes 20.282 y 20.212 y las vigentes, por ejemplo, para los funcionarios municipales, el personal de universidades y los profesionales de la educación.
Salvo la citada Ley de Nuevo Trato, las mencionadas normativas están referidas a un período acotado de tiempo y a un número limitado de cupos.
Acá no se advierten razones de peso para que los beneficios sean diversos según las negociaciones puntuales de los sectores con los respectivos Ministerios.
Por eso, resulta relevante avanzar en el futuro -se lo planteo al Gobierno- en una política general que evite las negociaciones puntuales y que unifique estos incentivos para toda la Administración Pública y servicios afines, como lo pretendió hacer la ley N° 19.882, ya que no es posible seguir con esta lógica donde cada nuevo cuerpo legal implica retrocesos, como en este caso, y distingos entre los funcionarios.
Asimismo, quiero recoger una petición que me ha hecho la dirigenta del sector Salud de la Región de Magallanes Julia Gallardo, en el sentido de que estas leyes han tenido duraciones transitorias, con el objeto de impulsar a que los trabajadores de más edad se acojan a retiro. Transcurrido el plazo previsto, la bonificación va disminuyendo de cuantía o simplemente se extingue.
Yo entiendo esa lógica y sus objetivos. Sin embargo, en los últimos años hemos vivido una situación coyuntural distinta: la dramática y sistemática caída en el valor de los fondos de pensiones. Incluso, la propia Ministra del Trabajo ha recomendado a muchos trabajadores que, dada la rentabilidad negativa de las cotizaciones individuales, posterguen su deseo de pensionarse.
Además, conozco numerosos casos de trabajadores que luego de jubilar tuvieron el desacierto de invertir sus bonificaciones al retiro en ahorro voluntario, el que se esfumó en pocos meses.
Por eso, solicito al Gobierno estudiar una solución excepcional, de mayor alcance, que permita, a todos los trabajadores que no hicieron uso de la bonificación oportunamente, acogerse a retiro en los términos de la ley anterior, ahora que los fondos han recuperado, en alguna medida, su valor. Ello, porque no es justo obligar a los trabajadores a pensionarse afectando sus jubilaciones o castigarlos con la pérdida o disminución de la bonificación al retiro por no haberlo hecho en la fecha que se indicaba en el respectivo cuerpo legal.
Por último, señor Presidente, no puedo dejar pasar esta oportunidad sin insistir en la necesidad de avanzar hacia un cambio profundo del sistema previsional chileno,...
--(Aplausos en tribunas).
... ya que todos estos incentivos al retiro tienen como única finalidad tratar de reparar el daño previsional que están sufriendo los trabajadores chilenos.
Esto tiene que ser materia de debate, pero creo que los trabajadores están dispuestos a dar dura batalla para intentar establecer un sistema previsional que sea más justo y equitativo para cuando lo utilicen al momento de pensionarse.
Voy a votar a favor del proyecto.
--(Aplausos en tribunas).
El señor ESCALONA (Presidente).- Gracias, Senador Muñoz. ¡Lo felicito por los generosos aplausos que ha recibido...!
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.


El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, no me voy a referir específicamente a las normas concretas del proyecto. Ya se conocen, se saben, se han discutido. Además, estamos en la votación general y solamente tenemos cinco minutos para intervenir.
Ante todo, deseo resaltar la necesidad de mejorar la situación en que se encuentra el mundo de los trabajadores de la Salud. Esto lo venimos diciendo desde hace muchísimos años y quienes trabajamos con ellos por largo tiempo sabemos cuáles son las deficiencias y las cosas que se deben mejorar.
Se ha hecho un esfuerzo, han mejorado algunos aspectos, pero de todas maneras nos estamos quedando con tres o cuatro problemas de primerísima magnitud.
Primero, el personal de salud tiene un régimen de trabajo que se asimila a lo que es el trabajo pesado. Esa es exactamente la descripción que corresponde a nuestra labor en los hospitales.
Segundo, hay una planta escasa que debe mejorarse. Yo quiero recordar aquí la caída de la atención en salud que se produjo entre los años 73 y 90, la que nos obligó, a partir de ese momento, a hacer una excepción en materia de remuneraciones y de recuperación de la planta, que no ha sido satisfecha suficientemente hasta ahora.
Tercero, el tema central es el que aquí se ha señalado: cómo hacer retirarse del servicio, en condiciones adecuadas y mejores, al personal que de acuerdo a las plantas que nos ha presentado el Ejecutivo debe salir, reponerse, optimizarse y ser bien remunerado a contar de ese instante.
Y hay un punto adicional, que quiero plantear con mucha fuerza y claridad.
Nosotros vamos a aprobar esta normativa legal -por lo menos los Senadores que nos hallamos en estas bancadas-, pues, dentro de las opciones que nos presentó el Ejecutivo, es lo único que pudimos lograr en la Comisión de Salud.
Sin embargo, algunos gremios que no están de acuerdo con lo que aquí se ha aplicado nos formularon una solicitud en el sentido de que hagamos fuerza sobre al menos siete temas que no se han tratado y que el Ejecutivo no desea resolver.
Las razones ya se han dado, pero, en definitiva, el hecho final es que en esta materia solamente tiene iniciativa el Ejecutivo y, por tanto, en la Comisión debatimos si aprobábamos lo que se nos ofrecía o, de lo contrario, nos quedábamos sin nada de lo que se estaba pidiendo, dado que el Gobierno se formó una opinión muy clara en cuanto a que no había más temas pendientes.
Yo, señor Presidente, quiero plantearles a mis colegas y al Ministro del ramo...
Veo que no hay nadie del Gobierno en este momento en la Sala, pero al menos se hallan presentes los Senadores oficialistas que forman parte de la Comisión de Salud...
El señor LAGOS.- ¡Se lo haremos saber a los Ministros...!
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Muchas gracias, Su Señoría, porque yo no tengo comunicación directa con el Gobierno.
El señor LAGOS.- ¡Yo tampoco...!
El señor RUIZ-ESQUIDE.- El punto, señor Presidente, es que creo que debemos prestar nuestra aprobación general al proyecto para que vuelva a la Comisión con el objeto de formularle indicaciones.
El señor CHAHUÁN.- Acá vienen entrando los Ministros, señor Senador.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- ¡Llegaron los Ministros!
El señor PROKURICA.- ¡A ver, dígalo ahora...!
El señor RUIZ-ESQUIDE.- ¡Dije que no había nadie de los Ministerios, que el Senador Lagos tenía mejor llegada que yo en el Gobierno, y ahora digo, con toda franqueza, que el 80 por ciento del peso del Gabinete está aquí detrás de nuestros pupitres...!
¡Agradézcanmelo públicamente, señores Ministros...! ¡Muchas gracias...!
Señor Presidente, pido que aprobemos en general la iniciativa y la enviemos a la Comisión de Salud, a fin de que esta aprobación se convierta en un mandato de la Sala para que el Presidente de dicho órgano la represente ante el Gobierno en orden a abordar las materias que faltan y a que ellas sean reconocidas como una tarea pendiente.
Legislar para cuatro de los cinco gremios es un avance, pero dejar a un lado a un grupo importante de funcionarios que no comparten el proyecto y que se quejan de quedar muy demeritados frente a los demás es clavar una flecha...
--(Aplausos y manifestaciones en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Puede terminar, señor Senador.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, lo que estamos tratando de hacer es una justicia completa.
Si los dirigentes creen que eso no es posible, lo dirán en la Cámara de Diputados o en la Comisión...
--(Manifestaciones en tribunas).
... pero, en definitiva, soy partidario de brindar una solución a todos. Y si no es posible hacerlo aquí...
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Hago un llamado a guardar silencio a quienes se hallan en las tribunas para permitir el desarrollo normal de la sesión. ¡Si son tan amables!
Recupera la palabra, señor Senador.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Termino señalando, nuevamente, que vamos a votar a favor de la idea de legislar y que solicitaremos el acuerdo de la Sala para que encomiende a la Comisión de Salud realizar las gestiones necesarias, a través de su Presidente, con el objeto de incorporar algunos aspectos que incluso trabajadores de otras instituciones nos están solicitando.
Lo peor que nos puede pasar aquí...
--(Aplausos en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Pido de manera enfática a las tribunas guardar silencio.
Es un agrado tener en el Senado a los trabajadores de la salud, pero es necesario que los miembros de esta Corporación puedan manifestar sus ideas sin interrupciones.
Puede concluir, Senador Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Gracias.
Decía que lo peor que nos puede pasar es que los propios trabajadores impidan la posible o eventual resolución de los problemas que afectan a otros trabajadores, porque ello sería un ejemplo bastante inadecuado.
Votaré que sí, señor Presidente.
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, al igual que en el caso de los funcionarios que prestan servicios en la atención primaria de salud, en este proyecto se contempla el otorgamiento de un incentivo al retiro para los trabajadores de la salud primaria -iniciativa que fue consensuada con los diversos gremios de la salud pública- y todas sus disposiciones han sido debidamente analizadas por el Ministerio de Hacienda, contando con el presupuesto pertinente para su financiamiento.
De esta forma, se permitirá que los funcionarios de la atención de salud pública que no han jubilado, pese a cumplir los requisitos de edad para hacerlo, y cuya pensión al momento de retirarse del servicio se vería notoriamente mermada por el daño previsional, puedan acceder a un legítimo descanso, debidamente compensado mediante el presente incentivo económico, después de haber cumplido largas y sacrificadas trayectorias dedicadas al servicio público en un área de tanta importancia para la comunidad como lo es la atención de salud pública en las diversas comunas de nuestro país.
Por lo tanto, pienso que esta iniciativa legal subsana dicha situación y posibilita a los funcionarios de la salud pública acogerse a sus disposiciones, ejerciendo las opciones que este mismo cuerpo legal contempla.
En consecuencia, se hace necesario aprobar la idea de legislar, razón por la cual pido a mis Honorables colegas que se pronuncien en tal sentido.
A los funcionarios de la salud que hoy nos acompañan en las tribunas -de la FENTESS, de la FENATS Unitaria, de la CONFENATS, de la FENFUSSAP y de la FENPRUSS-, deseo recordarles que acá el Gobierno ha querido terminar con el trato discriminatorio que afectaba a ciertos y determinados gremios -como ocurría antiguamente con el acuerdo entre el Gobierno de la época y la ANEF- y ha establecido...
--(Aplausos en tribunas).
... una ley pareja, particularmente...
--(Aplausos en tribunas).
... para los funcionarios y los gremios que han sido históricamente perjudicados en las negociaciones por una cúpula de dirigentes.
--(Manifestaciones en tribunas).
Obviamente, nosotros hemos tratado -y así lo hace el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo- de buscar todas y cada una de las medidas que permitan dignificar las condiciones de incentivo al retiro.
Sabemos que los funcionarios públicos tienen un daño previsional que se ha ido acumulando a través del tiempo y del cual hay que hacerse cargo, como Parlamento, como Estado.
Es efectivo que, en muchas ocasiones, medidas como el incentivo al retiro planteado en esta iniciativa no logran compensar la merma de recursos con que los trabajadores podrían contar, eventualmente, para jubilar como corresponde, después de una trayectoria...
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Disculpe, señor Senador.
Advierto a las personas que se encuentran en las tribunas que para nada está en el ánimo de la Mesa proceder a desalojos de ninguna especie. Sin embargo, si insisten en interrumpir la intervención de los Senadores, no será posible el diálogo, y esta Corporación es la casa del diálogo.
Por lo tanto, les pido encarecidamente a los dirigentes que guarden silencio, porque las diferencias no las van a zanjar gritando más, sino que se resolverán acá.
Así que les ruego que escuchen con respeto las distintas intervenciones.
Hago esta primera advertencia.
Recupera la palabra el Senador señor Chahuán, a quien le abonaremos el tiempo perdido.
El señor CHAHUÁN.- Muchas gracias.
Básicamente, lo que hemos planteado es que, aun mediando este esfuerzo que hace el Estado en términos de otorgar un incentivo al retiro a los funcionarios públicos que han visto mermados sus recursos previsionales producto de un daño previsional que se arrastra a través del tiempo, hay que hacerse cargo de este problema.
En ese sentido,...
--(Manifestaciones en tribunas).
Señor Presidente, efectivamente se hace necesario que nos escuchemos y, dado que estamos haciendo uso de la palabra, pido también el respeto que corresponde.
El proyecto de ley otorga una bonificación por retiro voluntario y una adicional como incentivo al retiro para los funcionarios de planta o a contrata que se desempeñen en los servicios de salud central; beneficia a más de 8 mil trabajadores y tiene un costo de 120 mil millones de pesos.
Para optar a los beneficios se requiere cumplir los siguientes requisitos copulativos: estar regido simultáneamente por el Estatuto Administrativo y por la Escala Única de Sueldos, en el caso del personal que labora en los servicios de salud y en las reparticiones del Ministerio; haber cumplido o cumplir 60 años de edad, las mujeres, y 65 años de edad, los hombres, entre el 1º de julio de 2010 y el 30 de junio de 2014, y presentar la renuncia voluntaria al cargo entre la fecha de publicación de la ley y el 31 de marzo del año 2015.
Adicionalmente, respecto de las mujeres contempla una excepción para ellas, cual es que podrán participar en cualquiera de los períodos de postulación que se fijen más adelante. Y si son seleccionadas, deberán renunciar durante el primer trimestre del año siguiente; si no lo son, podrán repostular en los períodos consecutivos.
A todos nos gustaría que la totalidad de los gremios concurrieran con entusiasmo a la suscripción de este acuerdo con el Gobierno. Lo que ha hecho este ha sido, por lo menos, garantizar una ley pareja para todos y cada uno de los gremios,...
--(Aplausos en tribunas).
... y particularmente respecto de aquellos que siempre han estado afectados, asegurarles condiciones mínimas de dignidad para el incentivo al retiro.
He dicho
.
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, estamos frente a lo que hemos venido denunciando por muchos años: ¡El Estado de Chile es el peor empleador!
--(Aplausos en tribunas).
Y esa situación hace que hoy día tengamos que ver de nuevo en esta Sala lo que se denomina -comillas- "incentivo", que es, ni más ni menos, el más perverso de los incentivos y que en nada -¡en nada!- contribuye a la dignidad de aquellas mujeres y hombres que trabajan en el sector público y, fundamentalmente, en la salud pública.
Si se quiere subsanar de verdad el problema: ¡año trabajado, año pagado! Porque eso del límite de los once años, que se entrega como un gran premio, como una gran cosa, a mí en lo personal me revuelve el estómago. Cada vez que enfrentamos esta situación y los funcionarios nos piden desesperadamente que aprobemos la iniciativa, en conciencia, tanto ellos como nosotros, sabemos que estamos apoyando y acogiendo una normativa que a la larga será como lo mejor dentro de lo peor que se puede otorgar. Pero esto, desgraciadamente, no resuelve el problema.
Y voy a explicar por qué.
Hoy está aquí presente Julia Gallardo. Pedí autorización a los dirigentes, con quienes me reuní hace poco tiempo en el Hospital Regional de Punta Arenas, para explicar el caso de esta funcionaria.
Ella tiene 39 años de servicio, al igual que una de sus colegas que desempeña idéntica función, con el mismo empleador. Y lo dije aquí hace un par de semanas: ¡Julia Gallardo, después de haber cumplido 39 años de servicio, queda con una pensión de 114 mil pesos, y su colega, por estar en el sistema antiguo -el IPS-, con una de 560 mil pesos!
En consecuencia, no hay manera de recuperar el profundo daño que el sistema previsional ha causado a los funcionarios de los sectores público y privado.
Y lo que es peor, señor Presidente: el daño hoy día es mucho más grave, porque la pérdida de fondos previsionales que ha experimentado el sistema resulta infinitamente mayor que lo que ahora se pretende mostrar diciendo que "es como una recuperación del daño previsional".
Estos incentivos, estos bonos, por desgracia, no compensan, no equiparan. Pero es lo que tenemos que hacer.
Por eso, en un ánimo propositivo, junto con saludar a quienes hoy nos acompañan, debo señalar que mientras nosotros estamos discutiendo en general esta iniciativa legal, ¡hay por lo menos ocho funcionarios con cáncer, que se encuentran en un estado grave de salud, esperando, antes de irse de esta vida, poder recibir esta miseria...
--(Aplausos en tribunas).
... que hoy día se les entrega como una cosa especial!
Sinceramente, duele, señor Presidente; sinceramente, molesta; sinceramente, incomoda. Pero hay que hacerlo. Y es por ello que hoy día aspiramos a que, una vez aprobado en general el proyecto, en la discusión particular se pueda perfeccionar este instrumento. ¡Pero nivelemos para arriba! ¡Nivelemos para todos!...
--(Aplausos en tribunas).
... ¡Nivelemos en el sentido de evitar que se beneficie a unos más que a otros, con la dignidad que merecen nuestros trabajadores públicos!
Voto a favor.
--(Aplausos en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Tuma.


El señor TUMA.- Señor Presidente, en primer término, deseo saludar a los trabajadores de la salud que nos acompañan y hacer presente su interés en lo que respecta a las bonificaciones que se otorgan.
Hoy día estamos legislando como lo hicimos ayer por la salud primaria, por los municipales. Y, seguramente, lo tendremos que hacer mañana por otros gremios. Sin embargo, el problema de fondo es que en esta Sala no estamos resolviendo el injusto sistema previsional existente.
Tengo un amigo, un colega de las bancadas de enfrente, que siempre me dice: "Cuidemos el sistema previsional". Pero yo diría que lo que se debe cuidar es a los trabajadores, porque recientemente se celebraron los 30 años desde que empezó a operar el sistema de las AFP, ese mismo que le da a Julia Gallardo 114 mil pesos de pensión y que a otra funcionaria que pertenece al antiguo sistema le otorga 560 mil pesos.
Creo que el asunto de fondo es que debemos reformar el sistema previsional chileno...
--(Aplausos en tribunas).
... No es posible pensar en seguir tolerando un sistema que hace que tengamos que estar negociando, legislando y aprobando incentivos al retiro; pidiendo por favor que se retiren los trabajadores que han cumplido su período, especialmente en la salud, donde muchas veces ellos tienen más edad que las personas ancianas que cuidan. Porque no pueden retirarse, o si lo hacen deben comenzar a buscar trabajo, ¡dado que las pensiones no son dignas, no les permiten mantener un hogar!
En el fondo, tenemos un sistema previsional que no entrega pensiones dignas, toda vez que el empleador -en este caso, el Estado- no ha querido cotizar. Antes de la reforma, los empleadores cotizaban. Hoy día solo lo hacen los trabajadores, pero los fondos individuales no permiten que puedan atesorar recursos necesarios que les garanticen una pensión digna.
Por eso, señor Presidente, creo que estas soluciones de parche para resolver el problema de algunos sectores, con cupos que no todos van a alcanzar, es lo peor que podemos hacer. ¡Aquí el acento hay que colocarlo en una reforma!
Al respecto, se aprobó la formación de una Comisión -espero que la próxima semana todas las bancadas entreguen los nombres de los parlamentarios que la van a conformar- que formulará una propuesta de reforma previsional, para que no tengamos que realizar este mismo ejercicio cada cierto tiempo: darles explicaciones a los trabajadores y entregarles sucedáneos en reemplazo de un buen sistema.
Por lo anterior, señor Presidente, no obstante que voto favorablemente, insisto en que el fondo del problema no está resuelto. Solo se soluciona con una reforma al sistema previsional.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Sabag.


El señor SABAG.- Señor Presidente, desde luego anuncio que vamos a votar -es lo mínimo que podemos hacer- a favor de la idea de legislar, con el ánimo de que en las otras instancias el Ejecutivo pueda mejorar las condiciones de retiro de estos trabajadores abnegados, que viven sometidos a la presión de los miles y miles de usuarios que buscan ser atendidos en forma rápida y expedita. Pero como son tantos, muchas veces no se les puede atender con la prontitud que se requiere. Y esos funcionarios deben sufrir los embates y apremios que ello origina.
Conforme a las leyes anteriores, ha quedado un rezago de 1.300 trabajadores, los cuales, teniendo todos los derechos, por diversas razones no se pudieron acoger al beneficio.
Yo espero que ahora, ojalá, puedan ampliarse los cupos de quienes se van a retirar, porque aquí se habla solamente de 7 mil 700. Y, según los dirigentes, son muchos más los beneficiarios. Así lo expresaron en las Comisiones correspondientes.
A ellos se les otorga una bonificación equivalente a un mes de remuneración imponible por cada año de servicio, con un máximo de once meses, más 395 UF, ¿y cuánto es la renta que perciben, cuánto es la suma de esas dos cantidades? ¡Exiguas!
Hemos visto aquí las tribunas llenas de otros gremios para los cuales solamente el bono de término de conflicto ha significado 15 millones de pesos: ¡15 millones de pesos! ¿Quién de los trabajadores que ahora nos acompañan va a recibir esa cantidad?
Por eso, sostengo que es muy poco lo que se está dando.
Lamentablemente, como parlamentarios carecemos de facultades para otorgar una mayor bonificación. Eso le corresponde al Ejecutivo. Nosotros solo tenemos atribuciones para aprobar, rebajar o rechazar. Y, por supuesto, no vamos a rechazar, ni a rebajar. Por tal motivo, hoy le pedimos al Gobierno que mejore las condiciones de incentivo al retiro de estos abnegados trabajadores de nuestra patria, los cuales se van muy disminuidos debido a que los obligaron a traspasar sus fondos a una AFP y ahora solo pueden aspirar a recibir una pensión que representa la cuarta parte de lo que reciben mensualmente. ¡Con eso no pueden vivir! Van camino a la vejez, que es cuando más necesitan disfrutar de un buen ingreso para los últimos años de vida que les quedan, pero están siendo enviados a la pobreza y al atraso.
Por eso, apoyo este proyecto de ley, pues en algo les mejora las condiciones de vida a estos abnegados trabajadores de nuestra patria.
--(Aplausos en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, anuncio mi voto favorable a esta iniciativa legal, pero quiero efectuar algunas precisiones.
En primer lugar, los 7 mil 700 funcionarios que van a poder acceder al incentivo al retiro cubren el universo completo, el 100 por ciento de las personas que a partir del 1° de julio de 2010 cumplen 60 años, en el caso de las damas, y 65 años, en el de los varones, que son las edades establecidas para acogerse a jubilación.
No hay funcionarios comprendidos en la fecha que señalé que queden fuera.
También quiero precisar que las mujeres podrán elegir el momento de pensionarse o de presentar su renuncia. No están obligadas a hacerlo al momento de cumplir 60 años, lo cual me parece que es por una razón de enorme sentido común, pues cuanto más pronto se las obligue a jubilar van a tener cinco años menos de cotizaciones y cinco años más de cálculo en su pensión. Por consiguiente, sus pensiones, que ya son bajas, van a quedar un 30 por ciento más disminuidas que las de los hombres.
Este proyecto, además, busca adecuar ciertos requisitos para que todos puedan acceder al bono poslaboral.
En mi opinión, el problema que se presenta -y considero que hay que hacer un esfuerzo especial para resolverlo- dice relación con aquellos funcionarios que hemos llamado "rezagados". ¿Quiénes son ellos? Son los que habiendo podido acogerse a una ley anterior de incentivo al retiro, particularmente la que venció el 30 de junio de 2010, no lo hicieron. Y no lo hicieron porque, como la tasa de remplazo es tan pequeña, en muchos casos están todavía pagando sus casas, sus créditos hipotecarios; o bien, tienen hijos estudiando y, por lo tanto, no se hallan en condiciones económicas para acogerse a retiro. A ello se suma el hecho de que en los años 2008 y 2009 tuvo lugar una crisis económica que significó una fuerte caída en los fondos previsionales, los cuales recién a fines de 2010 comienzan a recuperarse.
Muchas veces fue el llamado de la propia autoridad la que les advirtió: "No es el momento de pensionarse, porque los fondos, en lugar de aumentar, han venido disminuyendo".
En esa situación existen, de acuerdo con los antecedentes que nos entregaron los gremios, 1.310 funcionarios. Y para ellos, en la Cámara de Diputados el Ejecutivo accedió a crear 200 cupos, pero faltan 1.100. Y estos 1.100 cupos, en mi opinión, es de entera justicia instaurarlos en este proyecto y en este trámite parlamentario.
Pienso así porque, además, se establece un cierto orden de prelación para ocupar esos 200 cupos de los llamados "rezagados". Y lo más probable es que los profesionales de la salud no entren en dichos cupos.
--(Manifestaciones en tribunas).
Por lo tanto, me parece que debemos darles a todos la oportunidad de acceder a los beneficios que entrega este proyecto.
El gran problema, a mi juicio, dice relación con quienes no se acogieron a la ley anterior de incentivo al retiro.
Por eso, señor Presidente, voto a favor y siento que debemos realizar la mayor cantidad de esfuerzos para, al menos, solucionar el problema de los llamados "rezagados".
--(Aplausos en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, sin lugar a dudas este es un proyecto importante.
Hemos tenido varias sesiones en la Comisión -entiendo, si mal no recuerdo, que fueron tres- destinadas a discutir este proyecto y a escuchar a distintas agrupaciones y asociaciones de funcionarios a los que va a beneficiar, o bien comprende.
Esta iniciativa no es nueva, pues repite una vez más algo sobre lo que ya se legisló en el pasado.
No voy a entrar a detallar cada una de las situaciones que se describen, ni los beneficios a los que los funcionarios y funcionarias públicos pueden acceder.
La Comisión votó en forma unánime a favor de la idea de legislar. En la tramitación en general de este proyecto se vieron una serie de aspectos que preocupan. Uno valora, obviamente, el esfuerzo que se hace (además reconocemos a las asociaciones que han logrado celebrar este acuerdo por la importancia que reviste), pero hay cosas que nos inquietan y que hicimos presentes durante la discusión en general al Ejecutivo.
Primero, que los años en la administración pública no estuvieran referidos solamente al sector salud, sino que comprendieran el trabajo en ella, en general. El Ejecutivo accedió a recoger este punto durante la discusión en particular.
Segundo, como señaló el Senador García, hay un conjunto de funcionarios que quedaron fuera en los procesos anteriores y los 200 cupos adicionales que se han consignado, claramente no son suficientes. Nosotros vamos a insistir para que se creen los 1.100 cupos que faltan.
Tercero, considerando que existen asociaciones que apoyan el proyecto que nos ocupa, y nosotros, obviamente, las respaldamos, en nuestra opinión, este es regresivo respecto de lo que se había logrado en los Gobiernos de la Concertación. Nos parece pertinente que el Ejecutivo explique por qué se rebajó el monto que recibían los profesionales, de 527 UF a 395; por qué se modificó la discriminación positiva de un mes adicional para las mujeres y rentas más bajas, y por qué se excluyó a las personas de mayor edad que no fueron beneficiadas con leyes anteriores y solo se otorgaron, mediante una indicación posterior, los 200 cupos que ya explicó el Senador García.
En el fondo, señor Presidente, y de acuerdo con lo que discutimos en la Comisión y conversamos con las distintas asociaciones (no solo tuvimos reuniones en la Comisión, pues me reuní con más de una de ellas fuera del ámbito del órgano técnico), quiero solicitar al Gobierno que incorpore en esta iniciativa diversas materias.
Primero, la adición de un mes de incremento en favor de las mujeres y otro de iguales características para los auxiliares, administrativos, técnicos y profesionales con menores remuneraciones.
--(Aplausos en tribunas).
Señor Presidente, aquí se hacen distintas reflexiones respecto del detrimento de las pensiones de nuestros trabajadores y trabajadoras.
Solo quiero decir que quizás donde mayor impacto existe entre la remuneración que se percibe y la pensión que finalmente se obtiene es en el sector salud. Esto ocurre porque lo que reciben mes a mes quienes laboran allí es absolutamente distinto del monto por el cual se les impone. Y ello genera una brecha, la que repercute cuando se acogen a retiro.
Discutimos el punto, señor Presidente, al ver qué pasaría con las mujeres cuando accedieran al posnatal extendido, pues se iba a provocar una brecha -valga la repetición- significativa. El Gobierno no resolvió ese problema. Así, hoy día más de alguna funcionaria tiene un posnatal que difiere de su remuneración. Y eso favorece al Fisco, pues el Estado se ahorra toda la diferencia.
En segundo término, le solicito al Ejecutivo incorporar a todos los funcionarios y funcionarias actualmente en servicio que cumplieron los requisitos exigidos antes del 30 de junio del 2010 y no pudieron retirarse durante la vigencia de la ley N° 20.282 (los rezagados), eliminando el tope de 200 cupos.
En tercer lugar, le pido reponer las 527 UF del bono adicional para profesionales y directivos que fijó la ley N° 20.282 o establecer un mecanismo de compensación para la rebaja de las 132 UF que dispone la ley en proyecto con respecto a las legislaciones anteriores.
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Perdón, señora Senadora, pero concluyó su tiempo.
Su Señoría tiene un minuto adicional.
La señora RINCÓN.- Muchas gracias.
Señor Presidente, avanzar en mayor dignidad para los trabajadores de la salud pública es un imperativo ético para quienes tenemos el orgullo de representar a los ciudadanos en el Senado.
Mejorar las condiciones de retiro de los funcionarios, muchos de ellos afectados por el daño previsional causado durante el Gobierno militar y el cambio en nuestro sistema jubilatorio, es posible. Si somos capaces de hacerlo, les daremos acceso a una pensión que les permita vivir con dignidad.
Espero que en la discusión particular logremos acercar posiciones y perfeccionar lo que ya han conseguido las asociaciones de funcionarios, que obviamente merece nuestro reconocimiento.
Por ello, apruebo la idea de legislar.
--(Aplausos en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Zaldívar.


El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, una vez más estamos en el Parlamento conociendo este tipo de proyectos, que pretenden subsanar en mínima parte el daño causado a los funcionarios del Estado al habérselos cambiado de régimen previsional en 1982.
Precisamente, hace algún tiempo me tocó participar, con trabajadores de la Contraloría, de la salud, de las municipalidades, con gente afiliada a la ANEF, en una reunión en la que se propuso buscar una fórmula que no fuera de parche, para dar solución a un sector, y que permitiera recuperar el daño previsional. Y muchos Senadores suscribieron acuerdos unánimes para mandarle al Ejecutivo una idea que posibilitara legislar sobre la materia.
¿En qué consiste el daño previsional?
El año 1982, por presiones que se ejercieron sobre ellos y porque entendieron que recibirían un beneficio adicional al no tener que hacer todas sus cotizaciones, numerosos funcionarios se trasladaron al sistema nuevo.
Sin embargo, la realidad fue otra, como ya se ha dicho aquí. Y muchas veces quienes jubilan a través del sistema antiguo perciben pensiones equivalentes al doble, e incluso más, de las que reciben aquellos que se traspasaron al de las AFP.
Por eso propusimos crear el llamado "fondo solidario", que sería administrado por el Instituto de Previsión Social, al cual se reintegraría, por decisión de cada funcionario, la totalidad de sus ahorros en las AFP, más los bonos de reconocimiento. Y, a su vez, el Estado haría un esfuerzo financiero para complementarlos, de manera que la persona restituida al sistema antiguo pudiera jubilar con una tasa de reemplazo razonable, que hoy día, en el sistema antiguo, bordea el 50 a 60 por ciento.
El señor BIANCHI.- El 70 por ciento.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- En efecto, llega hasta el 70 por ciento.
No se nos ha hecho caso hasta el momento. Y por eso deberemos seguir legislando como se plantea hoy.
En el fondo, la gente a la que se le otorgan jubilaciones de esta índole recibe -discúlpenme la expresión- una aspirina. Porque se le entrega una pensión que normalmente -esto se reitera en todos los sectores: salud, municipal, educación, administración central-, como en el caso de la persona que aquí se mencionó, no va más allá del 30 por ciento. Y para compensarla se le da una bonificación complementaria de 50 mil pesos, más la indemnización.
¡Eso no es admisible!
Entonces, debemos buscar un mecanismo para que todo ese contingente de funcionarios del Estado pueda renovar su sistema jubilatorio, de acuerdo a normas más positivas y que permitan percibir una pensión digna.
Esta iniciativa incurre en lo mismo que las precedentes: da lo menos posible (porque otorga beneficios inferiores a los previstos en la ley anterior).
Además, como se ha dicho aquí, no contempla a los 1.300 funcionarios que no pudieron acogerse a jubilación en el momento en que lo deseaban porque eso habría significado hacerlo en peores condiciones, ya que los fondos previsionales estaban en caída y, por tanto, las pensiones habrían sido más bajas.
En consecuencia, a esos funcionarios no se los puede someter a cuotas de 200, 250 o 300 cupos. Hay que aplicar un criterio objetivo: todos aquellos que cumplían los requisitos en su momento deben tener derecho aunque sea al beneficio mínimo que se otorga mediante este proyecto.
Aquí se ha dicho que con 8 mil cupos todos serán considerados.
Si vamos a cubrir a la totalidad, ¡para qué poner cupos! ¡Beneficiemos a todos en forma objetiva!
Recientemente discutimos en el Senado el llamado "salario ético". Se planteaba otorgar a las familias pobres asignaciones condicionadas; por ejemplo, a que la mujer encontrara empleo. Y logramos que el Gobierno cambiara su criterio, pues también quería fijar cuotas que favorecían a algunos y dejaban fuera a otros.
¡Este debe ser un derecho garantizado!
¡Qué ha de ser más garantizado que el derecho a la previsión, al igual que el derecho a la salud!
Señor Presidente, pienso que en la discusión particular deberemos procurar que el Ejecutivo reflexione en el sentido de que este beneficio debe concederse a todas las personas que cumplan los requisitos de edad y los demás que determine la ley y que voluntariamente se acojan al sistema.
Les digo lo siguiente, Honorables colegas: yo he visto en mi Región y en numerosas otras partes que mucha gente toma estos beneficios porque es lo único que puede lograr; y tiene la esperanza de sobrevivir algún tiempo con los 10 millones o la cifra que reciba. Pero estoy seguro de que la mayoría de esas personas deberán seguir trabajando hasta que se lo permitan sus fuerzas, porque es imposible vivir con una pensión de 150 mil a 200 mil pesos luego de haber recibido en actividad una remuneración de 500 mil a 600 mil pesos.
En tales condiciones no se puede jubilar. Obligar a hacerlo implica vulnerar un derecho esencial.
Por eso, pienso que hemos de buscar la manera -y es un deber del Parlamento y del Gobierno- de que todos los pensionados dañados previsionalmente por la reforma del año 1982 puedan rejubilarse de acuerdo a las normas del sistema antiguo, reintegrando sus imposiciones y haciendo las reliquidaciones necesarias.
Esa será la única forma de solucionar el problema. Si no (acuérdense de mí), seguiremos trayendo al Congreso proyecto tras proyecto; continuaremos peleando cada vez por un poco más, e incluso, impidiendo que se les rebajen los derechos a los trabajadores, por no haber resuelto el problema de fondo.
Voy a votar a favor en general, pero me jugaré por que ojalá el Gobierno rectifique en las cosas mínimas que le estamos pidiendo: que no haya cupos, que se le reconozca a toda la gente el derecho a hacer efectivo el beneficio que se otorga mediante la iniciativa en discusión. Ello no va a solucionar todas las dificultades de los trabajadores de la salud, pero por lo menos constituirá un paliativo.
Voto que sí.
--(Aplausos en tribunas).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, primero haré un comentario de carácter general.
Tal vez pueda resultar difícil, pero no porque las cosas se hayan venido haciendo de cierta forma durante años uno debe dejar de pensar que es posible cambiarlas.
Me parece que la negociación individual con cada uno de los gremios en los distintos sectores del ámbito público genera diferencias que pueden ser odiosas, y a veces, de difícil explicación y de más difícil aceptación.
Entonces, primero hay que ver si es factible pensar en criterios fijos, estables, para aplicarlos en las diversas situaciones que se enfrentan en distintos Ministerios a fin de generar el incentivo al retiro.
Después de ese comentario general, debo puntualizar que este proyecto -no me cabe duda de que se aprobará la idea de legislar; y voy a contribuir a ello- requiere modificaciones. Y, en esta línea, al menos hay que jugarse por introducir cambios que produzcan un grado más alto de justicia en materia de incentivo al retiro. Pero, por sobre todo, es necesario reflexionar primero acerca de por qué estamos discutiendo sobre este.
¿Por qué surge dicho incentivo? Porque se dice: "Quiero generar un estímulo para que funcionarios públicos den un paso al costado tras haber trabajado durante años recibiendo remuneraciones a veces no de las mejores y cotizando en las AFP por la renta imponible y no por la real" (esto último tiene más repercusión en los estamentos directivos, profesionales y administrativos que en los técnicos y auxiliares).
Al final del día, tratamos de "cuadrar el círculo", sin hacer verdadera justicia. Porque lo que hay detrás de esto sí que es notable: se llama "incentivo al retiro", pero no es solo para que en la carrera funcionaria puedan ascender quienes están en cargos inferiores, sino también para complementar una pensión magra.
Eso está detrás: una pensión insuficiente.
A ningún Ministro de Hacienda -ni al actual ni a los anteriores- le gusta hablar de "daño previsional".
¡Pónganle el nombre que quieran! Pero lo que estamos haciendo acá, en último término, es entregar una cantidad de dinero a funcionarios públicos porque la pensión es mala.
Esa es "la verdad de la milanesa". No hay otra.
Pónganle al incentivo al retiro el nombre que quieran. Podrían llamarlo "incentivo a la carrera funcionaria"; porque, como alguien va a aceptar lo que se le da, se retirará y vamos a estimular la carrera de quienes se queden trabajando.
Sin embargo, lo cierto es que existe un daño previsional.
Como bien dijo el Senador señor Zaldívar, detrás de esto se encuentra el hecho de que hubo funcionarios que se cambiaron a un sistema nuevo: el de las AFP.
--(Manifestaciones en tribunas).
No he terminado de hablar.
¡Fueron cambiados!
--(Manifestaciones en tribunas).
¡No existía alternativa, porque el Régimen de la época obligaba a cambiarse! Muy pocos pudieron quedarse en el sistema antiguo; y debieron soportar muchas presiones.
Ciertamente, hay que modificar lo relativo a los rezagados y al financiamiento. Pero en lo concerniente al diferencial, con una reflexión, hago un llamado a pensar.
Se dice: "Queremos igualdad para todos".
Pues bien, si el origen es el daño previsional, yo pregunto: proporcionalmente, ¿quiénes lo sufren con mayor fuerza? Los de rentas más altas, quienes cotizaron en función de la remuneración imponible y no de la real. Como bien expresó la Senadora Rincón, en el sector salud existe una cantidad de gratificaciones y de agregados que exceden la renta imponible; sobre esos dineros no se cotiza.
Por consiguiente, si el criterio es el de corregir el daño previsional, se debe buscar un mecanismo que nivele, no hacia abajo, sino hacia arriba.
Pero hay que hacerse cargo...
--(Aplausos en tribunas).
¡Por favor, no me interrumpan!
¿Saben lo que pasa? Que esto genera una división profunda también entre los trabajadores de la salud.
Entonces, procuremos no aportillarnos.
Se trata, pues, de tener un sistema que haga justicia, aunque tardíamente.
Está claro que el sistema de AFP no funcionó. Porque no es posible que todos los Gobiernos, del color que sea, estén cada dos años otorgando un incentivo al retiro, que no es otra cosa que expresar: "Mi amigo, lo voy a compensar".
A la gente que dice "Queremos igualdad para todos" le formulo una pregunta: ¿Qué igualdad hay para los trabajadores que no están en el sector público? ¿A cuál de ellos le van a dar 15 millones, 12 millones, 20 millones de pesos? ¡A ninguno!
Yo sé: "igualdad para todos".
Señor Presidente, va a concluir mi tiempo. Le pido algunos segundos adicionales.
El señor ESCALONA (Presidente).- Un minuto, señor Senador.
El señor LAGOS.- Muchas gracias.
Señor Presidente, respecto de la "igualdad para todos", alguien (no sé si el Senador Ruiz-Esquide) habló de los bonos de 15 millones por término de conflicto en el sector minero.
¡Aquello equivale a lo que, conforme a este proyecto de ley, se van a llevar los funcionarios de los grados inferiores del sector salud!
En consecuencia, si vamos a hacer justicia, intentemos reconocer que existen diferencias. No se trata de igualar hacia abajo. Pero si se desea reparar el daño previsional, hay que hacerse cargo de que las remuneraciones, que fueron diferentes y cuyo total no se trasuntaba en las imposiciones, deben reflejarse en el incentivo al retiro.
Por último, tengamos conciencia de que cuanto estamos haciendo acá es para el sector público.
Millones de chilenos no tienen ni el ISP ni nada por el estilo: "AFP, mi amigo, si es que cuenta con plata para imponer. De lo contrario, se va a quedar sin nada y solo podrá recibir la pensión básica solidaria de la Presidenta Michelle Bachelet".
--(Aplausos en tribunas).
El señor ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quintana.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, se nos ofreció una nueva forma de gobernar; se nos ofreció excelencia. Sin embargo, en una materia tan delicada y compleja como esta se nos ofrece el mismo mecanismo usado por Gobiernos anteriores.
Y este no es el primer proyecto de tal naturaleza. Espero, sí, que sea el último.
Porque, si existen hoy en el mundo síntomas de agotamiento del orden social o de las estructuras económicas por percibirse como injustos son, precisamente, los que aluden a este tipo de inventos.
Yo tenía 14 años cuando, en 1981, veía en la televisión a los "genios" que decían: "No seas quedado. Cámbiate al nuevo sistema".
Como bien señalaban algunas de las personas que nos acompañan hoy, para algunos trabajadores, especialmente del sector público, fue una obligación. No se le preguntó a nadie si quería cambiarse o no; si quería o no salir del sistema de las antiguas cajas de previsión. ¡Había que hacerlo!
Por supuesto, en el sector privado se dieron algunas facilidades, se posibilitó elegir.
En definitiva, la inmensa mayoría de los cotizantes terminó en lo que todos sabemos: un sistema absolutamente colapsado.
El Gobierno de la Presidenta Bachelet hizo una reforma para quienes no tenían cotizaciones previsionales, mas no para solucionar el problema a que estamos abocados ahora. Y, como decía recién el Senador Lagos, no fue la idea que una reforma con pilares solidarios terminara resolviendo la situación de personas que, según expresaba el Honorable señor Bianchi, impusieron durante 39 años para obtener una pensión de 114 mil pesos.
Alguien me preguntaba esta mañana: ¿Y qué es esto de ser de Izquierda?
Ser de Izquierda -por lo menos así lo concibo yo- es estar en contra de un sistema previsional tan injusto, tan desquiciado como el que se diseñó en Chile.
No olvidemos que las AFP, cuyas utilidades todos conocemos, prestan parte de los recursos que recaudan a los bancos, a una tasa de 6 por ciento. ¿Y qué hacen estos? Los prestan a las mismas personas que están en tribunas, a los 7 mil 800 funcionarios que se pensionarán en el nuevo sistema.
Eso es desquiciado. Es un síntoma del agotamiento, del hastío que el modelo impuesto provoca en Chile y el resto del mundo.
Recordemos que algunos "genios" de nuestro país quisieron exportar el "modelito" a otras naciones. Pero al menos en las que han querido copiarlo ha habido más garantías, porque se mantuvieron los sistemas estatales.
En Chile, algunos sectores políticos plantearon hace tres o cuatro años la creación de una AFP estatal, y pareció que el mundo se iba a acabar. El proyecto quedó archivado, y nunca más se volvió a hablar del asunto.
Por supuesto, señor Presidente, voy a votar a favor de la idea de legislar, en la perspectiva de que durante la discusión particular se puedan abordar los problemas pendientes.
Es cierto: se beneficia a varios miles de funcionarios, pertenecientes a los servicios de salud, a la Central de Abastecimientos, a las distintas Subsecretarías del Ministerio de Salud. También lo es que el incentivo en comento se ofreció hace algún tiempo para la atención primaria. Por tanto, uno puede decir: "Cómo no hacerlo asimismo con ese importante segmento de esforzados y abnegados servidores públicos".
A propósito, debo puntualizar que en las Regiones afectadas por el terremoto -las conozco bien- varios de esos trabajadores debieron laborar -algunos lo hacen todavía- en carpas y en hospitales modulares, en pésimas condiciones, con turnos extenuantes y con realidades como las descritas aquí por varios Senadores y en las que no quiero abundar.
En consecuencia, se trata de un daño previsional inconmensurable, que atenta contra uno de los derechos más importantes del ser humano.
Creo que eso nos debe hacer reflexionar. Porque, cuando a lo largo del mundo vemos a los "indignados" y cuando en Chile observamos que emerge una sociedad con nuevas demandas, se nos está diciendo: "Señores políticos, o ustedes se hacen cargo de esto, o los cambios van a venir igual". Así ha ocurrido en otras partes del orbe. Y nos van a pasar por el lado.
Esta normativa guarda directa relación con el problema de las AFP. Y lo digo a manera de autocrítica. Porque si nosotros, la Concertación, perdimos el Gobierno, en gran medida se debió a que no quisimos ver el problema, a que nos hicimos los lesos, a que barrimos para debajo de la alfombra. "No, si estamos bien. Mire lo bonito que lo hizo la Concertación 20 años atrás.". Pero no estamos pensando en los 20 años que vienen.
Y cabe recordar la deuda histórica con los profesores.
Son muchos los asuntos en que también tenemos que asumir nuestras responsabilidades. Ofrecimos un proyecto socialdemócrata al país en 1989, pero terminamos administrando un modelo neoliberal.
Tiene razón el Senador señor Ruiz-Esquide al hacer presente que los primeros intentos por detener la situación fueron en 1990. Los Gobiernos de la Concertación encontraron en el suelo la infraestructura hospitalaria. Y no solo lo anterior, sino que también se presentaba la condición de miles de trabajadores. Los establecimientos tenían el puro letrero de hospital, pero no existían. Todo ello deparó grandes esfuerzos.
Y a propósito de la reforma tributaria de la cual se habla hoy, el Gobierno está reconociendo finalmente un miserable perfeccionamiento...
El señor ESCALONA (Presidente).- Dispone de un minuto más, Su Señoría.
El señor QUINTANA.- ...para financiar una reforma educacional que nadie sabe a qué alude, que nadie sabe cuál es. Un cambio de verdad debiera permitirnos abordar de manera definitiva, de fondo, las dificultades que afectan y van a seguir afectando a muchos chilenos en el futuro, como la que presenta el sistema previsional.
Voto a favor, señor Presidente, sin garantizar mi voto en particular, en la perspectiva de que tiene que mediar un mejoramiento en la etapa siguiente.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
El señor ESCALONA (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, percibo que el Gobierno se puso duro en la materia y ha sometido a lo que el Senador que habla podría considerar una especie de chantaje: "Tómenlo o déjenlo", quedando muy poco espacio para el diálogo.
Cuatro grandes inquietudes se han expuesto en el debate. La primera de ellas es que todas las agrupaciones recibidas por la Comisión han planteado el caso de los rezagados, que serían alrededor de mil 300 funcionarios, en circunstancias de que solo se contemplan 200 cupos para los efectos de la iniciativa.
Además, los asociados de la FENPRUSS -representantes de la entidad nos acompañan en las tribunas- no califican para ocuparlos, en razón de contar con rentas más altas que el promedio.
El segundo punto se refiere a aumentar la bonificación adicional de 395 a 527 unidades de fomento, para mantener, en esta forma, el beneficio otorgado por leyes anteriores de incentivo al retiro.
El tercero se vincula con la consideración de un mes adicional -lo ha planteado también la Senadora señora Rincón- de bonificación para las mujeres.
Y el cuarto dice relación con que no se exija postular dentro de un determinado año cuando se cumpla el requisito de edad, sino que sea posible hacerlo durante toda la vigencia de la ley, sin límites.
Si pudiéramos resolver estos topes en el transcurso del debate en particular, se podría concluir: "Avanzamos". Estamos votando la aprobación en general.
Confío en que el Gobierno, al que se le abre una extraordinaria posibilidad de dar una señal concreta de preocupación respecto de un sistema perverso -es, en el fondo, lo que estamos discutiendo- como el de las administradoras de fondos de pensiones, pueda manifestar consideración. Porque se despachan constantemente cuerpos legales para parchar la cuestión central, que es la imposibilidad de obtener pensiones justas. Es algo que aquí se ha planteado.
CENDA, en el estudio "Resultados para sus afiliados de las AFP y Compañías de Seguros Relacionadas con la Previsión, 1982-2008", disponible en su página web, se pregunta: "¿Es posible terminar de inmediato con el sistema de AFP y restablecer en Chile el sistema público de reparto, tal como acaba de hacer el Gobierno Argentino?". Estoy leyendo antecedentes casi de fines de 2010. Y se expone que "La factibilidad financiera de dicha medida: queda de manifiesto al comprobar que las cotizaciones y aportes anuales efectuados al sistema por los afiliados y el fisco, resultan más que suficientes para financiar el pago anual de todas las pensiones, tanto las públicas como las privadas, quedando un excedente sustancial; aparte de la totalidad del fondo de pensiones acumulado, que puede ser ahorrado para el futuro.".
Entonces, tenemos claramente una tarea pendiente. El sistema de las administradoras de fondos de pensiones tiene que ser reformulado en forma urgente.
Y a quienes amenazan incluso con recurrir al Tribunal Constitucional sosteniendo que el Estado no puede imponer una sola forma de ahorro previsional les hemos opuesto: "Entonces, que exista una AFP estatal". En salud funcionan FONASA y las isapres. En materia previsional, tómalo o déjalo: operan solo las administradoras. Para nadie es posible decidir. Y los campeones de la libertad y de la libertad de mercado expresan, una vez más: "Ahí están las AFP". No hay competencia. Repito: tómalo o déjalo. No hay dónde elegir.
Por cierto, es una discusión que viene. Porque el problema que afecta a quienes nos acompañan en las tribunas, esforzados funcionarios profesionales y técnicos que se han desempeñado durante 30 a 40 años, y que se resuelve ahora con un proyecto de ley de parche, lo van a tener todos los que vienen detrás. La realidad que viven se repetirá en sus compañeros que hoy día ingresan al sistema, porque este no va a lograr resolver la situación de fondo de todos los trabajadores. Por lo tanto, se plantea -repito- una solución de parche, la cual, además, no contempla ni satisface todas las peticiones, de modo que quedará una deuda para el Gobierno actual o para el próximo.
O la Derecha enfrenta la cuestión hoy día, o lo hará la Oposición. Pero alguien tendrá que hacerlo, porque el sistema no resiste más: es inmoral y claramente atentatorio. Las administradoras de fondos de pensiones siguen ganando dinero, aun cuando se registren pérdidas y no aumente la ganancia para los afiliados.
En consecuencia, señor Presidente, espero que el Gobierno dé espacio para poder discutir en particular los cuatro puntos de tope que he mencionado, y que no nos basemos, por cierto, en la pugna que pueda registrarse entre las asociaciones de la Salud, sino que intentemos resolver el problema de todos.
Es preciso apresurar el debate. Hay gente que está muriendo. Hay gente que está perdiendo toda posibilidad de jubilar. Procedamos en forma rápida. Pero la voluntad para este efecto solo radica en el Ejecutivo: los parlamentarios no tenemos iniciativa en la materia.
Confío en que Ministros de gran capacidad como el señor Longueira, quien nos acompaña, puedan comprender que la cuestión le va a provocar un grave daño al Gobierno y que se cuenta, en definitiva, con los recursos para resolverla, porque se está pidiendo muy poco: migajas. Y este último tiene los recursos para resolver el problema en el caso de todos los funcionarios de la Salud.
Voto a favor.
¡Patagonia sin represas, señor Presidente!
¡Nueva Constitución, ahora!
--(Aplausos en tribunas).
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?


El señor ESCALONA (Presidente).- Terminada la votación.
--Por 33 votos a favor y un pareo, se aprueba en general el proyecto, fijándose plazo hasta el lunes 4 de junio, a las 12, para la presentación de indicaciones.
Votaron las señoras Allende, Alvear, Pérez (doña Lily), Rincón y Von Baer y los señores Bianchi, Cantero, Chahuán, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), García, García-Huidobro, Girardi, Horvath, Kuschel, Lagos, Larraín (don Hernán), Larraín (don Carlos), Letelier, Muñoz Aburto, Navarro, Novoa, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Ruiz-Esquide, Sabag, Tuma, Walker (don Ignacio), Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).
No votó, por estar pareado, el señor Coloma.