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CREACIÓN DE SERVICIO NACIONAL FORESTAL


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, el forestal es el segundo sector exportador y el primero basado en un recurso natural renovable de nuestro país. Participa del 3,1 por ciento del PIB nacional y genera 130 mil empleos directos y más de 300 mil indirectos.
Todos sabemos la importancia que ha adquirido para el desarrollo de nuestro país. Y, por tanto, la permanencia e impacto que se proyecte hacia el futuro dependerá, en gran medida, del proceso de sustentabilidad y de las capacidades de las instituciones que lo acompañen.
El proyecto en discusión se enmarca en una obligación legal originada en una iniciativa que se tramitó en enero de 2010. Su propósito es crear un servicio forestal descentralizado, dependiente del Ministerio de Agricultura, sujeto al sistema de Alta Dirección Pública. Para los efectos legales, es continuador de parte de las actuales funciones de la CONAF, pero todos suponemos que ello no implica asumir también sus debilidades. Por el contrario, existe acuerdo entre los actores en que este es el momento en que se puede crear un servicio de calidad, conforme a la realidad del sector y a la importancia que tiene el capital natural para Chile.
Es más: algunos ambiciosos, legítimamente, han planteado la necesidad de crear la Subsecretaría Forestal.
--(Aplausos en tribunas).
¡Qué duda cabe de que nos encontramos frente a un proyecto de ley fundamental para el desarrollo del sector forestal y para la conservación de parte de nuestro patrimonio natural!
La primera pregunta que debemos hacernos, entonces, es cuánto mejor queda el sector, y por ende el país, si esta iniciativa se materializa y se aprueba tal como está. Desgraciadamente, su articulado no da la debida relevancia a temas claves para la nueva institucionalidad, como, por ejemplo, la sustentabilidad en el desarrollo del área forestal, que es mucho más que temas productivos; las deficiencias en la determinación de competencias del Servicio; la falta de especificidad de funciones y objetivos, y las condiciones laborales de los trabajadores del nuevo organismo.
--(Aplausos en tribunas).
Por esto, en las Comisiones unidas de Agricultura y de Medio Ambiente y Bienes Nacionales los Senadores de la Oposición planteamos una serie de observaciones y propuestas al proyecto de ley ingresado por el Ejecutivo -a muchas de ellas se sumó también el Senador Horvath-, las que debían ser subsanadas para disponer de una normativa que ayude a tener un mejor país y las capacidades que los tiempos del desarrollo demandan para Chile.
Las principales deficiencias se plasman en los siguientes puntos:
1.- El proyecto de ley resulta pertinente siempre que le dé la debida relevancia a la sustentabilidad del sector forestal. El texto en debate transforma a la CONAF en un servicio público descentralizado, resolviendo un problema de naturaleza jurídica observado por el Tribunal Constitucional y la Contraloría General de la República. Sin embargo, pierde la oportunidad de crear un servicio con la envergadura requerida para el sector y no incluye herramientas de peso para abordar los desafíos de la sustentabilidad ni para fortalecer las facultades de fiscalización.
2.- Superposición de competencias en temas de conservación ambiental en general y de biodiversidad y de áreas protegidas en particular. Esto se produce en dos ámbitos. Primero, en la necesidad de que el fomento del sector se base en el desarrollo sustentable, lo que implica, por cierto, la consideración y el desarrollo amplio de criterios de conservación de los recursos involucrados en todos los aspectos productivos, como una condición ineludible de sustentabilidad y factor de competitividad en el mundo actual. Y segundo, en los aspectos vinculados con el ámbito estricto de conservación. Por ejemplo, en la definición y fiscalización de políticas y normas con objetivos ambientales. Los contenidos implican claramente una superposición de competencias con el Ministerio del Medio Ambiente y con las propuestas del nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, cuestiones ya discutidas con ocasión de la búsqueda del perfeccionamiento de la institucionalidad ambiental.
La biodiversidad, señor Presidente, debe protegerse en todo el país, incluyendo los territorios dedicados a procesos productivos, y no quedar restringida solo a las áreas protegidas. Una visión reductiva como esta no haría viable la sustentabilidad del sector forestal.
3.- Falta de especificidad en las funciones del Servicio. El articulado del proyecto es inconsistente y no se condice del todo con el objeto del organismo planteado. No es claro en señalar si este tendrá una función netamente de fomento productivo, aunque indica, sin explicitarlo, al desarrollo sostenible como uno de sus objetivos. Es conveniente, entonces, incluir en el proyecto instrumentos y mecanismos principales que hagan posible trabajar en esa perspectiva.
4.- Falta explicitar cuál es el objeto de preocupación del Servicio. El proyecto señala una multiplicidad de funciones, sin determinar con exactitud su objeto de preocupación central, y utiliza numerosos conceptos, sin explicitarlos ni darles coherencia a lo largo de su desarrollo.
5.- Implicancias de la continuidad legal de la CONAF en el nuevo servicio. Existe la necesidad de aclarar que el Servicio Forestal se fortalece solo en aquellas funciones y atribuciones que le está confiriendo el presente proyecto, excluyendo aquellas materias transferidas a otras instituciones. En este caso, la ley N° 20.417 le otorga competencias al Ministerio del Medio Ambiente, desarrolladas en el proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas, y que en la actualidad siguen siendo ejecutadas por la CONAF, en tanto no se legisle sobre el mencionado Servicio. Por ello, se debe trabajar para que la aprobación de este proyecto se haga en conjunto con aquel que cree el Servicio de Biodiversidad. Lo anterior, para evitar que existan áreas silvestres protegidas que sean temporalmente administradas por la CONAF o por el Servicio Nacional Forestal, que no tienen esa responsabilidad, y con el fin de compatibilizar, de manera eficiente y eficaz, los necesarios procesos de desarrollo sustentable y de conservación del patrimonio natural chileno.
6.- Régimen jurídico aplicable a los trabajadores. La actual regulación en materia laboral incluida en el proyecto de ley que crea el Servicio Nacional Forestal aplica normas de la Ley de Bases de la Administración del Estado a trabajadores regulados por el Código Laboral. En esta materia se deben aclarar las implicancias que esto tendrá para los derechos de los trabajadores. También se debe resguardar que la incorporación de estos al Servicio Nacional Forestal y al Servicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas no signifique una disminución de remuneraciones ni modificación alguna de sus derechos laborales y previsionales.
Pero, señor Presidente, no solo eso: además debemos abordar la creación de estos servicios pensando en grande y no haciendo que los trabajadores adquieran más y más funciones sin tener horarios adecuados, turnos de reemplazo y una regulación que permita evitar lo que hemos visto en los incendios en las Torres del Paine o, sin ir más lejos, en los que sufrieron la Región del Maule o la del Biobío.
--(Aplausos en tribunas).
Señor Presidente, en este punto, no se trata de una pelea gremial, ni tampoco de cuánta plata más o cuánta plata menos, sino de si queremos, de verdad, crear un Servicio Nacional Forestal con recursos, con preparación, con personal, con normas de prevención, con equipamiento adecuado, con resguardos que hagan que el trabajo en el Servicio sea un trabajo digno, decente, que efectivamente mire a un país que quiere ser desarrollado.
El Ejecutivo, con el ánimo de que este proyecto sea aprobado esta tarde, se ha comprometido a presentar una serie de indicaciones que apuntan a parte de las observaciones señaladas. Pero, aun así, después de revisar los borradores que nos entregó, consideramos que su planteamiento es insuficiente, por cuanto lo fundamental ahora es la perspectiva a mediano y largo plazo, mediante la fijación de reglas del juego que verdaderamente hagan del sector un ejemplo de sustentabilidad y estabilidad para el país.
En este marco, señor Presidente, resulta fundamental, primero, crear un servicio público acorde con las necesidades actuales del sector forestal, y segundo, tramitar el presente proyecto en forma conjunta con el que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas.
Al votar la iniciativa en debate, es imprescindible considerar los elementos mencionados, pues esta es una gran oportunidad para potenciar el desarrollo sustentable del sector forestal en nuestro país.
El interés principal no debe estar puesto en subsanar un problema jurídico de la CONAF, en cómo arreglar la falta de institucionalidad para seguir aplicando el decreto ley Nº 701. Tenemos que crear el servicio que nuestro país necesita para desarrollarse en forma sustentable. ¡Debemos comprender que los bosques no son solo plantaciones!
Señor Presidente, votar el proyecto en debate sin discutir el que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas no parece ni adecuado, ni eficaz, ni eficiente. Debemos hacer una discusión desde lo general a lo particular, y no al revés, como pretende el Ejecutivo. Discutir la institucionalidad de la CONAF en el contexto del uso y conservación de biodiversidad como patrimonio natural es lo que consideramos pertinente.
Lo que falta es un nuevo paradigma, donde se valore nuestro capital natural y se lo use de manera sustentable a fin de que contribuya a la calidad de vida de todos los chilenos, pero en sus distintas acepciones y no solo en los usos madereros. ¿Cómo vendemos una imagen turística si uno de nuestros mayores patrimonios es anualmente atacado por el fuego y por prácticas no sustentables? Este es un cambio, como sociedad, en que debemos pasar de habitantes de un territorio a ciudadanos responsables de un país mejor para todos.
El daño a los bosques y a la biodiversidad debe ser objeto de fuerte sanción, pero también ha de contar con programas de creación de una cultura ambiental para el desarrollo sustentable que permita soportar las decisiones de ocupación de los territorios y en el cual la prevención de incendios sea uno de los ejes centrales.
El señor ESCALONA (Presidente).- Concluyó su tiempo, señora Senadora.
La señora RINCÓN.- Le pido un minuto más, señor Presidente, para terminar.
El señor ESCALONA (Presidente).- Muy bien.
Puede proseguir, Su Señoría.
La señora RINCÓN.- Gracias.
Es urgente reformar la CONAF -qué duda cabe-, pero también es muy relevante reconocer que ahora es el momento de ajustar las capacidades para conservar, cuidar y usar el patrimonio natural chileno. Así, la biodiversidad y los recursos naturales del país serán realmente efectivos en apoyar un desarrollo sostenido.
Por cierto, la institucionalidad forestal no puede estar marginada de este proceso, pero debemos hacerlo en serio.
Por ello, si el Ejecutivo no quiere dar una nueva mirada a este problema, votaremos en contra de la ley en proyecto.
--(Aplausos en tribunas).