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NULIDAD DE DESPIDOS PARA RECONTRATACIÓN DE TRABAJADORES POR UNA REMUNERACIÓN INFERIOR


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, estimados colegas, el proyecto de ley que estamos debatiendo en esta Sala tiene un objetivo -señalado explícitamente en el informe de la Comisión de Trabajo- que nos debería unir a todos y a todas: establecer la nulidad del despido de un trabajador cuando este se realice con el fin de contratarlo nuevamente, ya sea en forma inmediata o en un período próximo, por una remuneración inferior a la pactada.
Durante la discusión en la Comisión de Trabajo, contamos con la presencia de los autores de esta iniciativa legal: mis colegas Pedro Muñoz y Camilo Escalona, quienes expresaron con claridad que el propósito de ella es evitar que los trabajadores sean despedidos para luego ser recontratados por el mismo empleador con idénticas funciones, pero con una remuneración inferior a la que percibían al momento de su desvinculación.
Dicha situación representa una flagrante vulneración a los derechos fundamentales de los trabajadores y, lamentablemente, es de ordinaria ocurrencia en la realidad laboral de nuestro país, como señaló en su oportunidad el Senador Pedro Muñoz.
Déjenme decirles, estimados colegas, que comparto de manera plena lo expresado por él. Me ha tocado ver esta situación en las comunas de la Región del Maule Sur. Desgraciadamente, tal figura legal es de común acaecimiento. Es más, el martes 9 de agosto, el Presidente de la Federación de Sindicatos de Supermercados "Bigger", Roberto Nahuelpán, denunció que en las Regiones de Los Ríos y Los Lagos iban, a la fecha, cerca de 1.200 trabajadores despedidos por parte de la empresa conforme a la figura de una supuesta "reestructuración". Se ha marginado a personal con contrato indefinido, cambiándoselo por uno a tiempo parcial, precarizando aún más las condiciones de empleo que, en muchas de esas grandes tiendas, son abusivas y conocidas por todas y todos los que estamos acá. Ello figura en los medios de prensa; no es una invención mía.
En efecto, el mecanismo de despedir a los empleados para recontratarlos por un salario menor se ha vuelto una herramienta común y se usa como un elemento de presión para obligarlos a aceptar la disminución de sus remuneraciones. De esta forma, ante el temor de ser despedidos, se les rebajan los salarios bajo un aparente consenso entre las partes, el que claramente no es tal. Así se desvincula transitoriamente al trabajador para después recontratarlo, consignando en el nuevo contrato un sueldo inferior en virtud de un supuesto "acuerdo". Y pierde no solo parte de su remuneración, sino también los años acumulados, que sirven para determinar la indemnización que le corresponde por ley, como la que se otorga por años de servicio.
En la Comisión de Trabajo escuchamos al Senador Escalona, quien destacó que "el propósito del proyecto es hacer frente a una práctica que ha sido denunciada -especialmente en la Región de Los Lagos, provincia de Llanquihue- por los trabajadores y las organizaciones sindicales vinculadas a empresas del área de la salmonicultura, en las cuales, durante los meses de marzo y abril recién pasados, se registraron más de 200 despidos, recontratando posteriormente a los mismos trabajadores pero en condiciones laborales distintas y desmejoradas en relación con las originalmente pactadas", lo que fue ratificado por el Senador Kuschel.
Por su parte, la Ministra del ramo manifestó en la Comisión que el Ejecutivo comparte el propósito de evitar los abusos; pero para ello sería necesario analizar qué fórmulas resultan viables al efecto. Sugirió, por ejemplo, revisar las normas en materia de simulación o subterfugio, ya que tal vez en ese orden sería posible hallar la solución esperada, sancionándose el engaño y las malas prácticas laborales. Y recalcó que comparte el objetivo planteado; sin embargo, dijo que le parecía conveniente afinar la redacción de la normativa.
En la sesión de la Comisión de Trabajo, uno de los autores de la de iniciativa argumentó que la idea es aprobarla en general, a fin de que en la discusión particular, una vez fijado el plazo para presentar indicaciones, se puedan introducirles las modificaciones pertinentes. Fue así como acogimos el proyecto en dicho órgano técnico, el que contó con el voto mayoritario de los Senadores, porque sabemos que esta práctica es demasiado común y se requiere ponerle término.
En el fondo, señor Presidente, la iniciativa legal en análisis busca una finalidad que debería ser compartida por todas y todos los Senadores aquí presentes.
Terminar con los abusos de las empresas es un clamor que hoy, en este Chile, se escucha con claridad y que el otro día se oyó nítidamente a las 9 de la noche con los cacerolazos en todo el país, y que se viene sintiendo todas las noches en la plaza Ñuñoa -también en las plazas de Linares y de otras comunas de nuestro país-, que paradójicamente corresponde a la comuna más representativa de la clase media. ¡La plaza Ñuñoa está hoy movilizada!
Estas prácticas, que se han hecho usuales ya no solo con los trabajadores sino también con los consumidores, con los estudiantes, indican que es necesario que la Cámara Alta vaya dando señales políticas -a mi juicio, deben ser claras- en orden a cómo representamos a nuestros ciudadanos y ciudadanas. Y tenemos el deber ético y moral de hacer valer sus demandas en el Senado de la República.
Ellos nos han elegido para representar sus anhelos, su esperanzas y sus sueños; para escucharlos, y al mismo tiempo, para proponer soluciones que terminen con abusos que son demasiado evidentes y que no podemos seguir haciendo como que no existen, mucho menos todavía en el momento que estamos viviendo como país, donde hombres y mujeres, niños y niñas y jóvenes cada vez más nos exigen que seamos consecuentes con ellos y sus necesidades.
Señor Presidente, por lo expuesto anteriormente, respaldo este proyecto de ley.
He dicho.