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OTORGAMIENTO A MATRONAS DE FACULTAD PARA PRESCRIPCIÓN DE MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS


El señor GIRARDI (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica el Código Sanitario con el objeto de facultar a las matronas para recetar anticonceptivos, con segundo informe de la Comisión de Salud.
--Los antecedentes sobre el proyecto (7245-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 91ª, en 2 de marzo de 2011.
Informes de Comisión:
Salud: sesión 15ª, en 4 de mayo de 2011.
Salud (segundo): sesión 37ª, en 2 de agosto de 2011.
Discusión:
Sesiones 22ª, en 1 de junio de 2011 (se aprueba en general); 40ª, en 3 de agosto de 2011 (queda pendiente su discusión en particular).
El señor GIRARDI (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- La iniciativa identificada precedentemente fue aprobada en general en sesión de 1 de junio de 2011 y cuenta con un segundo informe de la Comisión de Salud.
El órgano técnico deja constancia en el informe respectivo de que las letras b) y c) del artículo único no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones y mantienen el mismo texto que se aprobó en general.
El señor GIRARDI (Presidente).- Si le parece a la Sala, se darán por aprobadas.
--Se aprueban.
El señor LABBÉ (Secretario General).- La Comisión de Salud realizó una sola modificación al proyecto aprobado en general, la que consiste en agregar, dentro de los servicios profesionales de la matrona, actividades con la salud sexual y reproductiva.
Esta enmienda se aprobó por la unanimidad de los miembros presentes de la Comisión de Salud (Honorables señores Gómez, Rossi y Uriarte), de manera que debe ser votada sin debate, salvo que algún señor Senador solicite su discusión.
El señor GIRARDI (Presidente).- En la discusión en particular, tiene la palabra el Honorable señor Rossi.

El señor ROSSI.- Señor Presidente, el proyecto que nos ocupa es muy importante, aunque, a grandes rasgos, parece ser bastante sencillo, simple, casi obvio y evidente.
Felicito a los autores de la iniciativa. Dos de ellos se encuentran presentes en la Sala, los Diputados señores Víctor Torres y Matías Walker.
Lo ocurrido en la Cuarta Región y que motivó la presentación de la moción es, sin duda alguna, un hecho con pocos precedentes y que constituye un atropello a los derechos laborales de las matronas de Chile.
Aprovecho la oportunidad para saludar a la Presidenta del Colegio de Matronas, señora Ana Román, quien nos acompaña en las tribunas, y al resto de la directiva -que me imagino pronto llegará-. Ellas han contribuido en la Comisión a subsanar y reparar ese enorme agravio sufrido.
Todo el mundo sabe cuál ha sido la colaboración que las matronas han exhibido a lo largo de la historia del país, especialmente a partir de la década de los 60. Desde entonces, gracias a la planificación familiar impulsada por el Gobierno del Presidente Frei Montalva, se logró, entre otras cosas, reducir de manera significativa los índices de mortalidad por aborto y materna en general. Ello debido a las políticas de control de la fertilidad y de la natalidad.
A nadie se le habría ocurrido pensar que una matrona -profesional por excelencia a cargo de la planificación familiar y del control de la natalidad- no pudiese prescribir un anticonceptivo. Sin embargo, en pleno siglo XXI, el Seremi de Salud de la Cuarta Región puso en duda esa facultad, que es parte de las atribuciones obvias de una matrona.
Por eso estamos aquí hoy día: para reparar ese profundo error.
El proyecto tiene por objeto introducir una enmienda al Código Sanitario, a fin de que las matronas -valga la obviedad- puedan prescribir medicamentos relacionados con el control de la fertilidad y, evidentemente, desarrollar procedimientos en la esfera de sus facultades respecto a los derechos sexuales y reproductivos.
Así que, desde esa perspectiva, considero muy importante aprobar la iniciativa, que en la Cámara de Diputados contó con el apoyo -según el listado de que dispongo- de parlamentarios de la Unión Demócrata Independiente (Eluchans, Sandoval, Vilches, Nogueira, Silva, Baltolu, Ulloa, Uriarte, Mónica Zalaquet, Ward, Salaberry y Macaya) y de Renovación Nacional (Cardemil, Rubilar, Morales, Godoy, Sauerbaum, Santana, Edwards y Sabat).
Quiero señalar que estuve bastante preocupado, porque algunos Senadores pretendían pedir votación separada para lograr que las matronas pudiesen prescribir anticonceptivos, pero no anticonceptivos de emergencia. Y considero que es casi un despropósito volver a reponer, en virtud de la tramitación de esta iniciativa, la discusión relativa a la "píldora del día después".
Cabe recordar que, en 2008, el Tribunal Constitucional emitió un fallo respecto de dicha píldora, y no dijo que tuviese algún efecto abortivo, pero sí que el Estado no podía entregarla gratuitamente. Ello, a mi juicio, constituye una tremenda aberración, porque, entonces, solo puede comprarla la gente que tiene plata y no los pobres.
En realidad, ese fue un fallo curioso.
Por último, un punto a favor del Tribunal Constitucional es el hecho de que no señaló en su resolución que esa píldora tuviese algún efecto microabortivo o abortivo.
Recuerdo que el requerimiento a dicho Tribunal fue firmado por más de 30 parlamentarios del oficialismo. Y es interesante traer a la memoria también que allí se hablaba en contra del dispositivo intrauterino. Es decir, se esperaba que, a más de 2 millones de mujeres, el Estado -no sé quién sería, si el Presidente de la República o el Ministro de Salud- retirara ese dispositivo.
Comento lo anterior para que sepamos de qué estamos hablando.
Me acuerdo que, en ese tiempo, el casi Senador Kast -hoy día, Diputado y jefe de bancada-, andaba con un dispositivo intrauterino y en las conferencias de prensa lo mostraba y apuntaba con el dedo a las mujeres que lo usaban para controlar la natalidad, acusándolas de inmorales.
De ese tipo de situaciones estamos hablando.
Yo lamento que el Ministro de Salud me diga, hoy día, que le da lo mismo -¡me hizo, además, una seña en ese sentido!- participar en la discusión del aborto terapéutico que se lleva a cabo en la Comisión de Salud, porque no lo han invitado. Me dijo que cuando yo tenga una opinión formada va a asistir. Y agregó: "Me da lo mismo".
Tengo que aclarar al Secretario de Estado que él debe tomar parte en el debate, pues necesitamos conocer la opinión del Ejecutivo acerca de esa materia. Por lo tanto, no puede decirme que le da lo mismo y hacer un gesto de ese tipo, como el que hizo hoy día en la Comisión de Medio Ambiente, cuando tratábamos el proyecto sobre los polimetales.
Además, ya tengo la opinión formada sobre el particular, porque incluso soy autor de una moción en ese sentido.
Me llama la atención la actitud de la autoridad, porque al frente tenemos un Gobierno que habla de un nuevo trato con la Oposición, de los puentes de entendimiento, del diálogo, de la democracia y todas estas cosas. Y, de pronto, uno recibe ese tratamiento que va un poco en la misma línea de lo que planteaban los Honorables señores Lagos y Quintana, referentes a las desafortunadas declaraciones del Senador señor Carlos Larraín y apoyadas con mucho entusiasmo por el Honorable señor Prokurica. Porque si alguien "mete la pata", uno espera, por último, que le digan: "La embarraste", pero no que lo feliciten y los ensalcen.
Pero, bueno, así son las cosas hoy por hoy.
El señor PROKURICA.- ¡Y usted avala las palabras de Teillier!
El señor ROSSI.- ¡Le encanta interrumpir a Su Señoría!
¡Estaba preocupado porque no lo había hecho!
¡Ahora me siento más tranquilo y puedo continuar en paz!
El señor PROKURICA.- ¡Es que la memoria es un poco frágil!
El señor ROSSI.- En verdad, señor Presidente, espero que aprobemos el proyecto de ley.
Felicito a los Senadores de las bancadas de enfrente que retiraron la solicitud de votación separada. Afortunadamente, han recapacitado y entienden que las mujeres tienen derecho a tomar sus propias decisiones sobre temas tan relevantes como la planificación familiar.
Dejo fuera a la Senadora señora Lily Pérez -para ser justos-, porque Su Señoría ha apoyado esas materias.
Por consiguiente, sugiero que aprobemos la iniciativa, a fin de reivindicar la tan importante labor que realizan nuestras amigas matronas, y que gracias a ellas, desde Arica hasta Magallanes, tenemos índices de mortalidad materna que envidiaría cualquier país desarrollado.
He dicho.
El señor GIRARDI (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Lily Pérez.


La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, me quiero referir a dos puntos.
En primer lugar, nuestro Gobierno, el del Presidente Sebastián Piñera, está rompiendo un paradigma con respecto al ámbito de la salud: el trato médico-paciente.
Deseo saludar y felicitar a los autores de esta moción. Dos de ellos -Diputados de la Oposición- nos acompañan esta tarde. Y les digo que el Gobierno, a través del Ministro de Salud, don Jaime Mañalich -presente asimismo hoy-, se ha hecho parte del proyecto y lo ha apoyado con entusiasmo.
A su respecto, voy a comentar tres puntos.
En primer lugar, el rol de las personas asociadas a la impartición de salud es muy relevante. Recordemos que meses atrás aprobamos la iniciativa destinada a permitir que también las tecnólogas y los tecnólogos médicos de oftalmología realizaran pruebas de optometría; es decir, logramos que se involucrara en el área oftalmológica a otros profesionales del ámbito de la salud.
Algo similar se está realizando mediante distintos proyectos. Por ejemplo, al comprometer a los químico farmacéuticos en los recetarios médicos, y en el caso del que ahora debatimos, al facultar a las matronas para cumplir un papel muy importante para nuestras mujeres.
Debo destacar que estamos ante una conquista de las mujeres, señor Presidente.
En efecto, desde la década de los 60 el mundo ha experimentado cambios, y uno de los más profundos tiene que ver tal vez con la irrupción de los métodos anticonceptivos y la planificación familiar, que transformaron positivamente la vida de innumerables mujeres que han podido salir al mercado laboral; que han podido realizarse como madres y, de manera simultánea, como trabajadoras, profesionales y técnicas fuera del espacio de su hogar.
Lo anterior envuelve una conquista significativa e irreversible: decidir el número de hijos y cuándo y cómo tenerlos.
Entonces, el hecho de que hoy día el Senado esté legislando para que las matronas prescriban en forma directa, sin paso previo por un ginecólogo, el uso de anticonceptivos orales universalmente aceptados y que se venden en todas partes; de dispositivos intrauterinos, existentes en Chile desde hace más de 30 años, y de diferentes métodos artificiales y naturales que ayudan al control de la natalidad es para las mujeres un extraordinario avance, sobre todo en comunas rurales.
Señor Presidente, con el colega Ignacio Walker representamos aquí a la Quinta Región Cordillera, conformada por 26 comunas, muchas de ellas rurales, donde nuestras mujeres con frecuencia no tienen la posibilidad de consultar a un médico especialista y deben ser atendidas por matronas.
Yo, como mujer, quiero decirles con muchas ganas a los autores del proyecto -me da gusto, además, que sean hombres- algo que hemos conversado en múltiples oportunidades con el Ministro Mañalich -¡me encanta tener un Secretario de Salud que se preocupe de estos temas, los cultive y los empuje!-: estas son las cosas que hacen la diferencia. Porque es una cuestión de confianza: en quién confía una mujer ante algo tan preponderante como la decisión acerca de su vida y la planificación del número de hijos que desea tener.
Por las razones expuestas, creo que esta es una estupenda iniciativa, y la respaldo definitivamente. Además, pienso que relevará el rol de las matronas en Chile, donde muchas mujeres estudian la carrera pertinente -también hombres, pero en menor número-, lo cual es muy trascendente.
Por último, señor Presidente, debo manifestar que el Ministro Mañalich nos ha pedido -y en la reunión de Comités de hoy, que presidió Su Señoría, yo también lo solicité, en mi calidad de jefa de la bancada de Senadores de Renovación Nacional- imprimirle mayor celeridad a la tramitación de dos proyectos que se encuentran en la Comisión técnica: el que elimina a los jubilados el 7 por ciento de cotización para salud -de gran interés para todos ellos- y el que regula los derechos y deberes de los pacientes.
Por consiguiente, el Ministro Mañalich no se está rehusando a discutir tal o cual iniciativa; la idea es priorizar el estudio de las que mencioné. La Cámara de Diputados ya aprobó la primera, dos semanas atrás, y los jubilados esperan con ansiedad su despacho definitivo.
Eso es lo que el Ministro de Salud quiere sacar adelante. Y nosotros lo estamos apoyando.
Por supuesto, después seguiremos con el análisis de los demás asuntos que se hallan en tabla en la Comisión de Salud, porque nos interesa discutir todas las materias, sin prejuicios ni tabúes.
He dicho.
El señor GIRARDI (Presidente).- Solicito autorización para abrir la votación.
--Así se acuerda.
El señor GIRARDI (Presidente).- En votación particular.
--(Durante la votación).
El señor GIRARDI (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, quiero referirme a lo último que señaló la Senadora Lily Pérez, en orden a que en nuestro país es necesario generar un nuevo clima.
Obviamente, la generación de un nuevo clima pasa por bajar los decibeles. Porque palabras sacan palabras.
Hoy día, por ejemplo, en la Comisión Especial de Zonas Extremas hubo un encontrón entre el Presidente de la Comisión de Salud, Senador Fulvio Rossi, y el Ministro del ramo. El problema derivó de que hay dos proyectos con "suma" urgencia: el que elimina la cotización de 7 por ciento para salud a los jubilados y el relativo al otorgamiento y uso de licencias médicas. En ambos casos, la urgencia vence el 17 de agosto; sin embargo, se citó a sesión para el jueves 18.
Por tanto, pienso que debe haber buena voluntad. Y tenemos que poner cuanto esté de nuestra parte.
La Mesa del Senado ha mostrado buena voluntad a ese respecto. Y yo les pido a la Comisión de Salud y a su Presidente exhibir igual disposición, a los efectos de cumplir los plazos correspondientes. Porque si el Ejecutivo les coloca urgencia a los proyectos y finalmente estos no se ponen en tabla, se generan una situación compleja y un problema de conducción en su despacho.
Yo estoy convencido de que el Ministro de Salud no quiso faltarle el respeto al Senador Rossi. Entonces, en estos momentos de ofuscación, llamo a la calma, a bajar los decibeles, a ser capaces de reencontrarnos y de focalizarnos en analizar con ánimo constructivo proyectos de ley largamente esperados por la ciudadanía.
He dicho.
El señor GIRARDI (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.


El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, en atención a que las razones para votar a favor de esta iniciativa ya fueron expuestas por los demás colegas, solo deseo abordar tres o cuatro puntos.
Primero, el texto que nos ocupa da cuenta de algo que se mencionó en las distintas argumentaciones: en materia de salud, desde hace 30 a 40 años se ha venido ampliando a otros profesionales el trabajo médico, o la prevención, o la rehabilitación.
Eso ha sido ratificado por el Congreso Nacional en varias ocasiones, como se indicó aquí. La más reciente, cuando se trató el proyecto que autorizó a los tecnólogos médicos de oftalmología para diagnosticar algunas patologías; ahora, al momento de facultar a las matronas para recetar anticonceptivos; antes, en el instante en que se amplió la capacidad resolutiva de las enfermeras.
El segundo punto que quiero tocar -hemos luchado bastante, pero sin obtener resultados- se refiere a la atención odontológica. Al respecto, deberíamos llegar pronto al establecimiento de una suerte de sistema de FONASA.
Categóricamente, estamos en falencia en ese punto. El problema odontológico es muy grave en el país, y la verdad es que la atención actual no da abasto.
Ahora, en la Comisión de Salud había un solo punto de discrepancia. Entiendo que los colegas que objetaban la letra c) del artículo único cambiaron -según me dice el señor Ministro- su opinión y aceptaron el reemplazo del inciso tercero del artículo 117 del Código Sanitario por el que se consigna en el informe, que es lo que les permite a las matronas proporcionar una atención integral.
Y el cuarto punto que me parece relevante poner de manifiesto se refiere a una cuestión global: la calidad de la atención médica y de la salud en Chile.
Hay ahí dos expresiones o puntos de vista que deberíamos cotejar: primero, soy consciente de la calidad de la atención de salud que prestan los profesionales chilenos (es bueno ponerlo de manifiesto, porque de repente se hacen aseveraciones inadecuadas); y segundo, la enseñanza de la medicina adolece de insuficiencias o carencias en el ámbito de la ética, a pesar de que muchas universidades -la mayoría- imparten clases sobre el particular.
Pero debemos cambiar. Y lo digo a propósito de lo planteado aquí respecto a las licencias médicas.
Definitivamente, tenemos una divergencia con el señor Ministro -lo hemos discutido; vamos a negociar o discutir de nuevo el punto el 18 de agosto, según las citaciones que me llegaron- en cuanto a cómo debemos modificar, mejorar, ampliar, profundizar, dar una mirada más holística en el caso de las licencias médicas. Porque no solo se trata de un problema derivado de profesionales que faltan a su deber o que derechamente cometen delito: también hay en el sistema de salud fallas estructurales que hemos de corregir.
Por eso, señor Presidente, los Senadores democratacristianos votaremos favorablemente en esta oportunidad.
Entiendo -lamento que no se halle en la Sala el Presidente de la Comisión de Salud- que vamos a discutir lo concerniente a las licencias médicas y al 7 por ciento para salud de los jubilados -al menos en la Comisión no se ha tomado un acuerdo distinto- sin ninguna contraparte.
Es decir, aquí no vamos a aprobar un proyecto mientras no se apruebe otro.
Estamos tratando una materia conflictiva: el aborto terapéutico. Pero eso va por su propia línea, y ya llegamos al acuerdo de no votarlo antes de 15 a 20 días.
Todo eso lleva en definitiva, mezclando las cosas que vengo señalando, a tres efectos fundamentales.
Primero, a ampliar la cobertura al máximo posible. Hoy tenemos una carencia. Y se ha planteado la falta de especialistas, que es otro matiz.
El segundo efecto es la calidad. Nadie en Chile está contento con la insolvencia de algunas universidades y hospitales para preparar buenos médicos, matronas, etcétera.
Y, por último, sigo insistiendo en que debemos mejorar el nivel de inversión en salud. Todos los parámetros señalan que sobre el particular nos encontramos en déficit.
Entonces, espero que al final del Gobierno del señor Piñera hayamos resuelto de la mejor manera posible las situaciones que hoy afectan al país.
Es sabido que quienes militamos en la Democracia Cristiana tenemos opciones distintas sobre la forma de organizar la salud. Pero, por ahora, lo primero es mejorar lo existente y lograr que el sistema público esté permanentemente afinado, financiado y en buen funcionamiento, para que el sistema privado sea sometido asimismo a las restricciones que hemos planteado en reiteradas ocasiones.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Aburto.


El señor MUÑOZ ABURTO.- Señor Presidente, me llama profundamente la atención que hoy día estemos discutiendo un proyecto destinado a facultar a las matronas para que receten anticonceptivos.
¿Y por qué digo que me llama profundamente la atención?
Lo explicaré.
La carrera de matrona tiene 178 años de existencia formal en Chile. En la década de los 60 las matronas recetaban anticonceptivos orales; aplicaban procedimientos no quirúrgicos de anticoncepción, como la instalación de dispositivos intrauterinos, y tenían un rol fundamental en materia de planificación familiar.
¿Qué ha ocurrido en estos últimos años? ¿Por qué se está dotando a esas profesionales de una facultad que siempre tuvieron, que jamás debieron perder o que nunca hubo de ser objeto de interpretación?
La historia, lamentablemente, tiene que decirnos que vivimos una época de conservadurismo en que se trató de relegar el papel que cumplía la matrona en nuestro sistema de salud.
Las matronas son profesionales universitarias vinculadas directamente con las mujeres de los sectores más pobres del país: las aconsejan, les entregan los anticonceptivos y les hacen más llevadero el hecho de ser madres.
Por eso voy a apoyar este proyecto, pero reiterando lo que dije anteriormente: acá estamos legislando porque hubo un período oscuro de nuestra historia institucional en que se trató de ignorar a profesionales importantes de Chile: las matronas.
Respaldaré esta iniciativa porque releva el rol de la matrona y coloca a esta profesional en la función que siempre ha cumplido en la historia sanitaria de nuestro país.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, estimados colegas, el proyecto de ley que estamos discutiendo busca modificar el Código Sanitario por la vía de facultar a las matronas para recetar anticonceptivos.
Mediante esta iniciativa estamos normalizando una situación existente en Chile desde hace 30 a 40 años.
Si leemos el Código Sanitario, veremos que dispone con claridad que las matronas son las funcionarias del sistema de salud que se hacen cargo de la planificación familiar y del control de la natalidad. Entonces, siempre han sido ellas quienes han prescrito los anticonceptivos orales, e incluso, otras formas de control de la natalidad.
Con este proyecto de ley estamos regularizando una situación suscitada por un oficio de una autoridad de la Cuarta Región -ella incluso fue criticada por el mismo Ejecutivo- que prohibió que las matronas recetaran dichos anticonceptivos.
Durante la discusión general, muchos Senadores oficialistas preguntaron si el proyecto contaba con el apoyo del Gobierno.
De acuerdo a la historia de la iniciativa -y aun a lo dicho por algunos colegas, incluida la Senadora Lily Pérez-, el Ministro de Salud la respaldó con bastante entusiasmo.
Ahora bien, los médicos asistieron a las Comisiones de Salud de ambas Cámaras, y en reiteradas ocasiones dijeron estar a favor del proyecto en cuestión.
Se trata, en mi opinión, de una iniciativa de sentido común destinada a legalizar una situación que en los hechos se viene dando desde hace largo tiempo.
Si alguien, por su visión conservadora de la vida, de la sexualidad, estima que no se deben prescribir anticonceptivos orales y que solo el método sintotérmico u otro sistema natural de control de la natalidad es válido o legítimamente permitido, esa es una discusión distinta, que ya se verificó en el Tribunal Constitucional a propósito de la "píldora del día después".
Pero hoy nos encontramos ante una materia diferente. No nos estamos refiriendo a dispositivos intrauterinos, anticonceptivos orales, "píldora del día después" y otros métodos: estamos hablando de que las matronas puedan cumplir la función que les atribuye el propio Código Sanitario, que no es otra que la de preocuparse del control de la natalidad y de la planificación familiar.
Conforme a lo que hemos debatido, creo que todos estamos de acuerdo en que no se halla en juego en el Senado el uso de anticonceptivos. Esa es una discusión que cerramos hace muchos años y que no motiva el proyecto que nos ocupa esta tarde.
Hoy, después de 20 a 30 años, se ha consolidado una concepción diferente de la del rol único del médico en materia de salud.
En la actualidad hay muchas profesiones que tienen que ver con las realidades objetivas de los últimos 20 años y de las que, como Parlamento, debemos hacernos cargo (mi colega la Senadora Lily Pérez ha dado varios ejemplos en esta materia). Y una de ellas es el aumento de las funciones que pueden llevar adelante las matronas dentro de la estructura pública, e incluso, dentro de la privada.
En el fondo, la matrona se encuentra desempeñando hoy en estas materias un rol que antes debía cumplir exclusivamente el médico, lo que generaba una dificultad bastante significativa en el ámbito de los actores de salud debido a la evidente falta de profesionales médicos en nuestros hospitales y a la baja cantidad de médicos por habitante que afecta a este país.
Para qué hablar, señor Presidente -y Su Señoría lo sabe-, de la realidad existente en nuestras Regiones rurales, donde las matronas desempeñan un rol fundamental.
Las matronas chilenas exhiben, desde hace muchos años, una capacidad como la de pocas profesionales. De hecho, durante la discusión del proyecto sobre el posnatal, pudimos escuchar las interesantes opiniones del Colegio de la Orden en el sentido de hacernos ver, con su experiencia práctica, los graves problemas que presentaba -y sigue presentando- el texto enviado por el Ejecutivo. Por consiguiente, la confianza en el papel que ellas cumplen es absoluta y me parece que no se encuentra en discusión.
En consideración a lo anterior, deseo manifestar mi entusiasta apoyo a la iniciativa en debate, y, al mismo tiempo, felicitar a mis camaradas los Diputados señores Víctor Torres y Matías Walker, quienes se hallan en la Sala, por presentarla, ya que me parece un aporte sustantivo para avanzar en la planificación familiar y la prevención del embarazo adolescente y no deseado.
Gracias.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Ministro de Salud.


El señor MAÑALICH (Ministro de Salud).- Señor Presidente, quisiera ratificar lo expresado por varios señores Senadores en cuanto a que, como titular de la Cartera, avalo completamente el proyecto. Este me parece justo y, también, necesario.
Como Ministerio, hemos elaborado una normativa bastante eficaz para ampliar el quehacer de los profesionales de obstetricia y puericultura, como se llama hasta ahora la carrera, de manera tal de darles una amplitud mucho mayor que la actual en su campo de desarrollo. Me refiero a la Norma General Administrativa N° 21.
Sin embargo, deseo aclarar que se requiere la aprobación de la iniciativa en debate para que las matronas cuenten con la potestad legal de prescribir medicamentos anticonceptivos hormonales, lo que nosotros no pudimos regular en una fórmula administrativa al limitar el Código Sanitario ese aspecto hasta el día de hoy.
Como ya lo expuso la Senadora señora Lily Pérez, lo anterior se inscribe en un esfuerzo sostenido del Ministerio por dar a profesionales que no son médicos cirujanos atribuciones para ejercer acciones muy relevantes en el manejo de listas de espera con entera satisfacción de la ciudadanía, como es el caso de los optómetras u otros que estamos regulando por la vía más bien administrativa.
Por lo tanto, avalamos la idea, insisto, de aprobar el proyecto, de sancionarlo a la brevedad posible.
Y quisiera puntualizar, asimismo, que este abre una potencialidad nueva, por cuanto, como se ha señalado acá, las matronas han ejercido hasta ahora tareas de planificación familiar y prescripción de medicamentos anticonceptivos en el mundo privado. Sin embargo, a la luz del mismo Código Sanitario, tal potestad les está muy limitada -por no decir prohibida de hecho- en el ámbito de la salud privada. De manera que se hace un acto de justicia al darles también a los profesionales de obstetricia y ginecología la posibilidad de ejercer estas labores, no solo en el sector de la salud pública o los hospitales públicos, sino también en el del quehacer privado: en clínicas, hospitales, consultas o lo que se quiera indicar.
Gracias.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, quisiera partir por dirigir un saludo a la señora Anita Román, Presidenta Nacional del Colegio de Matronas, y extenderlo, por su intermedio, a quienes ejercen tan noble profesión.
Son 178 años de historia, y es algo difícil, quizás, encontrar un récord igual en cualquier país, por el nivel de formación, por la rigurosidad, pero, además, por algo muy importante. Aquí se ha planteado la injusticia de la restricción que se ha mencionado, y comparto plenamente, en ese sentido, las palabras que acaba de expresar el señor Ministro, así como las de apoyo provenientes de aquellos cuyas intervenciones han precedido a la mía.
Por cierto, felicito a los dos señores Diputados presentes que se incluyen entre los autores de la moción y les doy la bienvenida.
Sin embargo, más allá de coincidir con lo que se ha manifestado, deseo también destacar lo que quizás se dice menos. Ello, cuando se ve la videoconferencia "Taller Logística de Anticonceptivos", de junio de 2010; cuando se advierte la importancia de que, en el ciento por ciento de los casos, la primera consulta de las mujeres pertenecientes a los tres niveles de menores ingresos es a una matrona o un matrón; cuando todas las consultas de urgencia en una maternidad pública o privada son atendidas antes que todo por una matrona o matrón, y solo si estos lo estiman necesario la paciente es derivada a un médico; cuando las consejerías de salud sexual son realizadas por matronas. Ello se refiere a toda la población entre los 15 y los 35 años.
Quería subrayar otro detalle más, señor Presidente, que me parece que la Sala no puede ignorar y que se relaciona con la Sexta Encuesta Nacional de Juventud, efectuada por el Instituto Nacional de la Juventud, sobre el porcentaje de adolescentes que usa protección en su primera relación sexual, según el nivel socioeconómico. ¿Y qué encontramos? En el nivel ABC 1, la cifra es de 76,1 por ciento, después de lo cual se puede descender al C 2; al C 3; al D, 43 por ciento, y al E -el peor-, 39,3 por ciento. Ello permite darse cuenta de la enorme desigualdad e injusticia entre nuestras adolescentes, quienes no solo carecen, a veces, de la orientación adecuada, del acceso adecuado.
Se dijo que no estábamos discutiendo sobre la pastilla del día después. Por suerte, ese asunto ya quedó zanjado. ¡Pero vaya que fue difícil lograr una reflexión con altura de miras! Me acuerdo perfectamente de que en esa época señalé el ejemplo de la diferencia que se observaba, en el embarazo adolescente, entre una joven de La Pintana y otra de Vitacura, en la medida en que esta última acudía, obviamente, a una consulta privada, obtenía una receta y estaba lista para poder conseguir, eventualmente, la pastilla de emergencia.
Lo que estamos haciendo hoy día, entonces, es devolverles a las matronas, en amplitud, algo que nunca debieron perder. Pero, junto con volver a felicitarlas por su trabajo, lo que quiero destacar es su relevancia en el rol, no solo de atención, sino también de consejería en los aspectos de salud y reproducción. ¡Cuántos embarazos no deseados podemos evitar, evidentemente, si ellas siguen cumpliendo tan importantísimo papel! ¡Cuántas adolescentes carecen de esa posibilidad de diálogo en sus familias, así como también de la información y los métodos adecuados! Gracias a la medida que nos ocupa vamos a facilitar la labor de estas profesionales, la cual, entre otras cosas, no solo es de orientación, de atención, de consejería, sino que también cumple, como es obvio, un objetivo muy importante. No queremos embarazos no deseados, que significan probablemente, además, un mayor riesgo de mortalidad.
Y esperamos seguir manteniendo, como país, el mismo orgullo que hasta ahora por exhibir una de las tasas quizás más bajas de muerte materna por parto, pero ojalá podamos disminuir aún más los factores de riesgo que acompañan claramente, muchas veces, a una adolescente.
Por lo tanto, señor Presidente, anuncio que con mucho gusto voy a votar a favor. Creo que toda la bancada del Partido Socialista lo hará.
Y reitero, una vez más, que celebro la iniciativa y felicito a los señores Diputados presentes. Me alegro de que hoy día podamos reparar algo que no debió acontecer.
Gracias.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Patricio Walker.


El señor WALKER (don Patricio).- Señor Presidente, también quiero manifestar mi reconocimiento a los Diputados señores Víctor Torres y Matías Walker por el proyecto de ley que presentaron y que ha surgido, coyunturalmente, ante la decisión absurda de una autoridad de la Región de Coquimbo de prohibir que las matronas recetaran anticonceptivos. En ese sentido, la reacción fue muy oportuna y, de paso, permite solucionar un asunto de fondo para todo el país.
A mi juicio, nadie cuestiona que los métodos de regulación de la fertilidad han logrado objetivos sanitarios importantes. Lo decía la Senadora señora Allende: la mortalidad materna es bajísima en Chile. Y, obviamente, la disminución de los embarazos no deseados, en especial de alto riesgo, ayuda a que la cantidad sea hoy reducida.
Por cierto, deseo rendir un homenaje al Presidente Eduardo Frei Montalva, quien partió con las políticas de planificación familiar de los anticonceptivos. En su momento fue criticado, probablemente, por algunos grupos de una religiosidad conservadora, y la verdad es que el tiempo le dio razón. Tenemos que brindarle un reconocimiento, porque fue visionario al proponer este tipo de medidas, las cuales, entre otras cosas, contribuyeron a reducir de manera sustantiva los abortos. Es preciso asignarle ese mérito.
Como lo decía el Senador señor Ruiz-Esquide, al faltar especialistas: ginecólogos, obstetras, es fundamental, obviamente, contar con personas preparadas, capacitadas, como las profesionales de la obstetricia y la ginecología, como las matronas, para recetar anticonceptivos.
Todos los que representamos zonas aisladas, rurales -soy Senador por la Región de Aysén, donde existen diez comunas, algunas de ellas muy apartadas, y localidades muy recónditas-, sabemos que dicha posibilidad aportará mucho a la planificación familiar y a evitar embarazos no deseados, con todo lo que ello lleva asociado.
Por eso, me pronunciaré a favor.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en particular el proyecto (25 votos contra 1), y queda despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Alvear, Pérez (doña Lily), Rincón y Von Baer y los señores Cantero, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), Gómez, Kuschel, Lagos, Letelier, Novoa, Pérez Varela, Pizarro, Quintana, Rossi, Ruiz-Esquide, Sabag, Tuma, Uriarte, Walker (don Ignacio), Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).
Votó por la negativa el señor Larraín (don Carlos).
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Creo que este es un buen día para las matronas, pero, sobre todo, para la salud pública de nuestro país. Estamos muy contentos.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Aprovechamos para agradecer la presencia de la señora Presidenta del Colegio de Matronas, quien nos ha acompañado desde las tribunas.