Click acá para ir directamente al contenido
COMPOSICIÓN NUTRICIONAL DE ALIMENTOS Y PUBLICIDAD SOBRE LA MATERIA


El señor LETELIER (Vicepresidente).- Corresponde proseguir el tratamiento del informe de Comisión Mixta, formada esta en virtud de lo dispuesto en el artículo 71 de la Constitución Política de la República, recaído en el proyecto de ley, iniciado en moción de los Honorables señores Girardi, Kuschel y Ruiz-Esquide y de los entonces Senadores señora Matthei y señor Ominami, sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad.
--Los antecedentes sobre el proyecto (4921-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señor Girardi y señora Matthei y señores Kuschel, Ominami y Ruiz-Esquide):
En primer trámite, sesión 5ª, en 21 de marzo de 2007.
En tercer trámite, sesión 56ª, en 29 de septiembre de 2010.
En trámite de Comisión Mixta, sesión 77ª, en 15 de diciembre de 2010.
Informes de Comisión:
Salud: sesión 80ª, en 9 de enero de 2008.
Salud (nuevo): sesión 30ª, en 18 de junio de 2008.
Salud (segundo): sesión 6ª, en 1 de abril de 2009.
Salud (tercer trámite): sesión 69ª, en 17 de noviembre de 2010).
Mixta: sesión 7ª, en 6 de abril de 2011.
Discusión:
Sesiones 2ª, en 12 de marzo de 2008 (vuelve a Comisión); 31ª, en 1 de julio de 2008 (se aprueba en general); 9ª, en 14 de abril de 2009 (se aprueba en particular); 73ª, en 7 de diciembre de 2010 (queda pendiente su discusión); 75ª, en 14 de diciembre de 2010 (se rechaza y pasa a Comisión Mixta); 9ª, en 13 de abril de 2011 (queda suspendida su discusión en Comisión Mixta).
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Corresponde pronunciarse sobre el informe.
Se dará prioridad a quienes se encuentran inscritos, pero, como todos pueden fundamentar el voto, se ofrecerá la palabra.
El señor BIANCHI.- Los primeros tienen que contar con diez minutos para intervenir.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Una de las normas requiere quórum especial. Es importante destacarlo.

El señor LABBÉ (Secretario General).- Quisiera aclarar, tratándose de un informe de Comisión Mixta, que corresponde pronunciarse en primer lugar sobre dicha disposición, que es el artículo 4º del proyecto. Para su aprobación se requiere el voto conforme de 21 señores Senadores.

El señor LETELIER (Vicepresidente).- Si no hay inconveniente, así se hará.
El señor PIZARRO.- ¿Cuándo se puede fundamentar el voto?
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Todos tienen derecho a hacerlo si lo estiman necesario.
El señor CANTERO.- Deseo intervenir para ese efecto, señor Presidente.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Les pido a los señores Senadores un minuto para precisar los alcances de la votación. Existen dos interpretaciones, y solicito poner atención sobre el particular.
Con respecto al inciso primero del artículo 4°, la Comisión Mixta propone sustituir una frase por otra que, si es rechazada, todo indica -y es lo que queremos confirmar con el señor Secretario- que se eliminaría la prohibición en relación con establecimientos universitarios y técnicos.
El señor CANTERO.- No entendí.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- El inciso expresa lo siguiente:
"Los establecimientos educacionales del país deberán incluir en sus programas de estudios, en todos sus niveles de enseñanza, contenidos que desarrollen hábitos de una alimentación saludable", etcétera.
Lo importante es que el resultado a que lleguemos -y pido que resolvamos bien el asunto- podría incidir en otras partes del informe.
Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ (Secretario General).- La situación es la siguiente. El Senado aprobó un texto que figura en la primera columna del comparado y que contempla en el artículo 4° la frase "en todos sus niveles de enseñanza". La Cámara de Diputados la sustituyó por "en todas sus modalidades", rechazada después por nuestra Corporación.
La Comisión Mixta propone hacer referencia a "en todos los niveles y modalidades de enseñanza". Si ello se desecha, no habrá norma en la materia.
El señor LAGOS.- ¡Esto es para la educación sobre la comida "chatarra"!
El señor CANTERO.- En consecuencia, ¿se mantendría la disposición?
El señor ZALDÍVAR.- No habría ley.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Lo que deseo que se entienda es que acoger la propuesta significa que esa última frase queda incorporada al artículo 4° y sustituye a la anterior. Si se desestima,...
El señor NOVOA.- No hay ley en esa parte.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- ...se mantiene el precepto que aprobamos antes. Ese es el efecto práctico.
Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.


El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, si se rechaza el informe, no se legislará sobre el asunto, al no haberse llegado a un acuerdo entre la Cámara de Diputados y el Senado sobre la redacción.
En consecuencia, no cabe pensar que por esta vía se podrá reeditar lo resuelto por esta Corporación o por la otra rama del Congreso.
El señor CHAHUÁN.- Tiene razón.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Se trata del conjunto.
Lo que procede es el rechazo, para que después, por la vía del veto, si el Ejecutivo lo estima pertinente, se pueda perfeccionar la norma de tal manera que queden excluidas las educaciones superior y técnica.
El señor PROKURICA.- Así es.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- En caso contrario, no existirá ley en la materia.
Perdón, señor Presidente. Me corrijo. Es preciso aprobar el informe de la Comisión Mixta.

El señor LETELIER (Vicepresidente).- Por tratarse de un texto de esa índole, es necesario pronunciarse en conjunto. Solo porque el artículo 4° demanda quórum calificado es preciso votarlo aparte. Pero se resuelve o todo a favor o todo en contra. Lo que se debe verificar es el quórum logrado con relación a ese precepto. El rechazo implica desechar el informe.
El señor LAGOS.- Y no habría ley. Y se seguiría vendiendo comida "chatarra" en los establecimientos educacionales.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- No la habría en la parte sometida a la consideración de la Sala.
Tiene la palabra el Honorable señor Pizarro.

El señor PIZARRO.- Perdone que insista, señor Presidente, pero la votación que debemos llevar a cabo es una sola por tratarse de un informe de Comisión Mixta y en el pronunciamiento se incluye un artículo de quórum especial. En consecuencia, si se reúne este último, la normativa se aprobará o rechazará completamente, ya que no podemos discutir ni votar el punto por separado.
Lo anterior es de toda lógica. Se precisa una sola votación, por cuanto lo que se vota -repito- es el informe íntegro,...
El señor ORPIS.- Así es.
El señor PIZARRO.- ...y no, en forma separada, el artículo que exige quórum calificado. Siempre ha sido así.
Lo que corresponde es acoger o rechazar en la forma expuesta. Si los votos favorables permiten reunir el quórum calificado, la aprobación es completa. Si no, lo es el rechazo.
Entonces, lo que tenemos que hacer es aprobar. Obviamente, ya sabemos que el Ejecutivo enviará un veto sobre lo que estime pertinente.
Y, por último, señor Presidente, supongo que en algún momento se ofrecerá la palabra para fundamentar el voto respecto del informe.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Por cierto.
El señor PIZARRO.- El Senador que habla, por lo menos, la deja pedida para cuando termine el debate procesal.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- También se puede fundamentar el pronunciamiento respecto del artículo 4°.
El señor PIZARRO.- Insisto en que no se está discutiendo artículo por...
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Novoa.


El señor NOVOA.- Señor Presidente, un fallo del Tribunal Constitucional establece que en los informes de Comisión Mixta, no obstante que la ley dispone que deben ser resueltos en su conjunto, se requiere votar separadamente las normas de quórum. Ello, a raíz de lo determinado en esta Corporación, ya que, al no reunirse el quórum exigido para un artículo, el Senado, a instancias mías -quien habla lo presidía en ese momento-, declaró que no había ley porque se había rechazado todo el informe.
La Cámara de Diputados, entonces, recurrió al Tribunal, que señaló que no podía rechazarse todo el informe por el hecho de que una norma de quórum especial no alcanzaba a reunir los votos necesarios para ser aprobada.
Por lo tanto, me parece razonable el procedimiento indicado por la Mesa: votar primero el artículo 4º, que es de carácter orgánico constitucional, y después, el resto del informe.
Ahora, cabe precisar que, si se rechaza dicho artículo, no habrá legislación en esa materia. No es que renazca el texto acordado por el Senado o la Cámara de Diputados en un trámite anterior. ¡Simplemente, no habrá norma! Es decir, se caería la disposición que obliga a enseñar sobre alimentación saludable en todos los niveles educacionales.
En todo caso, tal pérdida la considero bastante sensata, pues no se puede pretender impartir clases acerca de tales hábitos en kindergarten, en primero básico, en segundo, en tercero, y así sucesivamente hasta llegar a la universidad. En mi opinión, este asunto no es tan importante como para enseñarlo en todos los niveles, en todas las modalidades y en todos los años de formación.
Aprovecho de señalar que votaré en contra del artículo 4º.

La señora ALLENDE.- Señor Presidente, pedí la palabra hace rato.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- La daré en el orden en que están inscritos.
La señora ALLENDE.- Pero llevo mucho tiempo esperando y no se me otorga.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Señora Senadora, con mucho respeto, le explico que, cuando se aprieta el botón para requerir la palabra más de una vez, el sistema altera el orden.
Tiene la palabra, Su Señoría.
La señora ALLENDE.- Señor Presidente, en verdad, hace rato que la solicité.
Quería intervenir sobre el tema anterior, y ya no fue posible.
Sobre ello solo ratifico que efectivamente, como se ha dicho, el acuerdo que teníamos era de palabra. Y se debía cumplir. Así, incluso, lo manifestó el propio Senador Chahuán.
Pues bien, nosotros cumplimos nuestra parte. Por tanto, la información entregada fue errónea. Claramente honramos nuestros compromisos, como expresó dicho Senador. Y no hubo mayor discusión una vez que se recordó el acuerdo verbal al que llegamos en orden a votar la materia en primer lugar.
Ahora intervengo, señor Presidente, para solicitar a la Mesa claridad. Porque se han dado dos interpretaciones distintas sobre el procedimiento, lo cual no es menor: una, que debería votarse primero el artículo de quórum especial, y otra, que bastaría con pronunciarnos sobre la propuesta de la Comisión Mixta como un solo paquete.
Como jefa de mi Comité, pido definición a la Mesa. De lo contrario, nos complicaremos mucho. Necesitamos saber si votaremos solamente el artículo de quórum especial o las proposiciones de la Comisión Mixta en su conjunto.
Entonces, señor Presidente, requiero que se aclare el procedimiento de votación antes de entrar a referirnos al contenido de las normas planteadas. De hecho, ya hemos escuchado argumentos a favor o en contra de algunas de ellas.
Deseo que se nos explique exactamente qué se somete a votación.

El señor LETELIER (Vicepresidente).- Reitero que, según una resolución del Tribunal Constitucional sobre la votación de un informe de Comisión Mixta, se procede de la forma ya señalada: se votan, primero, los artículos de quórum especial y, después, el resto de las normas propuestas.
Y si una norma no alcanza a reunir el quórum necesario, esta o parte de esta se pierde. Hay una discusión abierta en torno a si solo la frase propuesta queda sin efecto o el artículo completo. La interpretación del Secretario es que se cae la frase. En opinión de otros colegas, todo el artículo. Este punto no se precisa en el pronunciamiento del Tribunal Constitucional.
En todo caso, después se vota el resto de los artículos en conjunto.
El señor CANTERO.- ¡Votemos, entonces!
El señor LETELIER (Vicepresidente).- En votación el artículo 4° del informe de la Comisión Mixta.
--(Durante la votación).
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Rossi, para fundar su voto.


El señor ROSSI.- Señor Presidente, estaba viendo los votos que se han emitido y, al parecer, no se aprobará la norma de quórum especial.
Lamentablemente no se encuentra presente el Senador Longueira, jefe del Comité Unión Demócrata Independiente, con quien hicimos un compromiso. Él sostuvo que los votos de su bancada iban a estar disponibles para aprobar este proyecto de ley. Así lo entendimos.
Nosotros cumplimos nuestra parte del acuerdo.
La Cámara de Diputados dijo otra cosa, y no se reconstituyó la Comisión Mixta.
Por eso estoy bastante sorprendido ¡Según la cantidad de votos hasta el minuto, el artículo 4° se caería!
En consecuencia, no se les enseñaría a los niños en las escuelas sobre el impacto de la obesidad en su salud y cómo evitarla.
Por su intermedio, señor Presidente, llamo a la Unión Demócrata Independiente a honrar los compromisos suscritos por su jefe de bancada Pablo Longueira en esta Sala el miércoles pasado.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Cantero.


El señor CANTERO.- Señor Presidente, simplemente deseo manifestar mi acuerdo con el procedimiento anunciado por la Mesa. En mi opinión, hay que votar este artículo separadamente.
Cabe precisar, además, lo que se dijo en reunión de Comités, porque los acuerdos que se adoptan entre nosotros son en esa instancia.
Ahí se pidió un pronunciamiento respecto de un veto. Y un Senador de su propio sector, señor Presidente, no estuvo de acuerdo. Por tanto, no se debe reclamar algo que no existe.
Lo claro es que se debe votar el artículo 4º. Y es lo que estamos haciendo.
Además, se indicó que el veto -en este caso, aditivo- es una facultad privativa del Presidente de la República.
Veamos qué ocurre con la votación y, luego, esperemos qué hace el Primer Mandatario.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Están inscritos los Senadores señores Ruiz-Esquide y Bianchi.
El señor KUSCHEL.- Yo también, señor Presidente.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Estoy siguiendo el orden en que se han inscrito, señor Senador.
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.


El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, en varias oportunidades he señalado que aquí hay algo muy extraño. Porque un proyecto relativamente simple, que lleva cuatro años de tramitación en el Senado, de la noche a la mañana se ve afectado: el Gobierno cambió su postura; se produjo una discusión permanente sobre cómo proceder, y se generó una repercusión muy grande.
Lo digo con mucha sinceridad: no entiendo lo que ha pasado.
Al menos ya quedó clara la forma reglamentaria de proceder.
En la sesión anterior, cuando suspendimos la discusión de la materia para acordar pedir a la Cámara de Diputados que el proyecto volviera a la Comisión Mixta, lo cual no se acogió, todos entendimos -y así se dijo expresamente- que teníamos un acuerdo. Ello se convino con los Senadores señores Chadwick, Longueira, Rossi, Girardi y los representantes del Comité Demócrata Cristiano. El compromiso consistía en que en la próxima sesión íbamos a votar todos -¡todos!-,...
El señor BIANCHI.- ¡Sí o sí!
El señor RUIZ-ESQUIDE.-... sí o sí, a favor del conjunto del articulado.
Y después se sostuvo que tal aprobación implícitamente incluía que el Presidente de la República presentara el veto pertinente.
No cabe eso de si se acepta o no lo planteado por los Comité. El que enuncié fue el compromiso que todos conocimos. ¡Para qué buscamos más acuerdos raros!
El señor CANTERO.- ¡El Senador Escalona dijo otra cosa!
El señor ESCALONA.- ¡No haga referencias a terceros, Senador! ¡No levante infundios!
El señor RUIZ-ESQUIDE.- El Senador Escalona dijo eso, pero no fue lo que se acordó.
El señor PROKURICA.- ¿No?
El señor RUIZ-ESQUIDE.- ¡No fue lo que se acordó, señores Senadores! Perdónenme que se los diga.
El problema que se nos presenta hoy es que, según tengo entendido, cualquiera que sea el resultado de esta votación, el Gobierno no va a vetar. Por lo tanto, se caerá todo el acuerdo anterior.
Y el otro punto al que deseo referirme es que, al votar en contra del artículo 4°, con la frase propuesta, se rechazará uno de los cuatro pilares fundamentales del proyecto: impartir clases sobre alimentación saludable en la enseñanza básica y media.
Nosotros entendimos que realizar dicha instrucción en el nivel universitario resultaría un exceso, por lo cual rechazamos ese punto. Tal enmienda, se supone, estará incluida en el veto del Ejecutivo.
En todo caso, si se hace un análisis entre los estudiantes universitarios hoy día, se concluirá, en mi opinión, que saben menos sobre esta materia que los de básica. Sin embargo, como una manera de arreglar el problema, ya aceptamos corregir esa parte.
Pero -¡por favor!- cumplamos los acuerdos mínimos a que llegamos. En caso contrario, sin esa norma, ¡se va a rechazar tal obligación también para toda la enseñanza básica y media! ¡Se cae todo el proyecto! ¡Esa es la mejor manera de boicotearlo!
Por último, señor Presidente, pido que pregunte -es indispensable para saber cómo votar- a los señores Senadores de Gobierno o Ministros aquí presentes cuál es la voluntad del Primer Mandatario en cuanto al veto.
Así se cumplen los acuerdos.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Señores Senadores, daré la palabra en el entendido de que se está fundamentando el voto.
Todos sabemos que estamos pronunciándonos sobre el artículo 4º, referido a la obligación de incluir en los programas de estudio de todos los niveles de enseñanza contenidos sobre alimentación saludable y, además, tres bloques semanales de actividad física práctica.
Se vota el artículo en su conjunto.
Tiene la palabra el Senador señor Lagos Escobar, y después...
El señor ROSSI.- ¡Lagos Weber!
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Perdón. Quise decir "Lagos Weber".


El señor LAGOS.- Señor Presidente, ¡Lagos Escobar no llegó al Senado...!
El señor BIANCHI.- ¡Y Lagos Weber va a la Presidencia...!
El señor LAGOS.- ¡Cada uno con lo suyo...!
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra, señor Senador.
El señor LAGOS.- Señor Presidente, solo deseo ayudar a que progresemos en esta votación. Para ello, me hago eco de lo manifestado por el Honorable señor Ruiz-Esquide.
Este proyecto reunía los máximos consensos. Estábamos todos de acuerdo en las bondades de prohibir la venta de alimentos altos en sodio, grasa y azúcar en establecimientos educacionales; en la necesidad de regular la publicidad en la materia, y en una serie de otros aspectos.
Sin embargo, en el lapso de dos días cambió todo. Cambió por declaraciones del sector empresarial; cambió por los dichos del Ministro de Salud, quien mostró un doble discurso sobre el particular. De hecho, creo que tiene el triste honor de ser la persona que bautizó como "Ley del Super 8" una iniciativa que considero muy importante.
A raíz de lo anterior, la semana pasada se produjo una situación delicada. Pese a ello, a escasos metros de acá llegamos a un acuerdo político. En él se expresó lo siguiente: "Vamos a dar al proyecto la oportunidad de transitar el camino complejo -al parecer, nunca antes recorrido- de ir por segunda vez a la Comisión Mixta, si la Cámara de Diputados acepta la petición de reabrir debate sobre los tres aspectos en discusión. De no ser así, hoy martes se vota el informe del órgano técnico".
¿Qué se hizo para ese efecto? Con las firmas de casi todos los jefes de Comités, se confeccionó una lista con los tres puntos que esperábamos revisar en la Comisión.
¿Por qué se puso por escrito? Para que no se abriera una discusión más amplia.
Esos tres puntos los conocemos. No hay controversia al respecto.
Lo que corresponde esta tarde, entonces, es votar.
Cabe recordar que, lamentablemente, no se hallan presentes los Senadores Longueira y Chadwick, quienes...
El señor PROKURICA.- Y el Senador Girardi, autor del proyecto, ¿está acá?
El señor LAGOS.- Un momento.
Me refiero a ellos, porque expresaron de manera textual: "Nosotros respondemos...
La señora ALLENDE.- Así fue.
El señor LAGOS.-... por todos los votos de nuestro conglomerado para aprobar el proyecto el próximo martes si no resulta el derrotero trazado". En esa oportunidad les señalamos que estábamos de acuerdo con ello, pese a que no considerábamos que fuera la mejor opción, por cuanto los tres asuntos que requieren modificación tienen una solución fácil: el veto.
Pues bien, como los parlamentarios de la Alianza por Chile deseaban evitar la posibilidad de un veto, con mucha buena voluntad les dijimos: "Veamos la posibilidad de que la Cámara de Diputados autorice corregir esto en la Comisión Mixta".
En todo caso, un señor Senador -tarea para él explicitarlo- fue muy claro en señalar que no le parecía adecuado que Senadores, tanto de Oposición como de Gobierno, estuvieran negociando un veto. En realidad, no recuerdo que nosotros hayamos hecho eso durante los Gobiernos del Presidente Frei, del Presidente Lagos o de la Presidenta Bachelet.
Si hay parlamentarios que ahora se sienten autorizados y mandatados para proceder en tal sentido, bien por ellos.
Ahora corresponde votar el informe.
Y si existen aspectos en los que no hubo acuerdo, pese a compartir la solución, esperemos que se presente el veto pertinente que resuelva el problema.
Pido que aprobemos el artículo 4º. De rechazarse por falta de quórum, no habrá aumento de actividad física en los establecimientos educacionales ni se podrá educar sobre alimentación saludable.
No quiero imponerles nada en este ámbito a las instituciones de educación superior, menos una prohibición. Pero, entre establecer tal obligación y dejar sin ella a los niveles básico y medio, no tengo dónde perderme: que se apruebe la norma como está y que se envíe el veto que permita resolver la situación en forma fácil.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Para fundar el voto, tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, el hecho de votar por separado el artículo 4º les dará una tremenda excusa a algunos colegas para pronunciarse en contra de una norma que, en mi modesta opinión, tal vez es la más relevante del proyecto.
Más importante que la rotulación de los alimentos, más incluso que la no publicidad en determinados horarios, es el esfuerzo de incorporar en los programas de estudio, en todos los niveles educacionales, contenidos sobre alimentación saludable.
Ello constituye un cambio cultural.
La apuesta que debemos hacer apunta a prevenir los problemas y a entregar a nuestros niños y jóvenes toda la información, todos los elementos, todas las herramientas que les permitirán tomar una decisión libre y soberana respecto de qué consumir. Esto solo será posible si se parte de la base de que se les pudo informar, educar y preparar adecuadamente.
Un Senador me decía recién: "¿Por qué establecer por ley lo que se debe enseñar en un programa curricular?".
Lo anterior no es novedad. Se ha planteado en otras normativas legales.
Por ejemplo, en la Ley de Tránsito se contempla la educación para el cumplimiento de sus normas en los establecimientos de enseñanza. Hay brigadas de tránsito. Funcionarios de Carabineros van a los colegios y hacen clases sobre cómo respetarlas.
Eso es educar; es cambiar la mentalidad.
¡Y, por Dios, que sería importante, a propósito de los accidentes y de las imprudencias de los conductores, que se retomaran esas clases!
Tampoco es novedad que hayamos determinado por ley la necesidad de informar a los estudiantes y a los jóvenes sobre sexualidad para que puedan a futuro adoptar una conducta adecuada en ese ámbito. Se entregan los antecedentes. Ellos decidirán en forma libre más adelante cómo actuar.
En el caso de la alimentación saludable pasa exactamente lo mismo.
Yo me pregunto: ¿los Senadores que rechacen el artículo 4º están en contra también del programa -muy bueno y positivo- que lleva adelante la Primera Dama sobre vida sana? Este se exhibe por televisión, lo que me parece excelente, y está dirigido a personas de todas las edades (niños, jóvenes, adultos y ancianos).
Por tanto, cuando se dice: "Resulta absurdo plantear la enseñanza de este asunto en las universidades", yo respondo: "¿Por qué no, si lo que interesa es corregir conductas, proporcionar información para que los jóvenes puedan tomar sus propias decisiones?".
Pero hay algo más relevante aún, señor Presidente.
Si el artículo 4º no se aprueba, se echará por tierra, en mi modesta opinión, lo más trascendente de todo el proyecto: la obligación de que los establecimientos educacionales incluyan "en sus programas curriculares al menos tres bloques semanales fraccionados de actividad física práctica, que genere alto gasto energético.".
Esto es deporte, queridos colegas. Y esto es algo que nunca pudimos imponer en la Ley del Deporte o en la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza. ¿Por qué? Porque obedecimos a la presión de los grupos corporativos y de los profesores que no aceptaban que alguien ajeno a la pedagogía hiciera clases de ciertas disciplinas. Y con eso lo único que se consigue es cercenar el futuro sano, formativo y valórico de los miles de jóvenes que hacen deporte en el país y, lo que es más grave, de los millones de jóvenes que no lo practican, por no haber cultura deportiva en nuestras normas.
Por eso, me parece fundamental que el inciso que he leído forme parte de este proyecto. Sé que significa un desafío enorme, pues se requieren monitores, entrenadores, más profesores, infraestructura. Los establecimientos educacionales particulares, los subvencionados y los municipalizados tendrán que adecuar sus instalaciones para esta práctica.
Pero, ¡por Dios!, en el articulado estamos apostando a que nuestros niños y jóvenes tengan un futuro más saludable, lo que implica ahorro en gastos de salud para el Estado, el cual tiene que asumir y financiar los costos de la obesidad infantil y de diversas otras enfermedades.
Señor Presidente, me parece fundamental tomar conciencia de que el rechazo de esta disposición implica cercenar la posibilidad de que nuestros niños gocen de una vida más sana y desarrollen sus cuerpos, sus mentes y sus espíritus de manera mucho más saludable. Y es una mínima coherencia con lo que está tratando de hacer la Primera Dama, señora Cecilia Morel.
Votaré a favor del artículo.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Escalona para el fundamento del voto.


El señor ESCALONA.- Señor Presidente, por desgracia, hemos estado sometidos a una presión política del todo inaceptable. Porque, paradójicamente, las fuerzas del oficialismo han ofrecido a los parlamentarios de la Concertación -entre comillas- negociar un veto del Presidente de la República. Y todos sabemos que eso es inadmisible no solo desde el punto de vista constitucional; sino también político y moral.
Los parlamentarios de la Concertación, por fortuna, hemos tenido una conducta transparente e inequívoca. Nosotros no somos los llamados a negociar con el Presidente de la República, porque no nos corresponde. Pero también pensamos que eso no atañe a los parlamentarios de Gobierno.
Ahora, ellos se han presentado acá con una liviandad enorme, como si estuvieran en posesión de atribuciones que en nuestro ordenamiento jurídico no tienen. Incluso han hecho alusión a asesores para redactar textos que serían la base de un veto aditivo o supresivo.
Francamente, me parece el colmo que incluso se utilice aquello como excusa para votar en contra de una redacción que permita formar a los niños y se les pueda entregar información respecto de lo dañino que es el consumo de alimentos no saludables.
Parece que algunas imágenes televisuales no sirven de nada. Pienso, en especial, en el drama del niño hospitalizado en Temuco, así como tampoco en el de su prima. Porque aquí se señala, en forma liviana: "Mire, es problema de que los padres los eduquen". ¡Qué fácil resulta decirlo! Todos sabemos que en la sociedad de hoy, precisamente por la potencia de los medios de comunicación, es más importante entregar antes la información necesaria, porque, de lo contrario, las personas carecen de los elementos que les permitan definir qué es o no es una alimentación sana. Y ello es válido respecto de los adultos, pero, sobre todo, de los niños.
Entonces, pasando por encima el intento perverso de presentar mal nuestra posición, muy profundamente, quiero pedir a los Senadores de los Partidos de Gobierno que, en este caso, votemos el mérito de la disposición y no amputemos al proyecto un aspecto básico, esencial. Si esta norma se cercena en los términos en que se pretende, en realidad se inutilizará de manera muy severa y prácticamente irrecuperable la iniciativa que hoy día estamos discutiendo.
Los niños de todos los sectores sociales, sin distingos -este no es un tema de lucha de clases; en ello se equivoca un articulista que hoy acusa al Senador señor Rossi-, necesitan información. Y por eso, una política pública debe entregar los elementos, las atribuciones y el respaldo legal para acceder a ella. De lo contrario, lamentablemente se va repetir el drama del niño hospitalizado hoy en la ciudad de Temuco, y que se encuentra con ventilación artificial.
Considero que estamos a tiempo para evitar eso, legislando según el mérito de la disposición que puede rechazarse o aprobarse.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Kuschel para fundamentar su voto.


El señor KUSCHEL.- Señor Presidente, en la reunión que tuvimos a la hora de almuerzo con los Senadores señores Longueira, Espina y Chadwick, nos informaron que había un acuerdo en camino. Por eso ellos se fueron convencidos de que, sobre la base de lo convenido, el pronunciamiento del proyecto sería mañana. Ahora vemos que se ha alterado la tabla con un sistema de mayorías reglamentarias sorprendente, conforme al cual la iniciativa se pone en votación ahora, en una forma bastante enredada, ya que hay muchas dudas respecto de qué se salva si se vota a favor y qué no, si se vota en contra.
Quiero puntualizar que, en mi caso, suscribí este articulado porque me interesa. Ya señalé en la sesión pasada que mi Región es productora de alimentos sanos, de los más sanos que se usan en el mundo, pero que se han visto castigados por mala propaganda: se dice que es malo consumir papas, carne, leche. A mí me interesa la información veraz, como imagino que les interesará a otros Senadores, sobre la calidad nutritiva de los alimentos y, eventualmente, respecto del daño que producen los excesos en el consumo de cualquiera de ellos.
Por tanto, deseo plantear en términos generales mi preocupación por la confusión reglamentaria a que estamos sometidos.
Con relación al artículo 4° -entiendo que estamos hablando solamente de él; y yo había pedido la palabra respecto de temas reglamentarios, pero no se me dio-, en atención a lo señalado, me veo obligado a votar que no.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán para fundar el voto.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, el proyecto en debate tiene que ver con políticas que el Gobierno -los Ministros de Salud y de Educación, el Presidente de la República, la Primera Dama- ha querido impulsar, y que dicen relación a tres materias fundamentales.
Primero, se trata de focalizar su propósito en el drama social que hoy día vivimos como sociedad: somos el quinto país con mayor obesidad infantil del mundo.
Segundo, el proyecto y la intención del Ejecutivo apuntan a terminar con los ganchos comerciales asociados a la entrega de juguetes y accesorios para incentivar el consumo de la comida chatarra.
El Gobierno -¡nuestro Gobierno!- ha señalado también la necesidad de contar con un etiquetado nutricional que sea entendible, accesible y legible.
A partir de la discusión que hubo la semana recién pasada, accedimos, justamente, a una reunión de Comités para enfrentar una segunda revisión del proyecto de ley por parte de la Comisión Mixta, con el objeto de resolver los bemoles que presentaba. Y además -lo sostuvimos en un acuerdo verbal, que no quedó firmado-, era obvio que se iban a tratar aquellos aspectos que debe considerar el veto, en caso de no zanjarse la situación.
Pues bien, a partir de ese momento me reuní con el Senador señor Girardi a fin de trabajar el texto del veto, contando con el acuerdo del Ministro de Salud, y de entregar una alternativa que ofreciera una solución.
Y el que tengo en mi mano es el texto de la observación que va a enviar el Presidente de la República. ¡Este es! ¡En él se consignan cada uno de los aspectos contenidos en la minuta firmada por los Comités!
¿Cuál es el punto en discusión? Que después del largo tratamiento que ayer y hoy realizamos en la oficina del Honorable señor Girardi -hicieron lo propio el Ministro de Salud y el doctor Eduardo Uauy-, con el propósito de perfeccionarlo y llegar a un acuerdo, se ha sostenido que los Comités de la Concertación no están dispuestos a respaldar lo hecho por el mencionado señor Senador, por no haber sido consultados o, en definitiva, porque quieren sacar una ventaja política con este proyecto de ley.
La cuestión es que no podemos poner en riesgo una iniciativa legal destinada a enfrentar un asunto ampliamente compartido y consensuado por todos nosotros.
Lo que no desea el Gobierno es que después se diga que el veto responde a presiones indebidas de terceros, cuando en verdad solo contiene lo acordado por el Senado.
Entonces, no por lograr una ventaja política vamos a perder la oportunidad de aprobar un proyecto que busca necesariamente -¡necesariamente!- la implantación de una política pública urgente e indispensable.
Ese es el punto en cuestión.
Yo no sé cuál es el reparo formulado hoy por algunos Senadores de la Concertación respecto del veto. ¡El veto es el que tengo en la mano! Hay que preguntarles si están o no están de acuerdo con él y pedir al Ejecutivo que lo mande. Ese es todo el problema. O se quiere obtener una ventaja política o se desea avanzar en favor de la salud. Porque la salud de los niños chilenos no está a la altura de aquella.
¿Queremos avanzar o no, señor Presidente?
El texto del veto está a disposición de los señores Senadores. Fue ratificado por el Ministro de Salud. Cuenta con el acuerdo del Ministro Secretario General de la Presidencia y con la autorización del Gobierno, lo que nos ha permitido entendernos. El Ejecutivo ha dicho que desea avanzar en la solución del problema a tal punto que nos ha posibilitado trabajar juntos tanto en el proyecto como en el veto.
Acá tengo el texto del veto si algunos quieren leerlo. El Senador señor Quintana ya lo hizo, porque estuvo presente en las conversaciones con el doctor Uauy.
Se lo haré llegar a Sus Señorías.
Por último, quiero decir que con los niños chilenos no se juega ni se hace política de trinchera.
El señor ROSSI.- ¡Vote a favor, entonces!
El señor CHAHUÁN.- ¡Estamos todos dispuestos a votar a favor!
El señor ROSSI.- ¡Esto es demagógico!
El señor NAVARRO.- ¡Un Senador no puede presentar un veto!
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Llamo al orden al Senador señor Navarro.
Puede continuar el Honorable señor Chahuán.
El señor CHAHUÁN.- Para terminar, quiero informar que todos quienes formamos la Coalición por el Cambio vamos a votar a favor del veto. Es decir, tendrá el respaldo de los Senadores oficialistas y aquel que le brinden los Senadores de la Concertación. ¡Ojalá que después no se imputen dobles intenciones al Presidente de la República!
El señor ESCALONA.- ¡No sea demagogo, Senador!
El señor NAVARRO.- ¿El Ministro aquí es Chahuán?
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Llamo al orden a los señores Senadores.
Tiene la palabra el Honorable señor Uriarte para fundamentar el voto.

El señor URIARTE.- Señor Presidente, más allá de la discusión reglamentaria o del mérito de los artículos 4° y 6°, creo que estamos enfrentados a un problema de fondo: la credibilidad de los acuerdos a los que se llega en esta Corporación.
Acá tengo el acuerdo de Comités, al que tanta alusión se hace.
En la parte pertinente señala: "Se ha acordado suspender la vista del proyecto para consultar a los Comités de la Cámara de Diputados su voluntad de reinstalar la Comisión Mixta respectiva, con objeto de perfeccionar los acuerdos y redacción de los siguientes puntos...". Y se habla de los artículos 4° y 6°.
A mi juicio, el espíritu de ese acuerdo quedó sobrepasado; está viciado; no hay garantías para cumplirlo, y queda claro que para muchos Senadores de la Oposición -no todos- no tiene mayor valor.
Lamentablemente, entre gallos y medianoche, conforme a los procedimientos reglamentarios -pero de manera bastante particular-, se ha alterado el orden de la tabla, se ha desconocido un acuerdo al que se llegó con uno de los principales impulsores del proyecto que, dicho sea de paso, es el Presidente del Senado.
El señor NAVARRO.- ¡Girardi metió la pata!
El señor URIARTE.- Él, con toda autoridad, como lo hizo en los dos trámites de la discusión del proyecto, llegó a un acuerdo ¿que, además, fue refrendado por uno de los asesores principales que han tenido muchos de los Senadores de la Oposición, el doctor Uauy-, en virtud del cual se arribó a un consenso con el Senador señor Longueira y con los Comités de la Alianza, en orden a votar mañana la iniciativa.
Todos saben que la Oposición, por unanimidad, se manifestó contraria a lo resuelto en la reunión de Comités. Y no lo hizo por una cuestión conceptual, digámoslo derechamente. Se opuso porque lo que quieren los integrantes de aquella -al menos, la gran mayoría- es situar al Gobierno como defendiendo los intereses de los industriales, dejando a él y a los Senadores de la Alianza como que no nos interesa ni nos importa la defensa de la salud de los niños, especialmente. Y eso es inaceptable.
Por esa razón, señor Presidente -perdóneme que lo diga-, me parece que está todo viciado. Porque, si de verdad hubiera un auténtico y genuino interés por respetar la palabra empeñada, qué costaría trasladar el debate para mañana y pedir una segunda discusión. ¿Qué costaría eso?
Pero, como no hay voluntad, aparecen algunos Senadores anunciando que van a votar en contra de un eventual veto. Así lo señalaron hoy en una difundida conferencia de prensa.
O sea, no hay voluntad. En verdad, no la ha habido nunca de parte de algunos -no quiero decir de todos-, en orden a aprobar dicho acuerdo. Y si ella no existe, no hay garantía; y si no la hay, está todo viciado.
Por lo tanto, no cabe más que votar en contra y, por la vía de un nuevo proyecto, enmendar, reparar y corregir los errores que me parecen insalvables a estas alturas del partido.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quintana.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, yo entendí que esta mañana había cambiado el Ministro de Vivienda, pero no que también lo había hecho la vocería de Gobierno. Porque, luego de escuchar al Honorable señor Chahuán, quien justamente anda entregando una copia del veto, nos damos cuenta de que aquí hay una modificación en atribuciones que son propias del Presidente de la República y que hoy tiene un Senador.
Ello me parece inconcebible, algo nunca antes visto, más aún en un sistema presidencial tan fuerte como el nuestro.
Entonces, una discusión es la que realicemos en su oportunidad respecto del veto que se envíe -le agradezco al Senador Chahuán que haya proporcionado ahora el documento-, pero el tema de fondo es el que hemos estado debatiendo todos estos días.
Este proyecto, efectivamente, apunta a combatir la obesidad, señor Presidente. Pero parece que también debemos preocuparnos de enfrentar la esquizofrenia, como alteración del pensamiento. Porque resulta muy sorprendente observar cómo en el transcurso de las distintas etapas de tramitación de esta iniciativa el Gobierno, el Ministro de Salud aquí presente, tuvieron una opinión -es cosa de ver lo que ha expresado el señor Mañalich en diversas ocasiones- y hoy manifiestan otra completamente diferente.
Me señalan acá que lo que ha repartido el Senador Chahuán ni siquiera es el veto,...
El señor CHAHUÁN.- ¡Cómo que no!
El señor QUINTANA.-... sino un proyecto de ley nuevo.
Entonces, seamos claros. ¡De qué estamos hablando!
El señor CHAHUÁN.- ¡Están destruyendo el acuerdo!
El señor QUINTANA.- Este es un proyecto de ley nuevo, señor Senador, no un veto. Hay una "ligera" diferencia. Además, tendría que haberlo entregado el Presidente de la República o el Ministro Secretario General de la Presidencia, y este último ha guardado silencio; no se ha referido al asunto.
Por eso, insisto, señor Presidente: junto con la obesidad, preocupémonos de la esquizofrenia de algunos, pues lo que está ocurriendo hoy día no guarda ninguna relación con el debate que se dio en las distintas etapas de tramitación de la iniciativa.
Ahora, el Senador Girardi, como uno de los autores del proyecto, tiene todo el derecho a conversar con el Ministro e intercambiar opiniones para ver cómo salvarlo. Pero cuando escucho a los miembros de la Alianza me doy cuenta de que lo que quieren es, más bien, que aquel se caiga. Y si alguien se está frotando las manos hoy no es nadie del ámbito político, sino los productores, los empresarios, la gente que ha estado presionando estos días para que la iniciativa no salga adelante. Esas personas están felices, a la espera de que el proyecto caiga. Y son los que van a celebrar esta tarde si ello así ocurre.
Se ha afirmado que sostuve un diálogo con el Ministro Mañalich, aquí presente. Pero entiendo que no hemos conversado hoy día, ¿verdad, Ministro? Por supuesto, hablé con el doctor Uauy, como también en estos días con la Sociedad Científica (entidad que, entre paréntesis, ha respaldado totalmente la iniciativa). Sin embargo, no he participado en ninguna negociación para salvarla. Ahora, si hubiese que hacerlo, lo haría. No tengo ningún problema en ello.
En la única conversación en que estuve y en la que participaron varios colegas más fue en la que se realizó el miércoles en la tarde en la sala contigua, donde se reúnen los Comités. Y ahí todos escuchamos al Senador Longueira, jefe de bancada de la UDI, señalar que estarían todos los votos de su partido en la Cámara de Diputados, y que si esa fórmula se caía, se podía contar con todos los votos de su sector acá.
Por eso, cuando oigo al Senador Uriarte decir que votará en contra, a la espera de mejorar la materia en un próximo proyecto o en un veto, de verdad que no lo entiendo.
Lo concreto, estimados colegas, es que ustedes también le están dando la espalda al Ministro Lavín. Si hay alguien que se ha preocupado por la práctica deportiva ha sido precisamente él, quien incluso estableció un SIMCE de educación física que se realizó por primera vez el año pasado y que arrojó como resultado que solo uno de cada diez niños está cumpliendo con los mínimos aceptables en la materia. Y ahora vemos que este proyecto, que busca incluir tres bloques de actividad física a la semana, tampoco les importa.
O sea, si salimos de esto y pasamos a la otra fase, que significa perder parte importante de la iniciativa, quedándonos solamente con lo del rotulado, habrá muchos casos más como el del niño de Temuco a que se refirió el Senador Pizarro, sin posibilidad de tratamiento y con las patologías que se indicaron.
Finalmente, señor Presidente, creo que esta discusión se ha apartado del fondo.
Y quisiera traer a colación un episodio ocurrido hace un par de semanas, a propósito de la publicidad de los textos escolares.
Este proyecto justamente contemplaba la restricción de publicidad en establecimientos de prebásica, básica y media. Y fue un Diputado de la UDI quien, durante la discusión en la Comisión Mixta, planteó incluir igualmente en la prohibición de ciertos alimentos a las universidades.
Por eso, creo que sería bueno que la Alianza se hiciera cargo de los errores que también ha cometido durante la tramitación de este proyecto, y, sobre todo, el Gobierno, del cambio de opinión que ha mostrado en esta materia.
Pienso que dejar caer parte del artículo 4° sería pegarle una tremenda mordida, no al "Súper 8", sino a un proyecto que busca proteger verdaderamente la salud de nuestros niños.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Gómez.


El señor GÓMEZ.- Señor Presidente, imagino que esta sesión resultará un poco extraña para quienes están escuchando el debate o viéndolo por televisión.
En la sesión pasada se generó una disputa muy dura entre la Alianza y la Oposición como consecuencia de declaraciones formuladas por el titular de Salud y por grupos empresariales. Incluso, el Ministro de Economía dijo que este proyecto afectaba fuertemente ese ámbito. En fin, hubo un cambio radical desde el punto de vista de la postura que había asumido el Ministro de Salud a lo largo de la discusión.
Se generó, pues, una polémica muy fuerte, a raíz de la cual el Senador Longueira optó por solicitar una reunión de Comités. Yo participé en ella. Y ahí se estableció lo siguiente. Es importante dejarlo claro porque aquí han aparecido discursos señalando que esta es una disputa política, cuando en realidad lo que estamos haciendo es aprobar un proyecto de ley, mayoritariamente aceptado por la opinión pública, que trata de evitar el consumo de comida chatarra en los colegios y estimular en los niños hábitos para una alimentación saludable.
¿Qué acordamos en ese momento, señor Presidente?
Aquí tengo el documento.
Dice lo siguiente:
"Acuerdo de los Comités del Senado.
"Hoy, 13 de abril, con motivo del debate del informe del proyecto de ley sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad.
"Por acuerdo unánime de los comités se acordó:
"Suspender la vista del proyecto para consultar a los Comités de la Cámara de Diputados su voluntad de reinstalar la Comisión Mixta respectiva con objeto de perfeccionar los acuerdos y redacción de los siguientes puntos:".
O sea, se buscaba el parecer favorable de la Cámara de Diputados para poder reabrir el debate en la Comisión Mixta, pero en función de los siguientes tres puntos:
"1.- Respecto a la venta de alimentos a los que hace alusión el artículo 6°, acotando la restricción de la venta de los mismos a los establecimientos de educación básica y media.
"2.- Precisar el alcance a lo indicado en el artículo 4°, referido específicamente a lo que se entiende por los conceptos "en todos sus niveles y modalidades de enseñanza", precisando que ello es para la educación básica y media, y que no es necesario que se haga dicha intervención educativa en todos y cada uno de los años escolares.
"3.- Acordar eliminar en el artículo 6° la referencia a la publicidad de los sucedáneos de la leche materna".
Esos fueron los tres puntos que permitieron no votar en ese minuto. Y accedimos a algo que el Senador Escalona señaló que era impropio: aceptar un veto planteado por parlamentarios de Gobierno, cuando ello es facultad exclusiva y privativa del Presidente de la República.
Sin embargo, para lograr un acuerdo y con la finalidad de resolver esta materia, dijimos que lo íbamos a aceptar.
¿Qué pasó luego? Los Comités de la Cámara de Diputados no admitieron la propuesta.
O sea, el acuerdo (firmado, entre paréntesis -quiero mencionarlo- por los Senadores señores Chadwick, Quintana, Chahuán, Zaldívar, Girardi, Letelier, Lagos y quien habla), que consistía en reabrir el debate en la Comisión Mixta para resolver los tres puntos mencionados, no fue acogido por la Cámara de Diputados.
Por lo tanto, lo que había que hacer ahora era simplemente votar, para que el Gobierno enviara un veto en función de los referidos tres puntos.
Sin embargo, lo que se está haciendo hoy es votar en contra para que el proyecto definitivamente se caiga. Porque cuando eso ocurra y no exista la norma en cuestión, al final no se dará lo que todos esperamos: en lo fundamental, que haya un buen plan de educación en los colegios para evitar una mala alimentación en nuestros niños.
Entonces, aquí no se puede dar vuelta esto de la manera como se está haciendo. ¡Si los propios Senadores de Gobierno concurrieron al acuerdo!
Se encuentran presentes el Ministro Secretario General de la Presidencia y el Ministro de Salud.
Bastaría con que ellos anunciaran un veto en función de los tres puntos en que hubo acuerdo y se acabaría el problema. Aprobaríamos el informe de Comisión Mixta y luego resolveríamos las observaciones del Presidente de la República de una sola vez. Pero hoy están usando el subterfugio de decir que el Senador Girardi habría negociado determinadas cosas, cuando el propio Senador Quintana ha señalado que eso no es así.
Entonces, señor Presidente, seamos claros.
Aquí hay una forma de solución clarísima: votar a favor. El proyecto no será ley mientras no sea promulgado por el Presidente de la República, quien puede enviar un veto sobre los tres puntos y esas observaciones serán aprobadas por unanimidad y de una sola vez.
Así que, señor Presidente, digamos la verdad. Y la verdad es que bastaría con que el señor Ministro de Salud dijera que esos tres puntos, acordados por todos los Comités del Senado, serán los que abordará el veto, el cual tendría que ser votado a favor por la Alianza y la Concertación. Y no se presentaría ninguna otra dificultad.
Lo demás no corresponde a la verdad; lo demás es tergiversar lo que está sucediendo; lo demás es aceptar, en definitiva, la presión de las grandes empresas, de quienes ganarán con el rechazo, que son los que al final afectan la salud de los niños.
Termino diciendo que, para ser consecuentes, aprobemos el informe y escuchemos después al Ministro de Salud, quien podrá anunciar, como lo ha ofrecido el propio Senador Chahuán, que el veto se referirá a los puntos concordados por los Comités, incluidos los de Gobierno.
Gracias.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra, para fundamentar el voto, la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, voy a fundamentar mi voto, que por cierto será favorable, porque me parece que este es un proyecto muy importante, con el que van a ganar los niños, los adultos, el país en general.
Lamento que esta iniciativa, que iba viento en popa, de repente haya tenido un giro, donde -no podemos olvidarlo- hubo hasta amenazas de algunos empresarios (que no iba a haber más donaciones a la Teletón); hubo declaraciones del Ministro de Economía, como acaba de recordar el Senador Gómez, de que se afectaría la competitividad; hubo un cambio en el Ministro de Salud, presente en la Sala, quien incluso llegó a decir que este era el proyecto fetiche del Senador Girardi, aun cuando después pidió disculpas.
Desgraciadamente, ha habido expresiones que están de más.
También se calificó de talibanes a quienes en un primer momento defendieron la iniciativa. ¡De "talibanes"!
Y yo quiero que nos hagamos cargo de nuestras palabras, porque parece que las olvidamos con mucha rapidez.
En Chile ya tenemos un 20 por ciento de niños obesos, un 45 por ciento de adultos en la misma condición...
Señor Presidente, es bien difícil hablar así. Por favor, ponga orden en la Sala. Y al Ministro le pido hacer sus reuniones en otra parte, con los Senadores que sea necesario: aquí, es una falta de respeto hacia quienes se hallan haciendo uso de la palabra.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Puede seguir fundamentando su voto, señora Senadora.
La señora ALLENDE.- Estaba señalando que en Chile ya tenemos un 20 por ciento de niños obesos y un 45 por ciento de adultos en la misma condición; un 89 por ciento de la población es sedentaria, y, de los pocos que se escapan a la norma, la gran mayoría reconoce que solo hacen ejercicio los fines de semana.
En otros países, como Inglaterra, se acaba de declarar inamovibles las clases de matemáticas y de deportes. Quizás en Chile la mayor inequidad se demuestra en relación con estos últimos. Basta comparar las horas que les dedican los colegios municipalizados y los particulares. Los privados ofrecen a sus alumnos una variedad de deportes que resultan vedados para los otros, por la escasez de recursos.
Ya lo dicho hasta ahora sería más que suficiente para que la Alianza le manifestara al país su disposición a aprobar el proyecto. Lamentablemente, en la Comisión Mixta un Diputado de la UDI propuso un elemento que siguió de largo y fue aprobado. Obviamente, todos estábamos de acuerdo -aquí se ha recordado una y otra vez- en sacar los tres puntos convenidos, porque, efectivamente, nos parecía excesivo incluir en la prohibición a la educación superior.
Ahora se efectúan artilugios verbales de todo tipo -como los que acaba de hacer el Honorable señor Uriarte, que ha tratado de darse todas las vueltas de carnero posibles-, que al final no les resultan, para justificar que no son capaces de cumplir la palabra entregada por el Senador Longueira, quien expresó que, si no se lograba la reapertura del debate en la Comisión Mixta, garantizaba los votos para cuando el proyecto se viera hoy como primer punto de la tabla. Y por eso les quiero recordar que ni siquiera tendríamos que haber discutido que se tratara al inicio del Orden del Día. El Senador Chahuán incluso argumentó en la reunión que era aconsejable analizarlo mañana porque así el Senador Girardi podía venir a votar, pero le tuvimos que decir que el Presidente de la Corporación, lamentablemente, sufrió una infección en su herida y que, por lo tanto, también estaría ausente en la sesión del miércoles.
Sin embargo, deseo hacer presente que en esto no se halla involucrado un tema del Honorable señor Girardi, que por desgracia, como acabo de indicar, se encuentra imposibilitado de asistir, sino el compromiso con la palabra del Senador Longueira, que aseguró que todos sus colegas de la UDI estarían disponibles para prestar su voto favorable en los tres puntos señalados.
Entonces, ¿saben qué más? Ya no se den más vueltas; no busquen lo imposible; no más sofismas, no más palabras al vacío. Hagamos una sola clara demostración. Este proyecto hay que votarlo ahora y ya. Será facultad del Presidente de la República, de acuerdo a la Constitución y a nuestras leyes republicanas y no a través de la imposición de algunos Senadores, cambiar, a través de un veto, los tres puntos en los que existe acuerdo, pues, efectivamente, hay errores o normas que están de más y el texto debe ser perfeccionado.
Solo una sola acción cabe ahora: votar y no dar más excusas que resultan inadmisibles. Lo que hemos oído esta tarde es casi grotesco, más allá de todo lo que ya hemos tenido que escuchar, desde las amenazas de los empresarios hasta la calificación de "talibanes" para quienes presentaron el proyecto.
Yo digo: ¡enhorabuena tenemos parlamentarios dispuestos a sustentar y defender una iniciativa como esta y a perseverar en ella durante cuatro años!
Ahora lo único que cabe, por el bien de Chile, por todo el sedentarismo que existe, por todos los niños obesos que hay, votarla a favor sin más excusas.
He dicho.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Prokurica.
No hará uso de ella.
Tiene la palabra el Senador señor Navarro.
No se encuentra en la Sala.
Para fundamentar el voto, tiene la palabra el Senador señor Sabag.


El señor SABAG.- Señor Presidente, estoy bastante confundido, por cuanto en la sesión pasada suspendimos el tratamiento del proyecto y quedó muy claro, a la vuelta de la reunión de Comités, que si la Cámara de Diputados no accedía a rehabilitar la Comisión Mixta para ver los tres puntos, sencillamente la iniciativa volvía a la tabla en el primer lugar y la íbamos a aprobar por unanimidad -¡por unanimidad!-, con el fin de que el Gobierno enviara un veto que acogeríamos para dar por despachado el proyecto. Porque es lo que todos andamos buscando.
Desde hace cuatro años que venimos discutiendo esta iniciativa. Y por fin ahora se había alcanzado un consenso bastante amplio. Había tres cuestiones en las que no existía acuerdo, pero se estaban salvando.
Hoy, Chile entero concuerda en que debe existir una legislación para limitar los abusos que se cometen, especialmente con los más chicos. Ahora el mensaje nos llega desde Temuco: el niño Campos, de trece años, pesa 180 kilos. Y su prima va por las mismas; también presenta un exceso muy grande. Y esto se observa en todos los sectores de nuestro país.
Hay estudios en mi Región que quisiera dar a conocer, si no en la presente intervención, tal vez en otra, pero resulta absolutamente necesario e imperioso que legislemos sobre la materia e incentivemos a los niños a hacer deporte.
La propia Primera Dama, en una iniciativa muy elogiable, está tratando de inducir a la ciudadanía a realizar ejercicio. Ella misma sale en bicicleta, para estimular a miles de personas. Todos nos alegramos por eso, pues sabemos que esa es una de las maneras de quemar calorías y llevar una vida más saludable.
En la actualidad, en todos los niveles sociales se aprecia exceso de peso por el consumo indiscriminado de productos con mucha azúcar, mucha sal o muchas grasas saturadas.
Por eso, señor Presidente, estoy extrañado, porque en el Senado la palabra empeñada siempre se ha respetado. Y ahora nos encontramos con que eso no está ocurriendo. Aquí fue muy claro todo lo que se acordó. Se leyeron los tres puntos.
A mí me entrevistaron varios medios de comunicación, algunos de los cuales manifestaron inquietud. "¡Qué inquietud va a haber" -les dije- "si este proyecto mañana se va a aprobar por unanimidad!".
¡Ese es el acuerdo que tenemos!
Por eso, cuando hoy vemos que ello se rompe, yo no lo entiendo. Desconozco el nuevo mecanismo que se está utilizando en el Senado de la República.
Espero que podamos recapacitar y lograr que este proyecto sea aprobado. Por supuesto, voy a votar a favor en esta oportunidad, y, si mañana o pasado el Gobierno envía sus observaciones según lo convenido, también honraremos nuestro compromiso.
He dicho.
)----------(
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Solicito la asentimiento de la Sala para que el Honorable señor Pizarro asuma como Presidente accidental.
Acordado.
--Pasa a dirigir la sesión el Senador señor Pizarro, en calidad de Presidente accidental.
)-----------(
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.


El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, hemos abierto una discusión sobre una parte del informe de la Comisión Mixta, referida al artículo 4º, punto tratado hoy en la reunión de los Comités.
Efectivamente, en tal oportunidad se resolvió que en esa norma había que precisar qué se entiende por los conceptos "en todos los niveles y modalidades de enseñanza", estableciendo que ello es para la educación básica y media, y que no es necesario hacer dicha intervención educativa en todos los años escolares.
Eso fue lo acordado.
También estuvimos contestes en que lo anterior era una de las modificaciones que se podían proponer a través de un veto del Presidente de la República, que no solo podría recaer en la citada norma, sino también en muchas otras si así lo quisiera el Ejecutivo, porque ello se encuentra dentro de sus atribuciones.
De llegar aquí tal veto, habiendo uno firmado el acuerdo, deberíamos hacer fe de él y aprobarlo. Sería incomprensible pronunciarnos en contra de algo que uno mismo pidió corregir.
Sin embargo, llamo la atención respecto de que lo resuelto por los Comités solo obliga al Senado. Porque he escuchado algunas versiones o rumores de que, si nosotros aprobamos el informe de la Comisión Mixta, en la Cámara de Diputados se buscarían -no precisamente en nuestro sector- los votos necesarios para rechazarlo. Más aún -no voy a precisar la fuente-, una persona muy importante en el Gobierno me expresó que no se formularán observaciones al proyecto.
Entonces, el asunto es muy claro: como parlamentario, uno debe honrar su palabra.
En la reunión de Comités se convino en que había tres materias que corregir, las cuales ya se han mencionado acá, así que no las voy a repetir.
Ahora bien, si después de aprobado el informe de la Comisión Mixta el Ejecutivo presenta observaciones -repito: facultad exclusiva del Presidente de la República- donde no se aclaren los tres puntos en los que hay consenso: la venta de comida chatarra en los establecimientos de educación superior; la precisión, en el artículo 4°, acerca de qué se entiende por "en todos los niveles y modalidades de enseñanza", o la referencia a la publicidad de los sucedáneos de la leche materna, tendremos que pronunciarnos aquí, en la Sala, y cada uno deberá asumir su responsabilidad con respecto a lo que firmó.
Los que suscribimos el referido acuerdo por supuesto que vamos a aprobar lo que en él se plantea. Pero la presentación del veto es una atribución del Ejecutivo.
El Senador señor Chahuán me entregó un texto que parecía contener el resultado de las conversaciones con el Honorable señor Girardi. Pero no se sabe si ello está comprendido en su totalidad.
En realidad, lo que figura en ese documento reproduce en parte lo que hemos señalado acá. Porque en algunos lugares aparece, por ejemplo, el siguiente comentario: "ACEPTADO CON MODIFICACIONES, PESE A NO ESTAR EN EL ACUERDO PARA FACILITAR EL CUMPLIMENTO DEL OBJETIVO".
Lo único que pido para tomar mi decisión sobre las observaciones es que estas se presenten físicamente, pues reitero que ello corresponde a una facultad del Primer Mandatario. Y me comprometo -creo que todos lo haremos- a votar a favor de los tres puntos en que pusimos nuestra firma y empeñamos nuestra palabra. No vamos a modificar nuestra posición.
La señora ALLENDE.- Así es.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Ahora bien, un señor Senador señaló: "Miren, nosotros nos pronunciaremos de tal forma porque no se cumplió el acuerdo; porque tal cuestión no es reglamentaria; porque ni nosotros ni el Gobierno queremos que se diga que está siendo presionado por determinadas entidades para lograr cierto objetivo con esta ley en proyecto.".
Yo le digo a quien formuló esas palabras que la situación puede ser mucho peor. Porque, si después de toda la discusión que se efectuó y del acuerdo alcanzado, no se manda el veto o se rechaza el informe de la Comisión Mixta -ya sea en la Cámara de Diputados o en el Senado-, el comentario será que efectivamente las presiones surtieron efecto, pues no habrá ley.
Por lo tanto, le pido a la Sala aprobar el citado informe, tal como abordamos el asunto en Comités. De esa manera, el Gobierno sabrá cuáles son nuestras observaciones, las cuales contaron con el acuerdo de los Senadores señores Longueira y Chadwick. Y cuando llegue el veto en la forma consensuada, contará con todos nuestros votos y tendremos ley sobre la materia, que es lo que buscamos: una normativa que realmente proteja al consumidor de este tipo de alimentos, considerados dañinos para la población.
Por eso, señor Presidente, ojalá que no continuemos con este debate, que aprobemos el informe de la Comisión Mixta y que aguardemos las observaciones del Ejecutivo, que encontrará aquí la voluntad para aprobarlas. Y espero que en la Cámara de Diputados el Gobierno se juegue de la misma forma para que se acoja el referido informe.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Para fundamentar el voto, tiene la palabra el Honorable señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, me gustaría explicar, en particular a los colegas de Oposición, algunas cosas que aquí no se han dicho y que a lo mejor arrojan luz sobre el punto en debate.
Escuché a los Senadores señores Chahuán, Prokurica y Uriarte, y deseo manifestarles cuál es el origen del problema, que a mi juicio se encuentra en la poca prudencia que se ha tenido al respecto.
Este documento, que se ha mostrado con tremenda liviandad y poca sensatez, calificándolo como veto del Presidente, en circunstancias de que no es más que un instrumento de trabajo, establece dos cosas inaceptables para nosotros.
Primero, en el artículo 5° de la propuesta que circula se elimina la rotulación obligatoria, que corresponde a la esencia del proyecto. Y les pido a Sus Señorías que lo comprueben.
Segundo, en el artículo 6º se desvincula la rotulación de productos con exceso de sal, azúcar, grasas trans, del concepto de alimentos calificados como nocivos para la salud.
Explícitamente, en el documento que se nos hizo llegar -no sé quién lo elaboró, si fue el Ministro de Salud o alguien de su equipo- se desliga la noción de alimentos potencialmente nocivos para la salud del etiquetado y la rotulación.
Por tal motivo -quiero que se entienda bien- y no otro, es inaceptable el texto que nos mostró un Senador de las bancas de enfrente. Porque se elimina la rotulación obligatoria.
Si esa es la voluntad del Ejecutivo, si eso quieren los Senadores de Gobierno, resulta evidente que no lo podemos admitir. Ello fue lo que rompió el acuerdo. No se trata de algo a lo que haya accedido el Senador señor Girardi, como aquí falsamente se afirmó. Se han hecho aseveraciones incorrectas.
Me explico.
En ningún momento -se lo indico a mi estimado colega- se acordó suprimir la última oración del inciso primero del artículo 5º, que señala: "Este tipo de alimento se deberá rotular". Porque esta frase aparece tachada. Es decir, se tacha la rotulación obligatoria.
Por eso no hay acuerdo. Y en el artículo siguiente se elimina la referencia a los alimentos considerados potencialmente nocivos, vinculada a la rotulación.
Yo pido volver a la esencia del debate. Porque este documento, elaborado de buena fe por algunas personas -así quiero pensarlo- altera el concepto profundo existente detrás de la iniciativa en análisis: la rotulación obligatoria de alimentos.
Por ello, lo que aquí se discute resulta absurdo.
Las fuerzas oficialistas rechazan el artículo 4º porque dicen que nosotros no queremos concurrir a arreglar el proyecto.
¡Falso!
Lo que no deseamos es matar el proyecto, como propone el texto que tengo en mis manos, que imprudentemente se ha mencionado como un veto del Presidente de la República, cuando no lo es.
Si las fuerzas de Gobierno, de acuerdo con el documento, quieren...
El señor CHAHUÁN.- ¡Lea bien, señor Senador!
El señor LETELIER.- ¡Parece que a alguien le fue mal en lectura en el colegio, porque me refiero a la parte tachada! Ella dice: "Este tipo de alimentos se deberá rotular". Pero eso se elimina del texto, es decir, se suprime la rotulación obligatoria.
El señor CHAHUÁN.- ¿Y qué dice abajo?
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Silencio, por favor.
El señor LETELIER.- Y eso es lo que está en juego.
El señor CHAHUÁN.- ¡Hasta cuándo!
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Senador Chahuán.
El señor LETELIER.- Lo que no les gusta a algunos...
El señor CHAHUÁN.- ¡Lea, hombre!
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Senador Chahuán.
El señor LETELIER.- Y creen que en esto uno no entiende. Sí entendemos.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Diríjase a la Mesa, señor Senador.
El señor LETELIER.- La ley en proyecto plantea la rotulación obligatoria. Si quieren construir un acuerdo donde ello esté garantizado, felices. Esto lo manifestamos.
Por eso no hemos concurrido a un texto, porque las bases se alejaron de lo que hablamos la semana pasada. Si el Ministro Secretario General de la Presidencia nos dice que el texto que tengo en mis manos no es de su autoría, que no cuenta con el respaldo del Gobierno, que el Ejecutivo está a favor de la rotulación obligatoria, ciertamente, yo sugeriría tomar otro camino. Pero hasta ahora el texto propone eliminar la rotulación obligatoria, al suprimir la frase "Este tipo de alimentos se deberá rotular".
El señor CHAHUÁN.- ¡Ahí está!
El señor LETELIER.- Si tienen opinión al respecto, antes del término de la votación podemos buscar un espacio. Pero parece que no es lo que entiende el Senador que se encuentra frente a mí, quien presuntamente ha representado al Ejecutivo en esta materia.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, esta sesión nos tiene confundidos a muchos de nosotros. Porque todos estamos de acuerdo en que hay que despachar el proyecto, y también en que este necesita perfeccionamientos, los cuales vendrían por la vía de observaciones sobre tres materias específicas.
Entonces, no comprendo dónde están el desacuerdo, los inconvenientes.
Me alegra ver que el Senador Rossi asiente. Porque, francamente, tenía entendido que era uno de los que se oponían al veto. Y me alegro de que no sea así.
El señor PROKURICA.- Así lo dijo en la prensa por lo menos.
El señor GARCÍA.- Por lo tanto, sugiero que se convoque a una reunión de Comités...
El señor BIANCHI.- Está bien.
El señor CANTERO.- Ya se pidió.
El señor GARCÍA.-...y que, de esa manera, podamos todos realizar un esfuerzo para cumplir la palabra empeñada. Y no solo la palabra, sino lo que se firmó en la reunión de Comités. Porque, así como estamos, lo único que hay es confusión.
Existe claridad en orden a que todos queremos aprobar el proyecto. Pero también sabemos que no podemos despacharlo así. Su texto necesita mejoras en algunos aspectos que no han salido conforme a la voluntad mayoritaria del Senado.
En consecuencia, debiéramos buscar un camino para compatibilizar todas las materias del acuerdo y, de ese modo, despachar la iniciativa.

El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Recuerdo a los señores Senadores que nos encontramos en votación.
Hay varios inscritos para fundamentar su voto.
Mientras se desarrolla la votación, los colegas pueden buscar los acuerdos que les parezcan pertinentes. Y los Senadores siempre tienen la facultad de cambiar su pronunciamiento hasta antes de que se cierre la votación o de manifestarse como les parezca.
Eso sí, no puedo suspender la sesión para llamar a una reunión de Comités. Pero ello no impide que los representantes conversen, ojalá con discreción, ya sea dentro del Hemiciclo o en la sala contigua, mientras el resto de los Senadores fundamentan su voto.
Me recuerda el señor Secretario que se encuentra en votación una norma de quórum especial, por lo que no rigen los pareos.
El señor BIANCHI.- ¿Y es posible escuchar al Ministro?
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Está inscrito el Senador señor Navarro, quien no se encuentra en la Sala en este momento.
Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.

La señora RINCÓN.- Señor Presidente, pido que los colegas conversen afuera.
Gracias.
El debate sobre la rotulación de alimentos parecía inocuo, y se ha transformado en un campo de batalla donde vuelan los calificativos y las acusaciones. Pero, más allá de los excesos del lenguaje y de la imaginación, acá se están jugando ideas centrales acerca de qué tipo de sociedad deseamos que exista en nuestro país.
Si revisamos los criterios fundamentales que sirven como bandera a los planteamientos que se han vertido en el Senado, podremos ver dos posiciones claras y nítidas.
Por un lado, la Concertación señala que es al Estado al que le asiste la primera responsabilidad a la hora de combatir los males sociales, en este caso, la obesidad de los escolares.
De otra parte, el Gobierno, o la Alianza, y sus centros de estudio, sus parlamentarios y connotadas figuras subrayan la importancia de la libertad de elección y la responsabilidad de la familia en la educación de sus hijos, también respecto de hábitos alimenticios.
Este debate requiere tres precisiones que me parecen claves para contextualizar la discusión.
En primer lugar, el principio de la libertad no es aplicable a niños y adolescentes. Estos necesitan ser guiados en el proceso de maduración. Por tanto, resulta razonable que la sociedad regule los alimentos que consumen.
En segundo término, es inescapable a los deberes públicos que en materia de acceso a la información esta sea veraz, completa, transparente y oportuna respecto de los alimentos que los menores consumen.
Si el Estado no vela por el flujo igualitario y universal de la información, le abre la puerta al abuso. Existen ejemplos de sobra: bancos, farmacias, instituciones financieras, en fin. El derecho a elegir en conciencia, entonces, se ve reducido a caminar sin luz en medio de la oscuridad.
Por último, quiero hacer una pequeña mención a la posición del Gobierno y de la Alianza en el tema en análisis.
Un Senador declaró a la prensa: "Una persona que quiere una parrillada tiene derecho a comerla. ¿O van a prohibir también los asados por el alto contenido de grasa en sus chorizos?".
El señor BIANCHI.- ¡Por ningún motivo...!
La señora RINCÓN.- Lo que resulta difícil de explicar es por qué algunos se oponen cada vez que la autonomía valórica de las personas adultas entra en discusión. Con este argumento, podríamos operar bajo el criterio de la libertad de las personas para permitir o legalizar el autocultivo de la marihuana -dicen que en algunas Regiones se ha hecho-, el aborto, el matrimonio de personas del mismo sexo, etcétera.
Me parece que la combinación cada día más rancia entre la libertad para algunas cosas y no para otras provoca un especial rechazo, por su inconsistencia y liviandad.
La libertad conlleva el derecho de hacer cosas que no son buenas desde distintos puntos de vista. La ingesta de comida chatarra en exceso es una de ellas.
En lo personal, no la consumo, y a mis hijos se la permito una vez a la semana. Pero no le atribuyo al Estado ninguna legitimidad para negar a adultos el acceso a ella.
Me parece que el acuerdo que se selló en el Senado la semana pasada para aprobar el informe va en la dirección correcta.
Será el Ejecutivo el encargado de vetar las materias que digan relación con la venta de estos productos en universidades o centros de educación superior y con la publicidad de los sucedáneos de la leche materna.
Pero expreso mi alegría por que la ley en proyecto permitirá entregarles herramientas al Estado y a las familias para ir recuperando terreno en materia de regulación de los alimentos que consumimos. Y también por que hará posible educar a nuestros niños y jóvenes.
En consecuencia, voto a favor.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Patricio Walker.


El señor WALKER (don Patricio).- Señor Presidente, hay cosas que indignan: las expresiones y los chantajes desde la SOFOFA; las descalificaciones, en fin.
Palabras sacan palabras. Y cuando el agua está turbia, hay que esperar la calma para ver claro.
Pero no debemos perder el norte: acá estamos hablando del futuro de los niños de Chile.
Nuestro nivel de sedentarismo es horrible. Tenemos un índice de obesidad infantil inaceptable; se ha duplicado en el último decenio: 26 por ciento de prevalencia en los menores de 6 años.
¿Qué significa eso? Prediabetes, hipertensión, colesterol alto, enfermedades al corazón.
No podemos, en razón de una disputa política, dejar de hacer las cosas correctamente para defender el futuro de nuestros niños.
Señor Presidente, todos concordamos con el contenido del proyecto. Y nosotros honramos nuestros compromisos.
Aquí se suscribió un acuerdo en torno a tres puntos: no queremos que la prohibición rija para las universidades; no deseamos que se promocionen los sucedáneos de la leche materna y estamos dispuestos a precisar el alcance del artículo 4°.
En consecuencia, llamo a los colegas a votar a favor del informe de la Comisión Mixta.
Sin rotulación, sin advertencias, sin prohibición de los productos dañinos para la salud de los niños por su contenido de sodio, azúcar y otros elementos nocivos no vamos a combatir la obesidad infantil. Y sin más horas de educación física no lograremos que los escolares rompan el sedentarismo y tengan una vida más sana.
Yo comprometo formal y públicamente mi voto -y estoy seguro de que la mayoría de los parlamentarios presentes, especialmente los de la Concertación, se pronunciarán en igual forma- para aprobar un veto presidencial que contemple los tres puntos descritos.
Por lo tanto, no busquemos excusas para no cumplir un compromiso y dejar de ayudar a los menores.
Nos encontramos ante una disyuntiva, señor Presidente: o actuamos con pequeñez, con bajeza, o actuamos con grandeza.
Los niños merecen que obremos con grandeza. El Presidente de la República tiene la facultad de vetar. Y un veto que incluya los referidos tres puntos contará con nuestro pronunciamiento favorable.
Por eso, les pido a los colegas que votemos en conciencia, por convicción, y no por bajeza, ni porque palabras sacan palabras.
La gente nos va a cobrar la cuenta si procedemos con pequeñez y no defendemos a los niños.
Señor Presidente, me solicitó una interrupción el Senador Ruiz-Esquide. Se la concedo, con la venia de la Mesa.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Me encantaría permitirla, pero ello no es factible reglamentariamente porque nos hallamos en votación y Su Señoría está fundando su posición.
El señor WALKER (don Patricio).- Bien.
Termino reiterando la invitación a los colegas a votar a favor del informe de la Comisión Mixta y a que, si se envía, aprobemos el veto en torno a los tres puntos explicitados. Porque la palabra vale, y cuando uno se compromete debe cumplir.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Le ofrezco la palabra al Senador señor Navarro, por tercera vez.
Su Señoría no se halla en la Sala.
El señor QUINTANA.- ¡Fue a visitar un Ministerio...!
El señor LAGOS.- ¡Anda en otra...!
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra, para fundamentar su voto, el Honorable señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, al igual que muchos Senadores, he seguido con bastante atención el debate, en un intento por tener argumentos en un sentido y otro para hablar de la comida chatarra. Pero a ratos siento que hemos escuchado, más que expresiones vinculadas con la necesidad de resolver el problema de la alimentación, algo que catalogo como "discursos chatarra".
Hay momentos en que -lo digo con sinceridad- incomoda, molesta profundamente oír discursos que claramente tienen una intencionalidad por completo distinta de lo que la mayoría de nosotros persigue.
A mí, señor Presidente, me hubiese gustado muchísimo -y se lo he pedido a Su Señoría personalmente-, pese a que estamos en votación y fundamentando nuestro pronunciamiento, que se hubiera requerido la unanimidad de la Sala para que el señor Ministro de Salud interviniera, con la finalidad de saber de su boca si el Presidente de la República hará llegar o no al Congreso el tan bullado y solicitado veto.
Sin embargo, por el curso que tomó el debate -como dije, lo he seguido con atención-, a estas alturas, sinceramente, dudo de que se pueda lograr un acuerdo, lo que lamento de veras.
Entiendo que el Gobierno está haciendo esfuerzos para, en fecha próxima, enviarnos un proyecto de ley en virtud del cual se incorporen al AUGE las operaciones bariátricas (cirugías para bajar de peso), con el propósito de dar urgente solución a cientos de miles de personas que en su edad adulta padecen diabetes, hipertensión y muchos problemas derivados del peso excesivo.
Entonces, resulta incomprensible que por un lado las autoridades realicen ingentes esfuerzos para dar una solución -aunque bastante tardía, cuando ya las dificultades de salud se hallan radicadas en la persona-, pero por otro ocurra lo que observamos en este Hemiciclo.
A través de esta iniciativa tenemos la oportunidad de enfrentar la situación mucho antes de que surjan los problemas: en la edad escolar, durante la educación básica y media.
Por lo tanto, en lo personal, yo, que no he sido parte de ningún acuerdo, ni de la Concertación ni de la Alianza,...
El señor NAVARRO.- Yo, tampoco.
El señor BIANCHI.-...espero tener una respuesta que nos posibilite emitir un voto inteligente para alcanzar de una buena vez una solución definitiva a la estéril y chatarra discusión que hemos presenciado durante el estudio de este relevante proyecto de ley.
He cambiado en dos o tres oportunidades mi pronunciamiento. Aún me cuesta entender -lo digo sinceramente- si he de votar "sí" o "no", o simplemente, abstenerme.
Por eso, señor Presidente, urge -¡urge!: vuelvo a repetirlo y a pedir lo mismo- la intervención del Ministro de Salud -nos acompaña hoy en la Sala- con el objeto de saber en definitiva si el Ejecutivo está o no dispuesto a llegar a un acuerdo que honre los compromisos que han hecho notar los distintos sectores políticos.
Insisto en que la Mesa recabe la anuencia del Senado a fin de que intervenga el señor Ministro -pienso que nadie se opondría a ello-, a los efectos de que de ahí en adelante cada uno de nosotros establezca el criterio con que enfrentará la votación.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Finalmente, tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, quiero hacer una proposición a la Sala, en el entendido de que el tema es extraordinariamente complejo y significativo para todos.
Aquí no estamos los buenos contra los malos, ni los malos contra los buenos: estamos tratando de resolver un problema de la modernidad que hemos visto todos. Porque a un lado y otro afecta igual lo que pasa en Temuco, en Arica, en Atacama, en cualquier lugar del territorio. Aquí nadie es dueño de las sensibilidades.
Ahora, entiendo que, quizás por la pasión del debate, se van forjando desencuentros que al final no son buenos para el Parlamento. Y no creo que gane uno u otro, particularmente cuando existe un espacio de acuerdo mucho más potente que lo que aparece de la mera circunstancia de oír la discusión.
Yo había marcado la opción "no". Pero la bancada que me toca representar está dispuesta a votar que sí, en un entendimiento respecto del cual no queremos que haya una doble suposición en los términos expuestos por varios de quienes han usado de la palabra, sobre todo en la última etapa.
Estaríamos dispuestos a votar que sí y aceptar un veto que tuviera a lo menos -voy a explicarlo; y trataré de ser bien preciso, para no equivocarme- tres puntos claves: "Respecto a la venta de alimentos a los que hace alusión el artículo 6°, acotando la restricción de la venta de los mismos a los establecimientos de educación básica y media"; "Precisar el alcance a lo indicado en el artículo 4° referido específicamente de lo que se entiende por los conceptos `en todos sus niveles y modalidades de enseñanza', precisando que ello es para la educación básica y media, y que no es necesario que se haga dicha intervención educativa en todos y cada uno de los años escolares" -estoy leyendo, para que no nos perdamos y procuremos votar de la mejor forma posible-, y "Acordar eliminar en el artículo 6° la referencia a la publicidad de los sucedáneos de la leche materna".
Pienso, además -para ser transparente-, que el Gobierno tiene todo el derecho a agregar dos temas -veremos si se aprueban o rechazan- que es interesante considerar.
Uno, el relativo al concepto de la rotulación obligatoria, el cual, básicamente, tiene que ver con lo atinente a los envases, en términos de que ciertos productos importados rotulados en otro idioma puedan serlo en español, para que aquello no implique un obstáculo a la competencia, aspecto que debemos cuidar siempre. Entiendo que no hay acuerdo para aprobar el veto respectivo -o sea, él no es vinculante-, pero sí para considerarlo. Entonces, los parlamentarios tendremos libertad para pronunciarnos en un sentido u otro.
Y el segundo se refiere a la posibilidad de que el Ejecutivo haga una propuesta en lo concerniente a las horas de clases. Tampoco es vinculante, pero entiendo que en los parlamentarios es prevaleciente el sentido común a los efectos de ayudar a resolver en forma apropiada las cuestiones que plantea el Ministerio de Educación.
Si todos entendemos bien esa lógica, les propongo que votemos a favor y esperemos el veto presidencial en los tres sentidos indicados, más las dos alternativas expuestas, para el buen entendimiento del proyecto.
No sé, señor Presidente, si trasunto lo que se ha planteado en la Sala.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Para fundamentar su voto, tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, este debate a ratos confunde, a ratos orienta. Pero, en definitiva, algo pasó. Y pasó en este proyecto de ley.
Allamand dijo: "En Chile hay poderes fácticos".
Pues bien, habló la SOFOFA, y las cosas cambiaron: cambiaron en el Gobierno, cambiaron en el Senado.
¡Esa es la definición de los poderes fácticos: hablan los empresarios, y las cosas cambian!
Señor Presidente, hay una sobreingesta de este proyecto de ley. Tiende a la saturación. A algunos les está causando colon irritable; a otros, indigestión.
¡A mí me provoca indignación!
¿Por qué?
Tiene 13 años; mide 1 metro 80 centímetros; se comporta como si fuera una guagua, y pesa ¡180 kilos!
¡Es el niño más gordo de Chile: José Daniel Campos Llanquihuén!
Está en la UCI Pediátrica del Hospital Doctor Hernán Henríquez Aravena, de Temuco.
"El chico nació con más de 5 kilos de peso y siempre fue bueno para comer. Yo me daba cuenta que estaba engordando, pero la gente copuchenta empezó a decir que yo lo maltrataba quitándole la comida, entonces preferí que siguiera engordando, para no tener problemas", relata el padre.
El adolescente dormía en un sillón, no asistía al colegio y usaba pañales especiales.
En este momento se halla intubado, conectado a ventilador mecánico. Está consciente, pero no respira por iniciativa propia. Es difícil dar un pronóstico sobre su patología, pues se encuentra muy complicado en el aspecto respiratorio.
Uno quisiera evitar tales situaciones, señor Presidente. Y para eso se necesita educación.
Entonces, cuando la Derecha dice que va a votar en contra del artículo 4°, que habla sobre la educación y abre la posibilidad de evitar que en Chile haya otro José Daniel Campos, uno no termina de comprender.
El texto que aprobó el Senado expresaba: "Los establecimientos educacionales del país deberán incluir en sus programas de estudios, en todos sus niveles de enseñanza...".
Ya se aclaró que la UDI metió a las universidades.
Uno podría decir: "Es bueno que restrinjan los alimentos chatarra". Otros dirán: "Ojalá que se vendan preservativos," -no se venden- "que podrían ser más útiles".
El artículo 4° habla de disponer programas de enseñanza en los establecimientos educacionales. Y aquí se amenaza con votarlo en contra, haciendo caer uno de los preceptos más importantes de la ley en proyecto: el vinculado con la educación.
¡Qué sentido tiene votar en contra de lo concerniente a la educación! ¿Que no haya educación física tres veces a la semana en los referidos establecimientos?
Entiendo que a algunos Senadores esto les moleste. Pero a mí me apasiona.
Tengo a mi hijo en un colegio particular pagado. Entonces, hace gimnasia, practica atletismo, algunas artes marciales.
Los niños pobres de los colegios municipalizados, ¡no! Y deben hacer gimnasia; tienen que contar con profesores de educación física. No disponen de otra forma para hacerla.
En consecuencia, como lo ha expresado el mismo Ministro, mientras más pobres los niños, más obesos, menos información, menos educación.
Aquí, señor Presidente, ha habido un abuso con la falta de quórum.
Se sostiene: "Vamos a votar en contra del artículo 4°". Entonces, esa norma, vinculada con el tema educacional, se va a caer por falta de quórum.
Pero la Oposición tiene 20 votos. Y yo quisiera verla, con esa votación, siendo de verdad oposición a este Gobierno de Derecha.
Porque durante muchos años se aplicó la política de los consensos. El actual Gobierno lleva un año, y termina con ella.
La Concertación mantuvo por 16 años la política de los consensos, pero la Derecha la desahucia el primer año.
Claramente, ¡están sepultando la política de los acuerdos!
Cuando de manera abrupta, al final de la tramitación de un proyecto de ley, se rompen los acuerdos, estos son traicionados.
Aquí no rompió el acuerdo la Oposición: lo rompió quien ha señalado -y el Senador Chahuán lo sabe muy bien- que hay que hacer modificaciones a una iniciativa que estaba acordada.
¿Y el veto? ¡Que lo decida el Presidente de la República!
Yo tengo disposición a estudiarlo cuando llegue. ¿Saben por qué? ¡Porque ya estoy chato con la existencia de protocolos de acuerdo que no se cumplen!
Señalamos que iba a haber proyecto acerca de los polimetales. Esta mañana estuvo en el Senado la Ministra María Ignacia Benítez. ¿Y saben? ¡No existe iniciativa de ley sobre esa materia, porque el Gobierno dice que es necesario crear una comisión de trabajo! Y el acuerdo con los vecinos de Arica y con los parlamentarios de Oposición era que iba a haber proyecto. Este Gobierno iba a asumir el enviado por la Presidenta Bachelet. No lo hizo esta mañana.
Respecto al Transantiago, acordamos una ley espejo: plata para las Regiones. ¿Qué nos dice el Ministro Larraín? Que hay recorte para el Transantiago. ¿Cuánto? No lo sabemos. ¡Tampoco se cumple ese acuerdo!
Entonces, como no existe certeza en cuanto al cumplimiento de los acuerdos, la garantía del veto no es del todo segura.
Señor Presidente, por cierto, voy a votar a favor del informe de la Comisión Mixta. Y si hay un veto, lo estudiaremos en su mérito para, de ser necesario, perfeccionarlo. Pero no me parece adecuado presionar con la eliminación de las normas atinentes a la educación.
Los niños de Chile requieren la ley en proyecto. El Ministro lo sabe perfectamente. Y espero que asuma que ella le hará bien al país, tal como lo expresó muchas veces en el Senado.
¡Patagonia sin represas!
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Aburto.


El señor MUÑOZ ABURTO.- Señor Presidente, yo voy a votar a favor del informe de la Comisión Mixta porque es una señal clara que se le da al país, y fundamentalmente a las Regiones que se encuentran en emergencia sanitaria.
En particular, quiero hacer referencia a que la de Magallanes es una de las Regiones con los mayores porcentajes de obesidad. Tiene también los índices más elevados de alcoholismo, tabaquismo, afecciones cardiovasculares, hipertensión, en fin, enfermedades que muchas veces se relacionan íntimamente con la forma inadecuada de alimentarse.
En mi concepto, la rotulación prevista en el proyecto que nos ocupa y la enseñanza que, conforme a sus normas, se va a impartir en los establecimientos educacionales servirán para que Regiones como la que represento reviertan situaciones de salud similares a aquellas, tan perjudiciales para las personas.
Tales son algunas de las razones esenciales por las que apoyo esta iniciativa, que fue objeto de estudio en Comisión Mixta.
Ha habido aquí una serie de intervenciones. La gran mayoría, a favor del proyecto.
Incluso, yo podría recordar lo que se expresaba en sesión de la semana anterior. Y, a decir verdad, no vi las diferencias de fondo que había en torno a esta iniciativa de ley.
Por eso, uno no entiende -y quienes están escuchando esta sesión, tampoco- cuáles son los puntos de discordia que impiden aprobar unánimemente el informe de la Comisión Mixta.
Yo voy a votar en consideración a lo que he señalado y espero que el texto se apruebe.
Y si ha de venir un veto que lo mejore, lo apoyaré también, en su mérito.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Por último, tiene la palabra el Senador señor Cantero.


El señor CANTERO.- Señor Presidente, por desgracia, el desarrollo de la iniciativa estuvo cruzado de manera permanente por una suposición de intenciones -espero que sin un mal ánimo- y un intento de sacar ventajas políticas y se fue enredando, llegando a suponerse que la Coalición por el Cambio o los Ministros de su Gobierno actúan por intereses bastardos.
Creo que esa es una imputación gratuita y grosera.
El señor PROKURICA.- Que se retire.
El señor CANTERO.- Harían muy bien, como dice un Honorable colega, en retirarla.
Asumo que el señor Ministro ha tomado debida nota para comunicarle al Presidente de la República que la voluntad del Congreso es que se envíe un veto.
Asumo y estimo honesto -no parto de la base de que vayan a engañarnos ni a incurrir en una politización excesiva- que señores Senadores de la Concertación hayan garantizado su pronunciamiento favorable a un veto en los términos que hemos conversado.
Asumo que eso tiene que ver con tres aspectos. Uno de ellos es una cuestión lógica, que es acotar la restricción de venta a los establecimientos de educación básica y media y liberar a las universidades, por ejemplo, de una situación semejante. No parece razonable, por lo demás, que la ley extienda su regulación hasta ese punto, ni tampoco que contemple lo relativo a cuántas horas de clase tendrán que impartirse en relación con la materia que nos ocupa, lo que estimo pertinente y propio del Ministerio de Educación. Declaramos nuestra intención y voluntad de avanzar en esa línea.
También se expresó que se van a eliminar los sucedáneos de la leche materna.
En cuanto a la rotulación, se ha registrado un debate que me parece francamente disfuncional o inconducente. ¿Vamos a pedir que productos provenientes de China, Rusia o Estados Unidos incluyan la rotulación que requiere el Estado chileno? Esa es una tarea que el Ministerio de Salud deberá garantizar cuando ellos ingresen. Y se establece claramente que deberá definir la materia por reglamento.
Hago fe en que eso también se clarificará por la autoridad pertinente.
En lo concerniente a las horas de clase, le corresponderá al Ministerio del ramo establecer cómo se aplicará el sistema en el ámbito de la educación pública municipalizada.
Por mi parte, votaré a favor -abrigué dudas, confusiones, porque, en fin, se han expuesto interpretaciones-, en la esperanza del criterio que se introduzca efectivamente por la vía del veto.
Formulo un llamado a un Senador de la Concertación que actuó con excesivo celo, con excesiva imprudencia y diría que con una obsesión de que median intereses bastardos en sus colegas. Considero que eso es absolutamente impropio. Debemos darnos el crédito, por lo menos, de un poco más de confianza.
Por si existiera una duda, quiero expresarle que se encuentra completamente equivocado en lo que a mí respecta y que encuentro gratuita y grosera su imputación. Estoy seguro de que es algo que también sobra para el resto de los señores parlamentarios.
Y como lo dije en mi intervención anterior, si hay alguna imputación que hacer, dígala con claridad, con nombre y apellido, y vaya a los tribunales, que es lo que corresponde.
Con todo, espero que la cuestión sirva de aprendizaje, porque fue realmente tensionante, estresante, recibir esas andanadas de descalificaciones. Por lo menos quiero declararlo: no me resbalan dichos como esos.
Sin más que agregar, me pronuncio a favor.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Por 29 votos a favor y un pareo, se aprueba el artículo 4° de la Comisión Mixta, dejándose constancia de que se reúne el quórum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Alvear y Rincón y los señores Bianchi, Cantero, Chahuán, Coloma, Escalona, Frei (don Eduardo), García, Gómez, Horvath, Kuschel, Lagos, Letelier, Muñoz Aburto, Navarro, Novoa, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Ruiz-Esquide, Sabag, Uriarte, Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).
No votó, por estar pareado, el señor Larraín (don Carlos).
El señor LETELIER (Vicepresidente).- En seguida corresponde pronunciarse sobre las demás disposiciones de la normativa. Sugiero hacerlo sin discusión.
El señor CANTERO.- Que se dé por repetida la votación.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Ello no es posible, porque algunos señores Senadores se retiraron.
En votación el resto del informe.
--(Durante la votación).
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, aprobaré los artículos restantes, en el entendido de que todos vamos a cumplir lo determinado por la unanimidad de los Comités en orden a que mediante el veto se perfeccionarán los acuerdos y la redacción de los siguientes puntos:
1.- Respecto a la venta de alimentos a los que hace alusión el artículo 6º, acotándose a los establecimientos de educación básica y media la restricción de efectuarla.
2.- Determinar el alcance de lo indicado en el artículo 4º, referido específicamente a lo que se entiende por los conceptos "en todos sus niveles y modalidades de enseñanza", precisándose que ello es para la educación básica y media y que no es necesario que dicha intervención educativa se haga en todos y cada uno de los años escolares.
3.- Acordar la eliminación, en el artículo 6º, de la referencia a la publicidad de los sucedáneos de la leche materna.
Sobre esa base, señor Presidente, y por existir un acuerdo firmado al que han concurrido todos los Comités del Senado, me pronuncio por acoger los demás artículos.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, voy a concurrir con mi voto favorable, por cierto, al resto de las disposiciones del proyecto.
A la etapa de resolver acerca de los artículos que requieren mayoría simple hemos llegado luego de una ardua discusión, que resumo de la siguiente manera: nada ha cambiado. A partir del día 1, desde la semana pasada, la Concertación estuvo disponible para dar su visto bueno a los tres puntos expuestos. Y brindamos la oportunidad de ir a una Comisión. Lo que cabe ahora es que el Gobierno, si lo estima pertinente, envíe un veto.
Aquí se ha recurrido -y lo he escuchado de los parlamentarios del oficialismo- a una manera elegante de bajarse de algo que no querían aprobar, ya que todas las justificaciones que dieron las dejaron guardadas en un "bolsillo de perro" por ahí. Lo digo con todo respeto. Porque ahora, al final, es cuestión de que se aprueben los tres puntos. ¡Si en ellos estamos de acuerdo y llevan nuestras firmas! Entonces, no veo qué ha cambiado, luego de una discusión que lleva alrededor de dos horas, para aprobar el informe.
Entraré al asunto más de fondo.
Por mi parte, tal vez a diferencia de otros parlamentarios, seré más cuidadoso, porque aprendí de la Derecha que para enlodar nunca es necesario usar el nombre de alguien, ya que surgen las querellas. Lo que se debe hacer es referirse "al Gobierno" o "a la Concertación" y mancillar.
No escapa a nadie que los empresarios hablaron. Y una iniciativa legal que venía bien inspirada, consensuada, como dijo mi Honorable colega Chahuán, pasó de la noche a la mañana, de ser "la ley de la vitamina C", "la ley de las manzanas en las escuelas", a la calificación de "ley del Súper 8" en boca del Ministro de Salud. O sea, en vez de defenderse el proyecto de ley, de afirmarse que es bueno para las escuelas, para los niños, ¿quién lo politizó?
Escucho a Senadores que advierten: "No politicemos a los niños"; "No los usemos en política.". ¡Palabras vanas! Los que lo hacen son quienes bautizan una iniciativa beneficiosa para la salud infantil como "ley del Súper 8".
Además, ¿qué culpa tiene el "Súper 8"?
El señor BIANCHI.- ¡Es más rico!
El señor LAGOS.- Pero engorda, por contener materia grasa.
En resumen, señor Presidente, vamos a aprobar una normativa que registrará una gran votación. Sin embargo, no ha cambiado nada desde que empezamos a discutir hace dos horas y media, por cuanto las razones por las cuales se allanan ahora a votar los parlamentarios de la Derecha son las mismas que quedaron aclaradas una semana atrás. En ese entendido, me parece fantástico que den su apoyo, porque, además, pienso que no había otra alternativa.
Saco una lección, entonces, sin ofender a nadie. No sé si hay Senadores que obedecen a espíritus bastardos, pero sí tenemos algunos una visión de las cosas, y otros, una distinta. Nosotros estuvimos por sostener que los trabajadores del retail podían gozar de feriado para el Bicentenario, mientras que otros dijeron que no. Seguramente estaban defendiendo el derecho de los chilenos a consumir en esos días. ¡No afirmo que estén apoyando a los empresarios, por favor! Sería una interpretación bastarda de mi parte. Ni pienso en los que no quieren darles negociación colectiva a los temporeros. ¡No, por favor! No creo eso. Pero claramente se mantienen visiones distintas.
Respecto a la materia que nos ocupa, pido que seamos más serios. Ahorrémonos dos horas de discusión. Y que la bajada sea más elegante la próxima vez, porque aquí no ha cambiado nada. Van a dar su aprobación a partir de tres puntos que se hallaban en manos de las autoridades de Gobierno desde la semana pasada.
Y esperamos que el veto sea igualito a estos últimos. Si viene con aspectos adicionales, lo votaremos en su mérito. ¿Qué mejor disposición que esa?
He dicho.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Cabe recordar que el espíritu era el de aplicar la misma votación anterior.
Varios señores Senadores han pedido la palabra para fundamentar el voto, lo que es su derecho.
La tiene el Honorable señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, estamos concurriendo a un momento importante. Los Senadores de la Coalición por el Cambio han resuelto apoyar el proyecto, como lo hicieron desde un principio, básicamente porque han observado una actitud distinta de los parlamentarios de la Concertación, quienes se han comprometido a solicitar el veto y respaldarlo. Y eso...
El señor LAGOS.- ¡No hemos solicitado nada! ¡Lo han ofrecido ustedes!
El señor CHAHUÁN.- ...es lo relevante. Va a mejorarse la iniciativa, lo cual es lo significativo, porque no se puede abusar de una materia de tanta trascendencia y de política pública.
Por lo mismo, ya que la Concertación ha allanado el estudio de la observación que mande el Primer Mandatario, nosotros estamos votando favorablemente el informe de la Comisión Mixta, cuestión que no se planteaba en la mañana de hoy.
El señor LAGOS.- ¡El Presidente de la República no ha dicho nada sobre el veto!
El señor CANTERO.- ¡Va a llegar!
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Está inscrito a continuación el Honorable señor Quintana, pero no se encuentra en la Sala.
Tiene la palabra el Senador señor Kuschel.


El señor KUSCHEL.- Señor Presidente, no obstante la concordancia a que se ha llegado, deseo insistir en la preocupación que expresé la semana pasada respecto a la forma en que eventualmente se exija el rotulado en los reglamentos que tenga que preparar el Ministerio de Salud, para que no se dañe a la pequeña y la mediana producción de la Región que represento, tanto de tierra como de agua.
En seguida, nos hemos allanado a un acuerdo, pero, reglamentariamente, no se han cumplido ciertos compromisos, porque mis Honorables colegas Longueira, Espina y Chadwick se hallaban convencidos de que el informe se votaría en la sesión de mañana.
El señor LAGOS.- ¡No!
El señor KUSCHEL.- Esa es la información que recibimos al mediodía de hoy.
Y por eso ellos no están presentes. Así que no sé cómo puedo pedir, conforme al Reglamento, que también se puedan considerar sus opiniones, porque por lo menos el Senador que habla fue informado de que no iban a concurrir a la sesión al hallarse convencidos de que el informe se vería en el primer lugar de la tabla de mañana, en atención al acuerdo al que hemos llegado ahora y que conocían.
Gracias.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Puede intervenir el Honorable señor Rossi y después el Senador señor Quintana, de cuyo regreso a la Sala no me percaté.
El señor ORPIS.- Inscríbame también, señor Presidente.


El señor ROSSI.- Señor Presidente, me alegra mucho que hayamos logrado sacar el proyecto adelante, pero me sorprende la ingenuidad de algunos colegas -prefiero usar esa palabra-, quienes han demostrado mucha sensibilidad frente a ciertas declaraciones formuladas en un contexto en el que claramente se registró en el debate parlamentario, a mi juicio y al de mucha gente, una intervención ilegítima e impropia de un grupo de interés, en este caso la SOFOFA.
Porque no me van a convencer ni ayer, ni hoy, ni mañana de que no es importante o de que es irrelevante para el Gobierno la opinión sobre el particular de los empresarios. Aquí tuvo lugar un cambio de conducta. Y me alegro de que hoy día se imponga lo razonable, la salud pública.
Es bastante importante tener en cuenta un factor respecto de esta clase de materias. Cuando se vota un proyecto de ley, siempre puede resultar afectado algún tipo de interés. Eso es normal. Y es legítimo que el sector respectivo pretenda plantear su punto de vista en el Congreso. Pero ello no se hace con presiones indebidas, ilegítimas, y con matonaje político, como la amenaza de no financiar obras sociales, la Copa Milo o la Teletón.
Me parece que en estos asuntos median intereses bastardos, evidentemente. En este momento no se encuentra presente el Senador señor Cantero, quien ha aludido tanto a ellos.
Por supuesto que existen de parte de quienes se niegan a legislar a favor de la salud pública, privilegiando intereses económicos.
Los hay cuando alguien se niega a que la gente pueda seleccionar los alimentos de manera informada. Porque la libertad de elegir y la buena elección tienen que ver también con el derecho a la información.
Los hay cuando algunos se niegan a prohibir la publicidad dirigida a los menores de edad, que constituyen una población sin libertad de elegir, en la medida en que es vulnerable, cautiva y bombardeada con campañas publicitarias realizadas por expertos en sicología y sociología que saben cómo penetrar y que incluso entregan alimentos altamente adictivos, mezclando la sal con el azúcar. De otra manera, no se entiende por qué ciertos productos que no debiesen contener sal, por sus características, se encuentran llenos de ella, como las jaleas, las galletas o los cereales.
Lo que queremos con el proyecto no es la dictación de una "ley talibana", como alguien señaló, ni menos una "ley del Súper 8", como dijo el Ministro de Salud. Por el contrario, deseamos que los fabricantes, los importadores, los productores, entiendan que es necesario empezar a disminuir la concentración de sal, de calorías, de grasas trans en los alimentos.
No es posible aceptar que transnacionales se ciñan en Suiza a determinada composición nutricional para los niños y que en Chile elaboren otra, como lo hace Kentucky, conocida de todos. Esa empresa eliminó las grasas trans en sus productos para el mercado de Europa, las cuales son tremendamente dañinas y responsables, en gran parte, de la enfermedad coronaria. En cambio, en nuestro país no procedió en esa forma. ¿Por qué son diferentes, para estos efectos, los niños chilenos de los europeos?
Finalmente, cabe señalar que si hay un ámbito en el cual existe una profunda desigualdad e inequidad es justamente el de la oferta deportiva. Lo destacó el Senador señor Navarro: nuestros hijos estudian en colegios particulares, donde disponen de ramas de tenis, de fútbol, de rugby, de natación. Pero los alumnos de escuelas públicas se tienen que conformar, con suerte, con una escueta jornada de deporte, la cual no redunda en una densidad motora efectiva, ni sirve para aumentar el gasto calórico, ni se traduce en entrenamiento ni en los efectos beneficiosos de la actividad física.
Por tanto, creo que estamos aprobando un gran proyecto, que educa, previene, informa y promueve hábitos de vida saludable. Nunca debió empantanarse por intereses bastardos, justamente -aunque el término no les guste a algunos-, pues no hay otra manera de entender la situación.
A lo mejor, estoy equivocado. No puedo comprender que alguien defienda a tabacaleras, a productores vitivinícolas o a quienes no quieren fomentar hábitos de vida saludable y proteger a los niños. La única explicación que me entra en la cabeza para que alguien apoye ciertos principios, o antiprincipios, o antivalores, es que esa persona tiene algún tipo de conflicto de interés.
Lo hemos señalado como Concertación: creemos que este Gobierno tiene conflictos de interés. Y se manifiestan todos los días y a cada rato.
Solo quería hacer esas aclaraciones.
Con todo, valoro el acuerdo alcanzado para aprobar el proyecto.
El Gobierno tiene todo el derecho a vetar lo que quiera. Nosotros vamos a cumplir lo que dijimos en la Sala.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quintana.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, tal como expresó el Honorable señor Lagos, los votos para respaldar el veto están disponibles y desde hace rato: desde la semana pasada, cuando los Comités conversamos.
Por lo tanto, no cabe hacer que el acuerdo alcanzado ahora aparezca como un triunfo de no sé quién o un consenso que alguien logra.
¡Los votos siempre estuvieron!
Se ha planteado que hoy la Concertación explicitó que cumplirá con los tres puntos en debate, en circunstancias de que esa intención existió en todo momento.
Lo que pasa es que durante la mañana -a propósito de las comidas- algunos se engolosinaron y quisieron meter de contrabando otros temas en la discusión. Eso fue lo que ocurrió.
Por supuesto, frente a ello, hubo reacciones de parte del Honorable señor Girardi -uno de los autores de la moción- y de muchos Senadores de Oposición, quienes manifestaron que aquello desvirtuaba el proyecto.
Entonces, en verdad no sé qué sucedió en el transcurso de estas horas. ¿Por qué se produjo otro cambio de opinión, una nueva voltereta? En todo caso, esta me parece positiva.
Desconozco si intervino políticamente un Comité.
A lo mejor por fin algunos colegas se dieron cuenta de que incluso la campaña que lleva adelante la Primera Dama, denominada "Elige Vivir Sano", persigue el mismo propósito. Y el plan Let`s Move, de la Primera Dama de Estados Unidos, también va en la línea del proyecto.
En verdad, no entiendo qué ocurrió.
Pero me agrada constatar que el debate al final se pudo reconducir por un camino más adecuado para llegar al fondo de la iniciativa.
En tal sentido, solo quiero agregar dos comentarios.
Se ha difundido profusamente en televisión la relación 70/30 entre productos no envasados y envasados. Se pregunta: ¿Por qué se obliga a los últimos y no a los primeros?
Yo creo que este es un primer paso.
Por otra parte, es bueno señalar -esto no se ha dicho- que existe un sumario sanitario que afecta a empresarios del sector.
El Senador Rossi lo podrá calificar como quiera. Yo simplemente digo que estos señores -no son todos, por cierto; no se debe generalizar-, los que chantajean con que no habrá Copa Milo, con que no se financiará la Teletón, con que se producirá un mercado negro, con que subirán los precios, en verdad son una vergüenza como empresarios para el país.
Estos mismos hoy día son objeto de un sumario sanitario. El propio Senador Girardi, autor de la moción, y el Diputado Accorsi denunciaron en su oportunidad el hecho.
¿Y por qué se lleva a cabo dicho sumario? Porque esos empresarios fijaron, por sí y ante sí, todo el etiquetado y la composición nutricional de sus productos.
Entonces, permitir finalmente que el proyecto se reconduzca por las vías que corresponden posibilita el fomento de la actividad física, la adecuación de la composición nutricional en el etiquetado y la prohibición de venta de alimentos dañinos en establecimientos educacionales, medida que todos los padres y apoderados quieren.
Se dio a conocer una encuesta el fin de semana: el 84 por ciento de la población es partidaria de tal restricción, por supuesto, excluyéndola del ámbito universitario. Nosotros no planteamos esa norma.
En definitiva, señor Presidente, estamos ante un gran proyecto.
Sin embargo, como seguramente la gente de la industria está observando este debate, cabe anticipar -es bueno que se sepa- que aún le quedan caminos. Ciertamente las presiones van a continuar en la Cámara de Diputados. Espero que no afecten el veto, porque se halla comprometida la palabra del Presidente de la República. Lo dijo el Senador señor Chahuán: el veto llegará en los términos acordados.
Pero -insisto- puede haber presiones en la Cámara Baja. Espero que ello no cambie la postura de lo que se hizo en la Comisión Mixta.
Por otro lado, habrá que conocer la opinión de la Organización Mundial del Comercio. Estoy seguro -lo conversé con el señor Ministro- de que el proyecto, a raíz de lo relativo a las barreras paraarancelarias -ello se contempla en el texto-, va a llegar a dicho organismo internacional.
Y también lo verá probablemente al Tribunal Constitucional, en lo concerniente a los establecimientos educacionales, en especial a los particulares subvencionados.
Por lo tanto, queda un largo camino por recorrer.
Creo que estamos en un momento positivo.
La iniciativa es buena para Chile, especialmente para los niños. Porque -como se señaló- uno de cada cuatro presenta serios daños a su salud: obesidad. En definitiva, son menores prehipertensos.
Frente a ese cuadro teníamos que actuar.
Me parece que hoy el Senado se encuentra a la altura del desafío que el país espera de nosotros.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.


El señor ORPIS.- Señor Presidente, Honorable Senado, hemos ocupado toda la tarde en una discusión que debió durar cinco minutos.
¿Por qué se produjo tal situación? Porque, a pesar de que existía un acuerdo, algunas voces manifestaron en forma pública que analizarían el veto en su mérito y que, por tanto, no se iba a respetar lo pactado.
¿Cuándo se empieza a desentrampar el asunto? Cuando representantes de las filas de la Oposición aclararon que los tres puntos referidos se respetarían.
Ese fue el punto crucial.
Deberíamos sacar una lección de esta sesión. Porque, a mi juicio, lo más sagrado en política es respetar la palabra empeñada.
Si en algún minuto surge una duda sobre el alcance de una disposición, lo correcto cuando se ha firmado un acuerdo es suspender la sesión para clarificar el asunto. Y si se trata de un acuerdo de Comités, estos debieron haberlo ratificado.
Así nos habríamos evitado toda esta discusión inútil, estéril, llena de descalificaciones que no conducen absolutamente a nada, menos a mejorar el clima que se está generando en esta Corporación.
Solicito a todas las bancadas, señor Presidente, respetar los acuerdos que se suscriban. Porque hubo personas que señalaron públicamente que analizarían en su mérito el veto que enviará el Ejecutivo y ahora manifiestan en la Sala que apoyarán lo relativo a los tres puntos en cuestión.
Lo único que pido es que actuemos con prudencia y respetemos la palabra empeñada, sobre todo, cuando esta se halla refrendada en acuerdos.
Nos habríamos evitado todo este debate inútil y habríamos ocupado ese tiempo en despachar por lo menos dos o tres proyectos de la tabla, que también son necesarios.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide; después, el Honorable señor Gómez.


El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, todos nos podemos alegrar de la inminente aprobación de una iniciativa que es buena para Chile; en especial, para la salud de los más jóvenes y para combatir la tipología de enfermedades que vamos a enfrentar en el futuro.
Hemos dicho hasta el cansancio que no existe sistema médico o de salud que resista, si no se aprueba ahora un modelo de prevención contra la obesidad.
En verdad, en el país se produjo una situación muy extraña: se nos vino encima una epidemia en los últimos años, y de manera muy rápida.
Por lo tanto, me felicito por haber firmado, junto con otros colegas -algunos ya no se encuentran en la Cámara Alta-, la moción que dio origen a este proyecto. Y me alegro de que hayamos llegado a un buen acuerdo.
Solo quiero hacer un comentario sobre lo que sucedió hoy día.
Estamos de acuerdo en que el debate se transformó innecesariamente en una torre de Babel. No es que habláramos idiomas diferentes, sino que a las palabras se les daba un significado distinto y los acuerdos se interpretaban de manera diversa.
Esta es una buena lección para no volver a caer en lo mismo.
Sin embargo, debo señalar -con todo respeto y sin ánimo de abrir más debate-, con relación a lo expresado por el Honorable señor Orpis -por su serenidad, siempre me ha agradado cómo actúa-, que la causa de lo acontecido hoy no solo es lo que él denunció. Ese es un lado de la luna. El otro lo constituyen las declaraciones de algunos Senadores de Gobierno, quienes, sin necesidad, por la radio y otros medios públicos, nos llamaban a cumplir nuestra palabra.
Me parece que eso también fue una exageración.
Además, se ha criticado mucho el que hayamos puesto sobre el tapete las declaraciones de los representantes de la SOFOFA.
Perdónenme que lo diga, señores Senadores, pero en política las cosas no solo deben ser, sino también parecer.
Como republicano, como Senador que intenta ser lo más democrático posible y respeta las facultades de todos para usar la palabra, me llamó la atención lo siguiente la semana pasada: habló la SOFOFA a las 10 de la mañana y al mediodía cambiaron de opinión los Ministros. Fue como en las películas: parece una coincidencia. Pero cabe preguntarse: ¿Lo es realmente? ¿O cometió un error el Gobierno al haber actuado en el mismo sentido en tan poco tiempo? Cualquier persona dirá: "¡Qué raro!".
En mi opinión, tal actitud también llevó a incurrir en determinados actos.
Con todo respeto hacia el señor Ministro -aunque no está presente-, pienso que festinar el proyecto y compararlo con un chocolate o no sé qué cosa...
El señor LAGOS.- ¡Un Súper 8!
El señor RUIZ-ESQUIDE.-... francamente constituye una falta de seriedad.
Yo tengo por dicha autoridad un grandísimo respeto, y lo he dicho siempre.
El señor PROKURICA.- No se nota.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- ¡Sí se nota! Él lo sabe y usted también, señor Senador.
Pero lo que manifestó fue un error. Aquí estamos en otra cosa.
Por último, señor Presidente, me quedo con una inquietud cerca del final de la sesión: ¿Habrá veto o no?
Un señor Senador nos dijo: "Aquí tengo un veto". Y resulta que era un proyecto, y se refería a otro asunto. Es como en los tiempos antiguos, cuando se leía la Biblia en las sesiones para alargar el debate.
Además, hemos requerido reiteradamente en esta sesión que cualquiera de los señores Ministros nos informe si existirá veto. De lo contrario, sería un ridículo espantoso haber discutido tres horas para nada.
Según la información de que dispongo, cuya fuente no puedo revelar, no habrá veto.
En esas condiciones, señor Presidente, quiero saber si eso va a ser así o no.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Gómez.


El señor GÓMEZ.- Señor Presidente, yo siempre me pongo en el lugar de la gente que nos ve sesionar, aunque no debe de ser mucha. Y, en este caso, el espectáculo que damos -una discusión violenta, dura,...
El señor BIANCHI.- ¡Chatarra!
El señor GÓMEZ.-... que termina en unos acuerdos- seguramente no se entiende desde afuera.
Por eso, ocuparé unos minutos para explicar el trámite de este proyecto de ley.
Se inició en una moción presentada en el Senado y fue aprobado, con diferencias, por ambas Cámaras. Posteriormente, se llegó a una Comisión Mixta. De ser acogido el informe de esta hoy, se remitirá a la Cámara de Diputados para los efectos de aprobar o no lo que nosotros hemos despachado. El Gobierno tiene la posibilidad de apurar el proceso mediante la fijación de urgencia. Por tanto, el trámite en la otra rama del Parlamento se puede resolver rápidamente.
Luego de ello, el Presidente de la República podrá enviar lo que se conoce como "veto". Para que la gente entienda, se trata de una facultad del Primer Mandatario para hacer observaciones a una iniciativa que, según su parecer, requiere perfeccionamientos. De ese modo, propone cambios al texto y lo envía a la Cámara de origen para una nueva discusión.
Explico el trámite, porque la opinión pública seguramente no entiende mucho esto del veto.
Lo relevante es que hoy se va a aprobar el informe. Por lo tanto, exista o no veto, al final el proyecto se va a transformar en ley.
Toda la discusión sobre la materia se produjo a raíz de una reunión en la sesión anterior -esta también fue violenta, muy agresiva-, en la que acordamos los tres puntos que se leyeron en algún minuto. Ello abrió la posibilidad de entender que, si se cumplen los tres aspectos convenidos -firmados por los Comités-, no va a haber problemas para que la ley entre en vigencia.
Es importante, señor Presidente, aclarar eso a la opinión pública.
Creo oportuno también señalar que ningún miembro de estas bancadas ha pedido veto alguno. Lo que dijimos es que aprobaríamos la iniciativa tal como estaba planteada, sin perjuicio de respaldar un veto en los términos acordados, si finalmente el Presidente de la República optaba por esa vía. Porque nosotros respetamos nuestra palabra.
¡Aquí están firmados los tres puntos que leyó en su minuto el Senador Coloma!
Y él indicó, además, que probablemente se presentarían otras modificaciones. Pero ello no obliga a la votación de ninguna manera. Sobre tales materias habrá que discutir.
El problema se agudizó cuando un Senador repartió un proyecto de ley que, según nos dijo, constituía lo que el Presidente de la República iba a enviar como veto. ¡Y eso no estaba en el acuerdo!
Ello produjo toda una confusión que nos llevó finalmente al punto en que nos encontramos.
Con todo, el informe se va a aprobar.
Queda por resolver lo relativo al nivel universitario, en torno al cual estamos todos contestes, y un par de puntos más que figuran en el acuerdo primitivo.
Lo relevante es que, al final, va a existir la ley que permitirá que en los colegios se pueda educar a los niños para evitar que consuman alimentos perjudiciales para su salud, medida que es respaldada por el 70 a 80 por ciento de los chilenos.
En consecuencia, señor Presidente, lo importante es que se aprobará el informe de la Comisión Mixta. Dado que el Gobierno tiene todas las posibilidades de apurar el proceso, en menos de treinta días, probablemente, podría estar publicada la ley, lo que será muy favorable para todas las familias.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Por último, tiene la palabra la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, no pensaba fundar mi voto, pero debo precisar algunas cosas.
La opinión pública se va a informar en un rato más de lo que hemos aprobado hoy día en esta Sala, y por lo que digan los distintos actores. Acabo de escuchar al Ministro Larroulet, acompañado por dos Senadores en conferencia de prensa, señalar que el Gobierno apoya la vida sana, la entrega de información, el cuidado de la salud, y que se alegra de que la Oposición se haya allanado a respaldar un veto que corrija este proyecto de ley.
En verdad, a estas alturas yo no entiendo nada de nada.
La iniciativa contiene errores no por culpa de los parlamentarios que la promovieron ni por los de Oposición. Dos de esos errores, los cuales se pretende corregir a través de este acuerdo -entre comillas-, son producto de indicaciones o del Ejecutivo o de un Diputado de Gobierno, no de la Oposición.
Por lo tanto, nosotros no nos "hemos allanado" a nada.
Simplemente hemos señalado estar a favor del proyecto de ley, que mejora considerablemente la calidad de vida de las personas; que ayuda a los padres y madres a desarrollar hábitos alimenticios mediante la educación, y que permite al Estado dictar normas que regulen estas materias.
Los errores no los hemos cometido nosotros.
Yo lamento que a la opinión pública se le tergiverse lo ocurrido aquí, señalando algo que no es cierto.
Toda la información conocida indica que la ciudadanía respalda esta iniciativa.
Y -reitero- nosotros no nos "allanamos" a nada.
El Presidente de la República puede ejercer un derecho que le es propio. Obviamente, nosotros, que hemos concordado los tres puntos -estos se originaron en errores que no son nuestros-, en su momento manifestaremos nuestra conformidad.
Pero -¡por favor!- que se informe bien a la opinión pública.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueban las normas de quórum simple propuestas por la Comisión Mixta (26 votos a favor y 1 abstención), y queda despachado el proyecto en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Alvear y Rincón y los señores Bianchi, Cantero, Chahuán, Escalona, Frei (don Eduardo), García, Gómez, Horvath, Kuschel, Lagos, Letelier, Muñoz Aburto, Navarro, Orpis, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Ruiz-Esquide, Sabag, Uriarte, Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).
Se abstuvo el señor Novoa.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Aprobado el informe.
Tiene la palabra el Ministro señor Larroulet.


El señor LARROULET (Ministro Secretario General de la Presidencia).- Señor Presidente, en nombre del Ejecutivo, valoro la votación que ha ocurrido en el Senado esta tarde. Ello, porque ha sido una postura permanente del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera preocuparse de la materia que nos ha convocado hoy.
En sucesivos planteamientos de Senadores que forman parte de las diferentes coaliciones y partidos políticos, casi todos han mencionado el esfuerzo que la Primera Dama está realizando mediante un plan para promover la vida sana. Efectivamente, creo que es el programa más ambicioso que en esta materia se ha llevado a cabo durante los últimos años.
Es nuestro compromiso -por eso valoramos la iniciativa- todo lo que tenga que ver con informar a las familias acerca de los contenidos de los alimentos y, en forma especial, sobre aquellos que dañan la salud de los niños y adultos.
En segundo término, nuestra política persigue, además, prohibir el consumo de alimentos que afectan particularmente el bienestar físico de los menores.
En tercer lugar, se busca incentivar la práctica de la educación física en los establecimientos escolares.
La suma de esas acciones es la que hoy, a través del Ministerio de Salud y de distintas instituciones del Estado, se está promoviendo.
Sin embargo, a propósito del proyecto que ha sido debatido intensamente, Sus Señorías saben que la postura del Ejecutivo -ahora lo podemos decir con satisfacción- y de una amplia mayoría del Senado es que el texto aprobado por la Comisión Mixta, indudablemente, presenta problemas. Por ejemplo, impone restricciones y conductas a los mayores de edad que pueden votar. Es a ellos a quienes la iniciativa aprobada les fija prohibiciones que no corresponden.
De otro lado, se establecen limitaciones de información a las madres que no pueden amamantar a sus hijos, información que es muy relevante en lo que dice relación a alternativas a la leche materna, lo que hoy en la tarde se acordó corregir.
El Gobierno se alegra de que algunas materias no contenidas en el texto del acuerdo a que se llegó la semana pasada -por ejemplo, el perfeccionamiento relacionado con la rotulación o etiquetado de alimentos-, puedan ser perfeccionadas. Por eso, vamos a recoger lo planteado por todos los sectores en el Senado en orden a mejorar lo planteado por la Comisión Mixta, mediante un veto que tendrá características propias y que vamos a estudiar en detalle.
Quiero insistir en que valoramos el hecho de que la Oposición y todos los sectores políticos hayan definido, de manera muy clara, su posición para lograr un consenso.
El motivo que nos convoca es perfeccionar una legislación que beneficie a todos los chilenos y que sea buena.
Muchas veces, declaraciones más o declaraciones menos generan confusión. Pero, en esencia, me parece que con lo que ahora hemos hecho, en el sentido de aprobar el texto y respaldar el veto del Presidente de la República para sacar una mejor legislación, el país y los niños van a ganar.
El señor LETELIER (Vicepresidente).- Aprovecho de señalar que la forma en que el Ejecutivo decida mandar el o los vetos determinará la manera de votar.
Llamo la atención sobre el punto, porque un señor Senador de Gobierno sugirió la idea de separar las materias en diferentes vetos, con el objeto de facilitar nuestro pronunciamiento y evitar una discusión demasiado extensa.