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SANCIÓN POR NO PAGO DE TARIFA EN VEHÍCULOS DE LOCOMOCIÓN COLECTIVA


El señor PIZARRO (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que evita el no pago de la tarifa en vehículos de la locomoción colectiva, con segundo informe de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones.
--Los antecedentes sobre el proyecto (6948-15) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 41ª, en 10 de agosto de 2010.
Informes de Comisión:
Transportes y Telecomunicaciones, sesión 43ª, en 17 de agosto de 2010.
Transportes y Telecomunicaciones (segundo), sesión 70ª, en 30 de noviembre de 2010.
Discusión:
Sesión 44ª, en 18 de agosto de 2010 (se aprueba en general).
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario General.
El señor HOFFMANN (Secretario General).- El proyecto fue aprobado en general en sesión del 18 de agosto recién pasado, y cuenta con un segundo informe de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones, la cual deja constancia de que se presentó una sola indicación al artículo 2°, que fue rechazada por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Cantero, Chahuán y Girardi.
En consecuencia, la Comisión propone a la Sala la aprobación en particular de la iniciativa, en los mismos términos en que fue acordada en general, esto es, según el texto despachado en su oportunidad por la Cámara de Diputados.
El señor PIZARRO (Presidente).- En discusión particular el proyecto.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón, para fundamentar el voto.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, nuevamente volvemos a discutir en la Sala el proyecto de ley relacionado con el Transantiago, proyecto que busca fundamentalmente evitar el no pago de la tarifa en vehículos de la locomoción colectiva.
Con esta iniciativa se busca elevar las multas, por cuanto, las actuales son muy poco persuasivas y, además, se pretende impedir un aumento del valor del pasaje para los que sí pagan la tarifa.
Igualmente, se establece un Subregistro de Pasajeros Infractores, el que se incluye dentro del actual Registro de Multas de Tránsito no Pagadas que administra el Registro Civil.
Constantemente, a través de los medios de prensa, nos hemos informado del grave déficit que genera el Transantiago por el no pago de la tarifa por parte de los usuarios. Debido a ello, las Regiones siguen cargando con el costo del transporte público de los santiaguinos, lo cual -lo hemos dicho con claridad los Senadores de Regiones- no nos parece justo.
El Ministerio de Transportes nos informó que se ha reducido la evasión del pago por tarifas en casi 2 por ciento, gracias a la campaña de difusión realizada.
En la Comisión de Transportes, dicha Secretaría de Estado ha señalado también que los costos de operadores, troncales y alimentadores del sistema han aumentado en 50 por ciento en el tiempo, y los de la Administradora Financiera del Transantiago (AFT) lo han hecho en un 100 por ciento, mientras que los ingresos se han mantenido estables.
A lo anterior se debe agregar lo relativo a la evasión del pago de tarifas por parte de los usuarios, lo cual ha generado pérdidas por 300 mil dólares diarios, que equivalen a cerca de 80 millones de dólares al año por dicho concepto.
La evasión no sólo produce menores ingresos al sistema, sino que, también, afecta la planificación de recorridos. Se basa en la validación de las tarjetas BIP, pues se hace creer que se transporta un menor número de pasajeros que los que realmente se movilizan.
Por todos los problemas antes mencionados, me parece que la iniciativa va en el camino correcto, en orden a evitar que este tipo de malas prácticas afecten a los ciudadanos honestos que día a día ocupan el transporte publico y pagan su pasaje como corresponde, y también beneficia a las Regiones.
El 20 de abril pasado, entró en vigencia la segunda alza en el año en el sistema de transporte de la Capital -que comprende el Metro y el Transantiago-, quedando en 410 pesos en hora baja; 430, en hora valle, y 490, en hora punta. Pero esa no es la noticia.
Lo notable es que un alza del trasporte que promedia 7,1 por ciento en los tres horarios pasó sin que hasta hoy día se registre la menor voz de protesta.
Ello obedece, al menos en parte, al hecho de que ese incremento tarifario fue encubierto por las técnicas de marketing político que se han hecho usuales en este modelo económico: se decretó un alza escalonada de 10 pesos en marzo, y de 20 pesos a partir del 20 de abril. El aumento principal se deslizó en medio de una masiva campaña de desinformación que puso en el centro del tapete la evasión.
Así, el alza tuvo un responsable: el pillo que nunca falta, el evasor, aquel que hace pagar a justos por pecadores.
De esa manera elíptica se desvió de la percepción de la gente el problema principal, a saber, un sistema que claramente no estuvo diseñado de forma adecuada ni bien implementado y cuyo desfinanciamiento crónico -que alcanza a unos 50  millones de dólares al mes- no impide que las empresas concesionarias acumulen abultadas ganancias. Ese déficit no se equilibrará mediante el control de la evasión, como se pretende hacer creer, sino con el alza de las tarifas, dejando de lado el hecho que la finalidad de cualquier sistema de transporte es la provisión del servicio y no el pretexto para la ganancia de empresas privadas, con abstracción de la calidad, que todavía no alcanza estándares aceptables.
La noción de que este sistema de transportes debe al menos alcanzar el equilibrio de sus cuentas es algo que nadie podría razonablemente discutir.
Además, están los trabajadores, quienes han sufrido una serie de problemas, entre ellos, la cesantía y las deudas por concepto de remuneraciones y por cotizaciones previsionales.
El problema radica en que también, como es habitual en este sistema, el costo del déficit del Transantiago se le endosa al común de la gente, a los chilenos "de a pie", sin la menor compensación salarial. Peor aún, una vez más, el mayor peso recayó sobre los más pobres. Aparte de que un trabajador que percibe el salario mínimo destina una proporción mayor de su ingreso al transporte, el alza pareja de 30 pesos en los tres tramos tarifarios significa un alza de 7,8 por ciento para el horario bajo, 7,5 en el valle y 6,1 en el punta.
El incremento de 50 pesos por cada 60 viajes en cualquiera de los horarios significa una diferencia de 3 mil pesos al mes. Para un trabajador que gana el sueldo mínimo, esa alza representa un 1,8 por ciento de su ingreso; mientras que para otro que recibe 500 mil pesos mensuales, ese mismo aumento significa un 0,6 por ciento de su entrada.
Entre los grandes mitos que permanentemente invocan los defensores del modelo económico, están: a) que el precio del trabajo lo fija el mercado y b) que el alza del mismo debe estar asociada al aumento de productividad.
Ambos argumentos no son completamente ciertos en un sistema económico como el nuestro, en lo cual creo que estamos todos de acuerdo.
Para finalizar, señor Presidente, deseo hacer una última reflexión.
El aumento de sanciones, multas, procedimientos judiciales, castigos y demases para exigir el pago del pasaje en el transporte público, da cuenta de un problema más profundo que debemos abordar como sociedad. El ciudadano no puede actuar por temor a la coercitividad del Estado; se supone que ha de hacerlo por tener internalizado el cumplimiento de las normas mínimas de conducta de aquella.
En nuestro país se habla mucho respecto al mejoramiento de los índices de desarrollo humano y económico en este último tiempo. Este tipo de situaciones nos debe llamar a reflexionar en cuanto a la sociedad que estamos desarrollando.
En nuestro rol de legisladores, tenemos que recoger las inquietudes de la gente, pero también ser capaces de analizar con rigor y detalle lo que ella nos está diciendo y el país que estamos construyendo.
Claramente, los indicadores muestran que debemos aprobar esta legislación, pero existe...
El señor PIZARRO (Presidente).- Señora Senadora, tiene solo un minuto más para concluir.
La señora RINCÓN.- Gracias, señor Presidente.
Como decía, existe un problema de base que repercute en los presupuestos de las Regiones. Y no es justo que estas paguen por ello; debería sancionarse a los infractores.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Chahuán, para fundamentar el voto.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, no voy a entrar al análisis de los proyectos de ley que hemos discutido en el Parlamento, y en la Comisión pertinente, sobre el mejoramiento del Transantiago, especialmente en cuanto al cambio del régimen jurídico. Este permitirá que el transporte público se transforme en un servicio público y dotará de mayores facultades al Ministerio del ramo para caducar y renegociar los contratos, a fin de establecer incentivos que vayan en una línea distinta de la que hoy impera en los contratos, que son de tipo perverso.
Tampoco voy a entrar al detalle del financiamiento, respecto del cual el Congreso Nacional, y la Comisión de Transportes, aprobó una iniciativa que adiciona 3 mil millones de dólares al Transantiago, con un efecto espejo para las Regiones.
Solo me explayaré sobre una materia que considero de la mayor importancia.
Establecer estímulos adecuados para evitar el no pago de la tarifa en vehículos de locomoción colectiva, específicamente en Santiago, nos parece muy relevante.
No vamos a lograr que la Región Metropolitana disponga de un transporte público más eficiente, si no somos capaces de controlar eficazmente la evasión. En ese contexto hemos trabajado en la Comisión de Transportes.
A su vez, quiero destacar el tremendo espíritu que ha existido en ese órgano técnico para avanzar por unanimidad en estos proyectos. Allí acordamos justamente complementar la iniciativa en discusión.
El texto que hoy se somete a nuestra consideración crea un subregistro de infractores que evaden el pago, pero se abstiene de fijar una sanción para ellos. En tal sentido, los miembros de la Comisión nos comprometimos a presentar una moción -que ingresaremos hoy y que será firmada por todos nosotros-, a fin de establecer la obligación de realizar trabajos comunitarios para quienes no paguen la tarifa en vehículos de locomoción colectiva.
En definitiva, dotaremos de sustancia al subregistro. Porque una cosa es que este exista, pero otra muy distinta es que la gente que deje de pagar no reciba sanción alguna.
Por eso, hemos avanzado. Los integrantes de la Comisión tenemos la voluntad de firmar la moción a la que me referí, y hay un compromiso del Ministro de Transportes para ponerle urgencia, ya que complementa el proyecto en debate.
Estamos convencidos de que con esta iniciativa vamos a generar una legislación que permitirá reducir la evasión y, en definitiva, contar con un mejor transporte público en la Región Metropolitana.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier, para fundamentar el voto.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, el establecer como infracción o contravención grave el no pago de la tarifa en vehículos de locomoción colectiva es algo que, en mi opinión, nadie debería negarse a respaldar. Sin duda, esta normativa resulta correcta, en el entendido de que los estudiantes reciben un trato diferenciado, de que quienes se hallan en cursos menores no pagan.
Eso sí, junto con determinar la infracción, hay que generar las condiciones para que en el Transantiago se implemente un diseño más adecuado, que evite la facilidad de la evasión.
En tal sentido, señor Presidente, me habría gustado que, dentro de los plazos conversados con el Ministerio de Transportes, se avanzara respecto de cómo licitar las zonas pagas del transporte público de pasajeros mayor en la Región Metropolitana. Porque la situación actual, por el diseño y el tipo de buses existentes: de dos o tres accesos, facilita e incentiva el no pago o la evasión debido a la cultura imperante en el país, por el momento.
Por cierto, apoyaré lo preceptuado en la letra c) del artículo 1º.
En cuanto al subregistro de infractores, mi duda no radica en su existencia, sino en que tal vez su información puede terminar, al igual que la de DICOM, dando vueltas para otros propósitos.
¿Cómo tener la certeza de que, si alguien es sancionado por no pagar el pasaje, el dato del subregistro no será utilizado mañana para evitar su contratación; para hacer mal uso de él?
Transcurrido un período de 3 años, las anotaciones, por el solo ministerio de la ley, serán borradas. Pero, ¿está garantizado que tal información no tendrá otro uso?
Lo dejo planteado, por cuanto otros registros que se han creado han sido objeto de una utilización diferente de la que pretendía la ley.
Voy a aprobar en general la iniciativa.
Solicitaré separar la votación cuando se efectúe la discusión particular...
El señor PIZARRO (Presidente).- Estamos en discusión particular, Su Señoría.
El señor LETELIER.- Entonces, no sé si se votarán los dos artículos.
El señor PIZARRO (Presidente).- En este momento está fundamentando su voto, señor Senador.
El señor LETELIER.- Señor Presidente, como en el artículo 2º del proyecto se contiene la creación del subregistro, solicito votarlo en forma separada, o que se deje constancia de mis reservas respecto de su texto.
Esa es mi inquietud, pues no se trata de una iniciativa de artículo único.
Me gustaría conocer el efecto de las multas, cuál es su rango y qué significan en términos prácticos.
Siento que se deberían contemplar otras acciones, más allá de cursar una multa. Porque, según entiendo, no se llevará al infractor a la comisaría para tal efecto, solo se lo notificará.
Creo que sería bueno buscar mecanismos, además del subregistro, porque en otros países resulta más eficaz establecer, no solo una multa, sino también otro tipo de acciones, para que alguien lo piense dos veces antes de subirse a un medio de transporte público sin pagar la tarifa. Hay que considerar que cuando existe evasión, esta la pagan el resto de los ciudadanos que cancelan el pasaje o el sistema de subsidios del transporte público de pasajeros.
Estoy a favor del artículo 1º, pero deseo dejar consignada mi abstención respecto del artículo 2º.

El señor PIZARRO (Presidente).- Quedará constancia en la Versión Oficial de su intención de abstenerse sobre el artículo 2º.
La verdad es que estamos realizando una sola votación, ya que en la Comisión se presentó solamente una indicación, que fue rechazada por unanimidad.
Tiene la palabra el Senador señor Escalona, para fundamentar el voto.


El señor ESCALONA.- Señor Presidente, lamento que no se encuentre en la Sala el señor Ministro de Transportes, dado que los proyectos relativos al Transantiago han sido tratados en estrecha vinculación con la aplicación del mecanismo llamado "espejo". Es decir, con la idea de que la inversión en este sector también debe efectuarse en Regiones.
Con respecto a ese punto, me permito recordar que el proyecto de financiamiento complementario del Transantiago contempla una cifra de 120 mil millones de pesos para las Regiones. Y lamento que no esté presente el señor Ministro -como dije-, pues quería solicitarle información acerca de cómo se van a distribuir esos recursos, cuáles medidas se han adoptado, qué iniciativas han tomado los gobiernos regionales.
Yo represento en el Senado a una Región en la que el transporte es muy caro, y la gente debe enfrentar severas dificultades económicas para financiar su traslado, lo cual se ve agravado por el desempleo. Y se da el caso, en consecuencia, de que muchas personas caen en el aislamiento; porque, como carecen de una fuente laboral y el transporte es muy caro, ni siquiera tienen la posibilidad de salir a buscarla. Esto lleva a un círculo vicioso, respecto al cual las estadísticas están completamente distorsionadas. Es decir, como no se puede salir a buscar trabajo, el desempleo aparece más bajo de lo que es efectivamente.
Entonces, desde mi punto de vista, es esencial aplicar el subsidio en la Región de Los Lagos, para que la gente del Archipiélago de Chiloé pueda trasladarse desde las islas a la Isla Grande; ir a las principales ciudades, como Quellón, Castro, Ancud; viajar desde las islas de Calbuco al continente; acudir desde los alrededores de la Carretera Austral a Puerto Montt; trasladarse dentro de la Región. Porque, de lo contrario, sus habitantes no tendrán las condiciones económicas para hacerlo.
Repito que lamento que no se encuentre presente el Ministro de Transportes, pues era la persona indicada para absolver este tipo de consultas.
Por cierto, votaré a favor del buen propósito de disminuir la evasión y, con ello, ayudar al financiamiento de este sistema de locomoción. Pero entiendo que no solo hay una obligación con el sistema de transporte público de la Región Metropolitana, sino también con el de todo el país.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor García, para fundamentar el voto.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, no he tenido la oportunidad de seguir en detalle el estudio del proyecto, pero recuerdo que cuando se discutió la idea de legislar intervine para señalar que, en mi opinión, había que analizar más detenidamente el incorporar como contravención grave en la Ley de Tránsito el no pago de la tarifa en vehículos de la locomoción colectiva.
Digo esto porque tengo entendido que cuando los conductores reunimos determinada cantidad de infracciones consideradas graves conforme a la ley se nos retira nuestra licencia de conducir.
Entonces, si una persona es infraccionada dos o tres veces en un año por no pagar la tarifa de la locomoción colectiva, ¿se le va a quitar la licencia de conducir? A mí, francamente, esto me preocupa.
La licencia de conductor, para la gran mayoría de los chilenos, constituye una herramienta de trabajo, en especial para los taxistas y quienes conducen un colectivo, una camioneta o un vehículo de carga pequeño.
Por lo tanto, me cuesta entender -de hecho, me voy a abstener en la votación- que a una persona, que por A, B o C razones no pagó la tarifa de la locomoción colectiva, se le quite la licencia de conductor. Estoy de acuerdo en que cometió una infracción. Pero ¡por favor! Considerar que esta se encuentra entre las graves y que su acumulación en cierto período lleve incluso el retiro definitivo de la licencia, francamente, me parece un despropósito.
En realidad, no tengo claro lo que estamos votando. No sé si alguien de la Comisión de Transportes podrá aclararnos el punto. Si nadie lo hace, simplemente me abstendré, porque no estoy dispuesto a que, por el no pago de la multa -concuerdo en que se trata de un hecho grave y se debe infraccionar a quien no paga la tarifa de la locomoción colectiva, pero no en que la sanción sea absolutamente desproporcionada-, se termine privando a una persona de la licencia de conductor, ya sea por un par de meses o de manera definitiva.
Me abstengo.
El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro, para fundamentar su voto.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, desde que comenzó a funcionar el Transantiago, las anomalías han sido brutales y nefastas, en particular para el servicio de los pasajeros. En definitiva, el sistema partió sin dar cumplimiento a un elevado porcentaje -70 a 80 por ciento- de la buscada modernización.
Por lo tanto, se instaló, de manera perversa para los usuarios, una crisis nunca vista en el transporte público chileno, que, en mi opinión, terminó costándole el gobierno a la Concertación.
Los gobiernos caen cuando hay problemas de transporte público. Ello ocurre porque se ve afectada la vivencia íntima de las personas, especialmente de quienes lo utilizan, los cuales, por cierto, no corresponden a ninguno de los que nos encontramos hoy en la Sala.
Setenta por ciento de los chilenos no posee automóvil y emplea el transporte público, en particular en Santiago. Ellos usan hasta 17 por ciento de sus ingresos mensuales para trasladarse.
Se nos propone un proyecto que busca sancionar a las personas que no pagan su tarifa. Pero, en el fondo, se pretende parar el desangramiento que sufre el Transantiago respecto a la forma de financiarse.
En primer lugar, señor Presidente, deseo preguntar: ¿va a existir un sistema de registro de infractores en caso de incumplimiento laboral?
Como dijimos con ocasión del último debate sobre el Transantiago, las empresas administradoras, tanto de los troncales como del resto del sistema, acumulan 2 mil 300 infracciones por el no pago de sueldos o incumplimiento grave respecto de los conductores.
En segundo lugar, ¿qué infracciones han cometido SONDA y las empresas que quedaron en deuda con el Ministerio de Transportes debido a graves incumplimientos en sus contratos?
El proyecto en análisis pretende establecer que los infractores sean condenados por no pagar la multa y anotados en un subregistro de pasajeros infractores.
Señor Presidente, esta iniciativa fue votada, pero no se invitó a ninguna asociación de consumidores ni de usuarios del transporte. Es decir, de acuerdo con el informe, fue tramitada exclusivamente con la opinión de la Subsecretaria de Transportes, señora Gloria Hutt, quien señaló claramente el sentido del proyecto: "contar con un instrumento destinado a evitar la evasión del pago de la tarifa de transporte público".
Yo le digo al Gobierno: ¡Mejoren el Transantiago! ¡Mejoren el servicio del Metro! ¡Remuneren adecuadamente a los conductores que hoy se encuentran en huelga! ¡Generen un servicio de calidad! Porque la moral para exigir el pago pasa por brindar un buen servicio. Y eso no existe hoy día.
Por tanto, yo siento que la iniciativa es atemporal y que debiera venir, como consecuencia del mejoramiento global del Transantiago, con un servicio de calidad y con un sistema de educación al usuario que redundara en que, cuando efectivamente se cumpla un buen servicio y se den todas las facilidades para pagar, se multe a quienes no quieran hacerlo, porque se agotaron todas las alternativas.
Creo que estamos en un momento inadecuado para instalar un instrumento de este tipo, que no solo va a causar mucho resentimiento a los usuarios, sino que también nos hará perder el sentido de lo que debemos hacer hoy.
Este proyecto no significa en caso alguno una solución para el problema de financiamiento del Transantiago. Todavía no sabemos cuál es la pérdida por la evasión. Porque desconocemos cuántos pasajeros viajan en los buses del Transantiago y ni siquiera sabemos el número de estos vehículos que circulan por las calles de la Capital. Estas estadísticas no se conocen.
Además, el sistema satelital no se encuentra activado, las cámaras no funcionan, el cierre de puertas automático no opera, las condiciones de trabajo de los conductores no son respetadas.
En definitiva, todos los elementos esenciales para dar mayor seguridad a los pasajeros y mejorar la situación laboral de los choferes no se han cumplido.
En mi opinión, esta iniciativa requiere mucho mayor debate.
Si se insiste en votarla en esta oportunidad, me pronunciaré en contra. Porque no comparto sus criterios de fondo y creo que lo que propone resulta abusivo con los usuarios en estas circunstancias, en particular por los severos déficits que enfrenta hoy el sistema de transporte público de la Región Metropolitana.
Además, está subsidiado. Aquí no se trata de que las empresas dejen de perder plata: siguen ganando igual, en especial porque tienen garantizada su renta, sin importar el número de pasajeros.
Voto en contra.
¡Patagonia sin represas, señor Presidente!
--(Aplausos en tribunas).
El señor PIZARRO (Presidente).- A quienes se hallan en tribunas, les pido por favor que no emitan ningún tipo de manifestación, ni a favor ni en contra, pues está prohibido reglamentariamente.
Tiene la palabra, para fundamentar su voto, el Senador señor Longueira.


El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente, entiendo que estamos en la votación en particular.
El señor PIZARRO (Presidente).- Exactamente. Y es una votación única.
El señor LONGUEIRA.- Pero se propone el mismo texto aprobado en general.
El señor PIZARRO (Presidente).- Se presentó una sola indicación, que fue rechazada por unanimidad en la Comisión.
En consecuencia, la iniciativa quedó en los mismos términos.
En estricto rigor, deberíamos votarla sin mayor debate.
Esa es la situación en la que estamos, señor Senador.
El señor LONGUEIRA.- O sea, deberíamos pronunciarnos igual como lo hicimos en la votación en general.
El señor PIZARRO (Presidente).- Estamos en la votación en particular.
El señor LONGUEIRA.- Lo sé, señor Presidente. Por eso he pedido el resultado de la aprobación en general, pues ahora estamos reproduciendo la misma discusión, toda vez que el texto es exactamente igual y no hubo ninguna capacidad de perfeccionarlo y de recoger las críticas que se hicieron en forma oportuna.
Este es el DICOM del transporte público. Eso es lo que estamos haciendo, pese a que hemos criticado de modo sistemático el mal uso que se efectúa de dicho registro y los efectos que ello trae aparejados para la vida diaria de las personas. No me caracterizo por estar premiando -nunca lo he hecho- a quienes no cumplen. Muy por el contrario. Pero me sumo a las palabras del Senador Navarro.
Sería distinto si el sistema estuviera en régimen, si tuviésemos un buen servicio público de transportes, si la morosidad fuera razonable, del orden del 3, 4 ó 5 por ciento, como ocurre en otros lugares y como se estimó en su diseño original. Sin embargo, la iniciativa se ha presentado porque el no pago alcanza, según se dice, al 30 ó 35 por ciento. Y tal situación ocurre por la reacción de la ciudadanía frente a un monopolio que presta un muy mal servicio.
Entonces, una vez más recurrimos a la opción de sancionar, con el riesgo de que el día de mañana la información del subregistro que se crea pueda estar reproducida en el sistema bancario, en el DICOM, en perjuicio de quien vaya a buscar un empleo o a solicitar un crédito.
No sé qué suerte irán a correr los inspectores que se encarguen de multar al 30 por ciento de los pasajeros arriba de una micro del transporte público de Santiago.
Ya lo advertí en la discusión en general, donde se plantearon muchos reparos a la creación de este subregistro, que contendrá información pública que puede afectar en forma considerable la vida de las personas al momento de pedir un préstamo o postular a un trabajo.
En verdad, señor Presidente, me resulta muy difícil respaldar un proyecto de ley que ya rechacé en general. Pedí el resultado de la aprobación de la idea de legislar y, en realidad, hubo varias abstenciones y votos en contra. Al final, la iniciativa fue acogida por una diferencia bastante marginal. Y es impresionante que se nos proponga exactamente el mismo texto y no se haya recogido parte de los argumentos que se dieron por quienes deseábamos perfeccionarlo.
Voy a ser muy claro. No quiero que alguien sienta que con mi voto estoy premiando a la gente que no cumple, porque, lamentablemente, el sistema termina sancionando a los que sí pagan; pero tampoco deseo respaldar la creación de un DICOM del transporte público de Santiago. Por desgracia, una política estatal muy mal implementada, que nos ha costado años corregir para tratar de entregar un buen servicio, finalmente ha llevado a que cerca del 30 por ciento de los usuarios no pague su pasaje.
En mi opinión, hay otras formas para subsanar rápidamente esa situación, a fin de propiciar un mejor cumplimiento. Cuando el sistema esté en régimen y se produzca la evasión por parte de personas "frescas" cuya conducta es abusar, ahí idearemos los mecanismos para multarlas y corregir su comportamiento. Pero no me parece que la planteada por el proyecto sea la mejor solución, y por eso voy a votar igual como lo hice en la discusión general, rechazándolo.
El señor HOFFMANN (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en particular el proyecto (20 votos a favor, 2 en contra, 3 abstenciones y 2 pareos) y queda despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Matthei y Rincón y los señores Chadwick, Chahuán, Coloma, Escalona, Gómez, Kuschel, Lagos, Larraín, Letelier, Novoa, Orpis, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Sabag, Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).
Votaron por la negativa los señores Navarro y Longueira.
Se abstuvieron la señora Alvear y los señores García y Horvath.
No votaron, por estar pareados, los señores Bianchi y Tuma.
La señora PÉREZ (doña Lily).- ¿Puede sumar mi abstención, señor Presidente?
El señor PIZARRO (Presidente).- Se dejará constancia de su intención de voto en la Versión Oficial, señora Senadora.