Click acá para ir directamente al contenido
FINANCIAMIENTO DE RECONSTRUCCIÓN


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, lamento profundamente la manera como se ha abordado el tema. El Gobierno tenía los recursos, pero nos ha puesto la espada al pecho y ha señalado a la opinión pública que los estamos negando. Se ha desinformado y mentido reiteradamente.
Y lo lamento porque el terremoto y el maremoto, así como el dolor de miles de hombres, mujeres, niños y niñas, debían haber sido el fundamento suficiente para buscar el acuerdo y la unidad y para que la generosidad de los que tienen más quedara en evidencia, sin necesidad de una recompensa a cambio.
A nadie puede parecerle bien tener que asumir el Gobierno en esas circunstancias. No era lo deseable ni para el peor de los enemigos.
Nuestros presidentes de Partido se pusieron a disposición del Primer Mandatario, el líder de ustedes, señores Senadores de la Alianza. Sin embargo, esa actitud y voluntad nunca obtuvieron resultados. No hubo comisiones transversales, amplias y generosas, que convocaran a los espíritus de todos.
Al mirar atrás, creo que esto pudo haberse hecho mejor. Pero no es tarde.
Hace unos minutos aprobamos una normativa sobre el DFL Nº 2 a lo menos deficitaria, en algo que es bastante más sencillo que lo que ahora nos convoca.
Nunca había participado en el Congreso, señor Presidente, y en estos tres meses de trabajo legislativo he escuchado muchas cosas, entre ellas variadas críticas del Gobierno a nuestra labor. Y creo que varias encierran verdades. Una se refiere al royalty. Las conocí en la Comisión de Minería y también en la Sala. Entonces, no logro comprender el riesgo que corre el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, que sostuvo y convenció a 51 por ciento de los chilenos que iba a ser el de los mejores. Con esto, nos alejamos, en realidad, de ese "Gobierno de los mejores", y lo lamento sinceramente.
Nuestro país dispone de los recursos para enfrentar 2010, sin que hubiera necesidad de forzar esta discusión en forma rápida y poco rigurosa. Y vuelvo al ejemplo de la materia comprendida en el DFL Nº 2. Podríamos y aún podemos hacer de este un tema de país, en el cual todos opinen. Pero se nos obliga a votar algo sin contar con todos los antecedentes expuestos, sin considerarse el asunto en forma integral.
Lo dije y lo reitero -y no participé en la discusión registrada al votarse la ley que hoy rige-: los cambios al mal llamado "royalty" constituyen una medida altamente negativa, por varias causas.
Los gravámenes no son voluntarios para un país soberano, sino obligatorios. Por lo tanto, resulta cuestionable, en su esencia, que se establezcan de esta manera.
En la propuesta del Presidente Piñera se incrementan los impuestos por un período muy breve, con relación al prolongado beneficio de invariabilidad tributaria que se ofrece. En definitiva, son las empresas las que determinan cuándo tributan.
La invariabilidad dispuesta debiera discutirse en detalle y el Gobierno no ha entregado los antecedentes para un análisis serio. Puede resultar un elemento procíclico e introducir elementos de inestabilidad en las entradas fiscales.
Creo que en este punto se podría discutir derechamente, como alternativa -insisto en ello, pues ya lo señalé hace unos días-, el alza de la tasa de impuesto a la renta de las grandes empresas, de manera de establecer un tributo que grave obligatoriamente a mineras y empresas de gran tamaño y que probablemente obtengan ganancias oligopólicas en sectores no mineros. De esta forma se evita la selectividad tributaria que ha sido cuestionada por motivos constitucionales.
Y quiero detenerme en esta parte, señor Presidente.
Escuché con atención a mi Honorable colega Longueira, quien lamentó que no se hubiera planteado antes ni discutido la posibilidad de un período más largo, de más impuestos, de proceder de otra manera. Le recomiendo leer todas y cada una de las indicaciones presentadas por distintos señores Senadores en la discusión particular en la Comisión de Hacienda.
Señor Presidente, ¡cómo lamento el chantaje, la presión indebida y las malas palabras que he escuchado en la Sala y fuera de ella! He visto soberbia en demasía y también actitudes que pretenden amedrentarnos.
Pero hay cosas que no podemos transar -al menos, la Senadora que habla-, pues estamos haciendo referencia a un sector clave para todo el país. Tal como dijo el Presidente de la República en su discurso del pasado 21 de mayo, son los que tienen más los que deben financiar el costo del terremoto, al igual que surge la necesidad de que la explotación de los recursos naturales no renovables tribute para devolver a todos los chilenos parte del beneficio obtenido. Y el proyecto no da, en este ámbito, satisfacción a tales deseos.
No es justo que pensemos -y cito a mi Honorable colega de circunscripción- que son otros los objetivos detrás del debate, como tampoco que el Gobierno pretenda usar el terremoto a fin de lograr beneficios permanentes -o casi permanentes- para las grandes compañías mineras, en contra de quienes han sufrido la tragedia del 27 de febrero, al incluir en el costo no solo a esas familias, sino a todo el país, hipotecando su futuro.
Por ello, señor Presidente, votaré en contra, esperando que en la Comisión Mixta logremos acuerdos en la materia.
He dicho.

La señora RINCÓN.- Señor Presidente, solo quiero hacer presente que en la sesión de Comités de ayer pedimos un pareo para el Honorable señor Muñoz Aburto, quien se encontraba en Ginebra, asistiendo a la OIT, pero se nos negó. Y el Comité de Renovación Nacional nos manifestó que no iban a solicitar ni a otorgar pareos.
La Senadora señora Lily Pérez lo pidió, y nosotros se lo hemos dado.
Muchas gracias.