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TERREMOTO Y MAREMOTO DE 27 DE FEBRERO: INFORME DE GOBIERNO SOBRE MEDIDAS, ACCIONES Y PLANES


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, agradezco y saludo la presencia de los señores Ministros en esta sesión, a quienes les plantearé nuestra preocupación.
Teniendo claro que el Gobierno lleva en funciones trece días, incluidos el 11 de marzo, los fines de semana y hoy (doce días estuvo nuestro Gobierno al frente de la catástrofe), y pese a que ayer el Presidente de la República nos señaló personalmente que disponía de una evaluación de los daños, ascendente a 30 mil millones de dólares, sobre la base de un detalle que consignaba cada puente y cada casa del país, durante la exposición del señor Ministro de Hacienda en esta Sala escuchamos en reiteradas oportunidades la palabra "estimamos".
Eso me inquieta, pues en todas las Regiones afectadas hay hombres y mujeres que esperan respuestas, que desean certeza. Y no es argumento válido el de que este es un Gobierno que se está instalando, pues los Informes Alfa, que se construyen día a día en los municipios, son suficientes para otorgar información detallada y oportuna. Y ello da también para otra sesión.
Digo lo anterior porque me tocó ver cómo los jefes de servicios regionales aún permanecen en sus funciones, hacen su trabajo y entregan la información. Y cuando ha habido cambios de autoridades, las salientes han proporcionado todos los antecedentes y evidenciado el mejor de los espíritus de colaboración para con el nuevo Régimen.
Pero, señor Presidente, quiero poner cifras relevantes y que muestran la realidad, con la salvedad de que esta información es en algunos casos terminal y parcial, pues no he logrado reunir los correspondientes a los once municipios de la Región del Maule sur, sino solo de nueve. Se registran 11 mil 603 viviendas demolidas o con orden de demolición, 9 mil 995 viviendas dañadas, 47 escuelas con deterioros que hacen imposible iniciar el año escolar, 13 puentes intransitables y 2 municipios con problemas graves: Pelluhue y Cauquenes.
En el ámbito agrícola, la situación es preocupante. Una evaluación de las pérdidas en las pymes del sector agropecuario y forestal alcanza a 76 millones de dólares, sin considerar la vivienda rural, la infraestructura de riego, los acopios y las frutas de exportación.
Hace unos días, durante la visita a San Javier junto con el Ministro de Agricultura, un pequeño productor, con desesperación y angustia, manifestó que buscaba una luz de esperanza para levantarse frente a los 4 millones de pesos que acababa de perder en el sector del sifón Loncomilla.
Y no estoy detallando el daño en infraestructura de riego, que ha traído consecuencias inmediatas y provocado incertidumbre en los productores respecto de la próxima temporada.
Los colapsos y desmoronamientos de los canales de distribución conllevan, además, riesgos de inundaciones en viviendas si no se realizan trabajos de canalización antes de las lluvias.
Se registran problemas en el sifón Loncomilla, en el sistema de riego Digua, en los canales Melado y Pencahue, en los sistemas de riego Longaví y Tutuvén. En fin, es larga la lista de cauces afectados.
Pero también se presentan dificultades en la cadena del trigo: se registran daños en silos y molinos e inconvenientes en los hornos y el abastecimiento de electricidad en las panaderías.
A lo anterior es necesario agregar la paralización hasta abril de la feria ganadera de Parral; los retrasos en los remates, por falta de ganado, y la escasez de forraje debido a la ausencia de riego en las praderas.
Y, en el sector forestal, lo que pasa en CELCO afecta a 223 trabajadores y sus familias solo en Licantén, en tanto que la situación en la Planta de Cartulinas de Yerbas Buenas dice relación a 380.
A lo anterior se suma el sector vitivinícola, con daños en cubas y bodegas que afectarán la capacidad de almacenaje en la próxima vendimia, estimada en 20 millones de litros.
En cuanto a la pesca, señor Presidente, solo en Pelluhue, Curanipe y Loanco existen más de cien embarcaciones totalmente destruidas. Y me preocupa cómo se abordará la cuestión, pues el Subsecretario de Pesca, señor Pablo Galilea, señaló en visita a Maule sur que se dispondría de 5 mil 500 millones de pesos correspondientes al Fondo de Pesca Artesanal, los que se reasignarían en las Regiones del Maule y del Biobío. Me pregunto cómo será posible responder con esos recursos a la demanda de ayuda para los pescadores artesanales. Tal cantidad -y lo conversamos en esa oportunidad con el Subsecretario y los dirigentes del sector, encontrándose hoy acá la Presidenta- es insuficiente, por lo que solicitamos que se aumentara el monto del subsidio y que, además, la medida se asociara a un crédito blando a largo plazo con dos años de gracia.
Asimismo, pedimos que el Gobierno replanteara la estrategia, pues está dejando fuera a todos los pescadores que no pertenecen a las zonas nombradas pero que también sufrieron las consecuencias del terremoto, como los de la Sexta y la Novena Regiones.
En Salud, los hospitales de Parral y de Cauquenes se hallan destruidos. Los visitó el señor Ministro. El hospital de Chanco se encuentra con problemas y el consultorio de Curanipe se vino abajo.
Ahora bien, señor Presidente, se puede comprender que producto del terremoto las cosas no sean como antes, sin perjuicio de que la Concertación mantiene la mejor de las disposiciones para apoyar lo que se requiera a fin de reconstruir. Y se espera de la Alianza, hoy en el Gobierno, un espíritu que considere a la Oposición. Pero es claro que, como lo mencionó el Senador señor Larraín, existe un "plan insinuado", siendo posible observar omisiones al revisar la presentación del señor Ministro del Interior, las cuales espero que sean producto de un error.
Lo digo porque falta información. Por ejemplo, en la lámina relativa a la conectividad aparece la Región del Maule y solo se mencionan las provincias de Curicó, Talca y Linares, con exclusión de Cauquenes.
Cabe hacer presente que en el barrio Estación de la comuna de Cauquenes viven 12 mil personas -es decir, 30 por ciento de la población- y funcionan la cooperativa de vinos, dos empresas forestales y un establecimiento de educación técnica al que concurren 600 estudiantes de Cauquenes, Parral, Chanco y Pelluhue. Sin embargo, el puente se halla cortado y un by-pass de emergencia permite el acceso. Por lo tanto, si los puentes mecano -que vendrían desde Suecia, según se me ha informado- no están instalados cuando empiecen las lluvias, el sector quedará aislado.
Con ello quiero decir, señor Presidente, que si no se recoge la información desde los municipios se puede incurrir en errores gravísimos.
Los alcaldes, por ejemplo, nos preguntaban si los 30 millones de pesos ofrecidos por el Ministro de Educación, señor Lavín, son parte de la redistribución de los 50 millones del Programa de Mejoramiento Urbano o recursos frescos. La infraestructura educacional dañada, en su gran mayoría, no se recupera con 30 millones de pesos.
¿Qué pasará con el financiamiento normal de la educación municipal, ya que se ve afectada la asistencia a clases en todas las Regiones que sufrieron la catástrofe, incluida la Metropolitana? ¿Qué ocurrirá con los niños que no vayan al colegio? Porque los establecimientos no recibirán la subvención.
Necesitamos transformar la situación en una oportunidad para trabajar con las municipalidades y las organizaciones sociales, como también lo expresó la Senadora señora Alvear.
Y precisamos conocer con urgencia el registro pormenorizado de los daños por área, con una evaluación económica, un cronograma y una propuesta de intervención en cada caso, a lo que cabe agregar un nivel de detalle por municipio y la especificación del financiamiento.
Quiero detenerme en este punto, señor Presidente. No solo se trata de cómo reponer la infraestructura, sino también del fomento productivo para los que perdieron todo. No podemos olvidarlos: comerciantes, emprendedores turísticos, pequeños productores, en fin.
Aquí recojo las medidas solicitadas por la Honorable señora Alvear, la bancada de Diputados de la Democracia Cristiana y otras más. Porque los efectos del terremoto -se lo hago presente al Senador señor Coloma- efectivamente no se extendieron a todos, pero todos debemos colaborar con quienes sufrieron. Las proposiciones son las siguientes:
-Eliminación en el DICOM.
-Supresión de la prohibición para postular al nuevo subsidio de vivienda, en el caso de las familias afectadas.
-Créditos blandos para la recuperación de embarcaciones.
-Moratoria por todo 2010, sin intereses, de los créditos INDAP u otras instituciones del Estado.
-Crédito blando para agricultores que perdieron siembra y cosecha.
-Modificación de programas de capacitación del SENCE.
-Aumento transitorio, al menos, del royalty minero, para la reconstrucción de escuelas y hospitales.
-Plan de autoconstrucción de viviendas, lo que permitiría absorber cesantía, y evaluar la posibilidad de ligar ello a los programas del SENCE.
-Eliminación del pago de peajes y televía en zonas donde las concesionarias no cuentan con el estándar de un contrato de concesión. Debo hacer constar que el día sábado la plaza de Quinta estaba cobrando.
-Evaluación de un programa de radiodifusión que nunca más nos deje sin comunicación local. Felicito al alcalde de San Javier por disponer de un sistema que nos permitió a todos superar la dificultad.
-Becas en los establecimientos de educación superior de las zonas afectadas.
-Revisión y prórroga del pago de las cotizaciones previsionales, en pensión y en salud; del IVA; del permiso de circulación, etcétera.
-Asegurar la subvención de los establecimientos educacionales que no han funcionado debido al terremoto.
Además, quiero congratular y agradecer a instituciones y sectores que no han sido nombrados en esta sesión: Bomberos, Cruz Roja y, en especial, estudiantes. Ellos tomaron contacto con nosotros el día 27 de febrero y organizaron una campaña de ayuda solidaria que ha permitido llevar alimentos, ropa y abrigo a los afectados.
Muchas gracias.