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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 341ª, EXTRAORDINARIA
Sesión 4ª, en miércoles 13 de octubre de 1999
Ordinaria
(De 16:18 a 18:10)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR ANDRÉS ZALDÍVAR, PRESIDENTE,
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, SUBROGANTE
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Aburto Ochoa, Marcos
--Bitar Chacra, Sergio
--Boeninger Kausel, Edgardo
--Bombal Otaegui, Carlos
--Canessa Robert, Julio
--Cariola Barroilhet, Marco
--Cordero Rusque, Fernando
--Díez Urzúa, Sergio
--Fernández Fernández, Sergio
--Foxley Rioseco, Alejandro
--Hamilton Depassier, Juan
--Horvath Kiss, Antonio
--Larraín Fernández, Hernán
--Lavandero Illanes, Jorge
--Martínez Busch, Jorge
--Matthei Fornet, Evelyn
--Moreno Rojas, Rafael
--Muñoz Barra, Roberto
--Novoa Vásquez, Jovino
--Ominami Pascual, Carlos
--Parra Muñoz, Augusto
--Pérez Walker, Ignacio
--Pizarro Soto, Jorge
--Prat Alemparte, Francisco
--Ríos Santander, Mario
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz De Giorgio, José
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Silva Cimma, Enrique
--Stange Oelckers, Rodolfo
--Urenda Zegers, Beltrán
--Valdés Subercaseaux, Gabriel
--Vega Hidalgo, Ramón
--Viera-Gallo Quesney, José Antonio
--Zaldívar Larraín, Andrés
--Zurita Camps, Enrique
Concurrieron, además, los señores Subsecretario de Hacienda y Subdirector Normativo del Servicio de Impuestos Internos.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor Fernando Soffia Contreras.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:18, en presencia de 24 señores Senadores.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se da por aprobada el acta de la sesión 32ª, ordinaria, en 14 de septiembre del año en curso, que no ha sido observada.
El acta de la sesión 33ª, extraordinaria, en 15 de septiembre del presente año, se encuentra en Secretaría a disposición de los señores Senadores, hasta la sesión próxima, para su aprobación.
IV. CUENTA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.

El señor HOFFMANN (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Mensaje
De Su Excelencia el Presidente de la República con el que retira la urgencia, y la hace presente nuevamente con carácter de "discusión inmediata", respecto del proyecto de ley que perfecciona normas del área de la salud. (Boletín Nº 2.132-11).
--Queda retirada la urgencia, se tiene presente la nueva calificación y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
Oficios
Seis de la Honorable Cámara de Diputados:
Con los tres primeros comunica que ha dado su aprobación a los siguientes proyectos de ley:
1) El que fortalece las facultades jurisdiccionales de los tribunales ordinarios de justicia para investigar en recintos militares, con urgencia calificada de "simple". (Boletín Nº 2304-07).
2) El que modifica la ley Nº 12.927, sobre Seguridad del Estado, acotando los delitos contra el orden público y las facultades de los tribunales para requisar libros o textos, en delitos contra la seguridad del Estado, con urgencia calificada de "simple". (Boletín Nº 2324-07).
--Pasan a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y se mandan poner en conocimiento de la Excelentísima Corte Suprema.
3) El que se refiere al despacho de proyectos de ley modificatorios de disposiciones vigentes. (Boletín Nº 2.375-07).
--Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Con el cuarto informa que desechó las enmiendas propuestas por el Senado a los artículos 2º y transitorio, y al artículo 2º, nuevo, del proyecto de ley que regula el derecho de visita a los hijos sometidos a tuición de uno de los padres (Boletín Nº 1.551-18), y que aprobó la recaída en el artículo 1º de la misma iniciativa, designando a los señores Diputados que menciona para integrar, en representación de esa Corporación, la Comisión Mixta que debe formarse.
--Se toma conocimiento, y se nombra a los señores miembros de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento para formar parte de dicha Comisión Mixta en representación del Senado.
Con el quinto hace saber que aprobó las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto de ley que concede beneficios económicos al personal del Servicio de Impuestos Internos, del Consejo de Defensa del Estado, de la Dirección de Presupuestos y de las Fuerzas Armadas. (Boletín Nº 2.298-05).
--Se toma conocimiento y se manda archivar.
Con el sexto comunica que los Diputados señores Sergio Aguiló Melo, Rafael Arratia Valdebenito, Patricio Cornejo Vidaurrazaga, Osvaldo Palma Flores y Enrique Van Rysselberghe Varela integrarán la Comisión Mixta que debe resolver las divergencias suscitadas durante la tramitación del proyecto de ley que prohíbe la fluoración de agua potable en el territorio nacional. (Boletín Nº 1536-11).
--Se toma conocimiento y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
De la Excelentísima Corte Suprema, con el que emite su opinión acerca del proyecto de ley que modifica el artículo 29 del Código de Justicia Militar, a fin de radicar en forma definitiva el conocimiento de las causas asignadas a los ministros en visita extraordinaria de la jurisdicción militar. (Boletín Nº 2.374-04).
--Se toma conocimiento y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
Del señor Ministro Secretario General de la Presidencia, con el que hace presente que el Ejecutivo, de conformidad con el artículo 70 de la Carta Fundamental, formulará observaciones al proyecto de ley que otorga la titularidad en el cargo a los profesores contratados a plazo fijo por más de tres años, a fin de sanear el vicio que indica.
--Se toma conocimiento.
Dos del señor Ministro de Educación:
Con el primero responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, referido a la necesidad de incluir en el Plan Austral enmiendas a la normativa que regula las subvenciones.
Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Muñoz Barra, relativo a la revocación del reconocimiento oficial de la Universidad de Temuco.
Dos del señor Ministro de Obras Públicas:
Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, atinente a la necesidad de buscar una fórmula legal que permita acceder a la bonificación que establece el decreto ley Nº 701, de 1974, a quienes foresten en predios privados a fin de evitar la erosión.
Con el segundo atiende un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, respecto de los planes y medidas de prevención que se han adoptado con relación a los fenómenos naturales que puedan afectar a la zona sur, particularmente a las Regiones Décima, Undécima y Duodécima.
Dos del señor Ministro de Vivienda y Urbanismo:
Con el primero se refiere a un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, tocante a los planes y medidas de prevención que se han adoptado con relación a los fenómenos naturales que puedan afectar a la zona sur, particularmente a las Regiones Décima, Undécima y Duodécima.
Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre de la Senadora señora Matthei, concerniente al tránsito de camiones por San Antonio.
Dos del señor Ministro de Agricultura:
Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, acerca de la necesidad de detener las acciones judiciales que se siguen en contra de diversos deudores rurales de la Undécima Región.
Con el segundo atiende un oficio enviado en nombre de la Senadora señora Frei, relativo a la factibilidad de otorgar fondos para financiar el proyecto de Diseño de Construcción del Embalse Coyil en San Pedro de Atacama, Segunda Región.
Del señor Ministro de Bienes Nacionales, en contestación a un oficio enviado en nombre del Senador señor Larraín, sobre la posibilidad de destinar un terreno fiscal para la Asociación de Rodeo de Linares, Séptima Región.
Del señor Ministro Presidente de la Comisión Nacional de Energía, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Stange, concerniente al avance de la electrificación rural en el país, especialmente en la Décima Región.
Del señor Subsecretario de Previsión Social, en respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Larraín, respecto de los descuentos previsionales que se aplican a los pensionados de las ex cajas de previsión.
Del señor Subsecretario de Agricultura, con el que adjunta el documento denominado "Compromiso con la Agricultura, Informe Gestión Primer Semestre Año 1999".
Del señor Jefe del Departamento de Extranjería y Migración, dando respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Moreno, referido a los antecedentes del señor Antonio Casarin Manzán.
Dos del señor Director Nacional del Instituto de Desarrollo Agropecuario:
Con el primero contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Adolfo Zaldívar, relativo a la posibilidad de aumentar los recursos para los programas que indica.
Con el segundo responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Larraín, referente a los problemas de los productores de ajo en la provincia de Linares.
--Quedan a disposición de los señores Senadores.

El señor SOFFIA (Prosecretario subrogante).- Han llegado a la Mesa dos informes de la Comisión de Relaciones Exteriores, recaídos en los siguientes asuntos:
1) Proyecto de acuerdo sobre Convenio entre la República de Chile y los Estados Unidos Mexicanos para Evitar la Doble Imposición e Impedir la Evasión Fiscal en Materia de Impuestos sobre la Renta y al Patrimonio, y su Protocolo, suscritos en Santiago, el 17 de abril de 1998, con urgencia calificada de "simple". (Boletín Nº 2.302-10). (Véase en los Anexos, documento 6).
2) Proyecto de acuerdo sobre Convenio entre la República de Chile y Canadá para Evitar la Doble Tributación y Prevenir la Evasión Fiscal en relación a los Impuestos a la Renta y al Patrimonio, y su Protocolo, suscritos en Santiago, el 21 de enero de 1998, con urgencia calificada de "simple". (Boletín Nº 2.303-10).
Ambos proyectos serán informados verbalmente por la Comisión de Hacienda.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Quedan para tabla.

El señor BOMBAL.- Pido la palabra sobre la Cuenta.

El señor VALDÉS.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Bombal; después, el Senador señor Valdés.

El señor BOMBAL.- Señor Presidente, atendido que el Ejecutivo ha procedido a modificar la urgencia del proyecto de ley que perfecciona normas del área de salud -de lo cual se ha informado hoy en el primer lugar de la Cuenta-, solicito formalmente permiso para que la Comisión de Salud pueda reunirse esta tarde a partir de las 17.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si le parece a la Sala, así se acordará.
Acordado.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Valdés.

El señor VALDÉS.- Señor Presidente, solicito autorización para que también la Comisión de Relaciones Exteriores pueda sesionar simultáneamente con la Sala desde las 19.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- No hay inconveniente porque la sesión va a terminar antes de esa hora, señor Senador.
Si le parece a la Sala, así se acordará.
Acordado.

El señor VALDÉS.- En vista de su acogida a esa petición, voy a hacer otra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Siempre que sea posible.

El señor VALDÉS.- Hace más o menos diez meses presenté a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento un proyecto de acuerdo completo para crear un Comité de Ética, con los correspondientes procedimientos, para ser aplicado en la Corporación.
Esta iniciativa respondía a una petición que tiempo atrás me formuló dicha Comisión con el objeto de estudiar esta materia, en vista de que se había recibido un proyecto que se consideró que debía ser perfeccionado. El texto al que me refiero fue presentado juntamente con otro de los Honorables señores Silva y Parra, que contiene criterios similares. Pero desde entonces ese cuerpo legal no ha sido puesto en tabla por la Comisión de Constitución.
Teniendo presente que en todos los Parlamentos del mundo existen normas sobre ética parlamentaria, que la Cámara de Diputados de Chile ya lleva casi un año aplicando dicho acuerdo y considerando, por último, que la Comisión de Constitución del Senado se encuentra muy sobrecargada por las urgencias y trabajos que le competen, me permito solicitar, a través del señor Presidente de la Corporación, la formación de una comisión especial a fin de que se aboque al estudio de este proyecto, que considero necesario.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Hago mía la petición formulada por el Honorable señor Valdés, relativa a un tema mencionado por éste y por otro señor Senador en la mañana de hoy. Podríamos recomendar a los Comités que en la próxima reunión procedieran a nombrar una comisión que se aboque al despacho de esta iniciativa, porque la de Constitución ¿tal como me lo ratificó uno de sus miembros- se halla sobrecargada de trabajo. Creo que sería bueno despachar este asunto.
Tiene la palabra el Honorable señor Díez para referirse al mismo tema.

El señor DÍEZ.- Señor Presidente, lo lógico es que la Comisión de Constitución, de acuerdo con el juego de las urgencias, convenga con el Ejecutivo dejar un espacio para tratar esta materia.
¿Por qué? Porque la iniciativa sobre ética parlamentaria, que es interesante y sobre la cual todos estamos de acuerdo, tiene íntima relación con el proyecto de ley sobre probidad administrativa de los órganos de la Administración del Estado, cuyo veto acabamos de despachar en el día de hoy. De manera que lo lógico es que la misma Comisión que trató este proyecto sea la que se ocupe del relativo a la ética parlamentaria.
Estoy de acuerdo en que la Comisión le dé preferencia y logremos con el Ejecutivo algún tipo de acuerdo que nos permita destinar una sesión a su tratamiento. Porque es imprescindible el punto de vista de la Comisión técnica sobre la materia. De otra manera vamos a crear una comisión especial y de nuevo habrá que enviarlo a la Comisión de Constitución para que armonice su texto con la legislación vigente.
Ése es mi punto de vista.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Ésta una materia que deben resolver los Comités. La discusión acerca de la necesidad de enviar esta iniciativa a la Comisión de Constitución ya la hicimos una vez. Se envió a ella, lleva largo tiempo allí y tiene para estudio proyectos, con urgencia o sin ella, que deben ser despachados con premura, aun cuando el Ejecutivo no lo solicite.
Por eso, pido dejar este asunto radicado en los Comités, para evitar una discusión en la Sala.
Si le parece al Senado, así se acordará.
Acordado.

El señor NOVOA.- Señor Presidente, sólo para hacer una consulta. ¿Las Subcomisiones requieren de la autorización de la Sala para reunirse simultáneamente con el Senado?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Las Subcomisiones Mixtas de Presupuesto han sido autorizadas para funcionar permanentemente.

El señor NOVOA.- Perfecto, porque la Primera Subcomisión Mixta de Presupuesto empieza a funcionar hoy a las 17.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- No hay problema. Se encuentran autorizadas en forma permanente para sesionar simultáneamente con la Sala.
Terminada la Cuenta.

ACUERDOS DE COMITÉS

El señor HOFFMANN (Secretario subrogante).- Los Comités del Senado en reunión de hoy acordaron lo siguiente:

1.- Citar a la Corporación a sesión especial para el próximo sábado 16 del actual, a las 10:15, con el propósito de despachar los segundos informes de las Comisiones de Salud y de Hacienda recaídos en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que perfecciona normas del área de la salud.

2.- En lo que respecta a la sesión de Congreso Pleno del próximo sábado, recomendar a cada Comité que designe a un señor Senador para que funde el voto en nombre del Comité hasta por cinco minutos, correspondiendo igual tiempo a la Cámara de Diputados.

3.- Autorizar a las Subcomisiones Mixtas de Presupuesto para sesionar simultáneamente con la Sala hasta el total despacho de la iniciativa correspondiente.
4.-Incluir en la tabla de hoy los proyectos de acuerdo de la Comisión de Relaciones Exteriores de que se acaba de dar cuenta.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si la Sala me permite, quisiera hacer dos observaciones.
Respecto del despacho del proyecto de ley denominado "FONASA", hemos fijado como fecha para su despacho el día sábado, en forma previa a la reunión de Congreso Pleno en la que deberemos ratificar una reforma constitucional. Para tal efecto, citamos a una sesión especial a las 10:15, la que procederemos a suspender cuando se inicie la de Congreso Pleno. Una vez terminada ésta, continuaríamos con el despacho del proyecto sobre FONASA. Propondría como hora de votación a más tardar las 14, para no prolongar hasta muy tarde la sesión.

El señor MORENO.- Podríamos votarlo antes, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- A las 13:30.
Si le parece a la Sala, así se acordaría.
Acordado.
En seguida, debo hacer presente a los señores Senadores que la opinión pública está siguiendo con mucha atención el proyecto sobre el FONASA. No se trata sólo de aprobarlo o rechazarlo ¿el Parlamento cuenta con plena autonomía respecto de su decisión-, pues debo destacar que la iniciativa contiene tres normas cuya aprobación o rechazo requiere de quórum de ley orgánica constitucional. Es decir, no sólo se necesita de un tercio para que la Sala se constituya en sesión y de mayoría para tomar los acuerdos, sino que también se precisa de quórum especial para tres disposiciones. Por lo tanto, es imprescindible la presencia en la Sala de determinado número de señores Senadores.
Tiene la palabra el Honorable señor Fernández.

El señor FERNÁNDEZ.- Señor Presidente, podría autorizarse que los señores Senadores voten antes de concurrir a la reunión de Congreso Pleno.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Creo que podríamos utilizar ese sistema, pero también hay que fijar una hora para su despacho.
Sugiero facultar a la Mesa para que tramite la iniciativa de manera que produzca un efecto positivo y no se creen dificultades. Solicitaré a la Secretaría que cite en forma especial a cada señor Senador.
Si le parece a la Sala, así se acordará.
Acordado.

AMENAZA A INTEGRIDAD FÍSICA DE SENADORES

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Antes del homenaje que se llevará a cabo en la sesión de hoy, deseo hacer ver a la Sala que se han hecho amenazas en contra de la integridad física de cuatro o cinco señores Senadores -asunto respecto del cual intercambiamos opiniones en reunión de Comités-, de las cuales la opinión pública se ha enterado a través de los medios de comunicación.
La Presidencia del Senado, sin perjuicio de las manifestaciones de repudio que normalmente efectúan los señores Senadores frente a cualquier acto de esta naturaleza, considera que debe emitir una declaración de rechazo a tal tipo de amenazas verbales o escritas de que están siendo objeto algunos de los integrantes de la Corporación.
Si le parece a la Sala, así se acordará.
Acordado.


HOMENAJE A GLORIAS DEL EJÉRCITO

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Corresponde rendir homenaje a las Glorias del Ejército con motivo de la celebración de su nuevo aniversario.
Doy la bienvenida a las delegaciones de las Fuerzas Armadas y de Orden que nos acompañan.
Tiene la palabra el Honorable señor Cordero.

El señor CORDERO.- Señor Presidente, señores Senadores y Diputados, distinguidas visitas:
Por Real Cédula de enero de 1603, el Rey de España Felipe III dispuso la creación de un ejército permanente, al mando del Gobernador de Chile, Sargento Mayor Alonso de Ribera, con la finalidad de restablecer el control militar en Chile, control que se había perdido luego del alzamiento indígena que siguió al llamado "Desastre de Curalaba", ocurrido en diciembre de 1598.
Chile se convirtió así en el primer territorio del Imperio que tuvo un ejército regular, justificando con ello su denominación de "Flandes Indiano", apelativo ganado por la guerra permanente que opuso a la colonización, durante prácticamente tres siglos, un pueblo mapuche orgulloso e indómito.
Su Comandante en Jefe, descendiente de la Casa Real de Aragón, era el oficial con la más brillante hoja de servicio de los ejércitos españoles, dueño de mil hazañas que lo revelaban como un intrépido e inteligente capitán.
Desde entonces, y hasta ahora, no cabe duda de que la historia de Chile y la de su Ejército se entrelazan indisolublemente. Pero la historia de nuestro Ejército es mucho más que la historia de nuestras guerras y la historia de nuestros soldados, y mucho más que la historia de sus batallas.
La profesión militar, en el sentido genérico del término, tiene una característica fundamental: es la única que conlleva el compromiso, elevado a la categoría de imperativo esencial de la función castrense, de entregar la vida si ello es necesario para el cumplimiento del deber.
Este rasgo hace que el hombre de armas deba tener principios ordenadores de su conducta, que resultan extraordinarios en cualquier época, pero que lo son aún más en los tiempos que nos toca vivir actualmente.
El soldado es, ante todo, un hombre de honor. El soldado no es tal por firmar un contrato ni por vestir un uniforme o cargar un arma. Se es soldado porque se ha jurado ante Dios y ante nuestra bandera que se entregará la vida en el servicio y la defensa de nuestro país y de sus ciudadanos, o sea, de todos y cada uno de nosotros. Ese juramento se hace efectivo en el momento menos pensado y, cuando llega la hora, su cumplimiento queda entregado a la conciencia de cada uno.
Cada 9 de julio los chilenos recordamos a un grupo de 77 jóvenes que, en territorio extranjero, en una guerra que ya estaba ganada, en la más desproporcionada y aplastante inferioridad numérica murieron uno a uno, desde su capitán hasta el último soldado, dejando un testimonio imperecedero de que ¡a un militar chileno se le puede quitar la vida, pero jamás traicionará el juramento de fidelidad al que ha consagrado su existencia!
Por eso, siempre que la historia ha querido ponernos a prueba amenazando la paz, no hemos cifrado nuestra tranquilidad y esperanzas en la fuerza de sus armas, sino en la inquebrantable decisión y valor de nuestros soldados.
El Ejército es un sólido pilar de la nacionalidad chilena y su presencia se hace sentir en los más diversos ámbitos del quehacer nacional. Donde está la posibilidad de hacer patria, allí está el Ejército de Chile, laborando por el progreso y el bienestar de esta querida tierra.
En sus legendarias batallas por el engrandecimiento de la patria, el Ejército de Chile dio cima a un gran espíritu de unidad integradora, forjando el nacimiento de las ramas de la Marina, Fuerza Aérea y Carabineros, que juntos conforman las gloriosas Fuerzas Armadas. Quien habla nació Carabinero y no puede menos que reconocer la paternidad del Ejército en la conformación de la institución policial que tuvo el honor de comandar.
En un mundo cada vez más dominado por el materialismo, por una visión egoísta e individualista del ser humano, resulta casi incomprensible encontrar una profesión ejercida por hombres dispuestos a comprometerse al máximo sacrificio, con renuncia de toda misión económica y con sometimiento a una disciplina estricta, cuyos efectos alcanzan todos los aspectos de la vida y que incluso se extienden hasta la propia familia.
"Ser más que parecer", el lema de la Academia de Guerra que forma a los oficiales de Estado Mayor de nuestro Ejército, es la frase que mejor resume este conjunto de valores que encarnan el honor y los principios militares.
Destinaciones, campañas, horas de estudio, son aceptadas en forma serena, porque se es militar en todo momento y durante toda la vida.
Señor Presidente, lamentablemente no toda la historia de nuestro Ejército concita un juicio unánime entre nosotros. Ésta es una verdad que no podemos soslayar y que, por el contrario, creo que debemos abordar con serenidad y altura de miras.
En nuestro pasado reciente las Fuerzas Armadas y Carabineros asumieron el Gobierno del país y fue precisamente el Comandante en Jefe del Ejército y actual Senador, General Augusto Pinochet, a quien le correspondió ejercer la Presidencia de la República por un período de 17 años -el más extenso que registra nuestra historia- y quien hoy se halla sometido a un cautiverio que cumple un año de infamante vigencia a manos de dos gobiernos extranjeros, que han avasallado nuestra soberanía y que pretenden erigirse en jueces y censores de la justicia universal, sin títulos jurídicos ni respaldo moral para hacerlo.
La detención del General Pinochet en Londres -en mi opinión, arbitraria y un atentado a nuestra soberanía, libertad y dignidad de país independiente- ha afectado profundamente a nuestro Ejército, el que, por esta razón, ha vivido un aniversario de su glorias completamente diferente de todos los anteriores. Deseo expresar públicamente al señor Teniente General don Ricardo Izurieta Caffarena, Comandante en Jefe del Ejército, a su cuerpo de generales y a toda la institución mi solidaridad frente a ese hecho, que repudio como chileno, como ex General Director de Carabineros y como Senador de la República.
Asimismo, quiero señalar que respeto y comprendo a mis colegas Senadores que tienen una opinión distinta de la mía en esta materia. Los comprendo, porque la violencia política en los últimos treinta años dejó en Chile una secuela de heridas profundas y dolorosas.
Los respeto, porque estoy convencido de que ésta es la única forma en que podemos cortar el círculo vicioso del odio y la descalificación del que nuestro país aún no logra salir.
No tengo la menor duda de que el Ejército y cada uno de sus integrantes desean muy sinceramente que el país sea capaz de superar sus divisiones. La grandeza de nuestro Ejército se forjó precisamente en la unidad de un pueblo en armas, que se alistó para cruzar la Cordillera de Los Andes y conquistó nuestra independencia, que luego triunfó en Yungay, que dejó su sangre en el desierto de Atacama, que en Arica conquistó la cima más alta de la victoria, que en la Concepción hizo suya la gloria que la historia sólo reserva a los elegidos y que en Alpatacal demostró que el paso del tiempo no aminoraba el sentido del deber y el heroísmo de nuestros militares.
Señor Presidente, siento que todos los chilenos tenemos que hacer un esfuerzo sincero y profundo por reconciliarnos por nuestro pasado reciente. Así, en un futuro, que espero esté muy cercano, todos sentiremos la misma emoción al ver pasar a esos Viejos Estandartes, que combatieron en las batallas por nuestra libertad y que lucen con merecido orgullo sus Infantes de Bronces, los Artilleros de Hierro y los Jinetes de Plata que forman el glorioso Ejército de Chile "¡Siempre vencedor, jamás vencido!".
--(Aplausos en la Sala y tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Romero.

El señor ROMERO.- Señor Presidente, señores Senadores, señores Diputados, distinguidas visitas:
En nombre de la Sala de Senadores de Renovación Nacional e Independiente, así como en el mío propio, adhiero al público homenaje a las Glorias del Ejército, institución madre de la Defensa Nacional, indisolublemente ligada a la historia de la patria desde los instantes mismos de su concepción como nación independiente.
La importancia que el Ejército tiene en el resguardo de la soberanía resulta de la mayor relevancia y el servicio que presta permanentemente a la patria, a través de diversas actividades que le son propias, merece nuestro profundo reconocimiento y gratitud.
Para que Chile haya llegado a ser un Estado-Nación, soberano e independiente, en el que hoy interactúan armónicamente todos sus estamentos constitutivos, fue preciso que desde la época de la conquista los hombres de armas fueran protagonistas de las obras fundacionales que tenían por objeto el establecimiento de una nueva sociedad.
El Ejército de Chile propiamente tal nació en los albores de la patria, poco después que se estableciera la Primera Junta de Gobierno, así como Chile nació a la independencia por el sacrificio del Ejército que en vibrantes gestas heroicas lo liberó del dominio extranjero.
Papel fundamental cumplen en este período el Libertador don Bernando O`Higgins y el General don José Miguel Carrera, quienes contribuyen decididamente a transformar la conciencia política colonial de los chilenos, preparándolos para el ejercicio práctico de un naciente país, ordenado, independiente y de vida democrática.
Más adelante, en nuestra historia, como consecuencia de condiciones políticas favorables, entre los Gobiernos de los Presidentes Prieto y Balmaceda, transcurrieron 60 años de progreso y avance de todo orden: en lo económico, en lo político, en lo cultural y en lo educacional. Se logró la victoria en dos guerras externas que, junto con reponer el equilibrio en el sistema sudamericano, cristalizaron la esencia del ser nacional.
Se pacificó y colonizó la Araucanía, integrándola al país. Se tomó posesión del Estrecho de Magallanes, con lo que se aseguró la soberanía en las tierras australes y en la Antártida chilena. En definitiva, las brillantes actuaciones del Ejército y su visión geopolítica permitieron que Chile sirviera de ejemplo en la América hispana.
Pero la historia guardaba aún otros momentos de singular importancia para los hombres de armas. Como es de todos sabido, el 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas y Carabineros, accediendo a un clamor ciudadano que tuvo expresión incluso en resoluciones y acuerdos de ambas ramas del Parlamento, de la Contraloría General de la República y de la Corte Suprema de Justicia, asumieron la conducción del país en un acto del que cada institución y cada grupo ciudadano deben recoger con la máxima honestidad y con un análisis desapasionado, en la perspectiva que imprime el tiempo transcurrido y el conocimiento de las causas que provocaron la crisis institucional del país.
Sin duda, reconocemos como un hecho importante de la etapa actual la debida reinserción del Ejército en la vida democrática plena. Más allá de las diferencias y contradicciones surgidas desde los distintos enfoques que permiten los hechos políticos, la verdad es que tanto civiles como militares estamos hermanados en una misma cultura, una misma historia y una misma tradición. Es justo esperar, entonces, que tanto de los civiles como de los militares surja un sincero sentimiento respecto de un futuro común, como personas y como nación, a través de un proyecto colectivo en el que todos tengamos cabida respetuosa y sin odiosidades, inspirados en el anhelo de unidad y reconciliación.
Para la consecución de estos objetivos y como lo expresara un número significativo de Senadores, a través de una declaración pública la semana pasada, la presencia en Chile del ex Presidente de la República, ex Comandante en Jefe del Ejército y actual Senador, Augusto Pinochet, es indispensable.
La mantención de su ilegítima privación de libertad en el extranjero perturba, de manera grave, el camino libremente decidido por los chilenos y representa una inaceptable interferencia en sus asuntos internos y en sus decisiones soberanas.
Desde el primer minuto de conocido el ultraje que representa la detención ilegítima y arbitraria del Senador señor Pinochet, el Ejército de Chile ha manifestado inequívocamente su posición mediante los conductos regulares y de sus mandos, con la firmeza que implica para sus miembros tener a uno de los suyos, de dilatada y destacada trayectoria, en condiciones que envuelve una afrenta a la patria.
Por eso, no podemos sino concordar con esa posición y con los esfuerzos desplegados para traer de vuelta al Senador señor Pinochet y poner fin, de esta manera, a una triste etapa de la vida institucional de nuestros hombres de armas y del país entero.
La próxima llegada del siglo XXI, con sus nuevas exigencias tecnológicas y modernizadoras, donde la globalización de la economía determina una nueva red de relaciones entre los países, constituye un verdadero desafío a la creatividad humana, pues, desde el punto de vista de la defensa, es preciso combinar los necesarios grados de alerta con la imprescindible integración y confianza en que debe afianzarse el nuevo orden mundial. Este desafío ha sido asumido por el Ejército con verdadero profesionalismo, a fin de lograr la necesaria modernización de sus estructuras, capacitación de sus efectivos y renovación del material bélico, como paso indispensable para seguir cumpliendo con eficiencia y patriotismo las tareas institucionales que le son propias.
Al finalizar estas palabras, señor Presidente, reitero que nuestro pueblo se identifica con sus soldados y los respeta; ve a su propia sangre custodiando los valores más sagrados de la patria, y por ello, el justo reconocimiento que hoy brindamos en el Senado al Ejército de Chile, un ejército glorioso, siempre vencedor y jamás vencido, trasciende esta Sala para transformarse en un homenaje universal de todos los chilenos hacia tan querida institución.
--(Aplausos en la Sala y tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Fernández.

El señor FERNÁNDEZ.- Señor Presidente, me es muy honroso participar hoy en este homenaje al Ejército de Chile en nombre del Comité de Senadores de la Unión Demócrata Independiente e independientes.
El Ejército de Chile ha tenido un papel determinante en la formación de la República. En rigor histórico, una parte muy importante de la construcción de nuestro país ha sido obra del Ejército. Fueron sus hazañas las que llevaron a nuestra nación a su independencia y, luego, a su consolidación como país soberano.
Chile debió conquistar su independencia en los campos de batalla. Rancagua, Cancha Rayada, Chacabuco y Maipú fueron hitos en esas gestas heroicas. El Ejército patriota ganó así la emancipación del país y, aún más, contribuyó a la del pueblo hermano del Perú.
Ya durante la República acrecentó una historia gloriosa, defendiendo la identidad y los derechos nacionales más allá de las fronteras. Yungay, Chorrillos y Miraflores son etapas inolvidables en el historial de las armas nacionales. Como también lo es La Concepción, ejemplo del extremo sacrificio a que puede llegar cuando es necesario. Ello consagró una tradición que se mantiene inalterable e intacta hasta nuestros días.
De sus filas surgieron hombres probos y progresistas, como Joaquín Prieto y Manuel Bulnes, organizadores de la República. Con ellos, Chile se apartó de la tendencia que entonces exhibían los Estados nacidos tras el derrumbe de la monarquía. Mientras en todos ellos los golpes de fuerza y las luchas intestinas los precipitaron a la anarquía, en nuestra patria se impusieron la continuidad en el Gobierno, la seriedad y honestidad en la Administración y el progreso material y espiritual.
Las exigencias de la modernidad, asimiladas muy oportunamente, permitieron que el Ejército de Chile perfeccionara su organización, al adoptar el servicio obligatorio y la instrucción técnica. Ello lo convirtió en una institución de gran solvencia militar, asegurando la existencia de un ejército profesional sólido y prestigiado.
Simultáneamente, los cuarteles han sido también una escuela de civismo y una instancia principal de cohesión nacional.
Hoy, el Ejército cumple muy eficientemente su labor constitucional de defensa de la Patria y la seguridad nacional. Además, es garante del funcionamiento de las instituciones democráticas.
Por eso, el mantenimiento de la tradición castrense es un factor indispensable para la fuerza moral de la Nación. Atender a las necesidades y progreso del Ejército es velar por la base misma de la existencia del país. Y es una necesidad nacional impulsar su desarrollo de acuerdo a las nuevas realidades mundiales.
Una sucesión de generaciones de hombres y, más recientemente, también de mujeres amantes de la patria, dedicados al estudio y celosos de las responsabilidades que acarrean el vestir el uniforme, han construido un organismo inspirado por la disciplina y una rigurosa preparación técnica.
El pueblo de Chile está legítimamente orgulloso de las tradiciones militares, ya que las Fuerzas Armadas, y principalmente el Ejército, siempre han sabido mantener inalterados los cimientos de nuestra soberanía.
En estos días, en que nuestra soberanía está siendo lesionada gravemente por la injusta y arbitraria detención del ex Comandante en Jefe del Ejército y ex Presidente de la República, Senador señor Pinochet, hechos que atropellan nuestra soberanía jurisdiccional, que es el pilar de una nación independiente, queremos hacer llegar nuestro afecto redoblado y nuestra solidaridad con el Ejército de Chile.
Al rendir hoy este homenaje a nuestro Ejército, hacemos votos por que nunca perdamos de vista que esta institución ha sido la columna vertebral de la República. Y lo ha sido, no por la fuerza de sus armas, sino por lo que significa como escuela para las generaciones, como depositaria de las más nobles tradiciones nacionales y por su amor a la Patria.
Al terminar estas palabras, en nombre del Comité de la UDI y Senadores Independientes, hacemos llegar al Ejército de Chile, por intermedio de su Comandante en Jefe, don Ricardo Izurieta Caffarena, nuestro homenaje de más profundo aprecio. Llegue a todos los hombres y mujeres de esa institución, oficiales, suboficiales, personal de planta y conscriptos, nuestro afectuoso saludo y mejores deseos de éxito en estas nobles y difíciles tareas que llevan a cabo en beneficio de la Nación.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.

El señor PIZARRO.- Señor Presidente, Honorables colegas, señores Diputados que nos acompañan y visitas que se hallan en las tribunas:
Nos encontramos hoy rindiendo homenaje a las Glorias del Ejército, y aunque este reconocimiento a una de las principales instituciones de nuestra historia republicana se lleva a cabo después de casi un mes del 19 de septiembre, no tengo dudas en cuanto al unánime reconocimiento que todos quienes estamos presentes en esta Sala hacemos sobre los aportes que esta institución ha brindado al desarrollo del país y la conveniencia de rendir este merecido homenaje.
Como se ha dicho acá, la historia del Ejército es la historia de Chile. Desde el inicio de nuestra vida republicana, el Ejército ha sido uno de los actores principales, defendiendo con éxito nuestra soberanía en cada ocasión en que ella ha sido puesta en riesgo y actuando con decisión y auténtica vocación de servicio en cada momento en que la naturaleza ha provocado catástrofes para la ciudadanía.
Su historia se remonta incluso al período de la Colonia, ya que desde 1603 existió en nuestro país un cuerpo castrense abocado a asegurar el avance de las ciudades en el territorio nacional. Desde entonces, cada uno de sus oficiales y soldados, en cada lugar del país en el que tienen presencia, se han esforzado por cautelar el orden y, sobre todo, preservar una cultura cívica basada en el amor a la Patria.
La bancada de Senadores democratacristianos siente un profundo respeto por el Ejército, al igual que por las demás ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden. Por esa razón, nos sumamos con sinceridad y entusiasmo a este homenaje.
Deseo aprovechar esta ocasión, en que el homenaje a las Glorias del Ejército coincide con el fin del siglo XX, para hacer algunas reflexiones, ya que es nuestro deber, como representantes de la comunidad nacional, ayudar a que el conjunto de la Nación pueda responder a los desafíos que nos imponen los tiempos y a que, entre todos, podamos hacer de Chile un país en el que reinen el desarrollo para todos sus habitantes y la armonía entre todos los sectores que integran nuestra sociedad, comprendiendo que nadie es dueño de la verdad absoluta y que es a partir de esa base que debemos lograr el reencuentro entre los chilenos.
Al mismo tiempo, lamento que esta sesión coincida con hechos por todos conocidos, que amenazan con afectar la paz social y que al provocar en algunos sectores minoritarios una tentación por adoptar medidas de fuerza, exigen de nuestras Fuerzas Armadas una nueva demostración de su apego al ordenamiento constitucional.
En este sentido, es indudable que el Ejército se ha ganado un lugar de privilegio dentro de las instituciones nacionales, y como tal, está llamado a responder a la confianza que en sus integrantes ha depositado la comunidad. Dentro de este propósito -cabalmente comprendido por sus altos mandos, oficiales y tropa-, el Ejército de Chile se ha caracterizado por asumir los retos de avanzar en un profundo proceso de modernización institucional, actuando con una creatividad, prudencia y empuje que deben constituirse en modelo para muchas otras instituciones en la difícil tarea de adaptar su labor a los cambios.
Desde el punto de vista anterior, encontrándonos a poco más de dos meses del término del siglo y del milenio, es conveniente llamar la atención sobre las modificaciones que han experimentado tanto Chile como el resto del mundo, y considerando esas transformaciones, definir permanentemente cuáles deben ser los objetivos de las Fuerzas Armadas.
Lejanos están los tiempos en que la principal misión de las instituciones castrenses era asegurar la supervivencia de la República y la integridad del territorio nacional. Sólo en los últimos años se han disipado prácticamente todos los recelos históricos con nuestros países vecinos; se han terminado la guerra fría y las luchas ideológicas que caracterizaron el siglo XX; y como país, hemos avanzado a grandes pasos por una senda de desarrollo que permitirá esperar cada vez con mayor seguridad una paz social sólida.
En este escenario, y tomando en cuenta especialmente la experiencia nacional desde la Constitución de 1925, es innegable que el Ejército está llamado a asumir nuevas funciones, integrándose a una sociedad civil que desde siempre ha tenido la vocación de trabajar estrechamente unida con los hombres de armas y que no necesita tutelas. Ha sido por ello que el Ejército ha ido haciéndose cargo de objetivos mucho más vinculados con la paz y el desarrollo del país que con el enfrentamiento. De ello son testigos los miles de chilenos que han recibido la ayuda eficiente y desinteresada de los uniformados en momentos de emergencia, así como, por ejemplo, quienes han podido visitar la Carretera Austral y asombrarse con el inmenso reto que debieron vencer quienes construyeron un camino por una de las zonas más impenetrables del planeta.
Los aportes al desarrollo del país realizados por el Ejército, dentro de su propósito de integrarse a la sociedad civil, comprenden también áreas como la educación superior, la cooperación científica y tecnológica, la presencia en zonas aisladas e, incluso, el desarrollo del deporte nacional.
Por otra parte, es necesario valorar la acertada conducción de esta rama desarrollada por su Comandante en Jefe, el General señor Ricardo Izurieta, y por todo el Alto Mando, que han sabido actuar con prudencia y sabiduría ante todas las dificultades que ha debido sortear el Ejército, y en particular en el momento presente, en el que más que en ninguna otra ocasión han debido adaptar los objetivos impuestos por un ordenamiento constitucional, cuestionado por vastos sectores, a los auténticos requerimientos de una sociedad que anhela superar las divisiones del pasado y conquistar una real integración entre todos los estamentos sociales, incluyendo, por cierto, a las distintas ramas de la Defensa Nacional.
Todo ello confirma que las Fuerzas Armadas y de Orden quieren avanzar hacia el nuevo siglo respondiendo a los desafíos propios de este período de la historia. Quienes nos encontramos presentes en esta Sala, por otra parte, hemos podido constatar en nuestros cotidianos contactos con la comunidad que la sociedad civil también anhela que las instituciones armadas se sumen a los esfuerzos que entre todos estamos haciendo por el engrandecimiento del país, y esa coincidencia de propósitos debe renovar nuestra confianza en que en el próximo siglo podremos presenciar cómo los chilenos somos capaces de lograr una auténtica integración de todos los estamentos de la sociedad.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.

El señor MUÑOZ BARRA.- Señor Presidente, estimados colegas:
Primeramente debo declarar que nos parece un acierto que los legisladores de 1915 estatuyeran el 19 de septiembre como Día de las Glorias del Ejército.
Aunque las etapas verdaderamente gloriosas vividas por el Ejército de Chile están referidas, como es natural, a sus hechos de armas, al hacer este homenaje creo que también debemos abarcar la globalidad de su pasado y tocar otros ámbitos vinculados a su existencia.
Junto con los primeros balbuceos de libertad, que comenzaron en América alrededor de 1810, la civilidad revolucionaria, centrada primero en las Juntas de Gobierno, reparó en la necesidad de asegurar el avance separatista y el progreso republicano mediante la formación de un incipiente respaldo armado. Pero estas improvisadas fuerzas de milicianos, sin una dirección militar profesional, en que comerciantes, hacendados e, incluso, sacerdotes asumían o participaban en decisiones castrenses importantes, no estaban capacitadas ni en número, vituallas o armamento para enfrentar a las fuerzas españolas, que, con un contingente humano parecido y formado por criollos, tenía, sin embargo, figuras militares de la talla de Pareja, Sánchez o Gaínza.
Es precisamente esta composición de las tropas enemigas la que da cierto carácter de contienda civil a la guerra de la Independencia. Primeramente, el soldado no tenía una idea mayor de la causa por la cual combatía, al menos en el sector patriota. El propio concepto de patria sólo era aquilatado por la clase social más elevada, los comerciantes, los dueños de la tierra. Es probable que los criollos reclutados en el sector realista, a pesar de su ignorancia, siguieran sintiendo el secular y tremendo respeto al Rey, fortalecido y mantenido en vigencia por la prédica sacerdotal. Pero en uno y en otro bando es posible observar, además, dos características comunes: la fácil deserción y el estímulo del saqueo.
La Patria Vieja fue, sin duda, una etapa de aprendizaje de libertad, con los errores, las indecisiones y peligros con que la inexperiencia rodea siempre el ejercicio del poder. Distraídos en querellas internas, nuestros padres en el republicanismo no pudieron medir exactamente la necesidad de armar una fuerza militar adecuada. Nos parece, por ello, que el análisis, muy objetivo, que Encina hace sobre este panorama revolucionario es bastante certero.
¿Qué dice el historiador? "Si durante el primer año de la revolución el tiempo que malgastaron los bandos en aniquilarse, los violentos en perseguir españoles, y los políticos LEÍDOS en idear reformas, se hubiera empleado en crear un ejército eficiente de cinco mil hombres, con su armamento y dotación de oficiales, Chile, según todas las probabilidades, no habría conocido la dictadura de Carrera ni los amargos días de la Reconquista.".
Este grave error, que compromete por igual a los hombres que participaron en la Patria Vieja, tiene al menos la excusa de haberse creado por la Primera Junta de Gobierno un batallón y dos escuadrones de infantería y haber reforzado el cuerpo de artillería. Si tales iniciativas hubieren proseguido con sentido político y estratégico maduro, se habría evitado después la formación de cuerpos militares improvisados, malamente armados, indisciplinados, con más sentido de pillaje que de patriotismo. Si a ello se agregan las falencias propiamente estratégicas, era inevitable que se llegara a la Reconquista, después del Desastre de Rancagua.
O¿Higgins, sin conocimientos militares, y hecho soldado sólo por su compromiso revolucionario, comprendió muy tempranamente la necesidad de dar a la actividad militar un sentido de profesionalismo. Esta idea se fortaleció en él después del Desastre de Rancagua y a consecuencia de sus intensos trabajos en Mendoza, en la formación e instrucción de las tropas que luego formarían el Ejército de los Andes. Esta experiencia aumentó considerablemente el acervo militar del prócer que, a falta de conocimientos teóricos y prácticos de la ciencia militar, había puesto al servicio de la patria naciente su arrojo y valentía, sin parangón entre nuestros fundadores, y que mostrara con mayor audacia todavía en El Roble y después en Chacabuco.
Tanto como formar un ejército, era indispensable transformar el "pecado territorial" del criollo, que lo marcaba por su nacimiento en América y lo excluía de los privilegios reservados a los peninsulares. La inexistencia de las ideas de patria, patriotismo y nacionalidad, emergentes sólo en las clases sociales adineradas, completamente sobrepasadas por el dogma de la pertenencia americana al soberano español, constituyó siempre una barrera en el aprendizaje político del americano y, por ende, del chileno.
Sin embargo, la rica experiencia ya lograda por O¿Higgins lo llevó a determinar, inmediatamente después de asumir como Director Supremo, la adopción de medidas para la creación de un Ejército Nacional. Nombró, para estos efectos, como Ministro de Defensa, a quien fuera el brillante secretario de San Martín, en el mando del Ejército de los Andes. Dispuso que el Coronel Juan de Dios Vial organizara el "Batallón número uno del Ejército de Chile", y designó al Teniente Coronel Joaquín Prieto para formar un cuerpo de artillería. Creó, en seguida, una compañía de caballería, que dio origen al Regimiento de Cazadores a Caballo.
De esta manera, O¿Higgins iba implemcmentando el propósito enunciado en uno de sus primeros decretos como Director Supremo, referido a materias militares, que textualmente expresa: "La libertad del país, recuperada felizmente, no puede fijarse sin un poderoso ejército que la escude contra la usurpación.".
Dominado por esta idea dispone, además, la creación de la Academia Militar, escribiendo con singular convencimiento visionario: "De esta escuela depende el futuro del Ejército, y de este Ejército el futuro de la Patria.".
Pero, además, en los fundamentos del decreto respectivo se deja la siguiente constancia: "El objeto de este establecimiento se dirige por ahora a formar una Academia teórica y práctica de donde puedan sacarse a los seis meses oficiales, sargentos y cabos, con los conocimientos tácticos necesarios para la maniobra del batallón y escuadrón e igualmente instruidos de todo el mecanismo del servicio, para que puedan desempeñar debidamente los cargos y empleos a que sean destinados en lo sucesivo.".
La creación de esta Academia Militar -hoy Escuela Militar que lleva su nombre- fue, pues, la consecuencia necesaria de estas experiencias y necesidades. O¿Higgins pudo compararse con San Martín, con Carrera o Mackenna, y su honestidad le permitió medir las distancias entre una montonera y un cuerpo militar organizado; entre un conocedor de la ciencia militar y un combatiente insuflado sólo por su afán de libertad. Había observado, igualmente, y apreciado la valía de los oficiales españoles como Pareja, Sánchez o Gaínza, y los pocos oficiales ingleses o franceses que se iban incorporando en la conducción de los bisoños e inexpertos escuadrones criollos.
La formación del Ejército Libertador del Perú, así como la de la Escuadra Nacional, son hechos que marcan el comienzo de la consolidación de nuestras Fuerzas Armadas. El empleo de San Martín para que asumiera la conducción del Ejército Libertador, organizado y financiado por el Gobierno chileno, y la contratación de Lord Cochrane para comandar la Escuadra Nacional, revelan el paso definitivo hacia la concepción rigurosamente técnica de una fuerza militar.
Al participar en este homenaje a las Glorias del Ejército, he preferido no hacer el recuerdo de uno o de algunos de los grandes hechos de nuestras Fuerzas Armadas y, en especial, del Ejército, que han servido para alcanzar la unificación del alma nacional, en un orgulloso y legítimo sentido de patriotismo, y con un sentido de amor a la patria en que hemos nacido y a la que nuestros hombres -nuestro pueblo- han defendido con heroísmo ejemplar.
El Ejército merece -así lo creemos- el respeto de la civilidad, que desea verlo siempre en el papel que le ha dado gloria, formando un solo cuerpo con el pueblo y cuya consistencia nace de una identidad que ha sido natural. La tropa y los oficiales a quienes se aplaude en las celebraciones de nuestras efemérides nacionales no son otra cosa que parte de nuestro pueblo uniformado, el mismo pueblo que dejó su sangre en Chacabuco y en Maipú. Es esa la identidad que no debemos cambiar, que no debemos alterar y que no debería comprometerse jamás en luchas fratricidas.
No entraré, deliberadamente, en la consideración de los hechos que pudieron romper el marco histórico tradicional del Ejército en tiempos de paz. Y ello, porque damos a la tradición el carácter de una fuerza unitaria, permanente, que debe cohesionar el alma nacional y que puede ayudar a la reconciliación que hoy buscamos a través del conocimiento de la verdad de los sucesos que todavía nos mortifican.
El Ejército ha probado que le es factible complementar sus funciones específicas con tareas tan trascendentales como las realizadas en el extremo sur de nuestro país -un señor Senador las recordó-, a través del Cuerpo Militar del Trabajo, o como el afianzamiento de nuestra soberanía en la región antártica, inspirada en las palabras de O´Higgins en el sentido de que el límite austral de nuestro país era el "Polo Sur en sí mismo.". La Escuela de Montaña logró en 1996 llegar al Polo Sur con la expedición bautizada como "Cruz del Sur", cumpliendo una hazaña notable no suficientemente destacada.
Adherimos, pues, desde estas bancadas, sinceramente, al homenaje que se rinde hoy, considerando los valores permanentes que, para nuestros sentimientos de nacionalidad y patria, tiene el Ejército de Chile.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.

El señor OMINAMI.- Señor Presidente, colegas Senadores, ilustres visitas:
Hablo hoy día en este homenaje a las Glorias del Ejército desde una doble condición: Senador socialista e hijo de militar.
Chile -estoy seguro- se enorgullece de su Ejército. Él ha tenido desde el nacimiento de la República un lugar de honor en nuestra historia, destacando su labor profesional en el resguardo de la soberanía nacional, y durante los largos períodos de paz, en el desarrollo de un conjunto de tareas en beneficio de la comunidad.
Nuestro actual Ejército fue formalmente creado por la Junta de Gobierno el 2 de diciembre de 1810. A costa de algunas derrotas, de las pequeñas victorias de la Patria Vieja y de los triunfos determinantes para nuestra independencia en Chacabuco y Maipú, el Ejército de Chile se forjó bajo la conducción de figuras tan señeras como las de José Miguel Carrera y Bernardo O´Higgins. Estos militares, pero también políticos y republicanos criollos, fueron los que crearon una institución patriótica, pilar fundamental en la lucha por la independencia, integrada a la sociedad, forjadora de la unidad nacional y del afianzamiento de la República emergente.
Bernardo O´Higgins es el ejemplo de dichos principios, que hablan del amor a la patria y nos recuerdan lo que es ser un servidor público, preocupado del interés de la nación. O´Higgins es el ejemplo del soldado que no empuña jamás sus armas ni utiliza su condición de militar contra la voluntad de su pueblo. La historia de O´Higgins es conocida y ha sido reconocida como ejemplo de gallardía y honor. El Libertador supo dejar de lado, en momentos muy difíciles, sus intereses personales y evitó con su abdicación el derramamiento de sangre. O´Higgins es, sin lugar a dudas, el patriota señero, respetuoso de la República, del Estado de Derecho y de la institucionalidad emergente.
En nuestro siglo, esta doctrina de respeto a la sociedad civil y a las instituciones de la República se hace claramente carne en los Comandantes en Jefe del Ejército René Schneider y Carlos Prats. Ambos patriotas, paradójicamente -y digámoslo con dolor-, no perecen en el campo de batalla, sino que mueren asesinados por ciudadanos chilenos, y durante muchos años se les margina de la historia de nuestras glorias marciales, olvidando el significado profundo también de sus vidas: el ejemplo del honor militar.
Señor Presidente, en muchas ocasiones el Ejército ha demostrado su gallardía, su arrojo y profesionalismo, ganándose páginas gloriosas de nuestra historia, conquistando la admiración y el respeto de numerosas generaciones de chilenos. Personalmente, me crié en un ambiente donde prevalecían esos sentimientos. Pero no se puede ignorar, por otra parte, que el Ejército ha estado también involucrado en los quiebres que hemos sufrido como sociedad a lo largo de la historia. Nuestros antepasados nos han dado ejemplos de cómo fueron capaces de superar los horrores de la guerra civil y de la lucha por el poder a través de las armas, a finales del siglo pasado. Las heridas se restañaron y, como sociedad, se superaron esos amargos momentos, forjándose un país en que el respeto a la soberanía popular y al Estado de Derecho, así como el rol profesional de las Fuerzas Armadas, constituyeron elementos esenciales de nuestro desarrollo como nación.
Hoy estamos en el proceso -qué duda cabe-, difícil, lento, de superar los dolores sufridos a partir del golpe de 1973. Como sociedad, aún no hemos generado un sistema político que represente efectivamente la soberanía popular; mantenemos una fuerte disputa histórica respecto del significado de los acontecimientos de las últimas décadas, y cargamos, asimismo, con las heridas provocadas por las graves violaciones a los derechos humanos.
Estamos forjando este proceso de reencuentro con avances y retrocesos. En ese cuadro se inscribe la mesa de diálogo actualmente en funciones, iniciativa a la cual asignamos gran importancia.
Quiero, en esta ocasión, destacar y valorar nuevamente los dichos del Comandante en Jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta, cuando el año pasado, con ocasión de un almuerzo en homenaje a las Glorias del Ejército convocado por el Presidente de nuestra Corporación, se refirió a los desencuentros y amarguras del pasado, demostrando una actitud serena y de gran humanidad para hablar de nuestra historia reciente y haciendo, a la vez, un llamado a luchar por la unidad y desarrollo nacionales y la búsqueda de todas las instancias que permitan el desenvolvimiento armónico de nuestro país, bajo el clima de convivencia nacional que mejor sirva a los propósitos del bien común.
La tarea es sin duda compleja, pero necesaria para crecer como país. Las heridas que hoy día nos afectan se curan sobre la base de la verdad, la justicia, el respeto mutuo y la estricta observancia, por parte de todos, de nuestro Estado de Derecho.
Como país, necesitamos Fuerzas Armadas y de Orden prestigiadas, profesionales y eficientes, rigurosas en el cumplimiento de sus deberes constitucionales y legales. A nuestra vez, desde la civilidad, debemos ser capaces de fortalecer las instituciones democráticas, de modo de garantizar a aquellas Fuerzas su dedicación absoluta a las tareas que les son propias.
La labor conjunta realizada por civiles y militares y que dio recientemente como resultado el "Libro Blanco de la Defensa Nacional" (experiencia única en América Latina), ha abierto un cauce por el cual es fundamental continuar transitando durante el próximo período.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Canessa.

El señor CANESSA.- Señor Presidente, señores Senadores, distinguida delegación del Ejército que nos acompaña en esta oportunidad, señoras y señores:
Agradezco el homenaje a las Glorias del Ejército que han rendido el Honorable Senador y ex General Director de Carabineros, don Fernando Cordero Rusque, y quienes le sucedieron en el uso de la palabra.
Como acaba de recordar el Honorable señor Cordero, la Institución que le correspondió dirigir fue, antes de servir de eje y soporte a la función policial, fue un Cuerpo de la Caballería del Ejército.
Pero no quiero adherir al homenaje con una intervención meramente protocolar. Tanto por la naturaleza de la Institución cuyas Glorias evocamos como por la situación de cautiverio que afecta a su ex Comandante en Jefe, ex Presidente de la República y actual miembro del Senado, General don Augusto Pinochet Ugarte, ésta es una oportunidad para reflexionar sobre algunos temas vinculados al ámbito militar de nuestra sociedad que estimo muy importantes.
Es pertinente considerar, en primer lugar, que bajo el concepto de Glorias del Ejército se reúnen tradicionalmente los hechos ejemplares que esa Institución armada ha realizado en bien de Chile, tanto en la paz como en la guerra, ya desde antes de 1603, cuando fue creada oficialmente por el Gobernador don Alonso de Ribera. Se trata -y es un dato que conviene tener a la vista- de la Fuerza Regular más antigua de América, y desde esa lejana época su existencia se identifica con cada momento significativo de nuestra historia.
En efecto, desde las campañas de la guerra de Arauco y hasta nuestros días, el Ejército ha conquistado la victoria en el campo de batalla y sus intervenciones han sido decisivas para salvaguardar el honor de la nación y hacer prevalecer los intereses generales permanentes de ésta por sobre cualquier otro de carácter subalterno o simplemente partidista. Además, junto con servir de núcleo aglutinador de la esencia nacional, ha ocupado una posición de vanguardia en el desarrollo económico y social del país. En suma, la trayectoria invicta del Ejército es patrimonio de toda la nación.
También es pertinente recordar ahora en el Senado que el estamento militar ha sido y es la columna vertebral de nuestra sociedad. En los momentos en que el destino de ella se ha encontrado en peligro, sea por una amenaza bélica exterior o por el riesgo de su disolución interior, al Ejército le ha correspondido, junto a las Instituciones hermanas, activar sus potencias morales y materiales, poniéndolas limpiamente al servicio de la defensa de la nación chilena.
En ese afán supremo, que compromete de por vida la capacidad profesional, los mejores sentimientos y la más resuelta voluntad de quienes forman hoy sus batallones, uniéndoles vitalmente con los soldados de ayer, descansan, en último término, la libertad de los ciudadanos y el normal desenvolvimiento de las instituciones del Estado. No ha sido otro el sentido de la misión de siempre y, por lo tanto, es natural que, recogiendo una lección de nuestra historia reciente, se haya encomendado constitucionalmente a las Fuerzas Armadas el deber de garantizar el orden institucional de la República.
Señor Presidente, al rendir homenaje a las Glorias del Ejército, esta Corporación pasa revista a la impecable trayectoria de una Institución fundamental y permanente del Estado. Durante siglos, el Ejército ha encauzado las virtudes heroicas de nuestro pueblo, confundiéndose con sus más nobles afanes, incluso más allá de la fatiga, del dolor y de la muerte. En sus Glorias reconocemos las vivencias desde las cuales brotó la realidad en que hoy nos desenvolvemos y, además, la inspiración que nos mueve a luchar sin descanso por el futuro de paz internacional, concordia nacional y progreso y bienestar que todos deseamos para Chile.
Muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminado el homenaje.
Se suspende la sesión.

___________________
--Se suspendió a las 17:29.
--Se reanudó a las 17:42.
___________________

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Continúa la sesión.
En primer lugar, solicito el asentimiento de la Sala a fin de extender el plazo, hasta las 18 de hoy, para presentar indicaciones al proyecto de ley que otorga incentivos al desarrollo de las provincias de Arica y Parinacota. Ello obedece a que la Comisión aceptó que el Presidente de la República enviara una indicación -está en poder de la Mesa- con el objeto de complementarlo.
Por lo tanto, para dar cumplimiento al Reglamento, pido el acuerdo de la Sala en tal sentido.

El señor HORVATH.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.

El señor HORVATH.- ¿Sería posible prorrogar ese plazo por los menos hasta las 19, para quedar en igualdad de condiciones en caso de que se formule otra indicación?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- El problema radica en que el informe ya se encuentra redactado. Y la Comisión solicita el acuerdo nada más que para los efectos reglamentarios.

El señor HORVATH.- Pero ocurre, señor Presidente, que la iniciativa debe pasar ahora a la Comisión de Hacienda. Por consiguiente, es totalmente factible tratar otra indicación. Sólo estoy pidiendo ampliar el plazo por una hora más.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La Mesa no tiene problemas en tal sentido. La idea es que se cumpla con el trámite reglamentario respectivo.

El señor HORVATH.- Gracias, señor Presidente.
--Así se acuerda.
___________________

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se me ha solicitado que recabe el asentimiento de Sus Señorías para que ingresen a la Sala el Subsecretario de Hacienda, señor Manuel Marfán, y el Subdirector del Servicio de Impuestos Internos, don René García, en vista de que ahora se tratarán dos proyectos de acuerdo que aprueban convenios relativos a evitar doble tributación.
--Se accede.
V. ORDEN DEL DÍA



CONVENIO ENTRE CHILE Y MÉXICO SOBRE DOBLE TRIBUTACIÓN Y EVASIÓN FISCAL


El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, que aprueba el Convenio entre la República de Chile y los Estados Unidos Mexicanos para evitar la doble imposición e impedir la evasión fiscal en materia de impuestos sobre la renta y el patrimonio, y su Protocolo, suscritos en Santiago, el 17 de abril del año pasado, y la rectificación al número 7 del Protocolo, adoptada por intercambio de notas de fechas 10 y 18 de mayo de 1999. El proyecto de acuerdo cuenta con informe de la Comisión de Relaciones Exteriores y fue aprobado por la de Hacienda, cuyo Presidente rendirá un informe verbal.
¿Los antecedentes sobre el proyecto (2302-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de acuerdo:
En segundo trámite, sesión 21ª, en 11 de agosto de 1999.
Informe de Comisión:
Relaciones Exteriores, sesión 4ª, en 13 de octubre de 1999.

El señor HOFFMANN (Secretario subrogante).- La Comisión de Relaciones Exteriores deja constancia en su informe de las personas que asistieron a sus sesiones; de que la iniciativa tiene urgencia calificada de "simple", y de que, en síntesis, sus objetivos son los siguientes: primero, reducir la carga tributaria total a que estén afectos los contribuyentes que desarrollan actividades transnacionales entre los Estados contratantes; segundo, asignar las potestades para imponer gravámenes entre las Partes; tercero, otorgar estabilidad y certeza a dichos contribuyentes respecto de su carga tributaria total y de la interpretación y aplicación de la legislación procedente; cuarto, establecer mecanismos que ayuden a prevenir la evasión fiscal; quinto, crear procedimientos que permitan el intercambio entre las autoridades fiscales de los Estados contratantes; sexto, contemplar un sistema tendiente a solucionar las controversias que pudieren generar su aplicación, y séptimo, consagrar mecanismos para evitar la doble tributación en lo referente a cierto tipo de rentas.
Se añade en el informe que la Comisión de Relaciones Exteriores, por la unanimidad de sus miembros presentes (Honorables señores Chadwick, Gazmuri, Martínez y Páez), aprobó en general y particular el proyecto de acuerdo, reemplazando su texto por el que figura en la página 16 de dicho documento, según lo propuso el Ejecutivo en una indicación sustitutiva.
Por su parte, la Comisión de Hacienda también la aprobó unánimemente, en los mismos términos en que lo hizo el referido órgano técnico, a cuyo respecto -como se dijo- su Presidente rendirá un informe verbal.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En discusión general y particular el proyecto de acuerdo

.
Ofrezco la palabra al Honorable señor Valdés, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.

El señor VALDÉS.- Señor Presidente, sólo deseo ratificar lo que acaba de manifestar el señor Secretario. La Comisión de Relaciones Exteriores conoció tanto este Convenio como el suscrito con Canadá. Y después de escuchar las intervenciones de representantes del Ministerio del ramo y de funcionarios del Servicio de Impuestos Internos, los aprobó en forma unánime, porque ambos persiguen objetivos muy claros. No daré mayores explicaciones sobre el particular, pues creo que compete tanto al señor Presidente de la Comisión de Hacienda como al señor Subsecretario referirse a los aspectos técnicos.
Estos Convenios corresponden a una nueva generación de instrumentos internacionales, más comprensivos y exactos que los anteriores relativos a esta materia, los que en alguna medida permiten operaciones triangulares o situaciones de evasión tributaria.
El criterio dominante en estas convenciones reside en que apuntan a crear condiciones -de operación financiera, industrial, económica y comercial entre dos países con regímenes de libre comercio- que impidan la doble tributación. Si se considera esa realidad, para ambos no resultaría ventajoso duplicar el pago de impuestos, pues eso esteriliza el libre comercio, lo que especialmente perjudica a Chile, que busca con ahínco aumentar sus exportaciones.
Por lo tanto, ambos tratados -que son muy parecidos, pero no idénticos- fueron aprobados unánimemente por la Comisión que tengo el honor de presidir.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Foxley, Presidente de la Comisión de Hacienda.

El señor FOXLEY.- Señor Presidente, los dos proyectos de acuerdo mencionados se discutieron hoy en la mañana en la Comisión de Hacienda del Senado. Por la premura del tiempo, no hubo posibilidad de evacuar informes escritos. Entonces, daré a conocer algunas de sus líneas generales, las cuales seguramente serán complementadas por las autoridades de Gobierno aquí presentes.
Los Convenios sobre doble tributación sometidos a nuestro estudio se refieren a dos países de América del Norte: Canadá y México. Tal vez, no es una circunstancia meramente fortuita el hecho de que así ocurra.
La verdad es que Chile es uno de los países que ha estado promoviendo con mayor persistencia la idea de un área económica de integración en toda América, que incluya América del Norte, América Central, El Caribe y América del Sur. Esa política ha tenido una expresión concreta en acuerdos de libre comercio con varios países latinoamericanos y particularmente con Canadá y México. Con este último firmó uno de los primeros de tales acuerdos, me parece que en 1991.
Como dije, el diseño de largo plazo es el de la integración comercial, que lleva como complemento un creciente proceso de movilidad de capitales en la región; de inversiones recíprocas que los países vayan realizando más allá de sus fronteras, haciendo posibles vínculos comerciales más permanentes por la vía de compartir también la propiedad de activos y de participar en las estructuras productivas de los otros Estados.
En el caso de nuestro país, el interés por el mercado de América del Norte es obvio: se trata del área más desarrollada de la región, con un porcentaje muy significativo de la población total de América y los niveles de ingreso más altos.
La distancia existente entre Chile y América del Norte hace que a menudo las operaciones comerciales se acompañen casi instantáneamente del interés de quienes se encuentran involucrados en ellas por establecer un pie a tierra -por así decir- en el país donde se produce el aumento del comercio y, por lo tanto, las inversiones recíprocas se incrementan a un ritmo bastante acelerado. El caso más evidente es el de Canadá, que ha invertido muchos miles de millones de dólares en nuestro territorio. Pero México se encuentra progresivamente interesado en negociaciones conjuntas con empresas chilenas. Esperamos que al mismo tiempo eso ocurra al revés, es decir, que el sector privado nacional tenga capacidad para establecer presencia física, con sus propias empresas filiales o subsidiarias, en América del Norte.
Estos dos proyectos de acuerdo tienen por finalidad -como expresó el Senador señor Valdés- impedir que los empresarios de los Estados contratantes se vean en la obligación de pagar dos veces un mismo impuesto: una en el país de origen del capital y otra en aquel donde han hecho las inversiones.
Sin embargo, el texto de las iniciativas no resuelve totalmente el problema, por cuanto la doble tributación sigue ocurriendo. Por ejemplo, las empresas deben continuar declarando y pagando el impuesto a la renta en uno y otro Estado, aunque hay mecanismos según los cuales parte del impuesto por pagar en el país donde se hizo la inversión puede ser usado como crédito contra el impuesto por pagar en el lugar de origen del capital.
La idea es reducir la carga tributaria total de las empresas que desarrollen actividades en el otro Estado contratante; otorgar mayor certeza a los empresarios en cuanto a la que será su carga impositiva neta una vez que efectúen las inversiones; contemplar reglas claras, fijas, estables, no sólo en lo atinente a tributación sino también a devolución de impuestos, y crear instancias de resolución de controversias para el caso de que existan dudas de interpretación o algunos de estos mecanismos pudieran ser utilizados para evadir impuestos.
Ante esa posibilidad se consigna un sistema de intercambio de información entre las autoridades del Ministerio de Hacienda de los respectivos países, y mecanismos de arbitraje y solución de controversias para solucionar las disputas que no pudiesen ser zanjadas por la vía amistosa entre los Gobiernos.
Asimismo, se establece un tratamiento especial para las rentas según la índole de ellas. No entraré en detalles sobre el punto -el señor Subsecretario de Hacienda seguramente se halla en condiciones de entregar esa información-; pero, en términos gruesos, las empresas chilenas que inviertan en Canadá o México, además de efectuar la declaración de impuestos en dichos Estados, deberán incluir las utilidades en su declaración de impuestos en Chile. No obstante, podrán deducir hasta el 30 por ciento de ellas del impuesto de primera categoría o del impuesto global complementario.
Por otra parte, se incorpora una disposición (que hasta ahora no existía) mediante la cual los chilenos que realicen consultorías o que obtengan ingresos por actividades de carácter independiente llevadas a cabo en el país de destino, podrán posteriormente trasladar dichos ingresos a su declaración de renta en Chile, pero su tasa de tributación en el país de destino no excederá del 10 por ciento.
Los intereses y dividendos tienen tratamientos parecidos. Se encuentran afectos a las tasas determinadas en el Convenio, que las autoridades de Gobierno presentes podrán explicitar más adelante si fuere necesario.
También se contempla un sistema especial para las pensiones. Las percibidas por un residente en el otro Estado contratante sólo pagarán impuesto en la nación de donde proceden.
En suma, en el Convenio hay un avance al establecerse un tratamiento tributario desglosado de las rentas que personas o empresas obtengan en un país distinto del de su origen (en este caso México), y una forma de resolver las disputas que se susciten por la interpretación de dicho instrumento internacional.
Como señalé, la aprobación del tratado significa también avanzar en un proyecto mucho más ambicioso: en la integración comercial y financiera de toda la región de América del Norte, Centro y Sur. Las Comisiones de Hacienda y de Relaciones Exteriores lo aprobaron por unanimidad. Ojalá sea aprobado por la Sala en igual forma.
He dicho. El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Hago presente que ambos proyectos de acuerdo fueron aprobados por unanimidad tanto en la Comisión de Relaciones Exteriores como en la de Hacienda.
Si le parece a la Sala, se aprobará el relativo a México.

El señor LARRAÍN.- Conforme.

El señor CORDERO.- Muy bien.

El señor MORENO.- Pido la palabra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La tiene, Su Señoría.

El señor MORENO.- Señor Presidente, no es mi ánimo cambiar el sentido de la propuesta que Su Señoría ha hecho porque coincido con ella, sino formular una pregunta.
Me gustaría saber si en los convenios con México y Canadá realmente existe simetría para con los chilenos respecto del tratamiento que nuestro Gobierno ofrece a los nacionales de esos Estados. En otras palabras, si el estudio de esos instrumentos ha permitido concluir que en los tres países el trato será igual para las personas que se encuentran en la misma situación.

El señor MARFÁN (Subsecretario de Hacienda).- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Subsecretario de Hacienda.

El señor MARFÁN (Subsecretario de Hacienda).- Señor Presidente, efectivamente existe la simetría a que ha hecho referencia el Senador señor Moreno. Y la mejor prueba de ello es lo que paso a exponer.
Los países desarrollados cuentan con toda una red de tratados bilaterales de doble tributación. Éstos surgieron en la década del 60 entre los países de la OCDE, con el objeto de resolver el problema de que el comercio internacional -especialmente en los rubros de servicios e inversiones, que se hallan afectos a impuestos en dos países- resulta sobregravado y termina siendo un gran incentivo para pivotar en paraísos tributarios. Por lo tanto, desde sus inicios este tipo de acuerdos fue concebido con el propósito de establecer relaciones simétricas entre los Estados contratantes.
Con relación a los impuestos específicos sobre los cuales Chile hace concesiones en los convenios, ellos se refieren básicamente a los aplicables a las regalías o royalties, cuya tasa general hoy día es de 30 por ciento. En virtud de sus disposiciones, los residentes en el otro Estado que obtengan royalties en Chile pagarán hasta 15 por ciento de impuesto. Podrá ser más bajo, pero el techo será l5 por ciento.
En el caso de las asesorías técnicas, el techo pasará a ser de 10 por ciento, en vez de la tasa general vigente hoy acá que es de 20 por ciento. Esos países aplican, respecto de Chile, tasas equivalentes a las que les habría concedido nuestro país.
Finalmente, si me lo permite el señor Presidente, resaltaré lo siguiente.
El principal efecto que debieran generar estos tratados, además de los ya correctamente señalados, en especial respecto de dar claridad en las reglas del juego para el intercambio de inversiones entre Estados, sería el de reducir la protección, que en Chile es alta. Nuestra economía es en general muy abierta, salvo en un ámbito: el de importar tecnología. Ello es aquí tributariamente muy caro; se pagan impuestos altos, en comparación con otros países.
En efecto, las asesorías técnicas; los "royalties", que son patentes por derechos de uso de marcas; "franchising", patentes industriales, fórmulas químicas, etcétera, constituyen un comercio gravado con impuesto a la renta y que registra un muy alto contenido de "know how". Como he dicho, todo ello se encuentra afecto a impuestos muy altos en Chile. El mecanismo ideado por los países para resolver este problema consiste en los tratados de doble tributación.
Nosotros estamos recién comenzando, en lo que llamaría una nueva etapa, con este tipo de tratados desde el momento en que decidimos adoptar el modelo de los países de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos). Previamente, celebramos el Tratado con Argentina que sigue el viejo principio del Pacto Andino, el cual sirve más bien para naciones con sistemas tributarios más primitivos y que da origen a una serie de usos informales de los beneficios recíprocos. Ingresamos a la lógica del modelo de la OCDE, para lo cual se introdujeron las primeras modificaciones en la reforma tributaria de 1993, donde se dio un beneficio de crédito unilateral para los ingresos de chilenos obtenidos en el exterior; y en una ley tributaria miscelánea de 1997, que estableció el régimen general que Chile aplica a los países con los cuales suscribe este tipo de tratados.
En consecuencia, cualquiera nación que firme un instrumento de esta naturaleza con Chile (no es que exista un tratamiento tributario para Alemania, otro para Canadá o México) seguirá un mismo sistema, versus otro general para aquellos con los que no existe tratado. Eso es precisamente lo que obtenemos como reciprocidad de nuestras contrapartes, que en este caso son México y Canadá. Estamos también negociando tratados de doble tributación con otros cuatro o cinco países, dentro de los cuales el más importante de mencionar es Estados Unidos.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Bitar.

El señor BITAR.- Señor Presidente, deseo consultar al Ejecutivo y pedirle (según lo discutimos hoy en la Comisión de Hacienda) una revisión del Tratado con Argentina a fin de que éste se articule de manera similar a los que estamos aprobando hoy.
Señalamos esto porque en la discusión sostenida en la Comisión de Hacienda quedó en evidencia que el Tratado con Argentina tiene una particularidad: habiéndose pagado impuesto en un país, no se paga en el otro. Esto hace que determinadas inversiones de empresas chilenas en Brasil aparezcan como siendo operadas desde Argentina. Se hacen triangulaciones, de modo que impuestos generados o pagados en Brasil aparecen como enterados en Argentina y, por esa vía y automáticamente, no se pagan en Chile debido al Tratado celebrado con esta nación.
El planteamiento principal es proponer que el Ejecutivo avance en la línea de conversar con el Gobierno argentino para ir a un perfeccionamiento del Acuerdo de doble tributación con ese país. Se trata de articularlo de mdo similar al que estamos aprobando hoy con México y con Canadá. Así, todos nuestros tratados de doble tributación serían los mismos, según el modelo de la OCDE mencionado por el señor Subsecretario.
Solicito, en consecuencia, formalmente que en mi nombre (o en el de esta Corporación, si los demás señores Senadores quieren sumarse a mi petición o complementarla) se oficie al Ejecutivo para que considere la revisión mencionada.
Respecto del resto del proyecto de acuerdo, por las razones aquí expuestas por los señores Senadores que han intervenido y por el señor Subsecretario, me parece que se trata de un paso positivo para las relaciones económicas internacionales de Chile.
He dicho.
--Por unanimidad, se acuerda enviar, en nombre del Senado, el oficio solicitado por el Senador señor Bitar.
--Se aprueba el proyecto de Acuerdo en general y en particular, y queda despachado en este trámite.




CONVENIO ENTRE CHILE Y CANADÁ SOBRE DOBLE TRIBUTACIÓN Y EVASIÓN FISCAL

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, sobre aprobación del Convenio entre la República de Chile y Canadá para evitar la doble tributación y prevenir la evasión fiscal con relación a los impuestos a la renta y al patrimonio.
¿Los antecedentes sobre el proyecto (2303-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de acuerdo:
En segundo trámite, sesión 21ª, en 11 de agosto de 1999.
Informe de Comisión:
Relaciones Exteriores, sesión 4ª, en 13 de octubre de 1999.

El señor HOFFMANN (Secretario subrogante).- El proyecto viene informado por las Comisiones de Relaciones Exteriores y de Hacienda. La primera deja constancia en su informe de las personas que asistieron a sus sesiones; de que la iniciativa tiene urgencia calificada de "simple", y de que, en síntesis, sus objetivos son los siguientes:
1. Reducir la carga tributaria total a la que estén afectos los contribuyentes que desarrollan actividades transnacionales entre los Estados Contratantes;
2. Asignar las potestades para imponer gravámenes entre los Estados Contratantes;
3. Otorgar estabilidad y certeza a dichos contribuyentes respecto de su carga tributaria total y de la interpretación y aplicación de la legislación procedente;
4. Establecer mecanismos que ayuden a prevenir la evasión fiscal;
5. Crear procedimientos que permitan el intercambio entre las autoridades fiscales de los Estados Contratantes;
6. Establecer un mecanismo para solucionar las controversias que pudiera generar su aplicación, y
7. Establecer mecanismos para evitar la doble tributación respecto de ciertos tipos de rentas.
Añade el informe que la Comisión de Relaciones Exteriores, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables señores Chadwick, Gazmuri, Martínez y Páez, aprobó en general y en particular el proyecto de acuerdo en los mismos términos en que lo hizo la Cámara de Diputados.
Por su parte, la Comisión de Hacienda, luego de analizar la iniciativa, también aprobó por unanimidad el proyecto de acuerdo en los mismos términos en que lo hizo la Comisión de Relaciones Exteriores y, en consecuencia, propone a la Sala adoptar igual pronunciamiento.
--Se aprueba en general y en particular, y queda despachado en este trámite.
VI. INCIDENTES
PETICIONES DE OFICIOS

El señor HOFFMANN (Secretario subrogante).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se les dará curso en la forma reglamentaria.
--Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
Del señor HORVATH:
A los señores Ministros del Interior, de Relaciones Exteriores y de Agricultura, y al señor Director Nacional de Aduanas, sobre REAPERTURA DE PASO FRONTERIZO EN COIHAIQUE (UNDÉCIMA REGIÓN).
A los señores Ministros de Economía, Fomento y Reconstrucción, de Obras Públicas y de Minería, acerca de CONSTRUCCIÓN DE CAMINO ENTRE MALLÍN GRANDE Y VALLE CHACABUCO (UNDÉCIMA REGIÓN).
Del señor RÍOS:
Al Excelentísimo señor Presidente de la República, respecto de INSTAURACIÓN DE "DÍA DEL QUE ESTÁ POR NACER".
Del señor STANGE:
Al señor Ministro de Defensa Nacional, tocante a CONSTRUCCIÓN DE NUEVO EDIFICIO PARA RETÉN DE CARABINEROS EN ALTO PUELO (DÉCIMA REGIÓN).
Al señor Ministro Secretario General de la Presidencia, en cuanto a ADQUISICIÓN DE PROPIEDADES EN REGIONES AUSTRALES y creación de PARQUE "PUMALÍN FOUNDATION".
Al señor Ministro de Obras Públicas, sobre CORPORACIONES VIALES A CARGO DE CONSERVACIÓN DE CAMINOS RURALES EN REGIONES AUSTRALES.
Al señor Director del Instituto Geográfico Militar de Chile, respecto de NUEVA DENOMINACIÓN DE RÍO "CONCHA", EN COCHAMÓ (DÉCIMA REGIÓN).
___________________

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En Incidentes, el primer turno corresponde al Comité Demócrata Cristiano, el que no hará uso de la palabra.
En el tiempo del Comité Unión Demócrata Independiente, ofrezco la palabra al Honorable señor Stange.


CUMPLIMIENTO DE ACTA DE ACUERDO SOBRE ADQUISICIÓN DE PROPIEDADES EN REGIONES AUSTRALES. OFICIO

El señor STANGE.- Señor Presidente, en sesión del Senado de 16 de junio de 1998, el Senador que habla solicitó a Su Señoría que se dirigiera oficio al señor Ministro Secretario General de la Presidencia debido a que el 7 de julio de ese año se cumpliría el tiempo estipulado en el Acta de Acuerdo firmada por el Gobierno con don Pedro Pablo Gutiérrez, en representación de Bosque Pumalín Foundation, y don Douglas R. Tompkins.
Esta Corporación, mediante oficio de 17 de junio de 1998, dirigió esta petición al señor Ministro Secretario General de la Presidencia haciendo especial hincapié en que el Acta de Acuerdo tendría fecha de término el 7 de julio, y en que como punto 7º de dicho Acuerdo el señor Ministro se comprometió a realizar un seguimiento del cumplimiento de los contenidos de dicha Acta, y se puntualizaron los aspectos más importantes de él, sin el ánimo de entrar al fondo o a la forma del referido acuerdo.
Especialmente se expresó que interesaba conocer si el Gobierno había elaborado el proyecto de ley sobre el estatuto jurídico para la adquisición de propiedades en las regiones australes del país, aspecto contemplado en la letra j) del Nº 2 del Acta en mención.
Con fecha 1 de diciembre de 1998, el Senador que habla solicitó al señor Presidente del Senado reiterar el contenido del oficio de 17 de julio, por no haber tenido respuesta hasta esa fecha. Por oficio de 4 de diciembre, del Senado, se remitió esta petición al señor Ministro Secretario General de la Presidencia, agregando que, ya cumplido el año estipulado en el Acuerdo, el señor Tompkins, por sí o por intermedio de terceras personas, ha continuado adquiriendo terrenos en la provincia de Palena de la Décima Región. Hizo presente este oficio, a solicitud mía, que el señor Tompkins estaba abarcando ahora compras de terrenos en la zona del río Vodudahue, lugar donde se estaba construyendo un retén de Carabineros, especialmente en la parte sur del mencionado río, y que existía inquietud entre los habitantes del sector del río Ventisquero respecto de las pretensiones del señor Tompkins.
Como de este oficio tampoco se hubiese obtenido respuesta, en sesión de 14 de julio del presente año se reiteró la petición materializada en el oficio Nº 14.670, de 20 de julio de 1999, del Senado, dirigido al señor Ministro Secretario General de la Presidencia.
Hasta la fecha ninguno de los oficios mencionados ha tenido respuesta.
En reciente visita al sector de la comuna de Cochamó, provincia de Llanquihue, recibí las inquietudes de pobladores del río Ventisquero por las ofertas de compra de sus terrenos que les está efectuando el señor Tompkins, por sí o por intermedio de otras personas o fundaciones. Cobra especial importancia este sector por cuanto ya no sólo se están adquiriendo terrenos en la provincia de Palena, sino que ahora también en la de Llanquihue.
Los precios que ofrecen el señor Tompkins o sus representantes alcanzan a 700 mil pesos por hectárea, lo cual es muy atrayente para los colonos, que son de escasos recursos. Ellos ahora, gracias a gestiones de la Municipalidad, han saneado sus títulos de dominio.
En atención a que no se ha recibido respuesta a los mencionados oficios, y a que aún no se forma definitivamente el proyecto Parque Pumalín Foundation, solicito del señor Presidente del Senado que se sirva disponer que se remita oficio al señor Ministro Secretario General de la Presidencia para recabar la información antes señalada, complementada con los siguientes puntos:

1.- Especificar en qué forma se ha realizado el seguimiento de los contenidos del Acta de Acuerdo firmada el 7 de julio de 1997.

2.- Fecha en que se deberá constituir la fundación a cargo del Parque, de conformidad con lo establecido en el punto Nº 2, letra a), del Acuerdo.

3.- La forma en que se han coordinado las autoridades regionales, provinciales y comunales para la realización de obras en el Parque, en atención a lo prescrito en la letra d) del Acuerdo. También, si se han definido las "zonas de uso" en el parque.
He dicho.
--Se anuncia el envío del oficio solicitado, en nombre del Senador, en conformidad al Reglamento.
___________________
--Ofrecida la palabra, sucesivamente, en los tiempos de los Comités Renovación Nacional e Independiente, Institucionales 1, Socialista, Institucionales 2 y Mixto, ningún señor Senador hace uso de ella.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Habiéndose cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 18:10.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción