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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 341ª, EXTRAORDINARIA
Sesión 6ª, en martes 19 de octubre de 1999
Ordinaria
(De 16:19 a 19:13)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR ANDRÉS ZALDÍVAR, PRESIDENTE,
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, SUBROGANTE
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Aburto Ochoa, Marcos
--Bitar Chacra, Sergio
--Boeninger Kausel, Edgardo
--Bombal Otaegui, Carlos
--Canessa Robert, Julio
--Cariola Barroilhet, Marco
--Cordero Rusque, Fernando
--Chadwick Piñera, Andrés
--Fernández Fernández, Sergio
--Foxley Rioseco, Alejandro
--Frei Ruiz-Tagle, Carmen
--Hamilton Depassier, Juan
--Horvath Kiss, Antonio
--Lagos Cosgrove, Julio
--Larraín Fernández, Hernán
--Lavandero Illanes, Jorge
--Martínez Busch, Jorge
--Matta Aragay, Manuel Antonio
--Muñoz Barra, Roberto
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Páez Verdugo, Sergio
--Parra Muñoz, Augusto
--Pérez Walker, Ignacio
--Pizarro Soto, Jorge
--Prat Alemparte, Francisco
--Ríos Santander, Mario
--Ruiz De Giorgio, José
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Stange Oelckers, Rodolfo
--Urenda Zegers, Beltrán
--Valdés Subercaseaux, Gabriel
--Vega Hidalgo, Ramón
--Viera-Gallo Quesney, José Antonio
--Zaldívar Larraín, Adolfo
--Zaldívar Larraín, Andrés
--Zurita Camps, Enrique
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:18, en presencia de 21 señores Senadores.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se da por aprobada el acta de la sesión 34ª, ordinaria, en sus partes pública y secreta, en 15 de septiembre del presente año, que no ha sido observada.
IV. CUENTA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.

El señor HOFFMANN (Secretario subrogante).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Mensajes
Dos de Su Excelencia el Presidente de la República, con los que hace presente la urgencia, en el carácter de "suma", respecto de los siguientes proyectos de ley:
1) Sobre probidad administrativa de los órganos de la Administración del Estado. (Boletín Nº 1.510-07), y
2) El que modifica el artículo 29 del Código de Justicia Militar a fin de radicar en forma definitiva el conocimiento de las causas asignadas a los Ministros en Visita Extraordinaria de la Jurisdicción Militar. (Boletín Nº 2.374-07).
--Se tienen presentes las calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes.
Oficios
De la Honorable Cámara de Diputados, con el que comunica que ha dado su aprobación al informe de la Comisión Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas durante la tramitación del proyecto que modifica disposiciones del Código Penal que sancionan casos de corrupción, crea nuevas figuras delictivas con relación a la materia y agrega norma que señala a las leyes Nºs 18.834, sobre Estatuto Administrativo, y 18.883, Estatuto Administrativo para los Funcionarios Municipales. (Boletín Nº 1.177-07).
--Queda para tabla.
Del señor Ministro Secretario General de la Presidencia, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Novoa, relativo a dos propuestas para reformar el decreto con fuerza de ley Nº 1, de 1982, del Ministerio de Minería.
Del señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción, con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Stange, referido al avance de la electrificación rural en el país.
Del señor Ministro del Trabajo y Previsión Social, con el que contesta un oficio enviado en nombre de la Senadora señora Frei, relativo a la necesidad de crear en Calama una sucursal de la Dirección General de Crédito Prendario.
Dos del señor Ministro de Transportes y Telecomunicaciones:
Con el primero responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, referido al procedimiento y normativa aplicables a la fijación de tarifas en los puertos públicos administrados por las nuevas empresas portuarias autónomas.
Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Romero, relativo a los valores del nuevo decreto tarifario de la Compañía de Telecomunicaciones de Chile, para las localidades que indica.
Del señor Contralor General de la República subrogante, con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, referido al retraso en la bonificación que correspondía a la empresa ASTISERV, al tenor de lo dispuesto en el decreto con fuerza de ley Nº 15, de 1981.
--Quedan a disposición de los señores Senadores.
Informe
De la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, recaído en las observaciones, en segundo trámite constitucional, formuladas por Su Excelencia el Presidente de la República al proyecto de ley sobre probidad administrativa de los órganos de la Administración del Estado, con urgencia calificada de "suma". (Boletín Nº 1.510-07).
--Queda para tabla.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la Cuenta.

ACUERDOS DE COMITÉS

El señor HOFFMANN (Secretario subrogante).- En sesión de hoy, los Comités, acogiendo una petición del Presidente de la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, Senador señor Foxley, para que este organismo pueda sesionar en la Sala, acordaron lo siguiente:
1) Suspender las sesiones ordinarias de los días martes 2 y miércoles 3 de noviembre próximo; en su reemplazo, citar al Senado a sesión extraordinaria para el jueves 4, de 10:30 a 14, y si hubiere asuntos en tabla, a sesión especial ese mismo día, de 16 a 20.
2) Rendir todos los homenajes al comienzo de la hora de Incidentes, salvo cuando se trate de ex Parlamentarios.
3) Dejar para el 10 de noviembre próximo el homenaje que el Honorable señor Cordero iba a rendir al Teniente Hernán Merino Correa en la sesión del miércoles 3 de ese mes.


HOMENAJE EN MEMORIA DE EX DIPUTADO
SEÑOR MANUEL BUSTOS HUERTA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- El Honorable señor Ruiz De Giorgio rendirá homenaje al ex Diputado señor Manuel Bustos Huerta con motivo de su reciente fallecimiento.
Hago propicia la oportunidad para saludar a la viuda de Manuel; a sus hijos e hijas y demás familiares, y a todos los dirigentes sindicales y sociales presentes en las tribunas.
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz De Giorgio.

El señor RUIZ (don José).- Señor Presidente, distinguidos familiares de Manuel Bustos, dirigentes sindicales, amigos:
Rindo este homenaje en nombre de la bancada de Senadores democratacristianos y del Honorable señor Boeninger, quien me pidió representarlo.
Me encontraba en Magallanes compartiendo las angustias y esperanzas de nuestra comunidad austral -era el atardecer del domingo 26 de septiembre- cuando escuché la triste noticia: Manuel Bustos agonizaba en un hospital capitalino. Sentí el dolor y la impotencia ante lo inevitable: se acercaba el momento de la partida.
Aun cuando conocía la gravedad de su enfermedad, al verlo luchar durante un año con tanta fuerza y con esa fe inquebrantable que lo acompañó siempre, creí que era posible un milagro.
Fue una noche larga y dolorosa, llena de recuerdos y de imágenes de otros tiempos. Veía a Manuel en un escenario improvisado sobre la camada de un camión, arengando a la multitud que le escuchaba; lo veía presidiendo una reunión del Comando Nacional de Trabajadores, exponiendo con fuerza sus ideas; lo veía en la población La Victoria en medio de una protesta, rodeado por pobladores y un enjambre de niños atraídos por el magnetismo de ese hombre de amplia sonrisa; lo veía caminar triste y silencioso acompañando a los familiares de un poblador abatido por las balas asesinas de la represión. Lo recordaba en la cárcel, donde el odio y la soberbia trataron, inútilmente, de inmovilizarlo. Pero también lo recordaba en su hogar junto a Myriam y al entonces pequeño "Manuelito", donde compartimos tantas veces y donde soñábamos con un Chile mejor.
Sin embargo, el tiempo es implacable y, al mediodía del lunes 27 de septiembre, nos trajo la triste noticia: había partido el último de los grandes del sindicalismo chileno. Su figura permanecerá en el recuerdo de los trabajadores y de los pobres de la patria, junto a Luis Emilio Recabarren, a Clotario Blest y a Tucapel Jiménez.
Como ha ocurrido con todos los grandes hombres de la historia, la figura de Manuel Bustos crecerá con el tiempo. Sus méritos y su obra aflorarán en la memoria de las nuevas generaciones, que, liberadas de los egoísmos y prejuicios de hoy y con la serenidad que dan la distancia y el tiempo, podrán valorar el increíble aporte hecho a la causa de la libertad y de la justicia por este hijo humilde de nuestros campos, quien, sobre la base de su esfuerzo y tremenda voluntad, supo dar sentido a su vida.
Al igual que muchos otros jóvenes, Manuel abraza tempranamente la causa de la justicia social, encarnada en el sindicalismo. Su vocación de servicio está fuertemente marcada por la Doctrina Social de la Iglesia y por el Evangelio de Cristo, que lo atrae desde su infancia.
Su carácter fuerte, su férrea voluntad y su lucidez lo llevan a un liderazgo indiscutido en las organizaciones donde participa. Su origen humilde no fue obstáculo para superar las barreras de la vida. Se preparó, y su mente abierta le permitió nutrirse de los conocimientos necesarios para enfrentar los desafíos del liderazgo sindical, sobresaliendo nítidamente por sobre todos los que actuamos en su época.
En estos días se han recordado y escrito muchos episodios de la dilatada y fructífera acción sindical y política de Manuel Bustos. Empero, la acción que lo marcará y lo proyectará como uno de los grandes líderes de nuestro tiempo será su trabajo incesante por unir al movimiento sindical, sin exclusiones, para dar el sustento que requería la epopeya libertaria.
No necesito recurrir a los archivos de la época para relatar parte importante de la vida sindical de Manuel Bustos, ya que tuve el honor de ser su compañero y compartir, junto con muchos otros sindicalistas, la tarea de reconstruir el movimiento sindical, brutalmente reprimido por la dictadura.
Fuimos también camaradas de partido y defendimos con pasión el derecho de los trabajadores y del pueblo a protestar y desafiar pacíficamente a la dictadura. Juntos libramos duras batallas por la libertad y juntos compartimos la represión y la cárcel.
Cuando la negra noche del terrorismo de Estado mantenía al pueblo sometido y humillado; cuando los derechos de los trabajadores eran pisoteados en nombre de la patria y de la cultura cristiana occidental, Manuel entendió, antes que muchos líderes políticos, que el único camino posible para obtener la libertad era la unidad del pueblo. Por eso, superando las diferencias que dividían al movimiento sindical, buscó con Tucapel Jiménez un acuerdo para juntar a la Unión Democrática de Trabajadores y a la Coordinadora Nacional Sindical. Estas organizaciones eran las dos fuerzas sindicales más importantes de la época. Se diferenciaban en que la primera no aceptaba a organizaciones que tuvieran dirigentes sindicales comunistas, mientras que la segunda, encabezada por Manuel Bustos, no hacía cuestión de la militancia de los dirigentes de las organizaciones de base que solicitaban su afiliación.
Deseo hacer notar que esa situación no sólo afectaba al movimiento sindical, sino que cruzaba a los propios partidos que hoy forman parte de la Concertación.
En el campo político, más tarde se sumarían como motivos de división la tesis de quienes sostenían que el término de la dictadura se produciría por la sola letra de la Constitución y, por lo mismo, fueron contrarios a la movilización social, y la de quienes, encabezados por Bustos, afirmábamos que sin la movilización social jamás derrotaríamos a la dictadura. Y la historia nos dio la razón: el triunfo del "No" fue posible porque había un pueblo luchando de pie por su libertad; fue la consecuencia de la movilización pacífica de la sociedad chilena, que comenzaba a perder el miedo a la represión y se rebelaba contra la tiranía.
Sin embargo, la unidad de los trabajadores, que se proyectaba como seria amenaza a la dictadura militar, no sería tarea fácil. Peligrosa y dramática resultaría la aventura emprendida por esos dos líderes sindicales, quienes en breve serían eliminados del escenario sindical nacional. Tucapel Jiménez fue brutalmente asesinado por los agentes de la dictadura, y al poco tiempo, Manuel Bustos, exiliado. Pero ni el atroz crimen de Tucapel, que recién después de 18 años comienza a esclarecerse, ni la expulsión de Manuel del territorio nacional pudieron evitar que el camino marcado por estos valientes luchadores prendiera en el movimiento social. Y en 1983 organizamos el Comando Nacional de Trabajadores, que concretó el sueño que Manuel había acariciado junto al sindicalista mártir.
Pero no sólo logramos la unidad de los trabajadores, sino que además, junto con estudiantes, pobladores, profesionales, artistas y representantes del pueblo mapuche y de diversas organizaciones gremiales, constituimos la Asamblea de la Civilidad, expresión genuina de la sociedad chilena organizada, que abrió el camino de la libertad.
Manuel Bustos volvió del exilio y, lejos de reclamar el justo lugar que le correspondía a la cabeza del movimiento sindical, con humildad asumió el rol que le asignó el Comando Nacional de Trabajadores, siendo su presencia determinante en las movilizaciones sociales que colocaron de pie a nuestro pueblo y despertaron las esperanzas de los pobres.
Ante la renuncia de Seguel a la conducción del movimiento sindical, Manuel asume el cargo que le correspondía por su liderazgo natural.
Sería largo relatar la violenta represión de que fue víctima Bustos por representar el sentir y las aspiraciones de los trabajadores; pero, sí, debemos decir que su presencia y su ejemplo fueron vitales en la lucha por la libertad.
El triunfo del 5 de octubre de 1988, que abrió el camino a la democratización del país, encontró a Manuel relegado en Parral. Su partido le ofreció un lugar para postular a Diputado. En una visita a esa localidad, Manuel me expresó su preocupación por las dificultades que podría enfrentar el país durante la transición y la importancia del rol que debía jugar el movimiento sindical durante esa difícil etapa de la vida nacional. Compartiendo su opinión, le manifesté que, a mi juicio, su presencia era más relevante en el movimiento sindical que en el Congreso.
En 1993, nuevamente se le ofrece un cupo para postular al Parlamento y de nuevo Manuel -a pesar de los serios problemas que enfrentaba la CUT en su interior y del cuestionamiento de que él, personalmente, era objeto- decide continuar a la cabeza del movimiento sindical.
Finalmente, en medio de la profunda crisis que afectaba al movimiento sindical, presionado e incomprendido, Manuel resuelve no postular a un nuevo período en la dirección de la CUT.
Lo que Manuel no dijo públicamente en ese entonces, ni tampoco después, es necesario decirlo hoy, para hacer justicia a su memoria. Lo conversamos largamente en numerosas oportunidades y, para respetar su modestia, también guardé silencio.
Manuel recibió lo que comúnmente denominamos "el pago de Chile". No salió en gloria y majestad del movimiento sindical, al que sirvió lealmente, incluso a riesgo de su vida. Fue atacado con dureza por quienes buscaban el control de la CUT, aun a costa de la destrucción de la unidad de los trabajadores. No hubo respeto por su honestidad ni por su consecuencia y su dilatada trayectoria. Los resultados están a la vista: tenemos hoy un movimiento sindical debilitado y sin un liderazgo capaz de contrarrestar el abrumador poder empresarial.
Pero tampoco Manuel recibió de los Gobiernos de la Concertación la misma respuesta generosa que él dio permanentemente. Con emoción hoy los máximos líderes políticos le reconocen su responsabilidad en la conducción de los trabajadores y su aporte a la gobernabilidad del país durante los años de reconstrucción democrática. A Manuel Bustos, al igual como sucedió con el Cardenal Raúl Silva Henríquez, hoy todos le encuentran razón, pero muy pocos lo escucharon en vida.
Soy testigo de la dura lucha librada por Manuel a favor de los trabajadores, primero, para lograr que los proyectos de ley, de iniciativa del Ejecutivo y que abordaban materias laborales, interpretaran más nítidamente las aspiraciones de los trabajadores que el egoísmo de los poderosos, y para dejar que el Parlamento decidiera, a fin de que quedara en evidencia ante el país la actitud de quienes se oponen a los cambios y los que realmente están por los cambios. Tampoco fue oído Manuel cuando solicitaba modificar las políticas gubernamentales, tan preocupadas de cuidar los macroindicadores de la economía que terminaron olvidando a quienes son los destinatarios de ésta.
Por eso considero injusto el trato que los propios trabajadores dieron a Manuel en vida, y considero egoísta el que recibió de los responsables de la economía, más preocupados de rendir exámenes ante el Fondo Monetario Internacional que ante los pobres de la patria.
Los miles de pobladores que hicieron largas colas para rendir un homenaje tan merecido a Manuel Bustos son la fiel expresión de la justicia que encarnaba su lucha por cambiar el modelo heredado que ha enriquecido a unos pocos a costa de la miseria en que se debate parte importante de nuestro pueblo.
Espero que ahora comience un verdadero homenaje de los trabajadores chilenos, terminando con sus mezquinas rencillas y reconstruyendo la unidad que les permita retomar la senda marcada por Manuel. Que las palabras de sus dirigentes en los funerales del líder desaparecido se hagan realidad, para que, a partir de la fuerza sindical, se construya la unidad social y política del pueblo, y poder así realizar los cambios profundos que requiere el modelo.
Espero también que los democratacristianos iniciemos un homenaje a Manuel, terminando con los grupos de poder dentro del Partido, volviendo a beber en las fuentes de origen para recuperar las raíces doctrinarias y convertir nuevamente al Partido en la espada y el escudo de los pobres, como decía Tomic.
Espero que la Concertación también rinda un homenaje a este modesto obrero, cristiano comprometido, luchador incansable por la unidad de los trabajadores y ejemplo señero para las generaciones de hoy y de mañana; que impulsemos los cambios que requiere el modelo, no para deshacer el camino recorrido en estos casi diez años, como algunos pretenden, sino para profundizar la democracia inconclusa que hemos comenzado a construir recién en 1990; que superemos los egoísmos y los afanes de protagonismo de algunos, y sumemos nuestros esfuerzos para entregar a los pobres una nueva oportunidad.
E1 mejor homenaje que podemos rendir a Manuel Bustos es hacer realidad su sueño de una sociedad más justa y solidaria, una sociedad comunitaria donde la persona sea el centro de la acción del Estado; donde el trabajo humano sea valorado por sobre el capital, como nos decía Juan Pablo II; donde el mercado sea un instrumento de las políticas económicas, pero no un dios omnipotente al que deban subordinarse los intereses de los pobres.
E1 Evangelio de Cristo nos enseña que la semilla debe morir en la tierra para que nazcan nuevas plantas y se multipliquen una y otra vez. Nos dice también que la semilla tiene que caer en tierra fértil para que germine.
Amigo Manuel, el cáncer no te derrotó. Fue el instrumento para inmortalizar tu vida. Tu cuerpo, al igual que la semilla del Evangelio, yace en la tierra generosa, pero tu recuerdo y tu obra vivirán para siempre en el corazón de los trabajadores chilenos; tu nombre y tu memoria recorrerán los caminos de la patria en las voces de los nuevos líderes sociales y en el verso y el canto de los poetas populares, demandando a los poderosos justicia para los pobres y un lugar para los marginados por la sociedad consumista de nuestro tiempo.
Para Myriam, noble y abnegada esposa que lo acompañó por el duro caminar del exilio, de la relegación y de la cárcel, y para sus hijas e hijo que tanto lo amaron y a los que él tanto amó, le pido a Dios, siempre misericordioso, que les dé cristiano consuelo, y sepan que el sacrificio de Manuel no fue en vano. Su obra florecerá como los campos que lo vieron nacer y en cada uno de ustedes. En cada uno de los hijos de esta tierra se multiplicará el ejemplo de Manuel, y su voz demandando paz, amor, justicia y libertad será llevada por el viento, como un canto de esperanza, a todos los rincones de la patria amada.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Prat.

El señor PRAT.- Señor Presidente, estimados señores Senadores, distinguida familia de don Manuel Bustos Huerta, señora Myriam e hijos, señores dirigentes sindicales y sociales, amigos de don Manuel Bustos:
En representación de los Senadores del Comité Renovación Nacional e Independiente, tengo el honor de adherir a este acto en que se recuerda y se rinde homenaje a la persona de don Manuel Bustos Huerta, quien destacó por su carácter combativo, por ser un luchador.
Lo conocí personalmente por su labor en la Comisión de Trabajo y Previsión Social, primero, cuando asistía como dirigente sindical, y luego, como colega Parlamentario.
Siempre me llamó profundamente la atención la fuerza interior que mostraba en su accionar. Si bien tuvimos posiciones distantes en el campo político y diagnósticos dispares en el análisis de los requerimientos de legislación para atender el bienestar de los trabajadores, aprecié su voluntad para construir una respetuosa y buena relación humana, y la prudencia para exponer sus planteamientos.
Lo conocimos como un luchador en jornadas que la historia juzgará, y que un homenaje, por digno que sea, difícilmente puede recoger.
Hemos conocido también pasajes de su vida formada en el mundo campesino e impregnada de gestos de mucha humanidad. Todo ello nos acerca a su personalidad y da fuerza a las estrechas y cálidas expresiones de condolencias que hoy damos a su familia, a su distinguida esposa e hijos, y a sus amigos.
El más sentido aporte que deseamos entregar en este acto, y con él recoger esos rasgos que nos resultan tan valiosos en la personalidad de don Manuel Bustos, es la reiteración de nuestra voluntad de unirnos, de aceptar con respeto las discrepancias legítimas que abrigamos, y de la decisión que nos asiste de construir, por sobre ellas, un destino común, promisorio para todos los chilenos, en el seno de una patria más grande y más generosa.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.

El señor MUÑOZ BARRA.- Señor Presidente, estimados señores Senadores, dirigentes y amigos de don Manuel Bustos Huerta:
La formación de un auténtico líder gremial corresponde a un proceso lento, en el que deben darse repetidas muestras de capacidad, facultades muy evidentes de conducción y, principalmente, de lealtades hacia los trabajadores, como en este caso, asumiendo, como parte de su tarea, el enfrentamiento y el riesgo de las persecuciones, la cárcel, la tortura, la relegación, el exilio e, inclusive, la muerte. Y eso lo saben muy bien ustedes.
El surgimiento de un dirigente sindical o gremial se inicia generalmente en los pequeños grupos de trabajadores organizados, desde donde comienza la proyección hacia los sectores donde la fuerza gremial puede expresarse por su consistencia numérica y la búsqueda constante de la justicia social, que aún no logra establecer los equilibrios en el respeto a la condición humana.
Mientras en otras áreas de la actividad pública se pueden dar casos de improvisación, en que la simple suerte y muchas veces la audacia son los únicos títulos que permiten alcanzar cargos, en el gremialismo, donde los intereses de los trabajadores apuntan a la solución de los problemas comunes, el dirigente o el líder deben probar sus fortalezas y capacidades, así como su competencia, para aspirar a una dirigencia legítima.
No siempre -en Chile, al menos- es posible separar completamente la acción gremial del compromiso que puede ligar a un dirigente con un determinado partido político -como lo señaló el Honorable colega Senador que me antecedió-, dualidad de intereses que a veces puede conturbar la pureza y transparencia del gremialismo.
El partido, considerado como fuerza social importante y mirado como apoyo de las causas que defienden a los trabajadores, puede facilitar y ayudar a la condición de dirigentes del gremialismo y a situarlos en cargos relevantes. Eso hay que reconocerlo. Pero siempre existirá la posibilidad de que, en alguna ocasión, los intereses partidarios no coincidan con las líneas impuestas mayoritariamente por la masa de los asalariados. La solución del conflicto creará naturales problemas de conciencia para todo aquel que tome responsablemente su papel conductor en la lucha por mejorar las condiciones laborales, y que sólo unos pocos pueden sortear con dignidad.
Al formular estas consideraciones, generales, pero de principios y profundamente éticas, pienso -y excúsenme que lo recuerde esta tarde- en Clotario Blest; igualmente recuerdo -perdónenme también por traerlo a la memoria ahora- a Tucapel Jiménez, y por supuesto, en estos minutos, sentimos la cercanía de la presencia humana de Manuel Bustos, que son, para mi visión como dirigente gremial en el pasado, como ex Diputado y hoy como Senador de la República, las tres más altas cumbres y las figuras paradigmáticas de la vieja y nunca acabada lucha por mejorar las condiciones de los asalariados de nuestro país.
No se ha olvidado a Clotario Blest ni a Tucapel Jiménez, ni se olvidará, por cierto, a Manuel Bustos, porque el sentimiento popular es generalmente perdurable y generoso y porque sus nombres, a pesar de estar inscritos en la frialdad de una lápida, viven abrigados en el corazón de los trabajadores de Chile.
Bustos representa a aquellos connacionales nuestros de excepción, que han sido capaces de vencer los obstáculos de la pobreza, la ignorancia y el peso miserable de las injusticias sociales que azotan inexorablemente el destino de los pobres, para avanzar con su esfuerzo, inteligencia y sacrificio hacia otros estadios, que -como es su caso- les ha permitido participar de la solidaridad y confraternidad laboral.
Quienes creemos que el trabajo es una fórmula de perfectibilidad humana, vemos en Bustos un caso ejemplarizador, que combina aquellos valores que caracterizan la superación personal y el sacrificio por la lucha solidaria, en la defensa de los sectores sociales más desposeídos y más desprotegidos en sus intereses.
La vida sindical de Manuel Bustos no tuvo vacilaciones en su dirigencia, incluso -como se decía- para censurar a los hombres de alguna colectividad cercana, cuando sentía lesionadas las aspiraciones laborales. Siempre luchó por sus derechos e impulsó la unidad de los trabajadores como un modo directo y superior de hacer realidad las ideas de libertad, igualdad, tolerancia, idealismo, justicia y esperanza. Debía estar, entonces, inevitablemente dispuesto a enfrentar el riesgo cierto de todo tipo de persecución, dominación ilegítima, atropello a derechos y contra todas las indignidades que apuntan siempre hacia los trabajadores.
Aunque fue un militante destacado de la Democracia Cristiana, Partido al que representó en la Cámara de Diputados hasta su muerte, muchos lo sentimos definitivamente más comprometido en las luchas gremiales, procurando siempre mantenerse, en esta dualidad de obligaciones, bajo ambas condiciones: como dirigente gremial y activo militante de su colectividad.
No me detendré, ni me he detenido, en otros antecedentes curriculares, ni en sus datos biográficos, porque algunos seres humanos incorporan en sus nombres todo el significado trascendente de sus vidas útiles. Es lo que sucede con Manuel Bustos, y éste es uno de los rasgos que me permito destacar, con respeto, en este homenaje.
Su liderazgo natural, su ascendencia en la clase trabajadora le habrían permitido -¡qué duda cabe!- postular desde hace tiempo a un cargo en este mismo Senado; pero prefirió llevar su sencillez, su modestia y también su capacidad y experiencia en el gremialismo a la Cámara de Diputados.
El paso silencioso de la muerte puso término al nuevo trabajo que había emprendido, siempre en conexión con lo que fue su acción en el campo social y que había elevado a una poderosa y bella razón de existir.
La Democracia Cristiana perdió a uno de sus hombres valiosos; pero el movimiento sindical y gremial ha sido golpeado dramáticamente en el alma institucional.
Señores dirigentes, Honorables colegas, adherimos y participamos en este homenaje, no como un compromiso circunstancial ni como una simple formalidad parlamentaria. Lo hacemos con un sentido de confraternidad que sobrepasa largamente nuestras diferencias ideológicas. Quiero decir, además, que, al hablar en nombre y representación del Partido Por la Democracia, lo hacemos con el sentimiento de quien se identifica con la idea superior que Bustos dio a su vida, en una definición de sacrificio y lucha.
Ruego al señor Presidente enviar, en nombre de la bancada de Senadores del Partido Por la Democracia, nuestras condolencias a su distinguida viuda, a la Central Unitaria de Trabajadores y al Partido Demócrata Cristiano.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Núñez.

El señor NÚÑEZ.- Señor Presidente, Honorables colegas, estimados señores dirigentes sindicales, familiares y amigos de Manuel Bustos, quiero intervenir en nombre de la bancada de Senadores Socialistas en el homenaje de esta tarde. Lo hago con profunda emoción y orgullo, porque hay hombres que, no cabe duda, pasan a la historia cuando son capaces de superar con fuerza y dignidad los momentos difíciles que la vida les depara.
Manuel Bustos, cuando niño, vivió en un hogar donde las carencias y las pocas posibilidades de despliegue material y espiritual lo rodearon permanentemente. Él vivió en una provincia y en un lugar que yo conocí mucho, y sé perfectamente la humildad de su quehacer permanente.
Él también vivió momentos particularmente significativos cuando se vino a la gran ciudad; y, seguramente, con escasos conocimientos y con pocas posibilidades de poder desarrollarse plenamente en tareas que le permitieran enfrentar sus compromisos con su familia y consigo mismo, enfrentó la vida en una fábrica. En general, desde que nuestro país se incorporara a la revolución industrial, la fábrica no fue para los chilenos lugar que les facilitara el despliegue de sus personalidades ni el desarrollo pleno como seres humanos. La fábrica fue un sitio donde muchas veces se les pisotearon su dignidad y la posibilidad cierta de mejorar material y espiritualmente. Sin embargo, Bustos demostró que, estando en esa fábrica y adhiriendo al movimiento sindical, y fundamentalmente haciéndolo desde la postura de un hombre humanista y cristiano, era capaz de superar aquellas limitaciones. Y lo hizo con la grandeza y energía de un hombre que era capaz de enfrentar todas y cada una de las vicisitudes adversas que la vida misma le deparaba.
Manuel Bustos luchó contra la dictadura. ¡Qué duda cabe! Lo conocí en esas circunstancias, exactamente en los momentos en que otros se veían debilitados en su accionar. Él nunca dejó de plantearnos a quienes no éramos dirigentes sindicales la necesidad de unir a todos los que estábamos luchando de manera pacífica contra el Régimen militar. Lo hizo con gran fuerza.
Lo que siempre me llamó la atención en Manuel -también lo conocí en su relegación y conversé con él en dos oportunidades, cuando la grave enfermedad que lo aquejaba iba minando su espíritu y su cuerpo- fue que, como pocos, nunca olvidó su origen modesto y humilde. Me sorprendía el hecho de que, en su hablar, se reflejaba también su condición de campesino y de obrero; rara simbiosis, difícil de encontrar en un ser humano.
Fue militante democratacristiano, sin duda alguna. Nunca lo negó. Su vida pública la conocemos desde hace mucho, y constituye un ejemplo para las nuevas generaciones. En una sociedad como la nuestra, ojalá que su ejemplo sea seguido por muchos jóvenes de su misma condición social: campesinos, obreros, y que tengan una consecuencia como la suya. Porque lo cierto es que la política actualmente adolece de una grave dificultad, que él trató de superar: no siempre se notan la consecuencia y la honestidad, en forma clara y manifiesta, en el quehacer de un hombre dedicado a la actividad pública.
Recuerdo haber conversado con él en Parral, cuando estaba relegado. Lo que me señaló, como dirigente político, fue exactamente esto: "Por favor, compañero, trate de que las próximas manifestaciones que se van a desplegar en Santiago sean sin costo en vidas humanas". Desde Parral tenía esa preocupación, la misma de otros dirigentes sindicales que se hallaban en diferentes lugares del país y con quienes trabé amistad y pude conversar, como Arturo Martínez, que en ese entonces estaba relegado en Chañaral.
Es indudable que, con la ida de Manuel Bustos, el movimiento sindical chileno pierde a una figura de enorme trascendencia para su futuro.
No obstante las amenazas que se hicieron a su vida, fue uno de los constructores de la Central Unitaria de Trabajadores, y desde ella hizo un aporte invaluable para que los chilenos recuperaran la dignidad, la democracia y, fundamentalmente, la capacidad de seguir luchando por sus intereses y por su dignidad. El movimiento sindical del país, por lo tanto, ha contraído una gran deuda con Manuel Bustos. Los difíciles momentos que dicha Confederación vive debieran servir a los dirigentes actuales para que retomen el homenaje que le brindaron hace pocos días y lo transformen en realidad. Esperamos que con el ejemplo de Manuel Bustos el movimiento sindical chileno siga por la senda de una organización más autónoma, más moderna, más ampliamente representativa, más democrática, y que su unidad sea efectivamente una realidad.
Manuel Bustos tenía preocupación por el Congreso que recientemente materializó la Central Unitaria de Trabajadores. Felizmente, al parecer, ella ha dado pasos significativos en la perspectiva de su unidad.
Al mismo tiempo, la lucha por una acción gremial que dé cuenta de las nuevas realidades que viven Chile y el mundo en este ámbito le permiten a Manuel Bustos recuperar también las figuras de Recabarren, Sepúlveda, Clotario Blest, Luis Figueroa, Tucapel Jiménez. Él es el más claro heredero de las máximas figuras que han jalonado la historia del movimiento sindical chileno.
En el ámbito de la política, elegido Diputado de nuestro país, Bustos no cejó en seguir luchando por sus convicciones más profundas, que se encontraban ligadas con la democracia, el humanismo cristiano, la justicia social y la defensa de los derechos de los trabajadores. En este sentido, expresó claramente los grandes anhelos y objetivos de la Concertación de Partidos por la Democracia, de la cual formó parte de manera tan esencial. En su período como Parlamentario participó activamente en la promoción y dignificación de los derechos laborales, y fue artífice de varios proyectos de ley dirigidos en ese sentido. El que establece la obligatoriedad del pago de las cotizaciones previsionales en caso de despido de trabajadores lleva su impronta y decidido empuje. Bustos, en ese aspecto, nunca dejó de luchar en el Hemiciclo por los derechos laborales.
Los socialistas rendimos este homenaje a un hombre, a un dirigente que marcó con su acción comprometida al movimiento sindical chileno; a un militante democratacristiano que buscó con ahínco el humanismo cristiano, y a un Diputado, a un dirigente político que luchó infatigablemente y que, a pesar de su grave enfermedad, siguió bregando por la democracia y los derechos humanos.
Manuel Bustos es un ejemplo de los hombres que siguen buscando una sociedad más justa, solidaria e igualitaria para todos quienes vivimos en este mundo.
He dicho.
--(Aplausos).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Urenda.

El señor URENDA.- Señor Presidente, estimados colegas, señora Myriam e hijos, dirigentes sindicales, con profunda emoción adhiero, en nombre de los Senadores de la Unión Demócrata Independiente e Independientes, y en el mío propio, al tan justo homenaje que el Senado rinde en memoria del ex Diputado don Manuel Bustos Huerta. No lo hago como alguien que compartiera sus ideas políticas ni gozara de su amistad, sino como un observador de la vida chilena que a través de los años pudo seguir la carrera de un hombre que, indudablemente, se sobrepuso a muchos de los obstáculos que se nos presentan a lo largo de la existencia, para triunfar y alcanzar altos puestos en la vida nacional.
Él fue representativo de las posibilidades que Chile ofrece a sus hijos, pero, en este caso, con características muy extraordinarias. Tal como se señaló, nació en un hogar humilde y fue acogido por una familia modesta que supo inculcarle valores y principios, especialmente los cristianos, e hizo posible que, sin completar de joven lo que pudiera llamarse una educación, fuera capaz de llegar a ser un hombre culto y de destacar dondequiera que estuviese.
Era técnico textil, y ya a los 26 años llegó a la presidencia del sindicato de la empresa "Sumar", donde trabajaba y en la cual estuvo más de dos decenios. Desde allí desarrolló una vida gremial que le permitió no solamente luchar por lo que creía, por los trabajadores, por sus aspiraciones y por mejorar su nivel de vida, sino también enfrentar toda suerte de dificultades para llegar a ser la figura más destacada del sindicalismo chileno.
Pero esta tarde quiero hacer presente una circunstancia que debería ser, frente a la muerte tan prematura de Manuel Bustos, un elemento de unión entre nosotros. Porque, de alguna manera, él era representativo de cómo en Chile es posible la unidad en la diversidad: unir -según ya se manifestó aquí- los esfuerzos de quienes no necesariamente compartimos los mismos principios o los ideales políticos, o no coincidimos en los modos de llevar a cabo el progreso, pero sí tenemos todos presente que en definitiva debemos aspirar a una patria mejor, a una patria capaz de brindar a todos sus hijos un porvenir digno.
Creo que Manuel Bustos era muy representativo de un tipo de hombre que debe llenarnos de orgullo como chilenos, porque su voluntad, su inteligencia, su simpatía, su fácil oratoria, lo llevaron a ser un líder, a que muchos lo siguieran. Y en esta tarea, cualquiera que haya sido su proceder concreto, haya o no coincidido el Senador que habla con los pasos que daba, indudablemente que lo guiaba un interés superior: sus principios cristianos, sus principios de solidaridad, su deseo de lograr un mejor nivel de vida para los trabajadores chilenos y, de esa manera -como señalé-, construir una patria mejor.
Por eso, debemos sentirnos orgullosos de que Chile produzca personas de la calidad, de la estatura moral de Manuel Bustos.
Y me han de permitir Sus Señorías destacar la última oportunidad en que lo vi, aquejado ya de la cruel enfermedad que lo llevó a la muerte, cuando concurrió con el Diputado señor Seguel ¿que hoy nos acompaña-, invitado por la Comisión de Trabajo del Senado, a defender una iniciativa que ellos y otros Parlamentarios habían presentado en la Cámara de Diputados. Estaba ya muy cerca de la muerte, afectado por esa enfermedad tan grave; sin embargo, tuvo la decisión y voluntad de asistir a dicho organismo, y defendió sus puntos de vista con simpatía y talento, e indudablemente contribuyó a que dicho proyecto se convirtiera en ley, aunque lamentablemente su publicación ocurriera al día siguiente de su muerte.
A mi juicio, eso lo representa como un hombre entregado por entero a lo que cree, y a quien nada detiene. No lo detuvieron en el pasado las dificultades aquí señaladas ni los problemas que enfrentó, ni tampoco el cáncer que lo aquejaba. Por ello, fue capaz de concurrir a defender un proyecto concreto que consideraba conveniente para los trabajadores, a los cuales entregó su vida.
Por lo anterior, estimados colegas, adhiero con mucha sinceridad y afecto a este homenaje. Estoy seguro de que su esposa e hijos han de sentir la satisfacción de haber estado vinculados a un hombre superior, capaz de despertar la admiración no sólo de quienes compartían sus ideales, sino de los que no lo hacían; capaz de compartir la simpatía, el afecto, el cariño y el agradecimiento de todos, que es lo que hago en este caso en nombre de los integrantes de mi Partido.
Muchas gracias.
--(Aplausos)).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Valdés.

El señor VALDÉS.- Señor Presidente, estimados colegas, ya se expresó la voz de nuestra bancada, pero quiero agregar la mía como amigo de Manuel Bustos, quien me dio su confianza y me honró con un afecto que fue compartido.
Deseo expresar, particularmente a Myriam y a su familia, lo que significó para muchos el apoyo de un hombre de tan recia dignidad, tanta fuerza de carácter y tan nobles sentimientos como fue Manuel.
Fuimos amigos y compañeros en momentos muy difíciles. Juntos estuvimos en la cárcel, donde uno se encuentra con las virtudes puras de las personas, porque no hay oportunidad de mostrar los defectos. Juntos marchamos en numerosas oportunidades e hicimos muchas proclamaciones. Me correspondió ayudarlo cuando fue expulsado de su patria como un "paquete" -al igual que Jaime Castillo, Renán Fuentealba y tantos otros-, sin pasaporte y sin ropa. Hablé con uno de los mayores intelectuales de Brasil, Helio Yaguaribe, con el objeto de que fuera a recibirlo al aeropuerto de Río de Janeiro -donde debía bajar pues hasta ahí llegaba su pasaje- y le diera algunos dólares para subsistir. Lo vi después cuando estaba exiliado en Roma, donde en muy poco tiempo adquirió una relevancia y respetabilidad generalmente reconocidas.
Fue un hombre que también sufrió posteriormente, y lo comprendí y apoyé dentro de mis posibilidades, porque incluso en nuestro Partido encontró incomprensiones, debido a las circunstancias que ha relatado el Honorable colega señor Ruiz: la formación de las fuerzas sociales de los partidos para enfrentar la futura democracia.
Quiero destacar particularmente un aspecto, porque su vida pública ha sido bien narrada. A mi juicio, él, así como el Cardenal Silva Henríquez, representa valores del más alto nivel que Chile puede expresar. Ambos, hombres del campo, de la tierra. El Cardenal tuvo la posibilidad de asistir a una universidad, recibirse de abogado, ser nombrado obispo y cardenal, pero en lo íntimo sus condiciones eran muy parecidas a las de Manuel Bustos: hijo de campesinos. Éste siempre relataba que aprendió muchas cosas en el servicio militar, porque su origen era modesto y provenía de una tierra muy alejada. Realizó tareas humildes y sencillas en el campo, pero mantuvo algo que el Cardenal también poseía: fuerza, energía, claridad; típicas condiciones del hombre de campo: echado hacia atrás, mirada directa, enojos súbitos, pero que siempre terminaban en sonrisas.
Era un hombre alegre, bueno, superior. No le importaba carecer de medios: vivía alegre con la vida, incluso en la privación más absoluta de la celda. Vivía de ser chileno, de ese chileno que es la mejor expresión de nuestra tierra: el que nace y vive en la fragancia de las flores, de los sembrados, a la espera de la primavera y de la simiente que brotará. Manuel fue un hombre admirable. Hasta el último momento mantuvo esa fuerza de pisar fuerte, de andar derecho, de no tenerle miedo a nadie. Ésas son características chilenas que Manuel Bustos exhibió durante toda su vida, en lo privado y en lo público, porque nunca se asustó ante nadie, y siempre tuvo una sonrisa para todos.
Rindo hoy el homenaje de un amigo, de quien vio en él a un líder, un conductor y un hombre admirable.
--(Aplausos).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Muchas gracias a todos los señores Senadores.
Realmente, pienso que el homenaje rendido debe llenar de orgullo al Senado, y ha correspondido a un justo reconocimiento a Manuel, como también a su familia y amigos y a los dirigentes que hoy nos acompañan.
Propongo que la comunicación solicitada por el Honorable señor Muñoz Barra se envíe en nombre del Senado.
Si no hay inconvenientes, así se acordaría por la unanimidad de la Sala.
Acordado.
Se suspende la sesión, con el objeto de despedir a la familia de Manuel Bustos.

___________________
--Se suspendió a las 17:15.
--Se reanudó a las 17:28.
___________________

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Continúa la sesión.
Antes de comenzar el Orden del Día, ofrezco la palabra al Honorable señor Cordero.


HOMENAJE A FUNCIONARIO CHILENO DE UNICEF
ASESINADO EN ÁFRICA

El señor CORDERO.- Señor Presidente, hace algunos días, un chileno, funcionario de UNICEF y al que no tuve la oportunidad de conocer, fue brutalmente asesinado en África por el solo hecho de cumplir con el deber de ayudar a los más débiles. Me refiero al señor Luis Zúñiga Zárate.
En razón de lo anterior, solicito a la Mesa que tenga la gentileza de disponer que el Senado rinda homenaje a este compatriota, guardando un minuto de silencio.
--Por acuerdo de la Sala, se guarda un minuto de silencio.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¡Muchas gracias!
V. ORDEN DEL DÍA



ACUERDO ENTRE CHILE Y REPÚBLICA CHECA CONTRA TERRORISMO INTERNACIONAL, ACTIVIDAD DELICTUAL INTERNACIONAL Y TRÁFICO ILÍCITO DE ESTUPEFACIENTES Y SUSTANCIAS
PSICOTRÓPICAS Y RADIACTIVAS


El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, sobre aprobación del Acuerdo entre los Gobiernos de las Repúblicas de Chile y Checa sobre cooperación en la lucha contra el terrorismo internacional, la actividad delictual internacional organizada y el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas y radiactivas, suscrito en Santiago el 23 de septiembre de 1996, con informe de la Comisión de Relaciones Exteriores.
--Los antecedentes sobre el proyecto (2307-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 28ª, en 7 de septiembre de 1999.
Informe de Comisión:
Relaciones Exteriores, sesión 5ª, en 16 de octubre de 1999.

El señor HOFFMANN (Secretario subrogante).- La Comisión, en su informe -que los señores Senadores tienen en sus escritorios-, hace una descripción del instrumento internacional de la referencia y expresa que su principal objetivo es el de asegurar eficazmente la coordinación en la lucha contra el terrorismo internacional, la actividad delictual internacional organizada y el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias radiactivas, sobre la base de los principios de igualdad, reciprocidad y mutuo beneficio.
Añade la Comisión que el proyecto de acuerdo requiere de simple quórum para su aprobación, y termina consignando que él fue aprobado en general y particular por la unanimidad de los miembros presentes Honorables señores Valdés (Presidente), Horvath, Martínez y Romero.
En consecuencia, la Comisión de Relaciones Exteriores propone acoger la iniciativa en los mismos términos en que lo hizo la Cámara de Diputados.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En la discusión general y particular del proyecto de acuerdo, tiene la palabra el Honorable señor Valdés, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.


El señor VALDÉS.- Señor Presidente, dada la relación del informe, pareciera que nuevamente resulta innecesario que el Presidente de la Comisión, y en nombre de ella, dé cuenta del trabajo realizado. Éste es un antiguo no digo problema sino acto de descordinación -no sé cómo llamarlo- en el Senado. En mi opinión, corresponde al Senador informante dar cuenta de los proyectos que se presentan a la Sala y contestar las preguntas que se desee formular. Sin embargo, frente a una relación tan completa como la hecha, es poco lo que resta por agregar, salvo que se trata de un acuerdo suscrito con motivo de la visita a Chile del Presidente de la República Checa, el señor Vaclav Havel, eminente personalidad. Y constituye una expresión de propósito de las partes para coordinarse en la lucha contra la delincuencia, el terrorismo y el tráfico ilícito de estupefacientes. Ambos países se consultarán.
Por consiguiente, este instrumento representa la intención de dos Gobiernos que ponen por escrito lo que es normal en sus relaciones bilaterales: consultarse mutuamente. De manera que a la Comisión ¿tal vez como un acto de cortesía o de protocolo- no le mereció ningún reparo, sino, por el contrario, la aprobación unánime.
Es todo cuanto puedo informar a la Sala.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La Mesa señala que, efectivamente, se trata de un proyecto de breve explicación, la que en este caso ha resultado coincidente con la obligación de la Secretaría de informar de manera sucinta acerca de lo realizado por cada Comisión, lo que corresponde que sea dado a conocer por el Presidente del órgano técnico respectivo.
En este caso, se produce casi una coincidencia; pero, de acuerdo con el artículo 115 del Reglamento, el Secretario está obligado hacer una relación. En consecuencia, de acuerdo a lo informado por él y a las observaciones del Honorable señor Valdés, el Senado estaría en condiciones de despachar el proyecto.

El señor NÚÑEZ.- Señor Presidente, ¿puedo hacer una pregunta?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Por supuesto, Su Señoría.

El señor NÚÑEZ.- Deseo que el Presidente de la Comisión precise si el convenio suscrito entre el Gobierno de Chile y la República Checa no sólo apunta a luchar contra el terrorismo internacional y ciertas actividades delictuales internacionales, sino también a combatir el tráfico de sustancias "radioactivas". Creo que así debiera decirse, y no "radiactivas".

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La expresión correcta es "radiactiva".
El señor NÚÑEZ.- Deseo saber si existe algún otro tratado similar en la materia, por cuanto éste al parecer sería el primero que Chile firma y en el cual nuestro país se compromete con otra república a evitar el tráfico de tales sustancias, que son particularmente nocivas, y respecto de las cuales actualmente en Europa existe una legislación extraordinariamente más rigurosa que la que se aplica en nuestro continente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede continuar el Honorable señor Valdés.

El señor VALDÉS.- Señor Presidente, en las Comisiones de Medio Ambiente y Bienes Nacionales y de Relaciones Exteriores se halla en estudio un proyecto de ley que prohíbe la internación de desechos provenientes del extranjero, entre los cuales se encuentran los materiales radiactivos y los productos o especies que puedan ser dañinos para los habitantes del país.
Esa iniciativa dice relación a lo que sucede en algunos lugares de la zona norte, donde a veces se depositan elementos de desecho provenientes del exterior. Al respecto, se ha analizado la noción de desecho o material en desuso. Hay consenso en cuanto a aprobar la idea de legislar y se están efectuando consultas a los Ministerios respectivos a fin de adoptar una fórmula tendiente a evitar que ciertas zonas de nuestro territorio se transformen en vías de tránsito o en depósitos de ese tipo de sustancias. El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En todo caso, la respuesta al Senador señor Núñez se puede complementar con el propio informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, donde se señala que los acuerdos suscritos por Chile con otras naciones sobre la materia a que se refiere el tratado en debate, se han basado -entre otros instrumentos internacionales- en la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, de 1988. Además, fuera del marco de esa Convención, Chile ha celebrado acuerdos con El Salvador, Israel, Italia, Jamaica y Uruguay.

El señor VEGA.- Pido la palabra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La tiene, Su Señoría.

El señor VEGA.- Señor Presidente, con relación a lo expresado por el Senador señor Valdés y a la consulta formulada por el Honorable señor Núñez, debo manifestar que existen acuerdos firmados por la Dirección General de Aeronáutica Civil y la Organización Internacional de Aviación respecto de actos ilícitos en la aviación comercial y del transporte de residuos peligrosos, químicos y radiactivos, y su correspondiente control.
Entre los reglamentos y normas dictados por el mencionado organismo figuran el DAR 17 y el DAR 18, derivados del Acuerdo de Montreal, de la Organización Internacional de Aviación Comercial, de 1981.
Producto de tales acuerdos existen normas vigentes en Chile relativas al control que debe establecerse en toda el área de vuelos internacionales, al terrorismo y al tráfico de sustancias peligrosas, aspectos a que se refiere la iniciativa sobre la cual ha informado el Honorable señor Valdés, que se encuentra en la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales y que próximamente llegará a la Sala.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Frei.
La señora FREI (doña Carmen).- Señor Presidente, desearía que se aclarara si el término es "radiactivas" o "radioactivas". El acuerdo se refiere a sustancias "radiactivas". ¿Se trata de una palabra mal traducida desde el Inglés y que seguimos usando?

El señor HOFFMANN (Secretario subrogante).- El Diccionario de la Lengua Española no contempla el término "radioactiva".
La palabra correcta es "radiactiva".

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En votación el proyecto de acuerdo.
Si le parece a la Sala, se aprobará.

--Por unanimidad, se aprueba en general y en particular el proyecto de acuerdo.


El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminado el Orden del Día.
VI. INCIDENTES
PETICIONES DE OFICIOS

El señor HOFFMANN (Secretario subrogante).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se les dará curso en la forma reglamentaria.
___________________
--Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
Del señor FERNÁNDEZ:
Al señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción y al señor Director del Servicio Nacional de Pesca, sobre APLICACIÓN DE EXENCIONES TRIBUTARIAS POR SERNAP EN PRIMERA, UNDÉCIMA Y DUODÉCIMA REGIÓN.
De la señora FREI:
Al señor Ministro de Obras Públicas, relativo a CONSTRUCCIÓN DE PLAZA DE PEAJE EN SECTOR LA NEGRA, DE ANTOFAGASTA (SEGUNDA REGIÓN).
Del señor HORVATH (todos relativos a Undécima Región):
A los señores Ministros del Interior y del Trabajo, acerca de RECONSIDERACIÓN DE MEDIDA QUE INCORPORA A REGIÓN DE AISÉN A RÉGIMEN DE JORNADA CONTINUA DE TRABAJO; a los señores Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción, Subsecretario de Pesca, Director General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante y Director del Servicio Nacional de Pesca, referente a HABILITACIÓN DE PUERTO CISNES PARA DESEMBARQUE CONTROLADO DE PESCA ARTESANAL; a los señores Ministros de Economía y del Trabajo, y señora Directora del Trabajo, tocante a REPRESENTATIVIDAD DE FEDERACIÓN DE PESCADORES ARTESANALES DE AISÉN; a los señores Ministro de Educación, Secretario General del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, Presidente de la Agrupación de Universidades Regionales y Rector de la Universidad de Los Lagos, en cuanto a IRREGULARIDADES EN SEDE COIHAIQUE DE UNIVERSIDAD DE LOS LAGOS; a los señores Ministro de Educación, Director de DIGEDER y Alcalde y Concejo Municipal de Coihaique, con relación a DEFICIENCIAS EN ESCUELA PABLO NERUDA, DE VILLA ORTEGA, COMUNA DE COIHAIQUE; al señor Ministro de Agricultura, relativo a PROGRAMAS DE SUBVENCIONES PARA SECTORES AGRÍCOLA, GANADERO Y SILVÍCOLA DE REGIÓN DE AISÉN, y al señor Alcalde y al Concejo Municipal de Coihaique, sobre SANCIONES POR CONSTRUCCIÓN DE VIVIENDAS NO AJUSTADAS A PLANO REGULADOR EN COIHAIQUE, y HABILITACIÓN DE SITIO ESPECIAL PARA DEPOSITAR ÁNFORA PROCEDENTE DE SUIZA CON RESTOS DE PROFESOR, GEÓGRAFO Y EXPLORADOR HANS STEFFEN HOFFMANN, DEFENSOR DE DERECHOS DE CHILE EN LA PATAGONIA Y EN ACTUAL COMUNA DE COIHAIQUE.
Del señor LAGOS:
Al señor Ministro de Relaciones Exteriores, acerca de NEGOCIACIONES ENTRE CHILE Y PERÚ PARA RESOLVER CLÁUSULAS PENDIENTES DE TRATADO DE 1929.
__________________

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En Incidentes, el primer turno corresponde al Comité UDI e Independientes.

El señor FERNÁNDEZ.- Pido la palabra.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Señoría.


OBSERVACIONES SOBRE ARRESTO DE
SENADOR SEÑOR PINOCHET

El señor FERNÁNDEZ.- Señor Presidente, el arresto del Senador Pinochet es una afrenta para nuestra soberanía.
Se ha cumplido ya más de un año desde la detención ilegal del Senador Pinochet por el Gobierno británico, a pedido del Gobierno español, violando su inmunidad diplomática y de ex Jefe de Estado, así como su fuero parlamentario. Y en días recientes, el fallo de un magistrado británico resolvió, en primera instancia, que procede la extradición del ex Presidente desde Inglaterra a España. Todo ello, por imputación de supuestos delitos que se habrían cometido fuera del territorio español y cuyas presuntas víctimas no eran de esa nacionalidad. Considerando este hecho, si se respetara elementalmente el derecho internacional, España jamás podría tener jurisdicción para conocer del asunto.
Mucho más allá de que se valore la obra y se respete la figura del ex Presidente Pinochet -como ciertamente yo lo hago-, lo que aquí está en juego es la soberanía nacional. Porque en este caso, sin duda alguna, durante más de un año se ha atropellado una y otra vez la soberanía de Chile. No se trata de disquisiciones académicas sobre qué alcance tiene o debe tener la soberanía, sino de realidades palmarias y profundamente humillantes para el país.
En efecto, se ha interferido en la política interna interviniendo en el proceso de normalización nacional, el que, pese a todas las dificultades que conocemos, había logrado avances importantes hasta el 15 de octubre de 1998.
Se ha hecho caso omiso de los planteamientos de las instituciones fundamentales: Presidente de la República, Senado, Poder Judicial, Fuerzas Armadas y de Orden, Contraloría General de la República.
Se ha engañado y mentido repetidamente a nuestros más altos personeros gubernamentales. ¡Incluso, se ha alterado la composición de este Senado por actos de Gobiernos extranjeros!
No es mejor el cuadro en el ámbito del Derecho Internacional, tantas veces invocado en este caso como pretexto para atropellar la soberanía chilena: España ha violado un tratado para la resolución de conflictos al negarse a aceptar el arbitraje previsto en ese instrumento internacional. Aún más, ha rechazado también el arbitraje que prevé especialmente la Convención contra la Tortura, ¡la misma que invoca para pedir la extradición del ex Presidente chileno!
La conducta de los Gobiernos británico y español es una burla al Derecho Internacional, al Derecho Penal y, en general, a toda norma de convivencia pacífica entre los Estados. Ante eso, ¿qué garantías puede tener Chile de que cumplirían siquiera un fallo de la Corte Internacional de La Haya?
Además, dicha conducta constituye una afrenta de hecho a la dignidad nacional, pues nadie seriamente imaginaría que esta sucesión de atropellos pudiera perpetrarse impunemente por un país pequeño contra una potencia desarrollada. ¡Sin duda, esa potencia actuaría de inmediato y con la mayor energía en defensa de su soberanía! No es imaginable que personeros de su Gobierno sostuvieran que la soberanía es un concepto anticuado, superado por tal o cual tratado o convención. Tampoco es imaginable que la potencia así ofendida observara semejante atropello sin mayor reacción, ni que pretendiera mantener las relaciones con el ofensor -diplomáticas, comerciales y otras- en un nivel de completa normalidad.
En el caso de Chile, las relaciones bilaterales se han resentido. Y ese deterioro, inevitablemente, se agrava día a día, pese a las apariencias formales. Muchos cambios serán necesarios antes de que recobren el nivel que tuvieron, y las cicatrices no se borrarán en mucho tiempo.
Especialmente vergonzosa ha sido la conducta del Gobierno español, que se presenta como justiciero del mundo. Y, atento a un par de puntos en las encuestas o a un puñado de votos, ha roto vínculos construidos a lo largo de décadas. Esa pequeñez contrasta con la actitud de Felipe González, quien, no obstante estar en la Oposición, ha tenido en la materia una visión de Estado.
Hay, además, una inconsecuencia desvergonzada del Gobierno de España, en cuanto se arroga un enjuiciamiento de nuestra transición, en circunstancias de que durante 25 años se ha guardado bien de no remover absolutamente nada respecto de su propio pasado de guerra civil y dictadura entre 1936 y 1975, donde sin duda encontraría material incomparablemente más abundante y fundado que el que ahora imputa a nuestro país.
Chile no necesita lecciones de democracia de nadie, y menos, por cierto, de España, que es una recién llegada a esa noción.
¿Cuánto tardará en recuperarse la confianza y la amistad traicionadas?
Es justo señalar que nuestro Ministro de Relaciones Exteriores, señor Juan Gabriel Valdés, ha tenido en las Naciones Unidas palabras y actitudes dignas, que destacan tanto más frente al cúmulo de humillaciones infligidas al país.
Esa línea de firmeza es la correcta y deberá mantenerse invariablemente en esta etapa decisiva para la soberanía nacional, y aun fortalecerse mucho más.
Si prevaleciera lo jurídico, el ex Presidente Pinochet debería volver de inmediato a Chile. Pero la evidencia enseña que no cabe esperar que los Gobiernos español y británico antepongan el Derecho a sus conveniencias políticas de corto plazo.
Siendo así, debemos multiplicar nuestros esfuerzos; desplegar todas las acciones posibles para defender la soberanía chilena, que es el principio que realmente está en juego.
"Soberanía" significa independencia, autodeterminación, capacidad de hacer respetar nuestras leyes. Si no logramos preservarla en este caso, estarán dados el precedente, el incentivo y las condiciones para que mañana la ignore cualquier otro país, con cualquier otro pretexto o cualquier otro apetito.
He dicho.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si el Comité Unión Demócrata Independiente e Independientes no va a hacer uso del tiempo que le resta, en el turno del Comité Renovación Nacional ofrezco la palabra al Honorable señor Ríos.


DESCENTRALIZACIÓN DE SERVICIOS DE
VIVIENDA Y URBANIZACIÓN

El señor RÍOS.- Señor Presidente, en el ámbito administrativo del país ha ocurrido un hecho muy importante. Hemos estado conversando sobre ello con los Senadores señores Lagos y Horvath, quienes me han encomendado que me refiera al asunto en esta parte de la sesión, en nombre de los tres.
Se trata del anuncio hecho por el señor Ministro de Vivienda refiriéndose a la descentralización de todas los Servicios de Vivienda y Urbanización en el país, en el sentido de que en el futuro cercano (así lo esperamos) entregará a los gobiernos regionales la responsabilidad de administrar y disponer la aplicación de las normas y políticas de vivienda en Chile.
Sobre el particular, deseo entregar algunas informaciones relevantes que apoyan absoluta y plenamente esta acción del señor Ministro de la Vivienda y Urbanismo.
Cuando en 1990 se iniciaron las actividades del Parlamento, tuve oportunidad de asumir la Presidencia de la Comisión de Vivienda del Senado, al tiempo que en la Secretaría de Estado correspondiente asumía como titular el señor Alberto Etchegaray. Por entonces nos encontramos con que la cifra de deudores habitacionales era bastante alta, abarcando alrededor de 302 mil familias.
Iniciamos inmediatamente, junto con el Ejecutivo, los trabajos tendientes a bajar esa deuda, y surgió la determinación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, junto con el de Hacienda, de marginar de ese compromiso a 248 mil deudores SERVIU. Básicamente, el sistema ideado consistía en que, cancelando el deudor una cuota bastante baja, terminaba con la odiosa situación de estar expuesto a perder el bien físico primario fundamental de la familia.
Sin embargo, en aquella ocasión, el Ministerio de Vivienda, a través de su Subsecretaria de aquella época, la señora Mc Donald, señaló que existían familias allegadas del orden de 800 mil. Esta cifra me resultó muy grande, demasiado extensa, y no me pareció que correspondiera a una realidad. No obstante, comenzamos a trabajar sobre un conjunto de disposiciones (y con una actitud muy sólida y fuerte en todo el sector, tanto legislativo como ejecutivo de ese ámbito) establecidas en las Leyes de Presupuestos, con el fin de mantener o aumentar el número de subsidios habitacionales.
En 1992 se llevó a efecto el censo, y éste señaló que existían 4,36 habitantes por casa en el país. En aquella ocasión, junto con el señor Ministro y el Presidente de la época, establecimos una acción conjunta que nos permitiera llegar al año 2002 con cuatro habitantes por casa. La anterior cifra de 4,36 habitantes que entregó oficialmente el censo, en alguna forma echaba por tierra el excesivo número de 800 mil familias allegadas. Ello, porque 4,36 habitantes por casa, considerando que existía aquel número de familias habitando viviendas, evidentemente era una cifra que suscitaba dudas.
Finalmente concluimos que, para llegar a los cuatro habitantes por casa en el 2002, debíamos elaborar proyectos que significaran la construcción de un millón 200 mil viviendas.
Bajo esa idea comenzamos a trabajar. Se consideraron todas las normas legales, y se asumió la defensa de los recursos para la vivienda en la Ley de Presupuestos. Se celebraron muchísimas reuniones con el sector privado, con la Cámara Chilena de la Construcción, con la banca privada, etcétera. Y concluimos que a partir de ese año 1992 construiríamos alrededor de 120 mil viviendas anuales.
En 1996, la cifra llegó a 136 mil viviendas por año. En los períodos anteriores ese índice había registrado entre 124 mil y 125 mil unidades. Posteriormente, en 1997, la cantidad bajó a 126 mil; y en 1998 subió a 128 mil. En 1999 suponemos que se construirán unas 100 mil viviendas.
Pero qué ha ocurrido con la encuesta CASEN, que acaba de recibirse en el Senado. Esa medición señala que hoy existen 3,86 habitantes por casa. Lo admirable es que, habiéndose construido entre 1992 y el 31 de diciembre de 1998 (que es la fecha de la encuesta) una cifra cercana 680 mil viviendas, en definitiva quedamos con 3,86 habitantes por casa. A esto hay que sumar el aumento vegetativo de la población, que es del orden de los 360 mil nacidos; y restar las personas que fallecen, lo que da un crecimiento de la población de 1,6 por ciento anual. Eso nos da una cifra cercana a las 200 mil personas que se integran anualmente a la familia chilena.
En lo que ha señalado el señor Ministro se contienen dos informaciones muy importantes. Primero, el hecho de que se regionalizará todo el sistema de Vivienda, y se pretende entregar a los Gobiernos regionales esta responsabilidad. Los Senadores que hemos estado estudiando esta materia encontramos que es una medida realmente extraordinaria, fantástica, de un gran espíritu descentralizador. En segundo lugar, el señor Ministro anunció que todos los proyectos referidos a viviendas de 18 metros cuadrados, que se denominaban "viviendas progresivas", dejarán de realizarse a partir de 1º de enero, para comenzar a construirse en el país un tipo de viviendas de 40 metros cuadrados; y se aumenta el subsidio de 140 a 180 y 200 unidades de fomento. Ello nos permite a todos suponer que efectivamente Chile entra en materia de viviendas en un ámbito que deja claramente atrás las características propias del subdesarrollo, cuales eran las viviendas progresivas, que sí representaban una solución para las personas más modestas, pero que no permitían suponer que Chile hubiera experimentado avances importantes en su desarrollo.
Yo diría, señor Presidente, que en estos aspectos se produce el éxito por dos razones fundamentales. En primer lugar, sin duda que en materia de políticas sociales, la de vivienda ha sido la más estable en los últimos 30 años. Se ha llevado a efecto con reglas del juego muy conocidas por todos los actores, con participación muy importante de las empresas constructoras. En general, en nuestro país ha habido buenos Ministros de Vivienda que han llevado una relación muy adecuada con la empresa privada.
Seguidamente, ha existido una participación de la empresa particular muy armónica con el sector público. Es muy importante que hoy día Chile, con 3,86 habitantes por casa, donde no existe conflicto alguno entre el sector privado y el público, el 84 por ciento de la inversión que ha logrado llegar a esta cifra admirable en América Latina, corresponde a recursos privados que actúan bajo la normativa pública y con las orientaciones que el Ministerio ha entregado.
Debemos entender también que la labor del Gobierno subsidiario ha sido muy eficiente, desde mi punto de vista. Los Poderes Ejecutivos de los últimos años han desempeñado una labor de subsidiariedad admirable. Esto, llevado en buena forma, sin afanes partidistas ni políticos, y con un organismo como es el de la empresa privada en materia de construcción, muy gremial y bastante alejada de la cuestión política, ha permitido lograr los éxitos que estamos señalando.
En cuanto a función subsidiaria, hay que agregar a los subsidios indirectos que muchas municipalidades del país han sumado al entregar sitios, como también los aportes admirables de organizaciones como la Fundación La Dehesa, a la que algún día deberemos rendir un homenaje en el Senado. Opino que dicha función ha sido partícipe de a lo menos 140 a 180 mil viviendas en que su aporte ha sido sin duda fundamental. Y hay otros casos, como el de particulares y empresas que regalan sitios para sus trabajadores, y el del Programa Especial para Trabajadores (PET), que reúne a muchas industrias y empresas, lo que ha significado, asimismo, una participación importante.
En resumen, señor Presidente, mi intervención en esta hora de Incidentes es para apoyar entusiastamente el anuncio del señor Ministro de Vivienda y Urbanismo; señalar que el sector está hoy en condiciones de dar pasos muy trascendentes y que cuando existe una relación adecuada entre los sectores público y privado, con metas y normas claras y permanentes por bastante tiempo, siempre se alcanza el éxito; y, lo que es más importante, recalcar que lo sucedido en el área de la vivienda -hoy día ubicada en Chile en los últimos lugares como problema social, siempre detrás de salud, que se sitúa en segundo término- indica claramente que la prudencia, la marginación política y la acción privada y pública conjunta dan resultados estupendos.
Nada más, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Resta poco menos de 7 minutos al Comité Renovación Nacional.
Tiene la palabra el Honorable señor Lagos.


PARTICIPACIÓN DE PRIMERA REGIÓN EN SOLUCIÓN DE
PROBLEMAS CON PERÚ. OFICIO

El señor LAGOS.- Señor Presidente, se ha informado que han avanzado sustancialmente las negociaciones entre los Gobiernos de Chile y Perú para resolver el problema de las cláusulas pendientes del Tratado de 1929.
Me parece importante resolver los asuntos pendientes con dicho país, para facilitar así una relación más estrecha y enriquecedora con nuestros vecinos.
Debemos tener en cuenta que la solución que allí se alcance tendrá que incidir en la Primera Región y sus habitantes. Somos nosotros quienes día a día tenemos que reforzar nuestra soberanía en estas regiones extremas.
La solución del problema específico mencionado deberá ir acompañada de otras materias cuya cooperación permitirá tener con Perú una relación más fluida.
El intercambio comercial entre Chile y esa nación en esta zona es importante. Por ello, debemos adoptar medidas con el objeto de incrementarlo. Para nosotros resulta sustancial obtener un tratado recíproco para el intercambio comercial.
En la actualidad, las importaciones peruanas se benefician con nuestros bajos aranceles; nuestras exportaciones, en cambio, están gravadas con aranceles mucho más altos para nuestra relación con Perú. En el caso de la frontera Santa Rosa, a continuación de Chacalluta, el vecino país tiene establecido un gravamen de 35 por ciento, lo que hace imposible llevar a cabo una relación comercial entre Arica y Tacna.
El Presidente Fujimori, quien en un plazo breve se verá enfrentado a una elección presidencial, tiene interés particular en conquistar el voto del sur de Perú. Ha iniciado, por tanto, una fuerte ofensiva para desarrollar las zonas limítrofes con Chile.
Ése es un propósito legítimo, que no me corresponde objetar. Sin embargo, debe acicatearnos para redoblar nuestros esfuerzos por alentar el desarrollo de la Primera Región.
Hay, pues, todo una desafío en el norte, que exige una actitud más clara de nuestras autoridades. En ninguna zona fronteriza debemos repetir el lamentable incidente de Laguna del Desierto.
Para ello, requerimos una política exterior transparente y en la que se tomen en cuenta los intereses comprometidos de las poblaciones afectadas.
En el caso de nuestras relaciones con Perú, la tendencia ha sido a limitar los contactos a Santiago y Lima, resultando marginados los intereses zonales, como es el caso de la Primera Región.
Ahora, queremos urgir al Ministerio de Relaciones Exteriores para que se tenga informada a la opinión pública y a la sociedad civil de nuestra Región de todos los pasos que se están dando, satisfaciendo la legítima aspiración de nuestra gente de ser consultada por acciones que deberán tener incidencia en la ciudadanía local.
Pedimos, por lo tanto, que la Cancillería nos informe y nos consulte, para expresarle nuestras inquietudes. Además, tenemos el convencimiento de que los problemas serios pendientes con Perú requieren, para ser superados con éxito, que no se caiga en precipitaciones. Dado que el actual Gobierno está ya en su ocaso, sería prudente dejar la solución definitiva de este asunto al próximo, que será elegido en diciembre.
En consecuencia, pido que se oficie en mi nombre al señor Ministro de Relaciones Exteriores transcribiéndole mis opiniones y solicitándole que tenga a bien informarme en qué estado se encuentran las conversaciones y acuerdos con la República del Perú.
--Se anuncio el envío del oficio solicitado, en nombre del señor Senador, en conformidad al Reglamento.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Corresponde el turno al Comité Institucionales 1.
No hará uso de la palabra.
Sigue en el orden el Comité Socialista.
Tiene la palabra el Honorable señor Viera-Gallo.


APOYO A CREACIÓN DE TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL

El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, quiero llamar la atención del Senado sobre la importancia de que el Parlamento apruebe el Tratado que crea la Corte Penal Internacional.
Independientemente de las apreciaciones que cada cual pueda tener acerca de la globalización en curso en el mundo y del papel que cabe a la soberanía nacional, es un hecho que los derechos humanos, por su vigencia y relevancia, han dado origen a distintos tipos de intervenciones de la comunidad internacional en la materia, que son innegables.
En lo que se refiere a los conflictos étnicos o raciales, últimamente hemos asistido a decisiones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y a veces, en cambio, a resoluciones de la OTAN a través de las cuales se ha resuelto la intervención armada en determinados países con el objeto de impedir violaciones masivas a los derechos humanos.
En algunas situaciones se han establecido tribunales internacionales que han juzgado los crímenes de guerra o contra la humanidad que se han cometido. Son los casos de Ruanda, por el genocidio ocurrido en 1994, y de la ex Yugoslavia, por los crímenes perpetrados por dirigentes serbios en Bosnia y Kosovo. Actualmente, con acuerdo del Gobierno de Indonesia, tropas internacionales de paz están salvaguardando la independencia de Timor oriental.
Es decir, cuando se produce una situación muy grave de conflicto interno, especialmente racial o nacional, la comunidad internacional, usando las normas correspondientes de la Carta de las Naciones Unidas, interviene incluso militarmente.
Paralelamente a lo anterior, se dan casos -como el que afecta a Chile- en que jueces de distintos países, principalmente europeos, se abocan a conocer procesos o situaciones de violaciones a los derechos humanos invocando tratados internacionales -por ejemplo, la Convención contra la Tortura- que les otorgan competencia y jurisdicción universal.
En el caso que nos atañe, considero posible que los jueces españoles tengan competencia. Lo que el Estado de Chile alega, sí, es que su competencia es preferente; y en tal evento, lo que corresponde es, como lo ha hecho nuestro Gobierno, recurrir a la Corte de La Haya para que dirima el asunto.
No obstante, resulta incuestionable que los Gobiernos, incluido el chileno, han suscrito tratados internacionales que otorgan jurisdicción universal en determinadas materias.
Señor Presidente, creo que la única forma de ordenar el problema a nivel internacional para los años que vienen, independientemente de las situaciones que afectan al General Pinochet y a otros ciudadanos chilenos, es estableciendo una Corte Penal Internacional con competencia clara, con jurisdicción precisa, ante la cual se pueda llevar un debido proceso cuando existan acusaciones graves por genocidio, por tortura, por crímenes de guerra o contra la humanidad, en vez de seguir el precedente de crear tribunales ad hoc, como en los casos de Ruanda y de la ex Yugoslavia, o permitiendo que un juez de cualquier país se atribuya jurisdicción.
Debemos recordar que en contra del General Pinochet no sólo ha intervenido el juez español: también se están tramitando querellas presentadas en Francia, Suiza y Holanda, a lo menos.
Por lo tanto, estimo importante para el orden internacional que haya un sistema jurídico estable, que dé garantía a los Estados y a los individuos de que la globalización en marcha, donde la soberanía sufre un proceso de relativización, se va a llevar a cabo respetando el Derecho.
Por eso, es muy importante que el Estado de Chile haya suscrito el Tratado que crea la Corte Penal Internacional, que se encuentra en discusión en la Cámara de Diputados.
Lamentablemente, un grupo de Parlamentarios -principalmente de Oposición-, invocando principios jurídicos a mi juicio propios del siglo XIX, objetan la creación de dicha Corte. De imponerse su tesis, lo único que lograrán es que la situación de los derechos humanos en Chile quede entregada al azar, a lo que resuelva cualquier juez a nivel internacional o a las decisiones coyunturales de algún organismo de las Naciones Unidas, en especial el Consejo de Seguridad.
Por ello, debe mirarse este asunto con una perspectiva más amplia, de mediano plazo. Y, al mismo tiempo, si se estableciera una suerte de incompatibilidad entre el Tratado y la Constitución, no se debería rechazar aquél, sino modificar ésta. Eso es lo que han hecho muchos países: han adecuado su Carta Fundamental a las nuevas circunstancias internacionales.
Para naciones pequeñas como Chile, que no pueden imponer sus derechos por la vía de la fuerza o de la presión, no cabe la menor duda de que la mejor arma es recurrir al Derecho, lo que ha sido tradicional en nuestra política exterior. De allí el recurso interpuesto ante la Corte Internacional de La Haya.
Entonces -insisto-, debemos mirar esto con una perspectiva de mayor amplitud. Y ojalá que, más allá de las circunstancias que hoy nos preocupan y de concepciones más o menos actualizadas, todos nos pongamos de acuerdo en que aquí hay que escoger -si se desea mirar el asunto desde un punto de vista de extremo nacionalismo- entre males menores.
Sin embargo, no cabe duda de que la idea de que Chile pueda quedar al margen de la comunidad internacional en lo referente a la tutela de los derechos humanos constituye una utopía, algo que ya quedó fuera de la realidad.
Quizás países demasiado importantes y grandes, como China, puedan lograr, por realismo político, imponer una mayor soberanía. Pero para naciones como la nuestra, la mejor defensa es el Derecho.
Por eso, señor Presidente, quiero llamar la atención para que ojalá se efectúe un debate más a fondo sobre este tema y se busquen vías de acuerdo y de consenso que permitan la aprobación del Tratado en comento.
Gracias.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- El Comité Institucionales 2 y el Comité Mixto no harán uso de su tiempo.
En el turno del Comité Demócrata Cristiano, tiene la palabra el Honorable señor Sabag.


TRASLADO Y DIVISIÓN DE PLAZA DE PEAJE
DE CHAIMÁVIDA. OFICIO

El señor SABAG.- Señor Presidente, solicito oficiar al señor Ministro de Obras Públicas para que se estudie la alternativa de trasladar y dividir la plaza de peaje ubicada en el sector de Chaimávida, de Concepción, la cual está obstaculizando seriamente el crecimiento de esta ciudad, que sólo tiene posibilidad de hacerlo hacia aquella localidad.
Esa situación perjudica al turismo y al desarrollo de Concepción. Sin embargo, la más afectada es la comuna de Florida, cuyos habitantes deben pagar peaje para llegar a aquella ciudad; los estudiantes de educación media enfrentan un pasaje más costoso por esa misma razón; asimismo, Copiulemu, pueblo perteneciente a la citada comuna, se halla estrangulado a causa del peaje.
Ahora, como el Ministerio de Obras Públicas se ha comprometido a mantener el peaje por los caminos concesionados que se encuentran a ambos lados -me refiero al camino de la madera, en el sector de Coronel, donde el concesionario cobra peaje, y a la ruta al Itata, que es concesionada y también tiene peaje-, cabría trasladar la mencionada plaza y distribuir su enclave en dos sectores: uno en la entrada sur de la comuna de Quillón (en la ruta Quillón-Concepción), y el otro, al surponiente de la comuna de Yumbel (en la ruta Cabrero-Concepción).
Naturalmente, el peaje dividido no perjudica a los habitantes de la comuna de Quillón, como tampoco a los de Cabrero y Yumbel, por cuanto, sea cual fuere el lugar donde esté la plaza de peaje, ellos deben pagar exactamente igual; si está dentro de la comuna o en el control de Chaimávida, el cobro es el mismo. En cambio, beneficia en gran medida a la comuna de Florida y a la pujante comunidad de Copiulemu, y, fundamentalmente, posibilita la expansión de Concepción.
Gracias, señor Presidente.
--Se anuncia el envío del oficio solicitado, en nombre de Su Señoría, conforme al Reglamento.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Ningún señor Senador usará el resto del tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
Habiéndose cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 18:11.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción