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Analizan efectos del horario de verano: ¿sería conveniente volver al de invierno o intercambiar ambos?

La Comisión de Minería y Energía conoció la opinión de expertos para saber cómo afecta despertar sin luz natural a nuestra salud. Asimismo, el titular de energía presentará el resultado de diversas encuestas que han medido la percepción ciudadana al respecto.

9 de enero de 2016

Imagen foto_00000014Hace exactamente un año, el Ministro de Energía, Máximo Pacheco anunció que la zona horaria de verano funcionaría en forma permanente. En marzo se materializó aquello, generando la molestia de la mayor parte de la población. La falta de luz matutina habría sido causa de desconcentración, angustia e incluso depresión en menores y adultos.

 

Considerando este escenario, el senador Juan Antonio Coloma junto a sus pares Alberto Espina, Alejandro García Huidobro, Alejandro Guillier y Andrés Zaldívar presentaron un proyecto que establece la hora oficial para todo el territorio nacional.

 

La propuesta comenzó a ser estudiada en general por los integrantes de la Comisión de Minería y Energía en su última sesión. Para ello recibieron al senador Coloma y a dos invitados: el miembro de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño, doctor Juan Carrillo; y la neuróloga de la Universidad Finis Terrae, Andrea Chávez.

 

DOS HORARIOS

 

El presidente de la Comisión, el senador García Huidobro valoró que se abriera el debate puesto que “esta materia es muy opinable y queremos tener certezas respecto a cómo afecta tener más o menos luz en distintos momentos del día, ello para adoptar la mejor decisión”.

 

“Nosotros proponemos en la moción mantener los dos horarios que es a lo que nos hemos acostumbrado los últimos 50 años. Este ciclo perseguía aprovechar al máximo la luz natural. Ahora que se han hecho cambios, hemos visto que ha alterado la productividad”, explicó.

 

Cabe recordar que históricamente Chile se regía por el llamado horario de invierno (GMT-4), sin  embargo en 1968 producto de la sequía, se introdujo el horario de verano (GMT-3) a través de un decreto de ley.

 

El ciclo de invierno regía desde el segundo sábado de marzo y hasta el segundo sábado de septiembre de cada año. En contraposición, el ciclo de verano se daba entre septiembre y marzo.

 

EFECTOS PRODUCTIVOS

 

Al respecto, el senador Coloma aseguró que debido a que el Gobierno solo dejó válido el horario de verano, ha quedado demostrado  que actividades cotidianas ligadas a la educación, agricultura y el trabajo en general, se han visto perjudicadas.

 

“Por ejemplo, en la región del Maule que represento, los rectores de establecimientos educacionales en forma unánime, nos han dicho que ha bajado el rendimiento de los niños y jóvenes, puesto que las primeras horas tratan de despertar. Llegan sin luz a la sala, y pasa mucho rato hasta que amanece y esa claridad les permite concentrarse”, manifestó recordando que también ha bajado la productividad laboral, especialmente entre trabajadores que realizan turnos.

 

¿MATERIA DE LEY?

 

Imagen foto_00000016Por su parte, el senador Guillier planteó que el problema de la falta de luz producto de los cambios de hora, es algo típico de la zona central puesto que en zonas extremas como el norte y sur del país, las estaciones están menos marcadas.

 

“Hay que tener cuidado con el tema porque se basa en las percepciones de las personas. Al principio se criticó mucho quedarnos con el horario de verano, y ahora que hay mejor tiempo, nadie se queja porque despertamos con luz y nos vamos a la casa con luz”, graficó.

 

“Estamos viendo también si esto debe ser materia de ley, puesto que tal vez no sea necesario”, comentó el legislador junto con informar que el ministro Pacheco asistirá en las próximas semanas a la Comisión para dar a conocer una serie de estudios y encuestas –entre ellas de la UDD, Mori, CEP y Cadem-, sobre la percepción de la ciudadanía respecto a la medida.

 

EXPERTOS HABLAN

 

A juicio de los expertos invitados, lo más lógico sería dejar únicamente el horario de invierno, que parece ser el que mejor se adapta al ciclo vital. Al respecto, el doctor Carrillo ilustró la mala calidad del sueño de nuestra población.

 

“De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud del 2010, un 55% de los adultos chilenos mayores de 18 años ronca; y un 41% tiene apnea del sueño. Este mal dormir está influenciado por nuestro estilo de vida. Quien duerme poco y mal no regenera los procesos que le permiten funcionar con normalidad”, aseguró.

 

El profesional comentó que el mal dormir está asociado con mayor incidencia de diabetes, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares e hipertensión, como así también depresión. “Respecto a los trabajadores que funcionan en turnos, la falta de sueño genera consecuencias más evidentes y crónicas. Sería positivo que se estudiara a este segmento”, recomendó.

 

La neuróloga Chávez profundizó en los problemas conductuales que se observan en los niños que se levantan sin luz natural. “Se reporta mucha irritabilidad y dificultades para concentrarse. Recordemos que para que se dé el proceso de aprendizaje, nuestros sentidos deben estar muy alertas. Los chicos pasan mucho rato tratando de despertar”, comentó.

 

“El hipotálamo influye en la regulación biológica, y ello está determinado por el proceso de vigilia. Si éste se ve interrumpido, el sistema completo falla. En esto hay mucho de acostumbramiento, por eso este primer año ha sido tan caótico. De todas formas nos parece que lo mejor es dejar el horario de invierno que nos permite levantarnos con más luz”, enfatizó.

 

 

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