AMPLIACIÓN DE MATRIZ ENERGÉTICA MEDIANTE FUENTES RENOVABLES NO CONVENCIONALES



El señor PIZARRO (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en tercer trámite constitucional, que propicia la ampliación de la matriz energética mediante fuentes renovables no convencionales, con informe de la Comisión de Minería y Energía y urgencia calificada de "discusión inmediata".

--Los antecedentes sobre el proyecto (7201-08) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley: (moción de los Senadores señor Orpis, señoras Allende y Rincón y señores Gómez y Horvath).

En primer trámite, sesión 50ª, en 8 de septiembre de 2010.

En tercer trámite, sesión 36ª, en 2 de julio de 2013.

Informes de Comisión:

Minería y Energía: sesión 57ª, en 5 de octubre de 2010.

Minería y Energía (segundo): sesión 90ª, en 17 de enero de 2012.

Minería y Energía (tercer trámite): sesión 48ª, en 14 de agosto de 2013.

Discusión:

Sesiones 64ª, en 3 de noviembre de 2010 (se aprueba en general); 91ª, en 18 de enero de 2012 (se aprueba en particular).

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ (Secretario General).- Cabe señalar que la iniciativa comenzó su tramitación en el Senado y en el segundo trámite constitucional la Cámara de Diputados le introdujo diversas enmiendas.

La Comisión de Minería y Energía aprobó todas las modificaciones efectuadas por dicha Corporación, por la unanimidad de sus miembros: Senadores señores Frei, Gómez, Horvath, Kuschel y Orpis, salvo en lo referente a la enmienda número 4, recaída en el numeral 2) del artículo 1°, que fue aprobada con los votos favorables de los Honorables señores Frei, Horvath, Kuschel y Orpis y la abstención del Senador señor Gómez, y en lo relativo a la modificación número 6, recaída en el artículo 2°, que fue acogida con los votos a favor de los Honorables señores Frei, Kuschel y Orpis y las abstenciones de los Senadores señores Gómez y Horvath.

En el boletín comparado que Sus Señorías tienen en sus escritorios se transcriben el texto aprobado por el Senado y las enmiendas introducidas por la Cámara de Diputados.

El señor PIZARRO (Presidente).- En discusión las modificaciones de la Cámara Baja.

Tiene la palabra el Senador señor Orpis.



El señor ORPIS.- Señor Presidente, Honorable Sala, deseo destacar que el texto en debate constituye uno de los grandes acuerdos que han logrado el Senado y la Cámara de Diputados en conjunto con el Gobierno.

La semana pasada despachamos la iniciativa sobre otorgamiento de concesiones eléctricas, y parte de lo acordado en su oportunidad establecía que se acogiera la iniciativa sobre ampliación de la matriz energética mediante fuentes renovables no convencionales.

A continuación, quiero describir cuáles fueron las modificaciones efectuadas por la Cámara de Diputados y que forman parte de este acuerdo político.

Me voy a concentrar especialmente en la más importante de todas: la referida al tema de las licitaciones.

¿Cuáles son las diferencias que hubo con aquella Corporación y que se incorporaron en el acuerdo político?

El Senado establecía en su proyecto original que la obligación en materia de generación de energías renovables no convencionales sería de 20 por ciento al año 2020. Aquí se contempla un calendario distinto para alcanzar esa meta, que llega al 2025.

En segundo lugar, la iniciativa que aprobamos en esta Corporación disponía que 50 por ciento de los retiros debieran acreditarse en el sistema eléctrico respectivo. En este caso, se elimina esa restricción.

Tercero, nuestra Corporación consignó que el pago de la multa no excluía el cumplimiento de la obligación. En esta proposición también se suprime eso, y solo queda la multa. Además, se contempla un registro público de transferencia de energías renovables no convencionales para acreditar la obligación.

Pero, señor Presidente, deseo concentrarme particularmente en el mecanismo de licitaciones, que es el punto más extenso que desarrolla la Cámara de Diputados y que es parte de este acuerdo político.

En primer lugar, uno debería preguntarse quiénes tienen la obligación de acreditar los porcentajes respectivos en el calendario. Y he de decir que esta recae en aquellos que desarrollan los propios proyectos de energías renovables no convencionales.

Sin embargo, es posible que tal obligación no se cumpla. Y de ahí nace, con el fin de establecer de manera permanente el 20 por ciento en la matriz energética, un importante artículo: el 150 ter. Este consagra el mecanismo de la licitación, que se gatilla cuando los proyectos de energías renovables no llegan al porcentaje que se determina anualmente, momento en el cual el Ministerio de Energía está obligado a licitar esa diferencia, ya que ese precepto dispone que aquella Secretaría de Estado, por esa diferencia, tenga que efectuar licitaciones en forma anual, pudiendo realizar incluso dos al año.

Paralelamente, en el mismo artículo 150 ter se determina que el mecanismo de licitación no opera si, en definitiva, dicho porcentaje se cumple.

La pregunta que surge entonces, señor Presidente, es la siguiente:

¿Qué señala la normativa de ley en estudio para el caso de que ni con los proyectos de energías renovables no convencionales presentados de manera espontánea, voluntaria, ni con el mecanismo de licitación se cubra el correspondiente porcentaje?

Que el saldo quedará para el año siguiente, cuando tendrán que efectuarse las respectivas licitaciones.

Establecida la licitación y adjudicados los proyectos, ¿qué ocurre? Que se aplica un precio estabilizado por el plazo de 10 años. Esta fue una de las grandes aspiraciones, particularmente de quienes desarrollan energía renovable no convencional, porque muchas veces, al no tener contrato, les costaba acceder al mercado financiero. Sin embargo, en lo que dice relación con el saldo no cubierto, gracias a las licitaciones se tendrá un precio estabilizado por un lapso de 10 años, lo cual les va a permitir financiar los proyectos de energías renovables no convencionales.

El artículo 150 ter también establece un mecanismo de flexibilidad, porque faculta al Ministerio de Energía para efectuar las licitaciones de manera independiente respecto de los distintos sistemas. ¿Y eso qué va a permitir desarrollar? Por ejemplo, en el norte la energía solar y en lo que concierne al Sistema Interconectado Central, las centrales hidráulicas.

La inquietud que surge en muchos debates de parte de la opinión pública tiene que ver con el hecho de que por este porcentaje Chile estaría pagando un precio muy alto, porque las energías renovables no convencionales son muy caras y no se han desarrollado. Entonces, ¿cuál es la virtud del artículo 150 ter? Que no se licita a cualquier valor, porque en forma expresa se señala que el costo de la licitación deberá ser igual al costo medio de desarrollo de una generación de un proyecto de expansión eficiente. Es decir, se fija un tope y un límite respecto de la licitación, que es el costo de desarrollo de la energía eficiente más un 10 por ciento.

Señor Presidente, como opera un mecanismo de compensaciones me gustaría realizar el siguiente ejercicio. En la práctica, ¿qué ocurriría si hoy día se estableciera el mecanismo de licitaciones? Que en el Sistema Interconectado Central las energías renovables no convencionales tendrían que pagarles a las convencionales. Y al revés, en el sistema del norte grande las energías convencionales tendrían que pagarles a las energías renovables no convencionales por las diferencias que se van produciendo entre el precio estabilizado con el marginal.

Por último, señor Presidente, aludiré a un punto estrictamente reglamentario.

En la página 32 del boletín comparado hay un error de referencia. Por tanto, debería eliminarse la siguiente frase: "previsto en el artículo 150° bis". ¿Por qué lo señalo? Porque la obligación adicional del 20 por ciento va a regir a partir del año 2013 y lo que hace el artículo 150° bis es aumentarla del 10 al 20 por ciento. En consecuencia, hay un error que debe corregirse.

En síntesis, creo que el gran mérito de la iniciativa en comento -las diferencias con la Cámara de Diputados no han sido tales, porque forman parte del acuerdo político- es hacer viables las energías renovables no convencionales, estableciendo un mecanismo permanente para asegurar que en el país, a partir del año 2025, tengamos un 20 por ciento de la matriz con ese tipo de energía.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Allende.



La señora ALLENDE.- Señor Presidente, tal como acaba de señalar el Senador Orpis, el proyecto en debate es parte de un acuerdo al que concurrimos conscientes de que estamos hablando de temas de país. Eso lo hemos dicho muchas veces, tanto en la Sala cuanto en la Comisión que integré durante este período.

Sentimos que como nación tenemos una matriz energética vulnerable, poco diversificada, muy dependiente de fósiles, en la que cada vez más van implantándose -por ejemplo, en sustitución del gas de Argentina que dejamos de recibir- centrales a carbón. Existen problemas de emisión de gases que provocan efecto invernadero a los cuales la ciudadanía en forma legítima se opone, pues quiere vivir en un medio ambiente más limpio. Hay quienes pensamos que deben convivir ahora y por un tiempo prolongado las energías convencionales con las energías renovables no convencionales. Sin embargo, otra cosa es la voluntad política, la decisión de un Estado que busca formas de flexibilizar, de derribar barreras y de permitir el ingreso al mercado de energías renovables no convencionales.

Yo creo que vamos en la línea correcta. Me alegra muchísimo ser parte de esta moción. Creo que la Comisión de ese entonces, la de Minería y Energía, con justeza formuló este proyecto para que nosotros consideráramos la posibilidad de llegar al año 2020 con un 20 por ciento de energía renovable. La verdad es que eso se ve bastante inviable y accedimos, como parte del acuerdo, a sostener: "Está bien. Tendremos que llegar al año 2025". Lo importante es buscar los mecanismos de licitación, de flexibilización, con el objeto de permitir que efectivamente se puedan superar barreras y logren entrar las energías renovables.

Creemos que con lo anterior, unido a las concesiones y a la interconexión, comenzamos a dar respuestas con sentido de país acerca de una situación que no deja de ser preocupante, pues claramente, como ya señalé, tenemos una matriz poco diversificada y vulnerable, con mucha dependencia de los fósiles y que, además, crecientemente sube de precio.

En estos días venimos presenciando la horrorosa situación que vive Siria y nadie nos puede garantizar que el precio del petróleo no se va a disparar, lo cual hará que de nuevo sigamos dependiendo de precios completamente disparatados, que pueden llegar a afectar de manera significativa aquellos proyectos fundamentales para el país.

A nuestro juicio, lo hemos hecho con mucha responsabilidad. Ha sido importante llegar a un acuerdo político claro para buscar salidas a un tema energético que notoriamente nos preocupa. Creemos que la interconexión, facilitar los trámites administrativos para la concesión y, sobre todo, derribar barreras de entrada han sido buenos logros.

Aquí se dijo con mucha claridad que las energías renovables -no todas- tienen costos mayores y que algunas de ellas requieren respaldo: una energía fotovoltaica o eólica, que depende del viento, no es continua ni permanente las 24 horas del día. Eso evidentemente la encarece. Sin embargo, podemos observar, por ejemplo, que el precio de la energía fotovoltaica hoy día es totalmente competitivo y la tendencia mundial nos muestra que los avances tecnológicos hacen que este baje. Pero también hemos visto que debido a crisis internacionales o a situaciones coyunturales, muchas veces se produce el efecto contrario: el petróleo sube desmesuradamente, lo cual puede generarnos tremendos problemas.

Entonces, las energías renovables hoy día se vuelven más competitivas. Es cierto, partieron con precios mucho más elevados, pero progresivamente han ido decreciendo.

Recuerdo que en la Sala alguien mencionó que nuestro país -lo cual es cierto- es privilegiado al tener muchas potencialidades. Sin embargo, no las ocupa.

Afortunadamente el proyecto en discusión, que propone una nueva forma de licitar y de estabilizar el precio por la cantidad de años que indica, va a permitir que las iniciativas de energías renovables no convencionales sean apoyadas por los bancos mediante préstamos y se les brinde ayuda para postular a las licitaciones.

Yo señalé con orgullo que tanto el proyecto Tolhuaca, en la Región de La Araucanía, como los proyectos Juncalito 1 y Juncalito 2, van a ser los primeros en producir energía geotérmica.

Nosotros tenemos enormes potencialidades, pero su aprovechamiento claramente no es fácil para un país como el nuestro, que no es productor de petróleo, que carece de la maquinaria, de la infraestructura y en muchos casos del recurso humano.

Por eso, señor Presidente, quiero señalar con mucha claridad que apoyamos esta iniciativa, que es parte de un acuerdo político, porque es importante avanzar.

A mi juicio, estamos dando un tremendo paso como país al defender que haya energías más limpias, no contaminantes, que no produzcan los gases de efecto invernadero. Es decir, que no contribuyamos a complejizar aún más el cambio climático, fenómeno que desgraciadamente ya estamos viviendo y que nos viene reportando consecuencias no muy deseables.

En consecuencia, apoyamos el proyecto tal como está, porque es parte de un acuerdo amplio con mirada de país sobre el tema energético.

He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Sabag.



El señor SABAG.- Señor Presidente, creo que se ha llegado a un gran acuerdo para fomentar y apoyar las energías renovables en nuestro país, las cuales, como se ha dicho muchas veces aquí, pueden aportar muchos miles de megawatts al sistema.

Por eso, nuestra Comisión de Minería y Energía nos propone aprobar todas las modificaciones planteadas por la Cámara de Diputados, siguiendo un acuerdo político alcanzado con el Ejecutivo.

El acuerdo, explicado por el Subsecretario de Energía, don Sergio del Campo, considera la aprobación de un proyecto de ley para aumentar el porcentaje de retiros del sistema eléctrico que deben ser respaldados con fuentes energéticas renovables no convencionales, de un 10 por ciento al año 2024 a un 20 por ciento al año 2020, propuesto por los Senadores señoras Allende y Rincón y señores Gómez, Horvath y Orpis.

La Ley General de Servicios Eléctricos obliga a las empresas eléctricas que efectúen retiros de energía, desde los sistemas eléctricos con capacidad instalada superior a 200 megawatts en el SIC y el SING, a comercializarla con distribuidoras o clientes finales y a acreditar que el 10 por ciento de dichos retiros fueron, a su vez, inyectados a los sistemas a través de medios de generación renovables no convencionales. El proyecto, además, aumenta el porcentaje de 10 a 20 por ciento, lo que se mantiene en el acuerdo político, junto a la graduación propuesta para alcanzar esa meta.

Conforme a la versión del Subsecretario, este acuerdo sustituyó el artículo 150 ter que el Senado había aprobado en el primer trámite constitucional, por lo que el texto que discutió la Cámara de Diputados regula un sistema de licitaciones de bloques de energía provenientes de medios de generación de energías renovables no convencionales, a cargo del Ministerio de Energía, en virtud de las cuales las empresas que retiren energía del sistema podrán cumplir con la obligación de que un porcentaje de sus retiros estén respaldados por inyecciones de energía provenientes de dichas fuentes energéticas renovables no convencionales.

Pienso, señor Presidente, que este constituye un paso muy importante. Y ojalá que este tipo de acuerdos se pueda ir extendiendo, porque es evidente que de aquí al año 2017 o 2018, si no partimos rápidamente instalando sistemas de energía eléctrica merced a entendimientos como al que se ha llegado en este aspecto, con el tiempo vamos a ver detenido el progreso de nuestro país.

Hoy nuevamente estamos buscando los grandes acuerdos que nos caracterizaron desde el año 90 en adelante. Es evidente que no todos pensamos igual, que tenemos visiones distintas, pero hay algo que nos une: el querer avanzar fuertemente en muchos ámbitos en Chile. Todavía nos falta bastante para llegar a ser un país desarrollado, para eliminar las inequidades y los abusos, para lograr mayor equidad en todo nuestro territorio, pero es indudable que los grandes acuerdos contribuyen a que ello sea una realidad en el menor tiempo posible.

Gracias.

El señor PIZARRO (Presidente).- Señores Senadores, aún quedan varios oradores inscritos, por lo que les quiero plantear un procedimiento que facilite el despacho del proyecto.

Solo dos modificaciones no alcanzaron la unanimidad: la enmienda N° 4, que fue aprobada por 4 votos a favor y una abstención, y la enmienda N° 6.

Por tanto, podríamos aprobar los cambios acogidos por unanimidad en la Comisión de Minería y Energía y proceder a efectuar una sola votación respecto de las dos enmiendas que fueron objeto de abstenciones, siempre y cuando los Senadores que las hicieron presentes las mantengan.

Únicamente me estoy refiriendo al procedimiento reglamentario.

Si hubiera acuerdo, se procedería en los términos planteados.

El señor PROKURICA.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor PIZARRO (Presidente).- Sí, señor Senador.

El señor PROKURICA.- Antes de proceder a votar las modificaciones, deseo dejar constancia de que, de acuerdo a los artículos 5° B de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional y 8° del Reglamento, me voy a inhabilitar para votar este proyecto en razón de que podría tener algún interés en el asunto de que se trata.

El señor PIZARRO (Presidente).- Perfecto. Otros dos señores Senadores han manifestado la misma inquietud.

Entonces, se darían por aprobadas las enmiendas acogidas por unanimidad en la Comisión de Minería y Energía.

--Se aprueban.

El señor PIZARRO (Presidente).- A continuación, habría que votar en conjunto las enmiendas números 4 y 6, esta última recaída en el artículo 2°, que fueron aprobadas con abstenciones.

Los señores Senadores pueden seguir interviniendo y utilizar el mismo tiempo antes asignado.

Los que estén a favor de las enmiendas deben votar que sí, y los que estén en contra, que no.

Me ha pedido la palabra el Senador señor Ignacio Walker.

El señor WALKER (don Ignacio).- Para un punto de reglamento, señor Presidente.

Deseo inhabilitarme en esta votación en virtud del artículo 5° B de la Ley Orgánica del Congreso, por tener un hermano que se dedica a las energías renovables no convencionales.

El señor PIZARRO (Presidente).- La misma situación hizo presente el Senador señor Patricio Walker, por idéntica razón.

Tiene la palabra la Honorable señora Rincón.

La señora RINCÓN.- Señor Presidente, planteo igual punto de reglamento que los colegas Patricio e Ignacio Walker.

Gracias.

El señor PIZARRO (Presidente).- Se inhabilita también la Senadora señora Rincón.

Entonces, en votación la enmiendas números 4 y 6.

--(Durante la votación).

El señor PIZARRO (Presidente).- Para fundamentar su voto, tiene la palabra el Honorable señor Horvath.



El señor HORVATH.- Señor Presidente, este proyecto, que nace de una moción en el Senado, tiene por objeto mejorar la matriz energética con energías renovables no convencionales y superar las metas establecidas en la ley vigente, adelantándolas en 20 por ciento para el año 2020.

Ese es el sentido de la iniciativa.

Esto trae aparejadas otras ventajas, como reducir los gases de efecto invernadero, y, desde luego, no solo mejorar la oferta, sino también representar la realidad de las distintas regiones de Chile y generar círculos virtuosos, dados los enormes potenciales que tenemos en el país.

Estos potenciales (la energía eólica, la solar, las pequeñas y medianas centrales hidroeléctricas, las centrales de pasada, la biomasa) han sido estudiados por diversas entidades. Y la verdad es que disponemos de antecedentes, incluso de la Asociación Chilena de Energías Renovables, de que la meta del 20/20 es perfectamente posible de cumplir.

Tal es la razón de mi abstención. A mi juicio, este acuerdo, alcanzado en su minuto entre la Democracia Cristiana y la UDI, para sacar adelante el proyecto de las concesiones eléctricas y el de la interconexión eléctrica, en el fondo soslaya un tema mucho más de fondo, pues, al prorrogarse la meta, lo que se hace es permitir que las energías convencionales sigan su dinámica y se dé -entre comillas- "la solución" que se pretende para Chile.

Lo hemos dicho en más de una oportunidad: el problema de los altos costos de la energía en nuestro país se debe a que no pueden entrar nuevos actores y a que hoy en día la energía se calcula a costo marginal y, al final, entra la más cara, que es la que manda con respecto a la tarifa que se le cobra al resto.

La concentración en tres generadoras, una gran transmisora y tres distribuidoras de alguna manera ha fortalecido al sector. Como lo hemos señalado, ellas financian al Panel de Expertos, que es el que en definitiva define y dirime lo relativo a las tarifas; son las que están en el control del despacho de carga, y además tienen garantizado por ley, desde el año 81, el 10 por ciento de las utilidades.

En este esquema, entonces, parece razonable y entendible que la energía sea cara. El problema no es de las empresas, sino de que el Estado, y nosotros, como parte de él, no hemos sido capaces de cambiar las reglas del juego.

Por estas razones, la meta del 20/20 es una iniciativa no solo loable, sino necesaria. Las cifras así lo indican. En energía eólica, por ejemplo, tenemos un potencial a implementar, de aquí al año 2020, de 2.000 megawatts; en fotovoltaica, 1.500 megawatts; en pequeñas y medianas hidroeléctricas -siendo muy conservadores-, 1.000, y en biomasa, 500. Estoy hablando de energías que incluso son más económicas que las térmicas a gas y carbón, sin considerar las externalidades.

Una es la capacidad, y otra, el factor de carga y la capacidad de generar en la misma línea. La eólica puede generar, al año 2000, 4.000 gigawatts hora; la fotovoltaica, 3.000; las pequeñas y medianas centrales hidroeléctricas, 4.500, y la biomasa, 1.000.

Por lo tanto, si uno saca la proporción respecto a la capacidad instalada; considera lo que estamos generando hoy y lo que vamos a necesitar o demandar al año 2020, y además le superpone el programa oficial de eficiencia energética, que permite ahorrar 2 mil 600 megawatts y, por ende, utilizar 10 mil a 15 mil gigawatts, estamos con metas factibles de cumplir a aquella fecha.

Esas son las razones por las cuales patrocinamos la ley en proyecto y por las que no nos parece conveniente la prórroga hasta 2025.

Si a lo anterior agregamos las centrales de pasada, que perfectamente pueden acordarse con las comunidades, garantizando los caudales ecológicos y los otros usos, el problema se halla resuelto.

Con esto, lo único que estamos haciendo es darles más oportunidad a los megaproyectos y a la concentración del sector eléctrico de nuestro país.

Esos son los motivos por los cuales en los artículos pertinentes nos abstuvimos o votamos en contra. Porque en el fondo, siendo pragmáticos, vemos que los votos en esta Sala no están como para llevar la iniciativa a una Comisión Mixta.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Frei.



El señor FREI (don Eduardo).- Señor Presidente, voy a votar a favor las dos proposiciones que la Comisión formuló por mayoría y me sumaré a las expresiones que muchos parlamentarios han vertido respecto al acuerdo logrado.

Ya despachamos el proyecto sobre concesiones, y el que estamos aprobando en este instante se encuentra en tercer trámite constitucional. También está el relativo a interconexión; esta tarde estuvimos viendo las indicaciones, y esperamos despacharlo a la Sala la próxima semana. Y seguiremos con otras iniciativas que nos permitan resolver el problema a que nos hallamos abocados.

Y lo digo porque acabo de leer en los diarios electrónicos una información que señala que, en América Latina, un país hermano sufre un apagón eléctrico a nivel nacional por falla en la línea de transmisión. Se expresa que el corte del suministro ha provocado gran conmoción y que se ven afectados el servicio de transporte y el comercio. Y el Gobierno no descartó un sabotaje. Después viene toda la crónica -cualquier colega puede leerla- sobre lo que tal hecho ha significado a partir de las 5 de la tarde: paralización de trenes y del Metro; cierre del comercio; cierre de oficinas, abarcando prácticamente todas las grandes ciudades y varios estados. Y al final se dice que se están estudiando las causas del apagón y que posiblemente se trata de un sabotaje. Se pide paciencia y, a la vez, que salgan las Fuerzas Armadas para proteger a la ciudadanía ante la emergencia.

Yo espero que en Chile no debamos vivir una situación como aquella, que afecta a una nación que tiene inmensos recursos no explotados, y que en lo futuro podamos contar con energía mucho más barata y a disposición, especialmente, de los hogares, del comercio y de todas las empresas de nuestro país.

Por otra parte, ratifico lo que constituye una realidad internacional.

Aquí estamos hablando de llegar a 20 por ciento de energías renovables. Yo, por lo menos, no conozco ningún país del mundo que consiga ese porcentaje.

Algunos logran cifras mayores. Es el caso de Alemania, que tiene 30 a 40 por ciento de energía renovable; ello, porque agrega toda la energía hidráulica. Pero si nos remitimos a lo que en este proyecto estamos entendiendo por "energías renovables", no suma más de 15 por ciento.

Alemania es de los países más avanzados en esta materia. Pero ha hecho aquello con subsidios y con aportes del Estado, para facilitar su consecución. ¿Y cómo se produce el 85 por ciento restante? Con energía hidráulica, con carbón, con petróleo, etcétera.

¡Esa es la realidad!

Por lo tanto, aquí estamos haciendo un avance. Sin embargo, debemos pensar que de alguna manera tenemos que generar el otro 80 por ciento. De lo contrario no vamos a poder reducir los precios de la energía.

Por eso, voto a favor, en la esperanza de que sigamos aprobando este tipo de proyectos, para resolver la crisis energética que está viviendo Chile desde hace bastante tiempo y que difícilmente hallará solución en los próximos 4 o 5 años si no hacemos modificaciones legales como las que nos ocupan ahora y si no se aumenta sustancialmente la inversión.

Termino señalando de nuevo -cualquiera puede leer la información en los diarios electrónicos- lo que está ocurriendo en una nación amiga que tiene mucha más capacidad productiva de energía que Chile y que hoy está sufriendo un brutal apagón eléctrico a nivel nacional. La conclusión es que hay sabotaje y cosas similares. Empero, no existe sabotaje, sino ineficiencia y falta de políticas para desarrollar las energías.

Espero que Chile nunca termine así. Por eso, voy a apoyar todas las iniciativas de esta naturaleza -esta y las que vengan-, para que resolvamos la crisis energética en que estamos inmersos.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra, para fundar su voto, el Honorable señor Girardi.



El señor GIRARDI.- Señor Presidente, voy a votar a favor, pero comparto los puntos que expuso el Senador Horvath a propósito de la postergación excesiva que se plantea.

¿Y por qué digo aquello? Porque la realidad es más fuerte.

Chile no tiene ninguna posibilidad de seguir por el camino por donde va. Nosotros somos hijos del conflicto del gas. Este nos llevó a un modelo que, como consecuencia del privilegio de las rentabilidades de corto plazo, provocó que nuestro país encallara.

En el año 2002 sabíamos que no iba a haber más gas, pero seguimos haciendo todo el proyecto de obras con base en él. Chile no tenía ninguna posibilidad de tomar decisiones en función del beneficio nacional, y las empresas hacían su trabajo, que es valorado precisamente, no por el interés de país, sino por la rentabilidad de corto plazo. Y vivimos una situación dramática, casi catastrófica, que se volverá a registrar.

Yo quiero saber qué vamos a hacer cuando, por ejemplo, el costo de la energía se acerque a los 250 dólares el megawatt y, como aquel se va a traspasar a los usuarios, haya que subir las cuentas de luz domiciliarias; o cuando el Metro no pague por el megawatt los 80 dólares de hoy sino 250 y la tarifa más que se duplique (ello, a menos que el Estado subsidie; pero las cantidades involucradas serían elevadísimas).

Pienso, entonces, que lo que estamos haciendo carece de realidad.

Si no incorporamos las energías renovables ahora, no podremos controlar los costos. Porque las energías que hoy día estamos usando, las convencionales, son las que nos tienen condenados a tales costos, que seguirán subiendo.

El precio del petróleo, el del gas, el del carbón van a ser cada vez más caros porque esos productos se están extinguiendo: está terminando el ciclo de los hidrocarburos y viene el de las energías renovables.

No podemos demorarnos en entrar al siglo XXI. No podemos postergar el hacernos cargo de fracturar los monopolios y las visiones rentistas en materia energética y dar un salto de política potente al desarrollo de un nuevo ciclo, el de las energías renovables, que, además, nos obligará a reincorporarnos a la naturaleza, a seguir los ciclos del viento, del sol, de las mareas, que nunca debimos abandonar.

Porque, claro, el petróleo trajo energía, pero aparejada a un desentendimiento de nuestros recursos naturales, lo cual nos llevó a vivir como si no fuéramos parte de la naturaleza. Ahora las energías renovables nos van a obligar a tener un compromiso justamente con nuestra naturaleza, porque ella es la que nos permitirá vivir.

Pero no solo nos vamos a reincorporar a los ciclos naturales, sino que, además, deberemos enfrentar un problema dramático que estamos viviendo: la destrucción del planeta por el calentamiento global, que va a tener implicancias económicas catastróficas, particularmente en el cobre, por ejemplo, por la huella de carbono, que implicará la existencia de barreras paraarancelarias.

Por eso yo digo que la postergación planteada carece de sentido. Nuestro país debe alcanzar el 20 por ciento en 2020: no hay alternativa. Y si no conseguimos eso, viviremos en una situación de estrés, con problemas de competitividad, de alteración de la productividad, en fin, los cuales serán lesivos desde el punto de vista de nuestra capacidad de desarrollo económico, pero particularmente dramáticos desde la perspectiva de los impactos sociales.

Paradójicamente, las energías renovables son la salvación. ¿Y cuál es la paradoja? Chile es el país más rico del planeta en energía solar (lo hemos dicho hasta la saciedad); es el país más rico del planeta en energía geotérmica; es uno de los países más ricos del planeta en energía mareomotriz. Chile tiene viento; dispone de una gran cantidad de recursos hidroeléctricos para hacer pequeñas centrales, precisamente por el declive de su territorio (poseemos una cordillera muy cerca del mar), y de un cúmulo de recursos de biomasa que ya quisieran otras naciones. Pero "nos hallamos en la Edad Media"; estamos en ceguera; somos rehenes justamente de las visiones rentistas, que se anteponen y se imponen al interés nacional y al propósito de tener una estrategia de país.

En ninguna nación hay un tema más importante que el energético.

Claro, en Chile, desde el punto de vista de los ciudadanos, existen cuestiones más relevantes e inmediatas: la salud, la educación. Pero el problema más complejo que debe resolver nuestro país es cómo lograr esta transición, la metamorfosis que implica pasar de las energías convencionales del siglo XX a las energías renovables. Y lo podemos hacer si existen voluntad y decisión.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Orpis, para fundamentar su voto.



El señor ORPIS.- Señor Presidente, estamos votando en conjunto dos modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados: la que sustituye por otro el artículo 150 ter (enmienda N° 4) y la relativa a los porcentajes.

Ahora bien, recién en el año 2007 se dictó la ley N° 20.257. En ella solo se estableció la inyección de 10 por ciento de energías renovables no convencionales en nuestra matriz. En un período muy corto tomamos la decisión política de subir esa cifra al 20 por ciento. Y eso es lo que estamos legislando hoy.

Lo relevante, con pequeñas diferencias de tiempo, es que a partir de 2025 el 20 por ciento de la matriz nacional corresponderá a energías renovables no convencionales.

Y yo destacaría un segundo elemento, señor Presidente.

Por tener un mal mecanismo, y especialmente en materia de subsidios, algunos países han pagado un costo altísimo para disponer de este tipo de energías.

¿Cuál es, desde mi punto de vista, el mérito del artículo 150 ter? Que crea un mecanismo inédito -y me asiste la más absoluta certeza de que será utilizado en muchas naciones del mundo-, que no implicará costo para el erario y permitirá contar con el indicado 20 por ciento de energías renovables no convencionales.

Adicionalmente, aparte que tal mecanismo no implicará costo para el erario, a los efectos de la licitación fijamos límites que están en línea con el costo de desarrollo de una energía eficiente. Es decir, nuestro país podrá desarrollar energías renovables no a cualquier costo sino con una estructura de precios estabilizados.

Por consiguiente, me parece que hemos llegado a un gran Acuerdo Político, que nos ha permitido incorporar en la agenda legislativa el tema de las energías renovables no convencionales: aprobamos el proyecto sobre otorgamiento de concesiones eléctricas y lo propio haremos con el relativo a la interconexión.

O sea, en conjunto con el Gobierno, en el Parlamento hemos desentrampado el tema energético. Y esto tiene mucho valor como solución de país.

Asimismo, quiero destacar que no estamos dispuestos a estancarnos con tres proyectos: los dos recién individualizados y el que nos ocupa esta tarde. Se han generado confianzas, y estamos dispuestos a seguir avanzando en un ámbito tan crucial como el energético.

Dicho aquello, debo señalar que en los próximos tres o cuatro años vamos a vivir momentos muy difíciles -no sería sincero si no lo planteara-, que no tendrán que ver con las iniciativas mencionadas, sino con el hecho de que en su momento no tomamos decisiones acertadas y con el mecanismo de licitación que se aplicará a partir de noviembre.

Señor Presidente, en particular, me gustaría rescatar el proyecto que nos ocupa porque, tras originarse en una moción presentada en el Senado, al final constituyó una respuesta ante la falta de soluciones para la crisis energética, que nos tenía completamente paralizados.

Esta iniciativa fue el punto de inflexión que después permitió lograr un acuerdo con el Ejecutivo, no solo en lo atinente a energías renovables no convencionales, sino prácticamente en tres proyectos.

Por lo tanto, hoy día podemos decir que hemos desentrampado la agenda energética, sin perjuicio de que nos quedan materias en las cuales debemos avanzar.

En síntesis, señor Presidente, con relación a las dos enmiendas de la Cámara de Diputados que estamos votando, puedo expresar, primero, que la formulada en el N° 4, mediante la cual se sustituye por otro el artículo 150 ter, es absolutamente indispensable, porque establece el mecanismo de licitación; y segundo, que la del N° 6 lo único que hace es desfasar en cuatro años la propuesta original del Senado.

A este último respecto, quiero ser categórico: a partir de 2025 tendremos el 20 por ciento de la matriz energética con energías renovables no convencionales.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Rossi, para fundamentar su voto.



El señor ROSSI.- Señor Presidente, quiero argumentar a favor de este proyecto, que es tremendamente importante para Chile.

Aquí se ha dicho que ni el actual Gobierno ni los anteriores fueron capaces de implementar una política activa en materia energética a través de la modificación de nuestra matriz para dejar de lado los combustibles fósiles y apuntar, como lo están haciendo todas las naciones modernas, al fomento de la energía limpia, de la energía renovable no convencional.

Cuando yo integraba la Cámara Baja, con los entonces Diputados Encina, Mulet y Leal -los tres son hoy exparlamentarios; ¡el único que sobrevivió fue quien habla...!- presentamos un proyecto motivados por el mismo espíritu que impulsó a los colegas de la actual Comisión de Minería a avanzar en esta materia.

Pero, más allá de lo que aquí se ha dicho, debo manifestar que llama poderosamente la atención la dualidad del discurso.

Uno debiese pensar que cuando hay elementos técnicos sobre la mesa; cuando existe fundamentación en distintas publicaciones; cuando el tema se ha discutido bastante en las Comisiones de Minería y Energía de la Cámara de Diputados y del Senado; cuando se realizan al respecto foros y seminarios, debería estar claro, sin dualidad alguna, cuál puede llegar a ser el rol de la energía limpia en una matriz como la de Chile.

Si Sus Señorías se fijan, esto es como un péndulo.

En efecto, mediante algunas intervenciones escuchadas en este Hemiciclo se ha planteado que es absolutamente imposible que un país avance en forma rápida hacia la consecución de 20, 30 o 40 por ciento de su matriz con energías limpias.

Se ha hablado mucho respecto al alto costo de instalación, sosteniéndose que prácticamente estas serían "energías que podrían aportar un poco".

Incluso -lo vemos bastante-, hay mineras que, para dar más bien una "señal política" o por marketing, recurren al expediente de apoyar un pequeño parque eólico, un pequeño parque solar, aunque sea para generar 5 o 10 megawatts -algo es algo-, con lo cual de alguna manera limpian su imagen, deteriorada por cuanto contaminan al utilizar energía de plantas termoeléctricas, las que han proliferado en estos años, con los efectos negativos que todos conocemos.

Sin embargo, a base de otros argumentos -y por eso digo que llama la atención la dualidad del discurso- respecto a un mismo tema, en el mismo siglo XXI, en el mismo país, se señala que, en la cuestión de fondo -y es lo que a mí me convence-, no ha habido una voluntad política ni una decisión de la autoridad para avanzar en la materia.

Los países toman opciones, y ellas significan compromiso, focalización de sacrificios y esfuerzos, recursos humanos, dinero, subsidios, apoyo, beneficios tributarios, como se hace, entre otras cosas, con las políticas destinadas a incentivar la inversión y el desarrollo en zonas extremas.

En este caso ha habido desinterés y falta de voluntad para avanzar en el fomento de energías limpias.

Entonces, yo deseo un poco desmitificar lo de que aquello es del todo imposible. Basta ver cuántas miles de hectáreas tenemos en el norte con la mejor radiación solar del planeta (el Senador Orpis lo señaló en forma clara). Y la inversión es perfectamente rentable hoy día. No se trata de un sacrificio ni de que alguien la haga por altruismo. Hay un gran número de inversores españoles, chinos, en fin, que lo único que quieren es un trozo de tierra para utilizar nuestra radiación solar y poder generar energía limpia; y no uno, dos o tres megawatts, sino cien, doscientos o trescientos, como sucede en muchos otros países (podríamos traer a colación varios ejemplos).

Por eso, celebro que estemos dando este paso, que es significativo y constituye una señal poderosa.

Como aquí se ha expresado, en el año 2025 un 20 por ciento de la matriz energética va a provenir de fuentes renovables no convencionales.

Creo que esa debe ser nuestra contribución, señor Presidente.

Porque se ha aducido otro argumento. Un ex Ministro de Economía -no de este Gobierno, sino de los anteriores, de los nuestros- decía que, como Chile era un país en vías de desarrollo, no tenía que comprometerse con el problema del calentamiento global, que eso debíamos dejárselo a las naciones que contribuyeron a generarlo.

Una posición de tal índole es sobremanera cómoda, justamente porque Chile debe dar el ejemplo en esa materia. Porque el futuro, así como también el país y el planeta que les dejaremos a nuestros hijos, dependerá de lo que hagamos hoy día, ya que el calentamiento global, el cambio climático, tiene que ver justamente con el efecto invernadero de los gases producidos por los combustibles fósiles.

No comparto lo dicho por el Senador señor Girardi en el sentido de que estos últimos se están acabando. Por el contrario, en el mundo se dispone de ellos. La cuestión radica en que su explotación resultará cada vez más cara. En consecuencia, habrá un momento en el que incluso será más conveniente la energía limpia. Pero, para tal efecto, tenemos que tomar decisiones como la que hoy día nos ocupa.

Así que estoy muy contento de votar a favor.

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- A continuación le corresponde intervenir al Honorable señor Letelier, quien no se encuentra presente.

No se registran más inscritos.

El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Terminada la votación.

--Se aprueban las modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados respecto del número 2) del artículo 1° y del artículo 2° (27 votos a favor y 2 abstenciones), quedando despachado el proyecto.

Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Alvear, Pérez (doña Lily) y Von Baer y los señores Bianchi, Cantero, Chahuán, Coloma, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), García, García-Huidobro, Kuschel, Larraín (don Hernán), Letelier, Muñoz Aburto, Novoa, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Quintana, Rossi, Ruiz-Esquide, Tuma, Uriarte y Zaldívar (don Andrés).

Se abstuvieron los señores Gómez y Horvath.