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PRÓRROGA DE VIGENCIA DE ESTADO DE EXCEPCIÓN CONSTITUCIONAL DE EMERGENCIA EN REGIÓN DE LA ARAUCANÝA Y EN PROVINCIAS DE ARAUCO Y BIOBÝO (REGIÓN DEL BIOBÝO)


La señora RINCÓN.- Gracias, Presidenta.
Por su intermedio, saludo a la Ministra del Interior y Seguridad Pública, al Ministro de la Segprés, a la Ministra de Defensa.
Sin lugar a duda, este es un debate complejo y difícil. Y obviamente nos gustaría no tener que estar dándolo, no tener que estar hoy día aquí, en esta Sala.
El Ejecutivo nos ha indicado que los delitos violentos han disminuido en 42 por ciento durante los últimos veinte días, que corresponden a la duración del estado de excepción. No tenemos claridad de si estos datos han sido detallados o desagregados en comisión secreta ante la Comisión de Defensa del Senado o de la Cámara de Diputados.
No los estoy pidiendo: simplemente constato un hecho.
Algunos de mis colegas, una en particular, han dicho que no se puede poner a los y las colegas en el bando de los buenos o de los malos según cómo hayan votado, de una u otra manera. Y yo creo que efectivamente nunca en el ejercicio de la democracia podemos poner a la gente en los bandos de los buenos o de los malos en cualquier votación, en cualquier decisión, porque se trata del ejercicio de la democracia.
Creo que la violencia y la inseguridad sin duda son el primer tema de preocupación entre hombres y mujeres en nuestro país. Y a este Gobierno ciertamente le toca enfrentar esa situación.
Se ha señalado, Presidenta, que el principal motivo para continuar con los estados de excepción constitucional es permitir la aplicación del denominado "Plan Buen Vivir"; pero hasta la fecha no tenemos el detalle de las medidas concretas que se van a ejecutar en la "macrozona sur", como la llaman algunos, o en el territorio de la Región del Biobío, de La Araucanía o de Los Ríos, para otros, a fin de llevar a cabo la efectividad de ese plan.
Por lo tanto, la principal inquietud que a uno le surge al escuchar al Gobierno es si va a mantener este estado de excepción constitucional durante todo el tiempo que pueda hacerlo. Lo digo así porque obviamente tenemos un texto constitucional encima de la mesa que lo elimina.
Entonces, cabe preguntarse cómo lo va a hacer para implementar el Plan Buen Vivir y si el Gobierno cree que luego de cuatro años vamos a volver a fojas cero en el fomento de la paz y la tranquilidad del sur de nuestro país. Aún no vemos un esbozo o un indicio de una política de Estado en este sentido, lo que augura un escenario gris tanto en la escalada de violencia como en la esperanza de paz en el territorio.
Vemos también, Presidente, una lógica difícil de entender respecto de las razones por las cuales se pretende mantener el estado de excepción constitucional. Se indica, por un lado, que este estado ha servido para disminuir los índices de violencia en la zona, y cabe señalar que este Gobierno gratamente ha cambiado su parecer en cuanto a la efectividad de su aplicación; pero, por el otro, se plantea que el aparente clima de tranquilidad que logran los estados de excepción constitucional sirve para aplicar el Plan Buen Vivir del Ejecutivo.
No nos malentienda -por su intermedio, Presidente-, Ministra, porque en esto coincidimos con el Gobierno, y lo hemos dicho antes: ninguna sociedad crece en el caos. Sin embargo, sujetar la aplicación de una política de gobierno, que a nuestro juicio debiera ser una política de Estado, a la mantención de los estados de excepción no es sustentable en el tiempo, no solo porque mezcla peligrosamente temas que deben conversar, pero al mismo tiempo ser llevados por cuerdas separadas, como el diálogo, la seguridad y el fomento del territorio -Presidente, le pido que me dé otro minuto, antes de que se corte mi micrófono-, tal como lo han indicado otros colegas, como el Senador Quintana, sino también porque es una estrategia destinada al fracaso, ya que cuando se quite el factor de paz, que es el estado de excepción, los esfuerzos estatales del Plan Buen Vivir, el malogrado Plan Araucanía o cualquier otro se verán sobrepasados cuando vuelvan a aumentar los índices de violencia, salvo que el Gobierno nos diga, aquí y ahora, que va a resolver el tema en La Araucanía en cuatro años.
Por lo tanto, señor Presidente, es indispensable que el Gobierno haga esfuerzos para implementar esos tres ejes de manera paralela. Usted lo dijo: el diálogo es fundamental; la seguridad también, y el fomento territorial sin lugar a duda constituye una prioridad.
Para que el eje seguridad exista, es necesario convicción. Nuestra bancada tanto de Senadores como de Diputados -por su intermedio, señor Presidente-, Ministras, Ministro, lo ha hecho suyo: el plan es fundamental. Y le hemos dicho al Gobierno que implementemos un acuerdo nacional de seguridad, que nos convoquen a todas y a todos, a través de la Mesa del Senado y de los jefes de bancada, para que trabajemos ese gran acuerdo.
Todos coincidimos en que la seguridad es un elemento esencial; también el diálogo, y, por cierto, el fomento.
En materia de diálogo, es relevante la labor que ha tenido el Gobierno de abrir puentes de conversación; pero aquí, Ministra -por su intermedio, Presidente-, no es posible guardar silencio frente a hechos como los sufridos por la Ministra Vega, de amenaza.
Tampoco es posible guardar silencio cuando vemos a Llaitul o a Huenchunao amenazando al Gobierno; o a Llaitul presentando un libro en que relata... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa)... cómo ellos implementan la causa y se refieren a atentados con armamento como el AK-47 y el M16, a los enfrentamientos con carabineros y a la guerra a los camiones en la madrugada. ¡Los relata con lujo de detalles! Y el Gobierno guarda silencio.
Finalmente, en cuanto al fomento territorial, nos asiste la esperanza de que el Plan Buen Vivir tenga una vida más larga que el fallido intento del Gobierno anterior con el Plan Araucanía. Pero para ello debe considerarse que un estado de excepción es solo una solución temporal y que no puede reforzarse, mantenerse y prolongarse cada quince días.
Presidente, por su intermedio, la bancada nuevamente ofrece la construcción de un acuerdo nacional en estas materias. Hoy día estamos abordando el sur, pero podríamos estar también perfectamente abordando el norte.
¡Es necesario actuar aquí y ahora!
Voto a favor.