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FORTALECIMIENTO DE INSTITUCIONALIDAD SOBRE CONTROL DE ARMAS


El señor ELIZALDE.- Disculpe, Presidente.
Quiero hacer un par de reflexiones y comentarios.
Pero como primer punto, sería bueno que la Secretaría precisara cuáles son las votaciones de quorum especial, porque yo estoy pareado con la Senadora Sabat; no obstante, obviamente voy a votar en lo que corresponde. Y quería saber si eventualmente se pueden agrupar las votaciones, porque en general existe bastante consenso respecto del proyecto mismo, independientemente de sus insuficiencias.
Como digo, haré un par de comentarios.
Este proyecto, como lo dijo el Senador Pugh, regula las armas legales. Yo comparto el diagnóstico del Senador Montes: adicionalmente, tenemos un problema con las armas ilegales. Esta iniciativa, ciertamente, no resuelve del todo ese tema, y es parte del desafío que tenemos por delante. Porque desafortunadamente en Chile la tendencia es que existe un mayor uso de armas de fuego que en el pasado; eso evidentemente genera temor en la ciudadanía, y además está vinculado a fenómenos muy complejos para las sociedades modernas, como es el tema del narcotráfico.
Comparto lo planteado por los Senadores Letelier y Quintana. Yo soy un convencido de que mientras menos armas existan en una sociedad es mejor. Y, por tanto, el monopolio legítimo del uso de las armas de fuego debe estar radicado en el Estado y en las instituciones especializadas, con profesionales que son formados para su utilización y que, por ello, tienen un grado de responsabilidad mayor; por cierto, todo dentro del marco de la ley. Considero que ese es el desafío fundamental que tenemos.
Si uno compara las tasas de homicidio en el mundo, verá que Estados Unidos tiene tasas infinitamente superiores a las del Reino Unido. ¿Y cuál es la diferencia? La diferencia radica o estriba en que en Estados Unidos existe una libertad casi absoluta para comprar armas de fuego; un mercado, además, con un lobby muy importante de la Asociación Nacional del Rifle, fundada sobre la base de la segunda enmienda, malentendida, porque fue concebida por los que los norteamericanos llaman "padres fundadores" bajo una lógica distinta, que era el derecho a rebelión del pueblo, que es algo completamente diferente al uso individual de las armas. Pues bien, Estados Unidos tiene tasas infinitamente superiores de homicidios, o significativamente superiores. Y Chile, dentro de Latinoamérica, es el país que tiene las menores tasas de homicidios. Ello, porque pese a que la legislación es insuficiente existen ciertas restricciones, y lo más importante, hay una cultura del no uso de las armas por parte de los ciudadanos honestos obviamente.
Entonces, me parece que nosotros debemos cuidar ese patrimonio. Por tanto, requerimos una nueva legislación que esté a la altura de lo que hoy día se necesita. Porque, en caso contrario, vamos a tener que lamentar lo mismo que ha ocurrido no solo con el narcotráfico, pero especialmente vinculado con él, y que dice relación con la forma en que finalmente las sociedades empiezan a utilizar las armas para resolver sus problemas: los delincuentes las usan para delinquir y los ciudadanos se empiezan a armar para defenderse de los delincuentes. Y eso tiene además efectos indirectos asociados, que son lamentables: por ejemplo, los accidentes que se producen por el uso de armas o el aumento de delitos de otra naturaleza, como los crímenes pasionales, con motivo del acceso fácil a las armas de fuego.
En consecuencia, creo que este proyecto, si bien es insuficiente, va en el sentido de lo que el país necesita. A mí me habría gustado obviamente que fuera mucho más ambicioso.
Yo quiero valorar el trabajo realizado por el Subsecretario Galli, porque a través de la normativa que estamos aprobando se permite una legislación que tenga un registro adecuado, y restricciones adicionales a las que tenemos hoy día para -insisto- el uso de las armas de fuego. Pero eso no significa que esté resuelto de manera significativa o total el problema.
Durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet se efectuó una modernización sobre la sanción del porte y tenencia ilegal de armas. Sin duda, es muy importante esa legislación; pero lo más relevante es que se aplique. Porque resulta francamente inaceptable que en Chile se realicen funerales en que se utilizan armas de fuego por parte de bandas delictuales; o que en determinadas zonas, no solo de la Región Metropolitana, sino en general de las grandes urbes, sea común escuchar balaceras en las noches.
Y eso tiene que controlarse.
Por lo tanto, no basta la ley. Se requiere que las policías utilicen estos instrumentos para los efectos de establecer un control efectivo ante el uso de armas en nuestro país.
Por todo lo anterior, yo voy a votar a favor de esta iniciativa, consciente de que no resuelve el problema y de que aquí se requiere una política integral: una sanción drástica al porte y tenencia ilegal de armas y también, por cierto, toda una regulación de las armas legales, como se establece en esta nueva normativa, con restricciones y altos estándares al respecto.
Insisto, comparto la tesis del Senador Letelier en el sentido de que incluso deberíamos haber sido más ambiciosos...
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Concluyó su tiempo, Senador.
El señor ELIZALDE.- Termino altiro, Presidente.
Esto es parte del acuerdo que se generó dentro de la Comisión y, por cierto, comprende toda una política de contención de las armas ilegales.
Y, por último, el tema de las municiones a mí me parece fundamental. Es imprescindible establecer un control muy drástico de las municiones, porque eso va a permitir que vivamos en un país más seguro, que es el gran desafío que tenemos por delante.
Voto a favor.
Insisto en que se nos informen cuáles serán las votaciones de quorum para poder participar, porque estando pareado obviamente no voy a votar en ellas.
Y, si fuera posible, sugiero agrupar las votaciones para facilitar el despacho del proyecto.
Gracias, Presidente.