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ESTABLECIMIENTO DE RETIRO ÚNICO Y EXTRAORDINARIO DE FONDOS ACUMULADOS DE CAPITALIZACIÓN INDIVIDUAL


El señor ELIZALDE.- Señora Presidenta, la verdad es que no es fácil el debate que estamos llevando adelante, porque son muchas las variables que intervienen. Pero yo creo que no tenemos que perder la perspectiva de fondo. Y esa perspectiva debe ser cómo generamos condiciones para que las familias puedan enfrentar la crisis.
Porque creo que, lamentablemente, por el infantilismo del Gobierno, este debate se ha transformado en un gallito entre el Ejecutivo y la Oposición. Y en ese gallito puede que al final no gane ni el Gobierno ni la Oposición y finalmente pierda el pueblo de Chile. Por tanto, hoy lo principal es actuar con responsabilidad y viabilizar la aprobación del 10 por ciento.
Yo entiendo a quienes desde la Oposición sienten una profunda desconfianza, porque conocemos como es el Presidente Piñera. Cuando más de un millón de chilenas y chilenos se congregaron en torno a Plaza Italia, o Plaza de la Dignidad, las declaraciones del Presidente fueron como si se tratara de una manifestación a favor de su Gobierno; y así, son muchos los ejemplos.
Él se opuso tenazmente al primer retiro del 10 por ciento. Su Gobierno señaló que esto iba a generar un problema económico sustantivo. Hubo un Ministro que dijo que íbamos a ser una república bananera. Ese mismo Ministro, después de aprobado el primer retiro del 10 por ciento, señaló que había sido virtuosa su aprobación porque había dinamizado el consumo, había estabilizado el sistema financiero y había generado condiciones para que las familias enfrentaran de mejor manera la crisis.
Entonces, obviamente que eso genera una enorme desconfianza.
Es evidente que este proyecto del Ejecutivo es en contra de aquello en lo que los sectores más duros del Gobierno creen, y particularmente lo que cree el Presidente. Eso ha sido posible precisamente porque algunos parlamentarios de la coalición oficialista votaron a favor del segundo retiro. Por algo el Gobierno lo presenta en el Senado y no en la Cámara de Diputados; y por algo no se anticipa, sino que reacciona. Obviamente, eso genera un cuadro de desconfianza enorme, bastante sustantivo.
Pero yo insisto en que nosotros no tenemos que perder la perspectiva. El debate es si vamos a transformar esto en una pelea entre políticos, que nadie entiende y que perjudica a las personas, o vamos a tener disposición para dar una solución, a lo menos parcial, ante el drama que se está viviendo. Porque al final nadie va a entender, si es que no se aprueba el segundo retiro del 10 por ciento, quién tuvo la culpa; simplemente se verá como que nosotros no tuvimos la capacidad de actuar con la generosidad suficiente.
Y como decía un ex Presidente de la República: no se humilla quien pide por la patria. Creo que efectivamente debemos estar a la altura de lo que esto representa.
Entonces, yo quiero hacer unas preguntas a la Mesa.
En primer lugar, especificar cuáles son las normas de quorum especial, que requieren la aprobación de la mitad más uno de los integrantes del Senado en ejercicio, y cuál sería el impacto de que ese quorum no se alcanzara. Esto no es irrelevante para ver cómo vamos a votar.
Y, en segundo término, me gustaría también que hubiera un pronunciamiento de la Mesa respecto de la admisibilidad de las indicaciones que se han presentado, pues no olvidemos que la razón por la cual se impulsó el primer retiro del 10 por ciento a través de una reforma constitucional fue porque había materias que eran inadmisibles, es decir, que no se podían discutir como reforma legal sin la firma del Presidente de la República. Por cierto, todo lo que respecta a seguridad social, pero también lo que se refiere a tributos.
Creo que es necesario que la Mesa clarifique estos puntos, ya que eso puede determinar cómo finalmente se vote. Porque si el voto no tiene impacto, uno puede hacer del voto un hecho político y, por tanto, manifestar su molestia o reclamo ante determinada situación. Pero si el voto puede generar un impacto en la aprobación o no del segundo retiro del 10 por ciento y, por tanto, en dejar o no desprotegidas a las personas, eso implica, obviamente, tomar en consideración lo que eso significa.
Yo he visto muchas veces Senadores que dicen que son superconsecuentes y siempre votan consecuentemente. Pero si de ellos dependiera y todos hubiéramos votado como ellos, que son consecuentes, ¡nunca se habría aprobado nada! Basta recordar la votación del acuerdo del 15 de noviembre, porque muchos fueron superconsecuentes -ellos dicen-, pero no habría habido plebiscito ni nada de lo que vino después. Hubo quienes estuvimos disponibles para concurrir a un entendimiento y votar que hubiera un plebiscito. Porque al final nosotros somos elegidos no para dar testimonio, sino que para resolver los problemas, por el efecto jurídico y político que tienen nuestras votaciones.
Entonces, quiero un pronunciamiento oficial de la Mesa o de la Secretaría que especifique cuáles son las normas de quorum especial y qué implicaría que no se alcance el quorum. Digo esto por lo siguiente. Como la reforma constitucional ya no obtuvo los votos que necesitaba, el Gobierno la quiere imposibilitar en el Tribunal Constitucional, a mi entender, sin fundamento, pero aprovechando una mayoría en el Tribunal que se ha inclinado sistemáticamente a favor de las tesis faltas de fundamento jurídico que defiende el Gobierno.
Por otro lado, si la idea de legislar no fuese aprobada, entiendo que habría que esperar un año para legislar nuevamente respecto del segundo retiro del 10 por ciento. Entonces, podríamos llegar al absurdo de que todos decimos que somos partidarios de este retiro del 10 por ciento, pero por distintos caminos; y finalmente no aprobar nada y que la gente se quede sin ningún tipo de protección. Creo que eso no es irrelevante al momento de determinar cómo se vota. Por lo tanto, le pido esas aclaraciones a la Mesa y, si es necesario, a la Secretaría.


El señor ELIZALDE.- Voy a fundamentar el voto, señora Presidenta y señor Secretario.
Yo tengo un compromiso con todas las ciudadanas y ciudadanos del Maule que votaron por mí para representarlos y defenderlos.
Creo que el debate sobre el origen del proyecto es irrelevante para ellos. Lo están pasando muy mal y necesitan el 10 por ciento. Por tanto, si esto lo transformamos en una pelea política de cuál proyecto se aprueba, que es la lógica que nos quiere imponer el Gobierno, el resultado es de "suma cero" y no resuelve en absoluto el drama que están viviendo las familias chilenas.
Entiendo a quienes, producto de esta dinámica, se han abstenido o incluso han votado en contra. Pero yo me comprometí -y así lo he dicho durante todos estos días y semanas, cuando he sido entrevistado por los medios de comunicación- a votar para que el segundo retiro del 10 por ciento fuera viable y, por tanto, mi voto tiene que ser consecuente con ese planteamiento.
Lamento la dinámica en la cual ha entrado el Gobierno y particularmente el Presidente Piñera. No me extrañaría que en un par de días más o incluso esta misma noche haga un discurso señalando que se ha aprobado "el proyecto del Gobierno". Lo conocemos: acostumbra a vestirse con ropa ajena. Por eso la gente no le cree y por eso existe un enorme cuestionamiento a este Gobierno.
Pero, al margen de esa actitud infantil, tenemos que ver cómo resolvemos los problemas de fondo.
El Gobierno, con esta votación, va a obtener una victoria táctica, pero una derrota estratégica, porque aquello que señalaba que era populista, va a terminar siendo aprobado. Tuvo que recurrir a este mecanismo con el solo objeto de ordenar a sus bancadas.
Yo no quiero entrar en la misma dinámica, en una lógica inversa; quiero contribuir a que la gente tenga disponible este retiro del 10 por ciento.
Comparto las críticas que han hecho quienes me han antecedido en el uso de la palabra; por cierto, la sólida fundamentación que ha dado la Senadora Isabel Allende. Comparto lo que han dicho el Senador Bianchi, la Senadora Provoste, solo por citar algunos ejemplos. Pero creo que, al final, se nos elige para ver cómo resolvemos estos problemas y por eso voy a votar a favor.
En ese sentido, quiero destacar que, a mi entender, el requerimiento del Gobierno ante el Tribunal Constitucional no solo carece de fundamentos jurídicos, sino que, además, si el Tribunal Constitucional, por la mayoría que tienen ahí los sectores conservadores, termina dándole la razón al Gobierno, va a constituir un precedente nefasto para nuestra democracia -¡uno más!- y una señal más de la necesidad de cambiar la Constitución, tal cual lo exigieron en las urnas el pasado 25 de octubre las chilenas y los chilenos.
Porque, ¿cuál es el argumento? Un argumento formal.
La admisibilidad de las reformas constitucionales es solo respecto de la necesidad de que sean patrocinadas... (falla de audio en transmisión telemática)... No existe ningún otro requisito... (falla de audio en transmisión telemática)... para una reforma constitucional. Pero, si se sienta el precedente de que hay materias que no pueden ser reguladas por la Constitución... (falla de audio en transmisión telemática)... alcancen los altísimos quorum, lo que tenemos es una Constitución pétrea, una Constitución que, simplemente, no puede ser modificada.
El Congreso representa al poder legislativo, pero también al poder constituyente derivado. Y lo puede ejercer. El único requisito es el alto quorum. Pues bien, si ese alto quorum se cumple desde el punto de vista formal, nadie puede cuestionar el contenido de esas decisiones. Sentar un precedente en el sentido contrario implicaría que el poder del Congreso estaría limitado; sus atribuciones estarían limitadas y no podría ejercer siquiera el poder constituyente derivado. Por tanto, la Constitución no se podría cambiar en ningún sentido.
¡No le corresponde al Tribunal Constitucional analizar el mérito de las decisiones democráticas que adopta el Congreso Nacional, más aún en un contexto de emergencia, donde fue necesario este mecanismo de la reforma constitucional, que quizás no es el mejor desde el punto de vista de la técnica legislativa, pero sí el único viable políticamente! ¿Por qué? Porque el Presidente de la República se negó, en su momento, a patrocinar una iniciativa de esta naturaleza. Recién lo viene a hacer ahora. ¿Y por qué lo hace ahora? Porque la Cámara de Diputados dio una señal contundente. Y de no mediar esta iniciativa, probablemente los Senadores del Gobierno que se abstuvieron habrían votado a favor, porque están conscientes del drama que están viviendo las familias chilenas.
Lamentablemente, se ha generado una dinámica que nos lleva a aprobar este Proyecto.
Yo lo dije y lo he señalado en todas las entrevistas que he dado: estoy comprometido con la aprobación del 10 por ciento, y por eso voy a votar a favor de esta iniciativa, aunque hago mías las críticas que han formulado todos los Senadores que me han antecedido en el uso de la palabra.
Finalmente, si esto, como lo dije en una intervención anterior, se transforma en un debate o en un gallito respecto de quién gana, si el Gobierno o la Oposición, no importa; lo importante es que gane la gente, que la gente pueda cobrar este retiro a la brevedad posible.
Pero insisto: entiendo perfectamente a aquellos que se han abstenido o incluso han votado en contra, porque la verdad es que a este escenario nos ha llevado finalmente la tozudez del Gobierno, particularmente la del Presidente de la República.
Termino señalando que, si el día de mañana el Presidente plantea esto como una victoria de su gestión, o incluso una victoria personal, bueno, ocurrirá lo que tantas veces: los chilenos lo mirarán, sonreirán y, por cierto, no le creerán. Porque esa ha sido, lamentablemente, la tónica que ha tenido el Presidente Sebastián Piñera.
Todos sabemos que no le gustan estas iniciativas, que hizo lo imposible para impedirla, que cambió al gabinete. Por algo el Ministro Blumel fue reemplazado por el Ministro Pérez: porque el Gobierno entendió como una enorme derrota lo que ocurrió con el primer proyecto. Pues bien, solo después de que la Cámara de Diputados mostró una votación contundente, estuvo disponible para presentar este proyecto de ley.
Y por último...
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Elizalde, ¿vota a favor?
¿Le pueden dar el micrófono?
El señor ELIZALDE.- Y por último,...
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Cómo vota, Senador?
El señor ELIZALDE.-... quiero valorar el trabajo realizado por las Comisiones unidas de Trabajo y de Hacienda, que, efectivamente, cambiaron de manera significativa el proyecto, el cual, si bien no es igual -tiene algunas diferencias que no son menores-, se parece mucho al que fue aprobado por la Cámara de Diputados, y eso es un tremendo avance.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Vota...
El señor ELIZALDE.- A favor.


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, yo entiendo que se ha calificado como inadmisible la indicación. Entonces, si se retiró la indicación del Senador Bianchi y se declaró inadmisible esta otra, debería cerrarse el debate y la tramitación del proyecto. Eso es lo primero.
¿Por qué digo esto? Porque tenemos pendiente otra iniciativa en tabla. Y quisiera que usted sometiera a consideración de la Sala que la aprobáramos por unanimidad o que se sometiera a votación sin discusión. Me refiero al proyecto sobre servicios básicos.
La ley original estaba vigente hasta el 8 de noviembre; ya estamos con el plazo vencido. La iniciativa fue aprobada en forma unánime en la Comisión de Economía del Senado. Adicionalmente, producto del veto presidencial -yo no lo compartí en su momento y lo voté en contra-, los temas que eran controversiales con el Gobierno no forman parte de esta propuesta legislativa.
En una sesión pasada, como Presidente de la Comisión, informé respecto del proyecto Entonces, quisiera pedir formalmente, para que se despachara en la sesión de hoy, que usted recabara la unanimidad...
El señor LETELIER (Presidente accidental).- Está bien, pero...
El señor ELIZALDE.- Termino altiro.
El señor LETELIER (Presidente accidental).-... estamos terminando el debate del proyecto, producto de la diferencia sobre la admisibilidad de una indicación.
Por ello, le pediría que nos pudiéramos concentrar en eso.
El señor ELIZALDE.- Sí, pero ¿sabe lo que ocurre, Presidente? Que yo entiendo que la Mesa ya la calificó como inadmisible.
Entonces, ¿por qué no vamos resolviendo las materias que se encuentran pendientes?
Si el tema de la admisibilidad es importante, solo quiero señalar dos cosas de manera muy sucinta, a propósito de lo que dijo el Ministro.
Los límites entre los Poderes del Estado los fija la Constitución. Pero cuando hay un Gobierno que no hace la pega, es deber del Congreso Nacional utilizar las herramientas que le otorga la propia Carta Fundamental para proteger a los chilenos. Por eso se presentó la reforma constitucional del primer retiro del 10 por ciento.
Y respecto de los impuestos, yo soy un convencido de que efectivamente se deben pagar impuestos. Pero lo que genera indignación es el doble estándar. Porque se habla de los tramos bajos; sin embargo...