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ADECUACIÓN DE CÓDIGO DEL TRABAJO EN MATERIA DE PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, a mi juicio, lo que estamos votando hoy día es tremendamente relevante. Me tocó, como Ministra de Estado, trabajar en este tema en particular junto a la Presidenta Bachelet.
La erradicación del trabajo infantil es un compromiso que tomamos como país desde hace ya algún tiempo; pero, obviamente, avanzar hacia esa materialidad en la ley en proyecto reviste hoy día particular importancia.
Por eso celebro el trabajo de la Comisión, que preside el Senador Letelier, y felicito a quienes la integran.
Cuando miramos las cifras y vemos la realidad en el mundo, más de 150 millones de niños, niñas y adolescentes trabajando; de ellos, 64 millones de niñas y 88 millones de niños, constatamos que uno de cada diez niños está afecto al trabajo infantil, y de estos, 73 millones en términos absolutos al trabajo peligroso, con riesgo para su salud, para su seguridad y para su desarrollo moral: ¡218 millones de niños y niñas están sujetos al trabajo infantil!
Cuando uno lee el mensaje de este proyecto, que no solo recoge las recomendaciones de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, sino también los Convenios 138 y 182 de la OIT, relativos a la edad mínima y al trabajo peligroso, se da cuenta, sin lugar a dudas, de que se trata de un asunto relevante: regula la edad para trabajar; establece cuáles son los adolescentes con edad para hacerlo, de 15 a 18 años; pero también determina la categoría de trabajo peligroso y entrega funciones importantes a la Oficina Local de la niñez y a la Defensoría.
Y aquí quiero hacer un punto, señor Presidente, porque cuando discutimos sobre el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez o cuando debatimos acerca de un sistema de garantías de los derechos de la niñez, si no tenemos oficinas locales de la niñez en todo el territorio, temas como este pasan a hacer absolutamente relativos.
Yo no solo felicito el trabajo realizado, sino que creo que va en la dirección correcta: proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes y darles el lugar que les corresponde.
Voto a favor, señor Presidente.