Click acá para ir directamente al contenido
PROMOCIÓN DE ACCESO AL AGUA POTABLE PARA CONSUMO Y SANEAMIENTO


La señora RINCÓN.- Gracias, Presidenta.
Sin lugar a dudas, esta moción parlamentaria es importante y hay que saludar y felicitar a sus autores. Pero ella da cuenta de un tema más profundo.
Cuando uno analiza la iniciativa y ve que busca que se garanticen los bebederos públicos, que en los lugares donde haya venta de alimentos el agua deba estar disponible para quienes asistan, que se garantice el agua en los lugares de trabajo y en los recintos educacionales, hay que considerar que eso es algo que debiera ser natural y para lo que no se necesitara una ley. Y, obviamente, quienes proponen esta moción parlamentaria lo hacen porque no es así; porque es un bien que siendo esencial, no se encuentra disponible para todos y para todas.
Y yo quiero hacer un punto, Presidenta. Nosotros presentamos una moción que hablaba de un plan nacional de conectividad digital y conectividad sanitaria, porque hay dos hechos que son fundamentales para el desarrollo de las personas hoy día, en el siglo XXI. Uno es la conectividad digital, y producto de la pandemia lo hemos visto; lo discutíamos la semana pasada, a raíz de la licitación del 5G. Y otro es la conectividad sanitaria: más de un millón de hombres y mujeres en nuestro país no tiene agua potable garantizada.
Entonces, ¡claro!, este proyecto de ley es importante, lo vamos a respaldar. Pero lo dramático es que en nuestro país, Presidenta, ¡más de un millón de personas no accede al agua en sus casas!
La Senadora Órdenes lo decía: el tema de los camiones aljibe nos debiera dar vergüenza. Nos debiera dar vergüenza porque hay cientos de miles de personas en nuestro país que dependen de un camión aljibe. Alguien hace un negocio con él; y en lugar de garantizar que contemos con todos los sistemas de agua potable rural o derechamente de agua potable como prioridad en el Presupuesto de la nación, seguimos aportando recursos a los camiones aljibe.
Entonces, la pregunta es: ¿Por qué hemos llegado a una situación en que la ciudadanía nos dijo "¡Basta!"? Por este tipo de cosas; porque hemos permitido que esto ocurra.
Y no es un tema de mercado o Estado, ya que uno puede entender que el Estado le entregue a una concesionaria el tratamiento y la distribución del agua; pero no se puede entender que esto pase a ser un negocio en que más de un millón de personas se queden fuera del sistema, o que se lucre con este bien y no se limite solamente al costo de tratar las aguas y entregarlas a la población.
Ese es el tema sobre el cual debemos preguntarnos: ¿Por qué nos cuesta tanto avanzar en estas materias?
Este proyecto se encuentra detenido desde abril de este año, cuando fue despachado tras su discusión en general por la Comisión. Y, asimismo, está la reforma al Código de Aguas, con el tema del agua como un bien nacional de uso público, y usted misma, Presidenta, cuántas veces ha insistido en estas materias. ¡Qué nos pasa!
Creo que estamos ad portas de tener la última oportunidad como país para realizar un cambio en el modelo de desarrollo que queremos, en que tengamos un modelo de desarrollo económico social sostenible, en que estas cosas sean naturales y no forzadas, en que no necesitemos legislarlas, porque son obvias y evidentes.
Yo celebro a mis colegas por este esfuerzo. Pero creo que estamos demasiado atrasados en lo que la ciudadanía espera de nosotros como sus representantes.
Voto a favor, Presidenta.