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ADECUACIÓN DE FUNCIONAMIENTO DE MERCADO FINANCIERO ANTE ACTUAL CONTINGENCIA SANITARIA


La señora RINCÓN.- Gracias, Presidenta.
Yo estuve participando en esta discusión a través de indicaciones, porque no nos es posible estar en todas las Comisiones, y agradezco a los colegas por haber acogido algunas de mis indicaciones, aunque parcialmente, pero igual lo agradezco.
Creo que este proyecto es muy importante, pero hay cosas que no comparto, por lo que he pedido votación separada del artículo primero, numeral 1), y del artículo segundo, numerales 3) y 4). Me parece que bajar la clasificación de riesgo de la inversión en los mercados financieros es algo peligroso, que no debiera hacerse.
Voy a retirar la solicitud de votación separada del artículo tercero, porque al menos quedó una clasificación: se iban a eliminar todas.
Por otro lado, me preocupa que no se haya acogido algo que planteamos en la discusión, vía indicación: que el fondo que se estableciera, el Fondo E, en materia de pensiones, tuviera un bajo riesgo. Hoy día muchos de quienes están ad portas de pensionarse no tienen ni siquiera la posibilidad de refugiar ahí sus recursos y se encuentran en una situación de pérdida de recursos producto de las inversiones de los fondos que manejan las AFP, y que también en el caso del Fondo E están sujetas a riesgo.
Yo lamento que no se haya acogido aquello. Espero que en la discusión del sistema de pensiones discutamos las modificaciones necesarias al actual decreto ley N° 3.500, que requiere una mejoría, producto de la experiencia y del cambio que ha venido experimentando el mundo en estas materias.
Pero, yo pido al menos votación separada del artículo primero, numeral 1); y del artículo segundo, numerales 3) y 4).
Si usted quiere, Presidenta, puede proponer votar todas juntas esas normas, no una a una, para simplificar el trámite, y yo lo que haré será oponerme a ellas, pero aprobaré el resto.
Gracias.


La señora RINCÓN.- Es de público conocimiento que los mercados tanto nacionales como internacionales se han visto afectados por la crisis derivada del COVID. Los fondos de pensiones han perdido más de 50 mil millones de dólares desde que comenzó la pandemia.
Todos sabemos que las ayudas que el Estado ha intentado transferir a los millones de chilenos que atraviesan una dura situación han llegado muchas veces tarde y, en algunos casos, aún no llegan.
A pesar de lo anterior, el Gobierno ingresó este proyecto de ley que supuestamente tiene por objeto cautelar el buen funcionamiento del mercado financiero.
Sin embargo, el único objetivo que busca esta iniciativa es alivianar las condiciones bajo las cuales se invierten los millones de dólares pertenecientes a más de once millones de trabajadores chilenos. ¿Cómo lo hace? Disminuyendo los requisitos de clasificación de riesgo de las inversiones de los fondos de pensiones; ampliando la posibilidad de invertir en títulos de deudas no inscritos; aumentando el margen de discrecionalidad que tiene la Superintendencia de Pensiones en esta materia, así como también incrementando el rango de inversión en activos alternativos.
En definitiva, se ponen en mayor riesgo los ahorros de los trabajadores chilenos mediante la disminución del estándar legal en esta materia.
Señora Presidenta, el Gobierno nos ha enviado señales contradictorias desde el día uno de la pandemia. Sus medidas económicas de ayuda fueron entregadas a cuentagotas, y sabemos que eso se tradujo en dejar a millones de familias sin sustento durante la crisis.
Este Congreso impulsó con rapidez iniciativas como la prohibición del corte de servicios básicos y el posnatal de emergencia, las cuales tuvieron una férrea oposición del Gobierno en su tramitación, lo que dilató, sin sentido, la urgente ayuda.
Hoy una mayoría política contundente, transversal y ciudadana apoya el retiro del 10 por ciento de los fondos. El Senador Ricardo Lagos Weber aprontaba el debate de mañana.
Sin embargo, nuevamente el Gobierno no solo se opone con uñas y dientes, sino que además hace caso omiso de las demandas ciudadanas y envía proyectos como el que nos ocupa, que buscan dejar a la deriva los ahorros de los trabajadores en un mercado de alto riesgo como el actual.
La contrariedad es clara.
Según el Gobierno, los trabajadores no pueden usar su propio dinero, ya que ello produciría un descalabro financiero económico y una supuesta baja de pensiones, ¡pero sí pueden ocuparlo las empresas para financiarse!
Sinceramente, señora Presidenta, este es el mundo al revés.
Las empresas, que no son dueñas de esos fondos, los usan a diestra y siniestra, pero el riesgo y las pérdidas las asumen los trabajadores dueños, quienes ni siquiera pueden acceder a dichos fondos ante una situación tan difícil como la que vivimos.
No es que me oponga a que las empresas se financien. ¡Por Dios, no! Ya sabemos la importancia que tiene en nuestro país el empleo. A lo que nos oponemos es a que se ocupen sin pudor y con un alto riesgo los fondos de los trabajadores chilenos con el solo objeto de financiar las pérdidas y, más aún, a que se les niegue a ellos mismos, los dueños de los fondos, su derecho excepcionalísimo a ocuparlos en una situación de emergencia.
Lamentablemente, nuestras indicaciones, que iban en el sentido de rechazar o modificar el alivianamiento de los requisitos relacionados con los riesgos,...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Un minuto más, Senadora.
La señora RINCÓN.-... fueron en su mayoría rechazadas o solo recogidas parcialmente.
Creo que podríamos haberlo hecho mejor.
Sin embargo, este es un tema en el que no vamos a claudicar.
Nosotros vamos a aprobar la idea de legislar, pero vamos a rechazar aquellos artículos y normas que, a nuestro juicio, pudieron ser mejores.
Nos oponemos a este proyecto en la parte que busca cambiar las reglas del juego sin cautelar debidamente los intereses de todas y todos los chilenos.
Yo apruebo la idea de legislar.
Gracias, Presidenta.


La señora RINCÓN.- Señora Presidenta, si bien es cierto -como dijo el colega Pizarro, quien preside la Comisión de Hacienda- que algunas de mis indicaciones se declararon inadmisibles, otras se acogieron parcialmente y otras no se acogieron. Entonces, he señalado que solo respecto de esta proposición no puedo concurrir con mi voto a favor.
Por tanto, me pronuncio en contra.