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MODERNIZACIÓN DE LEGISLACIÓN TRIBUTARIA


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, le había explicado al Ministro que no es que no lo "pescáramos", sino que, como estábamos en votación, no podía intervenir.
Ahora bien, hace ya varios meses, para ser más precisa, el 14 de septiembre pasado, frente a la pregunta que me hacía un periodista en cuanto a si estaba dispuesta a apoyar la idea de legislar respecto de esta iniciativa, yo señalé que lo haría si y solo si el Gobierno asumía los desafíos que teníamos en pensiones, viviendas, fármacos, agua potable, en fin: son siete medidas concretas.
Sin lugar a dudas, desde esa fecha hasta hoy han pasado muchas cosas en nuestro país.
El 18 de octubre es un día que vamos a recordar en la historia de Chile.
Lo ocurrido el 18 de octubre, y los días posteriores, no es baladí. Es profundo y complejo. No solo se trata de una exigencia de la ciudadanía de un par de reformas, sino de cómo, como país, enfrentamos las discusiones en materia de desarrollo.
Se ha develado una sociedad cuyo conflicto moral, derivado de la desigualdad, es sin lugar a dudas abismante.
Si bien esta reforma tributaria permitirá recaudar más recursos para inversión en protección social, nos debe permitir también pavimentar el camino hacia una sociedad más justa.
Sin embargo, cuando uno mira los anuncios en todo orden de cosas, nos quedamos cortos.
Cuando vemos -y lo conversábamos hoy en nuestra reunión de bancada- que se avanza en una agenda de seguridad, pero que cuesta avanzar en la agenda de reformas políticas y sociales, obviamente nos cuestionamos cómo enfrentamos desde el Gobierno y desde este Parlamento esas demandas.
Hay un punto en esta discusión tributaria en el que estamos marcando una diferencia con lo que se había hecho en el pasado. Tiene que ver con el impuesto verde, contenido en el artículo 8 de la ley N° 20.780, para que las empresas que contaminan paguen lo que corresponde por el perjuicio que efectúan al medioambiente.
Esta reforma, señor Presidente, cambia la manera en que se determinará dicho impuesto, pasando de gravar las "fuentes fijas de calderas y turbinas" a gravar "emisiones reales", lo que estimamos positivo, ya que favorece tanto a la recaudación fiscal como a la agroindustria, que solo efectúa faenas de manera esporádica o estacional.
Este tema -lo hemos conversado con los colegas del Maule: los Senadores Elizalde, Galilea, Coloma y Castro-, sin lugar a dudas, se corrige en esta reforma.
Sin embargo, en la disposición transitoria trigésimo primera se deja un período de vacancia legal de cinco años que no tiene explicación ni para la política fiscal de mayor recaudación que urgentemente necesitamos, ni para los acuerdos que nuestro país ha suscrito en materia medioambiental.
Se le presentaron al Ejecutivo dos alternativas para la efectividad de esta norma.
Primero, una "aplicación diferenciada", dejando el período de vacancia solo para aquellos que no se encontraban afectos inicialmente a dicho impuesto, dando un período de adaptabilidad; o, una segunda alternativa, establecer "flexibilidad" de acogerse a la modalidad actual de "fuentes fijas", o a la nueva de "emisión real" planteada por la reforma, hasta el año 2025 en que pasarían todas hacia un último régimen.
En ambas alternativas, el Estado podría recaudar más que lo que plantea la redacción del actual trigésimo primero transitorio. Pero el Ejecutivo optó por mantener la vacancia de cinco años sin una razón de peso que lo justifique. Ello tiene dos consecuencias negativas: menor recaudación y menor justicia para aquellas agroindustrias o contribuyentes con operaciones estacionales.
Señor Presidente, por eso hemos pedido la votación separada, para que el Ejecutivo analice la cuestión y vea de qué manera podemos corregir esta norma.
Más allá de aquello, creo que hay temas en los que no se da respuesta a lo que yo planteaba hace ya tanto tiempo: pensiones, agua potable rural, fármacos, vivienda, sin perjuicio de que se han recogido parcialmente la rebaja de contribuciones, la exención del transporte público o parte del pasaje a nuestros adultos mayores.
Reconozco, señor Presidente, que en materia de fármacos la Comisión de Salud, y en especial su Presidente, han estado abiertos a revisar en la Mixta de Fármacos II la moción parlamentaria que hemos suscrito, para ver de qué manera obligamos a la venta de los genéricos o logramos menores precios en los medicamentos.
Reconozco ese esfuerzo.
Falta mucho todavía para dar respuesta a la ciudadanía en los ámbitos de desigualdad y mayor equidad que demanda.
Por ello, no voy a votar en contra de esta iniciativa, porque creo que hay un avance sustantivo desde lo que entró en la Cámara de Diputados hasta lo que llegó al Senado. Pero tampoco voy a dar mi voto de respaldo, sino que simplemente me voy a abstener.
Gracias, señor Presidente.