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PRÓRROGA DE PERMANENCIA DE TROPAS Y MEDIOS NACIONALES EN BOSNIA Y HERZEGOVINA
PRÓRROGA DE PERMANENCIA DE TROPAS Y MEDIOS NACIONALES EN BOSNIA Y HERZEGOVINA


El señor ELIZALDE.- Señor Presidente, voy a votar a favor de esta solicitud porque me parece que es importante remarcar el rol que ha jugado Chile desde que se creó Naciones Unidas.
Chile, pese a ser un país aislado y pequeño, al fin del mundo, ha sido artífice en la construcción del orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial y un promotor del multilateralismo y la solución pacífica de los conflictos.
Y creo que las misiones en las cuales ha participado nuestro país contribuyen, en primer lugar, a remarcar nuestro compromiso con los derechos humanos, con el respeto irrestricto a los derechos humanos. Eso a veces se olvida en casa, a propósito de lo que ha acontecido en las últimas semanas.
Por tanto, hemos sido parte de múltiples misiones de Naciones Unidas, obviamente, bajo el marco de la ley internacional, en distintas partes del mundo. Y cada vez que se ha tomado una decisión se ha evaluado en su mérito. Hace poco tiempo el propio Gobierno, y así lo ratificó la Comisión de Defensa del Senado, decidió poner fin a una misión en África que no cumplía con las condiciones fundamentales de las misiones en las cuales ha participado nuestro país.
Creo que esto nos prestigia. Con estas misiones formamos parte de la arquitectura internacional, jugando un rol muy relevante. Además, sirve de experiencia para las tropas chilenas; contribuye sin duda a que en terreno tengan una formación que es fundamental para las labores que puedan desarrollar en el futuro.
Respecto de la situación de Bosnia y Herzegovina, yo quiero insistir en que, de acuerdo con la información que plantean los propios europeos, quienes señalan que es necesario mantener esta misión, lo que corresponde es que Chile siga formando parte de ella.
El conflicto de los Balcanes es el más cruento que ha vivido Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Y existe un riesgo de violencia étnica que se expresó en hechos dramáticos que sin duda la comunidad internacional condena de manera enérgica. Bajo el paraguas de la ex Yugoslavia convivían comunidades diversas; pero una vez que se desintegró, ello se tradujo en una limpieza étnica, en asesinatos masivos no solo de militares, sino de civiles, mujeres y niños. Ahí deben convivir comunidades católicas, ortodoxas y musulmanas, que durante mucho tiempo formaron parte del mismo país, pero que poseen una identidad cultural distinta.
Esta misión es relativamente pequeña: cuenta con dieciséis militares, la mitad de ellos en Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina, y la otra mitad en Banja Luka, capital de la República Srpska, dentro de la Federación de Bosnia y Herzegovina, donde están radicados aquellos que forman parte de la identidad de los serbobosnios.
Pero creo que no hay que confundir esta situación con lo que se está planteando, a propósito de la denuncia en los medios de comunicación, en Haití.
Respecto de este último país, siempre fui partidario de las misiones que desarrolló Chile. Se criticó la presencia de las grandes potencias para solucionar conflictos en el mundo. A mi juicio, era un absurdo que América Latina no se hiciera cargo del drama de Haití y que no fuesen tropas latinoamericanas las que contribuyeran a la paz en ese territorio, porque eso hubiese ido en contra de lo que predicamos durante mucho tiempo.
Pienso que Chile jugó un rol muy importante, independientemente de que existan problemas estructurales en Haití, que son difíciles de solucionar de forma permanente.
Respecto de la denuncia, lo que corresponde es que se investigue y, en caso de determinarse que lo denunciado es verídico, que se apliquen sanciones ejemplares, porque tales conductas inadecuadas, que todos condenamos, no pueden poner en tela de juicio el rol que corresponde a Naciones Unidas y a Chile dentro de dicha Organización, en misiones de paz que son fundamentales para preservar el respeto irrestricto a los derechos humanos en cualquier país.
Por lo tanto, distingamos las cosas.
Yo soy partidario de estas misiones, en las cuales Chile ha participado, siempre que se cumpla con los requisitos que nuestro propio país y nuestros distintos gobiernos han definido. Por cierto, los hechos relatados deben ser investigados. Y, en el caso de Bosnia y Herzegovina, lo que procede es mantener esta misión, pues da cuenta del compromiso que Chile tiene a nivel internacional con la promoción de la paz y los derechos humanos, siempre en el contexto de los mandatos de Naciones Unidas y la ley internacional.
Por eso, reitero que voy a votar a favor.