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NUEVO MECANISMO DE FINANCIAMIENTO PARA CAPACIDADES ESTRATÉGICAS DE DEFENSA NACIONAL
NUEVO MECANISMO DE FINANCIAMIENTO PARA CAPACIDADES ESTRATÉGICAS DE DEFENSA NACIONAL


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, anuncio mi voto favorable a este proyecto de ley, porque estoy convencido de la necesidad de establecer un mecanismo regular de financiamiento para nuestras Fuerzas Armadas.
Sin embargo, no puedo dejar de expresar ciertas aprensiones que surgen del debate y de su contexto. Algunos pensarán que no corresponde explicitarlas en este momento, pero para mí sí tienen importancia.
En primer lugar, no deja de ser extraño que mientras estamos aprobando desligar el financiamiento de las Fuerzas Armadas respecto de los ingresos provenientes de las ventas de Codelco, casi simultáneamente el Presidente de la República anuncie la incorporación de las instituciones castrenses a la lucha contra el narcotráfico, arrastrándolas con ello al debate político.
No están claros los fundamentos y alcances de la mencionada medida. Incluso, puede tratarse solamente de una medida más de pirotecnia, a las que ya nos estamos acostumbrando.
Pero llama la atención que, por un lado, avancemos en la normalización democrática del marco en el que se desenvuelven nuestras instituciones armadas, y por otro, retrocedamos vinculándolas a roles que no constituyen sus fines propios.
Este tipo de situaciones le resta credibilidad al Ejecutivo cuando apela a los necesarios consensos que deben estar detrás de las que se denominan "políticas de Estado".
Ha costado mucho construir las confianzas para circunscribir el rol de nuestras Fuerzas Armadas a sus funciones naturales y restablecer su pleno control democrático, como para que este esfuerzo se vea expuesto a diluirse por una maniobra comunicacional.
Tampoco contribuye que este debate coincida con el conocimiento público de fraudes e irregularidades que involucran incluso a ex Comandantes en Jefe del Ejército, ni menos que la acción de la justicia se vea obstaculizada por resquicios judiciales de sus defensas con el aval del Tribunal Constitucional.
Otro tanto ocurre con el sistema previsional del personal militar, que permite el otorgamiento de beneficios, a lo menos abusivos, a algunos exuniformados, tal cual ha sido denunciado en los últimos días.
Pero, en verdad, estos intentos de politización de nuestras instituciones castrenses y estas situaciones reñidas con la probidad, sobriedad y austeridad que las afectan nos obligan a actuar aun con más decisión y prontitud.
La crisis que afecta a buena parte de nuestras instituciones exige repensarlas e introducir reformas de fondo.
No son aceptables medidas de parche ni tampoco meras declaraciones de intenciones.
Por lo mismo, me parece insuficiente que, junto con establecer el Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas de la Defensa y el Fondo de Contingencia Estratégico, no se haya regulado debidamente el sistema de compras que se efectuarán con cargo a dichos recursos, especialmente sus mecanismos de control.
El proyecto solo ha contemplado un plazo para que el Ejecutivo presente un proyecto de ley y, provisionalmente, un reglamento.
Esto no admite dilaciones. La confianza de la gente se agota.
Demasiadas veces hemos escuchado compromisos profundos con la legalidad y hemos terminado oyendo explicaciones superficiales de la venalidad.
Señor Presidente, el país tiene derecho a preguntarse por qué se establece un financiamiento plurianual para las compras militares y lo mismo no puede existir en educación o en salud.
Es una excepción muy relevante. Y, por lo mismo, tenemos derecho a exigir los mayores estándares en la administración de los recursos pertinentes.
He dicho.