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REGULACIÓN DE INCIVILIDADES


El señor QUINTEROS.- Se me preguntaba, señor Presidente, qué entendíamos por el término "incivilidades". Y la verdad es que, tal como ya se ha dicho, cuando hablamos de incivilidades nos referimos a acciones como depositar basura en lugares que no corresponde, escuchar algo a volumen excesivo, rayar paredes o muros, utilizar lenguaje no adecuado, entre otras.
El proyecto que se nos plantea, el cual tiene por objeto regular esas denominadas "incivilidades" y recuperar los espacios públicos para las personas, modifica normativas como el Código Penal, la Ley de Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas y la Ley sobre Tráfico Ilícito de Estupefacientes. O sea, estamos hablando, en general, de conductas de vida que podemos convenir o no que son susceptibles de ser penadas, ya sea por ley o bien mediante disposiciones que sancionan conductas infraccionales.
La ciudadanía demanda más seguridad pública, y es efectivo que la sensación de inseguridad se ve afectada no solo por delitos más graves o de mayor connotación social, sino también por conductas antisociales de menor gravedad, pero que se perciben como un riesgo o una amenaza de un delito mayor. El peligro en que se incurre es el de caer en una actividad invasiva que regule las más diversas conductas.
Sociedades más evolucionadas -como la de Holanda, por ejemplo- han disminuido el delito mediante una mayor cobertura de los derechos sociales para todos, durante décadas, lo que igualmente se expresa en disminución del vandalismo. Estas sociedades no solo castigan a los delincuentes, sino que también previenen los delitos, ya sea a través de más educación, más salud o más cultura.
Debemos avanzar por esa senda. La política criminal debe ser una política de Estado con la suficiente robustez para atacar tanto las conductas como las causas que llevan a las personas a cometer esas conductas.
Estoy por aprobar la idea de legislar, pero el proyecto, sin duda, necesita cambios. Como ya lo decía el Presidente de la Comisión, quien ha elaborado varias indicaciones a mi juicio pertinentes y que veremos en profundidad.
Yo me pregunto: ¿es el cambio de la justicia de policía local a la penal la solución a la recuperación de los espacios públicos?
Es importante destacar que no podemos legislar únicamente sobre la base de encuestas y teorías como las de las ventanas rotas. Debemos ser cautos. El proceso legislativo requiere reflexiones profundas y análisis concretos que, en definitiva, nos permitan hacer buenas leyes y normas que rijan la convivencia ciudadana.
Tal como lo dije, seguramente el proyecto será objeto de modificaciones que van a permitir que cumpla un rol efectivo en materia de conductas que afecten la percepción de inseguridad, pero que también aseguren el ejercicio de libertades básicas tal como las entendemos a estas alturas del siglo XXI.
Voto a favor.