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AUTORIZACIÓN A CRUCEROS DE BANDERA EXTRANJERA PARA CABOTAJE DE PASAJEROS


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, a fines de la década de los noventa fuimos pioneros en convencer, en la feria Seatrade de Miami, de las bondades que ofrece el sur de Chile para la recalada de transatlánticos.
Por eso, en las diferentes oportunidades en que hemos discutido este proyecto he sostenido que cualquier modificación a la Ley de Fomento a la Marina Mercante debe tener presente su artículo 1°, según el cual "La política naviera permanente de Chile es fomentar el desarrollo y favorecer la mantención de su Marina Mercante en armonía con el interés general".
En consecuencia, cualquier modificación debe ser analizada desde esa perspectiva.
El desarrollo del turismo o de otras actividades debe llevarse a cabo considerando el desarrollo de la marina mercante, que tiene importancia estratégica para nuestro país y que es aún más incidente en el territorio austral, desde la Región de Los Lagos hacia el sur.
A la vez, hice presente que la eventual competencia de naves extranjeras en el cabotaje nacional debe realizarse en igualdad de condiciones con las embarcaciones de bandera nacional. Sabido es que algunas naves con bandera de conveniencia pueden llegar a operar en condiciones laborales y tributarias mucho más flexibles y ventajosas comparadas con el marco aplicable en nuestro país.
He advertido que lo peor que podría pasar es que armadores nacionales evaluaran cambiarse a alguna bandera de conveniencia para competir en igualdad de condiciones con dichas naves.
Por estas razones, promoví un análisis detenido de esta iniciativa, y estuve de acuerdo en que fuera vista también por la Comisión de Trabajo, ya que, entre otras cosas, puede poner en riesgo las fuentes laborales del sector.
Ahora bien, las modificaciones introducidas por el citado organismo van en el sentido correcto, pues ponen nuevas condiciones para la operación de naves extranjeras en el cabotaje -por ello votaré a favor-, pero creo que aún es tiempo de aclarar que las naves extranjeras de pasajeros podrán participar en el cabotaje entre puertos solo en tránsito. El hecho definitivo es que se les abre esta posibilidad, con consecuencias que no están claras para nuestra marina mercante.
Espero que ello sea debidamente estudiado por las autoridades pertinentes del Ejecutivo, de manera de asegurarnos que esta decisión no traerá efectos indeseados hacia una actividad tan relevante para el país, especialmente para las regiones del sur.
He dicho.