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ACUERDO ENTRE GOBIERNOS DE CHILE Y MARRUECOS SOBRE EXENCIÓN DE REQUISITO DE VISA PARA TITULARES DE PASAPORTES DIPLOMÁTICOS, OFICIALES, ESPECIALES Y DE SERVICIO


El señor MONTES (Presidente).- Corresponde tratar el proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, que aprueba el "Acuerdo entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno del Reino de Marruecos sobre Exención del Requisito de Visa para Titulares de Pasaportes Diplomáticos, Oficiales, Especiales y de Servicio", suscrito en Nueva York, el 20 de septiembre de 2016, con informe de la Comisión de Relaciones Exteriores.
--Los antecedentes sobre el proyecto (11.347-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de acuerdo:
En segundo trámite: sesión 48ª, en 20 de septiembre de 2017 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Relaciones Exteriores: sesión 8ª, en 10 de abril de 2018.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El objetivo principal del proyecto de acuerdo es eximir del requisito de visa a los nacionales de ambos Estados que posean pasaportes diplomáticos, oficiales, especiales y de servicio.
La Comisión de Relaciones Exteriores discutió este proyecto de acuerdo en general y en particular, por tratarse de aquellos de artículo único, y lo aprobó por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Insulza, Lagos, Moreira y Ossandón.
Nada más, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Gracias, señor Secretario.
Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor AMPUERO (Ministro de Relaciones Exteriores).- Señor Presidente, continúo con mi exposición.
He sido convocado, también, por dos Acuerdos sobre exención del requisito de visa para titulares de pasaportes diplomáticos oficiales y especiales con el Reino de Marruecos, el primero, y con la República de Sudáfrica, el segundo. Ellos se suman a otros sesenta y un Acuerdos de este tipo que tenemos y que también han sido aprobados por este Congreso Nacional.
¿Cuál es el objetivo? Facilitar el desplazamiento y la instalación de agentes diplomáticos y de sus familias en el país respectivo.
Estos tratados no eximen a los nacionales de cualquiera de las Partes de respetar la legislación vigente en el otro Estado en materia de entrada, permanencia y salida de extranjeros; establecen que cada Parte se reserva el derecho de rechazar el ingreso o acotar la permanencia de personas consideradas indeseables; constituyen, desde luego, una excepción a la legislación de extranjería vigente en nuestro país; entran en vigor treinta días después de la fecha de la última nota en que una de las Partes comunique a la otra el cumplimiento de trámites internos (Sudáfrica ya comunicó dicho cumplimiento a Chile); deben ser votados como ley común; no requieren de implementación en el Derecho nacional; no implican autorización para efectuar una actividad remunerada en el país, y su aprobación, debido a su naturaleza, no involucra gasto fiscal que deba ser asociado a algún tipo de financiamiento.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Si le parece a la Sala, daríamos por aprobado este proyecto de acuerdo...
El señor COLOMA.- Debatamos un poco, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- En la discusión general y particular, tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, la verdad es que cada vez que el tema de Marruecos es abordado en esta Sala a mí me surge una pregunta. Y la voy a plantear hoy día, aprovechando la presencia de nuestro Canciller.
Está bien: se trata del otorgamiento de visas especiales entre Chile y el Reino de Marruecos.
La pregunta es ¿cuánto es el intercambio comercial anual que tienen ambos países? Dos coma cinco millones de dólares. Este es el intercambio comercial anual.
Además, veo que Chile tiene embajada en Rabat, Marruecos, pero no así en otros países de la zona. Es decir, se tomó la decisión política de tener embajada ahí.
Aprovecho la ocasión de pedirle al señor Ministro que cuando se analice este tema en particular se tenga presente que la Unión Europea ha señalado que el Reino de Marruecos no puede firmar ningún acuerdo económico si este incluye las zonas de pesca que están en cuestión, por el tema de la República Árabe Saharaui Democrática, la RASD.
Manifiesto esto porque siento que cada vez que aprobamos un convenio que tiende a consolidar ese tipo de relación se evita abordar algo que ha estado presente en los últimos treinta años en Chile, a diferencia de como hicimos con Palestina: la posibilidad de reconocer a la República Árabe Saharaui Democrática.
Yo voy a votar a favor de este proyecto de acuerdo, porque considero que debe haber una relación permanente con Marruecos, pero aprovecho la ocasión para decirle a nuestro Canciller que múltiples resoluciones de las Naciones Unidas han aludido al derecho del pueblo saharaui, del Frente Polisario, de contar con la autonomía necesaria sobre su territorio.
Marruecos hoy día ha planteado una autonomía regulada, pero regulada por la monarquía.
He tenido la posibilidad de estar tanto en los territorios saharauis ocupados como en Marruecos. Fuimos allá pocos días después de la muerte del Rey Hasán II y, también, cuando Mohamed VI asumió su reinado.
Por cierto, en lo personal no tengo ningún problema con Marruecos. Solo estoy diciendo que ha pasado demasiado tiempo desde que Franco y España abandonaron esa colonia para que Chile no se haya pronunciado.
Les quiero recordar que nuestro país reconoció al Estado de Palestina. Lo hizo el Presidente Sebastián Piñera, no otro. Fue un Gobierno de Derecha.
Creo que el tema que he planteado siempre debe estar presente cuando firmamos acuerdos que en cierto modo involucran la reafirmación de una relación política, social y económica.
No tenemos mucha relación económica con Marruecos. Quisiera que esta aumentara, pero también me gustaría que el Gobierno -ojalá en los próximos días, meses o años- tomara una decisión respecto de la República Árabe Saharaui Democrática, que lucha por la libertad, que lucha por recuperar su territorio desde hace más de treinta años.
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, la verdad es que no conozco mucho Marruecos ni tengo demasiada claridad sobre cómo es ese país. Todo el mundo dice que es muy interesante, muy atractivo, que tiene una larga historia.
Por supuesto, parte de los objetivos de la diplomacia chilena, desde hace bastante tiempo hasta la fecha, tiene que ver con nuestra relación con África, con el Medio Oriente y con todos aquellos países con los cuales podamos desarrollar una integración y un intercambio comercial, sobre la base de acuerdos no solo económicos, sino también de otro tipo, que permitan a una economía globalizada como la nuestra, tener acceso a mercados y estar presente en áreas o zonas que no son tradicionales para nosotros. Si las aprovechamos o no, si el comercio en este momento es mucho o poco, bueno, ese es otro tema. Pero no por eso vamos a dejar de firmar un tratado que lo único que hace es facilitar la supresión del requisito de visa para el personal diplomático, los altos funcionarios o dignatarios que se relacionan con ese país.
Señor Presidente, hago esa salvedad porque en realidad quiero aprovechar la presencia del Ministro de Relaciones Exteriores en este debate, a fin de consultarle en qué condiciones están la Cancillería chilena y nuestros consulados en el mundo para responder al establecimiento de una nueva forma de entregar determinadas visas a quienes vienen a nuestro país desde los distintos lugares del mundo.
Según lo que uno entiende, las medidas administrativas que se han adoptado implicarán que muchas de esas visas deberán ser entregadas o aprobadas en los consulados chilenos que se encuentran en los diferentes países del orbe o en aquellas naciones con que tenemos este tipo de relaciones.
Eso va a implicar un esfuerzo y una reestructuración mayor dentro de lo que es el funcionamiento de la Cancillería.
En el caso de Haití, la información que uno maneja es que no contamos con más de un funcionario, el cual ni sé si tiene el carácter de cónsul. Y todos sabemos que en la situación de ese país seguramente habrá mucho interés en solicitar las visas que se plantearon por parte del Gobierno en el día de ayer.
Digo esto porque se establecen plazos y también formas de responder a los requerimientos de quienes hoy día, estando en nuestro país o afuera, aspiran a contar con visas de permanencia o de residencia que les permitan insertarse laboralmente en nuestra sociedad.
Eso, a mi juicio, es importante por cuanto lo que quizá es una muy buena idea se puede transformar en algo perverso o negativo. Porque, a partir del 23 de abril aquellos extranjeros que no estén en trámite de petición de visas permanentes deberán iniciarlo desde sus países, y eso puede significar, entonces, que tengan que volver a ellos y hacer una larga cola -al igual como ocurre acá, en el centro de Santiago, en el Departamento de Extranjería- frente a nuestros consulados, los que a lo mejor no tendrán la posibilidad de atenderlos.
Señor Presidente, como está el señor Canciller aquí, me atrevo a pedirle que nos entregue esa información. Ayer no le pude formular la consulta en la Comisión de Relaciones Exteriores porque debí asistir a otra reunión paralela.
Así que me gustaría, si es posible antes de la votación, que el Ministro nos ilustrara en esta materia. Creo que eso sería conveniente y positivo para todos los presentes en la Sala y también para la gente que sigue este debate.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, el proyecto que estamos discutiendo es, para situar el debate en su lugar, muy simple, de mero trámite diría yo, con un país amigo, un país que posee una tremenda importancia en el norte de África, un país con una tradición estabilizadora entre las naciones de la región, y con el cual tenemos una relación no solo cordial, sino, políticamente, de mucha relevancia.
Creo que no hay que confundir ese hecho con otros, como lo hizo un Senador que me antecedió en el uso de la palabra, a propósito de la aspiración del pueblo saharaui por lograr su reconocimiento internacional, en un debate que las Naciones Unidas, a través de una comisión especial, viene siguiendo desde hace décadas -no años: ¡décadas!- y cuya misma complejidad no ha permitido que otros lo resuelvan por su propio camino.
La historia de esa parte del mundo es muy compleja. Y la verdad es que no me parece apropiado que un país como Chile se involucre en un conflicto que tiene otra naturaleza, otro origen, porque, más allá de las opiniones personales que uno pudiese tener, el interés de Chile, de nuestra República, de este país, no es meterse en ese conflicto; no está en nuestro interés estratégico.
Puedo tener o no simpatía con la historia del Frente Polisario; puedo tener simpatía o no con Argelia; puedo tener una opinión de cómo se financian, pero nada de eso viene al caso de este acuerdo, que busca establecer procedimientos de visa para marroquíes y chilenos con pasaportes diplomáticos.
Sí es relevante encontrar un tiempo para abordar la situación que ha expuesto el Senador Pizarro. Es un tema mayor. A mí me hubiese gustado una exploración previa, una conversación, antes de los anuncios sobre la política de migración de nuestro país. Es algo demasiado estratégico. Y no creo, señor Presidente, que frente a un acuerdo de mero trámite, que está muy bien, sea conveniente abordar otros temas y exigir que las personas deban tener visa en su país de origen, sumado a que se diga que en la Ley de Migración hay que cambiar la regla respecto de cuántos extranjeros deben ser admitidos en un lugar de trabajo. Todo eso es de una mayor complejidad.
Uno podrá llegar a tener y debemos construir consensos acerca de nuestra política migratoria y, por lo mismo, sería muy oportuno abrir ese debate, porque las interpretaciones que uno escucha de por qué se procede de una forma y no de otra dan pábulo para que algunos afirmen que Chile va a discriminar respecto de qué tipo de inmigrantes quiere.
Es una discusión muy importante para un país que tiene acuerdos de libre comercio. Queremos vender nuestros productos a todo el planeta; queremos que se muevan nuestros bienes y servicios por todos lados, pero debemos repensar el movimiento de extranjeros hacia nuestro país.
Yo soy de aquellos que creen que la inmigración es muy buena para Chile; lo ha sido históricamente; lo es en esta coyuntura, pero necesitamos asegurar, como lo ha indicado Naciones Unidas, que sea ordenada, segura y regular, y para ello debemos establecer una forma adecuada.
En su momento el señor Canciller deberá invitarnos o él venir al Senado para conversar sobre el asunto, en el cual resulta estratégico para Chile tener un buen abordaje.
He dicho.
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El señor MONTES (Presidente).- Antes de ofrecerle la palabra al Senador señor Lagos, hay una situación que aclarar.
La Comisión de Salud aprobó por unanimidad dos proyectos, uno sobre aumento de beneficios y otro respecto del Hospital Padre Hurtado, pero no está claro de qué manera sigue su tratamiento, pues fueron enviados a la Comisión de Hacienda a pesar de que estaban en su debate en general.
Por lo tanto, solicitaría el acuerdo de la Sala para que los viera Hacienda y luego llegaran a la Sala para su discusión en general y en particular.
Los dos -repito- fueron aprobados por unanimidad.
¿Habría acuerdo?
El señor COLOMA.- ¿Cuáles son, señor Presidente?
El señor MONTES (Presidente).- Uno traspasa a la red al Hospital Padre Hurtado.
El señor COLOMA.- Debe verse en Hacienda, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- Sí. Fue aprobado en forma unánime en la Comisión de Salud y esta lo envió a la de Hacienda, pero debemos acordar que sea visto en general y en particular para que después llegue a la Sala con los informes de ambos organismos.
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.- Señor Presidente, creo que la naturaleza de los proyectos es distinta, en particular el segundo. No me refiero al del Hospital Padre Hurtado, respecto del cual no habría ninguna dificultad en que la Sala autorizara verlo en general y particular a la vez.
En cuanto al otro proyecto, según lo que han informado algunos asesores, se ha planteado una discusión sobre la constitucionalidad de ciertas normas, relacionada con la forma como se delegan facultades y la amplitud de esta delegación.
Por eso, sugiero ver solamente en general y particular a la vez el relativo al Hospital Padre Hurtado, porque el otro requiere un debate un poco mayor.
El señor MONTES (Presidente).- En ese caso, tendría que venir a la Sala sin pasar por Hacienda.
Yo conozco el proyecto y no le encuentro mucha razón, señor Senador, porque se están ocupando los procedimientos habituales. Pero en fin.
¿Habría acuerdo, entonces, en que el primero viniera a la Sala para su discusión general, y el segundo llegara acá, vía Hacienda, para su discusión general y particular?
El señor PIZARRO.- ¡Que los dos sean discutidos en general y particular, señor Presidente!
El señor MONTES (Presidente).- Es lo que me parece a mí que debería hacerse, señor Senador, pero estoy consultando a la Sala.
Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.
El señor PIZARRO.- Lo que pasa, señor Presidente, es que igual deberán venir al Hemiciclo.
Por lo tanto, no veo la necesidad de hacer un doble trámite.
Que los dos vayan en general y particular a Hacienda, luego pasen a la Sala y, si es necesario, sean enviados de nuevo a Comisión.
El señor MONTES (Presidente).- ¿Habría acuerdo en la propuesta del Senador Pizarro, que es complementaria?
El señor ALLAMAND.- ¡Sí!
La señora VON BAER.- De acuerdo.
El señor NAVARRO.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra.
El señor NAVARRO.- Está claro que tenemos una sequía de proyectos de ley...
El señor MONTES (Presidente).- No tenemos sequía, señor Senador.
El señor NAVARRO.- Me refiero a la Sala, señor Presidente.
El señor MONTES (Presidente).- ¡Hay mil doscientos proyectos!
El señor NAVARRO.- Solo quiero recordar que los parlamentarios de Derecha, cuando formaban parte de la Oposición, eran bastante duros y rasgaban vestiduras cuando no había proyectos. Pero esta es la realidad. Se lo digo al Senador Coloma, por su intermedio, señor Presidente.
Se producen estas situaciones, que no dependen del Gobierno que entra, sino de un conjunto de otros elementos.
Todo indica, señor Presidente, que las Comisiones tienen que trabajar un poco más -es lo que estamos analizando en la Comisión de Derechos Humanos y en las de Transportes y de Vivienda, que presido-, de tal manera que los proyectos fluyan de manera más adecuada.
Yo siento que hay resistencia a que los proyectos vengan a la Sala, siendo que esta es la que decanta, fija posiciones y luego determina su envío a Comisiones.
Hay que aplicar el criterio que sea más ágil para el tratamiento de las iniciativas, de modo que estas no se estanquen en esos organismos, porque, como usted ha indicado, señor Presidente, hay un estancamiento cuantitativo que resulta bien complejo.
El señor MONTES (Presidente).- Bien.
¿Habría acuerdo, entonces, en que ambos proyectos fueran discutidos en general y en particular y, si fuera necesario, reenviados desde aquí a algunas de las Comisiones, si correspondiere?
Así se acuerda: los dos pasan a la Comisión de Hacienda, luego vienen a la Sala para una discusión general y particular y, si fuera necesario, serían reenviados a alguna Comisión.
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El señor MONTES (Presidente).- Continuando con el debate del proyecto que aprueba el Acuerdo entre Chile y Marruecos, le ofrezco la palabra al Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, no me voy a pronunciar sobre la agenda legislativa porque, como usted bien dijo, hay más de mil doscientos proyectos de ley o mociones que están en las Comisiones. Ahora, si no se mueven de ahí, mal pueden llegar a la Sala. Tal vez es posible hacer algo más, pero eso dependerá de que haya un mayor trabajo en esos organismos.
Volviendo al asunto en debate, señor Presidente, solamente quiero señalar, con todo respeto, que me pierdo en la discusión.
Este acuerdo, junto con el que vamos a ver después, facilita eximir de visa a los funcionarios diplomáticos debidamente acreditados, en este caso entre Chile y el Reino de Marruecos. El otro es con la República de Sudáfrica.
Como aquí se señaló que puede haber opiniones personales, intereses personales, quiero decir que este es un acuerdo casi de carácter administrativo entre dos Estados a partir de sus Cancillerías. En consecuencia, resulta completamente indiferente, irrelevante, no viene al caso si existe una relación económica profunda o no, si existe un acuerdo de libre comercio o no.
Yo sí estoy dispuesto a conversar, aunque no sé si esta sea la instancia. No sé si, en caso de tener una opinión personal, no a nivel del Estado de Chile, respecto de una situación que involucra a un país con el cual mantenemos relaciones diplomáticas, debemos supeditar eso a este tipo de acuerdos.
Es válido tener esa discusión, pero tampoco es lo que oí, porque un Senador que me antecedió en el uso de la palabra señaló que iba a aprobar gustosamente este proyecto porque le cae muy bien Mohamed VI de Marruecos, hijo de Hassan II, al que conoció, pues al parecer estuvo allá y también con el Frente Polisario.
Fue -lo digo con mucho respeto- como introducir un tema que no viene mucho al caso, salvo para relevarlo.
Entonces, como bien expresó el Senador Letelier, quien se me anticipó porque pidió la palabra antes, uno podría decir a título personal qué opina de ese conflicto -o de ese no conflicto- que no se quiere abordar, o de algo que Naciones Unidas arrastra por décadas -como se manifestó de manera sutil- en cuanto al rol que cabe a distintos Estados en el Magreb respecto al mencionado conflicto: quiénes apoyan de forma más entusiasta y con mayor interés a alguno de los actores y financian sus acciones. Se trata de Estados reputados con los cuales mantenemos relaciones diplomáticas y con los que también deberíamos tener, me tinca a mí, un acuerdo de exención de visas.
Creo que eso es complicarnos. Y, por lo mismo, entendiendo que estamos frente a un asunto acotado, sí me parece interesante porque ya anticipa una discusión que vamos a tener.
Senador Pizarro, yo no estoy de "comentarista", pero encontré bueno que, a partir de este acuerdo, que se veía tan árido, se pusiera mejor la sesión, porque nos abrió todo un debate sobre la iniciativa que anunció ayer el Gobierno.
Y tienen un punto aquellos que señalan que la Ley de Migración es un tema nuevo para Chile. La ley existe desde hace mil años, pero data de cuando Chile era otro, no el que es ahora.
Sí creo que habría sido útil un trabajo más prelegislativo, haber socializado un poco y no habernos sorprendido con estas "visas de responsabilidad democrática".
Esa discusión se va a poner más álgida. Y yo habría preferido, tal vez, tener ahí capacidad para haber intercambiado opiniones antes y saber después qué nos va a diferenciar.
Ahora, lo que no puede ocurrir -pero temo que va a ocurrir- es que un tema tan central como el de la migración, para un país que nunca la ha vivido como la está viviendo ahora -en un mundo convulsionado por ese fenómeno, y con populismos, nacionalismos y prejuicios-, se politice en líneas ideológicas.
Aquello es lo que creo que puede suceder si la situación no se administra bien. Y no sé si hemos partido de la mejor manera.
Esto en nada cuestiona las atribuciones que tiene el Gobierno para plantear su propuesta. Para plantear una sobre el tema de la infancia, que también generó dificultades, tuvo toda la consideración y dijo: "Estoy dispuesto a escuchar opiniones". Sin embargo, para el relativo a la migración, que también estuvo en el debate presidencial, un tema nuevo y más delicado desde el punto de vista de sus implicancias, no creí que se iba a proceder de la forma como se hizo, sin decir "agua va". ¿Por qué? Porque entonces uno tiende a leer otras cosas, quizás equivocadamente.
Pero lo que uno desprende hasta ahora es que aquí tenemos diferencias que pueden ser bien profundas en la forma como se abordó un asunto tremendamente delicado y que constituye un problema de Estado. Veamos, si no, lo que está ocurriendo en Europa central y en Europa del este; el rol que cumplen algunos países; cómo la migración afecta el día a día de las naciones: Hungría, Turquía, en fin.
En consecuencia, en esta materia yo creí que el Gobierno iba a tener la misma disposición y decir: "Vamos a invitar a conversar sobre el asunto para formarnos una opinión previa". No obstante, aquí nosotros fuimos, no sé si "sorprendidos" es la palabra, pero sí notificados de una propuesta.
Algunas de las medidas son de carácter administrativo, lo cual no significa que uno no pueda expresar un parecer, pero hay otras que seguramente son materia de ley y habría sido mejor que llegaran con un buen clima que con un prejuicio o una opinión debidamente formada sobre una propuesta errada.
Muchas gracias.
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, me voy a hacer cargo de lo que acaba de indicar el Senador Lagos, pues también requiere debate, pero antes quiero fijar al menos una posición con respecto a lo que planteó el Senador Navarro, en línea con lo que han expresado otros parlamentarios.
El que nos ocupa es el acuerdo número 61 en materia de exención de visas. ¡Sesenta y uno! No es que de repente se nos haya ocurrido privilegiar a Marruecos o a Sudáfrica versus otros países y decir "Aquí vamos a tener exención". Esta es una política de Estado que básicamente tiene que ver, como bien se dijo, con el mundo diplomático.
Un chileno que quiere ir a Marruecos debe pedir visa. Si desea viajar a Sudáfrica -veremos el acuerdo pertinente a continuación-, no. Pero, si es diplomático, sí lo tiene que hacer.
El Senador Insulza me dice que podría ser lo mismo en el caso de Marruecos. Lo pregunté en la Cancillería y aquello fue lo que me señalaron. Sin embargo, para estos efectos no es lo más relevante.
Por lo tanto, Senador Navarro -por su intermedio, señor Presidente-, aquí se trata de facilitarle la vida al mundo diplomático. Ese es el sentido del acuerdo. No se pretende alterar otra regla del juego que pueda haber. Acá no hay consideraciones de cuánto es el comercio existente entre ambas naciones. De lo contrario, tendríamos que fijar un criterio: más de cien millones de dólares, menos de esta cantidad, etcétera. No es la forma de enfrentar un mundo donde uno quiere tener las mejores relaciones posibles.
Me parece que el Acuerdo en análisis se halla estrictamente relacionado con un requisito diplomático. Estamos hablando -lo pregunté- de dos a tres funcionarios cada cierto período, que en vez de tener que hacer un montón de timbrados y otras cosas por el estilo, van a contar con mayores facilidades para ingresar, al menos en el caso de Sudáfrica, como un chileno cualquiera. Y viceversa.
Ese es el sentido: facilitarles la vida a las personas.
Hemos discutido el punto en otras ocasiones, y creo que se trata de una política correcta.
De otro lado, señor Presidente, estimo importante lo que expresó el Senador Lagos.
Sin embargo, lo que ha hecho el Gobierno del Presidente Piñera es justamente presentar indicaciones a un proyecto de ley que se estaba viendo en lo medular.
A mi juicio, ello significa una diferencia muy sustancial.
No es que de pronto alguien haya dicho "Hay un problema de migración". ¡Oh, sorpresa!
Eso no es así.
Todo el país sabe perfectamente que aquí hay un gran problema: que el número de inmigrantes en Chile pasó de 200 mil al año a un millón, según se nos informó hace pocos días. Se trata de un millón de personas que no se hallan en la situación de ingreso que a uno le gustaría. No es una cuestión de cantidad, sino de un orden establecido en el que exista el criterio, que comparto, de "puertas abiertas", aunque con determinadas condiciones. Chile es un país que debe estar abierto a la migración, pero ello no quiere decir que cualquier persona pueda migrar a nuestro territorio sin absolutamente ninguna consideración. Pienso que las naciones deben orientar su futuro con ciertas reglas del juego. Eso me parece esencial.
Y lo que se ha hecho es aprovechar un proyecto que el Presidente Piñera presentó cuatro años atrás y que ha tenido un largo recorrido.
Tal vez habría sido mejor que la anterior Administración hubiera introducido alguna indicación en la materia. Puede que haya habido buenas o malas razones para no hacerlo. No es del caso analizarlo. Pero lo que ha hecho el actual Gobierno es no partir de cero. Y por eso el trabajo prelegislativo lleva cuatro años, mismo lapso que tuvo el Ejecutivo anterior para haber avanzado en un proyecto vigente.
Es distinto decir "Voy a enfrentar un tema" que plantear "Voy a aprovechar un chasís legislativo que ya está instalado para tratar de buscar una fórmula de resolver el problema".
Obviamente, en el ámbito parlamentario se podrá ver lo que a uno le gusta y lo que no.
A mi juicio, se trata de un proyecto bien diseñado, oportuno y urgente.
Me habría encantado que se hubiera elaborado una política pública sobre migración en la Administración pasada. Y la habría apoyado.
Pero ello no ocurrió.
A estas alturas, nadie reconoce eso. Yo he visto reacciones de algunos partidarios de la Nueva Mayoría que señalan, como autocrítica: "Nos habría gustado una política de migración distinta de la del decreto ley del año 75".
Eso es razonable.
Por lo tanto, invito a Sus Señorías a aprovechar este chasís, este esfuerzo que se está llevando a cabo por generar tal política. Me parece que eso es lo apropiado y lo inteligente.
No habría considerado sensato que el actual Gobierno hubiera decidido partir de cero. ¡No! Porque había un esfuerzo, se presentó un proyecto, se realizaron visitas. No se avanzó, pero obviamente sí existió interés en hacerlo.
Por eso, señor Presidente, estimo que este debate se encuentra abierto.
Imagino que las indicaciones ingresarán hoy día o mañana. Las discutiremos en su mérito.
Pero, a propósito de una exención de visa diplomática, que es muy acotada, yo no trataría de alegar una falta de reflexión sobre un tema migratorio que grita al cielo la necesidad de apurar y de acelerar; pues si hubiera existido avance en el mediano plazo, quizás ya dispondríamos de una política mucho más razonable que la que tenemos hoy día (en realidad, más bien hay una falta de política).
He dicho.
El señor MONTES (Presidente).- ¿Habría acuerdo para abrir la votación?
Acordado.
--(Durante la votación).
El señor MONTES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, yo pensaba referirme al proyecto que está en votación. Y me parece lamentable que se haya gastado tiempo debatiendo sobre temas no contenidos en él.
No supe, no me llegó ninguna citación para discutir respecto a cómo la Cancillería organiza lo relativo a las visas, al Frente Saharaui de Liberación o al proyecto de migración. Esas no son materias en discusión aquí; sin embargo, hemos escuchado que se han debatido ampliamente.
Esto es bien simple: no se necesita visa para ir a Marruecos, no se necesita visa para ir a Sudáfrica. Y esto lo he visto en los sitios web de los Gobiernos respectivos -para que no haya problemas-, mientras esperábamos acá.
Junto con otros cincuenta países, somos agraciados al poder entrar a Marruecos sin visa.
Por lo demás, señor Presidente, lo he experimentado personalmente, yendo a esa nación sin dicho documento.
Entonces, esto es bien simple.
Ocurre una cosa muy rara: cuando un país abre sus puertas para que uno pueda entrar sin visa, de todas maneras los diplomáticos la requieren. Para que no la necesiten se precisa un convenio especial.
Para qué les voy a recordar una historia que ocurrió el año 98 -la relaté ayer en la Comisión- con un miembro de este Senado de aquella época...
El señor LAGOS.- ¡Daniel López...!
El señor INSULZA.- ¡Creo que se llamaba Daniel López...!
Estando de visita en Gran Bretaña decidió ir a París, pero no quiso ir con pasaporte ordinario. Entonces, hubo que pedir visa por su pasaporte diplomático, pero se la negaron porque iba por el fin de semana y no había ninguna razón diplomática que lo justificara.
Realmente, señor Presidente, esto es bien simple: los únicos que no entran a Chile ni a Marruecos sin visa y los únicos que no entran a Chile ni a Sudáfrica sin visa son los diplomáticos. Y se trata de allanar eso, de que si hay un grupo de chilenos que desee ir a Marruecos a pasar el fin de semana (está al ladito de España) no necesite pedir ese documento el diplomático que esté entre ellos.
Es una cuestión completamente insensata discutir de manera tan extensa esto, y hablar sobre todos los otros temas en cuestión.
Así que me alegro de que se haya puesto en votación el proyecto de acuerdo. Pero habría preferido que fuera antes de que se debatieran tan ampliamente otros asuntos.
Yo quiero que el Ministro nos explique lo que piensa hacer con respecto a las visas. También que discutamos sobre el conflicto del pueblo Saharaui.
Con todo respeto, Senador, cuando me nombraron Canciller lo primero que recibí fue un oficio firmado por una cantidad de parlamentarios pidiendo reconocer la República de Saharaui, a lo cual me negué. Y les voy a explicar por qué, ¡pero no hoy día...!
Y tampoco creo que sea el momento de discutir aquí el proyecto de ley migratoria.
Voto a favor.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, me ha llamado sobremanera la atención la intervención del colega, ex Canciller, ex Ministro del Interior, ex Secretario General de la OEA y gran líder y dirigente republicano de nuestro país, quien acaba de argumentar en el sentido de que no se puede opinar en este Senado respecto de temas altamente atingentes y contingentes.
Yo le quiero decir al colega Insulza que se vaya acostumbrando, porque la presencia de los ministros aquí es bastante escasa, y cuando hay temas en los cuales podemos pedirles opinión o que nos entreguen información debemos aprovecharlo.
Y lo digo con el mayor cariño: ¡a lo mejor cuando él era Ministro y venía al Congreso no le gustaba que le preguntaran otras cosas...!
Pero es parte de...
El señor INSULZA.- ¡No es así!
El señor PIZARRO.- ¡Es que usted venía muy poco cuando era Ministro...!
Entonces, esto de que nos vengan a decir que es insensato el debate, que es lamentable, que no se puede preguntar, que no se debe abordar otra materia, ¡bueno!, pareciera que en los tiempos que corren no nos dejaran explayarnos respecto a las inquietudes que nos surgen en asuntos que normalmente no conocemos en detalle.
¡No todos tenemos la oportunidad de viajar tantas veces a Marruecos y entrar con visa o sin visa...! Por eso tenemos este tipo de preocupaciones.
Voto a favor, como lo he hecho siempre en estos proyectos de acuerdo.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general y en particular el proyecto de acuerdo (31 votos favorables).
Votaron las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Chahuán, Durana, Galilea, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Huenchumilla, Insulza, Lagos, Latorre, Montes, Navarro, Ossandón, Pizarro, Prohens, Pugh, Quinteros y Sandoval.