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PERFECCIONAMIENTO DE CAUSAL DE TÉRMINO DE RELACIÓN LABORAL DE DOCENTES MUNICIPALES POR SALUD INCOMPATIBLE


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, es preciso preocuparse. Quizás qué cambio hay por ahí...
En el proyecto se tocan varios temas.
Dicen que no hay enfermedades, sino enfermos. Por lo tanto, cada persona es un caso específico y dependerá de ella cómo enfrenta su recuperación o, en muchas situaciones, su declaración de invalidez, lo que conlleva, respectivamente, una fase transitoria, como una licencia médica, o una definitiva, como una pensión.
A mí me tocó conocer lo anterior. Mis colegas saben que fui Superintendenta de Seguridad Social, y créanme que es todo un asunto. No solo se trata de abusos con la licencia médica, sino también -y lo hemos vivido todos quienes hicimos campaña en el último tiempo- de acusaciones de profesores contra directores o de directores contra profesores, lo que lleva a realidades extremas en que muchas veces es afectada la salud.
Entonces, no es menor cómo enfrentamos la determinación de la causal y su existencia. Me parece tremendamente bueno y sano que se pueda dar una segunda mirada a este punto, en particular.
Aprovechando la presencia del señor Ministro del Trabajo, a quien le doy la bienvenida, pido conformar un equipo -ya que están de moda los grupos de trabajo- que revise lo relativo a las comisiones de Medicina Preventiva e Invalidez.
Son un tema en Maule. Creo que varios van a asentir allá...
El señor NAVARRO.- Y en Biobío.
La señora RINCÓN.-... y que eso se debe de repetir en el resto del país.
Por su intermedio, señor Presidente, le expongo al titular de la Cartera que la cuestión es grave. Como Superintendenta de Seguridad Social, no me fue posible llevar a cabo una reestructuración y una reingeniería, ni fui capaz, como Senadora, de convencer de su necesidad al Ministro de Salud de entonces, y me fue imposible efectuarla como Ministra del Trabajo.
Es una tarea difícil, porque nos enfrentamos a la mirada desde Salud, pero, al final, los que padecen el problema de la COMPIN no son solo los trabajadores, sino también los empleadores. Los primeros están meses en gestiones para el pago de sus licencias médicas y los segundos se encuentran en la situación dramática, muchas veces, de tener que asistirlos, porque, enfermos, no reciben una remuneración en ese período. El empleador, además, enfrenta la necesidad de contratar reemplazos, pero, tratándose de personas con las que mantiene una relación, se preocupa de ver cómo ayudar.
Entonces, no solo el proyecto es relevante para evitar abusos de unos y de otros, para dar agilidad, para proporcionar una cierta orgánica y estructura a algo real -adicionalmente, lo relativo a la salud incompatible con el cargo, en que no hay indemnización, debiera considerarse con relación al resto del sector público-, sino que también es preciso tomar en serio el asunto de la COMPIN y la salud laboral. Llamo al Senado a meternos en el problema.
Creo que es preciso revisar la diferenciación de los seguros de salud. No es sano, en el siglo XXI, que haya dos distintos, porque no existe forma de comprobar cuál es la línea entre lo laboral y lo común. Juzgo que los tiempos nos conminan a concebir la cuestión en una perspectiva moderna.
Gracias.