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La Senadora señora RINCÓN.- Señor Presidente, escucho al Diputado Pérez y pienso que uno podría seguir discutiendo eternamente sobre cuál es el origen del problema. El punto es que ya han pasado varios años desde que se implementó esta política pública. Podríamos volver a ese origen y no avanzaremos. ¿Sabe qué, Diputado? Ahí está el origen del problema. Pero han pasado muchos años. Me tocó discutir el famoso fondo espejo en el primer Gobierno del Presidente Piñera. Fui parte de esa Comisión, junto con el Senador Letelier. Y hoy día, después de muchos años, estamos en este punto. La pregunta es: ¿Cómo hacemos que esta política pública sea de equidad territorial? Queremos que las regiones tengan un transporte público y que exista equidad. Eso es lo que estamos reclamando en las regiones. Nos podemos quedar discutiendo ad eternum sobre lo que pasa en Santiago. Ese no es el punto, sino cómo hacemos que en regiones exista un transporte de calidad; cómo hacemos que la gente que vive en sectores rurales disponga de un transporte de calidad; cómo hacemos que haya infraestructura, vehículos, maquinaria, condiciones y precios de calidad. ¡Ese es el punto! Creo que la Senadora Von Baer tiene razón: no es justo que apliquemos el subsidio solo al boleto. Pero tampoco lo es que aquello que se discutió en la ley no se oriente en el sentido de esta. Transparentemos la discusión. Para eso es este Parlamento: para que hagamos en este Hemiciclo la discusión de cara a la ciudadanía. No nos engañemos entre nosotros y no hagamos que otros tomen las decisiones por nosotros. No volvamos a decir que la culpa es de quienes hicieron una mala política. De lo contrario, no avanzaremos. Entiendo, señor Presidente, el punto del Diputado Pérez. Pero no debemos seguir pegados en el pasado. Tenemos que hacernos cargo de un problema que nos aqueja hoy día: no está llegando la plata que convinimos en su minuto, ¡hace varios años ya!, a las regiones. Hay una sobreconcentración en la Capital, en la que está el 40 por ciento de la población del país. ¡No parece justo! Entonces, que no decidan en Santiago cómo se administran los recursos que deben ir a las regiones. Es lo que las indicaciones que han presentado mis colegas buscar lograr.